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La importancia del juego (página 2)


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La infancia, el juego y el juguete guardan entre sí una estrecha relación, y en el desarrollo histórico-social del hombre tienen una misma ontogénesis, de ahí que sea imposible separar unos de otros. En un principio, cuando la horda primitiva subsistía de la recolección de los que eventualmente encontraban los hombres en su deambular nómada, los niños participaban, desde que les era posible tener una marcha independiente, en la tarea común de la subsistencia, por lo que la infancia, entendida como tal, no existía. Aún cuando progresivamente el hombre va asentándose y abandona su vida trashumante, y surge la agricultura como forma de vida que obliga al ser humano a aposentarse en lugares definidos, los niños también tenían que incorporarse al proceso productivo, y para ello se les daban instrumentos apropiadas para su tamaño para que cooperaran, en la medida de sus posibilidades físicas, al trabajo en correspondencia con sus destrezas motoras, no constituían aún juguetes, sino herramientas de trabajo a escala reducida: el cuchillo cortaba, la azada hendía, la masa golpeaba, por lo que solamente eran reproducciones a menor escala del instrumento real. En la medida que se da el desarrollo del hombre, la actividad laboral comienza a volverse más compleja, a la vez que se empiezan a dar excedentes de la producción que permiten tener un mejor nivel de vida, sin la necesidad perentoria de la subsistencia diaria. Esto va a tener una repercusión muy importante en el desarrollo de la especie humana, que puede entonces dedicar tiempo a actividades que ya no están directamente ligadas al proceso productivo, y la atención a cuestiones que antes le eran prácticamente imposible de dedicar un tiempo, ya va a constituir paulatinamente un proceso de socialización netamente relacionado con su desarrollo psíquico cada vez más avanzado. ¿Y qué pasaba entonces con los niños? Les era imposible participar directamente en la labor productiva por su progresiva complejidad, el hombre crea objetos que, aunque reflejan el instrumento de la vida real, no son ya una réplica más pequeña de aquel, sino un nuevo tipo de cosa que ya no sirve para hace la acción verdadera sino para "practicarla", y que habrían de realizar en la vida adulta. Surge el juguete, que no es más que una reproducción del instrumento, en el que está impresa su función más no su estructura verdadera, reflejando de manera más o menos aproximada su diseño y objetivo. Esto va a plantear decididamente la necesidad, en el desarrollo del individuo, de una etapa preparatoria, en el cual los niños se encuentren y ejerciten para su vida futura, surge la infancia como período de dicha preparación. A su vez, en ese lapso los niños, utilizando los juguetes especialmente creados para ellos, van a reflejar en su entretenimiento con los mismos, las aciones y roles que han de desempeñar como adultos, aparece el juego como vía y medio de hacer, al nivel de sus posibilidades físicas, motoras y psíquica, una reproducción de la vida real. De esta manera, la infancia, el juego y el juguete surgen al unísono en el devenir evolutivo del hombre, y van a caracterizar la primera fase de preparación para la acción productiva que los niños han de tener cuando alcancen la edad adulta.

5. El desarrollo del niño a través del juego

Se dice que para conseguir campeones hay que trabajar desde edades muy tempranas y de hecho esto se puede aplicar incluso a antes del nacimiento del niño. A parte del condicionante genético heredado, es de suma importancia que la madre lleve una vida sana. El niño nada en el líquido amniótico y de hecho un niño de veinticuatro horas puede nadar, pasado este tiempo el niño comienza a experimentar el miedo por lo que se hunde perdiendo su capacidad natatoria. Por lo tanto la natación es el ejercicio potencial primero del niño. A los seis meses: El niño es capaz de mantenerse sentado y posteriormente podrá levantarse, este es un ejercicio que tonifica las estructuras musculares. Con un año y gracias al proceso de crecimiento de la masa encefálica y de la mielinización de sus fibras nerviosas adquiere tres nuevas actividades, andar, hablar y masticar. A los dos años: aparece el juego espontáneo. El cual, cuando se produce en el marco familiar suele ser individual, pero no deja de ser vital. El niño juega con lo que tiene a su alcance y donde esté. Pese a la espontaneidad de estos juegos pueden tener una finalidad dirigida para favorecer el desarrollo de la inteligencia y de la adaptación. En este año se perfecciona el hablar y andar. A los tres años: se produce una importante actividad física la cual se debe dejar interrumpir de forma voluntaria. El niño tiende a repetir lo aprendido hasta conseguir su dominio. Más tarde y tras incorporar el nuevo aprendizaje al sistema psicomotor, lo emplea en nuevas combinaciones más complejas.

6. Beneficios del juego

  • Satisface las necesidades básicas de ejercicio físico
  • Es una vía excelente para expresar y realizar sus deseos
  • La imaginación del juego facilita el posicionamiento moral y maduración de ideas
  • Es un canal de expresión y descarga de sentimientos, positivos y negativos, ayudando al equilibrio emocional
  • Con los juegos de imitación está ensayando y ejercitándose para la vida de adulto
  • Cuando juega con otros niños y niñas se socializa y gesta sus futuras habilidades sociales
  • El juego es un canal para conocer los comportamientos del niño y así poder encauzar o premiar hábitos.
  • Es muy importante participar en el juego con ellos

La psicomotricidad es un elemento muy importante en el desarrollo de los niños ya que sienta las bases para la adquisición de posteriores aprendizajes.

7. La psicomotricidad y el juego

La psicomotricidad se puede desarrollar a través de juegos al aire libre o en lugares cerrados. Es necesaria para la adquisición de habilidades básicas como: lectura, escritura y cálculo. Muchas actividades cotidianas en los juegos de los niños como moverse, correr, saltar,… desarrollan la psicomotricidad. Además mediante este tipo de juegos los niños van conociendo tanto su cuerpo como el mundo que le rodea. Mediante los juegos de movimiento, los niños, además de desarrollarse físicamente, aprenden ciertos conceptos como derecha, izquierda, delante, detrás, arriba, abajo, cercas, lejos, que les ayudarán a orientarse en el espacio y a ajustar más sus movimientos. Juegos que favorecen el desarrollo de la psicomotricidad

Montar en correpasillos, triciclos, bicicletas, patinar, o andar con monopatines, saltar a la comba, jugar a la goma, realizar marchas, carreras, saltos, pisar una línea en el suelo, juegos con balones, pelotas, raquetas, aros, juegos de hacer puntería: meter goles, encestar, bolos y jugar a la carretilla, volteretas, piruetas, zancos, etc… Los juegos de movimiento, pueden ser utilizados como una preparación importante para el aprendizaje ya que favorecen la psicomotricidad, coordinación, equilibrio, orientación en el espacio y tiempo, aspectos claves para todo el aprendizaje posterior.

8. Estimulación Temprana

La estimulación es un proceso natural, por la cual el infante sentirá satisfacción al descubrir que puede hacer las cosas por sí mismo. Mediante la repetición de diferentes eventos sensoriales, se aumentara el control emocional del infante desarrollando destrezas para estimularse a sí mismo a través del juego libre, de la exploración y de la imaginación. Durante la estimulación se ayudara al infante a adquirir y a desarrollar habilidades motoras, cognoscitivas y socio-afectivas; observando al mismo tiempo, cambios en el desarrollo. La estimulación temprana permitirá también incrementar día a día la relación amorosa y positiva entre los padres y el bebe.

9. Estimulación temprana según la edad

De 0 a 6 meses

Estimulando los sentidos

En los primeros días el bebé observa aisladamente todo aquello que le llama la atención. A partir de las diez o doce semanas el bebé empieza a captar imágenes de conjunto. Los colores vivos, el movimiento y los sonidos lo atraen iniciando una exploración del entorno inmediato, además de la exploración de sí mismo. Los recién nacidos pueden ver objetos que se ubican a 25 centímetros de la nariz. Si bien es cierto que un bebé tiene más interés en mirar un rostro que cualquier otro objeto ofrecerle cosas interesantes para mirar es una buena forma de estimulación.

Elija cosas que tengan colores brillantes (una foto, un vaso de plástico con dibujos); que tengan texturas (una esponja, un pedacito de alfombra); que emitan reflejo (un espejo, algo de acero inoxidable) o que tengan un diseño que se repita (una toalla, un suéter). También puede ser: muñecos blandos pequeños al tacto suave y agradable, juguetes para fijar en la cuna, pelotas blandas, móviles, sonajeros, cajitas músicales, etc.

Habilidades que desarrolla:

Empieza a reconocer formas y objetos y fortalece los músculos usados para focalizar, mejora la motricidad del bebé.

De 6 a 12 meses

Manipulación

A partir de los 6 meses, una de las principales actividades del niño será manipular objetos. Coordinará sus manos acercando los objetos a su boca, también se sentirá atraído por los objetos sonoros y los sonidos fuerte.

Será en esta etapa donde emitirá las primeras palabras, se producen los primeros esbozos de independencia, al aprender primero a sentarse solo, después a gatear.

Para estimularlo a sentarse pónganlo erguido contra un sillón o almohadones, y dele juguetes "fijos" como una olla y una cuchara para golpear. Para instarlo a gatear, pónganse a gatear con él y dele juguetes que rueden como pelotas y latas. También: Sonajeros, mordedores, juguetes flotantes para el baño, formas blanditas, juegos de construcción, apilables, cubos plásticos etc.(para que intente pararse, ponga su juguete favorito sobre una silla).

De 12 a 18 meses

Observación e integración:

Etapa de grandes cambios. En esta fase del niño adquirirá una mayor movilidad y autosuficiencia. Su inteligencia sesoriomotriz le permitirá manipular objetos y explorar el espacio.

Juguetes Apropiados para esta edad:

Bloques de plástico para apilar y tirar, juego de formas, juguetes flotantes, libro de imágenes, muñecos que respeten el cuerpo humano, títeres, marionetas, teléfono de juguete, juguetes musicales, juguetes de arrastre, juguetes para montar, pelotas grandes de goma blanda.

Es un buen momento para presentar a otros compañeros de juego, pero permaneciendo cerca del niño para que se sienta tranquilo y protegido.

Habilidad que desarrolla:

La coordinación entre la vista y la mano.

De 18 a 36 meses Comunicación

El niño consigue una movilidad completa que le ofrece nuevas posibilidades de exploración y más independencia. Disfruta de los triciclos y correpasillos que le ayudan a dosificar su energía y aumenta su concepción especial. Es una etapa de exploración continua. Los conocimientos que adquiere son recordados y posteriormente empleados en sus movimientos y manipulaciones. Hacia los 18 meses el niño maneja unas 20 o 30 palabras y se va iniciando hacia el juego de lo simbólica, fundamental para el desarrollo de su inteligencia. Hacia los 36 meses ya utilizará frases.

  Juguetes apropiados:

* Triciclo, caballito y correpasillo sin pedales.

* Rompecabezas de pocas piesas y grandes. * Juguetes de imitación (cocina, supermercado, muebles). * Juegos de contrucción un poco más complejos pero todavía de piezas grandes y colores brillantes. * Carretilla pequeña, materiales plásticos moldeables. * Cubos, pala, rastrillo y moldes. * Muñecos de trapo. * Juguetes con música y movimiento.

10. Bibliografía

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