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Abecedario W es por D. W. Winnicott Objetos y Fenómenos Transacionales

Enviado por Felix Larocca


  1. Biografía
  2. El Espacio Transicional
  3. Fenómenos Transicionales
  4. El caso de Dulce
  5. Estrategia
  6. En resumen
  7. Bibliografía

"Pero, es posible que, si crecemos — como D. W. Winnicott propusiera — en un "entorno facilitador", donde la idealización sea posible y los espejos que nuestras neuronas reflejan son saludables, que nuestros chances de desarrollarnos como seres capaces de sentir la empatía y practicar la moralidad — ingredientes esenciales para la vida colectiva — serán mejores." FEFL en La Maduración del Niño y el Entorno Facilitador: Lecciones Valiosas

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En psicología, un objeto transicional es un objeto material en el cual un infante deposita cierto apego, es por ejemplo un muñeco de peluche o un trapo (como en el caso del amigo de Charlie Brown) que tiene funciones psicológicas importantes, sobre todo al pretender dormir, cuando se está solo o en otros momentos, como el hastío.

Funge como un objeto que suple ciertas funciones de la madre cuando ésta está ausente.

Constituye una fuente de placer y de seguridad para el infante que suele apretarlo, tenerlo cerca y hablarle.

Permite al infante constituir un área intermedia entre él mismo y otra persona o entre él mismo y la realidad.

El objeto transicional es a la vez objetivo y subjetivo, objetivo por que se constituye sobre un objeto real, subjetivo por que se le dan y atribuyen funciones en el campo de la imaginación.

Esta noción fue introducida por el psicoanalista británico D. H. Winnicott.

Esta lección es acerca de las contribuciones a la teoría, técnicas y práctica introducidas por Donald Woods Winnicott (Plymouth, 7 de abril de 1896 - Londres 25 de enero 1971). Célebre pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés.

Biografía

Donald Winnicott era un pediatra londinense que entre los 1920s y los 1980s estudió psicoanálisis con la controvertida analista lega Melanie Klein.

Winnicott suministró nuevos conceptos y aplicó nuevas ideas al campo naciente de la Teoría de la Relación de Objetos, entre ellos añadió:

  • Los Objetos y los Fenómenos Transicionales: Para conforte y la Identificación del no-yo

  • El concepto de la Madre Suficientemente Buena: Proveyendo un "entorno de moratoria" facilitando las transiciones.

  • Un sentido del sí mismo real y del falso sí: Bases de la Integridad y el Crecimiento

  • Del juego infantil: Para Desarrollo y Aprendizaje.

Los fenómenos y objetos transicionales representan actividades que proporcionan al niño joven con elementos de descarga de tensión u obtención de placer durante fases críticas del desarrollo.

Se puede observar, chupeteo de los dedos, mantener muy cerca — y sin perder de vista — un muñeco de trapo o una manta.

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(a) Mamá, (b) niño, (1) ilusión, (2) objeto transicional (de Wikipedia Es)

Muchos autores, siguiendo las pautas de S. Freud, determinan que estas actividades y sus representaciones son expresiones del auto-erotismo de la fase oral del desarrollo psicosexual, que se transfieren del cuerpo a objetos externos, como la manta o la muñeca.

Ilusión/desilusión. Una madre lo "suficientemente buena" es aquella que en el principio se adapta y satisface las necesidades del bebé, proporcionándole la ilusión de su omnipotencia, creando la impresión de que el mundo existe solamente para satisfacer sus necesidades.

Por tanto, el niño percibe el seno materno en manera que es creado para satisfacerlo y nada más. Existe por él y para él.

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Objeto transicional

La desilusión entra en juego, cuando, la madre, paulatina e instintivamente, va frustrando las necesidades del pequeñuelo. Entonces, el bebé procura la satisfacción auto-erótica.

El Espacio Transicional

Consiste en una zona intermedia y neutral que el niño crea entre la subjetividad y objetividad necesarias para el inicio de la concepción — posteriormente — abstracta entre su ego y el mundo exterior.

Esta zona sin conflictos aparentes es el espacio transicional.

Objeto Transicional

Este constituye la primera posesión "no-yo", o no narcisista del bebé. El objeto transicional representa el seno de la madre o el objeto de la primera relación nutritiva en el sentido físico y emocional.

Debido a esto, el objeto transicional puede lograr adquirir mayor representación e importancia mental que la misma figura materna, aunque la incluya a ella.

Este fenómeno existe antes de la capacidad de poder probar la realidad advirtiéndose la transición de la posición del control omnipotente al pensamiento mágico y apariencias de la manipulación afectiva.

Los objetos y fenómenos transicionales se observan comúnmente hacia los cuatro meses y, en algunos casos, permanecen por toda la niñez.

Para existir, el Objeto Transicional, ha de tener ciertas cualidades:

  • Es algo concreto, el niño lo selecciona, debe de ser inmune al amor y al desdén. Debe de tener consistencia suave, impartiendo ternura y vida propia. En cierto sentido es como un agente de protección — quizás siendo la idea de donde se origina la noción de un "ángel guardián".

Sus propiedades son particulares e inmutables, por ello los niños rehúsan a que los laven.

Cuando su función termina, puede que sea seguido por un período de duelo, o, simplemente se olvida, con la madurez adquirida.

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Fenómenos Transicionales

Son una variedad de conductas balsámicas para el ego, en desarrollo, del bebé. Jugando con la textura de sus vestimentos, haciendo buches, susurrando, arrullando. Todo producido en el espacio transicional.

La figura materna existe en este espacio de manera simbólica; el niño aprendiendo el uso del simbolismo y lo fantaseado de esta manera singular.

En esta zona intermedia evolucionan, por medio del juego, la capacidad de abstraer, de construir un mundo de fantasías sublimadas desde el que provendrán las artes, la cultura, los sentimientos éticos y otros elementos que pueden adquirir significado en la terapia psicoanalítica.

Síntomas relacionados con el objeto transicional

Se postula que algunas psicopatologías se relacionan a los objetos transicionales y sus vicisitudes:

  • Las separaciones se descartan sin propio duelo

  • La simbolización se dificulta

  • Conducentes a comportamientos destructivos: adicciones, hurto, mentira, consumismo, fetichismo, procedimientos miméticos, búsqueda de gratificación inmediata, imposibilidad de sublimación e incapacidad de tolerar la soledad. (Véase: La Personalidad as if…)

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Winnicott se desempeñó como pediatra y como psicoanalista, logrando alcanzar distinción como psicoanalista, y, más aún, como psicoanalista de niños.

Para su orientación profesional Winnicott seguiría las teorías propuestas por Melanie Klein, quien fuese, como Anna Freud, una de las tantas figuras prominentes en el psicoanálisis de niños y, una, que como Anna Freud, ha sido sujeta a críticas acerbas. Cuya discusión escapa el propósito de esta ponencia.

Su obra fue original; centró sus estudios en la relación madre-lactante y la evolución posterior del sujeto a partir de tal relación.

A partir del nacimiento no se puede decir que el neonato o bebé es una unidad psíquica. Durante el primer año de vida, la diada madre-infante constituye una unidad. La madre es el primer entorno del infante. Si todo recién nacido sano tiene una tendencia innata a desarrollarse como una persona total y creadora, ha de poseer sin embargo un entorno inicial como base para tal desarrollo. En los primeros meses de vida (especialmente durante el período de la lactancia), el entorno es casi sinónimo de la madre. En ese momento, la intervención del padre está mediatizada por la madre y, en un primer momento, el padre cumple la función de favorecer al entorno: el padre interviene ayudando a la madre y preservando a la diada madre-lactante, aportando a la madre (en cuanto entorno) sentimientos de seguridad y de amor que ésta transmite al hijo.

Sin embargo, bien observa Winnicott que un exceso de apego entre la madre y el hijo es patológico; la preocupación maternal primaria suele ser espontánea, lo que importa es que en ella se dé un equilibrio entre una madre suficientemente buena y una "madre banalmente dedicada" al niño. Una madre suficientemente buena es aquella que es capaz de dar cabida al desarrollo del verdadero yo del niño, es decir acoger su gesto espontáneo, en el sentido de lo que el niño quiere expresar, e interpretar su necesidad y devolvérsela como gratificación. A partir de la frustración va emergiendo en el niño un falso yo, que tiene función adaptativa, como una suerte de acercamiento a un principio de realidad. Este Falso Yo puede darse en diferentes grados, desde el menor que correspondería a un tipo de adaptación a las normas sociales, hasta grados más patológicos que se alejan de lo intrínsecamente propio del sujeto, como mera adaptación.

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La madre en un principio debe Ilusionar al bebe para Desilusionarlo gradualmente. Esto quiere decir que el bebé, ante su necesidad de comer, es acogido por la madre y ésta le ofrece su pecho para alimentarlo, de tal modo que se dispone una situación donde el lactante tiene la ilusión de que el pecho fue creado por él y que es parte de él. Pero a medida que la madre lo desilusiona o lo desgratifica, el bebé va percibiendo que no es uno con la madre, disponiéndose a entrar en contacto gradualmente con la realidad y su subjetividad.

Como consecuencia de tal equilibrio, el infante percibe la medida de su dependencia y adquiere la capacidad de hacer notar sus necesidades al entorno. Todas sus potencialidades se irán desarrollando e irá descubriendo gradualmente la inexistencia del carácter unitario con la madre, con el efecto concomitante que de ello se deriva, el hecho de que la madre deja de parecerle "perfecta".

Al producirse la ruptura de la unidad madre-lactante, el niño logra ir independizándose mediante espacios, fenómenos y objetos transicionales. Winnicott descubre que espacios, fenómenos y —sobre todo— objetos transicionales son factores substitutivos que —en un principio ilusoriamente— substituyen (lacanianamente se diría: metaforizan) a la madre. Un juguete preferido del niño es un ejemplo de objeto transicional. Las actitudes que en este momento tiene el niño junto a los fenómenos y a los objetos transicionales, le sirven de nuevo entorno y de base para lograr paulatinamente su autonomía y autosuficiencia.

De lo que Winnicott observa en la relación primera madre-niño obtiene conclusiones para sus métodos de práctica psicoanalítica: por ejemplo el llamado setting (disposición) analítico y la relación soñar-soñado.

En el setting se busca que el paciente logre —tras una "regresión" momentánea a los cruciales años de su infancia— demostrar su "modo de soñarse".

En tanto que en el psicoanálisis se produce una momentánea regresión (para lograr una eficaz aanamnesis), también —teoriza Winnicott— es menester tener en cuenta la noción de holding (tenencia, pertenencia, valores habidos) ya que la relación analista-paciente crea de un modo espontáneo (particularmente en el segundo) una fuerte relación emocional de dependencia. El buen analista debe ayudar al paciente a liberarse de la misma y la plena liberación de tal dependencia (que evoca a las dependencias que el sujeto ha tenido en su infancia) será un signo de la curación. (Para continuar leyendo: http://es.wikipedia.org/wiki/Donald_Woods_Winnicott).

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La Buena Madre dice: Déjalo que grite, está alimentado y quiere jugar

El propósito de esta lección es dar forma a las contribuciones de este paladín del psicoanálisis, aplicando sus teorías a la práctica clínica.

El caso de Dulce

Dulce — por su afición al azúcar —era el apto patronímico para una mujer de casi treinta años cuyo tratamiento se inició como parte de un proceso para combatir una obesidad severa.

Pesaba más de doscientos cincuenta libras, midiendo seis pies y dos pulgadas, y se consideraba crónicamente deprimida.

Dulce no estaba tan "deprimida", como hubiese adoptado una postura depresiva en su ajuste a su existencia. (Para leer más: http://www.monografias.com/trabajos90/arte-y-neuroestetica/arte-y-neuroestetica).

Estrategia

La terapia intensiva procedió de acuerdo al patrón clásico por nosotros establecido:

  • Educación

  • Plan de ECHA modificado para adaptarlo individualmente a la paciente, y

  • Proceso psicoanalítico modificado

Dotada de una gran capacidad introspectiva y una riqueza de fantasías oníricas, Dulce, muy pronto, comenzó a aventurarse dentro del laberinto incierto de sus conflictos reprimidos.

Habiendo nacido la última en su familia de cuatro hijos — con una distancia en edad de más de trece años entre ella y su hermana más vieja — la paciente crecería siendo criada por las criadas de su hogar y siendo "adoptada" por su hermana mayor que jugaría el rol de un objeto de transición en su vida.

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Se chupó el pulgar hasta la adolescencia temprana (lo hacía cuando pudiera, decía) y permaneció enurética hasta que cumpliera los doce años.

La obesidad comenzó temprano en la vida, cuando desarrolló el sentimiento de que su madre (persona muy delgada), debido a su estación en la vida, la rechazaba.

En la terapia descubrió la función que su hermana mayor desempeñara como objeto de transición, la gratificación producida por mojar la cama, contradiciendo su desarrollo normal, la sensación de placer derivada de la llenura de los hartazgos, la impresión de lujuria que del sabor de azúcar obtuviera, y de la persistencia de un hábito de la infancia que consistiera en hacer bolitas con las telas de sus sabanas, para disfrutar la impresión táctil que les produjeran.

Todas estas aplicaciones técnicas derivaron su significado de la teoría de las relaciones de objetos y de las formulaciones de los procesos transicionales de D. W. Winnicott.

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En resumen

"Analizaos los unos a los otros…"

Esa fue la consigna que, en broma yo compartiera con mis compañeros de "escuela" cuando nos entrenáramos en el arte, y la ciencia incierta del psicoanálisis ortodoxo (léase freudiano).

Nuestros maestros en el Instituto, y todos más, serían sujetos a un número de análisis por todas sus vidas. Es como si la predicción que Freud intuyera cuando escribiera Análisis Terminable e Interminable fuera una premonición de "la casa que el construyera".

Pero, no tiene que ser así… Nuestro casos exitosos lo demuestran.

Fin de la lección.

Bibliografía

  • Larocca, FEF: La Maduración del Niño y el Entorno Facilitador: Lecciones Valiosas en monografías.com

  • Larocca, FEF: La Personalidad "as if". La personalidad Mimética: Un Concepto a Menudo Ignorado en la Psiquiatría en psikis.cl y en monografías.com

  • Larocca, FEF: La Psicoterapia de la Obesidad: Praxis y Proceso en monografías.com

  • Larocca, FEF: La Importancia de Entretejer la Historia Personal: El Hechizo Fascinante de la Coherencia del Ego en monografóas.com

  • Larocca, FEF: El Arte, la Neurociencia y la Experiencia de la Vida Como Arte en monografías.com

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Pablo Ruiz Picasso

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca