El profesionalismo desde la formación bioética, un reto para la nueva Universidad (página 2)
Enviado por Alejandro Ernesto Fruto Pla
De tales afirmaciones se denota la tendencia de su carácter psicológico que ha persistido en las concepciones teóricas que han regido la definición de la Pedagogía como ciencia, por la trascendencia de los procesos educativos a la personalidad del hombre. Cuestión que en el modesto juicio de esta autora, si bien luego de transitar el desarrollo de un proceso formativo, el conocimiento engendra cualidades de superioridad a la personalidad del estudiante; no es el aspecto psicológico quien rige y determina el proceso de formación del ser humano, ya que el proceso como consecución o sucesión de actos de carácter formativo lleva implícito la configuración de una serie de relaciones dialécticas, complejas y diversas, que acaban por constituir la cima de la formación, como condición humana.
Sobre la sabia martiana que sugiere "Que se trueque de escolástico en científico el espíritu de la educación; que los cursos de enseñanza pública sean preparados y graduados de manera que desde la enseñanza primaria hasta la final y titular, la educación pública vaya desenvolviendo, sin merma de los elementos espirituales, todos aquellos que se requieren para la aplicación inmediata de las fuerzas del hombre a las de la naturaleza. –Divorciar el hombre de la tierra, es un atentado monstruoso"[7], interprétese holísticamente cuántos elementos intervienen en la vida del ser humano mientras atraviesa un proceso formativo, desde las costumbres fomentadas en el seno de la familia, con sus singularidades, creencias y tradiciones; la historia, que conforma un arsenal de valores ideológicos, hasta la sociedad en su constante desarrollo, el medio ambiente, la tecnología; y aún en un estado conciente de asimilación intervienen además las condiciones espirituales en que se gesta cada etapa del proceso formativo.
Con base a ello y desde un fundamento epistemológico, ciertamente a la Pedagogía se le imprime un profundo sentido antropológico, pero en su relación dialéctica con la formación socio-cultural, que ubique al hombre como sujeto-objeto del desarrollo humano y en la necesidad de formar en él la capacidad transformadora humana profesionalizante.[8]
Por eso es preciso dejar definida la singularidad de la Pedagogía de la Educación Superior como ciencia independiente a la Pedagogía en general. Aseveración que se sustenta en la persistencia de la Pedagogía de la Educación Superior como disciplina científica que se ocupa de la formación profesional, "desde su especificidad y diversidad epistemológica", que orienta su objeto de estudio al proceso de la formación de la capacidad transformadora humana profesionalizante, construyendo el conocimiento científico como sustento de la cultura y la educación como esencia de su formación profesional.[9]
De ello se impone distinguir el conjunto de categorías inherentes a la formación de la capacidad transformadora humana, según la construcción científica del conocimiento que propone el Dr. Homero Fuentes, se integran al proceso formativo, un proceso de apropiación de la cultura, como interpretación compleja y a la vez diversa de lo humano y el contexto que interviene en su formación. La consecuencia de ello se sistematiza mediante una intencionalidad formativa en el sujeto, concretada en el papel relevante y actor del sujeto en el proceso del desarrollo humano.
La intencionalidad formativa, como categoría superior en el proceso formativo, revela en el sujeto la dirección consciente de apropiarse de un contenido socio cultural, determinándose en la consecuencia la lógica y continuidad del proceso de formación, lo que deviene en sistematización formativa, que significa la construcción lógica hermenéutica dialéctica de la construcción del conocimiento científico.[10]
Por otro lado, la didáctica es una rama de la Pedagogía, considerada además una ciencia independiente relacionada con la enseñanza, para Comenio es considerada como Teoría General de la enseñanza, es un proceso de instrucción que tiene lugar en la escuela. Es definida también como una "disciplina pedagógica que elabora los principios más generales de la enseñanza aplicando a todas las asignaturas en su relación con los procesos educativos y cuyo objeto de estudio lo constituye el proceso de enseñanza-aprendizaje"[11].
La Didáctica como concepto requiere un análisis más profundo y riguroso. En los diccionarios se define la Didáctica como el arte de enseñar. Por tanto es didáctico aquello que sirve para enseñar o instruir.
Algunos autores parten de la necesidad de desarrollar el proceso de enseñanza aprendizaje en una constante actividad creadora, innovadora para tratar de solucionar la contradicción que existe entre la tendencia a la estabilidad del proceso y el vertiginoso desarrollo científico-técnico. De ahí que el objeto de estudio de la didáctica quede definido en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en su dimensión humana, centrado por algunos en el componente afectivo presente en el proceso. También una dimensión técnica y otra político-social.[12]
El proceso de enseñanza-aprendizaje, para la pedagoga Fátima Addine, como objeto de estudio de la Didáctica como ciencia, es aquel que constituye un sistema donde la enseñanza y el aprendizaje, funcionan como subsistemas que se basan en una educación desarrolladora, todo lo cual presupone una comunicación y actividad intencional, cuyo accionar didáctico genera estrategias de aprendizaje para el desarrollo de una personalidad integral y autodeterminada del educando, en los marcos de la escuela como institución social trasmisora de cultura.
Por estos días, se cuestiona el destino del objeto de estudio de la didáctica, encaminada a la formación de la personalidad. Significando nuestra posición respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje, como proceso social de carácter intencional y específico, que obedece al proceso de sistematización de la construcción del conocimiento científico.
Visto desde la humanización del proceso en busca del desarrollo de la capacidad transformadora del hombre, como expresión dialéctica del proceso formativo, al mismo tiempo que se desarrolla en una sucesión de eventos que determinan de forma ascendente el nivel de síntesis del conocimiento.
La Didáctica de la Educación Superior, como disciplina científica de carácter más específico, desarrolla los aportes del proceso de enseñanza-aprendizaje de carácter teórico y práctico en su proceder, lo que no significa que ésta se reduzca a métodos y técnicas, en última instancia, sus fundamentos epistemológicos más generales y esenciales están en la Pedagogía de la Educación Superior.[13]
La Bioética, un reto de la enseñanza en la nueva universidad
Este tercer milenio se caracterizan por la dinámica de los cambios en las más diversas direcciones. El profesional del siglo XXI vive lo que se ha denominado la "cultura del aprendizaje"[14], sobre la exigencia de insertarse en un mundo con elevados niveles de información y conocimientos, por tanto orientarse a ellas con pensamiento propio y capacidad de innovación y asimilación, constituye un reto.
Hemos llegado a un momento histórico, en que el tema de la bioética adquiere relevancia, la palabra bioética se traduce literalmente como ética de la vida. La ética tiene que ver con la conducta de la persona humana que se asume como libre y responsable de su destino. La bioética es usada sin embargo más específicamente en relación a los avances tecnológicos, avances que provocan nuevas interrogantes en el campo de la ética, como exigencia de la nueva universidad "El respeto hace posible que la respuesta a los valores éticos pueda tomar la forma de subordinación inteligente, no servil, sino razonable[15]
Lo dicho sobre la Pedagogía y la Didáctica aplica para lo relativo de la enseñanza de la Bioética en las instituciones universitarias. Y es que los procesos formativos que se exigen hoy, precisan de un profundo sentido humanista, que durante la gestación del conocimiento científico y socio cultural, se engendre en el profesional en formación un sentido acorde a su capacidad humana transformadora, es decir sobre fundamentos puramente humanistas para comprender, desde concepciones epistemológicas su papel como profesional.
Al decir del Dr. Homero Fuentes, en su artículo La Universidad Latinoamericana desde un enfoque humanístico, cultural; citando a García Guadilla, se trata de concebir una universidad que se transforma y preserva en la diversidad desde una perspectiva humana, como clave ética de su dinámica.[16]
Desde una concepción holística, la formación bioética tiene como eje al sujeto, en su compleja integración humana y en su capacidad transformadora profesionalizante, desde una perspectiva ética para su realización profesional, como síntesis del proceso intencional y contextual de gestión socio cultural.
Partiendo de que la formación tiene como sostén teórico, el reconocimiento antropológico y pedagógico de la condición humana, como acertadamente es tomado por la concepción planteada por el Dr. Homero Fuentes. Así como la interacción social del sujeto con el medio, en su relación entre lo biológico, ecológico, social, cultural y espiritual, es decir la determinación contextual del proceso formativo. Todo ello dirigido hacia un proceso de autodesarrollo y autotransformación, traducido en la formación de la capacidad transformadora del hombre.
En esta capacidad transformadora profesionalizante, media la intencionalidad del proceso, que de forma dialéctica, incide en un contexto, al tiempo que lo transforma, con una esencia meramente cualitativa.
Sin embargo, hoy somos testigos del nivel de desarrollo alcanzado por las ciencias y también en la tecnología, y la atención hacia la integración multidisciplinaria, y el rigor ético de la conducta, lo que constituye un reclamo a la vida profesional. A decir por algunos "La Ciencia constituye una forma importante de la actividad social y, por tanto, incluye toda la carga subjetiva de la actividad humana"[17]
De manera que al traste con la imagen de un profesional dueño absoluto del saber, se impone una visión diferente del conocimiento científico que enrrumbre el desarrollo profesional hacia un proceso permanente y social de formación. Quiere decir que el proceso formativo no ha de sustentarse únicamente en la mejor apropiación de conocimiento que defina su perfil como profesional; la sociedad requiere de la riqueza espiritual del hombre, su sensibilidad ética, su autodeterminación, su responsabilidad y competencia para asumir los compromisos con el desarrollo de la humanidad.
Cuestión que tributa al concepto de pertinencia social de la Universidad, como la medida misma en que se sitúa el horizonte de responder a la sociedad ante el desafío de formar profesionales comprometidos con el contexto, dígase la realización profesional intencional y contextualizada. En otras palabras, si la universidad está dominada por la idea pragmática y profesionalista de que todo se ordena a la adquisición de conocimientos utilitarios para la profesión, se le estará entregando a la sociedad un producto probablemente muy cualificado para darle solución a las cuestiones técnicas, pero carecerá de referencia ética para otros análisis.
El proceso de formación no solo debe garantizar profesionales bien preparados, sino también personas con criterios, tolerantes y respetuosas, capaces de reflexionar acerca de las consecuencias de las acciones que realicen, en resumen, debe formar al hombre en su capacidad transformadora humana y consciente del compromiso social de su profesión.
Desde esta perspectiva, la bioética, no es un cóctel de saberes, de entre los cuales se busque definir lo lícito de lo ilícito, es un vehículo para establecer la relevancia humanística del conocimiento científico; teniendo en cuenta que las decisiones bioéticas a menudo resultan una cuestión de valores, desarrolla la habilidad crítica y autocrítica en aras de dirimir racionalmente un conflicto ético.
El objetivo de la bioética es darle una dimensión ética al saber científico, es reflexionar para distinguir la verdad del consenso y justificar en el plano de la racionalidad y no del resultado, ya que la aplicación del conocimiento científico a espaldas de un concienzudo análisis ético puede tener consecuencias indeseables para la humanidad, de ahí el interés creciente por la bioética.[18]
La Bioética no es ética profesional, ni es un conjunto de mandamientos y prohibiciones, la bioética trasciende a la persona como ser individual y se refleja como testimonio de vida, impulsando el respeto, la comprensión, la tolerancia, la solidaridad y la justicia, es la disciplina que estudia los problemas éticos que se suscitan en el ámbito de la vida del hombre.
Como ciencia, la bioética comprende aspectos teóricos y conocimientos prácticos que orientan la acción, relacionándola con la teoría, aprender la teoría es tan solo una cuestión intelectual, pero la práctica, es decir, la forma cómo se realiza la acción, dependerá del juicio de quien la efectúa y la intencionalidad en hacerla de una determinada manera.
Se trata de instrumentar a través de la enseñanza de la bioética, el desarrollo de la capacidad de juicio y de acción para enfrentar problemáticas en las que, con frecuencia, no existe solución segura ni evidente, ofreciéndole las herramientas para que, aún en esas circunstancias, sea capaz de tomar decisiones y de mantenerlas coherentes. Consiste en desarrollar la capacidad y la habilidad de no quedarse únicamente a nivel de razonamientos y opiniones sino que realice lo que se piensa a través de la propia conducta.
La bioética es la herramienta para rescatar de la frialdad de lo científico y lo tecnológico, la fundamentación humanística, porque cultiva la reflexión y el análisis, situándose en lo antropológico para comprender lo ontológico, es decir busca el nivel tolerable de lo lícito desde lo inexorable de la ciencia y la tecnología.
Podemos afirmar que actuar bioéticamente significa la integración del conocimiento desde las dimensiones de la gestión cultural alcanzada y la intencionalidad en la realización profesional, esto implica la adquisición de hábitos intelectuales y éticos, capaces de dirigir la dimensión práctica de la bioética.
Conclusiones
A modo de conclusión, hemos alcanzado a reflexionar que la enseñanza de la Bioética en los modelos de especialización profesional es un imperativo de los procesos formativos en las universidades cubanas de estos tiempos, con el propósito de dotar a los profesionales de una ética de su realización profesional que permita desarrollar la capacidad de manejar eficazmente los problemas éticos como consecuencia de su quehacer práctico, como garantes concientes en beneficio del hombre y en resguardo de su dignidad.
La bioética debe constituirse en el eje humanístico del desarrollo profesional, con un componente teórico referido al conocimiento científico y el de la práctica, que se vincula a la actitud ética que dirija la correspondiente acción para que su realización profesional, tenga coherencia con la de los contenidos cognoscitivos de la bioética.
A decir de Arístides Bastidas, la vida es un compromiso ético y en cumplirlo está la única recompensa que ella puede entregarnos. El profesional, es la consecuencia de la función formativa de la educación superior, en la integración humanística se sustenta el sentido transformador del conocimiento científico, y en su capacidad de reflexión desde una perspectiva bioética, emergerá el virtuosismo de su realización profesional.
Bibliografía
1. Addine Fernández, Fátima; Didáctica: teoría y práctica; Edit. Pueblo y Educación, ciudad de la Habana, 2004.
2. Cárdenas Méndez, Maria Elena; Didáctica y Pedagogía Jurídicas.
3. Cantavella Vernia, Martha Vicente; La bioética como eje integrador del curriculo para mejorar el desempeño profesional.
4. Comenio, Juan Amós, Didáctica Magna, México, Porrúa, 2002
5. Fuentes, Homero; "Pedagogía y Didáctica de la Educación Superior desde la concepción científica Holística Configuracional", en apuntes de su Tesis Doctoral de segundo Grado (Quijote).
6. Fuentes Gonzáles; Homero C; La Universidad Latinoamericana desde un enfoque humanístico, cultural
7. Hart Dávalos, Armando, "Pedagogía martiana", en Revista Bohemia de 22 de marzo del 2007.
8. Herrero Tunis, Elsa; Váldes Montalvo, María Niurka; Problemas actuales de la pedagogía y la formación del profesional universitario. La didáctica en el contexto de las ciencias pedagógicas. Formato digital, Web; http/cap_01_pre-integ-peda.
9. Labarrere Reyes, Guillermina; Valdivia Pairol, Gladis; Pedagogía, Edit. Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana, 2001.
10. Martí Pérez, José J; "Educación Científica", Nueva York, septiembre de 1883, en José martí; proyecto del Pensamiento Cubano, Edición digital de las Obras Completas.
11. Morales Montalbán, Cecilia; "Aspectos generales sobre Bioética y su relación con el Derecho", en Revista CIESS; España,
12. Varona, Enrique José, Conferencias Filosóficas (Primera Serie) Lógica, (1880), en Colección: Clásicos del Pensamiento Cubano Siglo XIX. Fuente electrónica: http// varona/conferencias.
Autor:
Msc. Karen Capdet Trinchet.
Prof. Asistente de la Carrera de Derecho
S.U.M Bayamo
Dr. Alejandro Ernesto Fruto Pla
Cuba
[1] Comenio, Juan Amós, Didáctica Magna, México, Porrúa, 2002, p.118.
[2] Varona, Enrique José, Conferencias Filosóficas (Primera Serie) Lógica, (1880), en Colección: Clásicos del Pensamiento Cubano Siglo XIX. Fuente electrónica: http// varona/conferencias>
[3] Hart Dávalos, Armando, "Pedagogía martiana", en Revista Bohemia de 22 de marzo del 2007.
[4] Labarrere Reyes, Guillermina; Valdivia Pairol, Gladis; Pedagogía, Edit. Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana, 2001, p
[5] Cárdenas Méndez, Maria Elena; Didáctica y Pedagogía Jurídicas
[6] Labarrere Reyes, Guillermina; Valdivia Pairol, Gladis; Pedagogía, Edit. Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana, 2001, p
[7] Martí Pérez, José J; "Educación Científica", Nueva Cork, septiembre de 1883, en José martí; proyecto del Pensamiento Cubano, Edición digital de las Obras Completas.
[8] Fuentes, Homero; "Pedagogía y Didáctica de la Educación Superior desde la concepción científica Holística Configuracional", en apuntes de su Tesis Doctoral de segundo Grado (Quijote)
[9] Idem a Nota 8.
[10] Idem a Nota 8 y 9.
[11] Labarrere Reyes, Guillermina; Valdivia Pairol, Gladys; Pedagogía, Edit. Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana, 2001.
[12] Addine Fernández, Fátima; Didáctica: teoría y práctica; Edit. Pueblo y Educación, ciudad de la Habana, 2004, p15 y sgtes.
[13] Fuentes Gonzales, Homero C; Idem a nota 8. p.22
[14] Herrero Tunis, Elsa; Váldes Montalvo, María Niurka; Problemas actuales de la pedagogía y la formación del profesional universitario. La didáctica en el contexto de las ciencias pedagógicas. Formato digital, Web; http/cap_01_pre-integ-peda.
[15] Morales Montalbán, Cecilia; "Aspectos generales sobre Bioética y su relación con el Derecho", en Revista CIESS; España,
[16] Fuentes Gonzáles; Homero C; La Universidad Latinoamericana desde un enfoque humanístico, cultural.
[17] Herrero Tunis, Elsa; Problemas actuales de la pedagogía y la formación del profesional universitario. La didáctica en el contexto de las ciencias pedagógicas. P 6.
[18] Cantavella Vernia, Martha Vicente; La bioética como eje integrador del curriculo para mejorar el desempeño profesional.
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