Descargar

Religión o libertad intelectual


  1. Una definición de la religión
  2. Ventajas de estar convencido de que Dios no existe
  3. Dos preguntas
  4. Fuentes

Daniel Clement Dennett (1942- ). Es un filósofo estadounidense de la ciencia, destacado en las ciencias cognitivas, el estudio de la conciencia, la intencionalidad, la inteligencia artificial y la memética. También son significativas sus aportaciones acerca del darwinismo y la religión.

Una definición de la religión

Introducción

La mayoría de los creyentes cuentan para sus debates religiosos con un gran número de afirmaciones incoherentes sobre sus creencias. La gente creyente prefiere reivindicar una fe vaga a no contar con ninguna, se trata de la fe en fe. Además reconocen que su fe en algún momento les fue útil.

Sigmund Freud en El porvenir de una ilusión, afirma que dios para los filósofos religiosos es una vaga abstracción, una sombra insustancial, creada por ellos para ellos, con el fin de hacerse pasar ante la gente como deístas creyentes. Aunque se enorgullecen de haber llegado a concebir una idea elevada y pura de dios, para ellos dios no es el poderoso personaje de las doctrinas religiosas.

Definición

Se llama religión a una serie de fenómenos distintos, originados en circunstancias distintas y con implicaciones distintas, fenómenos diferentes a los de la clasificación natural de las especies.

Afinidad entre religiones.

Hay algunas afinidades profundas e importantes entre muchas religiones, e incluso entre todas, comparten ciertos rasgos típicos pero también presentan variantes y diferencias.

En la biología evolutiva cada año se descubren nuevas sorpresas, razones profundas que llevan a modificar la agrupación de los seres vivos. De igual manera se debe prever y tolerar la agrupación y definición de algo tan complejo y diverso como son las religiones.

Los tiburones y los delfines se parecen mucho en su aspecto y en su comportamiento pero no son de la misma especie. El budismo, el islam, a pesar de todas sus similitudes hay que considerarlas como fenómenos culturales distintos. Desde el sentido común y la tradición se consideran ambos grupos como religiones, pero al aumentar nuestros conocimientos

Sobre ellos, es necesario hacer ajustes en esta clasificación.

Hay grupos de personas que intentan se les considere como religiones, otros no, dado que las leyes confieren un estatus especial a los grupos considerados religiones. Hay grupos que se presentan como religiones para que se les confiera el estatus jurídico y social de que gozan las religiones en esos países.

Como está prohibido impartir doctrinas religiosas en establecimientos públicos de algunos países, algunos grupos rechazan ser considerados religiones como el de "La biología evolutiva" para poder impartir libremente sus enseñanzas. Protección jurídica y social, honor, prestigio son aspectos que buscan los grupos humanos.

Definición de las religiones

Las religiones se pueden definir como sistemas sociales con aprobación oficial cuyos participantes confieren creer en una o varias circunstancias sobrenaturales.

Esta definición debe considerarse provisional, abierta a cambios, e involucra varios aspectos. La espina dorsal de las religiones es la creencia en uno o varios dioses.

Características de los dioses de las religiones

  • Pueden ser humanos divinizados, como los faraones egipcios, los reyes griegos y romanos, o Jesucristo de los cristianos.

  • Pueden ser espíritus con rasgos masculinos como Jehová de los judíos o Alá de los mahometanos.

  • Un dios que ve, oye y habla en tiempo real, pero que por ser omnisciente no necesita de órganos de los sentidos. "Dios esperó a ver qué hacia Job antes de hablar con él".

  • Un dios a quien se le reza con la esperanza de obtener lo solicitado en la plegaria. Un dios a quien se le agradece el dispensar todos los bienes que disfrutamos. Un dios que decide todo: "confiando en dios", "si dios quiere y lo permite".

  • La gente llama dios a un ser capaz de dar respuesta a sus oraciones, de aceptar o rechazar, de recibir sacrificios, de dispensar castigo o perdón. Para ellos rezar es hablar con un dios que escucha y perdona de verdad.

No religiones.

Hay grupos de personas para las cuales rezar no es una manera de hablar con dios; sino consigo mismo acerca de sus más profundas inquietudes. Estos grupos pueden ser sustitutos, derivados maravillosos o pésimos de religiones antiguas con las que guardan aires familiares, cuentan con determinadas prácticas y tradiciones que formaban parte de ellas. Aunque cuenten con algo que llaman dios y que los sobrecoge, su credo no es una religión. Por ejemplo grupos con creencias y ritos como el Hallowen y el Papá Noel.

Estos grupos aunque dediquen mucho esfuerzo y dinero en sus actividades, no tienen el estatus de religiones.

Una religión es un sistema o comunidad social amplia, no una única persona con sentimientos, actos y experiencias individuales en su soledad, que percibe una relación con lo divino. William James no tuvo inconveniente en identificar a un solo creyente como una religión, como fue su caso personal. Consideraba además que los credos, los rituales, el boato y las jerarquías políticas de las religiones organizadas, eran distractores de la verdadera raíz del fenómeno religioso. Olvidaba que estos factores sociales y culturales inciden enormemente en el contenido y la estructura de la experiencia individual.

El enfoque biológico y social de gran alcance acepta que estos factores conformaron, durante grandes extensiones de tiempo y espacio, la experiencia y los actos de las personas religiosas individualmente.

Personas espirituales no religiosas son individuos que con gran sinceridad y devoción profesan lo que lo que podríamos llamar religiones privadas. Estas personas han conocido a fondo más de una religión mundial pero han decidido no adscribirse a ninguna de ellas.

Sectas satánicas y Magia negra

Las leyendas urbanas sobre "sectas satánicas" y "magia negra" pretenden convencer de que en ellas se pueden establecer alianzas malignas con demonios. Afortunadamente se trata de pocas personas vinculadas a estos sistemas sociales prácticamente inexistentes que no alcanzan a lograr el estatus de religiones. La diferencia de estas sectas con las religiones consiste en que las personas adscritas a religiones generalmente son bien intencionadas, tratan de vivir conforme a la moral, de no hacer el mal y de corregir sus faltas. Las personas pertenecientes a sectas satánicas por el contrario, son tan egoístas y tan crédulas que aceptan poder establecer pactos con agentes sobrenaturales malvados, para conseguir sus malos deseos personales y poder vivir en los vicios y la superstición.

Ventajas de estar convencido de que Dios no existe

Penn Jilette Fraser (1955- ) es un comediante, ilusionista, malabarista y escritor estadounidense conocido por su trabajo con otros ilusionistas como Teller en el equipo de Penn & Teller.

Ateísmo y existencia de dios.

El ateísmo es no creer en dios. Estar convencido de que dios no existe, va más allá del ateísmo. Si no se cree en dios, no hace falta demostrar nada. Estar convencido de que dios no existe es apreciar la verdad de las pruebas de su no existencia, que se han buscado y encontrado. Cualquiera con amor por una verdad eterna necesita buscar y encontrar alguna evidencia de algún poder sobrenatural.

La mayor parte de los ateos se han quedado estancados en la fase de búsqueda estas pruebas, es decir, en el ateísmo fácil de no creer en dios. El estar convencido de que dios no existe requiere una mayor exigencia personal, una globalización de la vida. Adoptar reglas claras a las que ajustamos nuestro comportamiento. Es un paso que afecta todos los momentos de la vida. Se deja de ser codicioso, se tiene amor, se disfruta de cielos azules, de arco iris, de las felicitaciones, en fin de todo lo que hay en este mundo.

Con seguridad que esto no solo basta, sino que además sobra para vivir felices. Exigir, suplicar algo más, es completamente de mal gusto. El verdadero paraíso, si así lo queremos, es el amor de la familia que nos crió y de la familia que estamos criando, familias que nos proporcionan suficientes nuevas alegrías cada día.

Ventajas

Estar convencido de que dios no existe proporciona muchas ventajas:

  • Cambia la necesidad de perdón por bondad, por más ganas de ser atento y considerado con la gente, de tratar bien a las personas.

  • Impide ser egocéntrico, es decir aceptar la doctrina según la cual solo existo yo y la naturaleza y lo demás son imágenes como las de un sueño. Permite por tanto aceptar ideas y culturas distintas.

  • Averiguar en qué me equivoco y ponerme de acuerdo con otras personas sobre realidades.

  • Ajustar mi comportamiento para comunicarme siempre sinceramente.

  • Evitar decir a los demás ¡cállese!, con expresiones como estas: ¡Tengo mi propia fe! ¡Tengo mis propias creencias! ¡Mis creencias son más importantes que cualquier otra cosa!

  • Permito que se me desmienta, cuando estoy equivocado, con lo cual aprendo algo nuevo.

  • Procuro estar siempre trabajando en la erradicación o disminución del dolor de personas cercanas o lejanas, porque no acepto que este dolor sea responsabilidad de un ser imaginario, omnisciente, omnipotente, omnipresente, pero injusto, cruel y perezoso para ayudar.

  • Cuento con mayor tiempo y espacio para mi familia, la gente, el amor, la verdad y los pequeños placeres que nos ofrece la vida.

  • Puedo en suma hacer que esta vida merezca realmente ser vivida.

Dos preguntas

Ahmed Salman Rushdie (1947- ). Indio, ciudadano y caballero británico, autor de la novela Los versos satánicos y de la carta Al seis mil millonésimo ciudadano del mundo.

Historias religiosas

Las religiones insinúan que para encontrar respuesta a estas dos preguntas: ¿Como hemos llegado a este mundo? y ¿Cómo vamos a vivir? es necesario creer:

  • En historias interesantes, hermosas o seductoras.

  • En la existencia de un ser invisible, inefable, presente en el cielo y creador omnipotente.

  • En que los seres humanos somos criaturas limitadas, incapaces de percibir y menos de comprender.

  • En un cielo con un dios residente, que creó el universo simplemente pronunciando unas palabras.

  • En que el dios único y poderoso se subdivide en muchas fuerzas menores, deidades subalternas, caprichosas, arbitrarias, entrometidas, crueles.

  • En que el amor, el anhelo de poder infinito, las criaturas frágiles y las nubes de gloria fueron el motor de la creación.

Además:

  • Que se conviertan en parte esencial de la vida, la fe en historias religiosas y se acepten los rituales de veneración que ellas han desarrollado.

  • Que se acepte estas historias como el corazón de la cultura y como la identidad individual.

Sin embargo puede que en algunos momentos de la vida se sienta que estas historias:

  • Son como una cárcel, algo de donde es imposible escapar.

  • No son los textos con que se intenta resolver grandes misterios, sino pretextos para que algunas personas debidamente ungidas, puedan imponer sus órdenes. La historia humana está llena de opresión pública forjada por quienes se dicen representantes de los dioses.

Conocimientos científicos

Los conocimientos científicos actuales han aclarado que todas las narraciones de las distintas religiones, sobre el origen de los seres humanos, están equivocadas. No somos vómito de galaxias, ni descendientes directos de serpientes o canguros, ni criaturas de dioses del Olimpo, ni fruto mágico de seis días de creación seguidos de otro de descanso. Pero sigue algo realmente extraño y sorprendente: los errores de los relatos sagrados no han mermado el fanatismo de sus fieles, ni el delirio inconexo de los predicadores religiosos, quienes siguen insistiendo con estridencia en la importancia de seguir creyendo en ellos con fe ciega.

Consecuencias de la fe ciega

  • Como resultado de las restricciones religiosas al control de la natalidad nacen demasiadas personas. Como resultado de la negación al compromiso en la lucha contra la propagación de enfermedades de transmisión sexual, también mueren muchas personas.

  • En muchas partes del mundo, lamentablemente, la superpoblación se debe a la deplorable orientación de los guías espirituales en las comunidades, que impide controlar el alarmante crecimiento del número de seres humanos. En el año 2011 hemos llegado a ser siete mil millones de personas.

Continentes

Habitantes

Asia

4.260"000.000

África

1.100"000.000

América

900"000.000

Europa

700"000.000

Oceanía

40"000.000

Planeta

7.000"000.000

Guerras religiosas próximas

Hay quienes dicen que las próximas grandes guerras mundiales serán religiosas, como las Cruzadas y Yihads en la Edad Media.

Desde hace décadas suenan en el aire los gritos de guerras religiosas, los alaridos de sus primeras víctimas, y algunos fieles convierten sus cuerpos en bombas para ganar el cielo de dios.

Sin embargo sigo afirmando que el "choque de las civilizaciones" es una simplificación excesiva. La mayoría de los musulmanes no tienen el menor interés de participar en una guerra religiosa:

  • Las divisiones en el mundo musulmán son tan profundas que no permiten la unidad religiosa. Basta con una ojeada al conflicto suní-chií en Irak.

  • No aparece nada que se parezca a un objetivo islámico común.

  • Las guerras posibles han sido aquellas que las religiones desatan contra ciudadanos opositores en su esfera de influencia: son guerras de fanáticos religiosos contra ciudadanos indefensos. Fundamentalistas cristianos o islámicos contra minorías en sus países. Guerras que los intolerantes religiosos desatan contra los no creyentes.

Una cruda realidad

  • Los llamados musulmanes corrientes parece se han dejado embaucar por las fantasías paranoicas de los extremistas y dedican la mayor parte de sus energías a movilizaciones contra caricaturistas, novelistas o el Papa, y no a condenar a quienes los han privado de sus derechos civiles, y a expulsar a los asesinos fascistas que habitan entre ellos. Esta mayoría se convertiría en cómplice, si continúa silenciosa y permite que se libre una guerra en su nombre.

  • Parece que se haya iniciado una guerra, porque se está permitiendo a los peores dictar las prioridades de los demás y porque los fanáticos no encuentran oposición suficiente dentro de sus propios pueblos. Los vencedores de una guerra religiosa serán los de siempre, los que aprovechan a un dios a favor de sus intereses. Hay que elegir la razón sobre el dogma, confiar en las potencialidades humanas y no en el poder de peligrosas deidades.

¿Por qué estamos aquí?

Ya hemos visto que es erróneo buscar la respuesta en narraciones sagradas o en historias equivocadas. El único camino digno de seguirse es el indicado por el conocimiento, a pesar de los vacios científicos, que van desapareciendo con el trabajo de la ciencia. La sabiduría ancestral es tontería moderna. Hay que vivir en nuestro tiempo y utilizar los conocimientos actuales. Es fácil si se intenta.

¿Cómo vivir?

¿Cuál es la actuación, el comportamiento correcto o incorrecto?. Hay dos alternativas generales: sometimiento a una religión o libertad intelectual, osea, predisposición a pensar por sí mismo.

La primera alternativa consiste en aceptar la ley controlada por los sacerdotes en que se acepta que el bien y el mal son cosas externas a nosotros. La religión infantiliza nuestra identidad ética, establece patrones por encima de nosotros, como el bien y el mal, las deidades buenas y malas, la luz y las tinieblas, el cielo y el infierno, y consagra árbitros infalibles de la moral.

La segunda alternativa, la libertad intelectual representa la liberación de las restricciones impuestas más por las Iglesias que por los Estados. Es negarnos a permitir que los sacerdotes con las ficciones que predican, continúen siendo la policía de nuestro comportamiento. Es ver el mundo sin dogmas, ni ficciones sobrenaturales. Es tomar decisiones aceptando que el cielo con sus dioses no existe.

Fuentes

  • ¿Breaking Which Spell? Daniel C. Dennett, del libro Dios no existe de Christopher Hitchens.

  • Dios no existe, Penn Jillette, del libro Dios no existe de Christopher Hitchens.

  • Carta al seis mil millonésimo ciudadano, del libro Dios no existe de Christopher Hitchens.

 

 

Autor:

Rafael Bolívar Grimaldos