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Problemática ambiental del desarrollo humano


    Problemática Ambiental del Desarrollo HumanoMonografias.com

    Problemática Ambiental del Desarrollo Humano

    El planeta tierra desde sus orígenes ha evolucionado a partir de un sinnúmero de factores que han venido interactuando en una red de interrelaciones que no podrían ser objeto de cuantificación, descripción o identificación de forma aislada, pues la complejidad del sistema, de las interacciones, los procesos, las transformaciones, así como la temporalidad y las secuencias que estos siguen no son susceptibles de medición, mucho menos son susceptibles de ser analizados de forma fragmentada como han pretendido muchos investigadores, queriendo homologar la tierra con una máquina para explicar su funcionamiento a partir de la función de cada uno de sus componentes.

    De tal forma, procesos de meteorización originados a partir de factores físicos, químicos y biológicos interactuando con los materiales originarios y entre sí, fueron creando escenarios en transformación constante, las formas de vida desde los organismos unicelulares acuáticos hasta la gran diversidad de formas de vida se fueron sucediendo a través de miles de años conformando los mecanismos autopoiéticos que han configurado lo que podríamos llamar, la trama de la vida, la compleja red de interrelaciones que definen la vida sobre la Tierra y más aún, la Tierra como ser vivo más allá de solamente la biosfera.

    De acuerdo con las teorías sobre la evolución y el origen de la vida, esta se origino en organismos acuáticos unicelulares procariontes y a partir de allí las mutaciones aleatorias y la supervivencia de los organismos que mejor se adaptaron a las diversas configuraciones medioambientales, junto con procesos de aislamiento y especiación iniciaron la conformación de la biodiversidad, con la aparición de organismos cada vez más complejos, hasta llegar, hace aproximadamente ciento cincuenta mil años a la aparición de la especie humana, suceso que marcaría un punto de referencia en la historia de la creación, por el efecto que las actividades de esta especie emergente sobre todo el sistema Tierra.

    Los seres humanos no se pueden considerar las primeras sociedades organizadas de la biosfera, pues ese mérito bien podría corresponderle a las colonias de organismos unicelulares originarios, o entre los seres vivos más complejos aún a los insectos, sin embargo esta especie desarrollo mecanismos de comunicación eficientes y gran destreza para elaborar utensilios a partir de los elementos de su entorno, piedra, madera, metales, podría decirse que lo que hoy llamamos "recursos naturales" conceptualmente apareció en ese momento, cuando el ser humano convirtió los componentes del entorno en utensilios para su beneficio, con lo que queda claro además que el concepto de recurso natural es totalmente antrópico.

    La capacidad para comunicarse eficientemente, así como la elaboración de armas y herramientas permitieron a las sociedades humanas vencer las desventajas que tenían con respecto a otras especies cuyos individuos eran más fuertes, veloces, grandes, ágiles o numerosos, el uso de las armas permitió al ser humano enfrentar al tigre o al mamut e ir venciendo la resistencia que los demás integrantes del ecosistema pudieran ofrecer al crecimiento de la población de la especie humana.

    Por otro lado se dio el paso de las cuevas a la construcción de viviendas, haciendo uso de elementos del entorno, ampliando así el concepto de recursos naturales, paja, pieles, madera, además de los alimentos como carne, leche, huevos, semillas y frutos se iban sumando a la lista de los elementos del entorno que el ser humano utilizaba para su beneficio, cada vez más el ser humano se volvía, conductualmente menos integrante y más usufructuante del ecosistema en el cual se desarrollaba

    Considerando estas situaciones, como la evolución del ser humano ha sido menos fisiológica o anatómica que social y como cada vez es más difícil encontrar el nexo de la especie humana con su entorno, crece la interrogante sobre el papel del ser humano, cual es la razón de ser de ese mayor desarrollo intelectual y la mayor destreza manual dentro del sistema tierra, dicho en términos de ecología básica, ¿cuál es el nicho ecológico de la especie humana en la biosfera, cuál es su función ecológica? sobre todo considerando que tiene poco sentido preguntarse por el hábitat y distribución de una especie que ha ocupado la mayor parte de la tierra firme y ha poblado en parte ecosistemas acuáticos.

    La historia, la realidad del paso del ser humano sobre la tierra no está ni cerca de ofrecer una respuesta, pues esta especie dotada de raciocinio y libre albedrío desde tiempos muy cercanos a sus orígenes sobre la tierra se ha desarrollado a partir del crecimiento y consolidación de una idea casi generalizada de ubicar al ser humano como el fin último de la creación y por tanto, visualizando todo lo que existe a partir de la posibilidad de ser utilizable por el ser humano para la satisfacción de sus deseos, pues el concepto humano de necesidad es un objeto continuamente rediseñado de forma que abarque cada vez más cosas.

    Se puede decir por tanto, que el ser humano abandonó su nexo natural con el sistema tierra y constituyo una relación artificial con la naturaleza que paso a convertirse en su almacén, en su proveedor de recursos y que esta ruptura se concretó a partir de la construcción de viviendas y la domesticación de plantas y animales dando así nacimiento a la agricultura, librando al ser humano de la necesidad de movilizarse en busca de alimentos.

    Al igual que es difícil determinar el papel que juega la especie humana dentro del ecosistema, del cual la humanidad se ha convertido en un depredador más que integrante, es igualmente complicado definir el sentido de la vida de la especie humana, guiada por su capacidad de razonamiento en lugar que por instinto, donde la supervivencia de la especie en términos del balance natalidad – mortalidad, disponibilidad de alimentos o condiciones de vida favorables ha pasado a un plano de menor importancia, para una especie que se estima ha superado en seis o siete veces la capacidad de carga del planeta y sigue creciendo en cantidad y ocupación.

    Muchas concepciones apuntan a la búsqueda de la felicidad como el fin último del ser humano y quizá el mayor problema que una concepción como está podría tener es el hecho de que la felicidad es un sentimiento que pretende ser medido a partir de sistemas lineales, objetivos, paramétricos y estandarizados, como si lo que hace feliz a una persona obligatoriamente debiera hacer feliz a toda la humanidad con un margen de error del 2.5% con una significancia dada por ?= 0.025.

    Al no poder encontrar una descripción de la felicidad en los términos anteriormente mencionados, en un mundo dominado por sistemas lineales basados en la objetividad científica y el método cartesiano, se sustituyó la felicidad por el poder económico fácilmente medible a partir de múltiples parámetros, como unidades monetarias, crecimiento accionario anual, participación en el mercado, o por las cosas que este produce, casas y vehículos de lujo, artículos de alta tecnología cada vez más novedosos y por tanto obsoletos cada vez más rápido, dando origen a los ideales a partir de los cuales se empezaría a gestar el estilo de vida y la visión de mundo que ha dominado a la humanidad durante la mayor parte de la historia y no solo a partir de la revolución industrial como comúnmente se señala.

    Otro momento relevante dentro de la consolidación del modelo de desarrollo humano definido a partir de la búsqueda del poder en sus diferentes manifestaciones, sustentado por el precepto Darwiniano de la supervivencia del más fuerte o mejor adaptado, se dio a partir de una serie de hechos iniciados por la revolución industrial, la revolución agrícola, la consolidación de los sistemas de transporte de mercaderías, los avances de la medicina y el desarrollo bélico que acabó por definir núcleos de poder a partir de los cuales, se inició la última etapa de un modelo de desarrollo maquiavélico centrado en la acumulación de poder a expensas de ecosistemas, especies, recursos, personas… todo cuanto existe al servicio del poder

    La revolución industrial permitió la elaboración de cantidades cada vez mayores de productos, bienes de consumo, a partir de la utilización de elementos del entorno, agudizándose el concepto de "recurso natural" a partir de este momento todo tomaría el nombre de recurso, pues todo estaría al servicio del sistema productivo.

    Este crecimiento industrial además de requerir cada vez más recursos naturales, requiere cada vez más personas que asumen diferentes roles dentro del sistema económico que es el que gobierna todo del cual el sector industrial no es más que un tributario. Igualmente las personas no son personas, son recursos: recurso humano, recurso de mercado… son vistos como cosas que conforman parte del sistema.

    De esta forma el sistema transforma plantas, animales, minerales y personas en recursos al servicio de la producción, algunas personas ven reducida su condición de vida a condiciones miserables pues el sistema necesita personas en condiciones miserables para realizar las labores más miserables dentro de la línea de producción, igualmente interviene en los sistemas educativos para que estos moldeen a la población de acuerdo con las necesidades de este mismo sistema, el denominado "recurso humano calificado" que tiene un doble papel, por un lado realizar labores más especializadas por las cuales obtienen un poco más de dinero, para que este dinero sea devuelto al sistema mediante la adquisición de bienes de consumo.

    Esta situación no obstante no es para nada nueva y se puede comprobar si se analiza el significado de las propias palabras, conceptos y definiciones, el término "recurso natural" es definitivamente industrialista y antropocéntrico, y cual término sinónimo de este podemos encontrar que no sea ni industrialista ni antropocéntrico… la clase burguesa que generalmente ha dominado los medios de producción ha incidido decisivamente en esta situación, creando un estigma a partir del cual se visualice positivamente el poder, la explotación, el crecimiento económico y se satanice la austeridad y la solidaridad, de forma que los de la ciudad son ciudadanos y los de las aldeas son villanos, los capitalistas son de derecha y los comunistas y socialistas son de siniestra.

    Paralelo a la configuración industrialista del modelo de desarrollo imperante que situó a los dueños de los medios de producción en una situación ventajosa se dio el fortalecimiento del modelo de libre mercado como rector del comercio, bajo el argumento de que la oferta y la demanda alcanzarían su punto de equilibrio a satisfacción conjunta del que ofrece y el que demanda, siendo la realidad totalmente distinta, sobre todo con productos donde el que demanda no desea, sino que realmente necesita y por tanto no tiene poder de negociación

    El sistema de mercado además se encuentra distorsionado por la publicidad que crea necesidades ficticias entre la población y asigna valores desproporcionados a los productos y cuando los precios de los artículos son bajos, estos no se dan a partir de concesiones del vendedor, sino a partir de explotación laboral y uso indiscriminado de recursos naturales, en detrimento de las poblaciones más desprotegidas, normalmente habitantes de zonas marginales o de países en los que se viven serios problemas sociales.

    Por otro lado la consolidación de los grupos de poder, junto a la creciente acumulación de riqueza a partir de la explotación de ecosistemas y personas, aunado a la vanidad, el ego y la soberbia han dado origen al nacimiento de los enormes monstruos de acero y concreto, como objetos visibles del poder; la ambición empuja al sistema económico a seguir creciendo a expensas de terrenos agrícolas, bosques naturales, humedales y otros ecosistemas, invadiendo ríos y mares para el desarrollo de infraestructura al servicio de la ambición desmedida

    Evidentemente, todas estas situaciones que han conformado violentas agresiones del ser humano hacia la biosfera sobre la que se desarrolla la vida, ha dado origen a una compleja problemática ambiental denominada por algunos la enfermedad de Gaia, la Tierra enferma.

    El violento desarrollo industrial ha invadido ecosistemas naturales y ha impactado directamente a partir de la explotación de recursos para alimentar este desarrollo, al tiempo que ejerce presión sobre el desarrollo urbano, infraestructura pública, áreas de producción agrícola para alimentar a la población creciente y todo este crecimiento se da sobre un sistema que no cambia de tamaño, por tanto en detrimento de otras formas de uso de la tierra, principalmente bosques naturales.

    Por otro lado se da la liberación de sustancias contaminantes al ambiente, mucho más evidente cuando se da a partir de columnas de humo hacia la atmósfera pero la contaminación es total, igualmente la producción de residuos, sean estos tóxicos o no, junto con los productos que se desechan por obsolescencia agravan el problema de la contaminación ambiental.

    Como problemas originados a partir de la contaminación atmosférica tenemos la degradación de la capa de ozono por acumulación de clorofluorocarbonos, la lluvia ácida por la liberación de materiales ácidos a la atmósfera desde las chimeneas de las fábricas o el problema del calentamiento, que comprende la liberación de gases con efecto de invernadero por las fábricas, automóviles y viviendas además del que se incorpora a partir del ciclo natural del carbono.

    La deforestación que es otro de los grandes problemas ambientales, se vuelve mucho más notoria y relevante a partir de las consecuencias que trae, como aumento de erosión, pérdida de nutrientes, desbalance hídrico que da origen a sequías en verano e inundaciones en invierno, pérdida de especies y riqueza genética, degradación del paisaje, pérdida de microclima o captación de contaminantes atmosféricos por adsorción.

    Estas situaciones han originado una problemática compleja que va desde problemas generalizados de salud pública con aumento en incidencia de enfermedades como cáncer y asma, pérdida de la capacidad productiva de los suelos por erosión y contaminación, fenómenos atmosféricos cada vez más frecuentes e intensos, esto considerando que dada la visión de carácter antropocéntrico – comercial de la situación, su análisis se limita a las consecuencias sufridas por el ser humano y dentro de estas más específicamente a las que pueden ser cuantificadas en términos monetarios

    Otro aspecto relevante con respecto a la problemática ambiental es que el análisis se realiza a partir de modelos mecanicistas que pretenden explicar la situación de forma fragmentada, con lo cual se obvian los efectos sinérgicos y acumulativos, al pretender analizar por separado situaciones que interactúan en la vida real, dando como resultado una imagen parcializada de la realidad, minimizando de esta forma la magnitud real de la situación y omitiendo o al menos minimizando las consecuencias que no afecten directamente al ser humano, como son la degradación de los ecosistemas, la extinción de especies o la pérdida de biodiversidad genética, de especies y de ecosistemas

    Sumado al escaso interés por buscar soluciones reales a los problemas ambientales aparece el oportunismo comercial, a partir del cual en lugar de verdaderas soluciones se buscan opciones comercializables mediante las cuales se dé a entender a la población que se está trabajando en procura de mejorar la situación, con la finalidad de obtener beneficios económicos directos o mejorar la imagen comercial de las empresas, mediante acciones ficticias que no modifican en nada la situación o que no van más allá de constituir paliativos temporales e ineficaces en el largo plazo.

    Finalmente aparece un cuestionamiento, sobre qué es en realidad la gestión ambiental y para qué sirve el desarrollo sostenible. Como actividad humana no es más que un refuerzo al desarrollo económico industrialista, pues visualiza al ambiente que podría ser toda la biosfera o incluso más, como algo susceptible de ser manejado, utilizado, explotado bajo el cumplimiento de ciertos parámetros, para proveer de forma racional al sector industrial, agrícola y en última instancia al comercial, de recursos para que se sigan desarrollando.

    Esta actividad humana, utilitaria del sistema económico, se encuentra por tanto descrita, definida y organizada linealmente a partir de la aplicación de metodologías basadas en el establecimiento, medición y cumplimiento de parámetros estandarizados y plasmados en la norma ISO 14000 cuyo fin último es la implementación de un Plan de Gestión Ambiental que armonice el desempeño ambiental con la productividad, siempre y cuando esto sea económicamente rentable, de modo que la rentabilidad económica sigue siendo la razón de ser de la gestión ambiental que adicionalmente culmina con el otorgamiento de una certificación que pasa a convertirse en insumo de comercialización para la empresa

    De forma análoga, el desarrollo sostenible solamente encuentra sentido en el crecimiento económico, quizá no sea tan evidente en la definición clásica que lo describe como la posibilidad de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos necesarios para las generaciones futuras, pues es claro que usa el término necesidades para dar a entender que solo pretende proveer lo que los seres humanos realmente necesitan y además no aclara a que se refiere con generaciones futuras.

    No obstante, cuando se buscan definiciones más técnicas de desarrollo sostenible como "modelo de desarrollo cuyo funcionamiento productivo sea económicamente rentable, ambientalmente viable y socialmente equitativo" es evidente el enfoque comercial que este tiene, sin descartar el hecho que al igual que el anterior es totalmente antropocéntrico y que aun cuando se mencionan aspectos sociales y ambientales, es claro que estos están lejos del punto de atracción central del modelo que los contempla básicamente por las consecuencias negativas que su omisión podría tener en el sistema productivo.

    Podría decirse finalmente que el problema ambiental no es en realidad el calentamiento, la contaminación, la deforestación o la pérdida de suelos al igual que la solución no es la gestión ambiental o el desarrollo sostenible, pues lo que se señala como problemas son en realidad consecuencia y lo que se señala como soluciones no es más que oportunismo, que el verdadero problema ambiental apareció, evolucionó y se desarrolló a partir de esos primeros grupos humanos africanos de hace ciento cincuenta mil años, de forma que el problema real son los valores, acciones y actitudes de los seres humanos, por esto el análisis se ha centrado en el desarrollo humano porque es a partir del desarrollo humano y su visión de mundo que se han presentado las consecuencias que se han venido a hacer evidentes en las últimas décadas, pero que se venían gestando desde hace siglos, o sea que si en algo es válido hablar de gestión, es en la degradación ambiental, que el ser humano ha gestado de forma sostenida y progresiva a lo largo de su historia y en la medida de sus posibilidades

     

     

    Autor:

    Iván Mauricio Porras Badilla

    Programa de Maestría en Gestión Ambiental y Desarrollo Sostenible