- Introducción
- Organización del trabajo investigativo
- Descripción de las firmas analizadas
- Análisis de las escrituras espontáneas (individuo nº 3)
- Influencias en el desarrollo de la génesis escritural de una persona
- Conclusión
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación, tiene por finalidad, el análisis de grafías realizadas por personas en diferentes etapas de su vida, a fin de identificar su gesto gráfico.
En los últimos años se han presentado casos de pericias documentológicas basadas en cotejar firmas actuales con antiguas, esto ha jugado un papel importante en la elección del tema.
Para llevar a cabo dicho análisis, se desarrolló una labor investigativa de campo, ya que dicho aspecto en el exámen de las escrituras es poco conocido por parte de los profesionales Documentólogos, pues supone conocimientos de carácter psicológico que escapan del área de su saber. Esto no quiere decir que no puedan emitir juicios de valor con respecto a los aspectos mencionados entre las escrituras de una persona a través de los años, pues su labor se basa en el exámen estructural de las escrituras, y su aspecto morfológico.
Para el desarrollo de la labor, se recolectaron firmas pertenecientes a personas sanas través del tiempo, así como también se tomaron cuerpos de escritura, con el fin de examinar las semejanzas existentes en las respectivas firmas. Realizándose lo respectivo con las escrituras espontáneas de una persona sana.
El presente trabajo tiene por finalidad, aportar un método de investigación en casos en los cuales se planteen interrogantes de esta naturaleza. Pues este representa un campo poco o nulamente estudiado por la Documentología.
DESARROLLO
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO INVESTIGATIVO:
El mismo consiste en la aplicación de un método práctico para el análisis de las grafías a través de los años: En primer lugar se analizarán las firmas de personas en diferentes etapas de sus vidas; y en segundo lugar se hará lo respectivo con escritos espontáneos de una persona.
NOTA: Se expondrán los escaneos de cada individuo analizado en la presente (debido a la confidencialidad de los mismos y por tratarse de documentos privados) aclarando que cada uno de ellos están realizados con: escala 100%, resolución 200 ppi y millones de colores (24 bits).
Se tendrá en cuenta el siguiente principio: "La igualdad absoluta total no existe, ni siquiera en escritos de la misma mano".[1] De este principio se desprende el hecho de que es natural encontrar variaciones en escrituras de la misma mano.
1. DESCRIPCIÓN DE LAS FIRMÁS ANALIZADAS
A continuación se procede a la descripción y comparación de las firmas aportadas al trabajo investigativo, con la finalidad de describir su génesis; entendiendo por tal: La evolución o involución a través del tiempo de la grafía de una persona.
Al referirnos al análisis de las firmas estudiadas, se tendrá presente la ubicación del porte gráfico, porque, como es conocido, este consiste en: Un conjunto de momentos constantes y repetitivos, personalísimos y únicos de la escritura de cada persona.
Los gestos típicos son los movimientos de la escritura que se repiten constantemente durante la totalidad del texto. Este gesto puede compararse a los tics nerviosos de una persona. Es un rasgo, una actitud que se repite constantemente y que lo llega a identificar. Es lo que le da al trazo una forma particular, tanto que no podría reproducirla ninguna otra persona. Por ello se lo llama la marca de la personalidad.
Puesto que la presente investigación trata sobre la génesis que presentan las escrituras de personas sanas y citando al gran autor de esta disciplina, el señor Félix Del Val Latierro el cual menciona: "El hombre no es igual a si mismo en ningún momento. El complejo psicosomático está, hablando gráficamente, en plena efervescencia, consecuencia: la escritura tampoco es igual a sí misma en cada momento"[2]
La estampación de la firma reviste más espontaneidad que el resto del escrito, por ello el subconsciente tiene mayor influencia; así como sus hábitos: posición, dirección; que revisten una gran fijeza.
Tomando como punto de referencia estas afirmaciones, se analizarán cada uno de los casos. Para ello se realizó una búsqueda de firmas a través de los años, así como la toma de cuerpos de escritura (VER ANEXO); se seleccionaron las firmas más representativas de cada uno y se procede a la individualización del gesto gráfico en los rasgos que dichas firmas pueden presentar, señalándose dichas circunstancias con flechas iluminadoras.
1. A. FIRMÁS INDIVIDUO Nº 1.
Se cotejan las firmas y el gesto gráfico se resalta con flechas de color negro:
REFERENCIAS:
A. Firma realizada a los 26 años de edad.
B. Firma realizada a los 38 años de edad.
C. Firmas realizadas a los 52 años de edad.
D. Firma extraída de Cuerpo de escritura realizada a los 63 años de edad. (VER ANEXO)
1. Movimiento convexo.
2. Sucesión de lazos superpuestos
3. Conformación y disposición de los trazos que representan la letra R.
4. Movimiento cóncavo seguido de cambio de dirección para conformar la rúbrica.
5. Rúbrica.
6. Cuenco seguido de ojal cuya conformación y disposición representa las letras M y E.
Las transformaciones que se observan se consideran normales. La firma mantiene una dirección levemente ascendente. Se destaca que la firma identificada con la letra A corresponde a una mujer soltera, que tuvo que modificar su firma al casarse, dicho cambio se observa desde la firma indicada con letra C en adelante. La dimensión es mayor a medida que pasaron los años, la dirección es horizontal. No obstante ello mantuvo el gesto gráfico que individualiza a dicha persona. En todos los casos, se aprecia la manifestación propia de la persona que esgrimió dichas firmas en: los rasgos iniciales, sobre todo el movimiento convexo que se ilumina, así como el cuenco seguido de ojal que forma parte del núcleo de las firmas, así como los rasgos finales de las mismas, además del movimiento cóncavo seguido de cambio de dirección previa formación de un pico cuya cúspide apunta hacia abajo para conformar la rúbrica.
El presente trabajo, tiene por finalidad llegar a la uniprocedencia de las estampas, individualizando el gesto gráfico de cada individuo, teniendo siempre presente que cada persona posee una única firma, diferente a todas las demás, como afirma el Principio Nº 2 del DECÁLOGO: "El alma es un complejo infinito, y así como no hay dos almas iguales, tampoco existen dos grafismos iguales."[3]
1.B. FIRMÁS INDIVIDUO Nº 2.
Se compararán aquí las firmas a través de los años, resaltando el gesto gráfico con flechas de color negro:
REFERENCIAS:
A. Firma realizada a los 13 años de edad.
B. Firma realizada a los 25 años de edad.
C. Firma realizada a los 42 años de edad.
D. Firma realizada a los 54 años de edad.
E. Firma extraída del Cuerpo de Escritura realizada a los 64 años de edad (VER ANEXO).
1. Inicio y conformación de los trazos que conforman las letras R e I.
2. Conformación del tiempo de ejecución que representa los trazos que conforman las letras L, M y E, cuyo final es en forma acerada o pausada.
3. Movimiento circular seguido de un movimiento descendente para dar lugar a un lazo con luz pseudo triangular que conforma de la letra Q.
4. Conformación de las letras U y E realizados mediante un cuenco y un ojal con poca luz.
5. Rúbrica.
Las transformaciones que se observan se consideran normales. La firma mantiene una dirección ascendente, algunas letras exhiben descargas de tinta (G, R). El tiempo no ha transcurrido en vano; ya que se evidencia una dimensión mayor, aparecen algunos temblores. Los adornos se acentúan a partir de la firma identificada con la letra B; apreciándose la aparición de un ojal con luz pseudo triangular así como una rúbrica a partir de la firma identificada con la letra C. La palabra Gustavo fue sustituida por la letra G.
Al analizar estas estampas, es clara la uniprocedencia de las mismas, por supuesto que para la realización de dicho exámen es necesario contar con un número considerado de firmas, para seleccionar las más aptas para la labor de confronte.
Es sumamente importante la coincidencia entre los rasgos iniciales de las firmas, pues se tratan de movimientos, que si bien no se manifiestan en forma igual, lo hacen en forma implícita, pues constituyen variabilidades propias de cada persona, lo que presta mayor importancia aún a las semejanzas halladas.
2. ANALISIS DE LAS ESCRITURAS ESPONTÁNEAS (INDIVIDUO Nº 3).
A continuación se analizarán las escrituras de un individuo a través del tiempo, tratando de identificar en ellas la manifestación propia de la persona que esgrimió las mismas iluminándose las más acusadas. Para el estudio de las grafías se recepcionaron varios diferentes escritos; así como también se tomo un cuerpo de escritura (VER ANEXO), tomándose de cada una de ellas, una frase con mayor número de palabras coincidentes, para facilitar la labor de cotejo.
Como ilustración se aportarán a continuación las frases estudiadas:
REFERENCIAS:
A. Escrito realizado a los 8 años de edad.
B. Escrito realizado a los 10 años de edad.
C. Escrito realizado a los 13 años de edad
D. Escrito realizado a los 17 años de edad
E. Escrito realizado a los 20 años de edad.
F. Escrito realizado a los 23 años de edad.
G. Escrito extraído del Cuerpo de escritura realizado a los 27 años de edad (VER ANEXO).
Surge del cotejo entre las escrituras, la individualización del gesto gráfico identificando el mismo con flechas de color negro:
1. Inicio y conformación de los trazos que forman la palabra QUE.
2. Disposición del trazo que representa la letra Y.
3. Movimiento circular incompleto con un encierro en su zona superior que representa la letra O.
4. Arco que representa la letra M.
5. Disposición del trazo que representa la letra S.
6. Ojal con poco paso de luz que representa la letra E; el cual en circunstancias se presenta en forma de bucle.
La escritura del individuo analizado refleja en sus primeros años una escritura desorganizada, en período de formación; presenta falta de fluidez y velocidad propia del que esta pendiente del signo gráfico y del acto consciente. Posteriormente se nota una clara tendencia a ajustarse a un modelo caligráfico, pero con defectos de forma y proporcionalidad. A partir del escrito identificado con la letra F el individuo escribe ya más deprisa, presentando rasgos más acusados de su personalidad.
El estudio de similitudes entre escrituras de una misma mano a través de los años no es tarea fácil, pues para poder llegar a una afirmación categórica es necesario la realización de una exhaustiva investigación.
La escritura, es la representación simbólica de la expresión involuntaria e inconsciente más íntima y verdadera de la personalidad. Asimismo, permite captar la relación existente entre el proceso grafogenético y la salud del aparato psíquico.
A continuación se explica el desarrollo de la génesis escritural de un individuo y la influencia que posee el medio, y sobre todo la fisiología y la psicología del mismo.
3. INFLUENCIAS EN EL DESARROLLO DE LA GÉNESIS ESCRITURAL DE UNA PERSONA.
3. A. ORIGEN DEL MOVIMIENTO ESCRITURAL.
El proceso escritural es de gran complejidad, el cual se dominará luego de un aprendizaje adecuado; es impuesto y sus reglas deben ser asimiladas y recordadas. El niño cuando garabatea por primera vez realiza un acto involuntario y no sigue ninguna norma impuesta, sino que en su libertad provoca una creación.
"La escritura es una conducta reflexiva, meditada, pensada, no es posible escribir y conversar al mismo tiempo, porque se debe razonar entender y ver lo que se escribe, porque cada letra o cada palabra es el producto de un pensamiento, de un acto inteligente, colocando en cada uno de los signos gráficos correspondientes."[4]
Es un conjunto de normas preestablecidas que necesariamente deberán ser conocidas y aceptadas. Al escribir deberá imitarse un modelo determinado, influirá en esta acción la habilidad para manejar la lapicera o el bolígrafo.
El acto de escribir es un acto humano; por lo tanto implica un pensamiento consciente e inconsciente en el sentido de que en su contenido se va a reflejar la escritura de manera simbólica.
Existe una indudable analogía entre el lenguaje, el andar y la escritura, definiendo que todo gesto expresivo tiene un origen psicoafectivo, basado en la conducta personal. Esto significa que cada persona escribe con un tipo de letra diferente debido a la influencia de su yo interior que se manifiesta por medio de la escritura, pero está influenciado por fuerzas psíquicas inconscientes que son incontrolables de manera voluntaria.
3. B. MOVIMIENTO Y ACTIVIDAD NEUROMUSCULAR.
El acto de escribir, garabatear o pintar, implica actividad nerviosa y muscular. La mano se desliza sobre el papel merced a los músculos del antebrazo, poniendo en juego la articulación del codo y del hombro.
El hombre es activo y diligente; la dinámica y el movimiento forman parte de su ser; externa o internamente ocurren en él transformaciones. Por ello el gesto gráfico se considera como el resultado de una diversidad de pequeños gestos motrices (mímica) que son la expresión final de los sentidos del autor.
La grafología descriptiva se nutre de la proyección simbólica de la escritura como imágenes provenientes del inconsciente que van dejando sutiles señales (micro gestos).
La escritura es producto de los complejos anímico y somático, por lo que cada escrito tiene una fisonomía distinta al de cualquier otro. También en el grafismo existe el gesto, lo mismo en el escrito espontáneo, donde la personalidad se muestra tal cual es.
3. C. TONO MUSCULAR.
El músculo es el órgano motor fundamental que actúa como respuesta a las señales que llegan del cerebro a manera de impulsos, esto se denomina tono muscular.
El órgano que se utiliza habitualmente para escribir es la mano, por lo tanto pone en funcionamiento una serie de mecanismos nerviosos perfectamente estudiados. Cualquier alteración producida en los centros nerviosos cerebrales o en las vías de conducción, se verá indefectiblemente reflejada en la escritura.
Se requiere mayor energía para impulsar el desplazamiento de un cuerpo blando y relajado que el de uno tenso y tonificado; los estados y cambios emocionales (tristeza, alegría), las diversas formas de euforia, el agotamiento físico y psíquico, y hasta las depresiones, están en íntima relación con el tono muscular.
Se sabe que la escritura sufre alteraciones en su dimensión, dependiendo ello de quien la efectúa se halle deprimido o eufórico; otro tanto ocurre con el tono muscular, siendo estas emociones fuente de enriquecimiento personal.
Cada perturbación actúa en forma directa sobre un conjunto de tensiones que no solo inciden en el estado corporal, sino en la conciencia e influirá determinantemente en la onda gráfica.
"La influencia de los factores anímicos es tal que la persona que escribe, va reflejando su verdadera personalidad inconsciente por medio de las señales graficas".[5]
Se reconoce la indudable analogía entre el lenguaje, el andar y la escritura, definiendo que todo gesto expresivo tiene un origen psicoafectivo.
3. D. ESCRITURAS NORMALES (SANAS).
"La escritura es esencialmente simbólica, mediante los signos gráficos podemos llegar a conocer los sentimientos que se encuentran en las profundidades del alma humana."[6]. La grafía de un individuo representa sus funciones intelectuales, fisiológicas y psicológicas.
Se considera el orden, armonía, velocidad, dirección, presión y continuidad. La rapidez o lentitud de los movimientos, su regularidad y proporción, deben ser constantes en la ejecución de los trazos gráficos. El equilibrio de un individuo evidencia buena salud, lo cual puede manifestarse en la forma como la cual dispone el espacio gráfico.
En el momento de escribir, la capacidad intelectual, los sentimientos y el propio yo afloran y se expresan simbólicamente. Toda persona adopta las particulares de su carácter y se conducirá también de ese modo con quienes le rodean.
El acto de escribir es un acto extraordinario complejo; por ser un acto psíquico y reflejo de su autor: el alma. Son tres los elementos principales que intervienen en el acto de escribir: Alma, cuerpo y materia escriptoria.
En el estado normal, prescindiendo del tercer factor, los otros factores no imprimen una fijeza absoluta.
3. E. DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD.
La evolución de la personalidad de un individuo, deja marcas en la grafía del mismo, distinguiéndose ciertas etapas:
De los 7 a los 8 años de edad, se observan signos evidentes de disciplina y dificultad de la crisis automotriz.
De los 9 a los 10 años de edad, la escritura se torna más auténtica y espontánea.
De los 10 a los 13 años de edad, el grafismo se va despersonalizando, anunciándose las perturbaciones propias de la pubertad.
En la adolescencia, se producen desigualdades en la disposición, el orden, la expansión y la inclinación.
Entre los 20 y los 30 años de edad se exhibe madurez psicológica y seguridad en sí mismo.
Las fuentes básicas del desarrollo de la personalidad son el ambiente y la herencia. Hay partes del contenido de la personalidad que están más sujetos que otros a la herencia o a la influencia del ambiente y el aprendizaje.
Dentro de lo que definimos como medio ambiente encontramos a: "La familia".
"El poder de la familia para moldear la personalidad es sumamente fuerte en la mayor parte de las culturas con: color familiar, aprendizaje en la familia, actividades de los padres, imitación".[7]
Con esto se intenta demostrar, la importancia de la influencia familiar en la personalidad escritural de una persona, la cual comienza en sus primeros años escolares, desenvolviéndose a lo largo de toda la vida.
Frecuentemente el profesional Documentólogo se enfrentará ante casos de cotejo de firmas de personas de 20 años en adelante; pero no por ello se debe descartar firmas anteriores a esa edad ya que en la búsqueda de material indubitado se puede contar con este tipo de firmas.
CONCLUSIÓN
A lo largo del trabajo se han analizado casos concretos, individualizando el gesto gráfico que presentan las grafías de personas a través de los años, claro que este análisis, se podrá realizar cuando las circunstancias así lo permitan, pues no todos los individuos muestran tales condiciones en sus grafías.
En caso de que se observe una variabilidad manifiesta en los trazos, es conveniente analizar la mayor cantidad de escritos indubitados posibles, para poder realizar un exhaustivo exámen en las escrituras de la persona afectada.
En el desarrollo de su profesión, el Documentólogo, puede que tenga que enfrentarse a problemáticas que se planteen en una situación de este tipo, para lo cual se recomienda seguir los mismos pasos aplicados a los casos expuestos en la presente labor. Atendiendo siempre a los diferentes factores que también se expusieron en la presente.
El método expuesto se trata básicamente de los siguientes pasos: recolección de grafías a través de los años, toma de cuerpos de escritura al afectado, y análisis de las mismas tratando de individualizar el gesto gráfico, así como la evolución.
Dicho método permite determinar escrituras procedentes de una persona a través de los años, para así poder salvar inconvenientes que puedan plantear estas situaciones.
BIBLIOGRAFÍA
1. DEL VAL LATIERRO, Félix 81963) Grafocrítica. El Documento, la Escritura y su proyección Forense. Editorial Tecnos S.A. Madrid.
2. FOGLIA, Pedro (1996) Signos de Enfermedad en la escritura. Editorial La Rocca. Buenos Aires.
3. NADHIR (2004) Grafología. Primera Edición. Buenos Aires. Plaza Borrego. Editores S.A.
4. RIVERA, Juan Pablo. La Familia y la personalidad. Para: FAMILIA Y DESARROLLO PERSONAL. Fecha de Consulta: 09/06/06
http://www.monografias.com/trabajos/fadeper/fadeper
[1] DEL VAL LATIERRO, Félix (1963) Grafocrítica, El Documento, la escritura y su proyección forense. Madrid (España) ED. Tecnos S.A. Pág. 181.
[2] DEL VAL LATIERRO, FELEIX (1963) Grafocrítica. El documento, la escritura y su proyección forense. Madrid (España) ED. Techos S.A. Pág. 65.
[3] DEL VAL LATIERRO, Félix (1963) Grafocrítica. El Documento, la escritura y su proyección forense. Madrid (España) ED. Tecnos S.A. Pág. 10.
[4] FOGLIA, Pedro (1996) Signos de enfermedad en la escritura. Ediciones La Rocca. Buenos Aires. Pág. 30.
[5] NADHIR (2004) Grafología. Primera Edición. Buenos Aires. Plaza Dorrego Editores S.A. Pág. 10.
[6] FOGLIA, Pedro (1996) Signos de enfermedad en la escritura. Ediciones La Rocca. Buenos Aires. Pág. 53.
[7] RIVERA; Juan Pablo. La familia y la personalidad. Para FAMILIA Y DESARROLLO PERSONAL. Fecha de consulta: 05/06/06 http://www.momografias.com/trabajos/fadeper/fadeper.html