El grupo como facilitador del proceso enseñanza-aprendizaje (página 2)
Enviado por Lic. Damiana Perera Calzadilla
Así, signo y herramienta resultan imprescindibles para el desarrollo de la misma condición humana y su analogía básica descansa en la función mediadora que caracteriza a ambas
Resulta claro que, para Vygotski, el lenguaje y el pensamiento no pueden disociarse estrictamente entre sí, ni tampoco de la misma naturaleza humana que es "cultural", asentada sobre las características biológicas.
El grupo en el proceso de enseñanza-aprendizaje
El concepto de grupo es parte de la vida cotidiana, sin embargo las tendencias actuales de la vida social intentan desconocer la importancia de la comunicación, el intercambio y las relaciones con nuestros semejantes como resultado de la estimulación cada vez más creciente de la competitividad y el individualismo como expresión de aislamiento.
Sin embargo cualquier actividad humana implica la interrelación entre varios sujetos, lo cual propicia que, se reduzcan las tensiones a través de las relaciones interpersonales, se compartan responsabilidades, opiniones, se ofrezcan ayudas o un sistema de colaboración que facilite el logro de los objetivos que se desean alcanzar.
El grupo es considerando como una unidad social donde es posible estudiar, tanto la dimensión interpersonal de los individuos, como el comportamiento del grupo respecto a otras unidades sociales. Es preciso saber observar y analizar este nivel intermedio entre el individuo y la sociedad, con el fin de obtener una mayor comprensión de los procesos complejos del comportamiento.
Se plantea que el grupo juega un papel intermedio entre el individuo y la sociedad, pues es precisamente a través de él que el individuo incorpora lo valores y las normas imperantes en la sociedad.
El grupo refleja de manera particular la estructura del sistema social y sus relaciones, por lo que se plantea que el grupo no existe en el vacío sino en la sociedad por lo que a su vez las actitudes, principios y valores del individuo que se forman al interior del grupo, van a ser la expresión de la ideología prevaleciente en el sistema social.
Aunque podemos decir que el grupo actúa como mediador entre el individuo y la sociedad, esta relación no es total ni absoluta, pues al individuo le llegan influencias de la sociedad, independientes del grupo (medios de difusión masiva). Esta relación es de tipo interinfluyente. En el campo de la enseñanza, el grupo se prepara para aprender y esto sólo es posible en tanto se establezca un proceso de construcción y reconstrucción del conocimiento que genere aprendizajes a nivel individual y colectivo.
La creación de un grupo como fenómeno sociopsicológico no puede ser entendida al margen de la dinámica de su desarrollo, del movimiento de los procesos que en su reorganización y reestructuración van configurando el cambio y la aparición de nuevas estructuras, las cuales no se reducen a alguno de sus procesos componentes o a la suma de los mismos.
El carácter dinámico de la relación que se establece entre el grupo y el medio social caracteriza las transformaciones cualitativas que se van produciendo al interior del grupo, así como las diferentes etapas de su desarrollo, desde su génesis como conjunto de personas hasta su constitución como comunidad psicológica, como sujeto grupal.
En los marcos del proceso enseñanza-aprendizaje, el grupo se enfrenta a diferentes problemas y debe desarrollar recursos para resolverlos, para ello todos sus miembros deben movilizarse en función de ir atendiéndolos en la medida en que estos vayan apareciendo.
El factor humano tiene una importancia primordial, ya que constituye el punto de partida de todo el trabajo, es decir, es el "instrumento" que se convertirá en el motor impulsor para el logro de los objetivos.
Para el trabajo en la enseñanza la conformación del grupo requiere un tratamiento especial. En tanto facilita el proceso hacia la tarea que se proponen las personas y concientizar el proceso de conformación grupal, resulta esclarecedor y de gran valor educativo.
De igual forma resulta importante comprender que el papel del coordinador (profesor/maestro/educador) en el contexto de la enseñanza está cada día más implicado en actuaciones de carácter colectivo, para lo cual se exigen competencias para potenciar el trabajo en grupo.
La sociedad condiciona la actividad y la estructura del grupo al establecer sus límites de acuerdo con los fines sociales generales y los sistemas de valores e ideología imperante en la misma, por su parte lo miembros del grupo poseen de manera individual valores, prejuicios, actitudes y normas incorporadas de la sociedad por medio de diversas vías y que llegan, por tanto al grupo, como productos previos que permiten coordinar la actividad individual y grupal en una misma dirección o un mismo sentido.
Con respecto a los subsistemas de vínculos con matiz emocional que se desarrollan de manera espontánea entre los miembros del grupo, puede decirse que estos facilitan o frenan el proceso de enseñanza-aprendizaje en tanto estas interrelaciones se construyen según los principios de las relaciones personales (simpatías, antipatías, confianza o desconfianza, reconocimiento o negativismo, etc.).
Otra condición del proceso grupal que influye y determina el proceso de enseñanza-aprendizaje son los roles como componentes básicos de un grupo. Los roles son adjudicados y a la vez son asumidos, emergen como resultado de la situación, no son estáticos y conforman la dinámica grupal.
El proceso grupal dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje, se va a dar conforme a los roles o conductas que en ese momento tenga cada individuo. Partiendo del conocimiento de estos dos elementos es como se va a ir construyendo un aprendizaje grupal.
El adiestramiento o entrenamiento del grupo para operar como un verdadero equipo depende en gran medida de la inserción oportuna de cada rol, es decir, de cada momento del aprendizaje, en el proceso total. De tal manera que, como totalidad, se logre un aprendizaje y una elaboración de alto nivel y grandes resultados púes en cada momento de la actividad grupal existen actitudes y conductas que resaltan dentro del grupo.
Así vemos que cada persona con su propio rol va a tener ciertas cualidades que se complementarán con las de otro, formando así un aprendizaje tanto personal como grupal, es decir, alimentando la totalidad del proceso.
A través del proceso de comunicación se produce una integración de los roles de cada integrante y con esto se logra además un alto rendimiento grupal, una integración de la información, contenidos, aprendizaje y de las distintas personalidades de los individuos. Entonces cada uno de ellos va alternando sus roles.
Conclusiones
Como hemos visto, un grupo es, en primer lugar, una estructura social. El grupo es una realidad total, un conjunto que no puede ser reducido a la suma de sus miembros, un grupo supone vínculos entre los individuos que lo conforman, una relación de interdependencia que es la que establece el carácter de estructura y hace de las personas miembros. Se habla de una estructura social primero porque, como ya se ha indicado, es condición esencial para la existencia de un grupo, la participación de varios individuos; pero el carácter social de la estructura grupal radica precisamente en que surge como producto de la referencia mutua de sus miembros y/o de sus acciones.
En segundo lugar, se afirma que la estructura social de un grupo constituye un canal de necesidades e intereses en una situación y circunstancia específica. Con ello se está afirmando el carácter concreto, histórico de cada grupo.
El grupo es una estructura que responde a las necesidades y exigencias de los seres humanos; hay grupos porque, independientemente de sus formas concretas, el agruparse es condición esencial para satisfacer las necesidades del hombre. Cada grupo constituye así la realización, es decir, la configuración histórica de algún aspecto de las exigencias o potencialidades humanas.
Por su parte el enfoque histórico-cultural del desarrollo humano integra desde una perspectiva dialéctica la naturaleza interna, activa, autónoma, independiente y reguladora de la psiquis humana y su naturaleza histórico-social, toda vez que explica a través del proceso de la actividad el surgimiento y desarrollo de la subjetividad humana bajo la influencia determinante del medio social. En virtud del enfoque histórico-cultural podemos entender cómo el sujeto llega a niveles superiores de autonomía funcional, es decir, a la autodeterminación, sólo si el medio social y los grupos en los cuales se inserta crea las condiciones y situaciones que propician la estimulación de una actuación independiente y autónoma, toda vez que ésta se forma en la actividad conjunta.
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Autora:
Lic. Damiana Perera Calzadilla
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