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Racionalidad moderna, cuerpo y biopolítica (página 2)


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En las fábricas el cuerpo quedó claramente mecanizado, ya no se lo muestra al trabajador como un "creativo", sino más bien como un engranaje más del sistema que podía ser controlado por el jefe del taller. En esta etapa el cuerpo pareciese no tener alma.

Alguien que se ocupó del tema del control y la vigilancia fue Foucault. Analiza la concepción del cuerpo como una máquina cuando da cuenta de las disciplina que controlan los micromovimientos de los cuerpos para que en su conjunto funcionen con mayor eficacia.

Foucault desarrolla una teoría de la bio-política donde prolonga la metáfora mecánica en los propios movimientos del cuerpo y racionaliza la fuerza de trabajo del sujeto, coordina en las instituciones a los cuerpos con la eficacia esperada y la docilidad necesaria para la sujeción de los sujetos. A su vez incorpora al sistema una forma de controlar mediante el panóptico al cual considera el método más económico para controlar.

Durante el nazismo, donde se aplicaba el estado de excepción, se utilizar los ghetos. Para una biopolítica donde se buscaba el exterminio de las personas el gheto no era una forma eficaz y económica de lograr el objetivo, la siguiente opción que pensaron los encargados de las biopolíticas nazis fue la utilización de balas, pero era un método de exterminio muy caro. Por eso pensaron en una forma más económica de exterminio en masa, la solución final fue la utilización de cámaras de gas.

Cabe destacar que las personas que mataban los nazis no eran consideradas seres humanos, sino obstáculos para conseguir la mejora de la raza aria

Así como en la fábrica lo que se buscó fue abaratar los costos introduciendo la fabricación en serie, lo que se hacía en las cámaras de gas era una producción en serie de muertos.

Dirá Agamben: "La fabricación de cadáveres es la definición colmo una especie de producción en cadena. Esta expresión implica que no se puede hablar de muerte, la muerte en los campos no era tal. En Auschwitz no se moría se producían cadáveres. Cadáveres sin muerte, no hombres cuyo fallecimiento es envilecido como producción en serie."

Agamben también nos cuenta de un tipo de persona que habitaba en el campo de concentración: el musulmán.

Musulmán se lo llamaba así al prisionero judío que había abandonado cualquier esperanza y que había sido abandonado por sus compañeros, ya no poseía un estado de conocimiento que le permitiera comparar entre bien y mal, nobleza y bajeza, espiritualidad y no espiritualidad. Era un cadáver ambulante. Parecían árabes en oración hacían los movimientos típicos de los árabes cuando rezan, de esta forma se los denominaba a los que estaban muriendo de desnutrición en Auschwitz. En este campo de concentración los judíos no morían como judíos.

Los musulmanes se encontraban en la posición extrema de seguir o no siendo seres humanos, ellos marcaban el límite en donde el hombre pasaba a ser no-hombre. Gracias al musulmán se había eliminado para siempre la distinción entre el hombre y no-hombre.

Para Levi el musulmán era el lugar de un experimento, en que la moral misma, la humanidad misma, se ponían en duda. Era una figura límite de una especie particular en que pierden todo su sentido, no sólo categorías como dignidad y respeto, sino la idea de un límite ético.

En la actualidad la bio-tecnología y la industria de lo humano intentan modificar las bases que constituyen lo humano, es decir, el azar reproductivo que permite que los sujetos sean únicos que se reconozca a los demás.

La biotecnología constituye un capítulo de la eugenesia, que es la ciencia que postula el mejoramiento de la raza humana a través de una cuidadosa evaluación de las características más adecuadas de los individuos. Esto supone una jerarquización de las razas y un darwinismo social. La eugenesia estuvo apoyada por la ideología del progreso.

Luego de la segunda guerra mundial, la eugenesia se volvió sospechosa por estar relacionada con el nazismo. Pero la eugenesia existió antes del nazismo y continuó después por otras vías y otros nombres. Con el surgimiento de la genética molecular la eugenesia emprende un nuevo camino en el que no solo podría mejorar sino también generar seres vivos.

El mismo Le Breton hace referencia a las voluntades de corregir, modificar, someter o incluso borrar al cuerpo que yacen detrás del mecanicismo, las disciplinas, y su consideración como objeto. Considera que la ciencia y la técnica se encuentran en ese camino, pero la relación que tienen es que el cuerpo es el anti-modelo porque intenta deshacerse de él y a la vez duplicarlo.

Hoy, la biotecnología actúa en el mercado. Ya no se trata de eliminar a los individuos indeseables, sino de, por ejemplo, poder decidir si un embrión debe o no nacer. La vida solo aparece como deseable en el caso de que no se detecten imperfecciones.

Con la clonación, la humanidad se proclama dueña de sí misma. La disputa es claramente con Dios. Pero una característica de biotecnología es que no sólo reproduce seres sino que también los modifica y crea.

Siguiendo con el argumento económico, gracias a la clonación el hombre puede desligarse de reproducirse para continuar con la especie y de esta forma puede reservar esas horas dedicadas a la reproducción de la especie para seguir trabajando.

Para que el cuerpo del hombre se "convierta" en máquina fue necesario convertir a este en sólo pensamiento o alma, como dice Descartes. La mecanización del hombre fue necesaria para la constitución del capitalismo. Recordando a Coriat, los cuerpos debían ser estandarizados y controlados en sus mínimos movimientos para lograr una máxima eficiencia y una mayor acumulación de capital.

Las formas del biopoder

 Las dos formas que distingue Foucault en que se realizó el biopoder desde el siglo XVII son: la anatomopolítica y la biopolítica. Son consideradas dos tecnologías de control de la modernidad.

La anatomopolítica del cuerpo humano está centrada en cada cuerpo en particular, se piensa en el cuerpo como máquina. Mediante este tipo de política sobre el cuerpo se puede asegurar según Foucault "su educación, el aumento de sus aptitudes, el arrancamiento de sus fuerzas, el crecimiento paralelo de su utilidad y su docilidad, su integración en sistemas de control eficaces y económicos". Surgió en el ejército para adiestrar a los soldados, docilizarlos y también se utilizó para aumentar sus aptitudes. Luego se trasladó a otras instituciones como la escuela y la fábrica.

La biopolítica por su parte ya no piensa al cuerpo individual, sino por el contrario al grupo en su conjunto, es pensado en la idea de cuerpo-especie. Son una serie de intervenciones y regulaciones que afectan a la población, por eso se piensa en una biopolítica de la población.

Las tácticas que utilizan son la estadística, la encuesta y el censo; que extraen información de la población para luego emplearla en políticas públicas como regulación de la natalidad y mortalidad, la salud o la inmigración.

Tras estas dos formas se encuentra el biopoder, que se encarga de la administración de los cuerpos y la gestión de la vida.

Según Foucault este biopoder fue esencial para el desarrollo del capitalismo, considerando que el capitalismo no podría haberse instalado sin el control de los cuerpos y por medio de regulaciones que reforzaran la docilidad de los cuerpos. En síntesis toda biopolítica se encarga del adiestramiento, intensificación y distribución de las fuerzas, del ajuste y economía de las energías. Por otro lado participa en la regulación de las poblaciones.

La articulación de ambas técnicas de poder se basa en el dispositivo de sexualidad. Foucault considera al sexo como un acceso a la vida del cuerpo individual y a la vida del cuerpo social. Encuentra cuatro líneas de ataque en las políticas del sexo: la sexualización del niño, la histerización de las mujeres, control de los nacimientos y psiquiatrización de las perversiones.

Según Agamben la tesis de Foucault debe ser modificada en lo que respecta a la política moderna ya que ésta no se caracteriza por la inclusión de la zoé en la polis, sino por el hecho en virtud del cual la excepción se convierte en regla. Es decir que según el autor, el espacio de la nuda vida que estaba situada originariamente al margen del orden jurídico y en la modernidad coincide con el espacio político de tal forma que exclusión e inclusión, externo e interno, bios y zoé entren en una zona donde no se pueden diferenciar.

Lo que caracteriza específicamente a la biopolítica moderna según Agamben es el estado de excepción, que era una suspensión temporal del orden jurídico era el fundamento del sistema político occidental ya que excluía e incluía a la vez a la nuda vida, en este se suspendían las libertades personales. Por lo general el estado de excepción no se prolonga por largo tiempo. Pero durante los totalitarismos del siglo XX los estados de excepción se confundían con la vida normal. Se fueron dando pequeños pasos hasta que un día aparecieron los campos de concentración.

Por eso es bueno recalcar una cita que hace Agamben en su escrito. El jefe de la Gestapo Diles afirmaba: "No existe ninguna orden ni ninguna instrucción en el origen de los campos: éstos no sido instituidos, sino que un día estaban ahí"

El campo de concentración es un claro ejemplo del estado de excepción. Dentro del campo las personas se movían, como dice Agamben, en una zona de indistinción entre lo exterior y lo interior, excepción y regla, lícito e ilícito, tampoco queda protección jurídica y si se trataba de un judío tampoco tenía nacionalidad ya que mediante las leyes de Nüremberg ya habían sido privados de la misma.

Lo que para Agamben caracteriza a la democracia moderna es que se presenta desde el comienzo como una recuperación y una liberación de la zoé, tratando de transformar la nuda vida en una forma de vida y de encontrar el bios de la zoé.

 

Jonathan David Schonholz

Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Sociales

Carrera: Ciencias de la Comunicación

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