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Transfusión sanguínea: opiniones sobre un procedimiento médico que probadamente salva vidas

Enviado por PERCY ZAPATA MENDO


Partes: 1, 2

  1. ¿Cuándo se originó el rechazo a la transfusión sanguínea por parte de los Testigos de Jehová?
  2. ¿Sustento Bíblico?
  3. El sustento "Científico"
  4. Los riesgos de las Trasfusiones
  5. Alternativas de "Calidad" a las trasfusiones
  6. Fisiología del Intercambio de Oxigeno
  7. Anexos

El rechazo a la transfusión sanguínea se encuentra representado a nivel mundial por los "Testigos de Jehová", congregación religiosa que desde hace siete décadas se encuentra promoviendo abiertamente su oposición sobre este procedimiento médico, desarrollando agresivas campañas publicitarias por medio de sus revistas publicitarias "Atalaya" y "Despertad". Estas publicaciones tratan el tema con un fundamentalismo religioso apoyado por "referencias científicas" que hablan de "opciones de calidad" al tratamiento con sangre. Si uno aborda ligeramente estas lecturas, podemos ser persuadidos del porqué de sus posturas dogmáticas, en especial si carecemos de conocimientos fisiológicos y fisiopatológicos consistentes.

Los Testigos de Jehová saben perfectamente que la inmensa mayoría de la población carece de una cultura informativa e investigadora, que el ciudadano es renuente para tomarse un tiempo en profundizar el estudio de un determinado tema y formarse una opinión razonada e independiente, y debo admitir con amargura, que existen profesionales de la salud que están siendo convencidas con argumentos que carecen de rigor científico, con el cual han sido formados. Por favor, no me vayan a tachar de Ateo o Agnóstico por exigir el método científico, pues estoy plenamente convencido que el conocimiento médico es una manifestación divina, una inspiración dada por un ser superior al que conocemos por Dios, bajo cualquier nombre que le quieran asignar cada cual la según religión que profese. Apelo a ese conocimiento para desenmascarar racionalmente a aquellos que de manera sesgada intentan infundir en la población un temor que no tiene asidero, valiéndose de pasajes bíblicos o de trabajos científicos que han sido tomados parcialmente y de manera tendenciosa. Recuerden, hasta el Diablo citaba versículos cuando quería doblegar la voluntad de Jesús en el desierto.

¿Cuándo se originó el rechazo a la transfusión sanguínea por parte de los Testigos de Jehová?

Los orígenes de esta oposición son tardíos, pues datan del año 1945, cuando Nathan Homer Knorr presidía esa congregación. Y recalco que es Tardío porque el primer intento de transfusión fue en el siglo XXVII, llevado a cabo por Jean Baptiste Denys; este procedimiento incluso es mencionado en una célebre novela, "Frankenstein", del siglo XIX; el uso de sangre almacenada se inició en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y el primer Banco de Sangre fue fundado en Londres, el año 1921;por lo tanto, la transfusión no era una novedad para 1945;vayan a ver cuáles fueron los motivos por los cuales el "Grupo de Estudios Bíblicos" se inclinaría por prohibir la transfusión sanguínea.

Les recuerdo que la transfusión sanguínea no ha sido el único método médico por el cual se han opuesto los Testigos de Jehová en su oportunidad, las Vacunas fueron calificadas de "crimen y fraude" entre los años 1931 a 1952; y los Trasplantes de Órganos de "Canibalismo", siendo proscrita para los miembros de la congregación en el año 1967 a 1980.

Veamos una opinión de los Testigos de Jehová respecto a las vacunaciones:

"La vacunación nunca previno nada y nunca lo hará; y el diablo pierde lentamente su asidero, haciendo un esfuerzo arduo para hacer mientras tanto todo el daño que él pueda, y poner en su crédito tales males que pueda hacer… Usen sus derechos como ciudadanos americanos para abolir para siempre la práctica diabólica de la vacunación."[Golden Age (Convertida luego en ¡Despertad!); Octubre 12,1921; p.17].

Con el discurrir del tiempo – y del convencimiento de la utilidad de estos métodos médicos para salvar vidas – la postura frente a la vacunación y el trasplante fueron flexibilizándose y constituyéndose en un mero acto de conciencia personal, dejando de ser falta punible con la expulsión de esa agrupación religiosa.

¿Sustento Bíblico?

Los Testigos de Jehová justifican su oposición a la trasfusión sanguínea por la interpretación arbitraria de unos pasajes del Génesis, Levítico, Deuteronomio y Hechos de los Apóstoles:

  • "Tan sólo abstendréis de comer carne que tenga aun dentro su vida, es decir, su sangre" (Génesis 9,4).

  • "Donde quiera que habitéis, no comeréis sangre alguna ni de ave ni de bestia. Quien llegue a comer sangre, cualquiera que sea, será extirpado de su pueblo". (Levítico 7,26-28).

  • "Podrás sin embargo, siempre que quieras, matar animales y comer su carne, en la medida que Yavé, tu Dios te haya bendecido en todas tus ciudades y podrán comerla el puro y el impuro, como si fuese gacela o ciervo. Pero la sangre no la comeréis: la derramaréis en la tierra como el agua". (Deuteronomio 12,15-16).

  • "En cuanto a los gentiles que han abrazado la fe, ya le hemos enviado a decir que, según nuestra determinación, debían abstenerse de lo sacrificado, de sangre, de carne sofocada y de fornicación". (Hechos 21,25).

Recibir una trasfusión no es "comer" carne, puestos que los derivados sanguíneos nunca se usan para alimentar al paciente ni sirven para tal fin. La trasfusión es una terapia restituida: Se le suministra uno o más componentes de la sangre de los que está deficitario en ese momento.

La sangre es un tejido vivo, y continúa estándola una vez que se ha infundido; no se utiliza como suministro de calorías, tampoco para proveer componentes para la síntesis de proteínas, menos para formar reservas energéticas.

Recuerden que en el momento en que se escribieron los textos bíblicos (hace unos 2000 a 3000 años atrás.); nadie podía imaginar que algún día aparecerían tales terapias médicas, ni que en la sangre existieran componentes "mayores" que están prohibidos por los testigos, ni componentes "menores", que son bien recibidos por sus miembros.

De otra manera, Dios hubiera tenido que ordenar:

"Podrás, sin embargo, siempre que quieras, matar animales y comer su albúmina, sus inmunoglobulinas y su factor VIII y IX, en la medida en que Yavé, tu Dios, te haya bendecido en todas tus ciudades, y podrán comerla el puro y el impuro, como si fuera gacela o siervo. Pero la sangre completa, el plasma, los glóbulos rojos, blancos y las plaquetas; no los comeréis: los derramaréis en la tierra como el agua".

Ustedes saben que Yavé no mencionó ello, pues milenios de conocimientos separaban a la sociedad aramea de los conocimientos médicos actuales.

Nota del autor: "Componentes mayores": Sangre completa, plasma, leucocitos, glóbulos rojos, plaquetas, sangre del propio paciente almacenada para subsiguientes trasfusiones. "Componentes menores": Albúmina, inmunoglobulinas, factor VIII y IX.

El sustento "Científico"

Por medio de investigaciones parcializadas o citadas tendenciosamente, los Testigos pretenden demostrar que:

  • Las Trasfusiones sanguíneas son perjudiciales.

  • Las Trasfusiones sanguíneas son innecesarias, pues existen otras alternativas de "calidad".

Para dar validez a estas dos hipótesis, han publicado una serie de artículos, a saber:

1.- La revista "¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?", en la que se hace citas bíblicas, se menciona los riesgos de la trasfusión y de las "opciones de calidad" y del derecho a escoger.

2.- "El Factor Rh y Usted" y "A la vanguardia de la cirugía sin sangre con los testigos de Jehová".

3.- "Tratamiento alternativo a la sangre", en las que se enumeran diversos expansores de volumen, antihemorrágicos y anti anémicos.

4.- "Estrategias para prevenir y controlar hemorragias y anemia sin trasfusión de sangre", similar a la anterior.

5.- Recopilaciones hechas por los mismos testigos sobre algunas publicaciones biomédicas, como: "Sobrevida con anemia aguda y hemoglobina de 1,4 g/dl. (Brimacombe J et al. Anesthesia and intensive Care. Vol. 19, Nº4, 1991)".

6.- "Balance ético legal de la relación médico-paciente"

7.- Un video "Trasfusión alternatives".

Todo esto resulta deslumbrante, más sino se lee y contrasta lo que explican estos manuscritos y video. Por ejemplo, el articula British Medical Journal no dice en ninguna parte que se pueda o se deba prescindir de estos derivados sanguíneos, es más, el autor considera su uso obligatorio cuando existe hemorragia moderada o severa. ¿Por qué citaron este artículo entonces? Quizá porque tenían la esperanza de que nadie leyera de manera completa este estudio, quedándose con la "positiva impresión" de su origen en una revista prestigiosa que está a "favor" de su causa.

Mark Warner y Ronald J, en su artículo "Riesgos de la Transfusión (Anesthesiology Clinics of North América, Vol. 8, Nº 03, Sept. 1990) refieren que "Existen pocas alternativas a la trasfusión sanguínea en la práctica clínica. La trasfusión autóloga está disponible y su popularidad va en aumento, básicamente por el miedo de los pacientes a contraer SIDA", además, la conclusión del citado artículo es que deben modificarse las prácticas inadecuadas de transfusión, y ninguna parte suguiere que éstas deban suprimirse.

Los riesgos de las Trasfusiones

La transfusión sanguínea es peligrosa, puesto que se constituye en un vehículo para diseminar enfermedades como la hepatitis B, C, el SIDA, paludismo; producir reacciones alérgicas en los que reciben dicha sangre, entre otras enfermedades, pero lo que los Testigos de Jehová jamás mencionaron ni mencionarán, es que el progreso técnico ha logrado ir disminuyendo progresivamente todos los riesgos mencionados previamente. En la actualidad, las ocasionales reacciones trasfuncionales ocurren principalmente por errores humanos y no por falla en los métodos de detección de estos gérmenes. El riesgo de contraer SIDA por transfusión sanguínea ha disminuido de 1 caso por cada 450.000 a 1 caso por cada 650.000 transfusiones, y seguirá disminuyendo a medida que se haga una mejor selección de los donantes y en los métodos de detección más finos. ¿Llegará el día en que existan trasfusiones sin riesgo absoluto? Es muy improbable, y no se descarta que sigan descubriéndose en el futuro nuevos agentes infecciosos trasmitidos por la sangre.

Pueda que argumenten diciendo que 1 infectado por cada 650.000 trasfusiones aun es un riesgo alto y que existen otras "Alternativas de Calidad" cuyo riesgo es "0" de infectarse. Pues déjenme decirles que hay dos proposiciones que juntas forman una falacia. Me explico: la trasfusión sanguínea no es un procedimiento de rutina que se va a aplicar a todos los pacientes, es utilizada solo en casos que realmente lo ameritan y sopesando los riesgos/beneficios.

Si usted (Dios no quiera ni es mi deseo, sólo es un ejemplo) sufriera una hemorragia masiva producto de un accidente y que sus probabilidades de morir son del 70% sino se le trasfunde sangre de emergencia…. ¿Qué opción elegiría? ¿La que tiene 7 de 10 posibilidades de morir? ¿O la que tiene de 1 en 500.000 posibilidades de contraer una infección producto de la transfusión pero que puede ser tratada o controlada?

En la revista "¿Cómo puede salvar la vida la sangre?" se describen superficialmente varios estudios en los que se encontró que los pacientes con cáncer de la laringe y colon que no fueron transfundidos tenían mayor sobrevida y menos recidivas que los que sí lo fueron. Los editores de dicha revista no precisan por qué se produjo este resultado, sólo infieren que la "dañina" transfusión empeoró el pronóstico de los pacientes. Como médico que soy, una explicación sencilla sería que los pacientes que ameritaron tales transfusiones fueron porque estaban en muy malas condiciones de salud, por lo que no resulta extraño que tuvieran una mayor mortalidad.

Este es un ejemplo del modo que puede manipularse la información para hacerla decir lo que el interesado desea que diga.

Alternativas de "Calidad" a las trasfusiones

Según el criterio de los Testigos de Jehová, manifiestan que las transfusiones son innecesarias y que hay opciones mejores, como las que mencionan en sus escritos: hemodilución, expansores de volumen, transportadores de oxígeno, oxígeno hiperbárico, eritropoyetina, hemostáticos, desmopresina. En su folleto "Tratamiento Alternativo a la sangre" presentan treinta y un productos considerados como opciones a la terapia transfusional, y en esa lista hay varios repetidos; por ejemplo, las inmunoglobulinas de uso intravenoso aparecen seis veces, y la eritropoyetina tres (simplemente han enumerado las diferentes marcas y presentaciones de un mismo principio activo). Al final quedan quince, de los cuales dos son expansores plasmáticos, seis antihemorrágicos, dos coadyuvantes para la hemostasia quirúrgica, dos antianémicos, y tres que están en otras categorías.

El valor de algunos de estos fármacos no es concluyente, por ejemplo, el ácido épsilon-aminocapróico -un anti fibrinolítico- tiene una utilidad muy poco clara en hemorragias por extracciones dentales en hemofílicos y posterior a cirugía prostática, y ninguna confirmada fuera de estas dos situaciones (es más, puede ocasionar problemas severos debido a su tendencia a favorecer la formación de trombos).

El acetato de desmopresina, que es un análogo sintético de la vasopresina, tiene un espectro de acción muy limitado, circunscrito a enfermos que padecen de la enfermedad de Von Willebrand tipo I, y a los que tienen trastornos de la hemostasia ocasionados por uremia. La información que suministran sobre la inmunoglobulina que "corrige la tendencia anormal de la hemorragia" es errónea. La inmunoglobulina de uso intravenoso puede tener múltiples aplicaciones, menos en la que ellos argumentan.

La eritropoyetina y las inyecciones de hierro pueden resultar muy útiles, pero no en situaciones de emergencia; la respuesta inicial a la eritropoyetina puede demorar de dos a seis semanas, y en pacientes con enfermedad renal se puede tardar hasta cuatro meses en lograr valores aceptables de hematocrito.

Por lo que he mencionado, las llamadas "Alternativas de Calidad" no lo son tanto: unas no funcionan como argumentan y otras lo hacen en casos muy especiales, esto vale tenerlo muy presente en todo momento, pues las publicaciones de los testigos tienden a generalizar. Por ejemplo, revelan que se han realizado intervenciones quirúrgicas sin sangre, y por lo tanto las intervenciones sin el uso de las transfusiones constituyen el ideal de todo médico que se sienta competente como tal; solo que omiten deliberadamente que están hablando exclusivamente de operaciones electivas, en las que es posible preparar perfectamente al paciente y tomar todas las precauciones necesarias, circunstancia que no es extrapolable a la totalidad de las intervenciones quirúrgicas, y en particular, a las emergencias, donde no existan unas condiciones controladas.

En el video mencionado párrafos atrás, los "expertos" citados por los Testigos de Jehová refieren que las trasfusiones no son necesarias pues lo fundamental es detener la hemorragia y restaurar el volumen. Cuando hablan de volumen se refieren a la cantidad total de sangre en el organismo. Esto es cierto, pero relegan a un nivel secundario la función principal de la sangre, que es la de transportar oxígeno a los tejidos. ¿Logran cumplir con este objetivo sus "opciones de calidad"? ¿En qué medida? Veamos lo que ellos dicen en su folleto: ¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?:

"El reemplazo del volumen puede lograrse sin usar sangre ni plasma sanguíneo. Varios fluidos no sanguíneos sirven eficazmente para expandir el volumen de sangre. El más sencillo es la solución salina, que es barata y compatible con nuestra sangre. También hay fluidos con propiedades especiales, como dextran, Haemaccel y la solución lactada de Ringer".

"Sin embargo, puede ser que usted pregunte: ¿Cómo pueden ayudar los fluidos no sanguíneos de reemplazo cuando lo que yo necesito es glóbulos rojos para llevar el oxígeno a todo mi cuerpo? Como se ha mencionado, usted tiene reservas que funcionan para llevar el oxígeno. Si se pierde sangre, maravillosos mecanismos de compensación empiezan a funcionar, su corazón bombea más sangre con cada latido. Puesto que la sangre perdida ha sido reemplazada por un fluido conveniente, la sangre ahora diluida, fluye más fácilmente, hasta en los vasos sanguíneos pequeños. Como resultado de cambios químicos, se suelta más oxígeno en los tejidos".

Para ver si esta maravilla expresada por los folletos de los Testigos es cierta, hagamos un repaso de fisiología básica.

Fisiología del Intercambio de Oxigeno

El oxígeno es trasportado en la sangre bajo dos formas:

a).- Oxígeno disuelto en plasma (parte "líquida" de la sangre).

b).- Oxígeno unido a la hemoglobina (pigmento de los glóbulos rojos).

En estado de reposo, las células del organismo necesitan 300 litros de oxígeno cada 24 horas, o sea, 250 mililitros por minuto. Con el ejercicio esta necesidad se puede elevar 10 y hasta 15 veces.

Si el oxígeno fuese acarreado a los tejidos solamente disuelto en el plasma, la sangre tendría que circular a razón de 180 litros por minuto para satisfacer las necesidades de las células en descanso, pues este gas no es muy soluble en el plasma.

En realidad, la sangre de un hombre en reposo circula a razón de 5 litros por minuto, con satisfacción de toda la demanda de las células. La diferencia entre los 180 litros mencionados y los 5 litros fisiológicos reales se debe a la acción de la Hemoglobina.

La hemoglobina es el pigmento de los eritrocitos, cuya misión exclusiva es trasportas casi todo el oxígeno y la mayor parte del CO2. La sangre en equilibrio con el aire alveolar solo puede incorporar en solución 0,25 ml de O2 y 2,7 ml de CO2 por 100 ml, pero gracias a la acción de la hemoglobina, estos mismos 100 ml de sangre pueden llevar unos 20 ml de O2 y de 50 a 60 ml de CO2.

En términos generales, el 2% del oxígeno de la sangre esta disuelto en el plasma, en tanto que el resto se combina con la hemoglobina.

En caso de una hemorragia severa, se pierde plasma y eritrocitos, las sustancias expansoras como la solución salina solo corrigen el volumen, mas no la oxigenación porque no han aportado glóbulos que contienen hemoglobina.

El Dr. John Doyle, de la Universidad de Toronto, cita en su artículo "Riesgos de evitar una transfusión sanguínea necesaria", un estudio de Carson y Poses publicado en el Lancet en 1998 (Lancet 1988.Apr2; 1(8588): 727-9), en el que investigaron 125 casos de cirugía en Testigos de Jehová que rechazaron las transfusiones sanguíneas y optaron por las "alternativas de calidad". Los resultados de dicho estudio fueron los siguientes:

edu.red

Estas cifras resultan desalentadoras si se pretende insistir en que rechazar las transfusiones sanguíneas y utilizar alternativas es seguro en todas las circunstancias. Además, se desbarata el argumento de que hay que evitar las transfusiones por su peligrosidad.

Probablemente los Testigos de Jehová replicaran mostrando estudios sobre cirugías electivas en los que las cifras de mortalidad son muy inferiores, y mostraran casos anecdóticos en los que tal o cual paciente sobrevivió a anemias extremas mediante la utilización de recursos tecnológicos excepcionales. Se mencionó antes que en los casos electivos es factible tomar precauciones extraordinarias, que son imposibles en las cirugías de emergencia; por otro lado, los casos aislados de supervivencia en condiciones especiales no son de valor para precisar si es seguro o no rechazar una transfusión (existen publicaciones en la literatura médica sobre numerosos casos de Testigos que murieron por anemia severa, pero por alguna razón injustificable, los Testigos han optado por no incluirlos dentro de su argumentación "científica", pero que los consignan en otras publicaciones).

La revista ¡Despertad! Del 22 de mayo de 1994 presenta un artículo titulado "Jóvenes que pusieron a Dios en primer lugar", o el artículo "La fe de Joshua, una victoria para los derechos del niño" (¡Despertad!,22 de enero de 1995).Según los Testigos, los derechos y la fe de estos niños triunfaron, pero igual fueron a reunirse con el Creador.

Apreciado lector, este manuscrito es solo una respuesta sencilla a todo el aparato propagandístico desplegado por los Testigos de Jehová, quienes están cometiendo un crimen pasivo al no permitir que los miembros de su congregación que ameriten una transfusión, lo hagan bajo razones religiosas o científicas manipuladas y tergiversadas.

Amigos pertenecientes a la congregación "Testigos de Jehová", les recuerdo que hace más de 500 años la mayor parte de religiones cristianas se separaron de la Iglesia Católica porque querían tener la libertad para interpretar la Biblia. Por ese mismo motivo, no se conviertan en autómatas que solo siguen las decisiones adoptadas por el Consejo de Ancianos, humanos al fin de cuentas, y no por ello exentos de cometer errores.

Yavé les cuide e ilumine estimados lectores.

Anexos

ANEXO Nº 01

¿Qué es la Transfusión sanguínea?

La transfusión de sangre es la transferencia de sangre o de un componente sanguíneo de una persona (donante) a otra (receptor).

Las transfusiones se realizan para aumentar la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, restaurar el volumen de sangre del cuerpo, mejorar la inmunidad y corregir problemas de coagulación.

Dependiendo del motivo de la transfusión, el médico puede requerir sangre completa o sólo un componente sanguíneo, como glóbulos rojos, plaquetas, factores de la coagulación, plasma fresco congelado (la parte líquida de la sangre) o glóbulos blancos. Siempre que sea posible, la transfusión se limita al componente sanguíneo que satisface la necesidad específica del paciente, en vez de sangre completa. Suministrar un componente específico es más seguro y no se desperdician los demás.

Recolección y clasificación de la sangre

Los donantes de sangre se someten a varios exámenes para constatar su estado de salud. Las enfermedades como la hepatitis, las dolencias cardíacas, el cáncer (salvo ciertos tipos, como el cáncer de piel localizado), el asma severa, el paludismo, los trastornos hemorrágicos, el SIDA y la posible exposición al virus del SIDA, pueden inhabilitar de forma permanente a un donante. La exposición a la hepatitis, un embarazo, una cirugía mayor reciente, una presión arterial alta mal controlada, una presión arterial baja, la anemia o el uso de ciertos medicamentos, pueden inhabilitar de forma temporal a un donante. Estas restricciones fueron desarrolladas para proteger tanto al donante como al receptor. Generalmente, no se permite a los donantes dar sangre más de una vez cada dos meses.

La unidad de sangre donada es alrededor de un cuarto de litro. La sangre recién obtenida se sella en bolsas de plástico que contienen conservantes y un compuesto anticoagulante. Una muestra pequeña de cada donación se examina para detectar enfermedades infecciosas como SIDA, hepatitis vírica y sífilis. La sangre refrigerada se conserva en buen estado durante 42 días. En circunstancias especiales (por ejemplo, para conservar un tipo de sangre poco común) los glóbulos rojos pueden congelarse y conservarse durante un máximo de 10 años.

Debido a que realizar una transfusión de sangre que no es compatible con el receptor puede ser peligroso, la sangre donada se clasifica habitualmente en grupos A, B, AB o 0 y como Rh positivo o Rh negativo. Por ejemplo, el tipo de sangre de una persona puede pertenecer al grupo O-positivo o al AB-negativo. Como precaución adicional, antes de empezar la transfusión, un técnico mezcla una gota de la sangre del donante con sangre del receptor para asegurarse de que son compatibles; este procedimiento se denomina test de compatibilidad.

La sangre y los componentes sanguíneos

Una persona que necesita una gran cantidad de sangre con urgencia (alguien que está sangrando mucho, por ejemplo) puede recibir sangre completa para facilitar la recuperación de la circulación y del volumen de la sangre. Puede también administrarse sangre completa cuando el componente sanguíneo que se necesita no se encuentra disponible de forma separada.

El componente de sangre que más habitualmente se transfunde son los concentrados de glóbulos rojos, que pueden restablecer la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. Este componente puede darse a una persona con hemorragia o anemia grave.

Algunas personas que necesitan sangre son alérgicas a ésta. Si los medicamentos no pueden prevenir las reacciones alérgicas, la persona puede tener que recibir glóbulos rojos lavados. El lavado de los glóbulos rojos quita del plasma del donante casi todo rastro de sustancias que puedan causar reacciones alérgicas.

Una cantidad escasa de plaquetas (trombocitopenia) puede producir una hemorragia grave y espontánea. La transfusión de plaquetas puede restaurar la capacidad de coagulación de la sangre. Los factores de la coagulación son las proteínas del plasma que normalmente trabajan con las plaquetas para que la sangre coagule. Si no existiera esta coagulación, la hemorragia no cesaría después de producirse una lesión. Los concentrados de factores de la coagulación de la sangre pueden suministrarse a aquellas personas que padecen una enfermedad hereditaria de la sangre, como la hemofilia o el síndrome de Von Willebrand.

Los factores de coagulación se encuentran en el plasma. El plasma fresco congelado se utiliza en los trastornos de la sangre cuando no se conoce el factor de coagulación que falta o cuando no se dispone del concentrado del mismo. También se usa cuando la hemorragia es causada por una producción insuficiente de factores de coagulación como en el caso de una insuficiencia hepática.

No es frecuente que se realice una transfusión de células blancas para tratar infecciones letales en personas cuyo recuento de glóbulos blancos es muy bajo o cuyos glóbulos blancos funcionan de forma anormal. En estos casos, habitualmente se recetan antibióticos. Ocasionalmente, se administran anticuerpos (inmunoglobulinas), componentes de la sangre que protegen al organismo de algunas enfermedades, para crear inmunidad en personas que han sido expuestas a una enfermedad infecciosa como varicela o hepatitis o en aquellas que presentan una baja cantidad de anticuerpos.

Procedimientos de donación especial

En una transfusión tradicional, una persona dona sangre completa y otra persona la recibe. Sin embargo, este concepto está ampliándose. Según el caso, una persona puede recibir un solo componente sanguíneo, por ejemplo las células o los factores de coagulación. La transfusión sólo de componentes seleccionados hace que el tratamiento sea específico, reduce los riesgos de los efectos colaterales y permite usar los diferentes componentes de una sola unidad de sangre para tratar de manera eficaz a varias personas. En otros casos, una persona puede recibir su propia sangre completa (transfusión autóloga).

Aféresis

En la aféresis, un donante da solamente el componente sanguíneo específico que requiere el receptor, en lugar de sangre completa. Si un receptor necesita plaquetas, se extrae sangre completa del donante y una máquina que separa los componentes de la sangre extrae las plaquetas y devuelve el resto de la sangre al donante. Como los donantes vuelven a recibir la mayoría de su sangre, pueden donar sin riesgo de 8 a 10 veces más plaquetas durante uno de estos procedimientos que las que se podrían recoger si donasen sangre completa una sola vez.

Transfusión autóloga

La transfusión de sangre más segura es aquella en que el donante es también el receptor, ya que elimina el riesgo de las incompatibilidades y de las enfermedades inducidas por la sangre. A veces, cuando un paciente padece una hemorragia o es sometido a intervención quirúrgica, puede recogerse la sangre y ser devuelta al paciente. Es aún más frecuente que la persona done sangre que recibirá después en una transfusión. Por ejemplo, un mes antes de la intervención, una persona puede donar varias unidades de sangre para recibirlas (si fuera necesario) durante o después de aquélla.

Donación directa o designada

Los familiares o amigos pueden donar sangre específicamente unos para otros, siempre y cuando el grupo sanguíneo y el Rh del receptor y del donante sean compatibles. Para algunos receptores, saber quién donó la sangre hace que se sientan mejor, si bien una donación de un familiar o amigo no es necesariamente más segura que la que procede de un desconocido. La sangre de un familiar se trata con radiación para prevenir la enfermedad del injerto contra el receptor, que, aunque poco frecuente, ocurre más a menudo cuando el receptor y el donante están emparentados.

Precauciones y reacciones

Para minimizar los riesgos de una reacción durante la transfusión, los responsables sanitarios toman varias precauciones. Después de comprobar dos veces que la sangre que van a utilizar es compatible con la del receptor, la suministran lentamente, por lo general durante dos horas o más para cada unidad de sangre. Debido a que la mayoría de las reacciones adversas se produce durante los primeros 15 minutos de la transfusión, al principio, el receptor es observado cuidadosamente. Después de esto, una enfermera puede inspeccionar al receptor cada 30 o 45 minutos y, si se presenta una reacción adversa, se detiene la transfusión.

Las reacciones más frecuentes son fiebre y alergias (hipersensibilidad), que ocurre en el uno al dos por ciento de las transfusiones. Los síntomas incluyen picazón, erupciones, inflamación, vértigo, fiebre y dolor de cabeza. Con menos frecuencia aparecen dificultades respiratorias, jadeos y espasmos musculares. No es frecuente que una reacción alérgica sea lo suficientemente grave como para ser peligrosa. Existen tratamientos que permiten practicar transfusiones a personas que previamente padecían reacciones alérgicas.

A pesar de haber comprobado cuidadosamente la compatibilidad de la sangre, aún existen incompatibilidades que ocasionan la destrucción de los glóbulos rojos que se han suministrado poco después de la transfusión (reacción hemolítica). Habitualmente, esta reacción comienza con una sensación de incomodidad general o de ansiedad durante la transfusión o inmediatamente después de la misma. A veces se originan dificultades respiratorias, presión torácica, enrojecimiento y dolor agudo de espalda. Muy raramente, las reacciones se tornan más graves o mortales. El médico puede averiguar si una reacción hemolítica está destruyendo los glóbulos rojos comprobando si la hemoglobina liberada por estas células está presente en la sangre y la orina del paciente.

Los receptores de transfusiones pueden sufrir una sobrecarga de líquido. Los que padecen enfermedades cardíacas son muy vulnerables, por lo que las transfusiones se realizan más lentamente y bajo un control más estricto.

La enfermedad del injerto contra el receptor es una complicación inusual que afecta a las personas cuyo sistema inmune se encuentra dañado principalmente por drogas o enfermedades. En esta enfermedad, los tejidos del receptor (huésped) son atacados por los glóbulos blancos del donante (injerto). Los síntomas incluyen fiebre, presión arterial baja, erupciones, destrucción de tejido y shock.

Copyright ©2005 Merck Sharp & Dohme de España, S.A.Madrid, España. Todos los derechos reservados.

ANEXO Nº 02

(OBSERVACIONES FORMULADAS POR EL COMITÉ DE MEDICOS TESTIGOS DE JEHOVA QUE CUESTIONAN EL USO DE LAS "ALTERNATIVAS" A LA TRANSFUSION SANGUINEA, AQUÍ UNA REVELADORA REPRODUCCION DE SUS ALEGATOS, POR FAVOR, LEAN CON PACIENCIA HASTA EL FINAL DEL TEXTO)

Un Grupo de Miembros del Comité de Enlacecon los Hospitales decide hablar

La Sociedad Watch Tower Bible and Tract ha establecido en la mayor parte de la tierra Comités de Enlace con los Hospitales (CEH) para que ayuden a los Testigos de Jehová a encontrar médicos dispuestos a cooperar en la administración de tratamiento sin sangre. En su trato con el personal médico se encuentran cara a cara con las inconsistencias y discrepancias de la posición de la Sociedad en cuanto al asunto de la sangre. Ellos han solicitado que se publique la siguiente información dirigida a todos los Testigos de Jehová, y en especial al Departamento de Servicios Hospitalarios en Brooklyn, Nueva York. La información resultará interesante para los profesionales legales y médicos.

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Agosto de 1.997

Somos un grupo de hermanos trabajando en el presente en los Comités de Enlace con los Hospitales que operamos en diferentes países y lugares. Hemos podido hablar e intercambiar ideas sobre nuestra asignación, al igual que hemos compartido experiencias sobre el trabajo efectuado. Estamos complacidos puesto que se han alcanzado logros positivos a favor de nuestros hermanos. Muchos que profesan no ser Testigos de Jehová también se han beneficiado de este arreglo.

Es ampliamente conocido, aún por los doctores, que la sangre constituye un tratamiento médico peligroso. En muchas de nuestras presentaciones en diferentes hospitales, con frecuencia escuchamos comentarios que indican claramente que los doctores efectúan su mejor esfuerzo para evitar la utilización de tratamientos que contengan sangre humana. Debe destacarse que estos son comentarios provenientes de doctores que laboran en el campo de la hematología.

No podemos negar el hecho de que los aparatos médicos, al igual que los procedimientos y medicamentos se han desarrollado en una forma impresionante. Esto ha contribuido y se ha constituido en la principal razón para reducir la necesidad de productos sanguíneos. Adicionalmente, existen bastantes compañías que desarrollan productos para incrementar la capacidad de coagulación y para mantener el volumen sanguíneo en el sistema circulatorio. La terapia de Oxigeno Hiperbárico es otra herramienta importante, aunque muchos doctores rehusan su utilización, reconocen su valor en el tratamiento de anemia aguda.

La Sociedad también ha enfatizado el uso de Eritropoyetina, que estimula la producción de células rojas, y en unión con Dextran Hierro, existe evidencia de beneficio mayor y de resultados positivos en el tratamiento de pacientes Testigos.

Puede decirse muchas cosas positivas sobre las terapias alternativas sin utilización de la sangre, nadie niega este hecho. Al mismo tiempo debemos resaltar que si la ciencia médica encontrase un reemplazo para la sangre nuestro trabajo no sería necesario. Sin embargo, en Agosto de 1.997, la sangre continúa siendo un producto valioso para salvar vidas, y a veces, sobrepasamos los beneficios y la importancia de utilizarla. Aún entre miembros del CEH, quienes tienen años de experiencia en su asignación, puede encontrarse una ignorancia total sobre por qué la sangre es utilizada. Estos hermanos han recibido entrenamiento en los Seminarios I y II, y la única cosa que muchos saben acerca de la sangre es que es un tratamiento médico peligroso que debe evitarse. No solo por razones bíblicas, sino porque se cree que es una medicina errónea, y que existen productos alternativos disponibles.

Existe una guía o "regla" que se ha desarrollado entre el personal médico en virtud de la cual se establece que un paciente debe recibir una transfusión si el nivel de hemoglobina cae por debajo de 10, o el hematócrito por debajo de 30. Se conoce como la "Regla 10/30". Muchos doctores hoy se guían por esta regla, y lamentablemente algunos doctores transfunden de manera anticipada a los pacientes sin que exista razón médica de peso. Surge la pregunta sobre qué tan bajo se puede llegar en estos indicadores sin exponer la vida del paciente? Después de los seminarios dictados por tres miembros del Servicio de Información sobre Hospitales para los Testigos de Jehová en Brooklyn, se estableció como costumbre visitar a los hospitales e instituciones médicas. El hermano Major Spry, Director Asociado, y el principal vocero sobre el tema de la sangre en Brooklyn, siempre envían el mensaje en cuanto a que la regla 10/30 es anticuada, y manifiesta que "nosotros la queremos más abajo, mucho más abajo". Usualmente los doctores están de acuerdo en que puede bajarse, pero no debe olvidarse que mucho depende de la edad y condición del paciente". Una persona joven y saludable puede aguantar más que un paciente avanzado en años o cuyo estado de nutrición esté por debajo de los niveles óptimos o normales. Por consiguiente cada paciente debe considerarse de manera individual, y no pude de manera fácil establecerse una política o una regla de tratamiento uniforme.

Aun así, los hermanos en Brooklyn han alcanzado muy buenos resultados en su trabajo. Un ejemplo del progreso alcanzado se describe en la Conferencia: "Manejo de la Sangre, lineamientos para prácticas quirúrgicas" del "Diario Americano de Cirugía" (Volumen 170, No. 6A Suplemento) en Diciembre de 1.995. ("The American Journal of Surgery" Consensus Conference: Blood Management Surgical Practice Guidelines, Volume 170, No. 6A (Suppl) December 1995.) En este documento se proponen 11 políticas para el manejo quirúrgico de la sangre, y de igual manera, propone intervenciones que lograrían el resultado para el cual se estableció cada una de las políticas. "Estas políticas se diseñaron para lograr cuatro resultados clínicos: maximización del envío de oxígeno, minimización efectiva del costo de los riesgos de la transfusión, educación de médicos y pacientes, y manejo apropiado de cirugía especial en pacientes testigos de Jehová".

En el mismo "Diario de Cirugía Americana", pag. 14 existe una sección titulada: "Políticas en el Manejo de la Sangre para Testigos de Jehová". La política 2 ("Blood Management Policies for Jehovah"s Witnesses." Policy 2) establece:

"En general, los Testigos de Jehová rechazan todos los diferentes productos de sangre, y cualquier transfusión autóloga de sangre que ha sido separada del cuerpo. Estas prohibiciones no les impide a los Testigos el aceptar una bomba cardiopulmonar, hemodiálisis, recuperadora de sangre intraoperatoria y reinfusión. Aunque un observador casual no discerniría la diferencia entre estas intervenciones y la sangre autóloga que ha sido separada del cuerpo, los Testigos de Jehová distinguen terapia aceptable de la inaceptable en función de que la sangre continúe siendo parte del sistema circulatorio. En la diálisis y en una bomba cardiopulmonar, la sangre se mantiene como parte de la circulación. Los aparatos de autotransfusión pueden pasar esta prueba si se establece una línea intravenosa entre el aparato recolector y el paciente para mantener un circuito cerrado. La hemodilusión puede modificarse de manera similar."

Los Testigos de Jehová están prestos a aceptar la mayoría de las drogas, tales como dextran hierro, aprotinina, desmopresin, y "sustitutos de sangre" sintéticos, debido a que estos no contienen productos con sangre humana. Los productos basados en hemoglobina son inaceptables para los testigos de Jehová si contienen sangre humana o animal.

Como asunto de conciencia, los Testigos de Jehová pueden aceptar algunos productos que contienen sangre, tales como las inmunoglobulinas. Epoetin alfa, que contiene una pequeña cantidad de albúmina humana, es aceptable para la mayoría de los Testigos de Jehová. Similarmente la albúmina debe rechazarse de manera consciente, cuando se utiliza como expandidor de volumen, sin embargo la "cantidad que contiene el Epoetin alfa es pequeña, y por tanto generalmente aceptable"

¿Qué es la sangre?

Partes: 1, 2
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