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Santa Teresa de Lisieux


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  1. Introducción
  2. Guía cronológica
  3. Marco histórico
  4. Los primeros pasos
  5. La búsqueda (1888 – 1892)
  6. El Descubrimiento (1893 – 1896)
  7. La Consumación (1896 – 1897)
  8. La Doctrina
  9. Conclusión
  10. Testimonio
  11. Algunos aspectos de actualidad

Doctora de los pobres

por transparentarnos la ternura de Dios

Introducción

Después de 30 años en El Agustino, compartiendo día a día la dureza de la vida de los pobres en los cerros, me atrevo a presentar estas páginas porque creo que Teresa es una PALABRA VIVA DE DIOS para esa espiritualidad de la liberación que va naciendo en América Latina.

Esto nos exige un esfuerzo doble de fidelidad: hablar al hombre de hoy con su lenguaje, respetando la propia identidad de Teresa, sin tratar de hacerle decir lo que nosotros decimos hoy cuando ella usa otras categorías.

El grito de los pobres que luchan por la vida en medio de la muerte es para los cristianos urgencia de fidelidad a una tradición, que es a su vez recreada sin cesar. Testimonio de ello son los santos y por ello las preguntas que hoy nos hacemos requieren una confrontación con ellos, a pesar de haber vivido en realidades tan diferentes. ¿Quién es Dios? ¿Qué nos dice? ¿Dónde lo encontramos? ¿Qué hacer en la historia? ¿Quién es el hombre? ¿Cómo encontrar nuestro camino hoy? Son preguntas permanentes para el creyente, cuyas respuestas, siempre nuevas, deben sin embargo ser eco fiel de la respuesta que la larga tradición de la Iglesia ha ido elaborando a través de los siglos. Buscar, pues, las raíces de lo que vivimos hoy, en la vida de los santos de ayer.

Teresa presenta una gran ventaja para esta tarea por su cercanía vital y porque sus escritos nos permiten seguirla minuciosamente. Realmente vivió un proceso de expropiación para utilidad pública: desde que nace tenemos reseñas de sus mínimo pasos, escribe con detalle su propia vida, en los últimos meses de su vida ve a sus hermanas anotar absolutamente todo lo que dice y hace, conservamos sus cartas y billetes. Ella era consciente que escribía, al final, para publicar y hacer bien a infinidad de "pequeñas almas", de pobres creyentes para quienes de alguna manera se desnudaba, sabiendo que su experiencia les sería útil en el camino de la santidad que Dios quiere para todos y no solo para los privilegiados que tienen mil recursos teológicos y espirituales.

Este dejarse expropiar para los pobres fue también un proceso de apropiación por los pobres. El pueblo francés y los cristianos de todos los continentes comprendieron la importancia de su camino para la Iglesia; hubo un fenómeno de devoción popular notable, que fue factor de presión para que Roma la canonizara tan rápidamente. El pueblo la reconoció suya y creo que hoy podemos mirarla como compañera iluminadora.

Teresa hace el camino del pobre que no tiene a quien recurrir. No tiene otro maestro que su experiencia personal (en un marco bien reducido además) pero no teme equivocarse porque se sabe conducida por Dios que oculta estas cosas a los sabios y los revela a los pequeños. Su certeza se basa en que ella reconoce, no sólo la presencia de Dios que la guía, sino el valor de la práctica misma como lugar de encuentro con Dios, como lugar de revelación. Teresa no formula nuestra noción de praxis pero la vive a fondo y eso nos hace sentirla cercana.

En nuestro mundo neurotizado nos llama la atención el proceso de Teresa. Su clara neurosis no es obstáculo para su encuentro con Dios, más bien se da en ella una superación de sus problemas en la medida que los acepta y los entrega al Señor. Hay todo un camino de "salud psicológica" que parte de una enfermedad notable.

Si quisiera centrar lo trabajado en este libro, diría que Teresa parte ávidamente en busca de la santidad, con empuje y constancia heroicos: quiere amar a Dios, dar gusto a Jesús. La pobreza es una exigencia de ese camino, un despojarse para ganar a Dios. Pero Dios le cambia la perspectiva y aparece El como el buscador de Teresa. La iniciativa ya no es de Teresa, Dios se le adelanta a mostrarse como Amor que se entrega. Es el Dios de los pobres. Le revela que lo propio del Amor es abajarse, que eso es el Corazón de la Trinidad. Deja entonces de ser objeto de la búsqueda de Teresa para convertirse plenamente en lo que ya había siendo en silencio: el verdadero sujeto de la vida de Teresa. Ser pobre es una condición objetiva que atrae a Dios. Esto es una Buena Noticia para nosotros hoy.

SIGLAS

A Manuscrito dedicado a Madre Inés de Jesús

  • B. Manuscrito dedicado a Sor María del Sagrado Corazón

  • C. Manuscrito dedicado a Madre María de Gonzaga

CS. Conseils et souvenirs, recogido por Sor Genoveva

DSN Denoirs destyle et narrations

L Lettres (cito el número de la carta)

DE Dernies Entretiens (cito fecha)

P Poesías (cito por número)

RP Récréations pieuses

S Sumario de los procesos canónicos

Guía cronológica

1873:

El 2 de Enero nace en Alençon, 9ª. Hija de Louis Martín (1823-1894), y Zélie Guérin (1831-1877).

Sus hermanos: María (1860-1940), Sor María del Sagrado Corazón.

Paulina (1961-1951), R.M. Inés de Jesús.

Leonia (1863-1941), Sor Francisca Teresa.

Celina (1969-1959), Sor Genoveva de la Santa Faz y de Santa Teresa. Y cuatro muertos en la infancia.

1877:

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