Las tecnologías de información y comunicación – El Cluster Córdoba Technology
Enviado por Cra. Maria Ivana Martinovich
- Objetivo del trabajo
- Programas de desarrollo y promoción industrial en la provincia de Córdoba
- El sector de la industria de tecnologías de información y comunicación
- El Cluster Córdoba Technology
- Conclusión
- Bibliografía
OBJETIVO DEL TRABAJO:
En este trabajo se pretenderá analizar el sector de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs). Comienza con una introducción referida a la competitividad, mercados globales, desarrollo, PYMEs y clusters. Continúa con un repaso de los programas de promoción industrial y de desarrollo de cadenas productivas. Como tercer punto se hace una presentación de indicadores de coyuntura de las TICs, en el Mercosur, y en Argentina, y su evolución en el país. Para finalizar se analiza el Córdoba Cluster Technology, un agrupamiento empresarial formalizado, que también incorpora instituciones educativas y subagrupamientos surgidos como consecuencia de su accionar, y para lograr los objetivos de las empresas que lo conforman.
1.1. La Economía global
Si analizamos muy someramente lo que sucede en la economía mundial nos damos cuenta que la característica que distingue los tiempos que vivimos es el cambio acelerado y errático, la fuerte turbulencia, los saltos discontinuos, la disipación sorpresiva de las condiciones del medio hacia nuevos estados de equilibro transitorio, alejados de las condiciones anteriores.
En este nuevo escenario: la economía global; la prosperidad se sustenta en habilidades, tecnologías, diferenciación, innovación y sinergia, que los mismos actores locales son responsables de crear. Ya no hablamos solamente de ventajas comparativas, como clima, recursos naturales, etc, sino que se pone énfasis en las ventajas competitivas. Así vemos el caso de muchos países cuyas ventajas comparativas son muy superiores a otros, pero que internacionalmente son menos competitivos.
El desafío de estos tiempos, es, entonces, crear ventajas competitivas para lograr el crecimiento y desarrollo económico, ya sea de una empresa, un cluster, una región o un país.
El contexto general en el que las empresas operan y compiten, está dado por varias esferas que se superponen y complementan entre sí. Así podemos identificar un marco económico, un nivel de adelanto tecnológico de la sociedad, una organización y un clima político, un sistema legal, una organización social, una identidad cultural, factores demográficos, ecológicos, geográficos y un aspecto comunicacional, referido al impacto de los medios de comunicación en la sociedad.
Estas son las aristas que constituyen el escenario, y que definen una infraestructura (en el nivel del cluster, región o país) lo que genera, a su vez determinados patrones de competitividad de ese grupo de empresas, cluster, ciudad o país. En función de ese análisis, algunos clusters, no todos, serán o no competitivamente viables.
Por otro lado, el contexto inmediato está compuesto por todas las otras organizaciones e individuos con los que la empresa mantiene una interacción directa, que determinan la competitividad de un cluster, ciudad, región o país.
Determinantes de la competitividad de un cluster (Levy)
- El entorno, determinante de la competitividad.
- Las PYMEs en Argentina.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la recuperación económica del país representa una dinámica en la cual el comportamiento de las PYMEs se ha destacado. Tras muchos años en los cuales sus posibilidades de crecimiento se vieron opacadas por la competencia de productos importados, altas tasas de interés que impedían su modernización o el escaso crecimiento de la economía, en la coyuntura económica post- devaluación muchos de estos limitantes se vieron de hecho eliminados o reducidos en su impacto.
Al amparo de un tipo de cambio sobrevaluado, que impuso protecciones a las empresas productoras de bienes no competitivos internacionalmente y que estimuló la demanda externa de aquellos con potencial exportador, finalmente el crecimiento de la economía nacional se pudo traducir en una mejor situación para estas PYMEs.
Lamentablemente, esta favorable coyuntura está basada principalmente en factores de corta duración en el tiempo, en ventajas comparativas y no competitivas.
La era económica post devaluación surgida a partir del 2002 se caracterizó por un aumento significativo de la liquidez entre los agentes particulares. El fuerte superavit fiscal primario restó la otrora principal fuente de absorción de los recursos privados, lo que sumado a la falta de confianza hacia las instituciones bancarias, contribuyó a una temporaria mayor disponibilidad de fondos no bancarios dispuestos a encarar proyectos productivos y de inversión.
En el caso particular de Argentina, tanto antes de la devaluación como luego de ésta, la dificultad de las PYMEs para acceder a un financiamiento de característica "productivo", es decir, de largo plazo y con un costo que no ponga en riego su patrimonio, todavía se mantiene, principalmente por la alta informalidad de estas empresas.
1.4 El desarrollo local frente a la globalización.
La globalización genera una lógica que tiende a disminuir las autonomías, a aumentar las interdependencias, a acrecentar la fragmentación de las unidades territoriales, a producir la marginación de algunas zonas. La globalización supone un nuevo paradigma organizacional que necesariamente está acabando con el anterior.
En las últimas dos décadas, se han ido delineando al menos tres maneras de situar el tema de lo local frente a la globalización:
- Afirmando el carácter determinante de lo global sobre lo local: La globalización es avasallante y vuelve imposible todo planteo de desarrollo local. No hay por lo tanto actores locales o regionales que puedan organizar algún tipo de resistencia al dominio de lo global.
- Postulando lo "local" como alternativa a los males de la globalización: Esta tendencia visualiza lo local como alternativa a un proceso de globalización negativamente connotado, planteando por lo tanto una suerte de revolución anti-global que devuelva a los actores locales el poder necesario para construir auténticas democracias. Es un enfoque con fuertes acentos ideológicos, que concede a la dimensión local todos los atributos positivos amenazados por la globalización.
- Destacando la articulación local- global, al interior de una comprensión compleja de la sociedad contemporánea: Se basa en un análisis de la complejidad de los procesos que caracterizan la sociedad contemporánea, intentando superar la antinomia global- local por un esfuerzo de articulación al interior de una real tensión.
En este último enfoque se ubican las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) como el factor de crecimiento de las economías, a través de la integración con otras empresas, instituciones, etc. Conformando así un encadenamiento productivo o cluster.
En este marco, las Tecnologías de Información y Comunicación (TiCs), se constituyen en el sector de apoyo y soporte para el funcionamiento de los demás sectores industriales, de gobierno, educativos, etc. ya que provee las herramientas y tecnologías indispensables para el crecimiento y desarrollo de las empresas, permitiéndoles mejorar su eficiencia y resultados, como así también posibilitando la integración empresarial e interacción cooperativa y competitiva, que resultan en los diferentes clusters.
1.5 Los clusters o encadenamientos productivos:
Usualmente, la PYMEs se caracterizan por poseer una estructura flexible a las condiciones cambiantes, lo cual se constituye en una fortaleza y a la vez en una debilidad para las mismas, la fortaleza radica en que les permite actualizarse constantemente, por otra parte, la debilidad se presenta al momento de competir con las grandes empresas que cuentan con la capacidad de abarcar mercados más amplios, ventajas comparativas y economías de escala. Por esta razón, se hace necesario que las PYMEs adopten estrategias adecuadas que les permitan competir al mismo nivel de las grandes industrias, es decir, estrategias que les permita tener la estructura de una gran empresa, pero sin perder su flexibilidad.
Tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, existe una importante cantidad de evidencia que apoya la importancia de los encadenamientos productivos en el desarrollo del sector de las pequeñas y medianas empresas. La experiencia europea indica que las PYMEs pueden no presentar desventajas con respecto a las grandes firmas si las primeras son capaces de beneficiarse de las ventajas de la formación de clusters. La explicación de ello surge de la colaboración que éstos prestan en el incremento de los niveles de competitividad de aquellas.
No hay una definición única de cluster, pero lo que enfatizan los estudios que han proliferado en los últimos años, es su potencial para incrementar la eficiencia por medio de diferentes formas de articulación empresarial.
Schmitz introduce la noción "eficiencia colectiva" y distingue dos mecanismos que llevan a ésta:
1. Las economías externas positivas (o eficiencia colectiva pasiva) son ahorros que una empresa puede realizar debido al accionar de otros actores. Surgen cuando estos actores no pueden incorporar todos los costos y beneficios de una actividad, p.ej. cuando el resultado de una investigación o una inversión en capital humano "se derrama" hacia otras empresas. Economías externas no necesariamente requieren una concentración geográfica, pero la cercanía física de los actores complementarios suele facilitar la actividad Además, se distingue entre economías externas positivas generales (p.ej. la existencia de buenas conexiones viales) y específicas (p.ej. mano de obra calificada en una determinada actividad).
2. La acción conjunta (o eficiencia colectiva activa) se refiere a medidas deliberadas, incluyendo la asociación con otros interesados para velar por los intereses del gremio (por ejemplo para exportar), intercambiar informaciones, contratar un servicio compartiendo los costos, ganar mercados a través de una oferta única del grupo. Esta acción conjunta puede darse directamente entre dos o más empresas o bien a través de asociaciones gremiales e instituciones de fomento.
La mayoría de los autores comparte este énfasis en la eficiencia colectiva, agregando en las definiciones algunos elementos de externalidades y acción conjunta, p.ej.:
• Externalidades positivas que resultan de una oferta local de mano de obra calificada en una determinada actividad;
• Vinculaciones hacia adelante y atrás que integran las empresas del cluster en un tejido industrial;
• Un intercambio intensivo de informaciones entre empresas, instituciones e individuos en el cluster, dando lugar a un ambiente creativo e innovador;
• Diferentes acciones en conjunto destinadas a generar ventajas competitivas para las empresas locales;
• Un buen desarrollo de instituciones de fomento que ofrecen servicios especializados para las empresas del cluster;
• Un cierto grado de coherencia socio-cultural (valores compartidos y confianza mutua) que facilitan la cooperación.
ESTRUCTURA DE CLUSTER. Fuente: Acosta.
En consecuencia, podemos decir, que la formación de estructuras de cooperación es la estrategia que están adoptando las empresas en la actualidad para hacer frente a los mercados globalizados. Las TICs juegan un papel fundamental en esta estrategia. Por consiguiente se puede concluir que el aumento de la competitividad está relacionado con la capacidad de éstas para la formación de diferentes estrategias de cooperación como los agrupamientos empresariales o clusters, por consiguiente la principal debilidad no es el tamaño de la empresa sino su aislamiento.
EL IMPACTO DE LAS TI EN LA ECONOMÍA
Fuente: IW-Global News 23/05/02 número 01.
- Incrementan la competitividad y productividad de las economías nacionales y de las corporaciones.
- Son generadoras de empleo, permiten la innovación permanente y facilitan la creación y ampliación de mercados.
El capital dejó de ser "el" factor determinante en los procesos de creación de riqueza económica mundial. Las tecnologías de la información (TI) pasaron a ser las locomotoras del crecimiento al constituirse en las principales fuentes de competitividad.
Una clara prueba de ello es que en la segunda mitad de los ’90, Estados Unidos, algunos estados de la Unión Europea (UE) y otros países de la OCDE (como Australia y Canadá) registraron un salto de la productividad, un freno o reducción de la inflación y un descenso del desempleo.
En los Estados Unidos, la inversión en tecnologías de la información pasó de 2,60 % del PIB en 1992 a 7 % en 2001, gracias a lo cual entre la primera y la segunda mitad de la década pasada, la productividad global norteamericana aumentó 0,6 puntos porcentuales. En la Unión Europea, la inversión en tecnología pasó de 1,81 % en 1992 a 4 % en 2001. Sólo en el 2000, el sector de las TI crearon 1,6 millones de puestos de trabajo netos.
Además del impacto en la economía, las TI afectan, sobre todo, a la organización y dirección de las empresas. Todo ello fue posible, básicamente, gracias a dos procesos:
- La reducción imparable de los precios de los semiconductores y el aumento de su capacidad de procesamiento en los últimos cuarenta años.
- Los adelantos en los programas informáticos y de las tecnologías de control, que aumentaron la capacidad y la facilidad de uso, lo que mejoró la calidad de los productos y servicios.
Valor agregado Según rescatan los especialistas, las tecnologías de la información tienen efectos específicos sobre el desempeño de las empresas, más aún cuando se enfrenta un contexto de crisis. Algunos de ellos son: – Reducción de costos y aumento de la productividad. – Innovación constante. – Creación y ampliación de mercados. (particularmente, en el sector de los servicios: la televigilancia, la generación de contenido, la asesoría técnica remota, el análisis financiero, de crédito y de riesgo, la recuperación de cartera, la gestión del conocimiento y el comercio electrónico, entre otros). – Desarrollo empresarial. Las TI promueven el outsourcing -o tercerización- de funciones que se pueden hacer fuera de la compañía. Además de todo esto, las TI "posibilitan la apertura de nuevos mercados y el acceso a canales globales de distribución", explica Marcelo Lema, presidente de IBM Argentina. Y asegura: "Las TI, por lo tanto, son la clave para la reactivación económica".
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