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Sobre el Estado y la disciplina estatal

Enviado por Pedro Quiroux


     

     

    Primero

    El Estado entendido como una organización compleja y un aparato institucional que se constituye en objeto de disputa y arena o campo de disputas simultáneamente.

    Para comprender qué es el Estado, hay que comenzar desmitificándolo, esto es, suprimiendo un conjunto de suposiciones que existen en el imaginario social: el Estado no es un ente abstracto y tangible, no es una cosa observable empíricamente, no es un actor independiente que actúa al margen de la sociedad, coercitivamente sobre esta. En cambio,

    "…La fuerza de cohesión de la sociedad civilizada es el Estado…"(Weber M., en Codato – Perissinotto, 2001: 2)

    El estado es toda la sociedad organizada, actuando en conjunto, a través de distintos organismos administrativos que lo conforman (oficinas, edificios, ministerios, formados por personas que reciben cierto tipo de cargo), y que instituyen lo que se denomina la burocracia estatal. De esta manera, el Estado no se reduce solamente a su poder coercitivo sobre la sociedad, sino que la instrumenta en todo momento, siendo formado no por una sola clase social, lo que devendría en un Estado clasista, dominador y por lo tanto represivo a favor de una clase (que es la tesis de muchos marxistas que ven al Estado al servicio de la burguesía; no así lo expuesto por el propio Marx, ya que éste no escribió ninguna"teoría del Estado"), sino por distintos grupos de diversas clases, formando una organización compleja, un aparato institucional compuesto por las variadas clases sociales, dispuestas en diversos organismos, conformándolo. Pero la constitución del Estado no es simple: así el Estado se constituye en objeto de disputa, ya que, por ser el lugar desde donde se detenta el poder social, las clases sociales se lo disputan, para poder ocupar en su interior los puestos que tienen mayor poder de decisión y mayor presupuesto. Las clases fuera del Estado disputan por obtener poder dentro de este, y así decidir para toda la población de acuerdo a sus ideas. Y para lograr ‘ingresar’ en las instancias decisivas del Estado, muchas veces las clases forman alianzas (contra otra) que una vez logrado el ingreso al Estado pueden continuar o romperse. De esta manera,

    "…dos acontecimientos económicos mundiales aceleraron el estallido del descontento general (…) la plaga de la patata y las malas cosechas de 1845 y 1846 avivaron la efervescencia general del pueblo (…) [y] una crisis general del comercio y de la industria en Inglaterra (…) La asociación del comercio y de la industria por la epidemia económica hizo todavía más insoportable el absolutismo de la aristocracia financiera. La burguesía de la oposición provocó (…) una campaña de agitación (…) a favor de una reforma electoral(…), la monarquía de julio hubo de dejar el sitio a un gobierno provisional. Este gobierno provisional, (…) reflejaba necesariamente, en su composición, los distintos partidos que se repartían la victoria. No podía ser otra cosa más que una transacción entre las diversas clases que habían derribado conjuntamente la monarquía de julio, pero cuyos intereses se contraponían en forma hostil…"(Marx, K., 1973: 45 – 47)

    Así el Estado se convierte en ese preciado objeto de disputa, mediante el cual se obtiene la dominación política del pueblo, y distintas clases, aprovechando una coyuntura especial, se unen para obtener mayor representación y dirección en él. Pero una vez en su interior, el estado se convierte en campo de disputas. Esto se debe, a que dentro del Estado hay lugares (distintas burocracias enfrentadas) que presentan poderes diferentes, algunos solamente nominal (menor) y otros real (mayor). Estas burocracias obtienen poder, al ser legitimadas por la creencia de las personas en ellas (la función de las burocracias y su legitimidad son expuestas en el punto 2). Ciertos puestos, por contar con mayor presupuesto, mayor poder de decisión, mas autoridad, son mas preciados. Y comienza a darse en el Estado un campo de disputa por estos lugares claves, o por dejar a las clases oponentes en lugares con menor poder real.

    "…un obrero, dictó el decreto por el que el gobierno (…) se obligaba a asegurar la existencia de los obreros por el trabajo, a procurar trabajo para todos los ciudadanos (…) cuando el gobierno provisional olvidó sus promesas y parecía haber perdido de vista al proletariado, una masa de 20.000 obreros marchó hacia el Hotel de Ville [lugar en que se encontraban los organismos del Estado], (…) el gobierno provisional nombró una Comisión especial permanente encargada de encontrar lo medios para mejorar la situación de las clases trabajadoras. Esta Comisión estaba formada por delegados de las corporaciones de artesanos de París (…) Se le asignó el Palacio de Luxemburgo como sala de sesiones. De este modo, se desterraba a los representantes de la clase obrera de la sede del gobierno provisional. El sector burgués de éste retenía en sus manos de un modo exclusivo el poder efectivo del Estado y las riendas de su administración…"(Marx, K., 1973: 50 – 51)

    En este ejemplo citado, se puede ver cómo el Estado es tomado como campo de disputa, con lugares que tiene mas poder real que otros, cómo una clase se libera de otra, dejándola participar del Estado, pero desde un lugar mas ‘inofensivo’. Resumiendo, el Estado es una organización compleja, compuesta por diversas clases sociales, objeto de disputas y campo de disputas.

     

    Segundo

    Michael Foucault: por qué los cuerpos dóciles son los cuerpos moldeados por y que se corresponden con el poder disciplinario.

    Vinculación y relaciones con la siguiente documentación:"Una jornada de clases en el Curso Preparatorio para Agentes, Escuela de Suboficiales y Agentes ‘Crio. Villar’, Policía Federal Argentina", extraído de la Tesis de Licenciatura en Ciencias Antropológicas, Mariana Sirimarco (FFyL. UBA, año 2000); Selección de documentos y Tiscornia, Sofía: La seguridad ciudadana y la cultura de la violencia. En: Neufeld, Grimberg, Tiscornia, Wallace: Antropología Social y Política, Hegemonía y poder: el mundo en movimiento. Buenos Aires, EUDEBA, 1998.

    A partir de los siglos XVII-XVIII surge una nueva modalidad de ejercicio del poder. Al existente poder soberano, que era aquel ejercido desde lo mas alto de la sociedad sobre el resto, mediante el discurso del derecho, fijando límites y aplicando una coerción que se materializaba a través de exacciones económicas en forma de impuestos, siendo este un poder que se apoyaba así sobre la tierra y los excedentes (poder ejercido por los antiguos monarcas feudales), recubriendo la totalidad del cuerpo social en términos de relación soberano-súbdito; a éste poder soberano, se le suma el poder disciplinario. Junto con la irrupción del capitalismo, surge

    "…Esta nueva mecánica de poder se apoya más sobre los cuerpos y sobre lo que éstos hacen que sobre la tierra y sus productos. Es una mecánica de poder que permite extraer de los cuerpos tiempo y trabajo más que bienes y riqueza (…) se ejerce incesantemente a través de la vigilancia y no discontinuamente por medio de sistemas de impuestos [cómo lo hiciera el poder soberano](…), supone más una cuadriculación compacta de coacciones materiales que la existencia física de un soberano…"(Foucault, M., 1980: 149)

    Éste poder se apoya sobre el cuerpo y sus actos, intenta obtener de ellos tiempo y trabajo (valores capitalistas), se ejerce de manera ininterrumpida, logrando la coerción a través de disciplinas, que, bajo el lenguaje de la norma, establece lo ‘normal’ y castiga lo diferente. Manipula los cuerpos, les da forma, los educa para que obedezcan, respondan, se vuelvan hábiles, con mas fuerza: los vuelve dóciles, y por lo tanto, útiles. Un cuerpo que puede ser sometido, utilizado, trasformado y perfeccionado, es un cuerpo dócil.

    "…Segunda mitad del siglo XVIII: el soldado se ha convertido en algo que se fabrica; de una pasta informe, de un cuerpo inepto, se ha hecho la máquina que se necesitaba; se han corregido poco a poco las posturas; lentamente, una coacción calculada recorre cada parte del cuerpo, lo domina, pliega el conjunto, lo vuelve perpetuamente disponible, y se prolonga, en silencio, en el automatismo de los hábitos…"(Foucault, M., 1988: 139)

    Las disciplinas tratan al cuerpo no como si éste fuera una masa, sino descomponiéndolo, trabajándolo en partes, aplicando saberes para controlarlo, ejerciendo sobre él una coerción débil, obteniendo gestos, movimientos, actitudes, rapidez. Así, el objeto del control no será la conducta del cuerpo, sino la economía, la eficacia de movimientos. Las disciplinas trabajan para normalizar el funcionamiento de los cuerpos, para obtener orden social. Continuando, la microfísica del poder –las disciplinas- actúan con respecto al control de la distribución espacial de los individuos, el control del tiempo y el control de gestos y cuerpo. El espacio es administrado de acuerdo a varias modalidades: para empezar, la clausura, que explica la necesidad de espacio cerrado distinto a los demás, protegido, que funciona como lugar de encierro al mismo tiempo que ordena y controla a los individuos. Siguiendo, la división en zonas, hace corresponder a cada individuo un lugar, organizando el espacio. Ésta localización elemental permite observar faltas, malos comportamientos, siendo la vigilancia mucho más simple. La aplicación de emplazamientos funcionales permite el máximo aprovechamiento del espacio, mediante la construcción de lugares que permitan el control y el dominio sobre el total. Garantizan la administración y el control.

    Finalmente la serialidad y la utilización de elementos intercambiables (los disciplinados), conceden importancia al lugar que ocupa cada uno en una jerarquización, en una serie. Surge de esta manera la individualización en tanto se es parte de una serie, objeto del control. Así, la producción en cadena permite mayor vigilancia y control. Con respecto al control del tiempo, las disciplinas actúan con el objetivo de aprovechar al máximo el tiempo, reduciendo los tiempos muertos que resultan improductivos y de desorden, por lo que todo tiempo es útil, productivo, siempre que el individuo haga lo que se le manda. Mediante los principios de descomposición de los gestos y el de aplicación de ritmos colectivos, se busca subdividir cada movimiento, y que sean realizados por todos al unísono, para así lograr un minucioso control de cada individuo desde el exterior, observando con mayor facilidad cualquier tipo de falta o rebeldía.

    Finalmente, con respecto al control del cuerpo y sus gestos, la idea es la de prescribir todo tipo de movimientos, descomponiéndolos en partes, para dominar totalmente al individuo. Logrado el control total del cuerpo, se efectiviza el control de la persona, traduciéndose en el control de la ideología, de las actitudes, de todo. Surge también la articulación cuerpo-objeto, haciendo funcionar a éstos cual perfecto engranaje. Como se menciono, un grupo de individuos disciplinados, que realizan exactamente los mismos movimientos, al mismo tiempo, y en un lugar que permite su fácil observación y ubicación, es un grupo de individuos dominados, útiles, funcionales.

    Con respecto al disciplinamiento, y la utilidad que de éste se desprende, en el trabajo de Mariana Sirimarco pueden verse varios ejemplos:

    "…el Batallón se acomoda según su compañía, formando tres grupos de hileras prolijas y bien ordenadas en forma de"C". Quietos y en silencio, en posición de descanso-erguidos, las piernas ligeramente abiertas, las manos cruzadas atrás de la espalda, la cabeza alzada (…), uno exactamente delante de otro, a distancias iguales…"(Sirimarco, M., 2000: s/d)

    Aquí puede observarse disciplinamiento espacial y corporal, que permite un mayor dominio y control.

    "…Se bañan (generalmente tienen sólo 10 minutos para hacerlo), se ponen los uniformes de paño azul –con su gorrito correspondiente-, y a las 12.30hs se pasa-por turno- al Comedor, para almorzar. Allí se acomodan en largos tablones…"(Sirimarco, M., 2000: s/d)

    Se observa control del tiempo, y control espacial.

    "…Allí cursan cuatro materias diarias, de 40 minutos cada una. En los recreos –tres: de 10, 15 y 10 minutos- se aprovecha, por lo general, para bajar a la Cafetería, charlar con los Aspirantes del mismo sexo (está prohibido mirar o hablar con los del sexo contrario)…"(Sirimarco, M., 2000: s/d)

    Nuevamente, control del tiempo y corporal

    "…A una señal, y de manera casi cronométrica, la totalidad del Batallón pasa a la posición de firmes –manteniendo la pierna derecha quieta, se inclina levemente el cuerpo para ese lado, y se arrastra la pierna izquierda hasta juntarla con la otra-, y se gira la cabeza hacia un costado, dirigiendo la vista hacia quien habla…"(Sirimarco, M., 2000: s/d)

    De vuelta, control total del cuerpo y de los movimientos. Recapitulando, en esta escuela de la Policía Federal Argentina, puede observarse cómo la microfísica del poder trabaja, marcando espacios determinados que permiten el mejor control (aulas, comedor, playón de formación), tiempos determinados (para las clases, los recreos, comer, bañarse, entrada y salida) y movimientos específicos, siendo todos estos los mecanismos de disciplinamiento mediante los cuales la dominación es llevada a cabo, logrando cuerpos dóciles y por lo tanto útiles.

     

    Bibliografía

    Codato, Adriano N. y Perissinotto, Renato M.: El Estado como institución Una lectura de las"obras históricas"de Marx. En: Revista Crítica Marxista, N° 13, Boitempo Editorial, Campinas, Brasil, octubre de 2001. Traducción de la cátedra.

    Foucault, Michel: Lección del 14 de enero de 1976; En: Microfísica del Poder, La Piqueta, Madrid; 1980.

    Foucault, Michel: Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Siglo XXI, México, 1988. Capítulo: Los cuerpos dóciles.

    Marx, Carlos: Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, Anteo, Buenos Aires, 1973.

    Radcliffe-Brown, A.R.: Prefacio. En: Fortes y Evans-Pritchard, Sistemas políticos africanos, International African Institute by the Oxford University Press, Londres, 1949. Traducción de la cátedra.

    Santos, Boaventura de Sousa: El Estado, el derecho y la dominación política. En: Neufeld, Grimberg, Tiscornia, Wallace: Antropología Social y Política. Hegemonía y poder: el mundo en movimiento, EUDEBA, Buenos Aires, 1998.

    Thompson, E.P.: La sociedad inglesa del siglo XVIII: ¿Lucha de clases sin clases? En: Tradición, revuelta, y conciencia de clase. Estudios sobre la crisis de la sociedad preindustrial, Barcelona, Editorial Crítica, 1989.

    Thompson, E.P.: Prefacio. En: La formación histórica de la clase obrera inglesa, Laia, Madrid, 1977.

    Villarreal, Juan: Los hilos sociales del poder. En: Crisis de la dictadura Argentina, Siglo XXI, Buenos Aires, 1985.

    Weber, Max: La política como vocación. En: Ensayos de sociología contemporánea, Planeta, Buenos Aires, 1972.

    TP N° 3"Una jornada de clases en el Curso Preparatorio para Agentes, Escuela de Suboficiales y Agentes ‘Crio. Villar’, Policía Federal Argentina", extraído de la Tesis de Licenciatura en Ciencias Antropológicas, Mariana Sirimarco (FFyL. UBA, año 2000).

    TP N° 5 Selección de documentos de la dictadura argentina de 1976.

    Apuntes de Clases Teóricas. Material de Cátedra. Mimeo*.

    Apuntes de Clases Teórico-Prácticas. Material de Cátedra. Mimeo*.

    Pedro B. Qiroux