Siempre, pues, ha habido una gran selectividad a la hora en que los grandes países han optado por "escoger las palancas" de su Desarrollo. Quizá muchas veces no ha sido
Una selección explícita, quizá nunca ha figurado explícitamente en un gran plan nacional o en un proyecto nacional. Pero ha habido, sí, y siempre, una sabía selectividad implícita, efectiva y altamente eficiente.
Perú tiene tres rubros en los que cuenta con ventaja comparativa absoluta con respecto a muchos de los demás países del mundo:
1) Su riquísima potencialidad agronómica,
2) Su enorme potencialidad turística
3) Su gigantesca potencialidad minera, a Disposición de una masiva mediana y Pequeña minería.
De esta manera dejamos en claro que nuestras tres principales potencialidades instan increíblemente repartidas a lo largo y ancho del territorio nacional del Perú. Pero aun así no se le saca el 100% a cada una de estas por los mismos habitantes del Perú capaz de que con sus propias manos sin ayuda de empresas transnacionales crean su propio desarrollo.
Pero aun así también debemos ser capaces de convocar a grandes medianas y pequeñas empresas del mundo que a pesar de que no se desea estas son capaces de exigir ciertas condiciones del tipo empresas transnacionales.
Desde nuestra perspectiva pues, el Proyecto Nacional que el Perú deberá poner en ejecución desde los primeros días del siglo XXI deberá apoyarse en tres pilares fundamentales:
1) La agricultura tecnificada.
2) El turismo.
3) La explotación masiva de la riqueza
Minera y aurífera.
Las cuáles son los tres más importantes factores de la economía en el país que tiene ventaja comparativa absoluta.
Las riquezas existentes en el Perú jamás podrán ser irrepetible ni irreproducibles en comparación a las empresas del norte como lo son Dineyworld o la torre Eiffel entres otros factores que sirven de economía a otros países los del Perú son aun riquezas como anteriormente se dijo no explotada al máximo.
Incentivos sólidos y de muy largo plazo
Los incentivos económicos, y los privilegios y excepciones son unos recursos altamente valorados. Sin embargo una moneda corriente en cada uno de los países desarrollado del mundo. Ocasiona que se estimule aun más todo aquello que implique una importancia estratégica.
Sabemos que tenemos que quitarnos la venda de los ojos. Debido a que en primer lugar tenemos que admitir que solo se busca incentivado a las industrias manufactureras, tanto que laque existía como a la que se busca para crear con dichos incentivos mejores estrategias de desarrollo.
Pero a pesar de todo esto da como resultado:
A) Crear industrias incipientes
B) Se lograr crear una dependencia de los insumos totalmente.
C) Todo se concentra en el capital de país.
Y en segundo lugar debemos desterrar la miope política de establecer incentivos de mediano y corto plazo. Lo cual ocasiona una decadencia en el capital del país debido a que estos incentivos son creados a no más de 20 años de vigencia de los cuales el Perú se vuelve dependiente de todo esto ocasionando una mala planificación de estrategia de desarrollo.
Ningunos de los incentivos que alguna vez fueron creado y puestos en práctica en el Perú fueron diseñados o pensados realmente en los intereses o en el futuro del país.
Sin embargo si se desea la descentralización, debemos ser capaces de diseñar incentivos realmente contundentes, decisivos y persuasivos, a largos plazo y que sean inmodificables por más de 100 a 200 años.
Por lo demás casi nunca y exclusivamente las actividades consideradas estratégicas y como medio de palancas para impulsar el desarrollo y la descentralización jamás han sido tomada como un estimulo para crear un mejor desarrollo.
Fiscalización y sanciones.
En conexión con una provocadora política de estímulos económicos, debemos poner en práctica una agresiva, sólida y consistente política de fiscalización y sanciones sobre todas las formas abiertas y de fraude de uso ilícito de los estímulos económicos. En otros términos nos referimos principalmente a la extorción chantaje y de igual forma a los sobornos concurridos ante cualquier tipo de situación el cual amerite cada uno de estos principales objetivos a atacar.
A fin de garantizar una mayor validez, tanto en la concesión de los estímulos, como del cumplimiento de la fiscalización y de la administración de las sanciones, unos y otras deben darse, en primera instancia, a nivel provincial o distrital, según corresponda.
Premios y reconocimientos.
El colosal desafío al cual nos enfrentamos exige apurar y premiar todas y cada una de las actividades realizadas en el país con el fin de aumentar el estimulo al desarrollo y de la descentralización y así lograr un mayor progreso ya sea: individuales, empresariales, sociales, distritales, provinciales y regionales.
Nunca han existido premios nacionales a la producción. Ni premios nacionales a la productividad. Ni a la calidad de los servicios. En el país no ha habido nunca una consistente y popularizada política de premios y reconocimiento a los individuos o grupos que con su talento y esfuerzo estén contribuyendo al progreso.
Deberá pues premiarse y reconocerse públicamente todo aquello que la incentive y promueva, todo aquello que objetivamente la valla incrementando y afianzando el progreso de los ciudadanos del Perú.
Pesca, minería, energía: riquezas regionales.
Cada una de las distintas regiones del Perú debe tener absoluta y clara conciencia de que los recursos naturales de su suelo le pertenecen. Y que nadie podrá igualarlos por más que digan que en otros países sea superior la clase de recursos que digan que posean.
Como comento uno de los autores Alfredo Peso Paredes: "la auténtica autonomía regional está en la propiedad que sobre sus recursos naturales tengan los gobiernos locales y regionales y en la clara convicción de aceptar que el canon en su integridad les pertenece".
Esto cedería, en resultado, que por fin deje de fluir hacia Lima el grueso de la riqueza generada por la explotación de las grandes riquezas naturales distribuidas a lo largo y ancho del país.
Y, a contraste de lo que hoy ocurre, habrían de ser las regiones las que, deriven una parte del canon total que reciben para financiar los grandes proyectos estatales de servicios multiregional: carreteras nacionales, grandes puertos, grandes irrigaciones, grandes centrales de energía, etc.
Lima: "inversión cero".
Lo cierto en todo esto es que el Perú no puede seguir concentrando sus más importantes inversiones para satisfacer prioritariamente las exigencias de Lima, ya sea en energía eléctrica, petróleo o gas, abastecimiento de agua dulce, insumos o alimentos.
Como bien afirma Barrenechea Lercari, "el centralismo no beneficia a Lima". Más bien La está ahogando en definitiva, y la está poniendo en un nivel de fragilidad.
Así, es deber de todos los habitantes del Perú frenar el centralismo asfixiante de Lima.
Y la forma más eficiente no es otra que revertir la tendencia actual, es decir, pasar a realizar la mayor parte de las inversiones del país fuera de la capital actual. Eso y no otra cosa es lo que queremos decir con el título de esta propuesta.
Gobierno por objetivos.
La más moderna administración se ha preocupado en difundir las bondades de la administración. En ella, se premia o sanciona al gerente moderno en función de cuánto y cuáles de las metas previstas ha logrado.
El país, en ausencia de un gran Proyecto Nacional, y de los correspondientes en ausencia de objetivos generales y metas específicas, ocasiona que el país se gobierne en función del voluntarismo y espontaneo gubernamental.
Y cuando no, en función de la recompensa y del beneficio indebido, y sobre todo, porque sistemáticamente todos los gobiernos se preocupan que el país olvide sus promesas electorales.
Correspondemos ser capaces de desterrar esa dura realidad. El país y sus regiones, provincias y distritos deben ser capaces de diseñar un conjunto de objetivos generales y de metas específicas para cada año y para cada gestión de gobierno, en todos los niveles y en Todos los asuntos de interés público.
Y los gobiernos, deben ser habitualmente valorados en función de cuánto y cómo han logrado alcanzar las metas previstas.
Una nueva capital para el Perú.
Durante casi 300 años de la Colonización, desde los inicios de la República el rol de Lima ha seguido siendo el mismo: centro del poder hegemónico interno y vía de salida de las principales riquezas peruanas al exterior.
Y siempre de espaldas al resto del país. Con eso nos referimos que a pesar de que lima sea del Perú pareciera que lima desconociera su real procedencia. Ese duro esquema no puede seguirse manteniendo y, menos aún, con el contexto de un coherente proyecto de descentralización del país.
Un reto histórico fenomenal.
La meta que los habitantes del Perú tenemos para el futuro es, fenomenal. Pero imponentes son también los recursos del que disponemos para lograrlo. En el Perú aún existen ecosistemas prácticamente vírgenes, casi intactos, casi idénticos a como aparecieron. Si es que en dado caso deseáramos aprovecha esta naturaleza para crear una fuente de ingreso a través del turismo.
Sin contar lo colosales que pueden llegar a ser nuestras potencialidades de nuestra población. Basta con reconocer que en la antigüedad, desde hace ya cuatro mil años, fuimos capaces de construir, en la más difíciles y empinadas laderas de la cordillera.
Esta extensa propuesta cumple primordialmente a un propósito: a la prioridad objetiva de demostrar que económica y financiera, dentro de un proyecto absolutamente descentralizador, efectivamente un pueblo puede explotar sus propios recursos de modo de generar excedentes cada vez más grandes que le permitan financiar con independencia y autonomía.
En otras palabras, resulta muy importante mostrar, que puede irse creando las condiciones para hacer posible un Proyecto Nacional para el Perú. Y que, por consiguiente éste sea factible. Nada de lo que hemos planteados de nuestras manos ya que realmente deseamos alcanzar ese objetivos de la descentralización.
Básicamente como pudimos haber observado cada una de las propuestas están sustentadas en la historia de nuestra nación y en sus riquezas para así lograr este cometido que no ha podido surgir gracias a la mala administración de ideas para el desarrollo del Perú.
CONCLUSIÓN.
Sin ese apoyo, las reformas que articulan el proceso de descentralización en América Latina pueden quedar estancadas en los ministerios centrales o bien ser bloqueadas por grupos de interés poderosos.
En América Latina, y en los países examinados, los mayores avances se han logrado en la descentralización administrativa. Sin embargo, persisten dificultades en la sobre posición de competencias entre los distintos niveles de gobierno y muchas de ellas no han estado debidamente acompañadas de los recursos necesarios para llevarlas a cabo. En relación a la descentralización fiscal, se constata una mayor descentralización por vía del gasto que de los ingresos. En particular, los gobiernos unitarios tienen pocas atribuciones para el cobro de tributos propios en los niveles sub nacionales, generándose una alta dependencia del sistema de transferencias fiscales.
En cuanto a la descentralización política, prácticamente todos pueden elegir democráticamente a sus autoridades sub nacionales basándose en sistemas de representación en todos los niveles territoriales. No obstante, los procesos de participación ciudadana en la toma de decisiones públicas son todavía muy incipientes.
Se debe tener presente, a su vez, que la descentralización conlleva en sí un cambio no exento de conflicto toda vez que "pueda existir una elite nacional que se resista a cualquier cambio que pueda amenazar su posición en el aparato decisorio". Los actores políticos tienden a crear instituciones que sirvan a sus intereses y obstaculizar aquellas que puedan amenazarlos.
Cuando el mundo político discute acerca de la descentralización, lo que está en juego son precisamente aquellas reglas institucionales que distribuyen la autoridad política y la capacidad de gobernar entre los distintos niveles de gobierno. En el caso chileno, ha habido una resistencia importante por parte de la clase política nacional a extender la autoridad de los actores sub nacionales, y éstos últimos no han tenido la capacidad de impulsar la descentralización desde abajo.
Es decir, la debilidad política de los actores sub nacionales combinada con una cierta resistencia por parte de la clase política nacional (en donde predomina una forma jerárquica y centralizada de hacer la política), ha hecho que el proceso de descentralización en Perú tenga un alcance limitado.
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· edic., 1971, p. 195.
· 4 Mariátegui, 7 ensayos…, p. 218.
Autor:
Denisis Margelis Alonzo Rojas, T.S.U.
Lugo Leydimar
Velázquez Maricruz
Peraza Keison
Rivas Junior
Universidad nacional Experimental Politécnica "Antonio José de Sucre". Urb.
Villa Asia, final Calle China. S/N. Código Postal: 8040. Puerto Ordaz –
Venezuela.
Asesor: MSc. Ing. Iván J. Turmero Astros
Docente Agregado. Departamento de
Ingeniería Industrial. UNEXPO
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