Alucinaciones, John Nash, esquizofrenia y la cura de olvidar tu enfermedad
Enviado por Felix Larocca
- Las contribuciones de Julian Jaynes
- El caso de Gian Giacomo
- El?diagnóstico: Síndrome de Asperger
- El retorno de lo reprimido
- En resumen
- Bibliografía
En algunos casos, las alucinaciones pueden ser normales. Por ejemplo, escuchar la voz, de, o ver por un momento, a un ser querido que ha muerto recientemente puede constituir parte del proceso de duelo. FEFL en: Las alucinaciones de William Blake: Su significado para la psiquiatría moderna
Esta ponencia es un tributo al genio de John Forbes Nash (1928-2015) ganador del Premio en las Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel en 1994 y ganador del Premio Abel.
El Premio Abel es un galardón anual otorgado por el Rey de Noruega a un matemático destacado.
El gobierno noruego creó el Premio Abel en el año 2002, en el bicentenario del nacimiento del matemático noruego Niels Henrik Abel. (http://es.wikipedia.org/wiki/Niels_Henrik_Abel).
Genio John Forbes Nash y su esposa Alice
Luego de la muerte trágica del eminente matemático, su colega Cédric Villani, expresó que días antes de su muerte, Nash le había confiado que estaba a punto de publicar una ecuación matemática destinada a reemplazar las teorías de Albert Einstein.
Quienes hayan visto la película Una mente maravillosa habrán tenido una oportunidad de apreciar los estragos emocionales causados al ilustre científico en su vida privada y su carrera, por el hecho de haber sufrido de esquizofrenia paranoide de la que Nash supuestamente se recuperó sin sucumbir al uso de todas las formas de terapias conocidas y en él aplicadas.
Sylvia Nasar autora del libro en el cual se basara la producción cinematográfica de la vida de Nash, en una entrevista publicada en el Washington Post, ofrece detalles discretos acerca de la vida de Nash, el genio matemático, de su lucha contra las alucinaciones que hicieran de su vida un infierno, de sus problemas de ajuste social y matrimonial, de la abnegación de una esposa fiel y consagrada, de su divorcio y retorno a esa única esposa y de las tribulaciones que actualmente sufre su único hijo, quien padece de la misma enfermedad. (Para leer esta entrevista: http://www.washingtonpost.com/people/zachary-a-goldfarb).
Uno de los asuntos que nos ha llamado atención acerca de la vida de John Nash ha sido el hecho que, contrario a lo que cree la mayoría de los expertos, las esquizofrenias son enfermedades crónicas que desafían recuperación o remisión, en las que se estima que solamente un estimado 20% de los casos se recuperan o remiten totalmente como se supone que fuese el caso de el genio quien nos ocupa.
Las contribuciones de Julian Jaynes
En su famoso libro The Origin of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mind el controversial psicólogo Julian Jaynes propone lo siguiente:
Que la conciencia humana no existía hasta hace unos tres mil años cuando los seres humanos en lugar de confiar en una mente bicameral en la cual una mitad de la misma hablaba a la otra en la voz de los dioses, emitiendo direcciones cuando una situación difícil se presentaba, optaron por desechar el mensaje de los dioses.
Jaynes postula que la noción de la mente bicameral eventualmente colapsó a medida que las sociedades humanas se volvieron más complejas y nuestros antepasados despertaron con la conciencia o conocimiento completos, con un narrativo interno, que este autor creía que tenía sus raíces en el lenguaje.
Para nosotros, las conclusiones y teorías de Jaynes encuentran su significado esencialmente como lo proponemos en nuestra lección: La importancia de entretejer la historia personal: El hechizo fascinante de la coherencia del egoLeer más: http://www.monografias.com/trabajos50/anamnesia-historia-personal/anamnesia-historia-personal#ixzz3clINZb21.
Jaynes asimismo creyó que el desarrollo del lenguaje es necesario para que la conciencia exista. Para lograr sus objetivos, el investigador decidió estudiar temas épicos históricos, incluyendo La Ilíada y La Odisea, buscando evidencia de personas que no eran capaces de introspección.
Jaynes cree que sus hallazgos son sustanciados por los caracteres de La Ilíada, que no se examinan internamente y que no toman iniciativas independientes. Ellos solo hacen uso de lo que los dioses les dictan. Cuando algo se necesita, una deidad se comunica con ellos en forma de una alucinación. Sin esas voces, los héroes quedarían como estatuas en las playas de Troya.
La facultad del habla se sabe que está localizada en el hemisferio izquierdo, en lugar de difundirse entre ambos hemisferios.
Jaynes sugiere que la falta de lenguaje en el hemisferio derecho es porque se utiliza para algo más.
Específicamente era la fuente de mensajes admonitorios dirigidos al centro del lenguaje en el lado izquierdo del cerebro.
Niels Henrik Abel
Estos mensajes se manifestaban como alucinaciones que asistían en guiar los seres humanos a través de situaciones que requerían respuestas complejas en el lado izquierdo del cerebro.
¿Son éstas las alucinaciones que John Nash sufriera? Y ¿fue John Nash capaz de enseñarse a sí mismo a olvidar su psicosis? Curándose de esa manera
Veamos este proceso
El poder del sistema nervioso reside en una capacidad de aprender incluso cuando se envejece. Redes de neuronas descubren nuevas relaciones a través de los impulsos electroquímicos que las células nerviosas utilizan para comunicarse entre sí.
Este patrón temporal fortalece o debilita las conexiones entre las células, que constituyen el sustrato físico de una memoria.
La mayoría de las veces el sustrato es beneficioso. La capacidad de asociar la causa con efectos — da a los organismos una ventaja para combatir estímulos negativos.
Pero, a veces las neuronas son demasiado eficientes en sus laboras adaptativas. Ya que el cerebro, con su extraordinaria destreza computacional, puede aprender idiomas y lógica: También puede aprender cómo ser enfermo.
Algunas personas que experimentan un episodio aleatorio de convulsiones, pánico, o dolor asociado, con una experiencia incidental pueden ser sujetas a la provocación de episodios futuros del mismo tipo, cuando el estímulo coligado se presenta.
Estudios recientes explican la razón por la cual muchas personas con dolor crónico, luego de haber activado los circuitos de dolor encefálicos se tornan sensibles al estímulo más inofensivo que desencadene la reacción.
Mente bicameral de Julian Jaynes
Otras aflicciones pueden ser aprendidas de esta manera. TOC, TEPT, las adicciones, ciertas enfermedades gastrointestinales, ciertas condiciones neurogénicas como el síncope vaso vagal, la disautonomia y los acúfenos (entre otras condiciones) pueden responder a esfuerzos dirigidos a borrar de la memoria la conexión que inicia la descarga. (Leer más: http://www.monografias.com/trabajos92/sincope-vaso-vagal-y-disautonomia/sincope-vaso-vagal-y-disautonomia).
Llegaron los electrocéuticos
Es muy posible que en esta era de aplicaciones crecientes a los usos de los electrocéuticos — esencialmente instrumentos electrónicos diseñados para modificar sistemas biológicos en tal forma que puedan aliviar el dolor o mitigar los síntomas y/o patologías de ciertas condiciones — que puedan asistir en eliminar las memorias que causan los síntomas. (Seguir leyendo: https://en.wikipedia.org/wiki/Neuromodulation_(medicine). En uno de nuestros programas radiales de las Cuatro Estaciones en Radio Kool FM106.9 hicimos una dramatización de un caso en el cual se utilizaron medidas exitosas para lograr que el paciente olvidara memorias traumáticas.
De apenas diez años de edad, Gian Giacomo además de tener trastornos del aprendizaje, del desenvolvimiento social y del habla — era muy gordo.
Sus padres le permitieron la indulgencia en la comida desde que fuera un bebé, ya que naciera prematuro sufriendo de trastornos respiratorios severos.
Todos lo percibían como retardado, cuando esencialmente nuestro joven paciente, era normalmente dotado, intelectualmente.
No podía jugar pelota, no había aprendido a montar una bicicleta y su coordinación era pobre.
Sus dificultades más debilitantes eran su pronunciación titubeante y habla ininteligible, y su ceguera social. Gianni (por corto) decía lo que a la mente le viniera sin considerar el impacto que sus palabras tuvieran (le dice a un amigo de sus padres: "Mi papá dice que usted debe ser gay ").
En ese atributo se parece a algunos de nuestros gobernantes modernos, que fueran, de niños, hiperactivos.
El jovenzuelo era el hazmerreír de sus amigos y el obstáculo de su papá y cuatro hermanas mayores.
Lo conocimos de modo circunstancial, ya que, inicialmente, no vino a vernos como paciente, sino que nos visitó como parte de una función familiar. Respondiendo a los anhelos de sus padres, y a las preguntas que nos hicieran, conducimos una evaluación directa —- Entonces, lo que había evadido el entendimiento de otros clínicos, resaltó con simple claridad.
El diagnóstico: Síndrome de Asperger
A su edad de diez años, el joven paciente había desperdiciado oportunidades de ayuda, ya que sus padres adinerados, lo habían llevado a un sinnúmero de especialistas; quienes después de conducir pruebas de laboratorio y psicológicas costosas lo asignaron a una clase para niños con trastornos del aprendizaje y nada más.
Los padres, quienes de antes aceptaron su cruz con amarga resignación, ahora estaban dispuestos a hacer todo sacrificio necesario para ayudar a su hijo.
Lo aceptamos para tratamiento intensivo, requiriendo que su mamá se mudara en nuestra vecindad y que se enrolara en la escuela local.
El plan de terapia fue multifacético e intensivo. Sus trastornos procedentes del cerebelo y vestibulares tomaron prioridad, como asimismo se enfatizara la psicoterapia individual, la conjunta y la de familia. La terapia de habla y de enunciación se condujo conjuntamente con la de los trastornos de la coordinación —- los resultados fueron ¡asombrosos!
Durante el proceso de la psicoterapia individual, Gianni reconoció sus dificultades sociales, captando en este entendimiento para obviar la locución impulsiva. Mejorando su autoestima, pronto alcanzó a ser uno de los estudiantes más avanzados de su clase, aunque lograra hacer pocos amigos.
Conquistando sus fobias, completó la tarea de aprender a montar su bicicleta, comenzó a tomar riesgos comunes y a hacer algunas amistades.
Versificando y cantando melodías infantiles, comprendió que la dislalia puede ser conquistada. En su decisión de abandonar las comidas grasas y de eliminar, totalmente, el azúcar de su dieta, logró el codiciado triunfo de la pérdida, sin esfuerzo, de diez libras de peso en ocho semanas, habiendo asimismo crecido una pulgada y media de estatura.
Los resultados, en menos de tres meses, fueron sorprendentes y gratificantes.
No medicinas se usaron, a pesar de que Gianni también sufriera de regurgitación gastroesofágica (rumia o gastroparesia). Condición ésta que será descrita, con otros aspectos de su cuadro clínico, en lecciones futuras.
Este caso nos interesa porque retornó como adulto luego de haber obtenido su doctorado como psicólogo.
A los 24 años desarrolló una forma variante de bulimia con diabetes y rumia.
Varias veces fue hospitalizado por atentados suicidas, hasta que la psiquiatra que lo atendía le informó que lo estaba refiriendo para tratamiento psicoanalítico debido a la complejidad de sus problemas.
En la terapia se resaltaron — para olvidar o aprender a ignorarlas — y de esa manera reducirlas:
Ansiedades profundas
Temor a un padre que lo estimulara sexualmente desde que fuera muy pequeño (Véase: Juego brusco y abuso sexual infantil /trabajos50/juego-brusco-abuso/juego-brusco-abuso).
Miedos a la gordura
Confusión psicosexual
Sueños de homosexualidad pasiva
Deseos de morir para escapar la realidad
Resolución con reconstitución psíquica
En esta lección hemos puesto en relieve detalles de la vida del genio de John Forbes Nash, quien (de no ser una ilusión grandiosa) se dice que había expresado que estaba dispuesto a desplazar las ecuaciones formuladas por Einstein, por las propias.
Asimismo hemos tratado de dar alguna validez heurística a la teorías nunca olvidadas de Julian Jaynes y de cómo éstas — a pesar de sus defectos pueden explicar la eliminación de las alucinaciones de las que sufriera John Nash.
William Shatner (renombrado actor) fue asimismo capaz de eliminar (cuando aprendiera a ignorarlas) las cacofonías de los acúfenos de los que sufriera, de los que dijera que en varias ocasiones lo llevaron a contemplar el suicidio.
Si de veras la esquizofrenia de Nash remitió, o, simplemente él aprendió a controlar el impacto de sus alucinaciones permanece asunto debatible y pendiente.
Lo que sí es cierto es que los avances modernos en las ciencias del cerebro justifican un enfoque de expectativas optimistas a la introducción de los electrocéuticos.
Fin de la lección.
Larocca, FEF: Las alucinaciones de William Blake: Su significado para la psiquiatría moderna en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: La importancia de entretejer la historia personal: El hechizo fascinante de la coherencia del ego en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.netLarocca, FEF: Síncope vaso vagal y disautonomia en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Juego brusco y abuso sexual infantil en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Abecedario: Alexitimia y otras cosas en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF and Della-Ferra, MA: RUMINATION: ITS SIGNIFICANCE IN ADULTS WITH BULIMIA NERVOSA Psychosomatics, Vol. 27, No. 3, pp. 209-12, 1986.
Larocca, FEF: Escribiendo en la arena: Bulimia y Trastorno de la personalidad múltiple en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: El trastorno de Asperger en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Acúfenos o tinnitus: Cacofonía fantasmagórica que enloquece en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:
Academia.Edu
ResearchGate.net y
Monografías.com
William Shatner
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca