Un acercamiento a la prevención de las alteraciones de la conducta desde la formación inicial del profesional de la educación primaria
Enviado por Julieth Briñas Cera
INTRODUCCIÓN
En el contexto en el que se desarrolla la educación cubana, la atención a la diversidad se ha convertido en una prioridad, aspecto este que sin lugar a dudas, ha provocado un redimensionamiento de las concepciones existentes en los diferentes niveles de educación. Por esta razón el acto educativo adquiere un mayor carácter humanista, al ubicarse el alumno en el centro de la labor pedagógica.
Esta demanda le impone al profesional de la educación un reto cada vez mayor: profundizar en el conocimiento de sus educandos para lograr un mejor desarrollo de sus potencialidades, una mejor satisfacción de sus necesidades y sobre esta base estructurar acertadamente la prevención de las alteraciones que puedan producirse en su personalidad.
Enfrentar este reto es posible a partir de la realización de un diagnóstico integral que permita conocer las características del escolar, las condiciones en las que transcurre su desarrollo, con la participación para ello de los diferentes agentes que intervienen en su educación. La Pedagogía actual, ha asumido entre sus principales fundamentos la atención a la diversidad, lo que obliga a rediseñar el diagnóstico y a dejar de considerarlo privativo de los docentes de la Educación Especial, para convertirlo en una útil herramienta de trabajo en el desempeño de todos los profesionales de la educación.
La atención a la diversidad implica innovación educativa, demanda una transformación del pensamiento y la práctica psicopedagógica que exigen una forma más desarrolladora, creativa y diferenciadora de dirigir el Proceso Pedagógico.
A la luz de estas concepciones se impone transitar de la comprensión del grupo – clase como altamente homogéneo, hacia el reconocimiento en el mismo de lo diverso, lo singular, lo diferente, lo heterogéneo como categorías cada vez más dinamizadoras y determinantes en el Proceso Pedagógico.
El escenario en el que ha transcurrido la educación, unido a la influencia de factores personales, familiares y comunitarios, ha provocado que aumente en las aulas el número de escolares que dada sus características, presentan insuficiencias para adaptarse a la vida en la escuela.
Estos alumnos pueden manifestar en algunos casos: quebrantamiento de normas elementales de disciplina, agresión a sus compañeros y maestros y asunción de conductas que los ubican en el centro de preocupación de padres, docentes y que pueden llegar a lacerar la calidad de su aprendizaje, así como su inserción en la sociedad.
Estas dificultades que con relativa frecuencia suelen aparecer en la Educación Primaria demandan una atención diferenciada por parte del personal pedagógico, en aras de prevenir la instauración de un Trastorno de la Conducta, en una etapa tan vulnerable de la vida donde se están formando cualidades de la personalidad necesarias para enfrentar otros momentos del desarrollo. En atención a ello, es necesario, desde la formación inicial del profesional de la educación ir dotándolo de una preparación que le permita estructurar la prevención de las alteraciones de la conducta.
Ante tal prioridad se impone entonces reflexionar: ¿Contribuyen las asignaturas de la preparación psicopedagógica de la carrera de Educación Primaria, a la preparación del futuro docente, para la prevención de las alteraciones de la conducta?
Alrededor de esta y otras interrogantes estaremos reflexionando en las páginas que siguen.
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