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Racionalidad moderna, cuerpo y biopolítica

Partes: 1, 2

    1. Panvitalismo, panmecanicismo, dualismo
    2. Las formas del biopoder

    Panvitalismo, panmecanicismo, dualismo

    Jonas ubica al panvitalismo en los comienzos de la interpretación humana del ser. Allí todo tenía vida y se desconocía la muerte, a la que se trató de explicar dado que era la excepción a la vida. Para poder explicar este fenómeno hasta entonces inexplicable fueron los mitos las leyendas lo que intentaron poder explicar la muerte.

    Luego en la modernidad se ubica al panmecanicismo, que surgió en el Renacimiento, el pensamiento sobre la vida y la muerte se invirtió: lo natural y comprensible es la muerte y lo problemático es la vida. A su vez la vida debe ser explicada en concordancia al mundo del que forma parte, todo es reducido a las categorías de lo extenso, que es lo susceptible de ser medido y a las leyes de las matemáticas.

    El dualismo fue en nexo entre el antiguo monismo vitalista con el moderno monismo materialista. El dualismo separa el espíritu de la materia para luego dejar el terreno despojado de todo atributo espiritual. Este dualismo dejó tras de sí la constitución del cuerpo y el espíritu como dos partes separadas las cuales ya eran imposibles volver a mezclar. Toda reflexión anterior es pre-dualista, ingenua y a-problemática. Por el contrario, toda reflexión posterior es post-dualista, en este momento hay dos posibilidades: el materialismo y el idealismo moderno.

    Por su parte Le Breton hace referencia al cuerpo en la Edad Media y el Renacimiento donde el hombre no se distinguía de la trama comunitaria y cósmica en la que estaba inserto, era un hombre/cuerpo colectivo. Era muy distinto al individualismo actual en el cual el cuerpo es la división con los otros y con el mundo, a parte el cuerpo es visto por el hombre como si fuera de su propiedad, como si fuera una cosa.

    En la Edad media, el cuerpo grotesco era considerado un campo de fuerza de acción sobre el mundo y siempre disponible de ser influido por este.

    No es posible comprender al hombre aislado de este cuerpo, incluso después de la muerte. Es por este motivo que las disecciones estaban prohibidas.

    Con el ascenso del individualismo occidental, esta situación comienza a cambiar, se inicia la separación dualista del hombre y del cuerpo. Este aislamiento del hombre produce una mirada vacía de la naturaleza de la que puede disponer para moldear así como también de su propio cuerpo que se convierte en una carga y un obstáculo para el conocimiento. Con motivo del surgimiento de este individualismo las disecciones que surgen en el siglo XV, que ya no eran mal vistas porque no pertenecían a este cuerpo colectivo, surge una diferencia epistemológica entre el hombre y su cuerpo. El cuerpo se convierte en un objeto de estudio.

    En el siglo XVII surgió la filosofía mecanicista en donde la religión quedó de lado y donde el mundo se hace mensurable y a medida del hombre. Al conocer las leyes de la naturaleza, ésta se vuelve maleable, el hombre dispone de lo que ella brinda para lo que él disponga.

    Descartes llevó el dualismo al extremo despreciando el cuerpo al límite de negarse a reconocerse en él. Para él el único poder de juicio es el pensamiento y su forma más pura que son las matemáticas. La ruptura entre los sentidos y la realidad es fundadora de la modernidad. El cuerpo se vuelve supernumerario. Descartes es un ejemplo de una postura mecanicista, pero él nunca logró desprenderse de su pasado inmediato (la Edad Media) donde la religión seguía estando muy presente.

    El mecanicismo se vuelve la forma de conocer al mundo. Sirve para interpretar tanto a la naturaleza como al hombre. Además sirve a la burguesía con sed de conquista del mundo para poder dominarla y a su vez para poder incluir al hombre en la fábrica como una pieza más indiferenciándola de la máquina. El hombre se postula como un capítulo de la mecánica general, es un engranaje de piezas altamente perfeccionado y porque no decir la pieza más fundamental del proceso. De esta forma el hombre como creador puede competir con Dios.

    Con esta mentalidad mecanicista, donde todo debe ser cuantificado y donde todo puede ser mensurable, es aquí donde Weber podría incluir su idea de espíritu del capitalismo. En esta ética capitalista nada es dejado al azar, todo estaba fríamente calculado, a diferencia de lo que ocurría con la economía tradicional (típica economía de subsistencia) donde sólo se pensaba en hacer lo necesario para poder vivir.

    Siguiendo esta lógica económica, lo que plantea Coriat en su texto sería un claro ejemplo de una mecanización del hombre por un lado y la búsqueda insaciable de más productividad lo que significaría más capital, a partir de la mensurabilidad de los tiempos productivos.

    Taylor procuraba hacer una descomposición de los gestos elementales de los obreros por medio del "time and motion study", pudiendo así saber cómo poder hacer para acelerar el proceso productivo. El cronómetro se volvió la ley en la fábrica.

    Por su parte el fordismo agrega al proceso productivo un transportador en la cadena de montaje. El montaje entendido como la añadidura de piezas en tiempos sucesivos y agrega un detalle técnico: la cadencia de trabajo está regulada mecánicamente de forma exterior al obrero mediante la velocidad de la cinta.

    El trabajador frente a esto queda mecanizado, era preciso que para la cadena el obrero fuese estandarizado para hacer posible el montaje en línea. De esta forma nació la fábrica racionalizada.

    Por otra parte a este tipo de producción se le agregó en principio panóptico de vigilancia. El hecho de tener todas las piezas en la cadena de fabricación permite al jefe del taller ver rápidamente que operación no está funcionando correctamente.

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