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Juan José Arévalo Bermejo y el ideal platónico


  1. Introducción
  2. La educación platónica
  3. La educación arevalista
  4. Conclusión
  5. Referencias

Introducción

A pesar de las distintas facetas que presenta la filosofía de Juan José Arévalo y de la diversidad de temas que aborda, existen algunas constantes que pueden visualizarse en su obra.

En primer término, se puede afirmar que las reflexiones filosóficas tienen como punto de partida o están estrechamente relacionadas al campo de la educación; en segundo orden existe una preocupación constante por la reflexión de y desde lo político, por tanto otra afirmación introductoria es que existe una preocupación por la conformación de la comunidad y la vida política mediante el establecimiento de sociedades democráticas; y como tercer orden, el elemento articulador filosófico entre los terrenos de los educativo y lo político, nos encontramos con la propuesta de Arévalo acerca de los valores, que busca construir condiciones de dignidad.

En ese sentido, este ensayo, intenta determinar si Juan José Arévalo Bermejo puede ser calificado o puede encuadrarse dentro del ideal platónico de gobernante filosófico. Para ello, se analizó documentos escritos por Arévalo, así como el libro elaborado por el Doctor Marco Vinicio Mejía Dávila, impreso bajo el título Juan José Arévalo Páginas escogidas.

La educación platónica

En Diálogos[1]especialmente en el apartado VI, Platón trata principalmente la educación de las distintas clases y su división. La educación en los estados griegos se entendía como "formación del ciudadano" y se hacía por el Estado y para el Estado; lo importante, sin embargo, es que tal vía de educación no se encierra en el cuadro de la formación del hombre público, sino que constituye una teoría ideal de la vida humana que cada cual puede aplicarse a sí mismo.

Por su lado, en La República[2]Platón habla sobre las formas de gobierno; en su analogía, refiere algo por demás interesante, la formas de gobierno buenas, eran la aristocracia, la democracia y la monarquía, sin embargo, estas pueden ser corrompidos y transformarse en oligarquía, Politeia y en tiranía.

La timocracia es un concepto introducido por Platón para designar una forma de transición entre la constitución ideal y las formas tradicionales. Es en La República donde Platón establece la manera en que se determina, quiénes han de pertenecer a una u otra de las clases sociales, indicando que los gobernantes, al contar con un tipo de alma racional gozan de la virtud de la sabiduría y por ello les corresponde guiar a las sociedades.

En referencia a la obra de Platón, Mejía escribe: "Platón, como pedagogo, fue optimista. Su primera tratado sobre la educación fue La República. El segundo, Las Leyes. Ambas obras fueron escritas cuando ya Platón había llegado por su edad a la madurez. En La República, Platón concibe la posibilidad de crear un Estado en el que no se incurra en los errores cometidos por los griegos en su época. No se trata, pues de un Estado utópico, sino de un Estado griego, habitado por griegos. No es utópico pero sí podría llamársele ideal en cuanto lo imaginaba perfecto, realizable, siempre que se dieran ciertas condiciones."[3]

En La República, Platón sostiene que el gobernante ideal es aquel que conjuga las virtudes del filósofo y las del hombre de Estado, pero no todo político es filósofo, es más un político lo que hace de la política es ensuciarla con su mediocridad.

Idealmente, se denomina educación al hecho de transmitir y asimilar costumbres, técnicas, normas e ideas mediante el cual, cada sociedad incorpora a quien se integre a ella.

La sociedad estará a cargo de brindar las bases necesarias para la implementación de la educación. No obstante, en las obras de Platón, el concepto de educación es diferente, dado que quien recorre el camino a la educación está obligado a saber más que el sentido común y a superar la forma media de ver las cosas para ver y descubrir lo que hay detrás; la verdadera educación implica alejarse de lo cotidiano, tener una visión nueva, que es verlo desde una perspectiva diferente.

El filósofo idealista, concibe la educación como la luz del conocimiento que nos permite salir de la ignorancia. La educación debe conducir al ignorante desde este estadio hasta el convencimiento verdadero. La educación es vocación par quien ha sido llamado, un llamado que exige renuncia, no acepta buscar placer u honor, sino soportando las molestias en pos de la superación social de la ignorancia.

El hombre que ha enfrentado el proceso de ser educado, sufre y confunde al enfrentarse al mundo superficial y sensible. Según Platón "…la educación del hombre, y en especial del gobernante, es el único camino para llegar a conformar una sociedad justa. La educación, del hombre y en especial del gobernante es el único camino para llegar a conformar una sociedad justa…"[4]

La educación arevalista

En La adolescencia como evasión y retorno, Arévalo Bermejo sostiene que existe una etapa en la vida (al referirse a la adolescencia) donde derivado de la experiencia adquirida en las diversas facetas de la vida, donde la persona recibe los primeros rasgos educativos empíricos y que serán estas experiencias las que definirán en mucho su entorno para una posterior mudanza espiritual[5]"Cuando hablamos de amor de adolescencia pensamos en un amor con mayúscula.

Pensamos en la primera de las tormentas que sacuden el organismo y lo amordazan a los pies del espíritu, poniendo a la vez nuestro espíritu en pos de otro con el que no nos aliamos, pues a su lado nos despersonalizamos, nos desarmamos, nos anonadamos. Pensamos en ese amor hacia una persona del otro sexo y de la misma edad, que lleva todo el significado de una transfusión espiritual, de una derogación personal o entrega."[6] Es en este documento, del que se desprenden las bases para una pedagogía del retorno, que fuera planteada por Juan José Arévalo.

Poitevín[7]sostiene que "Arévalo fue hijo de su tiempo y ante todo un maestro, consecuente con esto, su preocupación principal fue la educación, conceptualizada como educación pública, la cual comenzó a concretar en un vasto programa que abarca desde la alfabetización, hasta la construcción de las escuelas tipo federación, pasando por la dignificación del gremio magisterial con la nueva ley de escalafón y la modernización de los contenidos de enseñanza. Así se juzga la actuación política, Arévalo siempre tuvo presente el valor del precedente y del ejemplo a impulsar la democracia…"

En ese sentido, para hacer un análisis sobre la filosofía de la educación de Juan José Arévalo, es necesario analizar el contexto histórico y político del país, y con ello comprender por qué los analistas como base para estos estudios, la idea filosófica de la legitimidad y la posibilidad de la educación, porque se considera los pilares de la filosofía de la educación.

Según García García[8]los principios que fundamentaron la filosofía de la educación en el pensamiento de Juan José Arévalo Bermejo son: Calidad de vida, generalización del saber, identidad nacional y apertura al avance científico y tecnológico.

El problema de la posibilidad de la educación, lo afronta Arévalo como todo un pedagogo, desde la perspectiva del optimismo pedagógico, es decir el hombre es educable. Sin embargo, como filósofo hace uso del escepticismo, y reflexiona acerca del papel que juega la escuela como instrumento que materializa el hecho educativo y posibilita la educación de los hombres. La escuela ha sido un instrumento de dominación, ya sea a favor del Estado o a favor de la iglesia. Desde el punto de vista social, moral y político, la educación ha sido la imposición de normas consideras como útiles por los adultos. El accionar de Arévalo fue armonizar la escuela y la vida.

En cual al problema de la legitimidad de la educación, Arévalo considera, que las generaciones adultas tienen el derecho a educar a las generaciones jóvenes, pero únicamente en la medida que le provean de las herramientas para su desarrollo porque los seres humanos son libres y ese es su estado natural. Así como la preeminencia que se le debe prestar al plano espiritual sobre el plano natural.

En relación a la concepción del hombre, considera que el hombre surge a la vida como individuo engarzado en una comunidad. Es lo natural en la vida humana. Por encima de este mundo natural se da un mundo espiritual superior, que lo integran los valores que convierten al hombre en personalidad. El hombre vive en una lucha permanente de ir más allá de su mundo natural y alcanzar los valores superiores que lo definen como hombre. La libertad y la originalidad son los fundamentos del mundo espiritual. El hombre debe ser libre ante la sociedad, ante el Estado. El Estado no debe considerar a los hombres como esclavos de sus ideales, formarlos para ello, sino que promover la libertad de que están investidos los hombres.

Conclusión

Juan José Arévalo Bermejo, encuadra dentro del ideal platónico de gobernante ideal, debido a que derivado de su preparación educativa, política, filosófica y cultural, le permitió recorrer un camino de conocimiento que luego puso en práctica en las diversas políticas públicas impulsadas en materia educativa.

Referencias

  • 1. Platón. Diálogos. España, Editorial Ibéricas, 2000, Página 325 y siguientes.

  • 2. Platón. La República. España, Editorial Astrea, 1972.

  • 3. Mejía Dávila, Vinicio. Juan José Arévalo Páginas Escogidas. Guatemala, Biblioteca Presidencial Para la Paz. 2003.

  • 4. Giroux, Henry. Los profesores como intelectuales, España, Editorial Paidós, 1990.

  • 5. Arévalo Bermejo, Juan José. La adolescencia como evasión y retorno. Guatemala. Tipografía Nacional, 1949.

  • 6. García García, Edwin Roberto. La filosofía de la educación en el pensamiento de Juan José Arévalo. Tesis de Graduación. Facultad de Humanidades. Maestría en Investigación Educativa. Universidad de San Carlos de Guatemala, 2003

 

 

Autor:

Jorge Luis Córdova Guzmán

 

[1] Platón. Diálogos. España, Editorial Ibéricas, 2000, Página 325 y siguientes.

[2] Platón. La República. España, Editorial Astrea, 1972, Página 123 y siguientes.

[3] Mejía Dávila, Vinicio. Juan José Arévalo Páginas Escogidas. Guatemala, Biblioteca Presidencial Para la Paz. 2003. Página 117.

[4] Giroux, Henry. Los profesores como intelectuales, España, Editorial Paidós, 1990, Página 161.

[5] Arévalo Bermejo, Juan José. La adolescencia como evasión y retorno. Guatemala. Tipografía Nacional, 1949, Página 30 y siguientes.

[6] Ibíd. Página 56

[7] Poitevín, René. Arévalo un hombre de su tiempo. En actas del encuentro Juan José Arévalo, presencia viva: 1904-2004. Abrapalabra No. 37. Guatemala: 2004.

[8] García García, Edwin Roberto. La filosofía de la educación en el pensamiento de Juan José Arévalo. Tesis de Graduación. Facultad de Humanidades. Maestría en Investigación Educativa. Universidad de San Carlos de Guatemala, 2003, Página 28