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Factores de riesgo influyentes en el Bajo Peso al nacer en el área de salud Majagua


Partes: 1, 2, 3

    1. Objetivos
    2. Marco teórico
    3. Método
    4. Análisis y discusión
    5. Conclusiones
    6. Recomendaciones
    7. Referencias
    8. Anexos

    Se realizó un estudio analítico (cohorte prospectivo) con el objetivo de evaluar la relación entre algunos factores de riesgo en la aparición de recién nacidos con bajo peso al nacer (BPN) en embarazadas del municipio Majagua. El universo estuvo constituido por 105 gestantes captadas desde enero hasta agosto de 2005, que se siguieron hasta el parto, se seleccionó un muestreo no probabilístico intencional del 100% de las gestantes que se captaron en este período. Se aplicó una encuesta la cual fue validada y consultada por el comité de expertos de la Facultad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila, constituyendo el diagnóstico inicial o registro primario de la investigación, elemento significativo que agrupó la mayor cantidad de información sobre la población objeto de estudio. Se utilizó el método estadístico de regresión para conocer el grado de significación de los factores de riesgos sobre la variable dependiente. La gestorragia, la enfermedad hipertensiva gravídica, la rotura prematura de membranas, el antecedente de parto gemelar, y el término del embarazo fueron los factores de riesgo más asociados con el BPN y el de menor incidencia, la infección vaginal por gardnerella y/o monilias.

    Introducción

    Desde 1935 en los Estados Unidos se ha definido con fines estadísticos, al prematuro como el recién nacido que pesa menos de 2500g. Esta definición fue adaptada en 1950 por la World Health Organization, pero su Expert Committee on Maternal Child Health recomendó en 1961 que el término prematuro fuera reemplazado por el más apropiado de recién nacido bajo peso (RNBP) y que aquel fuera empleado sólo para referirse a los niños nacidos antes de las 37 semanas de gestación contando a partir de la última menstruación de la madre. Es importante considerar que definimos el bajo peso al nacer, como todo recién nacido con peso inferior a los 2500g, independientemente de su edad gestacional. Dos grandes entidades con diferentes causas y pautas de manejo contribuyen a su aparición: el nacimiento pretérmino, o sea, el que ocurre antes de las 37 semanas de la gestación y el crecimiento intrauterino retardado, donde el peso del recién nacido se encuentra por debajo del estimado como normal a la edad del nacimiento.1,2

    El bajo peso al nacer (BPN) ha constituido un desafío para la ciencia a través de los tiempos. Múltiples son las investigaciones realizadas acerca de las causas que lo producen y las consecuencias que provoca. El Programa para la Reducción del BPN señala que los niños nacidos con un peso inferior a los 2500g presentan riesgo de mortalidad 14 veces mayor durante el primer año de vida, en comparación con los niños que nacen con un peso normal a término.3 El peso al nacer es, sin dudas, el determinante más importante de las posibilidades de un recién nacido de experimentar un crecimiento y desarrollo satisfactorios, por eso actualmente la tasa de recién nacidos con bajo peso se considera como un indicador general de salud. Se sabe que es de causa multifactorial, pues se debe tanto a problemas maternos como fetales, así como también ambientales.4

    Su importancia no sólo radica en lo que representa para la morbilidad y la mortalidad infantil, sino que estos niños por lo general, mostrarán en lo adelante múltiples problemas, tanto en el período perinatal como en la niñez, la adolescencia y aún en la edad adulta. De los sobrevivientes, se calcula que entre el 13% y el 24% padecen trastornos neurológicos y entre el 6% y el 13% déficit intelectual; repercutiendo en la adaptación social y calidad de vida.5 El bajo peso al nacer es él índice predictivo más importante de mortalidad infantil y el factor fundamental asociado con los más de 5 millones de defunciones neonatales que ocurren cada año en el mundo.6 Es innegable la influencia que éste tiene sobre las futuras generaciones, por lo que debe constituir el centro de los esfuerzos que el médico y la enfermera deben desarrollar en su prevención, sobre todo en la comunidad. El peso del niño al nacer es uno de los indicadores más útiles para evaluar los resultados de la atención prenatal, las perspectivas de supervivencia infantil y la salud de éste durante su primer año de vida.7

    Con vista a disminuir cada vez más la tasa de mortalidad infantil y algo más importante, mejorar la calidad de vida, se lucha tenazmente por reducir los nacimientos con bajo peso, que constituyen una preocupación mundial y una problemática de la cual no quedamos exentos, por lo que nunca van a ser suficientes las medidas y estudios que se realicen para controlar y reconocer su comportamiento.

    La publicación, Situación de Salud en las Américas (Indicadores Básicos), de la Organización Panamericana de la Salud de 2004, muestra a Cuba en el año 2002, con valores en cuanto a la prevalencia del BPN de un 8%, muy por debajo de la mayoría de los países subdesarrollados en esta área geográfica y a la par de Canadá, Estados Unidos y Brasil como países más prósperos; aunque es meritorio mencionar que según datos de nuestro anuario estadístico en ese año fue de un 6.3% en Cuba. El desarrollo alcanzado por la revolución nos ha colocado paralelamente al nivel de los países desarrollados con más bajo índice de bajo peso a nivel mundial; logrando en el 2004 un 5.5%.8

    El índice de BPN mostró un descenso paulatino en la provincia durante los últimos 5 años alcanzando cifras de 6.3% y 6.0% en los años 2000 y 2001 respectivamente, donde nuevamente comienza a aumentar, para estar en el año 2002 en un 6.3%. A partir de este período hay un descenso significativo, lográndose cifras de 5.2% en los años 2003 y 2004.9

    El Problema Científico que enfrenta la investigación está relacionado con un aumento en la incidencia del bajo peso al nacer en nuestra área de salud y la necesidad de buscar alternativas más eficaces que contribuyan a disminuir esta problemática.

    ¿Cómo disminuir el incremento del bajo peso al nacer en el municipio Majagua?

    Partimos de la Hipótesis Científica que si se lograra ampliar el conocimiento de los equipos básicos de salud en cuanto a los factores de riesgo del bajo peso al nacer en el municipio se lograría un mejor control y prevención del mismo.

    En nuestro municipio en el año 2000 el índice de BPN fue de 5.7% y el mismo se comportó dentro de lo planificado; en los años siguientes 2001 (6.1%), 2002 (6.8%) y 2003 (6.5%); el índice superó el de la provincia. Hasta la fecha se evidencia una tendencia al incremento de los RNBP lo cual llevará a un retroceso en los resultados alcanzados con respecto al año anterior 2004 (3.5%). Identificar los factores de riesgo de forma temprana y actuar sobre ellos evitaría el deterioro indudable de este índice en nuestro municipio y de esta forma estar a la altura de los esfuerzos que se hacen a nivel nacional para reducir la tasa de BPN.

    A pesar de los logros alcanzados en nuestro sistema de salud, el bajo peso al nacer continúa siendo un problema en nuestro municipio, razón por la cual nos motivamos a realizar esta investigación.

    Objetivos

    General:

    1. Evaluar la relación entre algunos factores de riesgo en la aparición del bajo peso al nacer en embarazadas del municipio Majagua captadas desde enero hasta agosto de 2005.

    Específicos:

    1. Evaluar la relación existente entre factores de riesgo y aparición del bajo peso al nacer en las embarazadas objetos de estudio:
    • Edad materna.
    • Antecedentes patológicos personales.
    • Enfermedades relacionadas con el embarazo.
    • Antecedentes de BPN y/o gemelaridad.
    • Evaluación nutricional.
    • Hábito de fumar y/o alcoholismo.
    • Paridad.
    • Período intergenésico.

    Marco teórico

    Por todos es conocido que nuestro país después del triunfo de la revolución a encaminado múltlipes esfuerzos al perfeccionamiento de la salud pública. El progreso científico técnico de los últimos años ha repercutido de forma positiva en las ciencias médicas. Muchos de estos esfuerzos han sido dedicados a la infancia lo que se plasma en el programa de salud reproductiva, la cual constituye desde el punto de vista socioeconómico un indicador del desarrollo de un país.

    Los programas diseñados para prevenir el recién nacido de bajo peso dependen de la identificación de las gestantes susceptibles de tener un parto prematuro, basado en la presencia de factores de riesgo. Un elemento a tener en cuenta es la detección precoz de los embarazos de alto riesgo tomando las medidas necesarias para eliminar o modificar estos factores de forma tal que los daños o perjuicios sean mínimos.10

    El Ministerio de Salud Pública de Cuba ha planteado la necesidad de enfrentar los problemas de salud con tecnologías apropiadas, dirigidas al individuo, la familia, la comunidad y el medio; mediante un enfoque clínico, epidemiológico y social, como guía fundamental de actuación en la atención primaria para mejorar aún más los indicadores de salud. Ello conlleva un programa de atención materno infantil (PAMI) que tiene como objetivo fundamental la reducción de la morbilidad y mortalidad perinatal infantil y materna lo que exige dedicación al estudio y profundización en aquellos factores que inciden desfavorablemente en el estado de salud materno infantil.8

    Si analizamos que a nivel mundial 1 de cada 6 niños nace con peso insuficiente1, se comprende la preocupación que para obstetras, pediatras y neonatólogos representa la posibilidad del nacimiento de un niño con estas características, lo que es de causa multifactorial, pues se debe tanto a causas maternas como fetales, así como ambientales.9

    Se plantea que la mortalidad infantil es 40 veces mayor en los recién nacidos de bajo peso (RNBP) que en los niños nacidos con peso normal y a término. En el año 2001, Cuba presentó un índice de 5,9%, cifra que nos ubica en el grupo de los 5 países con indicadores más bajos del mundo.1,9

    El embarazo en la adolescencia es un factor que incrementa los riesgos de la salud en la madre y el niño; pues no se ha concretado la necesaria maduración biopsicosocial. A la adolescencia se asocian otros factores sociales que repercuten en el BPN, como el embarazo no deseado, la madre soltera, el bajo nivel educacional, y el momento de la gestación en que se realiza la captación.14

    El estado nutricional materno antes de la gestación o durante ésta constituye un determinante crítico de los resultados del embarazo para la madre y el niño.8 En un meta-análisis de investigaciones sobre determinantes del bajo peso al nacer se encontró que los factores nutricionales de la madre (peso y talla pregestacional, ingestión de energía e incremento limitado de peso durante el embarazo) son las principales determinantes del retraso del crecimiento intrauterino en países en desarrollo.11 La malnutrición materna aguda e intensa causa una reducción de alrededor del 10 % del peso medio al nacer.

    El peso al nacer es mayor cuanto más altos son el peso materno, la talla y el índice de masa corporal (IMC) previo a la gestación. Las variaciones del peso materno previo a la gestación explicarían el 11% de las variaciones del peso al nacer, las variaciones de la talla materna el 9,0% y las del IMC el 3,2%. El IMC previo a la gestación tiene una relación directa con el peso del recién nacido siendo más bajo en las mujeres con IMC menor de 19 (delgadez).12

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