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La simiente del arte conceptual (página 2)

Enviado por Liliana Duran


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 El proyecto del arte pop puede compararse con el de Duchamp en puntos muy precisos. A comienzos de la década de los "60, en 1962 y 1963, Andy Warhol produjo una serie de retratos de Marilyn Monroe, luego reproducciones de La Gioconda con un título transparente: "There are better than one" , es decir, "Treinta valen más que una". Estas obras, multiplicadas en forma de afiches, se extendieron por todas las ciudades universitarias del mundo libre. Con la técnica de la serigrafía o de la pantalla de seda,  Warhol reproducía, dispuestas en un rectángulo seis por cinco veces la misma imagen: no cualquiera, sino la más célebre de todas, y no la propia imagen sino una fotografía. (…) El arte se convierte en la reproducción de una reproducción, en este caso, la de la fotografía en blanco y negro de la estrella de Hollywood o del cuadro más célebre del Louvre, y quizás del mundo (…) En 1919, Duchamp garabateó unos bigotes y una barba en una reproducción fotográfica de La Gioconda y tituló este ready-made rectificado: L.H.O.O.Q., siglas cuya pronunciación confirman la intención humorística e iconoclástica de la rectificación. Duchamp asombraba al burgués, pero, siempre ambiguo, se burlaba menos del propio arte y de la pintura que de la religión moderna del arte convertido en emblema por la reproducción al alcance de todos los bolsillos de la obra maestra del Louvre.[5]

Mientras el arte povera[6] utiliza elementos de desecho, efímeros en su constitución, con el intento de reconciliar lo natural con lo realizado por el hombre. En esta manifestación encontramos propuestas éticas y estéticas a la vez y por su relación con la naturaleza, se relacionó en clases con la serie Fibonacci, refiriéndose a esto Doczi expresa:

"Curiosamente, los números de la serie Fibonacci reaparecen en la cantidad total de espirales del girasol (…) Parece poco razonable creer que la cantidad de semillas de un girasol esté predeterminada, sin embargo, eso es exactamente lo que sucede. Los números irracionales no son irrazonables; únicamente están más allá de la razón, en el sentido de que trasciende el alcance de los números enteros. Son infinitos e intangibles."[7]

 El fluxus, por su parte, hace alusión a la única posesión del presente y la muerte de los grandes discursos, representa en su trasfondo además, lo lúdico ligado al happening. Jean Arp y su esposa, por otra parte Sofía utilizan materiales no artísticos en sus composiciones. Entretanto, el happening en su estructura "es una forma abierta, sin un comienzo, un medio y un final estructurados."[8] Más adelante, Marchan Fiz nos expresa que:

La estructura abierta, indeterminada y espacio-temporal denuncia su inadecuación al marco clásico de las instituciones culturales, galería o museo. El happening ha sido otro de los intentos de romper con la mercantilización del producto artístico aislado, con el privilegio indiscriminado de especular con el valor de cambio.[9]

El minimalismo, es la más pura estilización de la forma, refinamiento estético, reinvindicando lo objetivo, posee su propio espacio, junto con el pop art puede catalogarse como una respuesta diferente ante un mismo hecho: el de la dialéctica del modernismo, la cultura de masas y la sociedad consumista.

Después de todo lo expuesto anteriormente, pasamos a presentar lo más resaltante del arte conceptual, el cual tiene sus antecedentes en el arte objetual y es interesante el arte conceptual que se ha dado en nuestro país. En Venezuela, a finales de los años "60 el artista Mario Abreu es uno de los exponentes del arte objetual surrealista en el país, encontramos por otro lado, un naturalismo tenebrista imbricado al surrealismo en artistas más regionales como Williams Ibáñez en San Fernando de Apure. Otro artista asimilado por esta corriente es Claudio Perna, el cual es influenciado por Marcho Marmujar y Simón Rodríguez, al igual que Carlos Zerpa y sus conceptualismos sobre los símbolos patrios como por ejemplo, el uso de los colores de la Bandera Nacional en sus obras.

Otros artistas venezolanos son: Ana María Macey, Eugenio Espinoza, Alfredo Ramíres, (la poesía visual) Antonieta Sosa, Roberto Obregón el cual representa en sus obras la muerte, la soledad, la memoria; Javier Tellez, Dulce Gómez, Alí Gonzalez, Marco Antonio Etedgui.  

Para hablar sólo de alguno de ellos tomaremos la obra de Ángel Vivas Arias, quien a través de sus objetos encontrados (desechos como por ejemplo, hormas de zapatos, sombreros, relojes, baúles, zapatillas de ballet, muñecas viejas), libros intervenidos, maletas, simbolritmos, entre otros, presenta un trabajo artístico inserto dentro de los elementos del art trouvé, ya que Vivas Arias convierte algo encontrado y cambiado por casualidad en una elección personal, promovida por su propia psique, impulsora de vivencias. También realiza el poema-objeto que es una combinación de textos y objetos encontrados-interpretados, en sus libros intervenidos. Igualmente maneja objetos de funcionamiento simbólico (en el sentido freudiano con preferencia a lo libidinoso, sentimental y fetichista), con el uso de sus maletas, elemento infaltable en sus representaciones.

En al arte que surge en la década de los "80, se exhibe lo pluricultural y polifacético del arte, llegando a la impersonalidad de la cámara fotográfica, el desarrollo de la camara obscura que se remonta a Aristóteles, según Claudia Giannetti[10] hasta completar con la creación de sistemas, microsistemas y tecnología de avanzada del video-art que ya conocemos hoy día. Dando al arte un giro de 90º en lo que respecta a la idea. Sin embargo, es el artista el que reivindica su posición como ente creador, hilvanador de conceptos estructurados o no, capaz de dar al arte nuevas connotaciones y diversidades inclusivas a la sociedad que representa.

En este sentido, podemos mencionar el trabajo de la artista plástico venezolana Sandra Vivas quien ha mostrado en sus obras una riqueza de significados a través de su propia experiencia personal. A pesar de haber padecido una enfermedad congénita que le había impedido caminar hasta los tres años, la cual ha subsanado con prácticas de ballet clásico, danza contemporánea, yoga y artes marciales como el aikido[11], ha plasmado en su obra un verdadero sentido humano, aunque se le tilde de feminista, exhibe una clara trayectoria hacia el autoconocimiento del enigma que implica ser mujer imbricado al arte, en el sentido más amplio:

Con más frecuencia, las feministas han acudido a la más misógina de las culturas, la griega, para encontrar una metáfora del lugar de la mujer en relación con la ley o la pólis; la Esfinge, quien hasta donde sabemos, no grabó su mensaje, sino que transmitía sus enigmas a extramuros de la ciudad (…) la monstruosidad o el lado icónico silencioso es lo que nos han legado la Esfinge y lo femenino en las culturas greco-cristianas (…) Freud concibió lo misterioso como algo vinculado a los momentos de miedo, especialmente a la ansiedad por la castración (…) Lichtenberg Ettinger sostiene que estas huellas arcaicas tardías no tienen necesariamente que infundir miedo, y que no necesariamente revisten la disyunción presencia/ausencia. Puede haber, en lenguaje pos-lacaniano, un objeto a matrizal, la señal de una pérdida, pero no de una condenada, como en el sistema fálico, a ser el punto del posible colapso del sujeto. Todo lo cual es importante en cuanto se da una colisión entre objeto a, mujer, cosa, y una fisura en la significación, como la oscuridad en la que el significado, hombre, se escribe a sí mismo.[12]

 De sus primeros videos Bolero, Eou sou uma puta culta y El lobito herido, realizados en 1994 mientras estudiaba en el San Francisco Art Institute, menciona Ana de Azcárate que:

En ellos, la artista personifica, a partir de su condición de mujer, diversos roles usualmente encarnados por el hombre. En el primero ejecuta el papel de fémina despechada que expía su drama a través del canto, en el segundo actúa como prostituta que drena sus impulsos a través del ejercicio físico, y en el tercero como mujer-macho que manifiesta su poder a partir del maltrato físico y psicológico a su pareja. En estas obras la artista revierte el papel de la mujer valiéndose de la ironía para cuestionar los estereotipos de género de nuestra sociedad y trastocar los  valores  comúnmente  asociados  con  la masculinidad.[13]

Posteriormente, ese autoconocimiento se muestra en su obra Lujuria, 2002, de la serie pinturas anestésicas donde: "se separa de sus inquietudes iniciales y explora un lenguaje más intimista y abstracto, donde pone en evidencia cómo el arte responde a la vida y se fusiona con ella."[14]

En la categoría del Land-art, mencionamos la obra de Christo Javacheff[15] por su gran envergadura, a este respecto las opiniones de Ina Bainova son bastante esclarecedoras:

Christo Javacheff y su esposa Jean-Claude de Guillebon trabajaban juntos. Forman un equipo artístico incomparable (…) Las decisiones operativas de Jean-Claude constituyen una extensión de los dibujos de Christo y contribuyen a la creación misma del proyecto.

En su obra no hay evidencia de la mano del artista. Su estilo característico existe solamente en sus dibujos, en los collages o en los pequeños objetos envueltos.

Los grandes proyectos son el resultado de una práctica colectiva. Además, durante el proceso de realización de sus obras, Christo y Jean-Claude nunca discuten el significado personal que los motiva; más bien describen y detallan todas las innovaciones y las técnicas utilizadas especialmente para un determinado proyecto. Hablan de la parte política o social que ponen en movimiento. Ellos no son inventores, sino creadores. Por eso sus proyectos crearon un nuevo tipo de público (…)

El carácter absolutamente irracional de los proyectos tiene una fuerza indiscutible que perturba profundamente la comprensión humana de la sociedad capitalistay pone en duda los valores mismos de la sociedad.

La mayor contribución de estas propuestas es su impacto en el desarrollo de nuestra conciencia como cultura. Es un arte efímero y único a la vez.[16]

En esta línea, la investigadora Susana Benko, también expone su conclusión:

En todas sus intervenciones se constata que el arte, adicionalmente a su potencial estético y de impacto visual, es sin duda un hecho emocional. Una obra de Christo que es en realidad la obra de un colectivo significa un cambio sustancial y profundo para el que vive, trabaja o transita por cualquiera de sus obras. Existe un antes y un después, y en ello está su distintivo.[17]

Es por esto que el sujeto se funde con el objeto en la expresión artística contemporánea, más allá de la mímesis que podría significar por ejemplo, una obra del cuatroccento con respecto a una obra conceptual como la de Javacheff. Para finalizar, podemos cerrar con una opinión de Doczi:

Tanto el compartir, como la dinergia son procesos básicos de formación según patrones que unifican las diversidades. La existencia básica de la unidad entre las múltiples diversidades de este mundo es una de las observaciones más antiguas de la humanidad. Las culturas ancestrales atribuían  esta unidad a las divinidades o a un creador único. Los filósofos presocráticos buscaron su secreto en una sustancia universal, Tales la vio en el agua, Anaxímenes en el aire y Heráclito en el fuego (…) En épocas más recientes, este concepto se ha vuelto básico tanto en el arte como en la ciencia.[18]

Esta cita representa la unidad presente en todas las cosas, el arte no escapa a ella aunque puede caerse en generar una solución o explicación holística a sus múltiples manifestaciones. En conclusión, parafraseando a Göethe en Fausto, nada más propicio para culminar este análisis descriptivo, el arte es largo y la vida es corta.

BIBLIOGRAFÍA

AZCÁRATE de, Ana, La última sábana. Sandra Vivas, Casi todo. Exposición individual en: , Caracas, 8 de mayo de 2004.

BAINOVA, Ina y Benko, Susana, Christo y Jean-Claude. Proyectos. Catálogo Nº 23. Exposición Nº 50. Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz Diez, Caracas, 18 de agosto de 2005.

COMPAIGNON, Antoine, Las cinco paradojas de la modernidad, Monte Ávila, Caracas, 1993.

DOCZI, György, El poder de los límites. Proporciones armónicas en la naturaleza, el arte y la arquitectura, Buenos Aires, 1996.

GIANNETTI, Claudia, (ed.) Arte en la era electrónica, perspectivas de una nueva estética. Associació de Cultura Contemporánia L"Angelet y Göethe Institut, Barcelona, 1997.

GUASH, Ana María, Manifiestos del arte posmoderno, Akal ediciones, 2000.

JENCKS, Charles, El lenguaje de la arquitectura posmoderna, Gustavo Gili, Barcelona, 1981.

MARCHAN FIZ, Simón, Del arte objetual al arte de concepto. Epílogo sobre la sensibilidad posmoderna. Ediciones Akal, Madrid, 1960.

MICHELI, Mario de, Las vanguardias artísticas del siglo XX, Alianza Editorial, Madrid, 1979.

RAMÍREZ, Juan Antonio, Picasso, Alianza, Madrid, 1994.

SANCHEZ VIDAL, Agustín, Dalí, Alianza, Madrid, 1994.

 

 

 

Autora:

Liliana Durán

[1] Aunque el comienzo tangible de la posmodernidad puede encontrarse en la arquitectura gracias a la convicción de Charles Jencks cuando declaró que la arquitectura moderna murió en San Louis Missouri, el 15 de julio de 1972, esta es la fecha en la que el proyecto de vivienda de Pruittigoe fue dinamitado. En opinión de este teórico, este momento evidencia los comienzos de una multiplicidad de fuerzas de resistencia ante la hegemonía de la modernidad. Charles Jencks, El lenguaje de la arquitectura posmoderna, Barcelona, 1981, p.9. Aunque con connotaciones diferentes, un precedente de este hecho mucho más antiguo lo encontramos en Japón, se trata de la Mina del Este del Santuario de Ise, dedicada a la diosa del alimento Toyo-uke-bime-no-kami. Es la más antigua porque sus orígenes se ubican en el siglo IV y la más nueva porque se demuele y se vuelve a edificar cada veinte años. György, Doczi, El poder de los límites. Proporciones en la naturaleza, el arte y la arquitectura. Buenos Aires, 1996, p. 120.

[2] Mario de Micheli, Las vanguardias artísticas del siglo XX, Madrid, 1979, p. 155

[3] Agustín Sánchez Vidal, Dalí, Alianza, pp. 45 y 46

[4] Antoine Compagnon, Las cinco paradojas de la modernidad, Caracas, 1991, p. 90

[5] Op. Cit., p. 93

[6] Pueden mencionarse entre sus representantes: Germano Celant, Giovanni Anselmo, Alighiero Boetti, Luciano Fabro, Jannis Kounellis, Mario y Marisa Merz, Giulio Paolini, Pier Paolo Calzonari, Pino Pascali, Giuseppe Penone, entre otros.

[7] Op. Cit., p 5

[8] Simón, Marchan Fiz, Del arte objetual al arte de concepto. Epílogo sobre la sensibilidad posmoderna, Madrid, 1960, p., 196.

[9] Op. Cit., p. 197

[10] Claudia Giannetti, Arte en la era electrónica, perspectivas de una nueva estética.  Barcelona, 1997, p. 137

[11] Muy recomendado por su estrategia en el manejo de la energía del oponente.

[12] Ana María Guash (ed.), Manifiestos del arte posmoderno, (Griselda Pollock, Inscripciones en lo femenino), 2000, p. 343 y 344

[13] Tomado de Ana de Azcárate, La última sábana. Sandra Vivas, Casi todo. Exposición individual en: http://av.celarg.org.ve/decoleccion/sandravi.htm, Caracas, 8 de mayo de 2004

[14] Ibm.

[15] Ejemplo de su obra: Surrounded Islands Project Biscayne Bay (Greater Miami, Florida), donde se utilizaron 603.850 metros de tela rosada flotando sobre el agua y mucha dedicación. Muchos de sus proyectos, a veces requerían largos años, con un profundo sentido dévoilement. Javacheff y su esposa revelaron gran esmero en todo cuanto realizaban, ejemplo de ello son The Umbrellas, Japan-USA, 1984-1991. California, USA Site o The Pont Neuf Wrapped, París 1975-1985.

[16] Ina Bainova y Susana Benko, Christo y Jean-Claude. Proyectos, Caracas, 2005. p. s/n.

[17] Op. Cit., p. s/n

[18] Op. Cit., p. 79. Las negrillas se han utilizado para resaltar la idea.

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