Según las enseñanzas de los Maestros del Surat Shabda, en este gran Universo de Universos hay dos clases de disoluciones:
1. La disolución primaria alcanza hasta la sección inferior de Brahmanda llamada Trikuti y ocurre después de muchos millones de años, y
2. Las grandes disoluciones que ocurren después de periodos de tiempo inconmensurables y se extienden hasta la parte superior de Brahmanda.
Ambas disoluciones involucran a todo el universo físico, a cada sol, cada planeta y cada luna que lo compone y en ese momento cósmico todo es barrido, seguido de un periodo de obscuridad de duración igual a la vida del Universo. Cuando termina el periodo de obscuridad se produce una nueva creación y nuevamente los cielos brillan con el fuego de las estrellas.
Lo anterior nos lleva a las cuatro eras que los eruditos de los vedas hinduistas denominan Satya yuga, Treta yuga, Dwapar yuga y Kali yuga, también conocidas como la edad de oro, la edad de plata, la edad de bronce y la edad de hierro de la evolución del universo; actualmente transcurre el Kali yuga o edad de hierro.
Las eras duran millones de años hasta que entran en disoluciones, antes de volver a generarse nuevas eras con los "Big Bang" en continuas creaciones y disoluciones cíclicas de los universos según las Escrituras Védicas.
DECIMA PARTE
La estructuración del ser humano
En la medida que conozcamos al ser humano estamos y estaremos en mejores condiciones de saber sus capacidades y limitaciones, con los recursos con que cuente para llegar a colonizar otros sistemas planetarios amigables con nuestra particular naturaleza.
Para propósitos del conocimiento sistemático de la estructura global del ser humano, lo detallo en sus planos o niveles constitutivos: átmico -espiritual, mental, causal, astral– emocional, energético y físico–material, así.
1.- El humano espiritual, con alma o espíritu en imagen y semejanza del Creador, solamente que en una escala muy pequeña y en relación micro-macro cósmica, con inteligencia, voluntad y cualidades alcanzables de divinidad.
2.- El ser pensante, donde la mente es el equipamiento que se nos ha dado para nuestros pensamientos y razonamientos.
3.- Es ser causal o akáshico donde están los registros de vida o vidas del ser humano.
4.- El ser astral donde está el sustrato de las emociones y las capacidades del ser humano de salir del cuerpo físico y volar donde desee, aun a las estrellas.
5.- El sistema de los chakras o centros electromagnéticos, productores de las energías sutiles que conforman el aura humana y sus energías luminosas y dan las capacidades extra sensoriales de los humanos.
6.- El sistema energético o bio-eléctrico, con los espacios generadores de energía y calor, todas las vías de conducción de energía y los miles de puntos bio-eléctricos distribuidos en la superficie corporal.
7.- El sistema humoral con los fluidos corporales intra y extracelulares, como la sangre y la linfa.
8.- El sistema celular con sus trillones de células y sus miles de reacciones bioquímicas por segundo.
9.-El sistema de los órganos, todos con funciones específicas como las muy especializadas del cerebro humano y el de las glándulas generadoras de hormonas.
10.- El sistema circulatorio completo constituido por el corazón, arterias, venas y los vasos linfáticos.
11.- El sistema musculo esquelético con sus músculos, ligamentos, fascias y tendones y los huesos incluyendo los dientes y las articulaciones para la mecánica corporal.
12.- El sistema nervioso con sus dos grandes divisiones, el voluntario o cerebro espinal y el involuntario como un gran regulador de todas las funciones del ser humano.
13.- El sistema de la piel y los anexos como el cabello y las uñas, importantísimo para la delimitación corporal, el control de la temperatura, la protección y defensa corporal, coadyuvando en el complejo mundo de las relaciones humanas incluyendo la sexualidad.
El ser humano sano, equilibrado en mente y cuerpo, armónico con su ambiente social y ecológico y con conciencia geo-planetaria y cósmica, debería ser el adecuado para ir a en las exploraciones del Universo.
LA CONCIENCIA COSMICA.
El médico endocrinólogo Deepak Chopra, hoy en día ícono de la medicina mente-cuerpo basado en el conocimiento de la medicina ayurvédica de la milenaria India, nos describe en su libro Sincrodestino una clasificación de las conciencias del ser humano en siete categorías desde la más baja, la conciencia del sueño profundo hasta la más elevada, la conciencia divina.
Chopra explica que el primer nivel de conciencia es el sueño profundo en el cual respondemos a estímulos como el sonido, la luz brillante y las sensaciones táctiles, pero en general nuestros sentidos tienen muy poca cognición y percepción.
El segundo estado de conciencia es el de los sueños superficiales, cuando estamos un poco más despiertos, vemos imágenes, escuchamos sonidos, incluso pensamos y todo parece real y es solo cuando despertamos que reconocemos el sueño.
El tercer estado de conciencia es el de vigilia, cuando estamos despiertos oyendo, viendo, sintiendo, pensando y en actividad.
El cuarto estado de conciencia es el que se presenta al estar en meditación, muy quietos y tranquilos, el estado del yo se expande y sentimos el observador que está en nosotros captando a nuestra alma o espíritu.
El quinto estado de conciencia es el de la conciencia cósmica, cuando el alma o espíritu observa y uno es el espíritu. El espíritu puede ver al cuerpo material en un estado como de sueño profundo, casi como una experiencia fuera del cuerpo similar en un viaje astral. La conciencia está captando lo circunscrito y lo no circunscrito, sincronizamos nuestro espíritu con el cosmos, experimentando plenamente nuestra unidad con todo lo existente.
El sexto estado de conciencia es el de la conciencia divina Se siente el espíritu presente en todos los seres y nos permite ver la presencia de DIOS en todas las cosas y en todos los seres existentes en la creación universal. En este estado de conciencia divina se tiene la capacidad de comunicarse con las plantas y los animales. Grandes profetas y videntes, yoguis y santos vivieron en conciencia divina.
El séptimo estado de conciencia es el de la iluminación, cuando el espíritu micro se funde con el espíritu macro y se convierte en UNO con DIOS. El yo personal se transforma completamente en yo universal. En el estado de conciencia de iluminación trascendemos la vida y la muerte y somos el espíritu que siempre fue y siempre será en inmortalidad.
Con el tiempo y la práctica correcta se aprende a ver el Universo como nunca lo imaginamos, en todo su esplendor, bajo la magnificencia del Creador.
EL VIAJERO INTERIOR Y EL UNIVERSO.
En el capítulo anterior, donde se describen los diferentes estratos que forman al ser humano, se encuentra el muy poco conocido cuerpo astral, constituido por materia sutil y al cual se le atribuyen facultades como la de poder separarse del cuerpo físico en ciertas situaciones, como en los accidentes, situaciones graves de enfermedades, operaciones quirúrgicas y a voluntad, donde se puede ver, oír estando consiente del propio ser estando en separación del mismo. A esto se le conoce como desdoblamiento astral.
Los Gnósticos son los que más pregonan esta dualidad o capacidad que está en todos los humanos de poder salirnos de nuestros cuerpos en situaciones extremas o bien a voluntad bajo capacitación apropiada.
Samael Aun Weor, maestro de esta secta o doctrina nos habla de la necesidad de aprender a salir del cuerpo físico a voluntad, ya que este es como una casa de la cual podemos salir y no tenemos que estar prisioneros en ella.
Nos explica que la forma de salir es muy sencilla, se hace en los instantes de transición entre la vigilia y el sueño y con la firme voluntad de hacerlo; se experimenta el levantarse suavemente, sintiéndose fluido, vaporoso, abandonando la forma densa del cuerpo físico y a este se le ve desde fuera del mismo, como en las situaciones que tienen las personas en las situaciones de morir, experiencias extra corpóreas EFC, o fuera del cuerpo. Weor refiere que se puede salir al espacio cercano y al lejano y "volando puedo viajar a todos los lugares de la tierra o del infinito como lo hacían los hombres sabios del pasado".
Sin embargo, estas experiencias son más comunes de lo que imaginamos y son logradas por personas humildes también, como la experiencia que nos narra el Ingeniero Oscar Meza Palma, Director del Centro Universitario Regional de la Universidad Autónoma en la zona central de Honduras experimentada por su anciano padre.
El relato lo titula "Una experiencia de un viaje divino" y lo presento a continuación.
Tenía por costumbre visitar ciertas noches a mi padre, un señor viudo de edad avanzada, solitario, con una mente muy lucida y de voz grave y fuerte, quien se mantuvo firme e inamovible sobreviviendo más de 14 años después de la muerte de mi madre en 1996. La viudez le sobrevino a la edad de 81 años y eligió vivir en la misma casa donde por más de 50 años crio a una familia numerosa, y por lo inexorable de la vida le toco vivir solo.
Como hijo que vivía en otra ciudad al norte del país, me gustaba visitarlo todas las veces que podía; siempre lo encontraba sentado en su silla, con su camisa a cuadros, con una pose de estar dispuesto a entablar conversaciones de sucesos del pasado y de la familia, de la comunidad y del país.
Fue en esas visitas que comencé a notar que había colgado en el cielo raso de su casa, balones plásticos y otros tipos de esferas de diferentes tamaños y colores llamativos e insistía en contarme, lo que él llamaba una revelación que había experimentado una de esas madrugadas cuando descansaba y dormitaba.
De manera inquieta, como quien tiene algo sublime que compartir y exhortando ser escuchado mi padre me relató lo siguiente:
" Hace muchos años, cuando tenía unos 84 años de edad en una madrugada fui suspendido de la cama, elevándome primero al techo y luego por encima de esta casa y como si volara ascendí sobre el pueblo, viendo las casitas y sus luces nocturnas, llegando hasta las nubes, en un momento dado tuve miedo e intente asirme de algo; sin embargo, miré como seguía ascendiendo hasta salir de la esfera terrestre y encontrándome en el espacio silencioso y misterioso, veía la Tierra hacerse más pequeña debido a la distancia con que se alejaba y llegue al confín del cielo, es decir a la cima máxima de toda esa vastedad de estrellas y resplandor"
"Fue ahí donde experimente la gran visión de un sin número de planetas y estrellas o soles de diferentes colores y brillos, dejándome simplemente extasiado, contemplando tanta belleza junta y a la vez inmensa".
"También, noté que había perdido el miedo a caerme, más bien me embargué de un sentimiento de amor, de confianza y gratitud, sintiendo como si un poder afable me concediera ese hermoso viaje divino a las estrellas".
" Sin duda fue esa visión la que mantuvo a mi anciano padre en un estado de motivación y gratitud por el resto de su vida, coleccionando esferas de plástico de diferentes colores, las que sigilosamente colgaba del cielo raso de su casa y aunque eran muchas, agradecía a quien le obsequiara otra esfera mejor aún si el color era diferente y brillante y al instante pedía que la colgaran en el lugar donde la quería ver ".
Mi padre murió a los 94 años de edad".
Como estas experiencias son tan especiales y la reacción más común es no creerlas, les narro una experiencia que nadie puede decirme que no la experimenté, la recuerdo en detalle como si hubiera sido ayer.
Hace bastantes años atrás, yo practicaba una técnica de relajación profunda, acostado en una camilla dura, con las manos hacia arriba a los lados de mi cuerpo y sin dormirme, enfocaba mi atención en la frente en la zona conocida del tercer ojo, con la finalidad de estar en paz conmigo mismo, pasar tranquilo y tener mucha energía positiva para atender los innumerables pacientes que venían a mi consulta médica.
Esa práctica la realizaba en la madrugada, 3 a.m. para ser exacto. En una ocasión sentí como mi cuerpo se desdoblaba, empezando como si cientos de agujas se fueran retirando de mis extremidades inferiores, luego del tronco y de mis brazos hacia mi cabeza. Sosteniendo la atención en la frente y manteniéndome tranquilo sin miedo, me vi flotando en la habitación cerrada donde hacía mis prácticas. Sin dificultad pasé la pared y salí por el techo de mi casa, sobrevolando un rato en el área cercana, para luego volver a mi cuerpo físico y la misma experiencia me ocurrió algunas veces más.
Esas fueron experiencias del vuelo astral cercano. No obstante, salí de mi cuerpo en una ocasión y me vi viajando en el espacio sideral a una velocidad sorprendente, estrellas y constelaciones quedaban de lado a mi paso, hasta llegar al límite de nuestro Universo. Al borde de la esfera celeste me vi observando el más allá en su enorme profundidad y a mis pies el universo con sus miles de millones de estrellas brillando.
Como no me esperaba esta experiencia de estar solo en semejante inmensidad, sentí miedo, lo que provocó mi regreso vertiginoso a mi casa y a mi cuerpo, al cual entre fuertemente y de inmediato suspendí mi practica de relajación profunda.
He reservado esa experiencia para mí, mi familia y algunos amigos cercanos, lo he guardado como un regalo especial, fue mi viaje astral al infinito cósmico. Como no era mi interés desarrollarme en esas prácticas astrales, no las continué y opté por buscar unir mi alma a la súper alma para tener conciencia de divinidad.
En mi practica de medicina holística es frecuente escuchar los relatos de pacientes de cómo han tenido experiencias de salir fuera de sus cuerpos, sus visiones y de sus regresos a la vida como hechos reales.
Investigando en internet, he encontrado personas que están entrenando a grupos para tener la capacidad de hacer viajes astrales y usar las capacidades del cuerpo astral para hacer experimentos de viajar de una ciudad a otra en forma controlada, como lo relata el señor Jerry Gross, así:
"Me han pedido muchas veces demostrar esto en programas de radio y en la Whole Life Expo en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, California, a donde viajé astralmente desde Saint Paul, Minnesota hasta Los Ángeles moví una caja que habían colocado en el escenario para mí". Una vez que usted aprende como hacer esto, usted se habrá demostrado esto a sí mismo, esa es la última prueba.
Todas estas experiencias que pertenecen a la cosmogonía de personas y grupos, nos lleva a proponer que el ser humano tiene dentro de sí una nave interior que le puede permitir explorar a voluntad muchos mundos en el cosmos. Aparentemente, sin estar sujeta esa nave astral a las leyes de la gravedad y poder accionar en el espacio y quizás en el tiempo para que la civilización humana tenga una opción de perdurabilidad en el futuro.
Establecer una cosmovisión con tantos elementos en juego es una labor de titanes y más si se busca una de perfección que sirva para la mayor hazaña de la humanidad: labrarse sendas de vida y salvación en otros mundos en el más allá del sistema planetario solar.
Las cosmogonías nos permiten atisbar en conocimientos supra físicos y la cosmología con sus avances tecnológicos y científicos nos van acercando a conocimientos del cielo en su estructura macro cósmica.
La cosmogonía nos presenta a la humanidad en pos de tener perfección en conciencia de divinidad e iluminación. Asimismo, la ciencia cosmológica eleva el conocimiento para llevarlo a la exploración espacial, como se logró con el humano poniendo un pie en la Luna y en pocos años muy probablemente en Marte.
En la cosmogonía se habla de las concepciones y experiencias humanas de los mundos inferiores y superiores o cielos y en la cosmología se pretende por vía de la investigación de la ciencia viajar al espacio sideral, elevarse a los cielos en naves espaciales de propulsión.
En la cosmogonía se establece la manifestación del TODO, lo ABSOLUTO, de DIOS, como la energía creadora de todo lo existente y en la cosmología se ha llegado al conocimiento del momento creativo del BIG BANG y la PARTICULA DE DIOS.
En la cosmogonía los universos, además de materia y energía tienen mente y espíritu y en la cosmología se tiene materia y energías visibles y materia oscura y energías no visibles.
En la cosmogonía los universos entran en disoluciones y grandes disoluciones y por la cosmología se sabe que las estrellas también se crean y entran en disoluciones.
En la cosmogonía se sabe que el hombre puede experimentar el desprender su cuerpo astral y volar en el espacio con plena conciencia, aun salir a explorar en el espacio sideral en su propia nave espacial, el cuerpo astral, mientras que en la cosmología se estudia la posibilidad de la tele transportación, el viajar en el tiempo, al pasado y al futuro.
En conclusión, si hubiese científicos que estudiaran las técnicas del viajero humano espacial conocidas y experimentada desde culturas milenarias para salir a voluntad, viajar a otros planetas, ver y tocar por si mismos sus estructuras de creación, se podría facilitar la capacitación de los humanos apropiados para establecer colonias en otros planetas, con capacidad de regresar de visita a su planeta nativo a voluntad y a la velocidad de la mente humana superior.
Aquí llegamos a un punto donde la maravilla del Cosmos nos invita a acercarnos y tomarnos en cuenta unos y otros, compaginando los conocimientos tanto de la ciencia astronómica – la cosmología- con los de la cosmogonía y prepararnos aún mejor para la vida en el espacio sideral, fundamental para la sobrevivencia humana.
FIN
A MI MAESTRO ESPIRITUAL SANT AJAIB SINGH JI Y A LOS MAESTROS PERFECTOS QUE LE ANTECEDIERON Y AL MAESTRO VIVIENTE RAM JI.
AGRADECIMIENTO:
A TODAS LAS PERSONAS QUE A LO LARGO DE LA HISTORIA HAN CONTRIBUIDO AL CONOCIMIENTO E INVESTIGACION DEL UNIVERSO QUE EL CREADOR NOS HA DADO PARA QUE REALICEMOS LA VIDA Y SUEÑOS PROPIOS Y DE LA HUMANIDAD.
Del Autor
El doctor Roberto Antonio Contreras Rosa es el primer médico hondureño que ha estudiado medicina oriental en la UNIVERSIDAD MÉDICA DE CHINA en Taiwán y en la ACADEMIA DE MEDICINA TRADICIONAL CHINA en Beijing, República Popular China.
El doctor Contreras ha ejercido medicina integrativa y complementaria en la Clínica de Acupuntura del Centro Médico Biológico en Siguatepeque, Honduras, atendiendo a miles de pacientes con mucho éxito.
En su primera obra literaria "La Lluvia de Estrellas en mi Vida, una historia de inspiración" nos narra su niñez, su Juventud y parte de su vida adulta con emotividad, destreza y sencillez de estilo, la cual está publicada en monografías.com.
En esta su segunda obra literaria" Viajemos a las Estrellas, una misión casi imposible" introduce conceptos histórico-filosóficos de civilizaciones humanas en el campo de la astronomía, generando una COSMOVISIÓN integrativa de la cosmogonía con la cosmología-astronomía antigua y actual, buscando asideros que permitan a la humanidad tener sus asentamientos en exoplanetas, similares a nuestro planeta Tierra.
Autor:
Roberto Contreras R.
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