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Un acercamiento a la prevención de las alteraciones de la conducta desde la formación inicial del profesional de la educación primaria (página 2)


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Desarrollo

La formación de maestros primarios en Cuba ha transitado por diferentes etapas, que han posibilitado el perfeccionamiento de este proceso, teniendo en cuenta el desarrollo social y educacional.

El año 1979 marca el inicio de la formación de licenciados en Educación primaria, al crease en ese año la Licenciatura en Educación Primaria, por lo que en los Institutos Superiores Pedagógicos se matriculan unos 20 000 maestros del país en los curso para trabajadores. Inicialmente estos cursos tuvieron una duración de 6 años, de los cuales cinco se realizaban por encuentros y uno liberado a tiempo completo. Con posterioridad, en el curso 86-87 los maestros eran liberados los dos últimos años con el objetivo de perfeccionar su preparación profesional en aras de formar un Licenciado con un elevado nivel de preparación.

No es hasta el curso 1988-1989 cuando inicia la carrera Licenciado en Educación Primaria como curso regular diurno y con un nivel de ingreso de duodécimo grado. En este momento los Institutos Superiores Pedagógicos asumen la responsabilidad de la preparación científico pedagógica y metodológica que requiere el maestro para formar y desarrollar sobre bases verdaderamentes científicas la personalidad de los escolares.

La formación iniciada a través de los cursos para trabajadores, utiliza los planes de estudio A, que a pesar de sus insuficiencias y de no estar organizados por disciplinas, sí tenían concebidos programas por asignaturas lo que constituye un nivel superior de desarrollo por cuanto garantiza la preparación científico – pedagógica y metodológica que requiere el maestro .

En el curso 82 – 83 se inician los planes de estudio B, este plan logra una mayor sistematización de los contenidos propios de cada asignatura, se precisaban habilidades en el nivel de temas. Este plan tampoco concibe la ce la organización por disciplinas.

Hacia 1990 – 1991 la responsabilidad de la formación y superación postgraduada de los profesionales recae los Institutos Superiores Pedagógicos, al integrarse a ellos las Escuelas Pedagógicas y los Institutos de Perfeccionamiento de Educación.

En el curso 91 – 92 se inicia el plan de estudios C en la Licenciatura en Educación Primaria y se modifican todos los planes del curso regular y por encuentro. Esto responde a la necesidad de formar un profesional de perfil amplio que resuelva los problemas con creatividad e independencia. Este plan de estudio se organiza por disciplinas en las que se precisan objetivos y habilidades en correspondencia con el modelo del profesional, quedando responsabilizados los departamentos docentes de cada Institución en la elaboración de los programas.

A este plan de estudio pertenecía la disciplina Fundamentos de la Actividad Pedagógica que estaba a su vez integrada por la asignatura, Fundamentos de la Pedagogía Especial. Al iniciarse el programa de Formación Emergente de Maestros Primarios a partir del año 2000, cambia el nombre de la asignatura por el de Diagnóstico y Diversidad, y en el curso actual la disciplina asume el nombre de Formación Pedagógica General.

Teniendo en cuenta las actuales condiciones en las que transcurre la educación, así como la proliferación de manifestaciones inadecuadas en la conducta impone realizar un análisis del programa de la asignatura Diagnóstico y Diversidad en aras de valorar la contribución de esta asignatura a la prevención de las conductas inadecuadas.

Al valorar la fundamentación del programa es posible observar que se refleja de forma insuficiente las potencialidades que tiene la asignatura en función del trabajo preventivo, solo se circunscriben a plantear que uno de los objetivos es el diseño de acciones con fines preventivos, lo que resulta insuficiente si se toma en consideración la complejidad del trabajo preventivo y las posibilidades que tiene actualmente la escuela primaria, de enfrentar con calidad este proceso, dada las transformaciones de este nivel de educación.

Si bien es cierto que el diagnóstico es considerado por esta autora, como el punto de partida para la instrumentación del trabajo preventivo, el programa centra más su atención en el diagnóstico, valorando de forma muy limitada la relación diagnóstico ? prevención en función de que exista armonización entre estos contenidos pues el planteamiento de los mismos en el programa se realiza de forma aislada.

En el planteamiento de los objetivo generales del programa se puede constatar que no existe relación entre estos, puede valorarse en función de lograr mayor coherencia en el diseño de los mismos diseñar uno que integre ambas habilidades forma tal que evidencie la relación dialéctica entre diagnóstico y prevención, se sugiere que el mismo se explicite de la siguiente forma:

Diagnosticar integralmente la personalidad de los escolares, utilizando métodos y técnicas de investigación, a partir de lo cual se diseñaran estrategias preventivas, contextualizadas y desarrolladoras que posibiliten la satisfacción de las necesidades educativas especiales de los alumnos con un alto sentido humanista.

Por otra parte el programa debe partir del análisis de los problemas concretos que se presentan en los diferentes contextos de actuación para que a través de la asignatura se puedan ir resolviendo con mayor efectividad. Una vez precisados los problemas que debe resolver el estudiante a través de la asignatura, se pueden estructurar las actividades en relación con los problemas identificados.

El sistema de conocimientos debe incluir en uno de los temas, el diseño de estrategias de prevención, como un elemento que posibilite la integración de los contenidos abordados y que posibilite la sistematización de los conocimientos y el establecimiento de relaciones inter e intradisciplinarias, pues de la forma en que están organizados se limitan solo al abordaje de aspectos muy generales, de un proceso tan complejo como este.

Resulta conveniente que se ofrezcan a los estudiantes modelos de estrategias, que aunque no constituirán recetas rígidas, contribuirán a una mejor orientación e integración de los conocimientos.

La labor del maestro de la Educación Primaria está encaminada a sentar las bases para la formación y desarrollo integral de la personalidad del escolar y a la integración, con este propósito de la familia y la comunidad, razón esta que justifica la necesidad de que se incorpore al sistema de conocimientos de la asignatura, el diagnóstico de la familia y la comunidad y la participación de la misma, a través de la concreción de las acciones que forman parte de la estrategia preventiva.

Las guías de estudio que se proponen, son de carácter general, poco orientadoras y de la forma en que están diseñadas no propician el desarrollo de habilidades, no se precisan los objetivos que se persiguen con las mismas, es necesario valorar la posibilidad de trabajar con protocolos o con casos concretos de los contextos de actuación del maestro en formación en aras de que se modelen estrategias de intervención, en las que el estudiante va a poner en práctica todas las habilidades que ha ido adquiriendo.

Conclusiones

En las actuales condiciones en las que transcurre la educación cubana la preparación del futura maestro primario para la prevención de las alteraciones de la conducta se ha convertido enana prioridad, lo que exige el rediseño de los programas de las diferentes asignaturas.

El diseño actual de la asignatura Diagnóstico y diversidad en la carrera de Licenciatura en Educación Primaria no satisface las necesidades de dotar al futuro profesional de la educación de recursos psicopedagógicos que le permitan dirigir de forma efectiva la prevención de las alteraciones de conducta en la escuela.

 

AUTORA:

Lic Julieth Briñas Cera.

INSTITUTO SUPERIOR PEDAGÓGICO

ENRIQUE JOSÉ VARONA

CIUDAD DE LA HABANA

CUIDAD DE LA HABANA, ABRIL, 2007.

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