Rally enduro recomendaciones plan de seguridad circuito 3 distritos de Leoncio Prado, Peru (página 2)
Enviado por JOSE GUSTAVO CAMPERO SANCHEZ
1.-La inspección de las instalaciones estará a cargo del jefe de la brigada de incendios, quien inspeccionara en forma permanente, el estado de las instalaciones de las diferentes áreas de trabajo, así como de reportar cualquier anomalía detectada que pudiera afectar su normal funcionamiento y la seguridad de sus ocupantes.
2.-La inspección de los equipos de protección, se realizara como mínimo una vez al mes, observando el estado y operatividad de los equipos de protección de las instalaciones que se mencionan a continuación:
Extintores portátiles
Alarma contra incendio
Botiquín de primeros auxilios
Linternas.
Otros.
Dicha revisión quedará registrada en un formato, en caso de encontrarse alguna falla, se deberá de comunicar al responsable de las instalaciones y al jefe de brigada, éste deberá de comunicarse con el proveedor para su mantenimiento, recarga, reparación y/o, implementación, según sea el caso.
RECOMENDACIONES PARA EL USO DEL EXTINTOR
PARTES PRINCIPALES DE UN EXTINTOR PORTÁTIL CON PRESIÓN ALMACENADA
Puede definirse al primer auxilio, como el tratamiento inmediato y provisorio, dado en caso de enfermedad o accidente imprevisto, que se presta en el lugar del hecho y con excepción de ciertos casos leves, hasta que pueda ponerse al paciente a cargo o bajo atención de un médico o para-médico, para su atención definitiva.
Prestarlos en el momento necesario, y saber que hacer en cada situación permite a veces salvar una vida, a menudo evitar la agravación de una lesión y siempre, reducir o calmar el sufrimiento del accidentado, poniéndolo en las mejores condiciones para recibir el tratamiento definitivo
Reglas generales ante una emergencia y como realizar los primeros auxilios de una excelente manera
Trate de no perder la calma, actúe con rapidez y decisión.
Observe y evalúe la zona en que ocurrió el accidente.
Pida ayuda médica y quédese junto al herido.
Aflójele la ropa.
Busque los signos vitales de la persona: si está consciente, si respira y si tiene pulso.
Si no respira: comience con los ejercicios boca a boca.
Si además no tiene pulso: acompañe con masajes cardíacos.
Cuando recupere la respiración y el pulso, acomódelo en posición de recuperación.
Revise si tiene hemorragias y contrólelas.
Cúbrala para que no sienta frío.
No le dé nada de beber, ni de comer.
Tranquilice a la víctima.
Primeros auxilios.
TRASLADO Y DATOS DEL PACIENTE:
Traslado al centro de salud más cercano. Si sospecha de lesiones en la columna vertebral, no mueva a la víctima. Hágalo sólo cuando tenga la certeza de que el traslado no empeorará la situación. Ante cualquier duda, es mejor esperar a la ambulancia.
DATOS QUE SON NECESARIOS CUANDO PIDE AYUDA TELEFÓNICA A LA POLICÍA, LOS BOMBEROS O LA AMBULANCIA:
Lugar del hecho.
Tipo de emergencia (ahogo, accidente de tránsito, caída, electrocución, fractura, herida, hemorragia, incendio, paro cardiorrespiratorio).
Número y estado de las víctimas.
VALORACIÓN DEL ESTADO DEL ACCIDENTADO:
VALORACIÓN PRIMARIA (EL ABC) Y VALORACIÓN SECUNDARIA.
VALORACIÓN PRIMARIA:
El proceso de valoración, consiste en la recogida de datos sobre el paciente que pueden ser de utilidad para facilitar la correcta actuación del auxiliador. Esta valoración ha de ser sistemática y precisa. Entendemos dos formas complementarias y consecutivas de valoración: la primaria y la secundaria.
En una situación de urgencia, a pesar que la reacción instintiva de cualquier persona es emprender alguna acción, no se ha de caer en este error, pues la valoración primaria requiere pocos minutos y de su realización puede depender la vida del accidentado.
La valoración primaria, se inicia con la primera impresión que el auxiliador tiene al ver al herido, que se forma a partir de lo que vemos y oímos, seguida de la evaluación primaria propiamente dicha, que consiste en identificar problemas que amenazan la vida del individuo, resumidos en el ABC:
AIRWAY ———-> Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para que el aire llegue a los pulmones.
BREATHING —–> Existencia de respiración espontánea.
CIRCULATION –> Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes hemorragias.
La alteración de estos tres puntos se da en la parada cardiorrespiratoria, que será tratada posteriormente.
VALORACIÓN SECUNDARIA
Sólo después de realizar la valoración primaria y las debidas actuaciones (reanimación cardio-pulmonar, apertura de vías, etc.), si las hubo, se realiza la valoración secundaria.
Ésta consiste en la valoración del estado del accidentado de pies a cabeza, tanto por delante, por detrás y por ambos laterales. Se han de buscar:
Fracturas de miembros o de la columna vertebral.
Golpes recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda que puedan producir hemorragias internas.
Lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc.
Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente, intentando obtener la mayor cantidad de información posible por si dejara de estarlo. Se anotaran, y posteriormente se trasmitirán a los servicios sanitarios, los siguientes datos:
Nombre (s) y apellidos.
Edad.
Constantes vitales (pulso y respiración).
Enfermedades que padezca o halla padecido.
Medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina,..)
Alergias a algún medicamento.
Si lleva algún informe médico encima.
Localización del dolor.
Hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas
Actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del paciente a ellas.
SI existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen.
SI se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo desde la parada y tiempo que se está realizando la maniobra.
SI existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, cuándo y qué cantidad, y si hubo vómitos.
LIPOTIMIA O DESMAYO:
Es la pérdida momentánea del conocimiento, que la mayoría de las veces es producida por un descenso de la tensión arterial. Es decir, la lipotimia se produce porque no le llega suficiente sangre al cerebro.
Antes del desmayo aparecen signos de: falta de fuerza, sensación de pérdida de conocimiento, malestar, vértigo, náuseas o vómitos, visión borrosa, zumbidos de oídos, palidez y sudoración fría.
Actuación:
Acostarle y elevarle las piernas (para favorecer el riego sanguíneo cerebral).
Aflojarle la ropa: cinturón, corbatas, etc.
Si está inconsciente: NO darle NADA de beber.
Si no se recupera: traslado urgente.
INTOXICACIÓN POR GASES:
Una persona puede envenenarse al inhalar algún tipo de gas tóxico de los cuales, existen diferentes especies provenientes cada una de diferentes fuentes. Pueden citarse, por ejemplo, el gas de uso general, los refrigerantes (amoníacos, anhídrido sulfuroso), los agentes anestésicos (éter, cloroformo, óxido nitroso), solventes (tetracloruro de carbono, tricloroetileno), monóxido de carbono, etc.
El monóxido de carbono es un gas letal que aparece como resultado de la combustión incompleta de sustancias que contiene carbono, y su peligro está en que no se huele, por lo que no se detecta. Una concentración peligrosa de monóxido de carbono puede producirse en el interior de una casa con calefacción sin ventilación adecuada, en una cochera en la que se ha puesto en marcha el vehículo. También en un edificio en llamas, en el que la concentración de monóxido de carbono llega a tener un nivel letal en tanto disminuye el oxígeno del aire.
Los síntomas vendrán dados por irritación de mucosas, tos, ronquera, dificultad respiratoria, intranquilidad, ansiedad, confusión, desorientación, trastornos de la capacidad de juicio, coloración cutánea azulada, etc.
Actuación:
Tomar medidas de precaución como, por ejemplo, portar máscaras con aporte de oxígeno, no llevar cerillas.
Ventilar la estancia, si es posible, nada más llegar.
Llevar al intoxicado a un ambiente donde pueda respirar aire fresco y desvestirle.
Acostar al accidentado sobre un lado (decúbito lateral), con el tronco elevado unos 45º, y mantenerle en reposo absoluto.
Si se posee equipo de administración de oxígeno, administrarlo al 100% y a alto flujo.
Taparle con una manta.
Si parada respiratoria, efectuar respiración artificial.
Trasladar al accidentado al centro médico más cercano
QUEMADURAS:
Las quemaduras pueden ser producidas por el fuego, líquidos calientes, productos cáusticos, electricidad y por el sol.
Podemos clasificar las quemaduras según su profundidad, en tres tipos:
1. Primer Grado: muy superficiales (sólo enrojecimiento).
2. Segundo Grado: aparecen ampollas en la piel, y
3. Tercer Grado: existe destrucción de los tejidos y la piel está carbonizada.
ACTUACIÓN EN QUEMADURAS DE:
Primer Grado:
Refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una temperatura de entre 10 y 20 grados centígrados.
Beber abundantes líquidos si esta es muy extensa, caso de las producidas por el sol durante el verano.
Segundo Grado:
Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en una puerta de entrada para los microorganismos. Siempre se ha de lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos, posteriormente, según el estado de las ampollas se actuará de una u otra manera.
Ampolla intacta:
Poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño limpio o compresa estéril.
Ampolla rota:
Tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar antiséptico, recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la piel muerta e impregnar nuevamente con antiséptico. Colocar una cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor y la infección.
Tercer Grado:
Apagar las llamas al accidentado, con lo que se tenga a mano: mantas, tierra, o tirándose al suelo y revolcarse.
Lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos.
NO retirar los restos de ropa.
NO se deben reventar las ampollas que aparezcan.
NO dar pomadas de ningún tipo.
Envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua.
Trasladar al paciente con urgencia hasta un centro hospitalario.
La quemadura es el resultado clínico del contacto o exposición del organismo con el calor.
Las quemaduras obedecen a múltiples causas, siendo comúnmente de origen accidental, laboral o doméstico, especialmente en niños.
LOS PRINCIPALES ORÍGENES SON:
Fuego.
Líquidos.
Químicos.
Eléctricos.
Radiaciones.
Una rápida y acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y en otros casos, mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo térmico. Conociendo adecuadamente la etiología y la fisiopatología del quemado podremos estar en capacidad de hacer un tratamiento preventivo de las múltiples complicaciones y secuelas que pueden presentarse en estos pacientes.
La piel, es el órgano más extenso del cuerpo, con un espesor que varía entre 1-3 milímetros y es una barrera impermeable que también contribuye a la termorregulación. Se compone de dos capas: epidermis y dermis. La primera es la más externa; la segunda contiene tejido conjuntivo, vasos sanguíneos que aportan los nutrientes para la epidermis, folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas y fibras nerviosas periféricas transmisoras del dolor.
Precisamente estas fibras son las que se estimulan en las quemaduras superficiales, transmitiendo al cerebro la sensación dolorosa intensa que se produce y las que se destruyen cuando la quemadura es profunda, desapareciendo por tanto dicha sensación dolorosa.
Como en el caso de todos los pacientes traumatizados, las prioridades son mantener la permeabilidad de la vía aérea, asegurar el intercambio de gases y restaurar el volumen intravascular.
Una prioridad adicional en pacientes con lesiones térmicas evidentes es detener el proceso de la quemadura, representada por la eliminación de los vestidos, en particular los de fibras sintéticas, que pueden continuar ardiendo durante prolongados períodos de tiempo después de haberse extinguido las llamas.
VALORACIÓN:
Se realiza en base a dos parámetros:
a. Extensión de la superficie corporal quemada, y
b. Grado de profundidad de la quemadura.
EXTENSION:
Es el primer factor a considerar en la valoración de la severidad de una quemadura. Para calcularla, se utiliza como método más sencillo la regla de los nueve de Wallace, según la cual se divide la superficie corporal del adulto en 11 áreas, cada una de las cuales supone el 9%, o un porcentaje múltiplo de nueve, con relación a la superficie corporal total. De esta forma se estima que:
Cabeza y cuello: son, aproximadamente, un 9%.
Cada extremidad superior: 9%.
Cara anterior de tórax y abdomen: 18%.
Espalda y nalgas: 18%.
Cada extremidad inferior: 18%.
Genitales: l%
En el niño la proporción es distinta y sé le otorga a la cabeza un 18% y a cada extremidad inferior un 13%, siendo el resto igual.
Puede ayudar, en determinados momentos, saber que la palma de la mano supone un 1% de la superficie corporal total.
PROFUNDIDAD:
Directamente relacionada con la temperatura del agente y el tiempo de duración del contacto. Se clasifican generalmente, en primer, segundo o tercer grado, de acuerdo con la profundidad de tejido destruido.
PRIMER GRADO: Destruye solamente la epidermis y se expresa, típicamente, por un eritema que palidece a la presión, es dolorosa y no se asocia con evidencia de desgarro de la piel ni formación de ampollas.
SEGUNDO GRADO: Destruye la epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis; se subdividen en dos grados, superficial o profundo. Su aspecto es rosado o rojo, con presencia de vesiculación de contenido plasmático y tienden a una epitelización espontánea. Son dolorosas.
TERCER GRADO: Destruyen todo el espesor de la piel y, salvo que sean muy pequeñas, no tienen posibilidad de epitelización espontánea. Su aspecto es pálido y se aprecian pequeños vasos coagulados. Son indoloras y no palidecen por la presión.
En caso de duda entre el 2 y 3 grado, en las primeras existe dolor intenso y en las otras anestesia local, por destrucción de las fibras sensitivas.
Para la evaluación de una quemadura también entran en juego otros factores como la edad, el agente causante o zonas especiales, entre ellas la cara, los pliegues, las manos y los genitales.
Dependiendo de la localización, profundidad y extensión se hace el pronóstico:
1. Quemadura Grave:
Hasta 25% de superficie corporal total (SCT) de grados 2 o 3 grado, en edades de 0 a 14 años.
Hasta 35% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos.
2. Quemadura Pequeña:
Con: lesiones por inhalación, lesiones significativas preexistentes, enfermedades previas significativas, quemaduras profundas que afecten a cara, ojos, periné, mano y pie.
3. Quemadura Moderada:
Entre 15 y 25% de SCT de 2 grado, en edades hasta los 14 años.
Entre 20 y 31% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos.
4. Quemadura Pequeña por Alto Voltaje:
Quemaduras térmicas o químicas limitadas al ojo.
5. Quemadura Leve:
Hasta 15% de SCT de 2 grado, superficial hasta los 14 años.
Hasta 10% de SCT de 2º grado, profundo y hasta 20% de SCT de 2 grado superficial en adultos.
Una vez calculada la extensión, profundidad, localización, zonas especiales y algunos aspectos importantes dentro de la localización; como quemaduras circulares de las extremidades, quemaduras faciales con compromiso de mucosa nasal u oral, se llega al diagnóstico definitivo de la lesión anotando.
6. Quemadura Grado II o Grado III:
Agente causante.
Localización: cara, cuello, tórax, extremidades.
Zonas especiales.
Riesgo de quemaduras respiratorias.
Lesiones asociadas como fracturas, trauma, etc.
El pronóstico vital de un quemado se refiere a la posibilidad de supervivencia y está directamente relacionado con la extensión y profundidad de la quemadura. El pronóstico de secuelas está principalmente relacionado con la localización de las quemaduras, por ejemplo, secuelas en cara, manos y pliegues, son más incapacitantes que retracciones o bridas localizadas en otras zonas corporales.
SOPORTE VITAL:
El tratamiento inmediato del quemado, es muy similar al que se realiza con el paciente poli traumático, aunque con algunas peculiaridades que es importante conocer ya que son totalmente específicas de este tipo de pacientes. Lo primero que tenemos que hacer es parar el proceso de la quemadura, se evacuará al paciente del lugar del siniestro, controlando todos los restos de llamas que existan en sus ropas, procediendo inmediatamente a desvestirlo.
Aplicaremos agua sobre la superficie quemada, limitándose al empleo de agua fría a pequeñas áreas durante periodos de tiempo no superiores a 5 o 10 minutos para evitar la hipotermia. A continuación manejaremos al paciente como cualquier otro politraumatizado, evaluaremos la vía aérea y su estatus ventilatorio.
Buscaremos signos clínicos de obstrucción de la vía aérea y/o de quemadura inhalatoria, ya que el retraso en su detección hace que el manejo de la vía aérea sea muy difícil o, a veces, imposible. A todo paciente con quemaduras extensas o que se asuma que haya inhalado "humos" se le administrará FiO2 45%. Si el paciente presenta pérdida de vello nasal, quemaduras faciales, de la úvula, oro faríngeas, de la vía aérea superior y ha sido encontrado en área cerrada se entenderá que ha sufrido inhalación.
En cualquier persona con quemaduras extensas, que interesen el 30% de su superficie corporal total, se establecerán inmediatamente medidas de soporte hemodinámica. Se elegirán venas periféricas de calibre grueso en las extremidades superiores, incluso si están afectados. Una medida prudente es la colocación de una sonda vesical para medir la diuresis horaria y detectar la presencia de mioglobina o hemoglobina en la orina.
La fluido terapia, se basa en la administración de solución Ringer-Lactato a ritmo rápido, puesto que la pérdida de la cubierta cutánea desequilibra el medio interno produciendo una gran pérdida de plasma, agua y electrolitos.
Otro, aspecto fundamental es la analgesia y en ocasiones sedación según la valoración inicial. Se administra generalmente Meperidira o Morfina siempre por vía parenteral. Xeperidina 1 amp. de 100 mgr diluida hasta alcanzar 10 cc. Aplicar 20-30 mgr I.V. hasta control del dolor, si es necesario repetir 2 o 3 bolos. También se puede utilizar 1-3 mgr de Morfina I.V, que generalmente produce analgesia y sedación. Si es necesaria una mayor sedación se puede administrar Diazepan 2-3 mgr I.V. en pacientes muy ansiosos.
En quemados con afectación de más del 20% de su extensión corporal debe prevenirse la presencia del shock.
Una vez estudiada las generalidades del paciente quemado, a continuación se desarrollan las diferentes etiologías.
QUEMADURA INHALATORIA:
La quemadura inhalatoria representa un dato severo y significativo para el paciente, sus signos característicos son: Pérdida del vello nasal, quemaduras intranasales y hollín en la boca, quemaduras periorales, cambios en la voz, tos, disnea, estridor, cianosis, insuficiencia respiratoria, signos de obstrucción de la vía aérea superior, carboxihemoglobina superior al 15%
Se presentan generalmente asociadas con quemaduras en espacio cerrado donde el aire a altas temperaturas produce lesión respiratoria; también ocasionada por la degradación de ciertos elementos sintéticos como plásticos. Este tipo de lesiones, están asociadas con quemaduras de pequeña extensión, se catalogan como pronóstico es reservado debido a la alta incidencia de morbilidad / mortalidad.
En su diagnóstico, es importante el antecedente de lesión en espacio cerrado, automóvil, etc., encontrándose siempre asociadas con los signos característicos citados anteriormente. Pueden darse tres modalidades de presentación:
Cuadro típico de intoxicación por monóxido de carbono, el cual debe ser manejado mediante administración de oxigeno humidificado a altas concentraciones.
Lesión directa por aire o alta temperatura que produce un cuadro de inflamación aguda con posterior desprendimiento de la mucosa respiratoria y posibilidad de infección, atelectasias y posteriormente focos bronco-neumónicos.
Intoxicación respiratoria ocasionada por productos de degradación de elementos sintéticos durante el incendio, los cuales ocasionan un cuadro de gran irritación y lesión de las vías respiratorias.
El manejo de estos pacientes depende del grado de obstrucción y de insuficiencia respiratoria. Se discute acerca de la utilidad de los corticoides.
QUEMADURAS QUÍMICAS.
Se producen cuando la piel entra en contacto con sustancias químicas, como ácidos y álcalis fuertes u otros materiales corrosivos. La gravedad de la lesión producida por los productos químicos depende de: la duración del contacto, de su concentración, y de la cantidad de agente que entre en contacto con la superficie corporal. El manejo de estas lesiones se basa, fundamentalmente, en retirar el producto químico del contacto con la piel de la víctima, tan rápidamente como sea posible.
Las pautas de actuación son:
Iniciar cuanto antes el lavado generoso de la piel, con agua abundante o suero biológico, pero no a presión.
Deben retirarse todos los objetos en contacto directo con la piel: ropa, zapatos, relojes, pulseras, anillos y otras joyas.
Hay que tener especial cuidado en no tocar la sustancia química al manejar al lesionado. En este caso, sería necesario lavar, igualmente, la zona afectada.
Las quemaduras de los ojos deben lavarse al menos durante 20 minutos.
Deben cubrirse las áreas quemadas con apósitos estériles y húmedos.
Algunas sustancias químicas, como el fenol, no son solubles en agua, debiendo utilizarse aceite como elemento de limpieza.
Posteriormente, deben investigarse los signos y síntomas que puedan expresar lesiones de órganos vitales, para iniciar las maniobras de soporte inmediatamente.
RESPIRACION CARDIOVASCULAR
Se denomina resucitación al conjunto de maniobras que tratan de restablecer la respiración y los movimientos del corazón de una persona en la que accidental y recientemente se han suspendido ambas funciones.
RESPIRACIÓN ARTIFICIAL
Debe ser:
Urgentísima, antes de los 6' de ocurrida la supresión.
Ininterrumpida, incluso durante el traslado.
Mantenida durante el tiempo necesario, incluso horas.
Eficaz. Ningún método puede compararse en eficacia con el boca a boca que ha desplazado totalmente a otros, razón por la cual será el único que describamos, ya que consideramos que es mejor conocer uno bien y eficaz, que muchos mal y poco eficaces.
MÉTODO ORAL BOCA A BOCA:
Consta de 2 tiempos: (Fig. 1.)
1. Preparación para la respiración.
2. Práctica de la respiración.
PREPARACIÓN PARA LA RESPIRACIÓN.
Tender a la víctima boca arriba sin almohada. Si vomitara agua o alimentos, torcer la cabeza hacia un lado mientras devuelve.
Aflojar (o rasgar si es preciso) las ropas de la víctima que opriman la garganta, el tórax o el abdomen.
Inspeccionar rápidamente la boca para sacar de ella cuerpos extraños si los hubiera, incluidas las dentaduras postizas.
Si la víctima se hubiera atragantado con algo, volverla de costado y darle fuertes golpes con la mano en la espalda, entre las paletillas, Si no expulsa el cuerpo extraño, practicar el método de HEIMLICH. (ver líneas abajo maniobra de heimlich.
PRÁCTICA DE LA RESPIRACIÓN.
Arrodillado junto a la víctima.
Coloque una mano en la nuca, la otra en la frente; procure elevar la de la nuca y empujar con la de la frente, con lo que habrá conseguido una buena extensión de la cabeza.
Sin sacar la mano de la nuca, que continuará haciendo presión hacia arriba, baje la de la frente hacia la nariz y con dos dedos procure ocluirla totalmente. Inspire todo el aire que pueda, aplique su boca a la de la víctima y sople con fuerza.
Retire su boca y compruebe si sale el aire que usted insufló por la boca del accidentado. Si no sale es que no entró por no estar bien colocada la cabeza.
Extiéndala más aún, echando más hacia atrás la frente y compruebe que entra el aire, viendo cómo se eleva el pecho del accidentado cuando usted insufla aire. Si aun asi no puede comprobarse que entra aire en su tórax, seguramente será debido a que la glotis (garganta) está obstruida por la caída de la base de la lengua. Para colocarla en buena posición debe hacerse lo siguiente: con la mano que estaba en la nuca empújese hacia arriba el maxilar inferior haciendo presión en sus ángulos, hasta que compruebe que los dientes inferiores están por delante de los superiores. En esta posición es seguro que la base de la lengua no obstruye la glotis y que el aire insuflado puede penetrar en los pulmones, elevando su pecho, lo que siempre es fácil de comprobar.
Repita las insuflaciones cada 5 segundos (unas 12 ó 14 por minuto).
Si empieza a recuperarse acompase el ritmo de las insuflaciones al de la respiración del accidentado.
Por último, no olvide tomar el aire suficiente para evitar mareos, etc.
Si además de que no respira y está inconsciente, se observa que el accidentado está muy pálido, carece de pulso en la muñeca y cuello, tiene las pupilas dilatadas y no se oyen los latidos cardíacos, es muy probable que se haya producido una parada del corazón, por lo que se debe proceder a practicar, además de la respiración artificial boca a boca, el masaje cardíaco externo, con arreglo a la siguiente técnica:
La persona encargada de practicarlo se coloca de rodillas al lado de la víctima, aplicando la parte posterior de la palma de la mano sobre el esternón, cuatro o cinco centímetros por encima de la "boca del estómago". La palma de la otra mano se coloca sobre la de la primera (Fig. 2).
MANIOBRA DE HEIMLICH
Descripción.
Método.
Maniobra de Heimlich en adultos inconscientes
DESCRIPCION:
En algunas ocasiones el paciente puede presentar una obstrucción de las vías aéreas por algún cuerpo extraño que le imposibilita el paso del aire. Dicha obstrucción puede ser completa, en cuyo caso no entra ni sale aire, o bien, incompleta o parcial, en el que el paso de aire aún existe, aunque en muy pequeña cantidad. La sospecha de una obstrucción completa depende del estado del paciente.
Si está consciente, la persona se lleva las manos a la garganta y la cara se congestiona, no pudiendo hablar, toser o respirar.
Si está inconsciente, no lograremos que penetre aire en su cavidad torácica al realizar el boca a boca. En este caso deberemos asegurarnos que hemos realizado la apertura de la vía aérea de forma correcta antes de intentar otra maniobra.
Si la obstrucción es incompleta y el paciente es capaz de toser, le animaremos a que lo haga. Si es completa no va a poder inspirar el aire suficiente como para toser. En este caso le practicaremos la Maniobra de Heimlich, también llamada "del abrazo del oso", que consiste en provocarle un brusco aumento de la presión dentro del tórax para que pueda expulsar el cuerpo extraño. Para ello:
Si está consciente, nos situaremos detrás y colocando el puño en la boca de su estómago y sujetándonoslo con la otra mano, comprimiremos bruscamente hacia arriba y hacia nosotros, tratando de aumentar la presión en los pulmones. Repetiremos la maniobra 5 ó 6 veces hasta que veamos como expulsa el objeto.
Si está inconsciente realizaremos la misma maniobra con el paciente en el suelo.
METODO:
Tenemos dos personas una la víctima (con el problema) y otra el auxiliar (el que ejecuta la maniobra de Heimlich). La víctima puede estar de pies o sentada, el auxiliar se pondrá de pies y por detrás, cogiendo en un abrazo a nivel de la cintura de la víctima.
El auxiliar coloca una mano plegada como un puño a nivel del abdomen de la víctima, y con la otra mano se coge la muñeca de la mano anterior. En esta posición es fácil que al realizar presiones intensas en forma de abrazo, la víctima sea levantada en la maniobra, pero es incluso recomendable.
Se deben repetir presiones intensas hasta que el objeto causante del problema sea expulsado por la boca.
MANIOBRA DE HEIMLICH EN ADULTOS INCONSCIENTES:
Paro o impedimento respiratorio debido a una obstrucción o irritación de la tráquea.
Sin oxígeno, el cerebro puede empezar a morir en un lapso de 4 a 6 minutos, por lo que la administración oportuna de primeros auxilios a una víctima de asfixia puede salvarle la vida.
Una vez expulsado el objeto causante de la asfixia, se debe mantener a la víctima tranquila y esperar que llegue la ayuda médica. Todas las víctimas de asfixia deben ser examinadas por un médico, dadas las complicaciones que pueden surgir, no sólo del incidente, sino de las medidas de primeros auxilios que se tomen.
En algunos casos, el objeto se introduce en los pulmones en lugar de ser expulsado y aunque la víctima pareciera mejorar y respirar con normalidad, al cabo de unos días aparecen los signos y síntomas de un cuerpo extraño alojado en los pulmones. Estos síntomas son jadeo, tos persistente y neumonía. Si esto pasa, se debe buscar asistencia médica inmediata.
ENTRE LAS PRINCIPALES CAUSAS TENEMOS:
a. Comer, sobre todo cuando se ríe al mismo tiempo, cuando las prótesis dentales no están bien ajustadas, cuando se come muy rápido o no se mastican bien los alimentos.
b. El consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, pues puede afectar la capacidad de estar alerta.
c. Traumas en la cabeza y en la cara, pues los coágulos de sangre o las hemorragias pueden causar asfixia.
d. Objetos pequeños que pueden tragarse los niños.
REQUERIMIENTO MINIMO PARA UN BOTIQUIN DE PRIMEROS AUXILIOS
ANTISEPTICO:
– Un frasco de alcohol
– Un frasco de agua oxigenada
– Un frasco de tintura de yodo.
– Un frasco de merthiolate
– Un frasco de aseptil rojo
– Jabón neutro.
MATERIALES DE CURACION:
– Una caja de gasa esterilizada
– Un paquete de algodón
– Un frasco de sulfanil o sulfacol
– Un rollo de esparadrapo
– Un frasco de jabón líquido.
– Un chisguete de picrato de butesin (quemaduras)
OTROS MATERIALES:
– Una pinza de depilar (para sacar astillas)
– Una tijera de punto roma
– Una venda elástica
– 10 Curitas
– Un par de guantes quirúrgicos y tapa boca..
– Baja lenguas.
– Analgésicos.
– Anti espasmódico.
– Anti diarreico.
– Isorbe sublingual (infartos)
Autor:
Jose Gustavo Campero Sanchez
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