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Bioregionalismo: una discusión desde el desarrollo territorial sustentable

Enviado por sandra.rios


    1. Resumen
    2. Tesis
    3. Evaluación aspectos principales
    4. Coexistencia entre regiones ganadoras y perdedoras que buscan el habitar inteligente
    5. Factibilidad de implementación de la propuesta
    6. Bibliografía

     

    Resumen:

    El espacio geográfico se entiende como una fuerza productiva estratégica que no solamente incluye el espacio geográfico per se, sino también la totalidad del espacio social. Por lo tanto, en el sistema capitalista de producción, el espacio es un marco de referencia en torno al cual se mide el margen de juego de las contradicciones, la madurez y la caducidad del sistema, hecho en donde sobresale el modo en que el desarrollo de las fuerzas productivas se emplazan en el espacio globalizador, organizándolo como una gran fuerza productiva técnica. El actual modelo de crecimiento económico ha sido creado sin considerar las restricciones ecológicas de nuestro planeta, actuando como si éste fuera limitado. En ese mundo recreado, donde los recursos ambientales son abundantes, no hay ningún límite a las actividades humanas.

    Sin embargo, el mundo real es limitado, con recursos también limitados y una población creciendo muy aceleradamente, por lo que se necesita un modelo de crecimiento que considere restricciones ambientales en su toma de decisiones. De ahí que el objetivo del presente análisis sea exponer dos de los principales retos que el ser humano debe superar en un contexto caracterizado por un proceso de globalización que se desenvuelve en un inminente capitalismo tecnológico: los problemas medioambientales y las desigualdades sociales donde las regiones son agentes de desarrollo para dirigir procesos que reviertan esta situación.

    Palabras claves: Crecimiento económico, globalización, disparidades regionales, desigualdades sociales, desarrollo territorial sustentable.

    Hipótesis:

    Un territorio ganador es aquel capaz de lograr una estructura territorial interna de una complejidad comparable a la exhibida por el espacio único de la globalización, (para un acoplamiento dinámico al núcleo de la globalización y no a su periferia), algo que en casi todos los casos presupone intensos procesos de reestructuración no sólo productiva, también en el plano axiológico y ontológico de estos mismos procesos, entonces "ganar" está más próximo a un proceso y estado de desarrollo que a uno de mero crecimiento.

    La competitividad de una región equivale a la capacidad de ésta para sostener y expandir su participación en los mercados internacionales y elevar simultáneamente el nivel de vida de su población, lo cual exige la incorporación de progreso técnico.

    Tesis:

    A lo largo del tiempo la senda del crecimiento ha traído consigo inmejorables ventajas para los seres humanos. Sin embargo, su avance no ha sido tan idílico como pudiera parecer. Un modelo de crecimiento pensado exclusivamente para satisfacer necesidades humanas, que no tiene en cuenta una limitabilidad del planeta que se acentúa por los elevados ritmos de crecimiento demográfico y que, al mismo tiempo no considera ningún tipo de restricción ambiental o de equidad social en la adopción de decisiones, no puede perdurar indefinidamente.

    En el sistema económico imperante cada día vemos aumentar la brecha existente entre los dos mundos que "conviven" en un único planeta. El primero, con un aceptable nivel de bienestar económico y social, es despilfarrador, poco solidario y despreocupado. El segundo malvive soportando todo tipo de enfermedades políticas, económicas y sociales, así como la desidia de sus vecinos avanzados.

    Es necesario apostar por un modelo económico compatible con el medio ambiente y capaz de reducir las desigualdades, sin que haya existido hasta el momento un debate social donde se defina el modelo de sociedad que queremos alcanzar.

    EVALUACION ASPECTOS PRINCIPALES

    Nuestra pretensión es modesta, intentamos hacer una revisión crítica del "Bioregionalismo" desde los fundamentos del actual modelo económico para plantear nuevos paradigmas en los que la lógica de la sustentabilidad racionalice la lógica de la economía de mercado y oriente su transformación estructural. En definitiva, una ciencia económica y una economía "de lo real" que forme parte de la solución y que no solo sea parte del problema, que sepa despejarse del corsé mecanicista que reduce su visión a un proceso de producción-consumo. En la medida que el sistema económico es un subsistema del ecosistema global y la "máquina económica" es entonces, un sistema abierto que mantiene intercambios de materia, energía e información con el medio ambiente el concepto de crecimiento económico se torna insuficiente como fin. Según los especialistas el crecimiento económico de un territorio depende de 1) acumulación de capital, 2) acumulación de capital humano 3) acumulación de conocimiento 4) Política económica nacional y de la 5) demanda externa. No obstante lo anterior pareciera que la clave es habitar inteligentemente en un planeta único, dominando el progreso, y no hacerlo a costa de cualquier cosa, como consumir irresponsablemente el capital natural en lugar de los ingresos producidos. Permanecen en el aire viejas utopías renacentistas del dominio de la naturaleza por el hombre, reforzada con dosis de modernismo tecnocrático, hasta concepciones ecologistas variadas, reformistas unas para integrarse en el sistema capitalista dominante, y nostálgicas otras, que pretenden una vuelta al Estado natural. En cualquier caso, la perspectiva del crecimiento económico no nos permite el "habitar inteligentemente" por lo que emerge entonces la sustentabilidad como demanda de una cultura del ser, del estar y del producir-consumir a largo plazo que nos permita reconocer nuevamente nuestra morada.

    Coexistencia entre regiones? ganadoras y perdedoras que buscan el habitar inteligente

    Quiero tensar el concepto de regiones ganadoras y perdedoras, la palabra región no construye per se un espacio activo de transformación política, económica y científico tecnológico que está transversalmente contenida con una identidad cultural. Considerando lo anterior, nos referiremos a territorio y no a región, donde el primero busca concatenar de manera estratégica el desarrollo y crecimiento económico como parte de su impronta ganadora. Como bien aclara José Manuel Naredo (1987), al hablar de crecimiento económico, es necesario distinguir también el crecimiento de la población y sus consumos en términos físicos (crecimiento material), y el crecimiento económico medido por simples agregados de naturaleza monetaria, a cuyo aumento le corresponden diversos incrementos en el mundo físico. Si nos referimos al primer caso, es obvio que la especie humana no podrá mantener un proceso sostenido de crecimiento material a largo plazo, por lo que menos podremos hablar de desarrollo.

    Ya lo decía Boisier (1994) con respecto a ocupar posiciones ganadoras en el marco de la globalización , donde la velocidad para tomar decisiones, la flexibilidad de respuesta antes variaciones del entorno (Complejidad), identidad cultural e identificación con su territorio y la resiliencia del tejido productivo y del tejido social (capacidad para autoreconstruirse frente al daño provocado por agentes externos, son factores críticos para declararse como tal. Yo agregaría a esto último que los territorios desarrollan una dimensión múltiple e integral, donde la noción de "resiliencia" no solo cruza el aspecto productivo sino también el aspecto ecológico y la noción social de "equidad" donde se entrelazan incluso más que en un estilo de desarrollo en una forma de vida sustentable. Los sistemas económicos y sociales pueden perder resiliencia y dejar de ser sustentables a largo plazo debido a tensiones y presiones sobre el sistema que generen saltos bruscos e irreversibles.

    Aquí surge entonces el concepto de Desarrollo Territorial Sustentable, factor clave en un territorio que dice calificarse de ganador. Profundicemos aún más el concepto, es de vital importancia colocar a un territorio en una vía de autotransformación con equidad y sustentabilidad, donde se construya el concepto de "morada" entendida como el lugar donde se habita, se pertenece, se construye activamente, donde el desarrollo humano sea un proceso que mejore la suerte de las personas por medio de un constructo de territorio holístico, integrado e integrador de los elementos que conforman el ecosistema. Boisier (1997) ha definido claramente la exogeneidad del crecimiento económico donde la matriz decisional se disocia de lo territorial ya que es manejada por agentes externos y la endogeneidad del desarrollo que depende de la capacidad del territorio para movilizar y coordinar los recursos internos del propio territorio, recursos que tienen la característica de ser materiales y no materiales. Ahora bien si entendemos la competitividad de un territorio como la capacidad de ésta para sostener y expandir su participación en los mercados internacionales y elevar simultáneamente el nivel de vida de su población no será posible lograr esto último sino se logra un desarrollo territorial sustentable que integre las principales variables que condicionan el bienestar de la sociedad. Gráficamente podemos realizar la siguiente figura ilustrativa:

    FIGURA 1. Ámbitos del desarrollo sustentable

    Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

    Fuente: Jiménez Herrero (2002).

    Nota: Samb = Sostenibilidad ambiental; Ssoc = Sostenibilidad social; Secon = Sostenibilidad económica.

    Los enfoques tradicionales de las teorías de desarrollo económico (crecimiento) han endiosado la idea de acumulación de capital en su forma y expresión tradicional. Es decir, capital físico y financiero. Se asumía implícitamente que ambos eran elementos limitativos que había que optimizar, mientras que todas las demás formas de capital eran abundantes y no representaban limitaciones importantes al crecimiento económico. La teoría del crecimiento tradicional se rechaza por su incapacidad para generar desarrollo ya que no explicita cuales son las formas de capital que deben ser realmente acumuladas y fortalecidas, y por cuánto tiempo, aspecto que imposibilitaba a los territorios emerger como espacios productores de crecimiento, equidad y sustentabilidad.

    La teoría económica no puede abstraerse del más amplio aspecto en el cual se sitúa el proceso de producción: El territorio. En esta emergente perspectiva las interrelaciones del sistema socioeconómico y las actividades del desarrollo humano se concatenan con las funciones ambientales y los ecosistemas que soportan la vida. El desarrollo territorial sustentable no puede cimentarse sólo sobre el crecimiento económico donde el concepto clave es la acumulación de capital tangible. El capital tiene una visión mucho más amplia, Boisier (1997 y 1999) propone potencial y articular inteligentemente un conjunto de capitales: cognitivo, simbólico, cultural, social, institucional, humano donde éstos estaban contenidos en el uso del capital sinergético. Quiero rescatar que es el capital cultural el que resulta básico en la transición hacia la sustentabilidad global, por que se relaciona claramente con teorías de raíces antropológicas que consideran la cultura como "proyección de la naturaleza" pero que viene a dar un nuevo impulso a la visión global e interdependiente de las relaciones sociales y ambientales. Los territorios ganadores (entendidos como desarrollo equitativo y sustentable ) tienen un fuerte capital cultural que contiene códigos de información referidos a expresiones diversas de los modos de vida del lugar, esto resulta condición primera para abordar un planteamiento estratégico de desarrollo sustentable. El sentido de la cultura y ésta como proyección misma de la diversidad natural, son elementos representativos del valor de este tipo de capital para mantener de forma perdurable la existencia humana.

    Concluyentemente, existe una interrelación sinérgica entre las distintas formas de capital y todas forman parte de la ecuación de la sustentabilidad del desarrollo. Reconocer la múltiple dimensión social, ambiental y cultural del desarrollo en detrimento de la visión económico, no significa otra cosa que asumir una serie de valores humanos y de la naturaleza para poder armonizar las transformaciones de las estructuras productivas con un sentido de equidad distributiva, responsabilidad ecológica e identidad cultural. En otras palabras, un territorio ganador trata de poner en marcha mecanismos que consigan un mejor reequilibrio entre el sistema económico, ambiental y los estilos de vida propios. Sobre todo, se trata de revalorizar a la persona, no solo satisfaciendo sus necesidades de primera instancia, sino también haciendo realidad su progreso personal y la mejora de su calidad de vida entendida ésta como la búsqueda de "ser más", no únicamente "tener más" de acuerdo con otros legítimos valores y aspiraciones de la sociedad.

    FACTIBILIDAD DE IMPLEMENTACIÓN DE LA PROPUESTA

    La noción integral de sustentabilidad y la concepción de Desarrollo Territorial Sustentable abre una nueva etapa en la renovación del paradigma clásico del desarrollo, y más en concreto aún, en las teorías convencionales de desarrollo económico (crecimiento), tales teorías ya no son sólo aplicables a los territorios perdedores, sino que tambien orientan los estilos de desarrollo de los territorios ganadores por su inevitable interdependencia de ambos ante un destino común.

    Una cuestión relevante en este aspecto es si una adaptación progresiva del capitalismo para armonizar la relación Hombre-Naturaleza es posible con pequeños cambios (económicos, políticos e institucionales) y alcanzar el equilibrio en un Estado sustentable, pareciera que no lo es.

    Como corolario, no es posible seguir definiendo las metas del desarrollo en términos de crecimiento ilimitado con el objetivo de logro de niveles de vida para todo el mundo similares a los que ahora disfrutan los territorios ganadores. Este razonamiento se puede refutar por principios convencionales del mercado que apoyan la expansión del sistema económico mundial. Aunque sin duda, las nuevas teorías del desarrollo tendrán que seguir teniendo como norte la equidad, se puede replantear especialmente el logro de ésta en la interfase cooperativa entre territorios ganadores y perdedores. La tradicional teoría del goteo (tricke down) queda obsoleta ante la contundencia argumental de la sustentabilidad a escala mundial. Los territorios perdedores no pueden seguir dependiendo del crecimiento del consumo de los territorios ganadores ni de los beneficios de sus exportaciones (fundamentalmente recursos naturales) se filtren "gota a gota" a través de sus élites dominantes más directas y elementales.

    La sustentabilidad de los territorios perdedores no depende tanto de que los territorios ganadores puedan seguir aumentando sus altos niveles de consumo sino de promover la autosuficiencia económica y el empleo a nivel local de estos últimos, con la finalidad de generar mayor valor añadido y producción para satisfacer sus necesidades internas. Estamos por lo pronto, frente a un cambio paradigmático donde el desarrollo se basa en la sustentabilidad que contiene la semilla de la transformación estructural del sistema económico y, en consecuencia, tiene la capacidad virtual de revolucionar la esfera científica del análisis del desarrollo humano. Estamos antes una incipiente "revolución científica" suficiente para permitir el paradigma económico vigente, se ha iniciado una transformación paradigmática con la introducción de varios elementos ecológicos, ambientales y energéticos. Los territorios se están adoptando al fenómeno del cambio global y a la correspondiente revisión del funcionamiento del sistema económico como un subsistema abierto al ecosistema global con el que intercambia materia, energía e información. Los criterios de asignación de recursos y los nuevos valores que la economía tiene que otorgar a los bienes y servicios en función de la escasez real, (ejemplo de esto lo constituye la alta demanda de productos orgánicos por parte de los países europeos) también se verán modificados asumiendo que el ecosistema terrestre en sí es escaso.

    Afirmaba Swezzy (1972) que los cambios paradigmáticos en las esferas de las ciencias sociales requieren de "revoluciones políticas o sociales". Es previsible entonces que durante bastante tiempo los fundamentos y objetivos del enfoque económico convencional, con décadas de historia y respaldo ideológico pugnen por subsistir compitiendo con el progresivo avance de la visión del desarrollo territorial sustentable como condición necesaria para poder hablar de un territorio ganador.

    El desafío de los territorios es converger hacia un territorio sustentable, el concepto de bioregión surge como una alternativa de estructura sistémica que tiene un elemento de carácter ecológico que sobre determina o que condiciona a la naturaleza y al funcionamiento de los territorios. Sin embargo, el problema actual es la no concordancia entre los límites y la demarcación territorial de las bioregiones con la división político administrativa vigente. Si bien es cierto, la principal oportunidad de éstas es la revalorización de bienes y servicios provenientes de bioregiones son parte del cambio de paradigma ya discutido.

    Existen dos caminos: nos quedamos con la percepción de que estamos aplastados por un mismo modelo que actúa sin contrapeso y que no podemos hacer nada contra él por que somos muy pocos o pensamos que este el bioregionalismo no es la última versión del cuento del traje del emperador.

    Bibliografía

    Boisier S.

    "Post-modernismo territorial y globalización: regiones pivotales y regiones virtuales", en Ciudad y Territorio y Estudios Territoriales, # 102, Madrid, España, 1994

    "El vuelo de una cometa.Una metáfora para una teoría del desarrollo territorial", en Revista de Estudios Regionales, # 48, Universidades de Andalucía, Sevilla, España, 1997

    "El desarrollo territorial a partir de la construcción de capital sinergético" en Estudios Sociales # 99, C.P.U., Santiago de Chile, 1999

    Naredo, J.M

    "La economía en evolución: Historia y perspectivas de las categorías básicas del pensamiento económico", Siglo XXI de España Editores, Madrid, 1987.

    Swezy, P.

    "Crítica a la Ciencia Económica", Ediciones Periferia, Buenos Aires,1972.

      

    Sandra Ríos Núñez

    Ingeniero Comercial

    UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS

    OSORNO CHILE