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Hambre y desugualdad social


  1. El problema del hambre: ayer y hoy
  2. Cereales y oleaginosas
  3. Conclusión

edu.red

En un mundo que se asombra con la velocidad y el alcance de los cambios tecnológicos, ingentes masa de personas están subalimentadas y numerosos países son cíclicamente sometidos a hambrunas. Literalmente miles de seres humanos mueren cada año de inanición. Ante un contraste tan dramático surgen interrogantes elementales.

En efecto, cabe preguntarse si los ecosistemas, a futuro, pueden soportar una producción de alimentos consistente con el ritmo de crecimiento poblacional. También es una incógnita si la tecnología, desde la revolución verde a la actual revolución biotecnológica, esta está en condiciones de erradicar el problema o si, por el contrario, su propia conformación la convierte en parte del problema.

Inicialmente, el epicentro de la cuestión radico en equiparar la velocidad de crecimiento con la de la oferta de los alimentos, en el marco de un conjunto finito de recursos naturales y a partir de una tecnología dada.

A partir de la década del sesenta, cuando el problema logro mayor visibilidad mundial, se ha incrementado el abastecimiento de alimentos por encima del crecimiento poblacional. En simultáneo, además, se ha tornado notablemente compleja su forma de abastecimiento y producción, a la vez que aparecieron nuevos usos industriales y energéticos de las materias primas alimenticias.

El problema del hambre: ayer y hoy

Las formas formas de aprovisionamiento de alimentos, así como también la asimetría eventual entre la velocidad de crecimiento de la población mundial y la capacidad global de generar su subsistencia, son temas que han preocupado a la sociedad desde tiempos remotos.

Desde mediados del siglo XX, retomando ideas maltusianas, el problema del hambre fue visto, principalmente, como una batalla entre la producción de alimentos y el crecimiento de la población. Aquí la tecnología aparecía con la llave maestra para la solución del problema de la disponibilidad; en menor medida se consideró la distribución del ingreso del ingreso como un limitante.

Los esfuerzos conjuntos de diversos países e instituciones en materia de investigación y difusión de nuevas tecnologías agrarias.

Décadas mas tarde, el desplazamiento de las fronteras cultivables y una mayor productividad elevaron la producción, pero debido al crecimiento poblacional comenzaron a generarse nuevas inquietudes sobre la capacidad del planeta para sostener con sus recursos finitos la creciente producción de alimentos.

En 1972, poco antes de la crisis del petróleo, fue publicado en informe sobre los límites del desarrollo, donde se realizaron estimaciones sobre el crecimiento de la población, el crecimiento económico y la evolución de lo que denominaban la "huella ecológica" de la población en la tierra para los siguientes cien años.

En otro orden, poco y nada se decía acerca de los problemas de la distribución del ingreso, una clave para explicar la accesibilidad a los alimentos. En tal sentido, la creciente disponibilidad de alimentos fue acompañada por una regresiva distribución del ingreso, especialmente en sociedades menos desarrolladas, donde se acentuaban los problemas de accesibilidad en simultáneo con la creciente sofisticación en el aprovisionamiento de alimentos: nuevos envases, alimentos industrializados y marcas comerciales, entre otras novedades.

Hacia la década del noventa, por otra parte, los estudios comenzaron a mostrarse más optimistas respecto al futuro, basados en la capacidad de la tecnología para resolver los problemas del presente, aunque enfatizando en la necesidad de lograr un desarrollo sustentable en términos ambientales.

En el marco de una renovación de ideas sobre el problema del hambre, surgieron nuevos conceptos. En la cumbre mundial de la alimentación oficializo en concepto de seguridad alimentaria.

Cereales y oleaginosas

Datos más desagregados permiten ahondar sobre el proceso es su conjunto:

Mientras que inicios de los sesentas y el primer lustro del siglo XXl la población creció 2,18 veces, la disponibilidad de cereales y oleaginosas lo hizo 2.75 veces.

También la producción de alimentos finales, en índices globales en base a valores monetarios, creció tanto por encima de la producción de cereales y oleaginosas como lo de los niveles poblacionales.

Producción y abastecimiento de alimentos industriales

Una mayor producción de granos, carne y la leche no se traduce de manera automática en oferta de alimentos disponibles para los consumidores, menos aun si estos son urbanos.

Existe en el medio de una larga serie de pasos de transformación industrial, acondicionamiento, concentración, transporte, logística y comercialización hasta llegar a los consumidores.

Este segmento de la oferta ha ido ganando en complejidad parí passu con la maduración de la denominada revolución verde y los primeros desarrollos del paradigma biotecnológico.

En un extremo (el aprovisionamiento de insumos para la actividad primaria), existe una creciente presencia de empresas de gran porte y cobertura global, provenientes del mundo industrial de alto perfil tecnológico. Semillas modificadas genéticamente, fertilizantes, paquetes completos de herbicidas e, incluso maquinarias y equipos tienen creciente peso en la conformación de "qué y cómo cultivar"

Otra alternativa se refiere a aquellas materias primas que requieren un proceso de transformación, trigo, maíz, leche, cacao, café, y ganado, entre otros. Se trata de los fenómenos de los menores costos asociados con las grandes escalas, las tecnologías de proceso y conservación, los flujos continuos de producción y las grandes concentraciones del capital fijo. A grandes rasgos, la desconcentración en la etapa primaria tiene como contra partida la concentración en la transformación industrial.

Más recientemente, la fase comercial ha cobrado una inusitada relevancia.

De la mano de grandes cadenas de distribución e hipermercadismo, varias de ellas de cobertura global, se establecen mecanismos de abastecimientos, nuevos conceptos comerciales, el arrendamiento de espacios en góndola y la tercerización de actividades, entre otros…

De esta forma, contar con mayor disponibilidad de materias primas es solo un aspecto de problema. Para lograrlo y convertirlas en alimentos se necesita de una larga y costosa deria de etapas de transformación.

En este sentido es válido analizar ciertos factores que son clave para el futuro de las cadenas de provisión de alimentos. Ya que la complejidad introduce precios más elevados, cabe señalar que en estas redes de aprovisionamiento existen temas que son objeto indudable de las políticas públicas y que hacen el funcionamiento de las relaciones costos-precios.

He aquí algunos de los siguientes aspectos:

Estructuras del mercado: en varias de las actividades existen fuertes concentraciones empresarias que se expresan en mercados poco competitivos, presencia de cuasi-rentas y, consecuentemente, precios alejados de los costos unitarios.

Simultáneamente con una mayor actividad e intercambio global en la cadena agroalimentaria, también lo han hecho las ventas y el tamaño de las grandes compañías procesadoras de alimentos y de insumos agropecuarios.

Tecnología e innovaciones: los alimentos, así como sus formas de producción, se han tornado complejos desde el punto de vista tecnológico, con su consecuente impacto sobre los niveles de precios.

Inicialmente en varios casos, los desarrollos tecnológicos son pensados como una herramienta de diversificación productiva que permite mejorar la rentabilidad privada, lo que se trasunta en mayores precios.

Sustentabilidad: la expansión reciente y potencial de la producción de insumos agroindustriales necesariamente presiona sobre sus recursos naturales finitos.

Algunos problemas agronómicos presentes en diversas regiones, derivados del mal uso o del uso intensivo de los recursos como la erosión del suelo, la salinización, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del agua, entre otros, pueden reducir a futuro y a manera irreversible, la producción agrícola y ganadera y, con ello, la capacidad de generar los alimentos necesarios para alimentar a la población creciente.

El desarrollo de esta actividad se asienta en el uso de varios bienes públicos que habitualmente no son contemplados en los cálculos económicos que motorizan las actividades privadas.

A futuro, los crecimientos poblacionales nuevamente reeditan los dilemas de la década del sesenta y sus modernas preocupaciones maltusianas, ahora por alimentos y usos industriales de la materia prima. El tema se agudiza si se considera que las eventuales superficies a incorporar son más endebles y no cuentan con facilidades sistemáticas que permitan su rápida incorporación a la producción: transporte, energía y dominio de las rutinas de proceso productivo por parte de las poblaciones nativas actuales, entre otras.

Tentativamente, existe aún, a juzgar por las grandes líneas de investigación y desarrollo de las empresas multinacionales y líderes de algunos institutos públicos de referencia, varias líneas de acciones todas coincidentes en la mejora de los rendimientos, antes que en las expansión de la frontera productiva.

En todos los casos, ellos se circunscriben a desarrollos tecnológicos sustantivos, asociados con innovaciones de punta en bio y nanotecnología que, en la actualidad, implica profundizar la asimetría de conocimientos entre sociedades, tienen una presencia de empresas privadas y son regidos por derechos de propiedad.

Conclusión

La solución del problema del hambre depende de las acciones concurrentes tanto como la actual estructura de aprovisionamiento de alimentos como la de las condiciones de accesibilidad, especialmente por la parte de los segmentos de los ingresos menos favorecidos. En el primero de los temas, se toma necesaria una cuidadosa intervención que, manteniendo los incentivos económicos en pro de una mayor innovación y producción, corrija las corrientes asimetrías en los mercados y países.

En ambos planos la presencia pública juega un rol vital, principalmente si mantiene una visión estratégica en los procesos de intervención que se extienda más allá del asistencialismo puntual y de corto plazo y lleva a cabo una efectiva coordinación de políticas, incluidas las de cooperación internacional, tendientes a cambiar en, el aprovisionamiento y la accesibilidad a los alimentos básicos.

 

 

Autor:

Juan Francisco Esquivel Díaz

3°D T.M N.9

Escuela Secundaria Técnica No. #74

"Carlos Tijerina Torres"

Materia:

Informática

Fecha:

23/03/2013