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Variación del precio del petróleo


Partes: 1, 2

    1. Situación Problemática
    2. Formulación de Problema
    3. Objetivos
    4. Marco Teórico
    5. Fuentes
    6. Conclusiones y Recomendaciones

    Situación Problemática

    La energía, es un factor que determina el crecimiento y desarrollo económico, y siendo su aplicación universal, es básica en el proceso productivo y en el bienestar del ser humano. Su requerimiento es creciente a tal extremo que se han convertido en uno de los temas de mayor preocupación en el análisis económico actual; ello es debido al carácter agotable del recurso energético, y de las inversiones en generarlo.

    La existencia de una notable desproporción entre las reservas de los diversos energéticos y sus respectivos niveles de producción, particularmente en el caso de los hidrocarburos es muy preocupante. La última década nos demuestra que en efecto, la presencia del petróleo en los grandes hechos de la historia para el consumidor peruano (sea en el caso del uso de sus derivados como bienes de consumo final), es importante y representa las tres cuartas partes del consumo de energía comercial y que, sin ésta, no se pueden producir bienes o prestar servicios.

    La energía industrial, basado en los derivados de petróleo, significa calor y fuerza motriz. El calor esteriliza y seca la harina de pescado; también con calor se hace el pan, se procesan los alimentos en conservas y la leche, se queman ladrillos, cerámicas y esmaltes. El calor funde metales, los procesos metalúrgicos y reacciones químicas se aceleran – (la termoeléctrica), la fuerza motriz es empleada en la tracción; el transporte

    Aunque el costo de la energía representa generalmente porcentajes reducidos en los costos de las diversas actividades, ejerce una influencia determinante por sus efectos cualitativos, ya que su escasez originaría serios problemas a la estructura productiva, esto es, su efecto económico es muy superior a su costo neto. En estas condiciones, la oferta adecuada de energía es una condición previa para efectuar nuevas inversiones y por tanto, uno de los requisitos para el desarrollo económico es la existencia de una reserva de capacidad en el sector hidrocarburos.

    Formulación de Problema

    Problema General

    ¿De que manera la variación del precio del petróleo incide en la economía del Perú en el periodo 1990 – 2004?

    Problemas Específicos

    1. ¿Cuáles son los factores que influyen en la variación del precio del petróleo?.
    2. ¿Cuáles son los sectores mas afectados con la variación del precio del petróleo?.

    Objetivos

    Objetivo General

    Determinar de que manera la variación del precio del petróleo incide en la economía del Perú en el periodo 1990 – 2004.

    Objetivos Específicos

    1. Conocer cuáles son los factores que influyen en la variación del precio del petróleo.
    1. Identificar cuáles son los sectores mas afectados con la variación del precio del petróleo.

    Marco Teórico

    5.1. Antecedentes

    La economía de un país debe basarse en el pleno conocimiento de sus debilidades y fortalezas como de las potencialidades de sus recursos y en la racionalidad de su manejo así como en la amplitud y diversidad de las actividades de bienes y servicios en ella asentadas. La energía, se encuentra íntimamente vinculada al grado de desarrollo de las fuerzas productivas de una sociedad, de tal forma que uno de los indicadores más relevantes del nivel de desarrollo e industrialización de un país es el tipo y cantidad de energía que emplea.

    En este contexto, el potencial de recursos energéticos en el Perú presenta una naturaleza diversificada no estando debidamente cuantificada ni desarrollada.

    Si se compara el potencial de recursos naturales con su producción de los mismos, se aprecia que el petróleo juega un papel determinante en el patrón de consumo energético del país, y su "escasez" se presenta como una restricción que limita su dinámica.

    La configuración actual del balance establece; que, las reservas de recursos hidrocarburíficos alcanzan el 59% del total de energéticos: 10% es petróleo y 49% gas natural. Sin embargo, como consecuencia a los cambios económicos efectuados, el petróleo cubre la demanda nacional en un 72%, el gas natural el 11%, la energía hidráulica el 17%, y el carbón muy por debajo del 1 por ciento. No somos una potencia en la producción de carbón; además, la creciente modernización tiende a limitar su consumo. Tenemos un desarrollo hidroeléctrico muy importante, que no justifica hacer más centrales; además, no contamos con recursos financieros para seguir invirtiendo en proyectos caros; por tanto, la posibilidad de satisfacer la creciente demanda de energía prevista para el futuro se basa fundamentalmente en la capacidad económica de localizar y explotar en forma óptima nuevos yacimientos de hidrocarburos, acompañadas de un creciente desarrollo tecnológico.

    Sin embargo, dado el lento proceso en el hallazgo de las nuevas reservas y el ritmo de crecimiento en el consumo, se corre el riesgo de incrementar aceleradamente la importación de petróleo en el mediano plazo.

    El sector petrolero, en el Perú y en el mundo, está pasando en los últimos años por una etapa poco favorable. La variación del precio de los hidrocarburos por los países productores viene causando severos problemas en casi todas las economías del mundo. Las razones son obvias: durante los últimos diez años en el Perú, existe un desequilibrio entre el descenso de la producción del recurso energético no renovable y la insatisfecha demanda interna de refinados de petróleo, lo que hace que dependamos fuertemente de las importaciones.

    Tradicionalmente el Perú fue un país exportador neto de hidrocarburos, especialmente de petróleo crudo. En la primera parte de la década de los ochenta el petróleo y sus derivados constituyeron el más importante producto de exportación. Sin embargo, a partir de 1988 el país se convirtió en un importador, a pesar de la mayor producción del "boom" de fines de los setentas, no se ha producido ningún hallazgo importante en el país, a excepción del campo de gas de Camisea (descubierto en 1984) calificado dentro de los estándares internacionales como gigante por la magnitud de sus reservas de gas y condensados.

    La tendencia negativa en la producción ha estado asociado al agotamiento natural de los campos conocidos, así como a los pobres resultados exploratorios que no permitió obtener una producción adicional como para acompañar el crecimiento del consumo interno.

    Para revertir esta situación, se introdujo La Ley Orgánica de Hidrocarburos Nº 26221 (Agosto 1996) y leyes complementarias como parte de las iniciativas de promover la inversión privada en el sector petrolero, sobre la base de la libre competencia y el libre acceso a la actividad económica con la finalidad de lograr el bienestar de la sociedad.

    A pesar de que en nuestro país el potencial de explotación es atractivo, la inversión de los 46 contratos suscritos fue importante, pero insuficiente. De los 38 pozos exploratorios perforados, la mayor parte en la selva norte; escaso ha sido el éxito.

    17 son las empresas petroleras que actualmente vienen operando en el país. De éstas, 10 se dedican a la explotación, 4 a la exploración y sólo 3 realizan ambas actividades. De este grupo, 4 se dedican a la explotación de gas natural en pequeñas proporciones.

    En lo referente a la refinación del petróleo crudo, el país cuenta con seis refinerías que totalizan una capacidad de procesamiento de 189.45 miles de barriles diarios.

    La infraestructura con que se cuenta data de más de treinta años de antigüedad; aunque han sido ampliadas en varias ocasiones durante la última década. 2 son las principales refinan grandes volúmenes de crudo (dietas nacionales e importadas), y no se dan abasto por si solas, para cubrir la demanda de combustibles del país. La comercialización de los combustibles es realizada por 7 empresas mayorista.

    El crecimiento observado en el país en los últimos años y las previsiones de mediano y largo plazo muestran un incremento permanente en la demanda de refinados en general y un declive continuado en la oferta de hidrocarburos, lo que seguirá demandando mayores importaciones que influirán negativamente en la balanza comercial de hidrocarburos.

    Existe una correlación razonable entre el Producto Bruto Interno y el consumo de combustibles, debido ha que el crecimiento económico de un país se mide por PBI, implica un aumento en la productividad media del trabajo y por ende de la energía consumida en la tecnificación de todas las actividades económicas

    Durante el periodo histórico 1989 – 2001, la oferta nacional de hidrocarburos presentó una tasa de declinación anual de 3.8% (agravándose al último año a 9.1%) contra una demanda interna de combustibles en alza del 4.3% anual; como consecuencia de ello las importaciones de petróleo crudo y refinados crecieron a un ritmo del 14.2 por ciento.

    El valor de la producción de nacional de hidrocarburos representó el 4,5% del Producto Bruto Interno global en el periodo 1990 – 2000. Para el año 2001 se redujo a 3%; como consecuencia de ello, la balanza comercial de hidrocarburos registró un déficit de U.S.$ 352.5 millones.

    Además del total de importaciones realizadas en nuestra país durante el periodo de análisis; el 8.8 por ciento, promedia anual estuvo constituido por la adquisición de hidrocarburos. El Perú no es un gran país petrolero. Si comparamos el año 1999, por ejemplo el nivel de reservas probadas de petróleo ascendió a 323 millones de barriles, lo que representa una contracción del 25.7% con respecto del nivel observado en 1989.

    Actualmente, el país viene consumiendo sus reservas sin reemplazarlas, sin embargo, el Perú tiene, un potencial importante (18 cuencas sedimentarias) que todavía está inexplotado y subexplorado. La producción de petróleo crudo ha decrecido en los últimos años de: 47.6 millones de barriles producidos en el año 1989 a 38.7 millones de barriles para el año 2001.

    En 2001, el volumen de producción nacional diaria de petróleo crudo, ascendió a 107.4 mil barriles, que se sitúa por debajo de lo registrado en 2000 (117.2 mil barriles) confirmando la peligrosa declinación, y el volumen de ventas diarias de derivados (refinados) para el año 2001 fue de 156,903 bls, en la comparación con los resultados del año 2000 (151,360 bls) es superior; confirmando el ritmo de crecimiento.

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