Experiencias de profesores del Instituto Superior Pedagógico"Raúl Gómez García" en la campaña de alfabetización en Cuba (página 2)
Enviado por Lic. Annia Rosales Romero
DESARROLLO.
El año 1961, en Cuba, fue nombrado "Año de la Educación" por haberse desarrollado en todo el país la Campaña Nacional de Alfabetización generada por el propio proceso revolucionario, la cual requería la participación activa y conciente de las masas, lo cual no podía materializarse si los hombres y mujeres no sabían leer y escribir.
El problema de la alfabetización constituyó ante todo la base del desarrollo educacional y social ulterior alcanzado por el país.
A partir de 1959 la concepción general para la erradicación del analfabetismo, se basó en el desarrollo de tres tareas fundamentales estrechamente relacionadas.
- Escolarización de toda la población infantil.
- Campaña nacional de alfabetización.
- Postalfabetización.
Los primeros pasos de erradicación de analfabetismo se dio en la Sierra Maestra, en la Sierra Cristal y en el Escambray donde se alfabetizó a mujeres, hombres y niños de las zonas liberadas desde diciembre de 1956 hasta enero de 1959.
Para el desarrollo de la campaña de alfabetización se concibió una estructura organizativa y de dirección única, mediante la cual se coordinaba, orientaba y controlaba el trabajo. Esta estructura contaba con una Comisión Nacional integrada por organismos gubernamentales y no gubernamentales, mediante la cual tuvieron acceso y participación directa las más diversas instituciones sociales, políticas, militares, estudiantiles, laborales, feministas, campesinos, el sector productivo, en fin toda la sociedad.
Los medios de comunicación masiva (radio, TV y la prensa) tuvieron un papel muy importante en la divulgación de los conocimientos de higiene, salud, de los problemas del sector agropecuario y las relaciones con el arte y la literatura entre otros que al mismo tiempo que ofrecían información, motivaban al adulto al aprendizaje de la lectura, la escritura y los conocimientos elementales de aritmética.
En aquellas jornadas de alfabetización se hizo sentir la participación de Alfabetizadores Populares, millares de brigadistas "Patria o Muerte", centenares de cuadros sindicales, miles de cuadros de la FMC, de los CDR, Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y del Sindicato de trabajadores de la Educación, así como la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) que se convirtió después en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)
Se organizaron 300 mil cubanos entre los cuales estaban más de 100 mil estudiantes brigadistas "Conrado Benítez", 121 mil alfabetizadores populares, 35 mil maestros integrados como cuadros y especialistas, 15 mil obreros agrupados en las brigadas "Patria o Muerte" a las que hay que agregar un sinnúmero de trabajadores de distintas ramas, así como personal administrativo y de servicio.
Maestros procedentes de Latinoamérica se integraron en Brigadas Voluntarias y alfabetizaron en distintas zonas de nuestros campos. Igualmente se contó con la colaboración de los países Socialistas y de organizaciones juveniles de carácter internacional como la Unión Internacional de Estudiantes (UIE) y la Federación Mundial de Juventudes Democráticas.
La campaña tenía como consigna "Que cada analfabeto tenga su alfabetizador, que cada alfabetizador tenga su analfabeto" y tenía como materiales a utilizar para alfabetizar: el Manual Alfabeticemos, la Cartilla Venceremos y el Farol Chino. Estos textos tenían como mérito orientar el trabajo de centenares de miles de alfabetizadores. Se elaboraron fórmulas pedagógicas capaces de enseñar, a través de un contenido revolucionario y que respondía a los intereses y a la psicología de analfabetos y alfabetizadores.
La campaña logró liquidar el analfabetismo e incorporar a 700 mil personas a la vida cultural del país que permanecían sin saber leer ni escribir. Le abrió un camino a los alfabetizadores con el sistema de becas y con la ampliación de la enseñanza desarrollada a partir de entonces, a toda una generación que iba tomando mayor influencia en el país.
En el Instituto Superior Pedagógico "Raúl Gómez García" existen 5 Maestros Voluntarios, 6 Maestros Makarencos, 12 Maestros Populares, 25 Alfabetizadores, 5 Alfabetizadores ya jubilados y 7 Alfabetizadores no docentes que dieron el paso alfrente al llamado de la Revolución para llevar a cabo la Campaña de Alfabetización.
En este trabajo se da a conocer algunas experiencias de 7 de ellos. Sus nombres son:
- Alba Esther Tur Rodríguez.
- Ana María Crump Dollinson.
- Bernardo Antonio Molina Figueredo.
- Esteban Fernández Velázquez.
- Carlos Vidal Cisneros.
- Anicio Duverger Jay.
- Carlos Modesto Manners Ward.
Dentro de esta selección tenemos una maestra sustituta y una normalista, un brigadista "Patria o Muerte", tres brigadistas "Conrado Benítez" y un miembro de la Comisión Nacional de Alfabetización.
La Maestra Normalista es la Licenciada Ana Esther Tur Rodríguez, profesora de Español Literatura del Departamento de Humanidades de la Facultad Enseñanza Media Superior. La misma tenía 24 años cuando alfabetizó. Durante la campaña trabajó como alfabetizadora de cinco jóvenes que eran limpiabotas y como asesora de la campaña en la Escuela "Fabio Rosell del Río" del barrio oeste con un grupo de alfabetizadores a su cargo. Durante ese tiempo trabajado, realizó censos de alfabetización del área, entrevistas con personas que no sabían leer ni escribir, para estimularlos a iniciar su aprendizaje, reuniones y seminarios de orientación a los alfabetizadores que trabajarían en esa área con los asesores, infórmenes solicitados sobre el estado o la marcha de los programas. La misma alfabetizó el tiempo que duró la campaña.
Ana María Crump Dollinson, licenciada en la especialidad de Lengua Inglesa del Departamento de Lenguas Extranjeras de la Facultad Enseñanza Media Superior (jubilada) era Maestra Sustituta en la Campaña de Alfabetización. Alfabetizó el año completo a la edad de 26 años. Primero alfabetizó, alrededor de seis meses, en una escuela primaria ubicada en la Lima de Ti guabo, municipio El Salvador antigua Soledad. Allí les daba clases a tres estudiantes en la sesión de la mañana y por la tarde enseñaba a tres adultos a leer y a escribir. Luego pasó a alfabetizar en su casa a tres jóvenes de su barrio. Además de ser maestra sustituta era coordinadora, iba a las casas a buscar jóvenes para alfabetizarlos.
Ana María es una de las mujeres revolucionarias que dio el paso alfrente al llamado de la Revolución aún sin ser de origen cubana, pues su padre era de la Antigua Barbuda y su madre era de Santo Domingo. Fue una experiencia muy grande y muy bonita para ella ya que no conocía nada del campo y allí tuvo que aprender desde cruzar un río hasta aprender a montar a caballo.
Al finalizar la campaña continuó trabajando en el seguimiento, le dieron el nombramiento de maestra fija de un aula. Era directora de una escuela primaria ubicada en el Güiral de San Fernando en Realengo 18 que era un multigrado de 1ro a 6to grado y era maestra de un aula multigrado de 4to a 6to grado, donde impartía todas las asignaturas. Por el día trabajaba en la primaria y por la noche daba seguimiento a los jóvenes y campesinos ya alfabetizados.
Bernardo Antonio Molina Figueredo a la edad de 14 años, con un nivel escolar de 6to grado era miembro de la Brigada # 32 "Conrado Benítez"; hoy profesor de la Especialidad de Educación Primaria de la Facultad de Educación Infantil. Alfabetizó a tres de seis personas que vivían en la casa donde hizo instancia en un lugar llamado el Jobito en el municipio El Salvador, antigua Soledad. Por el día participaba en todas las actividades cotidianas que realizaban los campesinos y por la noche los enseñaba a leer y a escribir con el manual y la cartilla a la luz del farol chino.
Al concluir la campaña ingresó en una beca para continuar superando sus estudios. A los 6 meses recibió la medalla "Conrado Benítez" como mérito de su labor desempeñada.
Otro brigadista "Conrado Benítez" es Esteban Fernández Velázquez, profesor de Informática y Laboral de la Facultad de Profesores Generales Integrales. El mismo a la edad de 16 años con un nivel escolar de 6to grado alfabetizó el tiempo completo que duró la alfabetización en un lugar llamado Saltadero del Río Toa en el Cuartón La Gurbia en el municipio Baracoa.
Allí alfabetizó a cinco personas, un matrimonio y tres hijos, todos adultos. La familia tenía pésimas condiciones, dormía en una hamaca en una barbacoa. Por el día realizaba las actividades cotidianas que realizaban los campesinos y por la noche alfabetizaba con el manual y la cartilla. El brigadista y el campesino más cercano le quedaban a 3 Km. Fue una experiencia muy bonita para él, ya que nunca pensó que con el nivel escolar que él tenía fuera a ser capaz de enseñar a alguien a aprender a leer y a escribir.
Donde él estaba habían dos campesinos que no se llevaban muy bien, sus nombres eran Pedro Borge y José Jardínez. Sus problemas querían provocarlos en él y el otro brigadista. Hace siete años atrás, Esteban supo porqué esos dos campesinos se llevaban mal. José Jardínez abastecía de alimentos a los contrarrevolucionarios, Pedro Borge lo denunció en el año 1962 donde le echaron 20 años. Fue una experiencia muy interesante para él y decisiva, pues fue a alfabetizar sin que la familia lo supiera. Al terminar la campaña recibió beca en la secundaria "Rubén Martínez Villena" que anteriormente era una escuela inglesa llamada Medicine School Garden.
Anicio Duverger Jay fue otro brigadista "Conrado Benítez". El mismo se incorporó a la campaña en el mes de marzo a la edad de 17 años en un lugar llamado Dos Brazos de Baracoa. Allí lo ubicaron en la casa de un campesino de apellido Lobaina, el cual tenía once hijos, donde alfabetizó a su mujer y a tres de ellos. Sus relaciones fueron muy cordiales durante ese tiempo, además conoció la vida campesina cosa que jamás se había imaginado. Pasó todo el trabajo que la forma de vida de brigadista conlleva. Las clases las impartía por la noche después de haber realizado todas las tareas del día, aproximadamente dos horas cada noche dándole tratamiento individualizado a cada uno. Al terminar la campaña de alfabetización les dejé todos los instrumentos con que les había enseñado a leer y a escribir. Al salir de allí cumplió con eficiencia la tarea que había orientado Fidel, estudiar y seguir superándose.
Carlos Vidal Cisneros, profesor de la Facultad de Profesores Generales Integrales a la edad de 16 años con un nivel escolar de 6to grado era miembro de la Brigada "Patria o Muerte". El mismo se incorporó a la campaña en el mes de mayo en la finca de un campesino llamado Lorenzo Sánchez ubicada en el Cuartón Boca de Peña en el municipio de Yateras. En la finca de Lorenzo que era un batey haitiano fue donde primero pernoctó, allí les enseñó a escribir y a poner su nombre, luego le enseño a leer a algunos campesinos utilizando el manual y la cartilla.
En el tiempo que alfabetizó además de ser alfabetizador fue responsable de abastecimiento de la Brigada Cartón "Boca de Peña" donde buscaba los medios en la junta directiva en Jamaica y en Palenque.
Los asesoraban unos maestros voluntarios y Makarencos que se habían preparado en la Sierra Maestra. La brigada "Patria o Muerte"a la cual pertenecía fue creada por la CTC para reforzar la campaña y poder cumplir con su culminación el 22 de diciembre de ese mismo año.
En la casa de los campesinos donde paraba realizaba todas las actividades agrícolas (recoger café) y por la tarde alfabetizaba a los campesinos. Cuando alguno de ellos se enfermaba había que trasladarlo en hamaca de saco a un hospital que hizo la Revolución en Palenque, algunos se morían en el camino.
Los brigadistas antes de ser ubicados recibían una superación de cómo utilizar el manual y la cartilla durante una semana en Varadero. Cuando culminaban la superación salían con la ubicación y todos los instrumentos a utilizar para enseñar a leer y a escribir a los analfabetos.
Todos realizaron la misión con mucho éxito y al culminar la campaña recibieron varias medallas como mérito de la labor realizada.
Carlos Modesto Manners Ward, hoy profesor de Filosofía e Historia de la Facultad de Profesores Generales Integrales, a los 17 años estaba trabajando como profesor de Educación Física cuando en el mes de abril se incorporó a la campaña de alfabetización. Era profesor del Campamento Granma en Varadero donde preparaban a los brigadistas y fue miembro de la Comisión Nacional de Alfabetización. Los brigadistas se preparaban una semana en este lugar mañana y tarde y por la noche hacían auto estudio.
Primero estuvieron en el Hotel Internacional de Varadero donde Carlos era el responsable de los alfabetizadores y profesores del municipio Guantánamo. Luego pasaron a un campamento, el cual llevaba como nombre Campamento Granma, donde fue responsable del campamento en general. Los brigadistas tenían que empezar a enseñar partiendo de las vivencias que tenían los campesinos. Los mismos recibían de 7: 30 a 11:00 de la mañana preparación de cómo utilizar la cartilla y el manual, cómo vincularse, tratar y enseñar al campesino. De 11:00 a 12:00 hacían deportes, baño en la playa, paseo en yate y recreación. Por la tarde continuaban con la preparación.
Carlos se desempeñó en esta labor hasta el mes de agosto pasando a ser asesor en un lugar llamado Madruga en la Provincia Habana. Luego lo trasladaron a la provincia Guantánamo asesorando la brigada del barrio Vínculo y Filipinas, hoy llamado Niceto Pérez García. Allí tuvo que recorrer la zona a pie y otras veces a caballo o mulo que le prestaban algunos campesinos. Su labor fundamental era atender a los brigadistas "Conrado Benítez" que eran 352 y a los maestros que eran 42. Después se le incorporaron 20 brigadistas "Patria o Muerte" más. Tenía que garantizarle todos los medios a los brigadistas, cayó en una zona donde los de la base naval lanzaban armas y los campesinos conocían quienes eran los contrarrevolucionarios. Pasó varios sustos con alzados que lo estaban velando para matarlo, pero gracias a la ayuda de varios campesinos y brigadistas pudo escapar. Una de las cosas que le decían a los brigadistas era que nunca pasaran por el mismo lugar dos veces por la peligrosidad que tenían algunas zonas.
Después de la campaña continuó como profesor de Educación Física y Secretario Docente de la Secundaria Básica "Regino Eladio Boti Barreiro".
Los jóvenes alfabetizadores no solo se ejercieron como maestros o instructores, sino que fueron activos exponentes de los principios revolucionarios ante las diversas opiniones que tenía la población sobre el nuevo sistema social que emergía. Muchos tuvieron que explicar con cautela y perseverancia las doctrinas, principios y objetivos de la Revolución Cubana; hacer frente a fuertes criterios contra la Revolución, denunciar y contrarrestar acciones contrarrevolucionarias. Esta campaña abrió las puertas de los corazones de muchos jóvenes hacia el magisterio , pues muchos como los entrevistados, continuaron enseñando. Aún, después de la campaña, se superaron como docentes y contribuyeron a que otros elevaran su nivel escolar.
Cuba fue el primer país en América Latina libre de analfabetismo y desde entonces ha sido un libro abierto para que otros aprendan de él. Actualmente, esto ya no es un mero deseo sino es un hecho, pues muchos países han tomado la experiencia de Cuba en cuanto a la alfabetización y la están aplicando. Sin la abnegada labor de estos y otros muchos alfabetizadores cubanos del 61 muchos países no hubiesen podido escribir las páginas de su lucha contra el analfabetismo.
CONCLUSIONES.
La campaña de alfabetización fue una difícil conquista, lograda a fuerza de trabajo, de técnica y de organización. Los recién alfabetizados tuvieron la oportunidad de elevar los conocimientos adquiridos a través de los Planes de Seguimientos, y de Educación Obrera y Campesina. Por otra parte, los jóvenes alfabetizadores se integraron en el Plan de Becas de la Revolución.
La campaña logró liquidar el analfabetismo e incorporar a la vida cultural del país 700 mil personas que permanecían sin saber leer ni escribir. Le abrió un camino a los alfabetizadores con el sistema de Becas y con la ampliación de la enseñanza desarrollada a partir de entonces, a toda una generación que iba tomando mayor influencia en el país.
Recordar que en la generación de esos alfabetizadores está el recuerdo de aquellos jóvenes que perdieron sus vidas cumpliendo con el deber ante el llamado de la Patria como fueron Manuel Ascunce Domenech, Delfín Sen Cedré y meses antes de la campaña el maestro voluntario Conrado Benítez, donde una de las brigadas de alfabetización llevó su nombre.
BIBLIOGRAFÍA.
Blanco Pérez, Antonio. Filosofía de la Educación. Selección de lecturas. La Habana:
Editorial pueblo y Educación, 2003.
Díaz Fuentes, Alfredo. Revista Científico ? Metodológica. Instituto Superior
Pedagógico "Enrique José Varona". La Habana: Editorial Pueblo y Educación,
2001. #33.
__________________. Primer Congreso del PCC. Informe Central. La Habana: Editorial
Pueblo y Educación, 1978.
Autoras:
Lic. Annia Rosales Romero.
Lic. Ayler Ferret Utset.
INSTITUTO SUPERIOR PEDAGÓGICO
"RAÚL GÓMEZ GÁRCÍA"
GUANTÁNAMO.
FACULTAD ENSEÑANZA MEDIA SUPERIOR.
ARTÍCULO CIENTÍFICO
"AÑO 49 de la Revolución."
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