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Influencia histórica de la tradición pesquera en la conformación de la identidad deportiva – recreativa


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones

Resumen

Conocer la conformación de la identidad de un grupo humano es fundamental para el estudio e interacción con este. Es por ello que el presente trabajo investigativo aborda el tema de la tradición pesquera y su influencia en la conformación de la identidad deportiva-recreativa en la comunidad Sabana la Mar municipio Manatí en la provincia Las Tunas. Con el propósito de obtener un acercamiento a la comunidad se hicieron análisis descriptivos y comparativos, estableciendo semejanzas y diferencias entre los modos de actuación de esta comunidad a otras regiones o comunidades pesqueras del país. En el desarrollo de la investigación se emplearon métodos y técnicas que permitieron conocer los testimonios y las valoraciones de los propios pescadores y de parte de los vecinos de la comunidad, dando paso a su propia historia de vida. Para hacer un estudio más acertado sobre este caso se trazó la tarea de fundamentar sobre investigaciones anteriores en las comunidades pesqueras del país.

Introducción

Un elemento esencial del enriquecimiento espiritual de la sociedad cubana actual lo constituye, sin dudas, el deporte y la recreación.

En nuestro país a partir del año 1959 se estimuló la práctica masiva del deporte y la educación física, al tiempo que se hizo gratuito el acceso a todo tipo de espectáculo deportivo. Con esto se realiza un vuelco total a la forma de vida anterior, iniciándose una nueva etapa en la historia del deporte cubano con la integración comunitaria. Se crean instituciones para el ordenamiento social y surgen entidades en función de satisfacer las necesidades del pueblo como son: Educación, Cultura y Deporte.

En 1961 se creó el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), órgano encargado de planificar, organizar, dirigir y controlar las actividades en estas esferas. Al surgir este instituto se realiza el convenio INDER- MINED y se comienza a impartir como una asignatura más la Educación Física, desde la Enseñanza Primaria hasta la Universidad.

Para promover la práctica del deporte y la educación física se crearon Consejos Voluntarios Deportivos a nivel de base (CVD), que a la altura de 1978 contaban con más de 55 000 activistas. Se impartieron preparaciones metodológicas, cursos y seminarios de Educación Física a maestros primarios y se creó un sistema de escuelas, encabezados por el Instituto Superior de Cultura Física Comandante Manuel Fajardo, y un sistema de escuelas provinciales encargadas de formar profesores de educación Física y entrenadores deportivos.

La práctica de actividades físicas en el plano individual y en el colectivo, permiten la utilización del tiempo libre en función de sus necesidades recreativas, así como satisfacer sus necesidades espirituales, físicas y mentales, ayudando a su desarrollo multilateral como aporte al hombre nuevo.

Tras el inicio del programa de transformación de nuestra sociedad comenzaron los primeros pasos y el deporte para todos fue la primera actividad desde el punto de vista recreativo, mediante la masificación del mismo, lo que posibilitó ocupar el tiempo libre, creándose los complejos de vinculación deportiva y llevando las actividades de este tipo a todos los rincones del país. Entre las primeras actividades a las que se dio prioridad se destaca la de mantener las tradiciones culturales de cada comunidad, realizándose fiestas campesinas, actividades deportivas populares y se realizó el proceso de capacitación y alfabetización los cuales permitieron eliminar varios rasgos negativos que caracterizaban nuestra sociedad antes del triunfo revolucionario.

Estas realidades han despertado el interés por desarrollar un estudio relacionado con la tradición pesquera y la identidad deportiva-recreativa en la comunidad enfatizando en la tradición pesquera como elemento significativo dentro de la identidad deportiva-recreativa de la misma.

Es por ello que el desarrollo del deporte, la educación física y la recreación en nuestro municipio, nos ha dado la posibilidad de enriquecer y profundizar en los aspectos esenciales antes mencionadas, que forman parte de una planificación lógica del proceso de entrenamiento para la ocupación del tiempo libre y contrarrestar el ocio de forma individual y colectiva en la recreación sana de la población, en especial, de la comunidad pesquera de Sabana la Mar, que a pesar de los logros alcanzados en la intervención comunitaria, todavía persisten irregularidades del trabajo comunitario como son:

  • Las indagaciones exploratorias más recientes sobre la pesca deportiva y recreativa desde el punto de vista de la historia en la provincia de Las Tunas, revela la existencia de escasa información documental. Se le ofrece poca divulgación a las actividades comunitarias, lo cual constituye una barrera para cualquier investigador, de ahí que esta situación, nos lleve a reflexionar en la necesidad de variantes para construir el hecho histórico, situación que probablemente sea similar en otros territorios del país.

  • En los convenios realizados por el INDER para darle atención a la pesca deportiva como actividad recreativa negociada, es insuficiente la capacitación que presentan los técnicos para realizar estas.

Las anteriores reflexiones reflejan una compleja problemática de la cual se deriva la contradicción entre la necesidad de construir un sistema de actividades para implementar la pesca como actividad deportiva-recreativa de la comunidad de Sabana la Mar con los conocimientos teórico- metodológicos disponibles.

Del anterior problema social se consideró el siguiente problema de investigación Conocer la influencia de la tradición pesquera en la conformación de la identidad cultural en la comunidad Sabana La Mar.

Este estudio tiene como objetivo de investigación: Rescatar la tradición pesquera como actividad deportiva recreativa.

Las actividades deportivas- recreativas tienen una influencia significativa en la transformación de la identidad cultural de la comunidad pesquera, lo cual es perceptible dentro de una parte del patrimonio cultural generado por la misma.

Para el cumplimiento del objetivo se trazaron las siguientes tareas de investigación:

  • 1- Determinar los fundamentos historiográficos que sustentan las tradiciones y la identidad en la comunidad pesquera y su influencia en la actividad deportiva recreativa.

  • 2- Valorar los referentes teóricos en los que se sustentan el estudio de la comunidad pesquera como elemento identitario de la pesca y su especificidad en el deporte y la recreación.

  • 3- Determinar las características esenciales de la comunidad pesquera como fundamento para su estudio desde el punto de vista histórico.

Desarrollo

Precisamos de una visión histórica de la identidad y la actividad deportiva-recreativa, éstas no son cosas dadas, sino procesos condicionados histórica y socialmente.

Para la conformación de la identidad son fundamentales: la existencia de un grupo humano con determinado grado de organización social y una definición histórica geográfica; comunicación de sus miembros a través de una misma lengua; compartir un mismo condicionamiento socioeconómico y político; disponer de un cuerpo de prácticas socioculturales más o menos estables a nivel colectivo que actúan como factor de cohesión e identificación para el grupo.

Para varios autores, los procesos psicosociales, cuyos elementos permiten el desarrollo de los sentimientos de pertenencia, de los valores, normas y la estandarización de las actitudes, tienen su asiento en la propia comunidad. Éstos adquieren su importancia en el espacio de la vida social y sus elementos fundamentales se orientan a la reproducción social en la comunidad, esto es, al reconocimiento de pertenencia a un grupo común, en el que se comparten raíces históricas, costumbres, modos de vida, creencias, intereses, etc. que se han producido por el conjunto de los miembros de la comunidad.

La tradición deportiva es resultado de la herencia social y cultural que se trasmite a través de varias generaciones, y perdura a lo largo del tiempo. En mayor o menor medida los grupos humanos conservan o transmiten el legado de sus antepasados, sin obviar que el propio proceso de evolución deportiva-recreativa hace que algunas tradiciones perezcan o se transformen y aparezcan otras, acordes al progreso alcanzado por cada grupo.

Esa propia tradición, desarrollada históricamente, ofrece los datos indispensables para la identificación de esos grupos. En esto son determinantes la posición geográfica que ocupan, el tipo de actividades que realizan, el enfrentamiento común a las adversidades, etc. La tradición deportiva expresa además las capacidades creadoras del hombre, reflejadas en los modos de organización de la vida y las acciones compartidas, así como en los valores materiales y espirituales de los hombres que son productos de su trabajo. La evolución de la cultura deportiva se asienta en la producción de bienes materiales.

La pesca se practicaba en casi todo el archipiélago, aunque con niveles de desarrollo diferentes como correspondía a las distintas comunidades que habitaban la isla, con la particularidad de que en ningún caso se lesionaba innecesariamente la fauna marina. Las embarcaciones utilizadas para la pesca fueron el cayuco y el bongo. Las personas que se dedicaban a esta actividad eran las más aptas, tanto por sus conocimientos empíricos del medio marino y la fauna, como por las habilidades para realizarlas.

La comunidad objeto de estudio forma parte del municipio Manatí (conocido antiguamente como Minas Blancas), provincia de Las Tunas y está ubicada, precisamente en la parte norte de la provincia de Las Tunas, limita al norte con el Océano Atlántico, al sur con el municipio Tunas, al este con el municipio Puerto Padre, al oeste con el municipio Guáimaro, provincia de Camagüey.

Nuestro municipio tiene una superficie de 954.26 km2 y una población de 32809 habitantes, para una densidad poblacional de 34,38 km2 por habitantes. Hay una población urbana de 14536, para el 44.30 %; de ellas son mujeres 7178. En el sector rural hay 18273 habitantes, para el 55.70 %; de ellas son mujeres 8574 Del total de habitantes son mujeres 15752, para el 48.01 %.

El Consejo Popular # 2 conocido antiguamente con el nombre de Frank País, el cual fue fundado en 1976 y donde se encuentra la comunidad de Sabana la Mar, está ubicado al este del municipio Puerto Padre, limitando por el norte con el Consejo Popular # 1, al oeste con el Consejo Popular # 3 y 9 y al sur con el Consejo Popular # 5.

Es un consejo popular mayormente agrícola, teniendo incidencia los campesinos privados con los cultivos varios. Está conformado por 5 asentamientos poblacionales. El consejo popular en total ocupa un área de 18 km2, con 5118 habitantes.

Sabana la Mar posee fronteras marítimas con el tramo costero situado entre Santa Lucia y Puerto Padre. Tiene una densidad poblacional de 568 habitantes de ellos:

Niños: 126

Jóvenes: 152

Adultos hasta 60 años: 83

Desvinculados de estudio y trabajo: 9

Sancionados: 14

Discapacitados: 14

Embarazadas: 6

Alcohólicos: 15

Nivel cultural de la población: medio

Cantidad de familias: 238

La circunscripción cuenta con dos zonas: zona 12 y zona 120

Zona 12: 6 CDR

Zona 126: 2 CDR

El grupo comunitario esta constituido completo, encabezado por el delegado de la circunscripción y otros miembros incluyendo el técnico del INDER.

Esta comunidad, al estar situada en una franja costera devenida importante zona de pesca, favorece el desarrollo de esta actividad, pues los recursos marinos resultan de gran provecho para sus habitantes desde los orígenes del asentamiento. Este aspecto y otros que abordaremos están avalados por fuentes testimoniales de gran interés.

La comunidad objeto de estudio forma parte del municipio Manatí (conocido antiguamente como Minas Blancas), provincia de Las Tunas y está ubicada, precisamente en la parte norte de la provincia de Las Tunas, limita al norte con el Océano Atlántico, al sur con el municipio Tunas, al este con el municipio Puerto Padre, al oeste con el municipio Guáimaro, provincia de Camagüey.

Nuestro municipio tiene una superficie de 954.26 km2 y una población de 32809 habitantes, para una densidad poblacional de 34,38 km2 por habitantes. Hay una población urbana de 14536, para el 44.30 %; de ellas son mujeres 7178. En el sector rural hay 18273 habitantes, para el 55.70 %; de ellas son mujeres 8574 Del total de habitantes son mujeres 15752, para el 48.01 %.

El Consejo Popular # 2 conocido antiguamente con el nombre de Frank País, el cual fue fundado en 1976 y donde se encuentra la comunidad de Sabana la Mar, está ubicado al este del municipio Puerto Padre, limitando por el norte con el Consejo Popular # 1, al oeste con el Consejo Popular # 3 y 9 y al sur con el Consejo Popular # 5.

Es un consejo popular mayormente agrícola, teniendo incidencia los campesinos privados con los cultivos varios. Está conformado por 5 asentamientos poblacionales. El consejo popular en total ocupa un área de 18 km2, con 5118 habitantes. ( Ver anexo ).

Sabana la Mar posee fronteras marítimas con el tramo costero situado entre Santa Lucia y Puerto Padre. Tiene una densidad poblacional de 568 habitantes de ellos:

Niños: 126

Jóvenes: 152

Adultos hasta 60 años: 83

Desvinculados de estudio y trabajo: 9

Sancionados: 14

Discapacitados: 14

Embarazadas: 6

Alcohólicos: 15

Nivel cultural de la población: medio

Cantidad de familias: 238

La circuncripción cuenta con dos zonas: zona 12 y zona 120

Zona 12: 6 CDR

Zona 126: 2 CDR

El grupo comunitario esta constituido completo, encabezado por el delegado de la circuncripción y otros miembros incluyendo el técnico del INDER.

Esta comunidad, al estar situada en una franja costera devenida importante zona de pesca, favorece el desarrollo de esta actividad, pues los recursos marinos resultan de gran provecho para sus habitantes desde los orígenes del asentamiento. Este aspecto y otros que abordaremos están avalados por fuentes testimoniales de gran interés.

La primera reglamentación que se tiene noticia vinculada con la pesca en España y sus colonias aparecidas en 1607, donde se establece que todo el personal implicado en la faena marítima debía inscribirse en registro llamado Matrícula de Mar, con el fin de que la corona, en los momentos que fuera necesario, pudiera emplear ha este personal en su flota mercante y en su marina de guerra.

Hasta la segunda mitad del siglo XVIII, las autoridades españolas no prestaron atención a la pesca en Cuba; aunque de mediados de este siglo se había establecido que quien quisiera salir a pescar debia pedir la autorización del Comandante de Marina de la plaza, señalando en que embarcación, con quines iban y los días que iban a permanecer fuera, teniendo que presentarse al termino del permiso en la Comandancia, para que se verificara lo pescado a merced de funcionarios venales que cometian abusos en la entrega de tales permisos a la búsqueda de beneficios personales.

En plena Guerra de los 10 Años y como parte del control que tenían las autoridades españolas para evitar que las personas que se dedicaban a la pesca realizaran alguna acción a favor de los mambises depusieron un decreto Ley con fecha 22 de marzo de 1873 que exigía a todo aquel dedicado a las actividades marinas inscribirse en un registro que se llamaba la Comandancia y Ayudantía de Marina.

Comenzando la Guerra del 95 se presentaron dificultades con los marinos cubanos matriculados, que en su afán de no vincularse a la Armada Española no declaraban su ubicación según lo exigía el Reglamento de Matriculados de Mar.

De esta manera, los primeros años del triunfo revolucionario fueron pródigos en relación con la implantación de numerosas medidas destinadas a cambiar la situación de los pescadores. Los pasos iniciales del nuevo gobierno fueron entre otros los siguientes: agrupamiento de la fuerza laboral en cooperativas pesqueras, construcción de comunidades para los pescadores, elevación y estabilización de los precios del pescado, construcción de embarcaciones de pesca y desarrollo de la pesca del alto.

El mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad creció debido a la puesta en explotación de modernas embarcaciones y al incremento de los precios del pescado. Biajaibas, sierras, camarones, y robalos constituían las principales especies capturadas y comercializadas. En esta época se instaló un punto de control desde donde se impartían orientaciones sobre el horario de salida y regreso de las embarcaciones.

En 1970 se creó la Asociación de Pesca Deportiva, que agrupa a los pescadores de la comunidad. A través de la misma se controla el pago de impuestos sobre embarcaciones, cartas de navegación y derechos de pesca. Por esta vía también adquieren una parte de los avíos que emplean. Un número considerable de vecinos viven de la pesca y otros la practican después del cumplimiento de su jornada laboral. La comunidad construye y repara sus propias embarcaciones, lo mismo ocurre con las artes de pesca. Inobjetablemente, Sabana la Mar es en estos momentos un eslabón principal en el foco emisor de cultura pesquera en el municipio.

En el transcurso del año el Decreto Ley 164, Reglamento de Pesca, a contribuido esclarecer la diferencia entre quienes se dedican a la pesca por deporte y aquellos, furtivamente y con interés de lucrar, depredan las aguas.

Estas es una de las normas jurídicas que mayor atención suscita en gran parte de la población. Ya el decreto 103 sobre la Peca no Comercial, definía la política en relación con la pesca deportiva, pero el actual reglamento a dado un posibilidad mucho más amplia al desarrollo de la pesca recreativa.

Podemos decir que hay un respaldo mayor, tanto en el decreto como en las resoluciones que posteriormente se han ido emitiendo en la Comisión Consultiva de Pesca, en cuyo órgano tiene participación la Federación

Hay tres zonas donde históricamente ha estado la pesca, incluso comercial, que son un área al Sur de Camaguey y dos puntos cercanos a la Isla de la Juventud. También está en discusión un área próxima a Varadero, en todos los casos en interés de la protección de los recursos pesqueros. Pero digamos que hasta el día de hoy lo que se ha planteado es la restricción, no la prohibición de la pesca deportiva. Esta se ha limitado en lugares muy específicos de las tres primeras zonas mencionadas y para realizar la pesca deportiva en ella se requiere de una aprobación central pero son zonas que han estado vedadas históricamente.

La pesca fluvial, la pesca de embalses, que estaba prácticamente vedada desde hace alrededor de tres años ya fue objeto de una resolución que menciona todos los embalses donde se puede llevar a cabo. Podemos afirmar que en este caso se respetó el 100 % de los criterios aportados por el INDER y la Federación e incluso, posterior mente se aprobó un grupo de represas más. Existe una definición, dada en aprobar un máximo de 15 kilogramos de captura por pescador de la zona de alto interés económico pesquero y en los embalses de 30 kilogramos en las zonas marítimas abiertas. Para las competencias de pesca deportiva no habrá límite de capturan, ni tampoco serán limitadas las especies migratorias.

Existe la preocupación surgida en la Filial Municipal de la FCPD que también ha tenido respuesta y se refiere a la posibilidad de ayudar a la economía del país y al auto abasto del municipio. Se ha aprobado que de manera organizada, de manera controlada los pescadores deportivos puedan, previo convenio con la entidad correspondiente del MIP, vender sus capturas. Podemos decir que el INDER en estos momentos no tiene posibilidades de organizar la pesca submarina ni promover eventos de esta modalidad, pero en el caso de los pescadores submarinos que quieran afiliarse a la FCPD, se aceptan porque es una actividad lícita.

El decreto Ley 164, Reglamento de Pesca, autoriza en la sección segunda de su Capítulo V la realización de la pesca deportiva recreativa desde el litoral y la orilla de aguas marítimas terrestre, aborde de embarcaciones y como pesca submarina. Conocer las regulaciones contribuye a que cada aficionado disfrute de su deporte favorito, conozcan sus deberes y derechos y ayude a proteger nuestras aguas.

Conclusiones

Durante la investigación realizada se llegó a la conclusión de que el uso de las artes y embarcaciones de pesca demuestra que la comunidad las seleccionó en el proceso de interacción generacional por la importancia que tienen para sí y para la sobrevivencia de la tradición pesquera lo que permiten identificarla como una comunidad de pescadores. Se comprobó que la tradición pesquera tiene una marcada influencia en la conformación identitaria de la comunidad evidenciándose en los modos de actuación de los habitantes entre pos que se encuentran:

 

 

Autor:

Lic. Alberto Ferrales Laguna

Institución: Instituto Nacional de DeportesPaís: República de Cuba.Temática: La Universidad por un nuevo saber ambiental hacia la sostenibilidad.

UNIVERSIDAD 2012

Enviado por:

Eliades Martinez Laffita