La mística en la profesión del soldado
(EN MEMORIA DEL COMANDANTE NESTOR ANDUAGA CAVERO)
Los que lean esto, a pesar del titulo tan sugerente y directo para ser interpretado, como es mi deseo.,podrán tener diferencias de criterio., pero, como no es la posición de estas líneas, beligerante sino mas bien conciliadora, solo les pido un poco de comprensión ,y que abran sus mentes ante una realidad, que existe, y en la que vivimos., que es parte de un todo estructural interrelacionado, porque los hombres de uniforme existen aquí y allá, son parte de la causa y son consecuencia que la historia señala.mas aun son parte de la prospectiva científica actual en el mundo ahora estructuralista y epistémico., los mismos que, a pesar de ser miembros estructurados en una misma sociedad, la misma que abriga a todos por igual, estos soldados, se yerguen al frente, como centinelas de nuestra heredad, cautelando por nuestro sistema de vida, por nuestro suelo, por nuestras vidas, dispuestos a todo por la patria. ¿Y quienes son estos hombres y mujeres?-, sencillamente el pueblo en armas, que al ponerse el uniforme de la patria, comienzan a vivir una dualidad inseparable, que solo se comprende si se vive dentro de un uniforme, o se tiene a alguien del entorno del observador, calzando borceguíes.
Su personalidad se ve comprendida e integrada a una mayor personalidad grupal, la de camaradas de armas, que tiene sus propios lineamientos conductuales., sus propios valores, que cultivan con esmero, disciplina y patriotismo. Esa mística es general entre todos los soldados del mundo, y a pesar de la negativa del mundo a reconocerla, existe., y allí están inmortales, Aníbal perdonando a Roma, Leónidas yendo al sacrificio por toda la Grecia, Bolognesi en el morro de Arica, Nelson en Trafalgar, Rodil, en el Real Felipe La mística militar, es difícil de interpretar, pero esta allí.
Nuestros soldados., esos hombres y mujeres de uniforme, que han decidido dedicar su vida a la patria., que durante las épocas de paz, han hecho su servicio, con la misma entrega y desvelo que en momentos de conflicto, están allí, siempre, en permanente vigilia., con su mística.
Difícil será siempre, para aquellos a quienes no les ha tocado la suerte, de vestirse con un percudido uniforme de dril kaki , azul, verde, o camuflado, con toscos botones, y que muchas veces, se heredan de otros soldados mas viejos.,y que se percibe intensamente, intrínsecamente, como la armadura de un caballero real, que otorga el derecho de luchar por su pueblo, para vencer con orgullo, siguiendo una bandera de guerra, en dinámica procesión armada., o morir en el intento, luchando por la patria, que confía en nuestro valor de sacrificio y entrega.
Para los hombres de uniforme, mayor fortuna les asiste a aquellos que han muerto por el ideal de Patria- Matria, por defendernos a nosotros, que la de aquellos a los que les asignan una miserable pensión de vejez, sin dignidad .El Deber ineludible + Sentimiento profundo., es dualidad extraña para el hombre común, y pan de cada día de un soldado.
Creemos que el tener una patria libre, les ha costado mucha de su sangre y esfuerzo., dolor y olvido., y hasta una cruel indiferencia, para aquellos que de verdad se entregaron por su país. Murieron creyendo firmemente, que el uniforme que les sirvió de mortaja, era en realidad un jirón de nuestro sagrado pabellón. Aquí en el Perú existen aun soldados que siguen huellas de otros, Cahuide, Cáceres, Grau y Quiñones., son los representantes, de la mística inescrutable, que envuelve a los hombres de uniforme que dejaron todo, porque sintieron el llamado de la Patria y asumieron su responsabilidad..
La entrega conciente y responsable de un soldado, abandonando sus instintos primarios, por ideales puros, es sagrada para ellos, y rivaliza con la mágica sensación del temor a Dios. Luchar por las cosas de los hombres, elevándolas a la altura de lo divino, es fruto de amor filial por la matria y fraternal por la nación, que nos impulsa por la defensa de nuestros ideales comunes, por las que vale la pena esforzarse, hasta las últimas consecuencias. Se lucha por defender lo que es nuestro y de nuestros hijos, y el sacrificio es, en busca de gloria y honor para nuestra patria, con la satisfacción del deber cumplido.
Mayor aún, es la gloria de aquellos soldados desconocidos, enterrados al otro lado de la injusta e impuesta,- por la fuerza de las armas-, actual frontera sur, cuyos cuerpos, quedaron enterrados allí, en las garras del zarpazo traicionero, y cuyas almas nos observan desde el mismo infierno, al que les condena, la resignada actitud tímida de nuestros gobernantes plutócratas, que siguen cediendo, en aberrante incuria., la tibieza mediocre de la diplomacia entreguista, la actitud indolente de algunos mandos castrenses sin mística, y la indiferencia apátrida del pueblo, por el que dieron sus vidas.
Surgen empero aún por doquier los insanos derrotistas., aquellos a los que la patria no les ha dado la oportunidad de vestir el uniforme -dicen-, pero la verdad, es que el uniforme requiere de pelotas y bien puestas. Y aquellos, a los que les fascina despotricar contra los militares., y los llaman ineptos, al ver que lo del VRAE (Valle del Rio Apurímac y Ene), por ejemplo, no se resuelve aquí, y ofenden a aquellos que están muriendo día a día, por problemas coyunturales de caracteres, sociales ,políticos y económicos, que se alejan de las estrategias militares.
Estúpidos, que cierran los ojos a la realidad que deslumbra por obvia. Todos saben que en el VRAE y otros lugares parecidos, corren más los dólares y las influencias que las balas., y que esa es la problemática, y que la ¨solucionatica¨ (solo por rimar) no se da, por la escandalosa política del gobierno al respecto, necesitan esos dólares informales que llenan las arcas e la banca paralela, de donde se surte el banco de la nación, para equilibrar sus faenones. Vamos, todos sabemos aquí lo que es un narco-estado, (Quizá ¿narco-región?) y sabemos también, que a esta situación anómala no se le da solución, simplemente por. CORRUPCION POLITICA.
El VRAE, entonces para salir de esto dejándolo en claro, no es un problema militar, no puede ocupar a las Fuerzas Armadas del Perú, un espacio territorial que tan solo alcanza a ser físicamente el 1% del territorio nacional. El problema aquí -lo repito- es de corrupción política.
Lo demás se los dejo a su interpretación, porque no es parte del tema que trato aquí.
Nuestras líneas tratan del desconocimiento de cierta clase de filosofía militar, muy poco estudiada en el mundo sociológico, particularmente en el medio peruano donde el hombre o mujer de uniforme, no son respetados por aquellos alienados de siempre, pero que son, por el contrario, amados por los desposeídos de los rincones mas alejados del palacio de gobierno, hasta donde llega su presencia integradora y patriótica. Mientras tanto la actitud de sus cobardes detractores, que carecen de identidad nacional, reclama su desaparición.
Podría yo jurar, de que cuando fue la hora de la patria,(cualquiera de nuestras horas de lucha), estos sucios cobardes críticos, que no quieren ver la necesidad de contar con Fuerzas Armadas en nuestra patria, de seguro veían junto a ¿sus hijos?, desde la pantalla de su televisión, como nuestra gente., la que asumía la responsabilidad, le era concedida, o le era asignada., perdía su vida allende las fronteras, o en la amazonía tan llena de cocales, que tanto adoran ellos y también, los defensores del libre mercado que imponen aquí un sistema inicuo.
Observan cómodos, desde sus casas seguras, los enfrentamientos, y la muerte de nuestra gente de uniforme, como si ello fuera, un programa más de noticias, en una apatía apátrida, impersonal y ajena, como la vida que ellos no merecen vivir. Los soldados peruanos, sépanlo todos, también son parte de esta sociedad, y su presencia es necesaria, porque representan una fuerza social armada y disuasiva que garantiza nuestra permanencia en el mapa futuro.
En el arte de la guerra, la batalla perfecta es precisamente la que no se libra. Y si estos ineptos manifiestan, la inutilidad de la presencia de las Fuerzas Armadas, en razón de que no tendremos una guerra con nadie., estos ignorantes de las estrategias, actuales de Guerra Sistémica precisamente en boga en todo el mundo globalizado, carecen de sentido común y desean arrastrar al país a la inseguridad, obviando de ex profeso, el observar que todos los países del mundo, poseen Fuerzas que garantizan su seguridad, desarrollo y supervivencia.
La presencia de unas Fuerzas Armadas, en condiciones óptimas de preparación, es precisamente la garantía de evitar una conflagración, es el costo de mantener la denominada por todo el mundo paz armada.
¿Que aprenderán de ellos sus hijos? tienen una vida tan vacía de ideales, tan falsa en conceptos morales, y sobre todo, tan mansamente entregados a la aceptación de un Statu Quo, que tan solo les garantiza sobrevivir, lo suficiente, como para ahorrar, y ser archivados después bajo una lápida, sin pena ni gloria, y quizá ni patria., una lápida que nadie visitará en poco tiempo, por defender acaso, causas carentes de autenticidad.
No son estas, personas defensoras de la paz, ni de un sistema, que les de bienestar siquiera., esos no defienden ardientemente su heredad, ni a sus hijos, no respetan su historia, ni les preocupa el futuro de su patria. Esta gente estupidizada, defiende un sistema que lleva al país directo al fracaso, siguen sus falsos lineamientos. Su mediocridad, les hace querer vivir seguros solo el momento que viven, disfrazando su ineptitud, y su falta de fortaleza espiritual, con argumentos falsos ,de pacifismo, o de inutilidad de las Fuerzas Armadas sin ver nuestra realidad, los antecedentes consecuencialistas históricos, y los indicios actuales innegables, que proporciona la prospectiva científica, del análisis del entorno real de amenaza inminente, o ¿Para que compran armas nuestros vecinos?.
Carece el gobierno de verdadera honestidad, para defender con coraje, realmente, lo que es de interés a la sociedad en que viven, de donde ellos mismos proceden, y que será a la larga la de sus hijos. El enemigo probable solo ataca cuando se siente suficientemente fuerte y superior.
Mantener el equilibrio es clave, es costoso, pero es necesario., por eso es que las guerras se evitan en tiempos de paz, cuando hay equilibrio se hacen convenios, libros blancos, y tratados para evitar gastos que empobrecen al pueblo. También se hacen estudios, que tratan de bloquear los efectos de las penetraciones tácticas sicológicas, de las potencias que venden armas, como medio de sustento., esto lo sabemos muy bien, y solo las Fuerzas Armadas, hacen esos análisis, y pueden lograr una paz local, regional
La técnica del avestruz, es una actitud, que no es común denominador del peruano., nosotros no podemos permitir que esos cobardes, nos entreguen inermes, como lo hicieron antes, porque ya lo hemos dicho, tener debilidades obvias, nos coloca en posición vulnerable, ya nos ha pasado, y ya fuimos arca abierta, más de una vez.
Evitemos desarmar a nuestras Fuerzas Armadas, a las que acudiremos, cuando las papas quemen. Si queremos evitar un desastre, la única manera es teniendo de verdad una fuerza disuasiva, que con su presencia, evite el conflicto., esa fuerza equilibrante son nuestros soldados que se preocupan diariamente sin horarios ni comodidades de lugar, por nuestra seguridad.
Despierten sus conciencias, y asuman su responsabilidad, nuestra patria la cuidamos todos, tenemos que exigir al gobierno con el que nos toque vivir, que nos asegure una posición en el futuro., porque muchos países que en determinado momento de la historia han estado en mejores condiciones sociales, políticas, económicas, y geográficas han desaparecido por carecer de Fuerzas Armadas adecuadas, preparadas confiables que les hubieran garantizado vivir en paz, y este es un viejo principio romano ( si vis pacen parabellum) -Si quieres paz, prepárate para la guerra-.,por eso, para lograr un futuro en paz, no permitan que sus conciencias sean manejadas, por aquellos que no merecen pisar, una pulgada de nuestro suelo.
Porque a decir verdad, a ellos, los apátridas antimilitaristas que sueñan con vivir en el extranjero Es que ¡¡no les interesa!!..,porque para preocuparse por el futuro del país, para eso están los soldados…¡¡claro!! Si, los soldados ¿Y quienes creen que son los soldados para estos personajes?… ¡Ah!…los soldados., ¿!eh!? .son gente del interior del país, a los que se les trae a los cuarteles y se les uniforma, para morir por nosotros (¿Quiénes somos nosotros?…los criollos citadinos), se les entrena a los cholitos campesinos y se les manda a combatir al VRAE o a la frontera Crudo ¿Verdad? pero en la mayoría de veces es cierto. Cuando las papas queman, se les acaban los pantalones, a TODOS los que están opinando, sobre los hombres de uniforme.
Es triste reconocer, que las filas de nuestras Fuerzas Armadas, en lo que se refiere a Tropa, esta procede de los estamentos sociales menos favorecidos, y se les exige desprenderse hasta de sus vidas, por defender ideales, que ellos si, asimilan con mayor pureza, que aquellos a los que el Estado les da más (precisamente los criollos citadinos).
Pero volvamos a nuestros soldados y a su manera de interpretar la vida, tan ajena a la de los que se esconden bajo argumentos falaces en tiempo de paz, y desaparecen por arte de magia en tiempos de conflicto.
Nuestros soldados, todos los uniformados aquí en el Perú, cualquiera que sea su rango aman su bandera, como se adora a Dios ante un altar, de allí que ellos se refieren a la muerte, encontrada casi siempre en defensa de su bandera, o protegiendo a un camarada de armas, como un sacrificio en el Altar de la Patria. Esta interpretación es pura mística militar.
No entiende en hombre común, porque un joven, deja la comodidad de su hogar, su barrio su pueblo, por abrazar la carrera de las armas, donde se tiene mas oficios que beneficios, asumiendo una responsabilidad mayor y trascendental. Asumiendo que serán responsables de la seguridad nacional,-Alguien tiene que hacerlo-.
Nunca entenderá el hombre mediocre, la satisfacción de cumplir una orden bien dada, solo porque se reconoce que es correcta, o ser voluntario para una misión peligrosa, evitando que otros pongan en riesgo sus vidas, por una convicción moral de aptitud, que combina responsabilidad, deber y sentimiento de fraternal camaradería, que impulsa a proteger a nuestros hermanos de armas, renunciando a nuestra propia integridad física. Misión peligrosa, por la que se levantan los brazos y el espíritu espartano, del indómito hombre de armas, para ejecutarla, o ser parte de la misma., no lo entenderán los que no saben de matria, y mucho menos el escuchar un solemne…-Quiero tener el honor de servir bajo su mando- .No, no lo entenderán, porque aquello es un sentimiento, que solo pueden percibir los hombres de uniforme en cofradía de servicio. Mística castrense.
Esa entrega conciente, no la entenderán jamás aquellos que no quieren a su patria, a su matria, con devoción con entrega y con valor. Escuchar del Jefe, antes de salir a Operaciones:-Caballeros, es un honor estar junto a ustedes en esta hora tan honrosa-, No lo entenderán, aquellos que se dedican a baldonear groseramente a los hombres de uniforme, porque en su formación moral, no existe la mística patriótica castrense, ni es su aspiración crecer por dentro.
Pero ¿que son las Fuerzas Armadas de un país?-Es tan solo el pueblo en armas, lo repito siempre., y que se prepara, para defender su heredad o su sistema. Un pueblo, que se alista para enfrentar cualquier amenaza, interna o externa que pretenda vulnerar su integridad, su desarrollo, su seguridad.
Si la autoridad política, representa de verdad al pueblo, defenderán a su autoridad, si el sistema es beneficioso para el pueblo, defenderán su sistema. Si la soberanía se ve amenazada, defenderá su territorio, por que defiende a su pueblo, se defienden a ellos mismos y al futuro de sus hijos.Y todo ello, con la convicción de que alguien tiene que hacerlo por la matria, y es a ellos los que el destino les da la oportunidad de ser .
Las Fuerzas Armadas, son el símbolo real de la integridad nacional, y son la presencia del estado en los lugares más recónditos de nuestro territorio, los hombres de uniforme representan para nuestras naciones del interior, la extensión del sentimiento patriótico, que relacionan inmediatamente con la matria ancestral, de la que son parte., y en una especie de matrimonio cósmico, que todavía no es muy bien entendido, por los sociólogos y etnólogos, que se dedican a estudiar los movimientos sociales.,el estructuralismo proactivo interdependiente, cohesiona e integra, física y espiritualmente, el grupo humano conjunto, y la conciencia colectiva, en una identidad indivisible., el soldado peruano es parte indivisible de la pachamama, su matria, de la que es parte y a la que después de su muerte se vuelve a integrar, es su cosmovisión. Cuando nace le paga a la tierra, cuando cosecha, le paga a la tierra, cuando se casa…-Te daré la vida y cuando yo muera, me uniré en la tierra contigo Perú- canta, y le paga a la tierra, luchando por ella.
Vistiendo entonces al soldado con un sencillo dril, este percibe que esta cubriéndose, con la tela de su propia bandera, que el siente como parte de su piel. El sentimiento del hombre de uniforme, entonces, se subordina al sentimiento de la colectividad de donde procede, su pueblo, y crece su entrega, por lo que el mismo representa.
Si de alguna manera, un soldado, un hombre o mujer de uniforme, representa a su patria, y al sentimiento por su matria, el peso de tal responsabilidad, los hará crecer por dentro, hasta límites insospechados. Su responsabilidad para con su país será siempre mayor que la que tiene por su propia vida., y esa mística del hombre de uniforme, es similar en magnitud para todos ellos sin distinción de rangos, porque son concientes de ello además, las balas que se fabrican en el extranjero, con nuestros minerales, no respetan genero, galones, jinetas o charreteras, así que será también vana la idea, de vituperar blasones.
Dios y la patria, solo ven hombres dispuestos a todo, y que se preparan constantemente, con los escasos medios de que disponen, para evitar caer en los errores, que nos han arrastrado históricamente a las conocidas derrotas del pasado, y a tener como consecuencia de nuestra falta de preparación y de coraje para exigir los aperos de guerra necesarios., la apatía generacional de toda la plutocracia citadina, y una generación de derrotistas (Que van muriendo gracias a Dios) que dedican su escaso cerebro, a atacar a aquellos, detrás de cuyas botas se refugiarán, en los momentos cruciales por venir.
La mística del hombre de uniforme, es similar a la que tiene un padre de familia, o un hermano mayor, que asume responsabilidades sobre sus menores.
El Soldado mas antiguo, trasmite sus enseñanzas a los nuevos Soldados con una dedicación, que solo tiene parangón, entre miembros de una sola familia. Y en efecto, es lo que viene a ser un camarada de armas, que es responsable, de la vida del hombre que está a su lado en el combate., y que en época de paz, le enseña con paciencia, y con dura exigencia responsable, a cuidar por su propia vida, como parte de sus deberes., y la de sus compañeros aún a costa de la suya.
Entre hombres de uniforme, las virtudes militares se tienen que cultivar, hasta hacerlas parte de su propia personalidad. No se puede concebir un soldado, que no posea las cualidades, que día a día cultivan en filas. El valor, la lealtad, la moral y la disciplina son inherentes al hombre o mujer de uniforme., la iniciativa su rasgo característico.
A mayor rango, mayores responsabilidades se posan sobre los hombros uniformados, deformando con su peso las charreteras e irguiendo su carácter. A mayor rango también, las decisiones son mas gravitantes, difíciles de tomar, y con menos atenuantes de carácter.
Por eso, una de las soledades mas temibles de los hombres de uniforme, es aquella que viene acompañada de los blasones mas pesados., a ella se le denomina: -¨La soledad del comando¨-., y no hay en el mundo sociólogo, que pueda interpretar una toma de decisiones individuales, que por lo general, tienen consecuencias colectivas. Es en este contexto espiritual, autótomo de ataduras morales, sentimentales o personales., donde se hace lo que el deber impone, lo que es honorable y prospectivo, dejando que sea la historia la que juzgue sus actos. Pura mística militar.
No se puede entender el significado que ha tenido para el soldado de mayor rango, tomar una decisión y emitir una orden, si no se ha vestido alguna vez, un sencillo dril, calzado borceguíes ni ha empuñado un arma con honor, pero también, como la diferencia entre la vida y la muerte. Solo un soldado, puede interpretar el accionar de un soldado. Para pensar como un soldado hay que serlo, y la verdad es que todos lo somos en un momento determinado de nuestras vidas, cuando el deber nos pone a tomar decisiones o emprender acciones que han de provocar un cambio en nuestra situación, o para defender la que tenemos. Esta lucha por tratar de poner las cosas en equidad es inherente al espíritu indómito que todos llevamos dentro, y que disciplinado nos convierte en soldados. Por eso cuando nos toque erguirnos en lucha, que esta sea honorable, nos hace soldados individuales. Pero el vestir un uniforme que identifica una bandera, nos hace parte de ella, física y espiritualmente, hijos de la matria, y hermanos, con leyes que no están escritas en papel, con deberes entre nosotros, y para con nuestros hermanos que no están armados, a los que defendemos. Nos convertimos en soldados de la patria, y aquellos que no han vestido un dril, no lo entenderán.
Solamente la mística del soldado, entonces tiene el alcance hermenéutico en esa clase de leyes que se escriben con Servicio abnegado, jinetas ganadas, morrales frugales, blasones distintivos y armas responsables.
Autor:
Rolando Isaac Reyes Rocha