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Tras la huella de la masonería trashumante y del pensamiento ético-filosófico del espirituano Vicente Antonio de Castro (página 2)


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Ya instalados en el objeto de la propuesta del estudio que se presenta, se propone realizar una referencia breve al pensamiento político e inminentemente filosófico de Vicente Antonio de Castro y al ritual de iniciación, utilizado para dar ingreso a un iniciado en la masonería creada por este espirituano, lo cual pudiera ser uno de los elementos imprescindibles a la hora de la comunicación e identificación de sus miembros, sin dejar de tener en cuenta que todavía ausentes los movimientos sociales organizados, la masonería espirituana tiene sustento en un modelo de cambio o proyecto diverso. Esto es, que Antonio de Castro fue eliminando sabiamente las intransigencias religiosas o filosofícas, tolerando cualquier estatus social o forma de pensamiento siempre y cuando no discreparan de los principios patrióticos e independentistas en los cuales tenía base y fundamento el "Gran Oriente de Cuba y Las Antillas".

Por otra parte, el hecho mismo de haber incluido "Las Antillas" como nombre de su organización despierta curiosamente un símbolo latinoamericanista e internacionalista. Los conocimientos filosóficos, el talento organizativo y la capacidad creadora que demuestra de Castro a la luz del tiempo para unir a los cubanos en una fecha tan temprana como lo eran los primeros años de la década del sesenta del siglo diecinueve es asombroso, tanto para demostrar la necesidad de la vía armada para la independencia de Cuba como para lograr la credibilidad interna de su organización y de sus paradigmas e íconos. Se unieron bajo los símbolos masónicos negros, blancos, mulatos y una combinación nada despreciable de etnias y grupos religiosos introducidos en Cuba. Por ejemplo, las liturgias y los rituales confeccionadas por el doctor Antonio de Castro tenían un significado básicamente práctico, y a partir de esta base cada iniciado Interpretaba las diferentes aplicaciones que deseaba.

El ritual (secreto) tenía puntos de contactos con los rituales de la masonería escocesa; era un símil de la vida y perseguía provocar un esfuerzo y una concentración mental. Ejercer una acción psicológica sobre el iniciado que le proporcionara liberar ataduras, perjuicios raciales y diferencias sociales; además de hacerlo protagonista de la lucha por la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud. El candidato juraba ante el altar de los votos pagar con su vida la traición a los ideales de "Libertad, Igualdad, Fraternidad" (adoptados de la Revolución Francesa) y desde entonces estaba obligado a practicar la moral por vocación y a auxiliar a sus hermanos en cualesquiera circunstancias de la vida.

Para finales de la década del sesenta del siglo diecinueve es palpable el espacio que ocupa la masonería en el pensamiento de la intelectualidad y en los patriotas de Sancti Spíritus y de otras localidades que hoy integran la provincia de igual nombre, así como la de sus vecinos de Cienfuegos y Villa Clara.

El análisis tiene amplias, abundantes y atractivas expresiones patrióticas; sobre todo cuando las logias masónicas marcaron el ritmo del grito de Céspedes en mil ochocientos sesentiocho y establecieron un sistema de apoyo a todos los alzamientos. Luego, instalada en la manigua y por el fenómeno de transculturación a que fue sometida por el medio, opuesta a viejas costumbres y antiguas usanzas (ritos, ceremonias, liturgias), la masonería permite ser estudiada en la actualidad desde distintos niveles de evaluación como fundamento de la identidad y de la nacionalidad.

El concepto de templo y/o logia masónica se inspiró en el tempo de Salomón, obra comenzada en el siglo XI antes de nuestra era (alrededor del 1020 a.c..) y en su acepción es el templo alegórico e imagen y representación de Universo y de todas sus maravillas que la masonería adoptó como prototipo para la enseñanza y aplicación simbólica de sus doctrinas.

El universo conocido en la época de la construcción del templo de Salomón como se sabe se reducía a la superficie de nuestro planeta, delimitado por el más tenebroso (conocido en la actualidad como Océano Atlántico) más allá de la puerta de Hércules (hoy Estrecho de Gibraltar ) al accidente. El Gran oriente o imperio del Gran Turco, en el Asia Menor; al Oriente. Los desiertos de Sahara y Arabia del Sur, al Sur y la zona de las tinieblas o de permanente oscuridad, las Galias, Germania y Escandinavia; al Norte. Esta dimensión describe una figura geométrica más o menos de un cuadrilongo, dos veces el largo que el ancho, el Oriente por donde sale el sol, el Occidente por donde se pone, el Norte la zona de las tinieblas y el Sur de la Luz.. Dichos conceptos también se adoptaron y se pusieron en práctica en las casas donde se constituyeron logias masónicas e incluso en los talleres que empezaron a efectuarse en la manigua después del alzamiento del Diez de Octubre en La Demajagua.

Varios son los investigadores que contabilizan en la actual provincia de Sancti spiritus más de una docena de asentamientos que sirvieron como logias masónicas en plena guerra de los Diez años y en todas se respetaron simbólicamente las antiguas dimensiones del templo de Salomón, con una dinámica de funcionamiento que les permitía a sus miembros desarrollar junto a un profundo sentido de fraternidad, un agudo sentido patriótico que se cumplimentaba extraordinariamente.

Después de los alzamientos simultáneos del seis de febrero de mil ochocientos sesenta y ocho en Sancti Spíritus, los miembros de la fraternidad que arrastraban consigo a centenares de hombres libres, emprenden el camino de la sierra.

No podía ya, ufanarse el ejército español de presentar a la villa de Sancti Spíritus, Trinidad y otros asentamientos poblaciones: Jobosi, Los Hondones, Banao, Guinía, Sipiabo, Jumento (Fomento), Manaca Ranzola, etc., como celebrada zona de cultivos y signo de su poder, porque por primera vez, los campos eran de los libertadores. Sin contar con que los campesinos, obedientes a las nuevas órdenes de la República en armas, dejaban el arado cuando así se les orientaba. Los insurrectos aprendieron en la manigua algo de letras, historia y mucho de masonería. Todos conocieron porqué sus jefes eran masones, y una gran cantidad de ellos participaron finalmente en ritos, ceremonias y estudiaron en mayor o menor medida las liturgias como afiliados a la fraternidad. Es de notar que fue la influencia entre otros de los destacados patriotas y miembros de la fraternidad Serafín Sánchez, Honorato del Castillo, Rafael Pérez Luna, Luis Alcántara, Marcos García, Federico Fernández Cavada, Juan Bautista Spotorno, Adolfo Fernández Cavada, que recorrieron y enfrentaron al ejército de la colonia en la zona, lo que propició que se conociera primero, y se propagara después, la masonería en los territorios que hoy pertenecen a la provincia de Sancti Spíritus.

De los primeros templos y/o logias trashumantes, a bóveda celeste, se destaca la de "Guinía", "Acacia" y "Sierra Alta".

Quizás la más conocida fue "Guína" (así llamaban a aquel sitio de confluencia masónica por estar localizado en una finca que perteneció a la familia que fundara el poblado de Guinía de Miranda. Un catalán nombrado Bartolomé Miranda: La primera hija que nació allí le puso por nombre "Guina" y esa fue la causa por la que a ese poblado perteneciente a la Villa de Trinidad primero y a Fomento después, se le nombrara Guinía de Miranda. Su venerable maestro (Presidente) fue el General Federico Fernández Cavada. También se reunieron en esta logia masones llegados de Cienfuegos con el hermano de sangre de Federico, el General Adolfo Cavada (es probable que en ausencia de unos u otros se rotaran la dignidad de los cargos de la logia).

Este honorable templo y/o logia se localizaba exactamente al Sur de "Las Calabazas", muy próximo a uno de los caminos que iban a Trinidad. Asombrosamente a la entrada de la logia se destacaba la construcción de una escuadra y un compás con cujes de cafetos, distinguiéndose ambas desde gran distancia. Estaban situadas junto a un frondoso árbol que con sus copos llegando al suelo formaban una lóbrega estancia de unas cuatro varas de diámetro, formando un círculo alrededor del tronco. Los sitiales de los vigilantes (dirigentes) se ubicaban sobre tres lajas anchas de piedra. La logia de "Guinía" llegó a poseer un cuño que tenía grabado un triángulo en el centro y por cada uno de sus lados tallado con letras pequeñas el tríptico Libertad, Igualdad, Fraternidad. Fue diseñado y elaborado sobre un trozo de madera de cedro, por un soldado de apellido Valdivia, quien ocupó cargos como funcionario en algunas de las sesiones del taller.

Otra de aquellas logias: "Acacia", se localizaba entre los asentamientos de Manaca Ranzola y Santa Lucía, al Sureste de Jumento; la veneratura de este taller recayó en el patriota espirituano José de Jesús Pentón Rodríguez.

La relación de amistad que unía a Pentón (Chuchú) con otros miembros de las logias de Trinidad y Cienfuegos, algunos de los cuales habían sido sus jefes, tuvo para él significativa importancia, no solo para adquirir conocimientos filosóficos y ritualísticos sobre la masonería, pulir su carácter y fijar su mejor virtud: la fidelidad, que lo convirtió en hombre de confianza y escolta personal del Generalísimo Máximo Gómez; sino además para aprender datos de organizador y convertirse en líder de la zona de Jumento. La logia Acacia tenía asiento en una superficie rocosa de unas cuatro o cinco varas de ancho por más de diez varas de largo, simbólicamente dividida en tres partes iguales, en una de las cuales se sometía a la reflexión al candidato. Alrededor de las paredes de la logia confeccionada con yaguas, se observaba la perfección en el labrado de unas piedras que alcanzaban un metro de altura en forma de compás (una uve al revés) cuyas puntas se superponían a una escuadra construida con varas de guayaba. Se hace notorio el hecho de que en "Acacia" fue iniciado el joven José Miguel Gómez, quien llegaría a ser Presidente de la República Neocolonial.

Se acumulan pocos datos sobre la logia que funcionó en la excelente posición estratégica de "Sierra Alta", en el Escambray, pues este lugar fue reiteradamente ocupado por las tropas del ejército español, no obstante, se sabe que su venerable maestro, el patriota Ramón Curbelo a quien lo unía lazos amistosos con los masones de las logias de Cienfuegos, Trinidad y Sancti Spíritus, llegó a obtener altos grados militares en la Guerra de los Diez Años.

Los lugares exactos donde se ubicaron estas logias trashumantes se han transformado con el tiempo; pero los sitios fijados no son dudosos desde el punto de vista geográfico, porque los nombres de los asentamientos en algunos casos se mantienen intactos, y en otros han sufrido ligeros cambios.,

Si se plantea la tarea de unir a los sitios donde radicaron las logias "Guinía", "Acacia" y "Sierra Alta", rápidamente se percibe un triángulo con área aproximada de unos ciento cincuenta kilómetros cuadrados donde se eleva el macizo montañoso Escambray o Guahamuaya. En efecto, este análisis también puede reflejar una concepción estratégica y agrega más elementos para proponer el estudio de la masonería espirituana y sus logias trashumantes.

Selección bibliográfica para estudios específicos

  • Torres – Cueva, Eduardo. Historia de la Masonería en Cuba. Editorial Ciencias Sociales, 2004.

  • Colectivo de autores. Investigación sobre la Masonería en Trinidad. Logia "Luz del Sur".

  • Colectivo de autores. Investigación sobre la Masonería trashumante. Logia "Ramo de Acacia" de Fomento.

  • Opinión masónica Enero– Marzo ( Revista) . La Habana, 2001

  • Documentos en archivo provincial de Historia. Sancti Spíritus.

 

 

 

 

 

Autor:

Yunior Pérez Alonso

Elpidio Hernández

Enviado por:

José Miguel Torres Cerviño

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