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Festividad en honor a San Bautista en el pueblo de Tarmas. Venezuela (página 3)

Enviado por León Morales


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De igual manera, cuando se le solicitaba a un muchacho que hiciera un favor o un mandado a otra persona, que no fuera miembro de su familia, se tenía que hacer; porque si nos negábamos, entonces esa persona iba a nuestras casas y se lo decían a nuestros padres, y estos muy molestos en muchas ocasiones nos decían: "… Quítese de mi vista y váyase pá la casa ya, sin rechistar; antes de que lo reviente a vergajazos, porque allá lo está esperando Antonio Moreno, el que quita lo malo y pone lo bueno…".

"Eso sí era un dilema para uno; ya que a veces con la vista nos decían las cosas y a veces pensábamos cómo íbamos a regresar a la casa para enfrentar esa situación. Mira vale, de esas palizas no nos salvaba nadie y de eso podíamos estar seguros. En cuanto a los tambores de San Juan se refiere hay decires de personas que en algunas ocasiones han manifestado que el Diablo se ha aparecido en los tambores el 24 del mes de junio".

"Ciertamente, ha habido bailadores y bailadoras, cantadores y cantadoras, y tocadores de tambor quienes han dicho que en varias ocasiones el Diablo se ha presentado bajo la figura de un negro muy bien vestido y desconocido por los miembros de la comunidad; y se ha metido en el círculo y ha bailado como lo hacían los mejores bailadores de tambores que hayamos vistos en otros tiempos en nuestro pueblo".

"Los tarmeños de hace algunos años atrás decían que el Diablo entraba a bailar en un círculo mágico que se tomaba para él; danzaba con la bailadora bajo una forma extraña y antigua, que si se quiere tenía algo de ritualistico; él era el dueño de la situación en esos momentos y todos quedaban maravillados de lo que veían, pero en un principio no identificaban al extraño bailador".

"El Diablo bailaba al compás de los cumacos y los cantos tenían manifestaciones alegóricas; el conturbeo de los bailadores y bailadoras tenían gran armonía, los perturbadores se quedaban tranquilos y comenzaban a tener miedo de lo que veían sus ojos; los tocadores, espectadores y cantadores y cantadoras bebían licor desenfrenadamente; allí todos quedaban atrapados en el mundo mágico de la negritud afro-tarmeña que nos trajeron nuestros antepasados desde la milenaria África y ladinamente de algunos lugares de la antillanidad misma, hace más de cuatrocientos años atrás y en fechas más recientes".

"Realmente, los enemigos de nuestras tradiciones tratan de confundir nuestras raíces africanas, haciéndole ver al pueblo que el Diablo se ha enseñoreado de una festividad que es muy nuestra como los son los tambores de Tarmas; en aras de irlas desmontando y convertirlas en fiestas eróticas y muy lejanas a la historia de nuestra realidad; en donde manifiestan constantemente que los tambores en honor a San Juan Bautista o a Oggún han sido enseñoreada por el mal en la figura del Diablo. Olvidando que las deidades africanas están cristianizadas y que ese es el motivo por las cuales les rendimos tributos a dioses que parecieran paganos; pero que en realidad no los son por nada del mundo".

También quiero decirles, que mi abuelo Santamaría Mayora, en una ocasión me dijo lo siguiente:

"Nicanor, mijo; en una ocasión en que se encontraba el gobernador Gabriel de Zuloaga, cerca de la sede de su gobierno por los lados de la Plaza Bolívar en el año 1.745 y que antiguamente llamaban la Plaza Mayor; desde ese lugar salió corriendo un esclavo con una bandera a cuestas y otro trató de quitársela, y allí se armó la de San Quintín; en donde los negros de ambas partes se fueron a la pelea, habiendo algunos heridos en esa riña; adonde acudió toda la guardia y a punta de garrote y sable lograron dominar la situación; desde ese momento no consintieron que los tambores, ni junta de ellos algunas, los tocaran por nada del mundo".

Trapiche de la Hacienda "Tarma Abajo", año 1.980

"Ellos allí estaban esperando una Real Cédula que los haría libre y por eso idealizaban que los golpes del tambor en honor a San Juan Bautista repicasen en todas las comarcas, poblados, caseríos y barrios. La idea era matar a todos los hacendados y a sus familiares; queriendo instalar como Rey al negro esclavizado Eusebio Guzmán".

"Bueno, la vaina fracasó y muchos esclavizados fueron muertos, otros públicamente azotados y algunos se fueron como cimarrones a la selva; muchos a través de las montañas fueron a parar a lo que es hoy en día el pueblo de San Joseph de La Sabana, costa de la mar arriba. Es por ello, que yo les digo que las fiestas de ahora no encierran nada de eso; pareciera que los amos del pasado están de nuevo en estos tiempos y esa vaina si preocupa de verdad, vale".

La investigadora local Luisa Navarro Pedrón se entrevistó en la casa de El Tambo con el hacedor de cultura afro-descendiente Nicanor León Mayora el día 26 de junio del año en curso, a eso de las 12:00 horas del día, dándose la siguiente entrevista: ¿Puede usted contarnos una anécdota que haya sucedido en la antigua Hacienda "Tarma Abajo", señor Nicanor?

"Como no, mija; resulta que el señor Valentín González era un hacendado que había por estas tierras, que más bien no parecía ser el dueño de sus haciendas y propiedades. En una ocasión él envió a mi papá Juan de Jesús León a hacerle un mandado un día domingo de carnaval, eso fue muchísimos años atrás, con el fin de pagarle a quienes les trabajaban en el campo y lo que llenó de curiosidad a mi papá fue que don Valentín lo hubiese mandado a realizar esa actividad en fiestas de San Juan".

Los tocadores de tambor en el pueblo estaban extrañados del por qué mi papá andaba en esas faenas y yo ingenuamente le hice esta pregunta a mi papá: ¿Por qué don Valentín González te mandó a pagarle a sus peones en el campo, papá?

Tocadores de tambores en Tarmas en la iglesia, año 2.005

Y él me respondió: "… Mire mijo, entre las enseñanzas que he recibido de mis padres, se me enseñó que primero se cumple con las responsabilidades que tenemos con nuestros trabajos y luego es que vamos a las fiestas a disfrutar…".

"La imagen de San Juan El Bautista salía el 24 del mes de junio de cada año y afloraba de cualquier casa del pueblo de Tarmas, bien fuera la de Micaela Mayora, Nicasio Natividad Mayora; esta última era la madre del mocho Bernabé Mayora. Yo creo que esas cosas se estuvieron haciendo hasta los años setenta del siglo XX".

Ellos bailaban la imagen y paseándola, expresaban estas palabras:

"Si San Juan supiera

Cuál es su día,

Bajaría del cielo

Con mucha alegría"

"Antes se bailaba en las casas y cabe decir que Eloísa Ochoa de Díaz era dueña de una de las casas adonde entraba San Juan; allí se bailaba con alegría y afán. Quiero decir, que las festividades a San Juan se bailaban todo el mes completo hasta el día 29 de junio de cada año; cuando eran las fiestas de Corpus Christi se comenzaban a las tres de la tarde. El tambor tiene vibraciones mágicas y generales de la vida, como lo ha expresado en el día de hoy el médico chino margariteño LiminWu Rodríguez, quien estudió medicina en Shanghái y está en la Misión Robinsón, porque de 4 mil caracteres que tenía que aprenderse en China, solo conoce 800 de los mismos".

El 28 de junio del 2.005, la investigadora local Luisa Navarro Pedrón, a eso de las dos de la tarde visitó a la afro-descendiente y septuagenaria doña Epifanía Mayora en su casa de habitación en el pueblo de Tarmas, haciéndole las siguientes preguntas: ¿Quién fue el que trajo el santo o la imagen de San Juan El Bautista al pueblo de Tarmas, señora Epifanía?

"Realmente, la imagen de San Juan Bautista la trajo el señor Jorge Dunia, quién era el esposo de la artesana de origen italiano llamada Gigliola Caneshi. Cabe decir, que la encargada de la imagen era Amanda Díaz "Cuchi" y lo más curioso fue que en una ocasión y en tiempos de tambor de San Juan, no sabemos cómo fue que se le perdió".

¿Qué fue lo que pasó con una imagen de San Benito que usaron como una imagen de San Juan hace unos años atrás en tiempos de los tambores de San Juan, señora Epifanía?

"Bueno vale; Elena León "Nena" formó la Junta de Tambor y mandaron con un muchacho del pueblo llamado "Perico" a comprar una imagen nueva; pero este como no encontró la imagen blanca de San Juan El Bautista; comprando una imagen extraña que había en vitrina".

"Resulta, que esa era la imagen de San Benito y cuando ellos la trajeron aquí yo les dije a quienes iban a realizar dicho acto en Tarmas, que no lo hicieran. Porque San Juan era muy celoso con sus fiestas y ellos se empecinaron a regañadientes en rendirle culto a esa imagen, que no era San Juan, vale".

Golpe de tambor a San Juan en Tarmas

"Al fin se impusieron con esa imagen de San Benito, dejando a un lado a nuestro San Juan y de esa forma fue cuando decidieron llevarlo en procesión y bautizarlo. Resulta, que el Santo extraño a nosotros, se puso bravo y se cayó al piso quebrándose en pedacito".

"Porque San Juan no iba a permitir que otro Santo lo suplantara en su día y mucho menos San Benito, que entre las deidades africanas es Ajé. Esas cosas sucedieron a finales de la década de los años ochenta del siglo pasado".

¿Cómo cree usted fueron los orígenes de las fiestas de San Juan en el pueblo de Tarmas y en las haciendas que les circundaban, señora Epifanía?

"La fiesta o adoración a San Juan El Bautista era una fiesta que los negros esclavizados hacían el 24 de junio de cada año; porque ese era el día que le daban libre los hacendados, después de grandes jornadas y faenas de trabajo en los campos y en las haciendas de la región tarmeña".

¿Qué recuerda usted de esos tiempos, señora Epifanía?

"Entre mis remembranzas de esos tiempos, te diré que los recuerdo con mucha nostalgia y quiero decirte que teníamos varios juegos en tiempos de San Juan, siendo los siguientes:

"A las doce de la noche del 23 de junio se metía un huevo en un vaso de agua tapado con un plato blanco y a las doce del mediodía del 24 de junio se destapaba para ver qué suerte le tocaba; si se iban a casar o a viajar, o que otra cosa le depararía el destino a uno".

"También se echaban varias agujas en una ponchera con agua y si las agujas se juntaban nos indicaba que las chicas que estaban haciendo el juego iban a ser buenas amigas; y las que no se juntaban era porque eran unas grandes hipócritas. Luego en una ponchera de agua se echaba el esperma de una vela encendida, invocándose el nombre de quién lo hacía, si se juntaban las gotas se probaba el grado de amistad que había entre ellas".

Padre Enrique Gallot Serin, f.m.i.

¿Antes se le celebraba misa a San Juan Bautista en la Iglesia Parroquial de Tarmas, señora Epifanía?

"No, vale. Eso depende de la época, si había sacerdote se le hacía la misa y si no lo había no se le hacía nada. Pero, lo tradicional desde los tiempos de Ernesta Mayora era que si se bailaba en todo el mes de junio, especialmente el 23 de junio y era muy hermoso ver esos bailes de tambor en las casas de la señora Dolores León, quién era la que sacaba la imagen de San Juan el 24 de junio de cada año".

"Eso lo hacían muy tempranito, igualmente se sacaba de la casa de la señora Paula Mayora. Pero, de allí era para bañarlo en el chorro grande de agua en donde hoy está la Virgencita que allí colocó hace varios años atrás el padre Enrique Gallot Serin".

"Justo en la subida de El Apamate y la convergencia que va al cementerio del pueblo y la entrada y salida del mismo; ya que allí quedaba un tanque grande, de donde nosotros antiguamente cargábamos el agua para nuestras casas".

"Así pues se bañaba el Santo con agua y más luego se parrandeaba en las casas de los Juanes y Juana; y después el San Juan era llevado a la plaza del pueblo".

El verso que se cantaba en la letanía a San Juan, era de mi propia inspiración y decían así:

"En tu puerta sembré un pino

Y en tu ventana un cerezo

En cada pino un abrazo

Y en cada cerezo un beso"

"San Juan aquí está tu pueblo

Que te viene a visitar

Como día de tu santo

Te quieren felicitar"

"Soy negra parrandera

Mujer que sabe gozar

Vengo del pueblo de Tarmas

Y en el pueblo de Tarmas está"

¿Puede usted contarnos una anécdota de esa época, señora Epifanía?

Como no mija. Resulta, que en la casa de mi padrino Juan de Jesús León, ya que yo fui su primera ahijada y él era quién construía las bateas y los pilones en este pueblo, un día del tambor él se quedó dormido y en eso el señor Pablo Suárez a quién llamaban "Pablo, el tuso" se montó sobre una de sus bateas y desde ese día le sacaron estos versos que hoy forman parte en los cantos de nuestro tambor:

"Báilame la tusa,

Tusa se murió

Aquí en la batea

De Juan de Jesús,

Y vino Juan Huizo

Le encendió la luz

Y Santa María

Le puso la cruz"

Señora Epifanía, antiguamente en el pueblo de Tarmas en tiempos de San Juan se bailaba una danza llamada "El Calambre".

¿Podría usted decirnos por qué lo llamaban así, como era esa danza y quienes ejecutaban esos bailes?

"Mira vale, ese era un baile muy bonito y se hacía el 24 de junio de cada año. Además, yo debo decirles que aquí en Tarmas quien lo bailaba muy bien era la señora Paula Mayora. Esa era una negra grandota y su compañero de baile era el señor Encarnación Díaz Ochoa. Ellos como pareja bailaban bastante bien ese baile; dándole la gracia que le daba un vistoso colorido de matiz y alegría africana".

Ya que esas dos personas eran grandes y muy fuertes de verdad. Paula Mayora iba moviendo el cuerpo al son del tambor en compañía de Encarnación Díaz Ochoa y ella haciendo los gestos al repique del tambor iba diciendo: "… Ay, qué me está picando. Ay, qué me pica aquí. Ay, qué me pica allá…".

Y Encarnación Díaz Ochoa haciendo las muescas con su cuerpo iba hacia Paula Mayora y le preguntaba: ¿Dónde es qué te pica?

Y Paula Mayora le contestaba: "… Me pica aquí…".

Y hacía allá se dirigía Encarnación haciendo gestos de que le estaba rascando en donde le picaba, pero todo eso se hacía al compás del tambor y Paula doblándose bajo el frenesí del golpe del tambor, le gritaba: "… Me pica aquí. Ay, qué me pica aquí…".

Y Encarnación rítmicamente iba contorneando su cuerpo hacía abajo y cuándo estaba a la misma altura de Paula comenzaba a similar que la estaba rascando abajo en las piernas, y más luego Paula haciendo un giro hermosísimo, iba elevando sus manos hacia la parte alta de su cuerpo, pero sin perder en ningún momento el ritmo que le daban tos tocadores a sus tambores; ya cuando las manos iban por la altura de la barriga, ella cantaba: "… Ay, qué me pica aquí…".

"Y así sucesivamente entre el golpe de San Juan y los cantos que allí se daban, los bailadores deleitaban a los presentes con algo que nos gustaba de verdad. Ese baile desapareció con esos tarmeños del ayer. En verdad, lo importante era ver a Paula Mayora bailando El Calambre".

"Ella era única y lo hacía bien porque era una buena tarmera, y era tan negra como yo. Por el otro lado estaba Encarnación Díaz Ochoa, quién era familia de Antonino Aureliano Ochoa, un descendiente de los indígenas de Tarmas, quién fue un buen músico en todas las festividades que se hacían en Tarmas".

"Encarnación Díaz Ochoa descendía de españoles e indígenas. Mientras que Paula Mayora era descendientes de africanos. Si se quiere esa tradición en tiempo del baile a San Juan El Bautista tuvo una gran importancia; ya que allí podíamos ver la reunificación de los aspectos culturales de esas culturas antes mencionadas y eso es lo que hace diferente a los tambores de Tarmas con relación a los otros tambores que se dan en estas costas o en los de Barlovento; en donde la música de los afro-descendientes tienen otras manifestaciones musicales, propias de cada región en sí".

¡Qué viva Tarmas, mi tierra querida!

Señora Epifanía, en nuestro pueblo hubo otra manifestación musical que se realizaba en los tiempos en que se hacían los tambores de San Juan el 24 de junio, el cual era conocido como "El Baile de la Vaca".

Eustaquia Mayora

¿Qué nos podría usted contar sobre esa manifestación cultural que ya desapareció de entre nosotros?

Sobre eso te puedo decir que fue otras de las manifestaciones culturales que desapareció de las fiestas de San Juan. Ahora no se baila "La Vaca" y yo paso a creer que los jóvenes de este pueblo ni saben que ese baile se hacía aquí en tiempos de tambores; siendo sus máximas bailadoras las negras Eustaquia Mayora y Ventura Bello. En verdad, yo no recuerdo quienes eran los hombres que las acompañaban en esos bailes; pero, lo que sí puedo decir es que esas negras bailaban esa danza con gusto, esa es la mismita verdad, vale".

"Eustaquia Mayora era hija de la negra Micaela Mayora, esa era otra persona muy querida en este pueblo, ya que ayudaba a los más necesitados donde se encontrara; y de Ventura Bello, esa negrita que siempre pasaba hacia su casa de tapiado y bahareque que tenía cerca de la casa de Nicanor León Mayora, la misma que veíamos con sus alijos de leñas sobre su cabeza pasando diariamente por estas calles de Tarmas. Ella era hermana de la señora Susana Bello, quién fue mujer del pulpero Ramón Pérez Castellanos".

Por decirles algo en relación a Eustaquiota Mayora. Ella siempre iba bailando al golpe del tambor el baile de "La Vaca", el cual tenía gestos corporativos, en donde cantaban estas palabras: ¿Dónde está la vaca?

"Y Eustaquia Mayora o Ventura Bello iban bailando y hacían las muescas de que estaban agarrando a la vaca por los cachos y la venían jalando hacía atrás o hacía los lados; todo se hacía al compás del golpe de los tambores y los compañeros que las secundaban iban hacia ellas, y al ritmo de los toques iban haciendo la manifestación cultural con la mayor solemnidad posible. Debo decir que este baile se hacía por pareja. Esta manifestación ya no existe entre nosotros o sea que desapareció también de nuestro repertorio cultural en tiempos de San Juan Bautista".

¿Qué siente usted ahora cuando añora ese pasado que conoció y qué no volverá nunca más, señora Epifanía?

"En relación a la pregunta debo señalarte que he participado en muchas actividades en aras de que pudiéramos recuperar algunas de estas desaparecidas tradiciones culturales y ahora lo que me embarga es la nostalgia; cuando he visto desaparecer esas tradiciones y que nada hemos podido hacer para mantenerlas; las cuales están dormidas en el polvo del tiempo; ya que eso era parte de nuestras vidas cotidianas y en especial cuando aquí en Tarmas todos éramos una sola familia".

"Quiero manifestarles que yo me he ido retirando de toda actividad en el pueblo y uno de los motivos es mi edad y el otro es que el respeto hacia lo nuestro y hacia nuestras familias se ha perdido. Yo en mi casa le sigo rindiendo culto a San Juan "El Bautista", en donde tengo un altar dedicado a su memoria".

Tocadores de tambor en la fiesta de San Juan, Tarmas, año 2.005

"Allí le pongo sus velones encendidos y le adorno su altar; le coloco flores y con mis nietas, nietos y demás familiares le canto. De esa manera les voy inculcando esta manifestación a mis familiares para que las recuerden siempre y me recuerden como una negra que siempre fue fiel a su pueblo, a nuestra raza y a nuestras deidades africanas, indígenas y católicas".

"Oigan bien lo que hoy se hace afuera no es ni la sombra de lo que yo conocí durante toda mi vida y eso tiene que llamarnos a la reflexión. Cuando yo digo estas palabras, es porque hace unos años atrás oí un toque de tambor que era muy sabroso y eso me llamó mucho la atención; ya que los tocadores que vinieron después de aquellos que yo conocí cuando niña, joven y adulta eran diferentes cuando tocaban a los de ahora".

En eso les pregunte a mis muchachas: ¿Quiénes son los que están tocando esos tambores hoy, caraá?

Y ellas me respondieron con estas palabras: "… Guá, mamá. Si esos que están tocando son Santana y Martincito Tortoza…".

Esos hombres si tocaban de verdad, en eso sí no había dudas. Ellos mismos eran los tocadores que volvieron a revivir en mí las emociones del ayer, ya que tocaban al pie de las cantadoras y Paula León les cantaba a cada uno de los tamboreros, hasta que todos iban agarrando el mismo ritmo y tono: "… Tacataca tata, tacataca tata…".

La entrevistadora Luisa Navarro Pedrón fue a visitar a la señora Victoria Bello, quién es hija de la señora María Romualda Rangel y Benito Bello el 1° de julio de este año y a eso de las tres de la tarde, en donde le hizo la siguiente pregunta: ¿En dónde nació usted y que nos puede decir de los tambores de San Juan en Tarmas, señora Victoria?

"Yo nací en la Hacienda Curiana y tengo 66 años de edad, pero la mayor cantidad de años que tengo los he vivido aquí en el pueblo de Tarmas. Antes se bailaba tambor en las casas y desde los 14 años de edad solía visitar por tiempos de San Juan a la casa de la señora María Cristina Iriarte. En la plaza en donde actualmente hay un abasto, antes había una casa vieja con un corredor muy amplio".

San Juan Bautista de Tarmas

"Desde las fiestas de Corpus Christi, Petra Piñango, Ramón "Cucháro" y yo en una oportunidad que me mandaron a hacer un mandado en el casco del pueblo, me escapé para solamente ponerme a ver el tambor y recuerdo que entre las bailadoras estaban Eugenia Martínez, Catalina Mayora de Tortoza, Dolores León, Ezequiela Mayora y Pabla Mayora". Entre los tocadores estaban Juan Ubarte, Martín "Tapiramo" Tortoza, Romualdo Díaz, Florencio León y el señor Regino Mayora con su tambor de guayacán. Yo recuerdo como si fuera ayer mismo, que el canto "Barajuta la lapa" estaba relacionado con un señor que era casado".

La señora Ernesta León quién era la mamá de Cirilo León Mayora, un día se fue a recoger café a El Paulino y como no había pago, su madre al escuchar el toque del tambor le sacó unos versos en el canto a la festividad en honor a San Juan Bautista, titulándola "Sociedad".

En la misma entrevista estaba la señora Antonia Bello, fundadora del Grupo "Cumacos de Tarmas", quién respondió a las siguientes preguntas: ¿A cuál grupo cultural usted pertenece en Tarmas, señora Antonia?

"Bueno, te diré que pertenezco al Grupo "Cumacos de Tarmas" y yo soy una de sus fundadoras; y el nombre se lo pusimos debido a un tambor redondo que tocamos en esta zona; el cual tienen un sonido muy especial".

¿Qué más nos puede hablar usted de los tambores de Tarmas, señora Antonia?

"Bueno, lo que te puedo decir es lo siguiente: las señoras María Benítez, Gertrudis y Sara Mayora, Paula León y Antonia Bello se llamaban entre sí, para las festividades del día 29 de junio; la cual corresponden a San Pedro, con el fin de ir al toque del tambor".

"En cuanto a la organización de los tambores en Tarmas, hace algunos años atrás se tomó la iniciativa de conformar una junta de tambor, la cual quedó integrada por las siguientes personas: Antonia Bello, Miguel Mayora, Julio Madera y Paula León, quienes se encargaron de instalar kioscos para recoger fondos para las fiestas de San Juan y San Pedro".

"Pero por motivos particulares vino la desunión del grupo y de los tambores del pueblo, y paso a creer que toda la situación separatista de esta actividad cultural proviene desde esos tiempos".

¿Con qué se bautiza a San Juan El Bautista, señora Antonia?

"Desde hace mucho tiempo, he visto que se bautizaba con ron o aguardiente".

El investigador local Manuel Felipe Carapaica González en sus investigaciones sobre los tambores de San Juan encontró un poema del difunto poeta carayaquero José Ramón Puppo Quintero, titulado "La Fiesta de los Santos", el cual transcribimos en este trabajo como parte de la investigación misma:

"La Fiesta de los Santos"

I

San Juan estaba en el cielo

Pero cuando oyó el tambor,

Pidió permiso al Señor,

Y se puso aquí, en vuelo.

Vio satisfecho su anhelo,

Viendo a los negros danzar,

Porque el tambor sin igual,

Hasta los tristes alegra,

Y San Juan sacó a una negra,

Y se pegó a zapatear

II

Pasó la noche bailando,

Amaneció el día siguiente,

Y entre tambor y aguardiente,

Del cielo se fue olvidando.

Dios que lo estaba esperando,

Mandó a San Pedro a buscarlo,

Pedro no pudo encontrarlo,

Aunque buscándolo anduvo,

Y entonces Pedro no tuvo,

Más remedio que imitarlo

III

Próximo en ir a estallar,

Con impaciencia el gran Dios,

Para buscar a los dos,

Encomendó a San Pascual.

Este como es natural

Pues su apellido es bailón,

Se acomodó el cinturón,

Cuando a la fiesta llegó,

Y en un golpe se empujó,

Seis carteritas de ron

IV

Enviaron a San Benito,

Amargo cual covalonga,

Pero al oler cañandonga,

Ahí se le abrió el apetito.

Se empujó el primer palito,

Se estiró como un resorte,

Este, Oeste, Sur y Norte,

Con la vista recorría,

Y como no los veía,

También se pegó en el corte

V

Para buscarlos a todos,

Enviaron a San Patricio,

Quién les dijo,

Hijos del vicio,

Ingratos, malos, beodos,

Al verlos alzar los codos

Decía, Señor yo me aturdo.

San Pedro que estaba curdo,

Entre gritos altaneros,

Les decía a sus compañeros,

Miren como habla ese zurdo

VI

Dios quedó sin un Santo,

Y bajó el mismo en persona,

Al rato tenía una mona,

De esas que llaman de espanto,

Decía, toco, bailó, cantó,

Me gusta ele merequetén,

Estamos de quien a quien,

Borrachos de polo a polo,

Que se quede en el cielo solo,

Que yo me quedo también.

La investigadora Yonerlin Roquelina Morales Kienzler el lunes 27 de junio de año en curso en su casa conversando con su padre el historiador popular León Manuel Morales, le insinuó lo siguiente:

"Papá, yo tengo entendido que usted es el primer tarmeño que en la historia de nuestro pueblo ha sido iniciado en los sagrados misterios de la francmasonería universal y eso lo coloca en un sitial muy interesante; ya que los masones son personas de pensamiento liberal y progresista".

En estos momentos quiero preguntarle lo siguiente: ¿Qué gran significado tiene para los masones venezolanos el día de San Juan, papá?

"Ciertamente hija, como tú lo has dicho ya, yo soy el primer tarmeño iniciado en los ancestrales misterios de la francmasonería universal y me cabe la dicha de haber nacido en el pueblo de Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas. Yo tuve el altísimo honor de ver la luz masónica un 17 de agosto de 1.996, en la Respetable Logia Simbólica "Salmo 133" N° 209 al Oriente de Puerto Ordaz".

Tirsa Álvarez Padilla y el francmasón tarmeño León M. Morales

"También debo decirte, que en nuestros pueblos hubo dos sacerdotes a mediados del siglo XIX, que fueron prominentes francmasones del Grado 18°, entre ellos estaba el padre Francisco Warloxten y otro que era de apellido Antich".

"En relación a las festividades a San Juan El Bautista, tengo que señalarte que ese es el santo patrón de nuestra augusta y milenaria Orden; ya que las cosas que hacemos fuera de nuestros templos lo concebimos en la Logia de San Juan; ya que este representa la esperanza que tenemos todos los seres vivientes por coexistir en un mundo justo y mejor; en donde todos seamos iguales ante la mirada radiante del Gran Arquitecto del Universo. Ese es el fin primordial de quienes formamos esta fraternidad que se pierde en los tiempos y las edades".

Nosotros, también le rendimos culto a San Juan el Evangelista, ya que él representa el símbolo de la fe que tiene el pueblo en sus verdaderos líderes fundamentales, maestros y guías en pro de un orden social igualitario y comunitario en donde reine la fraternidad y la solidaridad; y hay un tercer San Juan llamado El Limosnero, quién habiendo sido Rey en la isla de Chipre en los tiempos del Renacimiento, decidió regalar sus riquezas a los pobres, siendo este el máximo ejemplo de la caridad".

"Es por ello que esos tres santos en el accionar diario y colectivo han inmortalizado sus nombres, dándole claridad filosófica y humana a las tres virtudes teologales de Fe, Esperanza y Caridad. En relación a San Juan, realmente el 24 de junio es el día nacional de la francmasonería venezolana, porque en esa fecha fue institucionalizada en nuestro país el 24 de junio del año 1.824, a través del Dr. y Querido Hermano Diego Bautista Urbaneja Sturdy".

Investigadores Locales del ELI Carapaica

En las festividades a San Juan Bautista, año 2.005

"Los francmasones de todo el Orbe en ese día le rendimos culto al pase del solsticio de verano al equinoccio de invierno y que para nosotros está enmarcada en el proceso regenerativo que vive el planeta y los seres vivientes en el ciclo recorrido durante un año por nuestro planeta alrededor del Sol, que es el astro que le da vida a todo lo que existe; estando esta festividad bien manifiesta en los bautizos de nuestros luvetones en ese día. Es por ello necesario la representación de nuestros niños y niñas en esos actos litúrgicos que nos recuerdan la esperanza y la venida del Gran Maestro Jesús Ben Joseph".

"Estos hecho se relacionan también con la agricultura y con la pesca y no es nada casual que nuestros libertadores quienes eran miembros de la francmasonería en su casi totalidad libraran la batalla final contra el imperio español en las sabanas de Carabobo el 24 de junio del año 1.821 y que tiene que ver con los francmasones que fueron miembros de la Respetable Logia Simbólica Estrella del Oriente Colombiano Nº 379 al Oriente de Angostura, que fue la misma en donde se iniciara en la masonería venezolana el Generalísimo Ezequiel Zamora Correa".

"El culto popular está escrito en la memoria de nuestros pueblos y esa es la gran verdad histórica presente en nuestros días, ese es el día más largo del año y es un símbolo de liberación definitiva de todos los yugos presentes, porque es el día en que el Sol está el punto máximo de su cenit, es donde más irradia con intensidad sus rayos de luz sobre el planeta, lo cual se relaciona con el culto milenario que le rendían al Sol, el faraón Akenathón y sus fieles seguidores durante el periodo Amarna (1350-1334 a.c.)".

El agrarista e investigador local José David Márquez visitó en su casa a la venerable anciana Jovita Bello, haciéndole la siguiente entrevista sobre las fiestas en honor a San Juan: ¿Dígame quién es San Juan para usted, señora Jovita?

Akenathón y Nefertiti

"Bueno, te diré que todos los pobladores de este pueblo somos San Juan y por eso es que él es negro y es bailón; ya que él representa todas nuestras arrecheras, sufrimientos, aventuras, alegrías y tristezas, eso es San Juan".

"Pero, las fiestas en sí están relacionadas con el trabajo duro y tesonero que hacían en la antigüedad nuestros antepasados africanos en las haciendas de esta región tarmeña; en donde fueron maltratados, esclavizados, explotados y asesinados, y es desde allí de donde nos vienen todas nuestras arrecheras y que aún en estos tiempos no hemos podido superar".

"San Juan es ánima, es alma, es tambor y es tan negro como la piel de nuestros abuelos y abuelas, y lo digo yo porque me crie en un lugar de Tarmas llamado Cangonga, que es una palabra africana y es el sitio adonde llegó el negro José Simón Saniel proveniente de la Isla de Curazao en 1.831, quién llegó en barco de velas a Arrecifes con destino a Caracas. Resulta, que a él le gustó un toque de San Juan que había en este pueblo y decidió quedarse aquí para siempre, casándose en ese año con Rita Angulo en la misma iglesia que aún está allí levantada en su sitio".

"Yo digo estas cosas porque mi abuelo descendía de esa prole africana y él se llamaba Narciso del Carmen Tortoza Saniel quien era hijo de la negra María Leona Saniel con mi bisabuelo José María Tortoza Ochoa. Este último era hijo del Cacique Hilario de La Caridad Tortoza Rodríguez, mi tatarabuelo".

"Y es por eso que mi padre si se quiere era un zambo mestizado; ya que muy pocas personas saben estas cosas, pero es la mismita verdad, vale".

"Los toques de tambor fue lo que llevó a mi tatarabuelo José Simón Saniel a que se le levantara la alegría en su viaje a estas tierras y que entre el son del tambor estableció aquí su familia; dejando atrás un mar de sufrimientos y de tristezas, y que a pesar de todo hoy estamos comenzando a ver otras cosas que ellos no pudieron ver en el pasado y que entre cafunga y casabe nos levantamos con la frente en alto elevando las banderas de los indios y de los negros que poblaron estas tierras, y que hoy seguimos sus caminos. Eso es el tambor en Tarmas, José David".

El facilitador León Manuel Morales entrevistó al hacedor de cultura y octogenario Santamaría Tortoza, nativo de Cire en las adyacencias del pueblo de Tarmas el 3 de octubre del año 2.005 y quien desciende por línea directa de los antiguos pobladores originarios, Los Taramas o Tarmas; y quién sobre el baile de "El Calambre" en esta entrevista nos manifestó su infinita sabiduría.

Señor Santana, en el pueblo de Tarmas en tiempos de San Juan Bautista existió un baile llamado "El Calambre": ¿Qué nos puede usted contar sobre ese baile?

"Ese baile era una danza temblorosa que se realizaba el 24 de junio de cada año; en donde la negra Paula Mayora iba moviendo su cuerpo al golpe de los tambores y Encarnación Díaz Ochoa le seguía los movimientos al compás del golpe de los mismos, haciendo los gestos que ella iba haciendo. Eso sí era bonito de verdad, vale".

"Lo bueno del baile, era que Paula Mayora antes de comenzar los tambores, le iba cantando a cada tamborero para que ellos de esa manera fueran cogiendo el tono al golpe del tambor y de los cantos que allí se ejecutaban, y de esa forma todo cogían el ritmo y el tono, y desde ese momento nadie estaba desafinado".

Luego la gente hacía un círculo para ver a los bailadores y oír a los tocadores, y Paula Mayora, cantando exclamaba:

"Jesús, Jesús es porque

Me va a dar,

Este maldito Calambre

No se me quiere quitar"

En eso Paula Mayora caía al suelo y las mujeres la auxiliaban. Ella se iba levantando lentamente y bailando cantaba estas palabras:

"Ay, qué me pica aquí,

Ay, qué me pica allá,

Ají, ají, que ya me va a dar

Este bendito calambre

Que no se me quiere quitar"

"Este tambor se acabó vale y antes se bailaba en una de las casas donde vivía Encarnación Díaz Ochoa en la plaza del pueblo. Yo puedo decir que esta fiesta se acabó cuando se murieron los tamboreros".

"En otro de los sitios en donde se tocaba en el pueblo era en el almendrón que está en la plaza. Justamente allí era donde se hacía el círculo y la gente que vivían en la Hacienda Curiana, los de Las Adjuntas y desde otros campos venían a Tarmas y aquí se quedaban disfrutando de nuestra fiesta durante ese tiempo, ya que esas fiestas duraban un mes".

¿Usted podría mencionarnos quienes eran los tamboreros de El Calambre en esos tiempos, señor Santana?

"Si, Martín "Tapiramo" Tortoza era uno de ellos, al igual que sus hermanos Julio y José Tortoza. Ellos eran familia mía y además eran los mejores tocadores de tambor que había en la zona. Pero, yo debo señalar que aquí hubo un tamborero llamado Macabeo González y ese era un negro que en esas fiestas venía desde el pueblo de Carayaca; ya que él era sobrino de Felipe González".

¿Y usted no tocaba tambor, señor Santana?

Como no, vale. Yo sí tocaba y debes recordar que desciendo de los indios Tarmas. Yo era un muchacho, pero también tocaba con ellos. A veces mi primo Martincito Tortoza con el correr de los años me decía estas palabras: "… Primo, ahora estos muchachos no saben tocar tambor…".

Y yo le respondí con estas palabras: "… Martín, lo que pasa es que el tambor de ahora es muy zaperoqueado…".

"Pero, a Encarnación Díaz Ochoa lo recuerdo como si fuera ayer, él se pegaba a bailar El Calambre en donde fuera, hasta en su misma casa".

El investigador local José David Márquez entrevistó en el pueblo de Tarmas al hacedor de cultura Santamaría Tortoza el 4 de octubre del año en curso, sobre el baile de "La Vaca" en los tiempos de San Juan El Bautista, dándonos a conocer lo siguiente:

Señor Santana, en la época en que se bailaba San Juan el 24 del mes de junio había un baile llamado "La Vaca".

¿Qué nos puede hablar usted sobre esta danza ya desaparecida en las festividades de nuestro pueblo?

"Te diré que esa danza la bailaba la negra Ventura Bello, como sabrás ella era una negrota muy fuerte y era hermana de Susana Bello, la madre de Perico Pedrón Bello, quién es hijo de Dionisio Pedrón y nació aquí en Tarmas en 1.950, siendo parteada su madre por la señora Carmen González, madre de la señora María Hilaria Morales, quien en ese mismo año dio a luz a su hijo León Manuel Morales, cuyo padre fue el maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren, hijo de Pancho "El Narizón" en Carayaca".

Yo recuerdo exactamente que las cantadoras en copla cantaban en las fiestas alusivas a San Juan Bautista, de esta manera:

"Y yo y yo, mi vaca toletera,

Y yo y yo, toletera,

Y yo y yo, toletera,

Y yo y yo, toletera,

Y yo y yo, toletera"

Después ella iba bailando con el bailador y éste hacía el papel de La Vaca, y Ventura Bello fingiendo iba danzando hasta que lo agarraban por los cachos, siempre al compás del tambor y del baile se oía cuando las cantadoras en esos momentos coreaban estas palabras: "… Y yo y yo, toletera…".

En algunas ocasiones bailaba la negra Eustaquia Mayora y en el golpe de tambor se oían estas palabras: "… Y tú y tú, toletera…".

"Y tú y tú, toletera".

El niño Lenín Yasser Morales Tussentt dirigiéndose al señor José Bello Kienzler le realizó la siguiente pregunta: ¿Puede usted contarnos los matices agrarios que anteriormente tenían las fiestas en honor a San Juan Bautista en Tarmas, señor José Kienzler?

"Caramba Lenín, anteriormente todas estas tierras de Tarmas estaban sembradas con todos tipos de árboles y cultivos. Te diré que el señor Simón Yépez quién era el padre de la señora María Yépez Pedrón, enfermera y partera de nuestro pueblo nacida por los lados de El Pardillo en Carayaca, y quien tenía una gran siembra con diversas variedades de piñas por los lados de El Cohete, y que hoy están desaparecidas; y que ya no le hacen honor al canto en donde Pío Rengifo habla de las sabrosas piñas que se daban en Tarmas y que eran comparadas con las bellezas de nuestras mujeres tarmeñas, que como ellas no había ningunas en esta parroquia".

"Las siembras de ajo criollo desaparecieron de estas tierras y haciendas, y de igual manera ya no se siembran las cebollas moradas, ni la yuca apio tampoco son cultivadas en este presente. Las guayabas moradas y los tomates silvestres ya no existen más en estos lugares, como las variedades de papas que hubo en estos parajes y tierras; todo fue cambiando con los cultivos transgénicos que fueron llegando a nuestros sembradíos, desplazando los viejos sembradíos que realizaban nuestros antepasados en estas tierras; en realidad las cosas nos fueron pasando sin darnos cuentas".

"El café también fue desplazado por los aguacates injertados y eso fue cambiando esta vital fiesta tradicional en el pueblo de Tarmas; al igual que las comidas y todos sus aspectos culturales, familiares y sociales".

José Eusebio Kienzler Bello "Niño"

¿Cómo fueron cambiando las fiestas a San Juan Bautista, señor José?

"Yo nos desciendo directamente de los alemanes de La Colonia Tovar, a pesar de que tengo el apellido Kienzler. Yo provengo de familias afro-tarmeñas como lo fue mi abuela Ezequiela Mayora y mi padre José Mayora, quién por otros motivos personales y familiares se fue para siempre de mi pueblo natal, Tarmas, y que por nada del mundo quiero contar para nada a nadie en estos momentos".

"Yo recuerdo cuando niño que las fiestas de San Juan se bailaban entre las casas de la señora Magdalena Hidalgo Arias y el señor Tomás Benítez Capote. Las mismas se hacían los días 23, 24 y 25 del mes de junio de cada año y eran muy buenas. Allí bailaban las mujeres y hombres del pueblo sin perturbación alguna y eran tremendas fiestas. Allí todos cantaban, tocaban y bailaban".

"Además, allí hubo buenos tocadores de tambor como Nicanor León Mayora, Santamaría Tortoza "Santana", Martín "Tapiramo" Tortoza, quienes tocaban hasta que los dedos se les hacían sangre".

Las mujeres cantaban y bailaban, y yo recuerdo que uno de esos ancianos me dio los palitos y me dijo estas palabras: "… Tómalos y agárralos, y ponte a tocar allí en el Cumaco, para que siempre recuerde esta parte de tu vida…".

De esa manera fue como aprendí a tocar tambor. Las mujeres que mejor bailaban eran Sara y su hermana Gertrudis, y era tan así que muchos en el galanteo trataban de enamorarlas diciendo estas palabras: "… Si es así como bailan, en lo otro hay que ser fuerte para poder conquistarlas…".

"Y ver a Paula León salir al ruedo a bailar era otro espectáculo y como cantaba, ni hablar. Esa mujer fue la máxima representación femenina en nuestro baile de tambor. Luego, las cosas fueron cambiando y hoy no se puede estar en esas fiestas, porque se corren riesgos de todo tipo".

"Una de las características buenas que tenía Nicanor León Mayora, era que cantaba boleros muy bien. Él pertenecía a un conjunto de música caribeña que estaba compuesto por Carlos José Mayora, Venancio Benítez Mayora y uno de los cantantes era el maestro Raúl Díaz, siempre cantaban en la casa de la señora Epifanía Mayora".

Este trabajo ha sido revisado nuevamente para ser publicado con la mayor veracidad posible, a pesar que la versión original fue llevada a cabo por los investigadores que estuvieron a cargo del facilitador León Manuel Morales. Estas letras llenas de cultura, historia y tradición están dedicada a los siguientes cultores populares tarmeños que ahora se encuentran en las excelsas moradas y quienes contribuyeron a que fuera realidad esta parte de la memoria popular Colectiva dentro de todas las festividades tarmeñas en el Edo. Vargas.

¡Honor y Glorias a estos grandes tarmeños de todas las épocas!

He aquí sus nombres:

Hacedores de cultura

Observación

Bello Capote, Julio (+)

Patrimonio Cultural Viviente de Carayaca.

Benítez Mayora, Martín (+)

Cantante en velorios de Cruz en Tarmas.

Díaz Huizi, Livia (+)

Cantante en festividades tarmeñas.

Díaz Huizi, Romualdo (+)

Tocador de tambor en Tarmas, artesano.

Herrera Guevara, Ángel (+)

Agrarista.

Yépez Pedrón, Amada (+)  

Cultora popular en Carayaca.

Yépez Pedrón, María (+)  

Enfermera y partera en Tarmas.

León Mayora, Nicanor (+)

Cuenta cuentos tarmeño.

Mayora, Epifanía (+)

Patrimonio Cultural Viviente de Tarmas.

Pacheco, Florencia (+)

Patrimonio Cultural Viviente de Carayaca.

Pedrón, Dionisio (+)

Cultor popular tarmeño, decimista.

Pedrón, Juan (+)

Cultor popular tarmeño, decimista.

Pérez Padilla, Luís (+)

Patrimonio Cultural Viviente de Carayaca.

Tortoza, Santamaría (+)

Tocador de tambor tarmeño.

Morales Kienzler, Leiditz Ilich (+)

Investigador de historia local en Tarmas.

Este trabajo se realizó en el año 2.005 de nuestra era y podemos observar que algunos cultores populares han viajado en la Barca de Isis a los umbrales de la eternidad; destacándose la partida de mi hijo Leiditz Ilich Morales Kienzler, quien dejó el mundo de los mortales el 23 de diciembre del 2.014.

Glorias eternas para todos ellos, fraternalmente.

 

 

Autor:

León Manuel Morales

Francmasón Past Master Gº 33º

Patrimonio Cultural Viviente del Edo. Vargas

Oficial de Marina Mercante

Tarmas, 24 de junio 2.015.

Partes: 1, 2, 3
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