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Del mito al poeta Kuraiem a través del amor

Enviado por Marta Goddio


Partes: 1, 2

  1. Poemas traducidos al italiano
  2. Del mito al poeta Kuraiem a través del amor
  3. Epílogo
  4. Biografía
  5. Nota final

Carlos Kuraiem / Poemas de amor (2009-2012)

EL HILO DE ARIADNA

Epigrama

Lírica

Ella quería ser lo que pensaba

El corazón sabe

Estudié quererla y reprobé

Ángulo invertido

Precipitaciones

La canción es la canción y la poesía es para otra gente

Redoble

Me cansé de ella

Película

Rémora

El hermoso Campeador

El hilo de Ariadna

 

POBLADO DE ELLA

Poblado de ella

Vestido exquisito

Teseo

Oda a mi mano

Todo es bluff

Canto a Silbán

Nido

Poema incorpóreo

Ecuaciones del amor

Raro amor

Naufragios

Sinergia del cuerpo y el alma

¿Por qué no probar cambiarse el cuerpo?

Reparto mis pedazos

 

UN RÍO NOS SEPARA

(Prosa poética)

Un río nos separa

Victoria Regia

Mise en abyme (inédito)

El beso

La cartonera

¡Ay Carlos!

Otros poemas

La Canción del Borracho

Una mesa fundada con el amor de los dos

Diálogos con ella

La rama inquebrantable –elegía-

Poemas traducidos al italiano

Epigramma

Lei voleva diventare quello che pensava

La canzone e" canzone e la poesía e" per altre persone

Remora

Il ramo incrollabile –elegia-

Epílogo

Prof. Marta Goddio

Biografía

Nota final

edu.red

Del mito al poeta Kuraiem a través del amor

El amor es un sentimiento fundacional en el hombre y sobre él se han escrito las páginas más bellas de la literatura de todos los tiempos. De los sumerios o del bíblico Cantar de los Cantares a nuestro presente, no hay lugar ni época que no nos hayan dejado una expresión notable y bella de este sentimiento. Pudo ser este libro de Kuraiem, un poemario persa o hindú, o quizás, pudo estar compuesto para haber sido acompañado con el sonido de los crótalos árabes, o ser parte del Cancionero de Juan de la Encina, o de los Madrigales del Marqués de Santillana, o estar incluido entre los audaces versos del Arcipreste de Hita. Tal vez pudo ser un cuestionamiento del romancero eterno, o un decidido planteo romántico. Por qué no una manifestación de las vanguardias… Cómo saberlo si hay un poeta cuyo amor vibra en los versos, si hay un alma que padece el abandono, el desamor, la ausencia.

Quizás pudieron movilizar estos sentimientos los versos homéricos o acompañar en su viaje a Dante por el Infierno, probablemente con esta misma pasión se construyeron la cuna o la mesa de Pedroni, o se escribió la Canción desesperada de Neruda, pero son nuestros estos Poemas de amor porque pertenecen a nuestro presente y a nuestro poeta.

Curiosa costumbre la de los hombres actuales de no apreciar con mirada futura los méritos de un poema de hoy. María Luisa Olsen decía que debían pasar 50 años para tener la verdadera perspectiva que nos permitiera valorar una obra debidamente. Muchos de nosotros ya no tendremos esos tiempos.

Pienso que lo que me emociona hoy en este libro me conmoverá siempre. Creo que lo que encuentro acertado hoy será acertado para mí siempre. Siento que aquello con lo que me identifico hoy me servirá para identificarme siempre. Imposible cambiar la sensibilidad.

Tal vez nos encuentren estos poemas como lectores en situaciones personales muy distintas, pero será difícil que nos resulten indiferentes un corazón que reclama a gritos, un alma que se deshace en lamentos, un espíritu desconcertado que busca caminos, un ser que se multiplica en funciones y tareas para suplantar a la amada ausente, un hombre dispuesto a renacer en la certeza de que lo ha intentado todo.

Si hemos tenido la fortuna de gozar del amor también hemos tenido la desgracia de padecer los sufrimientos que la entrega al ser amado trae aparejados. En este terreno movedizo el "para siempre" no es válido y la vida con sus artilugios se encarga de modificar nuestros deseos e intenciones. La culpa no existe. Sólo el desacierto de una elección desafortunada. Pero cómo saberlo cuando estamos enamorados. Sólo el tiempo que transcurre inexorablemente nos pondrá ante las circunstancias que someten nuestro amor a pruebas, a veces imposibles de superar. Hay siempre un otro, al que amamos y sentimos igual a nosotros mismos, que tiene su propia estructura, su propio yo, su propia identidad; un otro que cambia a un ritmo diferente del nuestro, que no es ni mejor ni peor, sólo distinto, y que torna imposible nuestro compartido sueño de amor de otro momento y otras circunstancias de la historia común de amor de los dos.

Así como en el mito de Ariadna y de Teseo se entrecruzan el enamoramiento, la ira, el abandono, la traición, el dolor, la belleza, la tentación, el deseo, la unión, así en este poemario se enredan los hilos del amor, se tejen y destejen en poemas y en prosas poéticas de profunda naturalidad y espontánea riqueza.

¿Quién es ese poeta que ha quedado solo? ¿Quién es el que recuerda, evoca, implora, busca las formas de volver a enamorar? ¿Quién el que se humilla, se aferra a un pasado ilusorio, se compromete con proyectos nuevos? ¿De quién es la voz que aúlla, que lamenta, que grita? ¿Quién es el que no entiende ni acepta la realidad impensada que se le presenta ante los ojos?

El que puso la mesa, el que regó las plantas, el que atendió a los hijos, el que buscó por el camino de la fe y la esperanza, el que se vistió de amante, el que intentó seducir y amó con el cuerpo y con el alma… ¿De quién hablamos? De Carlos Kuraiem.

Si dejamos a un lado el sentimiento mismo que genera la expresión que es su medio de exteriorización, y echamos una mirada al cómo se manifiesta nuestro poeta que ama, si contemplamos los signos y el bello y curioso orden a que los somete, podremos decir que estamos frente a una hermosa y sentida obra de poesía amorosa, que se puede incluir sin dudas en la nómina de las más reconocidas antologías de Poemas de Amor.

El hilo de Ariadna

***

epigrama

ahora que me dejaste

prometo no reírme de los poemas de amor

***

lírica

todo lo hacés bien y cantando

como si no tuvieras que cargar

con el peso de un hombre a tus espaldas

o como si llamaras a otro con tu canto

***

ella quería ser lo que pensaba

ella se enamoró clandestinamente, desnudó su cuerpo tocado por nadie, su vestido rosa se desvaneció en su boca; abrió las piernas, se regaló sola, palpó la dicha, como loca furiosa se puso a galopar subida a mi cintura

ella se convirtió en su pensamiento, ella quería ser lo que pensaba. Un día dijo "quiero vivir otras experiencias", desamarró su vida de la vida y enterró en el jardín el amor que ya no sentía junto a elfos, gnomos y hadas

ella soñó -mientras leía – que una idea la alojaba escuchó una voz que le latía adentro: "la poesía es pensamiento", susurró, le contó a sus amigas, ella quiso ser un verso de un poema suyo ella quería vivir lo que pensaba

***

el corazón sabe

no está el sonido de los besos

no cruje el catre en sus caderas

ni se desata el deseo

no nos enjabonamos juntos

no comemos algo y salimos

entrelazando las manos

el corazón sabe

el día no habla

la noche no ve

las horas decantan

la casa cierra sus puertas

¿cómo remontar este desgano?

la vida no va contra nosotros

***

estudié quererla y reprobé

en el repliegue de mis fuerzas

en esta arremetida

en que indago los ciegos por qué

donde ya no la conozco

y ella, seguramente, me desconoce;

digiero la dolorosa verdad del ya fue

me corro del lugar donde me dejó

antes que pase algo peor

que ser macho insuficiente solo

canto solo

me pongo a leer solo

y melancólico

un libro,

aprendo a estar solo

sin ella

***

ángulo invertido

me desprendo

del polvo de su voz

desordeno el mundo

que puse en su mano

y lo pateo

***

precipitaciones

precipita noviembre

gordos goterones

que alivian la noche

declina nuestro amor

se diluye por la alcantarilla

en esta triste ciudad

por donde hasta ayer

paseaba mi alegría

deseada es la lluvia

el vientito que cruza

entre nosotros

y acaricia el sueño

de nuestro hijo grande

que todo el día

repartió cartas bajo el sol

te deseo como a esa lluvia

o vientito fresco

antes con la tormenta

eran tus muslos entre mis dientes

la punta de tu lengua

lamiendo mi mano

noviembre precipita su final

no alivia con su lluvia

las doce en el reloj

las palabras se vuelven silencio

y los cuerpos resguardados

imposible cerrar los ojos

no pensar

ella en una orilla

yo en la otra

***

la canción es la canción

y la poesía es para otra gente

sé leer en tus ojos y verme solo

prender un cigarro a mi silencio

morir de mis heridas

sé colgarme la guitarra

esconderme en un libro

y cantar

supe envolverte con palabras

vivir en el hueco de tu mano

y otras cosas que olvidé

sé salir del desorden de mi vida

caminar por la vereda de los duendes

y esperarte llegar

sé darle de comer al poeta

versos magros

mentir con la verdad

***

redoble

la luz del poema y sus besos

la voz del tacto y sus palabras

el silencio del río y sus manos

el sueño de las constelaciones y los hijos

el deseo subconsciente y su cuerpo

el soplo del viento y la vida

el aire de la idea y su imagen

la soledad del paisaje y su mirada

el vacío en el pecho y su amor

el ultraje de los años y esta hora

***

me cansé de ella

me canso del sonido monótono de mi voz

de los ladridos del Jagger

de Lucho que no deja de hablar

de abrir mi corazón para que entren todos

me canso del paso

de los camiones Darritchón

que hacen temblar el edificio

(Doña Rosa descansa para siempre)

del timbre que suena por error

me cansé de ella

que se cansó primero de mí

apago el mísero

campanilleo de mis llaves

para sentir el último rumor del hogar

mis hijos tararean canciones

la poesía aletea en las hojas de un libro

***

película

son días sin olvido ni consuelo

podré decir y desdecirme

cuantas veces quiera

componiendo versos

extrañaré las tijeras de sus piernas

darle mordiscos

y conversar del sufrimiento

como en una película

con saltos y roturas

acercaré y alejaré su imagen

retrocederé y adelantaré

cada secuencia

de nuestra historia de amor

antes del desenlace

pondré una pausa de años

y me sentaré a esperar

pensando

cómo podría cambiar

este final

***

rémora

soga aire caminito

no dobles (o sí)

seguí no acabes en pañuelo (o sí)

en declive en revés

en callejón sin salida

la vida es una cuadra larga y sola

raras mariposas

se despegan de ella

algún día les contaré

la historia de Gilgamesh

el rey que no quería morir

hoy no

miro mi camisa vaciada de mí

colgando de un clavo

juego a enhebrar el día

con una estrella puntiaguda

mis manos dos madres

alimentan peinan

limpian cuidan acarician

no abandonan

dicen que me vieron

irreconocible

añoche soñé

con la mujer del cabello

color arena

de la novela de Orwell

me ato y me desato

llueve

saco una mano fuera del poema

toco la piel del agua

el cielo lleno de charcos

la calle de nubes y barcos

encallados flotando

surcando el ancho río

el líquido espeso inútil

de las lágrimas

mi cuerpo tallado

en el mascarón de proa

brumas caminito

no dobles (o sí)

seguí no acabes en pañuelo

***

el hermoso Campeador

en invierno respiro

con los árboles

la noche y las piedras

acampan junto a mí

vacía cueva los brazos

enroscados

en dignísima soledad

queso aceitunas y vino

el alimento del guerrero

ninfas aéreas

me rodean con sus alas

puedo contarles

la vez que el amor

golpeó a mi puerta

***

el hilo de Ariadna

sé que no puedo olvidar

pero seré olvidado

sé que nací para unir

y seré abandonado

sé que cada día me invento

una muerte diferente

este hilo de Ariadna

se hace interminable

***

Poblado de ella

***

poblado de ella

de tan triste estoy alegre

fui en tren a Bahía

volví a caballo con ella

de campo inmenso vestido

iluminado de ciudad

florecido perfumo

disfruto

leyendo me pulverizo

escribiendo me desmantelo

despierto sueño

robé todas las palabras

y estoy tranquilo

silente

traspasado de nada aún canto

acciono

manoteo

guiño

braceo como puedo

indico

delibero

aúllo

me aloco

quiero

poblado de su amor

ando desnudo

río con todo el cuerpo

***

vestido exquisito

violeta lila turquesa amarillo verde negro carmín salmón celeste

sobre la flor bordada

mostacillas… una mujer adentro

***

Teseo

milito la aurora con mi ejército de pájaros

y una guía de vid echada al suelo

me sale al paso como una mujer abierta

de par en par inquieta, movediza,

bajo las manos de mi amor;

como la abeja zumbona

y malhumorada, libo las flores

que la naturaleza derrocha

***

Oda a mi mano

mi mano se quedó más sola le falta la mano de ella su fuerte apretón antes de soltarnos

qué cuerpo más hermoso extravió mi cuerpo nos acoplábamos y ardíamos en el mismo fuego ¿la perdí mientras corría distraído jugando con el viento?

mi mano enamorada de su mano junta flores colores risas y un pedacito de cielo siempre vuelve su imagen es un filoso hachazo partiendo en dos mi pensamiento

mano que vas sola escribiendo y contemplando el balanceo de tu propio peso para que descanses te levanto y te pongo contra mi pecho sobre el pañuelo doblado de mi bolsillo izquierdo antes de que la noche suelte sobre las arboledas su pálido destello

mendiga el aire la caricia el saludo el beso el amor que ayer le sobraban cae desmayada en cualquier banco y todo lo que toca le parece nada

le pide una palabra a la poesía y no le alcanza se cierra en un puño impotente implora por torcer las líneas de su encrucijada sufre atada a su tronco tiembla no puede ni siquiera dormirse en esa silla desprolija junto a las sucias y gastadas servilletas

alerta activa nerviosa despabilada es llama votiva en la hornalla de cocina cuando los hijos vuelven cantando alegres despatarrada mano los abraza

como pan de ayer soy el enamorado la flor de tu mano fruto que se pudre indefenso

***

todo es bluff

amor, no me enseñes

a matarte dentro de mí (o sí)

no seas una herida

del otro lado no hay nada

la vida es un reclamo

ave amaestrada

que con su canto nos atrae

pecho mío traicionado

torturado desvelado

la mañana huele

a manzanas con azúcar

escribo

con el rompecabezas

de su cuerpo

que se volvió intangible

y no era

hacer un poema (o sí)

lo que buscaba

pero una cosa

trae la otra

y todo es bluff

hay palabras

dentro de las palabras

otra mujer posible

en cada mujer

igual que esas muñecas

que el cuidador de rebaños

tallaba…

o será el abrazo abrazo

de Carlos cuando abraza

amor no me enseñes

a matarte dentro de mí (o sí)

no seas gran herida

inapresable voz

***

Canto a Silbán

fulgor solcito amigo

no te apagues (o sí)

no seas húmedo mineral

más témpano que lava

tristísimo el día

que no alcanza

para encender un amor

cuerpo mío ungido

adorado removido

maltratado

yo nunca fui frío

canto a Silbán

el gigante enamorado

despechado

que se lamenta

en su guarida de piedra caliza

oigo el "no te olvides de mí"

de mi madre

que miraba el Adriático

azul lejano

cuando seas tímida

moribunda llamita

a punto de extinguirse

te daré mi luz

y arderemos juntos

lo prometo

fulgor solcito poema

no vayas a declinar (o sí)

no te apagues

todavía no termino conmigo

***

nido

no mirarte

es un día perdido

no tocarte

un abismo de manos

no hablarte

morir atragantado

por las palabras

solo una cosa duele

la indiferencia

de las estaciones

***

poema incorpóreo

si soy un ladrón de palabras y el día hocico frío se mete en mi cama pide calor y se va

de vos qué puedo esperar ?

sos dura cruel argenta amarga vidriosa materialista autoritaria ética mala

sos el arcoiris

sos tierna ardiente carnívora obsesiva conmigo te desnudás

sos la poesía

sos mentirosa arpía imprevisible escindida de amar ciertos olores esos rincones donde te sentás a leer y fumar

sos inflamable

si causo tu rabia si te exprimo te amaso si me ato a tu locura y por vos me dejo arrastrar

no lo puedo evitar

si fui el cazador y vos la presa y ahora esquivo tu manera de herir y confrontar

llamalo amor o destino algo será

sos de quejarte sollozar reírte de mi seriedad

si soy este cuerpo gastado oprimido golpeado escarmentado prendado descartado crucificado

abatido consumado

por qué no me cuidás?

si pudiéramos rebobinar el tiempo al día en que nos conocimos

te volverías a enamorar?

si me ves lamiendo el espejo donde te arreglabas sencilla

de qué te asombrás?

sos traumática analítica maliciosa asmática narigona lunática amarga emblemática promiscua peligrosa psicopática

la más triste que vi

sos gritona despistada temeraria atrevida malpensada posesiva lógica solitaria

la más libre eso sí

sos todo lo que afirma y malea mi carácter problemática fría de frialdad

ayer dulce y cariñosa, hoy nada

una creída intelectual

si tu mano desabrocha mi bragueta en hermoso ritual y ¡soy tu perra! decís

crees que eso te puede redimir?

si soy decidor astuto embrollón sarcástico calculador desconsiderado tramposo aprovechado

lo juro fui inocente en tus manos

***

ecuaciones del amor

la seguí en la luz atardecida

convertido en un animal celoso

avaro loco egoísta

y ella en una mujer sola

frágil y poderosa

su pelo se incendiaba

en un resplandor

estigmatizando el cielo

y agriando el vino de Dios

me paré viendo

cómo se alejaba

-así imaginó Einstein

las ecuaciones del amor?-

desafiante

armada con nada

dispersa segura

los brazos olvidados

en la ternura del aire

comprendí

que a igual distancia

igual se sufre

la decisión

pesa en la mochila

me sentí ajeno

despedido de su vida

me alejé

a la misma velocidad

y perdí de vista

la rauda curva de su espalda

***

raro amor

ningún camino

me lleva a ella

si sigo así

me sobrará el tiempo

para delirar

con la tragedia

de nuestro raro amor

escarbar

y dar vueltas por el barrio

de San Nicolás

ella y sus libros

ella y la manía

de su perra ovejera

que se revuelca

en la carroña

ella y su cantorcito

emplumado

que se baña y frasea

en guaraní

su ¡hola pájaro!

que abre el día

ella otra vez

siempre ella

tejiendo

y deshaciendo

la trama de su vida

renovando la tierra

de sus plantas

dándoles de beber

todas las tardes

y yo sediento

ella cambiada

para salir

con la noche

y sus amigas

y yo

vago herido

dando coletazos

y no aparezco

en la escena

ni en la foto

fábula de la ingratitud

me barrió

de su vida

***

naufragios

una vereda pintada de negro

el cadáver de un pájaro

la agonía del mundo

la muerte de un amor

***

sinergia del cuerpo y el alma

con qué canciones tocarle el oído

con qué violín enamorarla

con qué abrir su corazón

con qué palabra acercarme y no morir en el intento

con qué vestirme para llamar su atención

con qué morisquetas salir ahora

con qué tono de voz le hablo que no demuela mi

discurso

con qué claveles la conquisto si es feriado

por qué no terminar solo

si llora ríe y dice "estoy confundida"

con qué fingir mi mejor resignación

con qué yo

con qué nosotros

con qué cara me paro enfrente suyo

si sus anteojos sobre la mesa me miran al revés

como ella

con qué chiste hacer que se desarme

con qué saciar la sed de un hombre nuevo

con qué crearle un caos en su universo

con qué carnada viva pescar un beso

con qué rostro pedirle diez años más

con qué cartas ganarle el mazo

con qué nombre llamarla sin decir "amor"

con qué desactivar la tristeza

con qué dejar de ser Uno para ser Dos

con qué aparear estos cuerpos y estos versos

con qué atender más de un dolor por vez

en qué animal reencarnarme

en éste que soy y no le gusta

en senegalés que vende bijouterie

con su valija despertando la libido

de las blancas

con qué satisfacer su primariedad

con qué lengua muerta -latín, sánscrito,

hitita, mozárabe, arameo, dálmata, atakapa,

mochica- le suplico a su espalda

con qué si no la convenzo con nada

con qué no adorarte mujer con alas

qué vida tener, qué muerte elegir,

qué arcilla moldear, con qué uñas

con qué dientes sujetarme a su cuerpo

con qué sindicarme a mis afines

con qué dejar de sufrir

***

¿por qué no probar

cambiarse el cuerpo?

me transformo

lo que me rodea

se acopla

se acomoda

o muere

***

reparto mis pedazos

mi camisa leñadora

que ella remendó

mi perro sultán

mi hacha mi rifle

un día que nunca usé

dos años de rehén en un hospital de curas

las veces que robé y no me vieron

las que caí solito

la calle: una escuela para tontos

el vecino del 1º C: un frasco de cucarachas

mis tías calabresas: un enjambre de avispas africanas

fui un ciego mirándote

no fui soldado ni profesor

di mil golpes por hora

en el balancín de Rubén

las mentiras que dije

el amigo que perdí

el libro que no volví a leer

el tordo azabache

el cardenal que solté ayer

como tu vida

Minga Gina Gloria Yoli Elsa Nilda Mirta Beta

Hugo Horacio Aurelio José Néstor y Daniel

una pirámide de sueños y cacharros

la navaja de Godoy

los días que comí solo

el pesebre de Miguel

su banco de carpintero

era el camino hacia Belén

la última vez que vi a mi padre

olor de ramas recién cortadas

mis hermanas su locura

que ahora me salpica

mi madre sofocándose

mi guitarra mi uñero de carey

irrepetible vida

rimero de versos

reparto mis pedazos

la alegría del tiempo

la tristeza del mundo

la espada legendaria de Excalibur

Las Mil y Una Noches

las hojas de Whitman

el alfabeto fenicio

el río Amazonas

y otras miniaturas

mis hijos

en el brillo de mis ojos

en mi voz firme y clara

despejo negros nubarrones

y cierro el paraguas seguro

de mis manos

***

Un río nos separa

(Prosa poética)

***

Un río nos separa

un río nos separa trae círculos olas tarariras azules piedra de pipas Nereidas de Lola Mora un delfín y un cormorán lo que danza y lo que acecha menos tu vida y mi vida todo en un poema se puede juntar? botes remos brazos que reman jarcias arpón sedal tomá te regalo El Viejo y el Mar de espalda a la Rosada y a la Fragata Libertad de acá zarpo cuanto antes en el primer kayak me da sed la orilla de tu cuerpo mujer agridulce insondable río no te seques (o sí) lejos del mar horizonte circular sardinas y atún róbalo cazón pulpo langostino mejillón da miedo la mar la otra orilla tu cuerpo inagotable sensual tu cuerpo orilla distante vapor arena juncos estero Paraná bajel pirata a la vista bodega y sollado látigo y grillete cadena y dogal yo si fuera por mí si fuera yo no sé qué sobre nada sobrenado singladuras río desangelado reina caracola en tus recovecos se agita el mar te llevo a mi oído tu ruido blanco me va a inundar marinero en tierra voy a terminar abrí las piernas dejate llevar por el pulso de mi mano dejate llevar en el vaivén del agua te quiero ensartar cielo rocas densa bruma rambla voces de ultramar olores nuevos de la brisa que trae escalofríos mapas tesoros anzuelos cuaderno de bitácora una gran mancha de aceite en la marea fea señal flotan dos peces en la tormenta que trae timones patas de rana buzos escafandras nudos que desatar me zambullo que me trague la profundidad esa ballena es Moby Dick no la vayas a matar una sirena me volteó y yo no sé nadar sigamos el ritmo me dejo llevar te llevo en la piel del agua nerviosa y desencajada gaviota cocinera porteña reidora blindada dársena donde recalar la recova y el fantasma del muchacho que quiso de verdad no pierdas el paso te pierdo te perdí hace tiempo debajo del puente alerta peligro yo me voy ahogar en la playa de tus senos en tus besos de cangreja entre tus piernas húmedas y dulces voy a gozar estuario duermevela remolinos redes faros géiseres espejismos soledad arribos y partidas areneros lavanderas batahola niños en la cresta de la corriente que va islas grúas brújulas lloremos a orilla de la sal olvidemos botellas velas barcos soñemos boyas anclas amarras puertos astilleros cantemos otras formas posibles del mismo amor

***

Victoria Regia

mi nada es que ya no estoy en su mirada siempre fue heroica y contradijo al viento lecho tibio de a dos caricias que parecían infinitas humo blanco del hogar deshecho por su propia mano añicos del amor mi arrullo la arrulló como un palomo hasta que dijo basta me cansé nadie me puede condenar por no querer! el jardín que hicimos juntos no resultó lo que ella esperaba dije "flores y plantas están pidiendo agua con la boca abierta" no siempre fue así cuando mi cuerpo la atraía ella pedía más más dame más cada tanto mis cimbronazos salían a relucir su manía era ponerse a discutir por cualquier cosa una vez hace tiempo tuve una amante judía que escribía versos y otra que dibujaba y me hacía retratos mis manganetas siempre me acompañaron y a ella la tenían sin cuidado un día tomó una decisión buscar otra manera de pararse en la vida se salió de la foto del pasado de un saltito quedó su imagen amarilla sonriendo y saludando llamó y fue al encuentro de viejas relaciones a esta altura su racionalismo sacaba chispas con su locura se limó dijo pamela que estaba más limada que ella todos deliberaron mis olvidos resultaron imperdonables sus avisos nunca me llegaron mi hombro la sostuvo más de una vez sus mensajes protectores a mí sus piedras me hirieron mi sarcasmo a ella también la noche la vio alejarse de mi cuerpo y de mi lado mis días eran largos pasaban sin su compañía fue una señal: sus latidos se enfriaban si yo me acercaba a ella mis muertos hacía mucho que estaban bajo tierra a las cinco de la tarde desde mi mangrullo la veía volver de la escuela -por la calle Derqui- sosteniendo el peso de su mundo en la cara todo estuvo normal hasta que sus aristas perversas se volvieron contra mí su sentido de lo económico mi resiliencia su premeditación y alevosía me atravesaron el hueso me hizo llorar por los rincones los olores se dispersaron ahora probará arreglárselas sin mí y mi habilidad de desdoblarme si pudiera convertir el amor que siento en odio si pudiera olvidarla nada más y que un día no me importe la realidad es que yo no tengo dónde ir convivimos en la misma casa en piezas distintas y sólo compartimos los cigarrillos su alivio es haberme dicho que ya no me quería mi inocencia es decirle que todavía la quiero su error es que me lo dijo tarde, ah, te nombro Victoria Regia mujer y me hago a tus banderas yo amaba tus aguas tranquilas el vivir sumergido entre tus hojas anchas y redondas detenido en tus flores blancas con su centro rojo admiré tu sombra melancólica sola de estar sola y larga como una cuadra ¿a mí me tenía que pasar? fiel aprendiz de Diótima oh mi luna pálida te llevo estampada en el inmenso desierto de mi mirada donde estaba mi estar seguro de mí y de ella mi momento azul desprevenido

***

Mise en abyme

¿invocar con un gesto o grito a quién? seguro son cucarachas que andan por mi pensamiento o la araña violinista que consume y amortaja mi corazón con sus picaduras o los ratones que rondan por la cabecera de mi cama cuando caigo rendido y un libro cuelga de mi mano como una golondrina atrapada entre el índice y el pulgar igual que en el Príncipe Feliz del cuento de Oscar una rara flor azul se deja libar por la poesía hago un ramillete con la soledad que pude juntar la noche es un abismo de manos un reclamo permanente de ojos taladrando el aire en cada rincón hay un cóncavo en la espesura de mi pecho donde pastorean increíbles dinosaurios unicornios cíclopes centauros dragones faunos minotauros y mariposas gigantes que vuelan cada vez que pestañeo ¿quién canta la guitarra? dice Carolina es esa canción que suena y alguna vez termina (o no) como todas las historias por miedo a convertirse en una estatua de sal yo hablo de un amor que es puro deseo se come las palabras que lo nombran y el cuerpo de quien lo ama

ya no estamos juntos tu cara en la ventana se ve feliz

***

el beso

cuando la joven del cántaro y yo nos besamos cambia el destino del agua los delfines nadan a favor de la corriente y olvidan el camino de regreso un poeta plagia versos a otro que va a nacer dentro de cincuenta años los servicios de inteligencia redoblan la actividad y se traicionan cuando ella y yo nos besamos se mezcla el oro de Klimt con el mármol de Rodin y los que hacen la guerra piden una tregua para enterrar a los muertos de uno y otro lado

***

la cartonera

Partes: 1, 2
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