Descargar

Prevención de las enfermedades infecciosas

Enviado por hmarquez


Partes: 1, 2

    Indice1. Introducción 2. Que es el Sistema Inmune 3. Origen de los Linfocitos 4. Inmunizaciones 5. Vacunas 6. Contraindicaciones generales 7. Inmunizacion pasiva

    1. Introducción

    Denominamos Enfermedad infecciosa a aquella provocada por el ingreso al organismo de: bacterias, virus y hongos, que sé acompaña de síntomas y signos específicos, como resultado de la agresión directa a las células o mediada por toxinas producidas por el invasor y liberadas la circulación general. Todos los seres vivos se hallan constantemente expuestos a este tipo de riesgos, existiendo un muy alto numero de agentes potencialmente patógenos, pero dependerá de la susceptibilidad del organismo invadido que la acción de aquel pueda manifestarse. La posibilidad de provocar enfermedad, no solo depende del potencial agresivo del invasor, sino que para generarla es necesaria la susceptibilidad de huésped, ya que no todos los sujetos son susceptibles a los mismos agentes patógenos. Todos los animales, poseen un primitivo sistema defensivo, conocido como innato o natural, integrado por mecanismos físicos como la integridad de piel y mucosas capaces de impedir en condiciones normales, el ingreso de patógenos al organismo. Otros de índole química, consistente en diversas sustancias presentes en la sangre y otros fluido orgánicos, capaces de interferir su crecimiento o inmovilizarlos, facilitando su eliminación. Y por último una dotación de células con capacidad de capturarlos ingerirlos y degradarlos, denominadas genéricamente "fagocitos." Este tipo de inmunidad es absolutamente inespecífica y dentro de sus limitaciones posee actividad contra cualquier agente invasor. Tan solo los vertebrados, poseen mecanismos defensivos, capaces de reconocer y destruir sustancias en forma especifica. A esto se le denomina inmunidad adaptativa. Toda sustancia capaz de generar una respuesta inmune, es denominada "antigeno" el cual no siempre es un elemento foráneo o un tejido, sino alguna de sus estructuras o sustancias como toxinas y enzimas vinculadas a él y que el sistema inmune reconoce como extrañas. La respuesta inmune en este caso, es altamente especifica y dirigida contra el antigeno que le dio origen, situación que la diferencia netamente de la inmunidad innata. Así también, también este sistema se distingue por poseer lo que se denomina "memoria inmunológica", es decir la capacidad de generar respuestas más rápidas e intensas frente a contactos sucesivos con un mismo antigeno; garantizando de tal modo una mejor capacidad defensiva al organismo. Ambas inmunidades actuando en conjunto son capaces de proveer una elevada resistencia frente a microorganismos, toxinas y parásitos. Pero asi mismo, la inmunidad adaptativa es responsable de las manifestaciones alérgicas y la reacción de rechazo a los trasplantes tisulares, a los que reconoce como invasores potencialmente dañinos

    2. Que es el Sistema Inmune

    Los linfocitos, una de las células componentes de la sangre, constituyen el principal elemento del sistema inmune. El linfocito es diferente de todas las otras células en el cuerpo porque tiene aproximadamente 100,000 receptores idénticos en su membrana celular que le permite que reconozca un antígeno específico. Estos receptores son proteínas que contienen "ranuras" que encajan en los modelos formados por los átomos de la molécula del antígeno; como la llave en su respectiva cerradura y permiten ligar al antígeno, existiendo más de 10 millones de tipos diferentes de ranuras en los linfocitos del sistema inmunológico humano. Cuando un antígeno invade el cuerpo, normalmente sólo aquellos leucocitos con receptores que se corresponden con los contornos de ese particular antígeno toman parte en la respuesta inmune. Cuando esto sucede, comienzan a reproducirse dando origen a células hijas, que tiene receptores idéntico a aquellos encontrados en el linfocito original. El resultado es una familia o "clon", con afinidad exclusiva por un mismo antigeno. Este clon continúa creciendo después del primer encuentro con el antigeno de modo tal, que si el mismo tipo de antígeno invade el cuerpo en otra ocasión, habrá muchos más linfocitos específicos para ese antígeno listos para neutralizar su acción deletérea Éste comportamiento es el fundamento de la memoria inmunológica a que hiciéramos referencia anteriormente.

    3. Origen de los Linfocitos

    Como todas las células sanguíneas, los linfocitos se originan a partir de células pluripotenciales (stem cells) en la medula ósea durante la vida extrauterina, mientras que en el feto su origen es hepático En una segunda fase se desarrollan los receptores antigeno- específicos. , luego de completar este proceso algunos de ellos, migran hacia los órganos linfáticos, donde se acantonan. Estos se conocen bajo el nombre de "linfocitos B", en tanto otros migran hacia el Timo para completar su desarrollo recibiendo la denominación de "linfocitos T". Ambos tipos de células, poseen diferentes funciones en la respuesta inmune, pese a actuar en conjunto e influenciarse mutuamente. Aquella que implica las células B, se conoce como humoral por desarrollarse en los líquidos orgánicos; en tanto que la que involucra a las T se denomina celular, por configurar una interacción directa entre estas y el antigeno. Las células B pueden iniciar una respuesta inmune, pero el antígeno desencadenante realmente se elimina por medio de productos que las células de B vuelcan en la sangre y otros fluidos del cuerpo. Estos productos denominados "anticuerpos", pertenecen a un grupo especial de las proteínas de la sangre conocidas como inmunoglobulinas. Cuando una célula de B es estimulada por un antígeno que encuentra en los fluidos del cuerpo, se transforma, con la ayuda de un tipo de célula T denominada "helper" en una más grande llamada célula blastica la que comienza a dividirse rápidamente, formando un clon de células idénticas. Algunas de ellas continúan su transformación hacia células plasmática (plasma cells) capaces de producir anticuerpos específicos a una velocidad de aproximadamente 2,000 anticuerpos por segundo los que pasan a circular por los distintos fluidos orgánicos. Los anticuerpos atacan los antígenos ligándose a ellos inmovilizándolos o impidiendo su penetración al organismo. En otros casos, actúan conjuntamente con un grupo de las proteínas de la sangre, genéricamente denominado "sistema del complemento", integrado por un numero no menor de 30 componentes diferentes. En tale circunstancias, los anticuerpos recubren al antigeno, haciéndolo susceptible a una reacción química en cadena con las proteínas del complemento que provoca su destrucción. La reacción del complemento puede causar la desintegración del invasor o atraer células con capacidad fagocítica con idéntico fin. No todas las células del clon formado por la célula B original, se transforman en plasmocitos y algunas adoptan el carácter de células de memoria, capaces de responder con mayor rapidez ante un posterior contacto con el mismo antigeno. Hay dos clases de células producidas en el timo: Helpers o colaboradoras y Killer o citotóxicas. Las primeras segregan sustancias denominadas interleuquinas, las que promueven el crecimiento de células B y T y de las que se conoce alrededor de 10, cada una de las cuales posee complejos efectos biológicos. Las citotóxicas por su parte, destruyen las células infectadas, pudiendo en ciertas circunstancias hacer otro tanto con las neoplásicas. Este tipo de leucocito es también denominado "supresor" por ser capaz de regular la respuesta inmune, suprimiendo transitoriamente la función de los helpers de modo que el sistema se active solo cuando es necesario. Los receptores presentes en las células T, difieren de los de las B por poseer la capacidad de reconocer fragmentos de antigenos combinados con un conjunto de moléculas ubicadas en la superficie de todas las células del organismo, denominadas antigenos de histocompatibildad . Así pues, mientras ellos circulan con la sangre ejercen una función de permanente vigilancia, detectando la presencia de antigenos extraños que hayan sido capturados por tales moléculas.

    Como funciona el sistema Cuando un antigeno ingresa al organismo, puede ser inicialmente neutralizado parcialmente por el sistema de inmunidad innato; siendo entonces atacados por fagocitos o anticuerpos preformados actuando en combinación con el complemento. Sin embargo en la gran mayoría de los casos los linfocitos del sistema adaptativo, deben entrar en acción para yugular riesgos. Este sistema en el ser humano cuenta con aproximadamente un trillón de células T y un numero similar de B circulantes u alojadas en los órganos linfáticos y alrededor diez billones de células captadoras de antigenos, en aquellos mismos órganos. Con el objetivo de aumentar las chances de detección de antigenos foráneos, los linfocitos cumplen un ciclo permanente de circulación y permanencia en los tejidos linfáticos el cual se cumple alrededor de 50 veces diarias Si los linfocitos hallan un antigeno capturado por las células ubicadas en el órgano linfático, aquellos que poseen receptores específicos contra él, detienen su migración y se arraigan allí para generar una respuesta inmune "in situ". Dado que el numero de leucocitos contenidos aumenta por este mecanismo, el órgano respectivo aumenta de tamaño, tal el motivo de las adenomegalias que acompañan la mayoría de las infecciones. En muchas circunstancias la acción de las células fijas con capacidad de captar antigenos, resulta efectiva para degradarlo y eliminarlo; pero si el volumen del mismo es excesivo, comienzan a secretar interleukina 1 (IL-1) y pone en evidencian fragmentos antigenicos a fin de alertar a los linfocitos helpers. Esta conducta facilita la respuesta de las células B y T frente al antigeno y puede a su vez originar fiebre y malestar generalizado. Aquellos T helpers que contactan con la IL-1 portadora de antigenos, se transforman en linfoblastos , capaces de secretar IL-2 la que provoca la multiplicación de células T killer, cuya acción es necesaria para la destrucción de células tumorales o infectadas por virus. En tanto la IL-3, estimula la producción medular de células hemáticas, garantizando la disponibilidad de un numero adecuado de linfocitos para yugular la infección Por ultimo, los T helpers, originan otras IL que actuando sobre las células B, estimulan su división y transformación en células plasmáticas secretoras de anticuerpos específicos. Este sistema, se origina en la vida intrauterina y ya es funcionante hacia los últimos meses de embarazo, sin perjuicio de su perfeccionamiento post natal, consecuencia de la maduración inherente a todas las funciones orgánicas. No obstante la Naturaleza ha previsto un mecanismo de seguridad que protege al neonato de las probables agresiones a que se vera expuesto en los primeros tiempos de su vida. Nos referimos a la Inmunidad Pasiva Transplacetaria, es decir la cesión de anticuerpos de la madre al feto en cantidades equivalentes a los que ella misma posee en circulación. Estos anticuerpos, fruto de su experiencia inmunológica previa completan la dotación defensiva del hijo y se fortifican a través de los que se transfieren por la leche materna y primordialmente el calostro.

    4. Inmunizaciones

    El proceso de poner en marcha una respuesta inmune, se conoce genéricamente como inmunización. La breve descripción que precede, ilustra acerca de lo que acontece en el ser humano, frente a una agresión externa y deja claro que para lograr la puesta en marcha del sistema inmune, es necesaria la invasión por parte del agente patógeno y el trascurso de un tiempo variable, previo a concretarse una protección eficaz. Ello implica un riesgo fácilmente comprensible, ya que si la agresión resulta masiva, puede no dar tiempo a las reacciones defensivas a interponer barreras útiles, caso en el cual el sujeto enferma con posibilidad de muerte o secuelas irreparables. Por tal motivo es imprescindible que tales barreras estén ya establecidas al momento de la agresión, para lograr lo cual es menester adoptar medidas preventivas con la debida antelación, estimulando el sistema inmune. Este objetivo, puede lograrse en forma activa, vale decir con la intervención del sujeto, o pasiva mediante la cesión de anticuerpos fabricados por otro individuo. En el primer caso recurrimos a las vacunas y en el segundo a los sueros o las gama globulinas. Cada uno de estos métodos posee, ventajas e inconvenientes que es preciso analizar para explicar mejor el motivo de su elección en cada caso. La inmunización activa, genera anticuerpos específicos contra una enfermedad que demoran en alcanzar niveles útiles, pero perduran en el tiempo, y si se los estimula periódicamente pueden proteger de por vida. La inmunización pasiva consiste en un préstamo de anticuerpos los que alcanzan rápidamente un nivel protector, pero se agotan en un plazo relativamente breve. Por tanto, en un niño sano siempre preferiremos la vacunación y reservaremos la utilización de sueros o globulinas, para situaciones de emergencia en las cuales el contagio resulte inminente en un sujeto no vacunado previamente.

    5. Vacunas

    Referirse a las vacunas creemos hace obligatoria una sucinta revisión histórica acerca de su origen y sus logros. La primer vacuna fue desarrollada por el medico ingles Edward Jenner en 1796 como protección contra la Viruela. Ante la observación de que los tamberos que en su diaria tarea contraían una enfermedad propia del ganado vacuno, denominada "cowpox", no se contagiaban posteriormente de Viruela, decidió investigar el tema. Así tomando material purulento de las pústulas de la ubre de una vaca enferma, lo inoculo por escarificación en el brazo de un niño de 8 años. Como era previsible el pequeño contrajo la afección. Posteriormente volvió a inocularle con el contenido de una vesícula de viruela, comprobando que el paciente permanecía sano. Este método que denomino vacuna de Latín "vaccinus", por la procedencia del material utilizado; se difundió rápidamente por todo el mundo y a logrado que al cabo de 200 años la Viruela haya sido totalmente erradicada. Sin embargo, tan genial descubrimiento fue llevado a cabo, sin que su autor supiera de que manera se producía la protección, ya que pasarían casi 100 años hasta que los trabajos de Robert Koch y otros demostrasen eran provocadas por "microbios" y en esta base en 1879 Louis Pasteur crea la vacuna contra el Cólera sentando de este modo las bases científicas de la inmunización. De allí en adelante los hechos se sucedieron en forma ininterrumpida y nombres como los de Emile Roux, Emil von Behring, Wilhelm Kolle, Jonas Salk, Albert Sabin e infinidad de otros hombres de ciencia; aportaron su valioso esfuerzo en la lucha contra las mas variadas enfermedades, creando vacunas cada día mas eficaces. Una vacuna, consiste en una bacteria, virus, hongo o toxina (antígeno) que modificado por diversos métodos es capaz luego, de ingresar al organismo de estimular al sistema inmune a generar defensas contra los mismos, sin provocar enfermedad severa y solamente con discretas molestias para el vacunado. Así se recurrió a través del tiempo a la utilización de gérmenes o virus vivos atenuados por medios físicos, químicos o por simple envejecimiento, para minimizar su virulencia; a los mismos muertos; o a sus toxinas previamente inactivadas; finalmente algunas vacunas se componen solo de fragmentos virales o bacterianos que careciendo de potencia agresiva, conservan la propiedad de estimular el sistema inmunológico. El advenimiento de la Ingeniería Genética, a permitido el encarar nuevas técnicas de elaboración de vacunas. Uno de los cuales el recombinante mediante el cual es factible remover la fracción del DNA viral o bacteriano, productor de la enfermedad sin afectar la capacidad inmunogenica; ya es de uso corriente desde 1986 en que se creo la primera de este tipo contra la Hepatitis B. Otra vía de aplicación de estos modernos conceptos pasa por sintetizar cadenas de aminoácidos que desencadenen el proceso de fabricación de anticuerpos, portadas por organismos de rápida reproducción y carentes de acción patógena. Este procedimiento promete a corto plazo llegar a lograr mejores vacunas, exentas de contraindicaciones, fáciles de producir, conservar y transportar y por consecuencia de menor costo Son absolutamente especificas y cada una protege contra una única afección, pudiendo aplicarse en ciertos casos combinadas a fin de acortar los plazos, pero manteniendo su individualidad en tal sentido. La inmunidad así adquirida, generalmente perdura por muchos años y puede en caso de necesidad reactivarse mediante revacunaciones sucesivas; merced a la existencia de la memoria inmunológica ya comentada.

    ¿Por que vacunar? Cuando un niño nace posee una amplia gama de mecanismos defensivos que analizaremos a continuación a la luz de los conceptos precedentes: Inmunidad natural: que involucra la integridad de la piel y las mucosas, que lo aíslan del medio exterior y diversas secreciones sobre estás, con acción destructora o inhibidora del crecimiento de gérmenes y virus. Amen de sustancias circulantes en su sangre con similar acción y el mecanismo de la inflamación capaz de bloquear el avance de los agresores, cuando ellos han penetrado al organismo. Todos los componentes de este sistema son relativamente útiles, pero inespecíficos y lábiles en mayor o menor grado, por lo cual suelen ser superados en breve plazo si la agresión es intensa. Inmunidad pasiva: representada por los anticuerpos cedidos por la madre, por vía transplacentaria a lo largo del embarazo y que constituyen una valiosa barrera defensiva durante los primeros meses de vida. Su cantidad y variedad, se relacionan directamente con el estado inmunológico materno, ya que ella solo puede transferir los anticuerpos que posee, y que al par puedan por su tamaño molecular, atravesar la placenta. Su duración está supeditada a la vida media de las globulinas que los portan, toda vez que al ser un préstamo no se reponen, tendiendo a desaparecer en un lapso no mayor de seis meses. Capacidad de generar una respuesta inmune, ante el ingreso al organismo de un antígeno, pero con el riesgo de padecer la enfermedad, que dicho antigeno es capaz de provocar. En resumen si bien el neonato se encuentra relativamente bien protegido, esta situación es solo virtual ya que de no mediar una actitud activa por parte del pediatra, tarde o temprano estará expuesto al riesgo de la infección. Por estos motivos la vacunación de la embarazada, cuando sea factible, a fin de reforzar la transmisión pasiva; la inmunización precoz del niño y el recurso de la inmunización pasiva en casos de excepción, son los medios más idóneos para su protección integral.

    Como vacunar. Este tema abarca diversos aspectos, que es preciso conocer. Tipos de vacunas: pueden ser de tipo individual, o combinadas, resultando estás ultimas de gran practicidad, ya que al contener varios antígenos permiten la inmunización simultánea contra diversas enfermedades, ahorrando tiempo e inyecciones, con la consecuente comodidad para el paciente. Deberá recordarse que de no tratarse de una vacuna de este tipo, jamás se recurrirá a las mezclas extemporáneas y de desear aplicar mas de una en la misma sesión, estás se inyectaran por separado y en distintas regiones del cuerpo. Así también las vacunas pueden ser "fluídas", vale decir de absorción rápida, o precipitadas en sales de aluminio u otros adyuvantes, lo que prolonga el proceso de absorción y por ende la acción estimulante en el organismo. Conservación: Es primordial que las vacunas, sueros y globulinas, se mantengan constantemente refrigeradas desde su fabricación hasta su utilización; siendo en cada caso variables las condiciones de almacenamiento para cada vacuna. La transgresión de esta normativa, inutiliza en corto lapso el producto, haciendo sus efectos aleatorios o nulos. En la actualidad la existencia de vacunatorios, oficiales y privados, sujetos en su accionar a normas legales vigentes, claras y supervisadas por autoridades competentes, hace aconsejable la concurrencia a tales centros para concretar la inmunización. Vías de administración: Cada vacuna debe aplicarse por una vía particular, oral, intradérmica, subcutánea o intramuscular, siendo de fundamental importancia respetarla para obtener los resultados esperados. Por tanto es recomendable leer cuidadosamente el prospecto en el supuesto caso que el médico lo diese por sobreentendido. Como regla general, cabe recordar: que a la fecha la única vacuna de aplicación oral es la Antipoliomielítica a virus atenuados ( Sabin); por vía intradérmica se aplica la BCG; las vacunas precipitadas en hidróxido de aluminio, se inyectan por vía intramuscular y finalmente las restantes, se aplican por vía subcutánea profunda. Así mismo es menester elegir cuidadosamente el lugar de aplicación de las inyectables con relación a la edad del paciente. En términos generales podemos decir que la cara antero externa del muslo, es la ideal para aplicaciones subcutáneas e intramusculares, por debajo de los dos años, ya que en los primeros meses el desarrollo del músculo Deltoides, es insuficiente para tal fin. Posteriormente dicho músculo pasa a constituir la vía de elección descartándose la región glútea por el riesgo de agresión al nervio ciático. Para la aplicación intradérmica, (BCG) se utilizara la región deltoidea, preferentemente del brazo izquierdo. Dosis: Tanto el volumen como él numero de ellas, varía con el tipo de vacuna y las indicaciones del productor, ya que su constitución no siempre es uniforme. Por ello recurrir al prospecto, es la medida más segura, para evitar errores ya que bajo ninguna circunstancia es aconsejable, modificarla o fraccionarla, pues tal proceder altera los resultados finales. El intervalo mínimo entre las mismas, habrá de ser estrictamente respetado, no existiendo un máximo, ya que si aquel se excediese. es innecesario reiniciar la serie, bastando con que se complete el numero total de dosis previsto. Refuerzos: Una serie de vacunas integrada por el numero adecuado de dosis, garantiza la inmunización en un alto porcentaje de casos y con elevado nivel de protección, sin embargo el tiempo de duración de esta, es variable según la vacuna que se considere. La inmunidad lograda tiende en todos los casos a disminuir progresivamente y el organismo solo conserva la memoria necesaria para rápidamente, generar anticuerpos frente a una nueva agresión. Aun aquellas vacunas que como por ejemplo, las compuestas por virus atenuados que en su origen, se consideraron tributarias de una dosis única, han evidenciados con el correr del tiempo estar sujetas a las mismas normas. Por tal motivo y a fin de garantizar los resultados a largo plazo, es menester revacunar con periodicidad variable pero, en forma inexcusable, de no procederse de tal modo, el niño mejor protegido desde su nacimiento llegara antes o después a un estado de indefensión similar al del inicio de su vida.

    Cuando vacunar La edad ideal de aplicación de cada vacuna, se relaciona con diversos factores, tales como capacidad de respuesta del organismo; edad de mayor incidencia de la enfermedad; edad en que la misma implica mayor riesgo al paciente; características epidemiológicas el medio etc. etc. En líneas generales, la inmunización puede llevarse a cabo desde el nacimiento ya que como se explico el sistema inmune es a esa altura funcionante. Sin embargo el hecho de que la inmunidad transplacetaria pueda interferir con el accionar de las vacunas, hace conveniente dejar transcurrir un lapso prudencial a fin de garantizar mejores resultados, el cual variará según el volumen de anticuerpos presumiblemente transferidos de madre a hijo. No obstante este periodo de espera no deberá prolongarse en exceso, ya que el objetivo primordial es que el niño no curse por períodos de bajas defensas en la época de mayores riesgos, siendo a todas luces preferible aplicar refuerzos posteriores a fin de cubrir posibles fallas en la respuesta inicial. Por esta razón la mayoría de los esquemas, prevé mas dosis de las imprescindibles para generar la respuesta adecuada. Como meta deseable, el año de edad es el limite para que se cumplimente las inmunizaciones de rutina, a cuyo fin es conveniente recurrir al comienzo temprano y a la utilización de vacunas combinadas con el objeto de acortar el calendario. La capacidad de respuesta del organismo a mas de un antigeno aplicados simultáneamente y la existencia, cada día más frecuente de combinaciones de múltiples antigenos en una misma inyección, facilita este proceder. No obstante lo dicho, si un niño alcanza edades posteriores a las previstas sin haber completado su plan de vacunas, el medico habrá de aprovechar el primer contacto con el mismo para hacerlo efectivo. Esta oportunidad podrá ser la consulta domiciliaria o en consultorio, el alta de una internación o un examen catastral en la escuela, momento en que se deberá inexcusablemente revisar la cartilla de vacunaciones e indicar y de ser factible aplicar en el mismo momento aquellas faltantes. Preciso es recordar que solo las aplicaciones debidamente registradas en la cartilla de vacunaciones o Libreta Sanitaria, pueden ser consideradas validas, razón por la que los padres deberán tomar los debidos recaudos para que tales registros se lleven a cabo en cada ocasión y conservar cuidadosamente tal documentación para poder presentarla cuando le sea requerido.

    Efectos secundarios y Reacciones adversas Se denomina efectos secundarios a toda reacción orgánica que se desencadena como resultado de la aplicación de una vacuna, en el breve plazo, de carácter leve, reversible espontáneamente y que no deja secuela alguna. Este tipo de reacción es común a la gran mayoría de las mismas y se manifiesta como: dolor y rubor en el sitio de inyección, fiebre de corta duración, decaimiento general, mialgias o artralgias, catarro de vías aéreas, etc. Todas ellas carecen de trascendencia y son fácilmente corregibles con medidas de simples. Los efectos adversos por el contrario, significan reales riesgos de las vacunas , capaces de provocar cuadros severos, que requieren tratamiento inmediato e intensivo pudiendo o no dejar secuelas definitivas. Tal circunstancia que debe ser claramente difundida y conocida por el vacunado o sus padres , ha dado origen a temores infundados frente al uso generalizado de las inmunizaciones, dando lugar a posiciones controvertidas entre los profesionales de la salud; algunos de los cuales se niegan aun hoy a vacunar rutinariamente. Preciso es recordar, que diversas situaciones accidentales, originaron históricas tragedias, tras al aplicacion de inmunogenos incorrectamente elaborados o aplicados por vía o en dosis inadecuadas; creando en su momento, dudas y angustias que en la mayoría de los casos redundaron en perdidas de confiabilidad con el consecuente retraso en el logro de los objetivos primordiales del método. Mas halla de estos factores ajenos a la vacuna como tal y superados por los controles cada día más eficientes; no obvian sin embargo complicaciones que aunque de baja frecuencia acompañan a muchas de ellas. Habida cuenta que nada en la vida de un individuo esta totalmente exento de riesgo. Que los más eficaces medicamentos, poseen efectos tóxicos a veces agravados por la sensibilidad individual del paciente. Que toda enfermedad aun las más benignas son pasibles de complicaciones imprevistas capaces de provocar daños irreversibles, en circunstancias particulares. Y que afecciones subyacentes pueden constituir terreno propicio para que así ocurra. Preciso es dejar de lado prejuiciosas actitudes y someter cada caso a un cuidadoso análisis de costo beneficio, antes de adoptar una conducta individual. Estamos convencidos que el Pediatra no debe ni puede retacear a sus pacientes el derecho a proteger su salud, basado en rígidos esquemas de pensamiento casi siempre fruto de información insuficiente o mal interpretada. Actitudes de tanta trascendencia debe basarse en una sólida formación y primordialmente un criterioso análisis de las constantes evoluciones en la materia. Solo así su consejo puede considerarse sensato. Desde nuestro personal criterio, creemos que toda vacuna que asegure una adecuada inmunidad, a largo plazo, con escasos efectos secundarios, y mínima probabilidad de reacciones adversas y por consiguiente aporten mas beneficios que riesgos potenciales, deben ser inexcusablemente aplicadas, tras cuidadosa evaluación del receptor.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente