Relectura del libro de Rut. Perspectivas: sociológicas, antropológicas y literarias
Enviado por Oscar Joel Contreras
- Introducción
- Enfoque sociológico
- Enfoque antropológico
- Enfoque literario
- Enfoque teológico
- Bibliografía
Introducción
Este libro nos presenta importantes eslabones en la genealogía humana del Señor Jesús. Termina con una breve lista de diez nombres, siendo el último el del rey David. En el primer capítulo del Nuevo Testamento, esos diez nombres ocupan un lugar de honor en la ascendencia del Rey de reyes, pero con la diferencia de que el Espíritu de Dios los asocia a cuatro nombres de mujeres, de las cuales una es Rut la moabita. Llama la atención el hecho de que cada una de esas mujeres estén vinculadas a episodios caracterizados por el pecado y la infamia, haciendo resaltar que "cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia" (Romanos 5:20). Por consiguiente, el libro de Rut es un testimonio de la gracia de Dios que, trece siglos antes de la venida del Rey, aseguraba la línea de la cual tendría que ser descendiente, triunfando sobre todos los desaciertos y fracasos del pueblo y engrandeciéndose al introducir una extranjera —una moabita— en la genealogía del Rey.
Se trata de una historia de amor de otro tiempo, en la cual se mezclan tristeza y gozo, faltas y consagración, vida y muerte, cuyo fin es la llegada del día de las bodas y el nacimiento del heredero.
El libro narra la historia de Elimelec, un hombre de Belén de Judá que emigró con su familia al país de Moab. Su mujer se llamaba Noemí y sus hijos, Quelión y Mahlón. Al morir Elimelec, sus dos hijos se casaron con Orfa y Rut de Moab, respectivamente.
Unos doce años más tarde, murieron también los dos hijos sin dejar descendencia, y entonces Noemí, acompañada de su nuera Rut, regresó a Belén, mientras que Orfa decidió regresar con su familia.Al llegar a Belén, Rut y Noemi no tenían nada, por lo que Rut se puso a trabajar en el campo de Booz, quien era uno de los goeles de la familia de Elimelec. "Goel en la ley hebrea, si un judío se había visto obligado a venderse, por deudas, a un extranjero, venía a ser obligación de un pariente más próximo rescatarlo; (Lv. 25:47) También correspondía al pariente más próximo casarse con la viuda sin hijos del fallecido (Rut 3:13) " L.S. Charter Teología Sistemática 1974. Como otro goel no estuvo dispuesto a casarse con Rut, ese deber le correspondió Booz, que ya se había sentido atraído por la moabita. De este matrimonio nació un hijo, Obed, que más tarde sería abuelo del rey David. Así, Rut ingresa por sus propias virtudes en la religión judía.
El autor del libro de Rut algunos teólogos concluyen que fue Samuel, pero a ciencia cierta no se sabe.
Por el contenido del libro de Rut se asume que el relato ocurrió después de la coronación David, pues al final del libro se encuentra su genealogía. "El hecho de que no se mencione a Salomón concluye a muchos teólogos de que debe ser fechado antes del reinado de éste. Sin embargo la fecha de su escritura es incierta, considerablemente esta entre 1,011 y 931 A.C. anterior al exilio a Babilonia, cuando Israel sostenía relaciones amistosas con Moab (1 Samuel 22:3-5)" (T.E.L.L., Grand Rapids 1977).
El género literario del libro de Rut es etiológico, porque explica el porqué del cómo de algo. El porqué es que siendo Rut una persona humilde y gentil; fue elegida por la gracia de Dios para ser parte de la genealogía de Jesucristo. El cómo es lo que Dios hiso al enviarnos a su hijo para redimirnos de la condenación eterna, en que siendo gentiles y pecadores tuvo compasión y eligió dar su vida en la crucifixión para que fuéramos salvos.
El tema que se aborda en el libro de Rut es la del pariente-redentor: Booz, un pariente de Ruth en el lado de su marido, se actúe en su deber como se indica en la ley mosaica para redimir a un pariente pobre de sus circunstancias (Levítico 25:47-49). Este escenario se repite por Cristo que nos redime, el espiritualmente empobrecida, de la esclavitud del pecado. Nuestro Padre envió a su Hijo unigénito en la cruz para que nosotros pudiéramos ser hijos de Dios de Dios y hermanos en Cristo. Al ser nuestro redentor nos hace sus parientes.
La función retórica de Rut es provocar a todos los lectores a tener confianza en Dios en cualquier circunstancia de la vida, Él tiene el control de todo lo que nos pasa, con Noemí: su escases, su viudez y su desdicha fueron compensados al final de su vida. Un período de hambre es un período de prueba para el creyente. El hambre es una prueba de nuestra fe. Elimelec habitaba en el país que Dios había asignado a Israel. Allí se encontraban el tabernáculo, los sacerdotes y el altar, pero en los caminos gubernamentales de Dios, el hambre también. Para Elimelec la prueba consistía en esto: ¿podría poner su confianza en Dios durante el tiempo de hambre y permanecer en el camino trazado por Dios a pesar de ello? Desgraciadamente, este hombre de Belén no estuvo a la altura de la prueba. Deseaba habitar en el país elegido por Dios separado de las naciones de alrededor durante los tiempos de abundancia, pero, bajo la presión del hambre, lo abandonó.
Siendo cualquier eventualidad que asecha nuestra vida, Dios es fiel y nos bendecirá y nos protegerá. La soberanía de nuestro gran Dios se ve claramente en la historia de Rut. Él la guió en cada paso del camino de convertirse en su hija y cumplir con su plan para a convertirse en un antepasado de Jesucristo (Mateo 1:5 ). De la misma manera, tenemos seguridad de que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Al igual que Noemí y Rut confiado en él para proveer para ellos, por lo que debe.
Vemos en Rut un ejemplo de la mujer virtuosa de Proverbios 31. Además de ser entregada a su familia ( Ruth 1:15-18 , Proverbios 31:10-12) y fielmente depende de Dios ( Rut 2:12 , Proverbios 31:30), vemos en Rut a una mujer de palabra santa. Sus palabras son cariñosas, amables y respetuosas, tanto con Noemí y Booz. La mujer virtuosa de Proverbios 31 "abre su boca con sabiduría, y en su lengua es la ley de clemencia" (v. 26). Podríamos buscar muy lejos para encontrar a una mujer hoy en día como digno de ser nuestro modelo como Rut.
Esquema del contenido del libro de Rut:
1. La familia de Elimelec en Moab (1.1–5)
2. Noemí regresa con Rut a Belén (1.6–22)
3. Rut en el campo de Booz (2.1–23)
4. Booz se fija en Rut (3.1–18)
5. Booz toma a Rut por esposa (4.1–17)
6. Los antepasados del rey David (4.18–22)
Significado de los nombres de los personajes del libro de Rut
Nombre | Relación Familiar | Significado | ||
Elimelec | Esposo de Noemí | Mi Dios es rey | ||
Mahlón | Esposo de Orfá | Languidez | ||
Noemí | Esposa de Elimelec | Mi dulzura | ||
Noemí / Mara | Viuda de Elimelec | La amarga | ||
Orfa | Esposa de Majlón | La que vuelve la espalda | ||
Quelión | Esposo de Rut | Consunción | ||
Rut | Nuera de Noemí | La compañera |
Enfoque sociológico:
En Israel carecía en ocasiones un status social muy bajo debido a las condiciones geográficas y climáticas, debido a la hambruna Elimelec con su familia tuvo que emigrar a Moab para su sostén familiar. Después de la muerte de Elimelec y sus hijos Noemí negocia con sus nueras con un hijo sin que les hubiera parido. (Rut 1:11-14) La edad en ese tiempo no era un obstáculo para el matrimonio en la cultura mediterránea. Los ancianos se podían casar con jóvenes.
Los padres tomaban las decisiones de con quién se casarían sus hijos, e incluso estando los hijos en plena niñez ellos tomaban las decisiones y los daban en matrimonio cuando ya eran jóvenes. Al estar en Jerusalén; Noemí le da la clave para casarse, le da instrucciones que debía de hacer para, con quien, cuando y porqué. (Rut 3:1-5)
El Libro de Rut, a través de las figuras de las dos mujeres nos habla de la posibilidad de ese cambio a través de la aceptación de la desposesión personal. Se observa en el Libro que es precisamente la humildad, la aceptación y la disponibilidad la que le dan la grandeza a Rut.
El lado femenino del Libro de Rut describe el arquetipo de la madre sabia, en la figura de Noemí; la figura que sabe aceptar las contradicciones y el dolor de la vida y sus polaridades. De llamarse mi dulzura, pasa a llamarse Mará, amargura, pues son muchas las pérdidas que ha tenido que soportar esta mujer. Al entrar en Belén, su ciudad natal, Noemí cambia su nombre: "no me llaméis más Noemí (mi dulzura), llamadme Mará (la amarga) porque de amargura me ha llenado Sadday (Yahvé)" (Rut 1:20). Comúnmente en la cultura se cambiaban nombre por su condición social o emocional en la que se encontraban.
Enfoque Antropológico:
El apóstol Pablo cita el Antiguo Testamento y a filósofos griegos; Filipenses 4. Éste capítulo fue un himno en el tiempo de Pablo; sin embargo consta de 40 palabras dichas por él. Esto se llama MIDRAS que en la hermenéutica hebrea cuando toman una cita del Antiguo Testamento los escritores lo trasladaban al Nuevo Testamento. El libro de Rut hace Midras de la ley del levirato.
"La ley del levirato o simplemente el levirato es un tipo de matrimonio en el cual una mujer viuda que no ha tenido hijos se debe casar (obligatoriamente) con uno de los hermanos de su fallecido esposo. Para continuar la línea sucesoria y la descendencia familiar, el nombre del primer varón de esta nueva unión ha de ser el mismo que el correspondiente al difunto, y heredará sus bienes.
El matrimonio por levirato se ha realizado en sociedades con fuerte estructura de clanes en los que se ha prohibido el matrimonio exogámico, es decir fuera del clan. Ha sido tradicionalmente habitual en los pueblos panyabíes, jats, israelitas,hunos (chinos xiongnu, hsiong-nu, etcétera), mongoles y tibetanos." The Caspian Gate, Dagestan, Makhachkala 1995, p.212
Noemí decide que era tiempo de buscar marido para Rut y la instruye para que busque una posible decisión de parte de Booz. Rut cumple las instrucciones de su suegra ("Haré todo lo que tú me mandes"). Mientras Booz dormía "a un lado del montón" de granos, Rut vino "y le descubrió los pies y se acostó". Al despertar Booz "a la medianoche" y preguntar quién estaba allí, la moabita se identificó y le dijo: "Extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano". Se trataba de una petición a que Booz cumpliera con la costumbre del levirato (Dt. 25:5–6).
Cuando Rut dice: "… extiende el borde de tu capa sobre tu sierva"; ocurre eufemismo, es decir, recíbeme en matrimonio. (Rut 3:9)
Booz se alegra por lo que Rut había hecho, "no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres y ricos", pero le indica que había un "pariente más cercano" que él. Le pide que espere y la despide con alimentos. Rut vuelve a su casa y lo cuenta todo a Noemí, quien dice: "… aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy" (Rt. 3:1–18).
Booz busca la oportunidad de juntarse con el otro pariente y le propone que adquiera las tierras de Elimelec. El pariente acepta. Pero entonces Booz le aclara que con las tierras iba incluido el deber de casarse con Rut, ante lo cual el otro decide renunciar a su derecho a las tierras. Mediante una ceremonia tradicional que consistía en la entrega del zapato como señal de la transacción, Booz quedó con los derechos sucesorales de Elimelec en presencia de testigos, tomó las tierras y casó con "Rut la moabita… para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad".
El pariente que era capaz de redimir tenía que reunir ciertos requisitos:
· Él debe ser un pariente cercano.
· Él debe estar deseoso de redimir.
· Él debe tener la habilidad de redimir.
· Él debe ser libre por sí mismo.
· Él debe tener el precio de redención.
Booz tenía todos estos requisitos para Rut. Jesús hecho hombre tenía todos estos requisitos como el redentor de la humanidad pecadora.
En el libro de Rut, se ve reflejado el modelo de tres zonas: intenciones, expresiones y acciones; lo que se le conoce como ser integral. Noemí para Booz representa acciones; Booz decidió dar el zapato para redimirlas.
Honor y vergüenza son los valores principales de la cultura mediterránea. Rut y Booz pasaron la noche juntos en la era y al amanecer le dio indicaciones a Rut que se levantara temprano y se fuera; él dijo: "no se sepa que vino mujer a la era". Si se supiera entonces Rut atraería vergüenza para sí misma.
El sistema patriarcal, es el sistema en que la familia se ve gobernada por el hombre. El gobierno patrilocal, es el gobierno en la casa del padre. El hombre de la casa representaba el honor en funciones del sexo; mientras tanto la mujer y los hijos representaban según sus acciones a la vergüenza.
El pensamiento colectivo se ve reflejado mediante una mentalidad diálica en el libro de Rut; Cuando Noemí decide volver a Jerusalén les dice a sus nueras: "vuélvanse a casar, regresen a su tierra y a sus dioses". Pero Rut y Orfa contestaron: "ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo". Rut 1:8-10
Enfoque literario:
Palabras claves: Redimir, pariente, Noemí y Rut.
El método literario usado en el libro de Rut es: histórico narrativo. Relata una historia de amor desde su inicio hasta su final. Pertenece a las narraciones didácticas, es decir, son ficciones literarias con fines didácticos. Pretenden enseñar, exhortar y animar a los lectores
Principios para la interpretación de las narraciones bíblicas:
1. Una narración del Antiguo Testamento, por lo general no enseña directamente una doctrina.
2. Una narración del Antiguo Testamento usualmente ilustra una doctrina que se enseña con proposiciones en otra parte.
3. Las narraciones informan lo que pasó, no necesariamente lo que debió haber pasado, ni lo que debe pasar todo el tiempo. Por lo tanto, no todas las narraciones tienen una aplicación moral identificable.
4. Lo que los personajes de las narraciones hacen no es necesariamente un buen ejemplo para nosotros. Con frecuencia es precisamente lo opuesto.
5. La mayoría de los personajes de las narraciones del Antiguo Testamento y sus acciones son imperfectos. Los narraciones del Antiguo Testamento: Su uso apropiado 71
6. No siempre se nos dice al final de una narración si lo que ocurrió era malo o bueno. Se espera que podamos juzgar bien con lo que Dios ya nos ha enseñado directa y categóricamente en la Escritura.
7. Todas las narraciones son selectivas e incompletas. No siempre se dan todos los detalles pertinentes (Juan 21:25). Lo que aparece en la narración es todo lo que el autor inspirado pensó que era importante que nosotros supiéramos.
8. Las narraciones no se han escrito como soluciones a todas las cuestiones teológicas.
Tienen propósitos limitados, específicos y particulares y tratan ciertos asuntos, dejando otros para que sean tratados en otro lugar, de otro modo.
9. Las narraciones pueden enseñar explícitamente (afirmando algo con claridad) o implícitamente (implicando algo con claridad, pero sin declararlo).
10. En todos los casos, Dios es siempre el héroe de las narraciones bíblicas.
"Cuando los movimientos en el espacio, el tiempo y las circunstancias se corresponden de alguna forma, resulta una armonía que satisface el sentido artístico del lector así como también ayuda a abrir las puertas hacia el entendimiento. El autor de Rut evita que sus lectores se distraigan del punto central de la historia: el pasaje sobre Noemí desde la vacuidad hacia la plenitud y los actos desprendidos de Rut y Booz. Ese pasaje, o restauración, primero toma lugar en conexión con su retorno de Moab hacia la tierra prometida y hacia Belén ("casa de pan"; 1:1). Luego continúa con la estación de la cosecha, durante la cual se recoge la vendimia completa. Todos los aspectos de la historia mantienen la atención del lector enfocada en el tema principal. La consideración que se les dé a estos y otros aspectos literarios ayudarán a comprender el libro de Rut." (BIblia de Estudio NVI. p. 382)
Enfoque teológico:
La historia, escenificada sobre todo en la pequeña aldea de Belén de Judá, está contada en términos de la vida diaria de gentes sencillas y de noble corazón. Frente al rigor de las concepciones étnicas sustentadas por el pueblo de Israel recién implantado en Canaán —entre ellas, la oposición a la unión de judío y extranjera (cf. Esd 9–10; Neh 13.23–27), Rut ofrece un panorama abierto a la amistad y a la relación pacífica con el forastero.
Muy lejos del punto de vista de este relato queda cualquier forma de racismo o de nacionalismo cerrado. La narración es como un puente tendido en el A.T. hacia el mensaje del N.T., hacia la predicación cristiana de la igualdad de todos los seres humanos ante los ojos de Dios (Dt 23.3, 6 con Mt 28.16–20; Hch 1.8). Es un puente afirmado sobre una constancia histórica: la genealogía que se inicia en Rut la moabita y que llevará finalmente al nacimiento de Jesús. (Mt 1.5). Así, con su presencia en el A.T., Rut prefigura, en dimensión profética, el valor universal de la obra redentora de Jesucristo.
Por lo menos siete temas teológicos principales emergen en Rut. En primer lugar, Rut ilustra que el plan redentor de Dios se extendía más allá de los judíos a los gentiles (Rut 2:12).
En segundo lugar, Rut demuestra que las mujeres con coherederas con los hombre de la gracia de la salvación de Dios (Gá 3:28). En tercer lugar, Rut retrata a la mujer virtuosa de Proverbios 31:10 (Rut 3:11). En cuarto lugar, Rut describe la soberanía de Dios (Rut 1:16; 4:13) y su cuidado providencial (Rut 2:3) de personas al parecer no importantes en momentos que se ven insignificantes y que más adelante resultan monumentalmente cruciales para cumplir la voluntad de Dios. En quinto lugar, Rut junto con Tamar (Gn 38), Rahab (Jos 2) y Betsabé (2S 11, 12) son parte de la genealogía de la línea mesiánica (Rut 4:17, 22; Mt 1:5). En sexto lugar, Booz, como un tipo de Cristo, se convierte en el pariente-redentor de Rut (Rut 4:1-12). Finalmente, el derecho de David (y por lo tanto el derecho de Cristo) al trono de Israel es rastreado de regreso hasta Judá (Rut 4:18-22; Gn 49:8-12)
Bibliografía:
· Reina-Valera Rv.1960
· Reina-Valera 1995—Edición de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
· La Biblia de Referencia Thompson, Versión Reina-Valera 1960, Referencia Temática # 4214
· The Caspian Gate, Dagestan, Makhachkala 1995, p.212
· (T.E.L.L., Grand Rapids 1977).
· Lockward, A. (2003). Nuevo diccionario de la Biblia. (página 901).
· Rut la humilde y heroína, Agustín Farra 2010
· El libro de Rut, H. Smith 2005
· Aportaciones de las páginas web:
· http://www.monografias.com/trabajos88/ruth-humilde-heroina/ruth-humilde- heroina
· http://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Rut#Prop.C3.B3sito
· http://www.indubiblia.org/
· http://elreyyaviene.zxq.net/rut.htm
· http://elreyyaviene.zxq.net/rut.htm
· http://www.creced.ch/index.php/creced/2005/6-no1/201-crecer-en-la-gracia-el-libro-de- rut
Rut
Reina-Valera 1960 (RVR1960) Rut y Noemí
1 Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.
2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.
3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,
4 los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años.
5 Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.
6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.
7 Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.
8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.
9 Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron,
10 y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo.
11 Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos?
12 Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos,
13 ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.
14 Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.
15 Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.
16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.
18 Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.
19 Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?
20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí,[a] sino llamadme Mara;[b] porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.
21 Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
22 Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.
Rut recoge espigas en el campo de Booz
2 Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz.
2 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.
3 Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.
4 Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga.
5 Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven?
6 Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab;
7 y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento.
8 Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas.
9 Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados.
10 Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera?
11 Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes.
12 Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.
13 Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas.
14 Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre.
Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró.
15 Luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis;
16 y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis.
17 Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada.
18 Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio.
19 Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido.
Y contó ella a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.
20 Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos.
21 Y Rut la moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega.
22 Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo.
23 Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra.
Rut y Booz en la era
3 Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?
2 ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas.
3 Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.
4 Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
5 Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.
6 Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.
8 Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies.
9 Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.
10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos.
11 Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.
12 Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo.
13 Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana.
14 Y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era.
15 Después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad.
16 Y cuando llegó a donde estaba su suegra, ésta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ella todo lo que con aquel varón le había acontecido.
17 Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos vacías.
18 Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.
Booz se casa con Rut
4 Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.
2 Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
3 Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec.
4 Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.
5 Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión.
6 Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.
7 Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.
8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato.
9 Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón.
10 Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.
11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos.
Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.
12 Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová.
13 Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo.
14 Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel;
15 el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.
16 Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya.
17 Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.
18 Estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón,
19 Hezrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab,
20 Aminadab engendró a Naasón, y Naasón engendró a Salmón,
21 Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed,
22 Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.
Autor:
Oscar Joel Contreras Rojas
M. Th. Samuel González
Seminario Superior Educativo Teológico Interdenominacional Convenio con Seminario Bíblico Teológico De La Profecía Maestría en Sagrada Teología
Metodología de la Investigación Teológica
12 de Marzo de 2014