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Los canarios de Jesús del Monte, mitos y realidades

Enviado por Lazaro Numa Aguila


Partes: 1, 2

  1. Los primeros inmigrantes canarios en Jesús del Monte
  2. Las sublevaciones de los vegueros
  3. Los canarios en el siglo XIX
  4. Los nuevos inmigrantes peninsulares y canarios
  5. Conclusiones
  6. Memoria iconográfica
  7. Bibliografía

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Al sur de la ciudad: Jesús del Monte

Sobre los inmigrantes peninsulares y procedentes de la Islas Canarias llegados a Cuba en diferentes momentos coloniales y republicanos, se ha escrito bastante, pero sobre aquellos que se establecieron en el territorio de Jesús del Monte en extramuros de La Habana – se han planteado innumerables cuestiones que a la postre, han resultado ser grandes fabulas, consecuencia de un deficiente proceso investigativo. El objetivo de esta investigación es esclarecer – con profundo respeto -, de manera objetiva, algunas de estas cuestiones, espero que resulte de interés para el lector.

Los primeros inmigrantes canarios en Jesús del Monte

Afirman algunos historiadores que desde mediados del siglo XVII y principios del XVIII ya vivían familias enteras de origen canario en el territorio, dedicados fundamentalmente al cultivo del tabaco, nadie debe dudar de que así fuera – por lo menos de que vivieran algunos en el territorio – pero, antes de adentrarnos en el tema, es preciso dejar correctamente definida una cuestión, la llegada a Cuba de inmigrantes peninsulares y canarios hay que analizarla por etapas históricas, no fue una sola oleada migratoria y cada una de ellas tuvo sus características propias, se produjeron hasta el mismo siglo XX, esta última es la que ha quedado en la mente de muchos cubanos que aún viven entre nosotros, precisamente por ser la más próxima a nuestros días, e incluso, podemos encontrar aún algunos inmigrantes autóctonos.

En 1678 una Real Cédula [1]fechada el 25 de mayo, emitida por Carlos II, conocida como "El tributo de Sangre", establecía que las Islas Canarias, para poder comerciar con las Indias Occidentales, estaban obligadas a enviar cinco familias a estos territorios por cada cien toneladas de productos que se exportaran desde ellas, las familias estarían destinadas a poblar los territorios colonizados por la metrópoli, Cuba era uno de ellos que, además, por su condición insular, "la poca población aborigen" que tenía en el momento de su descubrimiento y su rápida disminución – fundamentalmente por las enfermedades importadas por los conquistadores y por el trabajo forzoso a que fueron sometidos -, estaba necesitada de pobladores que constituyeran también fuerza de trabajo.

Según Alfredo Martín Fadragas y María Caridad Pacheco González –en su obra "Canarios en la economía de Cuba"-, la presencia canaria en el territorio data desde mediados del siglo XVII, los reconocidos historiadores – e investigadores de la huella canaria en Cuba – lo expresan de la siguiente manera:

Como resultado de esta emigración masiva, los canarios fueron fundadores de pueblos y ciudades, como son los casos de Jesús del Monte, Santiago de las Vegas, El Calvario, Bejucal, Güines, Matanzas, Camajuaní, Placetas, Santo Domingo, Nuevitas, entre otros…[2]

Se hace necesario comenzar diciendo que el poblado de Jesús del Monte comenzó su proceso formativo a partir del asentamiento de algunas familias a ambos lados del camino del sur, algo lógico, este era una de las pocas vías de entrada o salida de la ciudad y se prestaba para el intercambio comercial como fuente de sustento para todas las personas que se iban asentando en la zona, no existe una fecha de fundación y las primeras referencias a lugares de estos parajes se pueden encontrar en Actas Capitulares de principios del siglo XVI, para esta fecha todavía faltaba mucho tiempo para la llegada de la primera oleada migratoria de canarios a Cuba, continúan expresando los historiadores:

Es conocido que fue Jesús del Monte uno de los lugares de gran predominio canario, donde estos llegaron a mediados del siglo XVII, por tanto constituye uno de los núcleos poblacionales más antiguos, con presencia de familias enteras dedicadas al cultivo del tabaco…[3]

También expresan:

La presencia canaria en el territorio habanero de Jesús del Monte está confirmada por el primer bautismo de fecha 6 de julio de 1689 y el primer matrimonio del 3 de noviembre de ese mismo año. No obstante, existe la posibilidad de que antes de esta fecha ya hubiera asentamientos canarios en esta zona porque ellos tenían preferencia por el cultivo del tabaco que tan abundantemente se cultiva en dicho territorio… [4]

Pongamos las cosas en su justo lugar, es cierto que está confirmada la presencia canaria en Jesús del Monte desde mediados y finales del siglo XVII, el documento más antiguo que se "conserva" – por lo menos en el archivo parroquial – es el de un matrimonio de origen canario – no un bautismo, ni un entierro -, le muestro al lector la imagen de dicho documento:

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Fig. 1: Primer matrimonio de canarios en Jesús del Monte.

Aparece en el Libro 1 (libro único) en la sección de matrimonios de españoles, folio 135, en este documento se expresa textualmente lo siguiente:

… 1º – f. 135 – Miércoles tres de noviembre de mil seiscientos y ochenta y nueve en la Hermita de Sor. San Cristoval [5]que está en Paso seco casamos y velamos a Baltasar López hijo de Juan López y María Pérez naturales de la isla de Tenerife y a María Hernández hija de Bartolomé Hernández y de Ana González, así mismo naturales de dicha isla, y también velamos dicho día en la dicha Hermita a Pedro Bautista Perdomo, y a Ursula Felipa de Llerena su mujer.

Testigos Juan de Lugo, Matías de Lugo y dicho Pedro Bautista presentes. Y lo firmé.

Diego, Obpo de Santiago de Cuva [6]

Este libro fue trasuntado por orden expresa del obispo de la diócesis y como se puede observar – en la imagen – al margen aparece la rubrica del copista, ahora bien, hagamos un pequeño análisis de este asiento de matrimonio porque su redacción (típica de la época) puede resulta algo compleja, sobre todo para la comprensión correcta del asunto de la presencia canaria en el territorio de Jesús del Monte.

El asiento fue hecho en dicho libro – en la sección de matrimonios de españoles – de la iglesia de Jesús del Monte pero, el obispo Compostela deja bien claro que el matrimonio se efectuó en:

la Hermita de Sor. San Cristoval que está en Paso seco

Es el único asiento donde se mensiona este lugar – Paso seco -, aquí se hace necesario hacernos la clásica pregunta sobre ¿qué se entiende por Jesús del Monte?, ya he expresado en otro momento que:

Jesús del Monte puede verse –de igual manera- como un barrio, una zona parroquial, un poblado, una región, un partido, una comunidad, la cabeza de un municipio, una localidad o un Consejo Popular, todo depende del observador, de la época, del momento histórico y de la perspectiva con que se mire

Pero lo que no debemos pasar por alto es que, de acuerdo al Jesús del Monte al que nos estamos refiriendo será la connotación que adquirirá la localidad, si se está haciendo referencia al Jesús del Monte del primer asiento de matrimonio canario para significar una fecha fundacional – que no existe -, y estos primeros matrimonios se efectuaron en lugares distantes del poblado de Jesús del Monte y su iglesia, evidentemente la referencia es a la zona parroquial y la pregunta sería entonces, ¿qué fundaron?, Calabazar, San Francisco, Santiago de las vegas, El Calvario, Mantilla etc., esta es una zona muy amplia, con muchos poblados de significación pero no es el Jesús del Montepoblado – que se quiere hacer ver y que todos conocemos.

Entre el 3 de noviembre de 1689 y el 30 de octubre de 173041 años –, existen un total de 187 asientos de matrimonios, 54 entre canarios que representan el 28,87 % del total, en todos no se dice el lugar concreto donde se efectuó el matrimonio pero un determinado número de ellos, correspondientes a el período que se toma como referencia para argumentar la presencia de canarios en Jesús del Monte citan los lugares donde se efectuó el matrimonio, como el caso de ese primer asiento que fue en Paso seco (B), u otros que mencionan sitios como Burón (F), San Francisco (G), Río hondo (D), etc., todos son lugares bastante distantes de la zona de la iglesia y del núcleo poblacional del poblado de Jesús del Monte, solamente aquellos que dicen que la boda se efectuó en "esta auxiliar de parroquia", pueden ser considerados como efectuados en la iglesia de Jesús del Monte pero en el período entre 1689 y 1692 solo se efectuaron cuatro matrimonios que se citan en lugares distantes.

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Fig. 2: Mapa donde aparece la zona parroquial de Jesús del Monte según lo dispuesto en la época y algunos sitios que se citan en los folios de matrimonios entre canarios en entre el 3 de noviembre de 1689 y el 30 de octubre de 1730.

Es necesario recordar que, desde el Sínodo Diocesano de 1680nueve años antes que el asiento 135 – se disponía que la jurisdicción de una iglesia era de cuatro leguas a la redonda (diámetro total, pero partiendo de un radio de dos leguas), esta área se constituía en la zona parroquial, por tanto, todos los matrimonios, bautismos y entierros que se efectuaran dentro de la zona parroquial de Jesús del Monte [área dentro del círculo C en el mapa] tenían que ser asentados – obligatoriamente – en los libros de esta iglesia auxiliar de la Parroquial mayor de la Habana, además de ser la única existente en extramuros para la fecha. En el caso específico del primer asiento de matrimonios se trataba de una boda de canarios que se efectuó en la ermita que se encontraba en Paso seco [B], un lugar que aún existe en las inmediaciones del poblado de Calabazar, bastante distante de la zona donde está enclavada la iglesia [zona del poblado de Jesús del Monte, A] pero dentro del límite de las cuatro leguas establecidas para la zona parroquial de la iglesia de Jesús del Monte.

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Fig. 3: Comparación entre el fragmento del mapa donde aparece la zona parroquial de Jesús del Monte y Paso Seco, con una imagen satelital actual, la coincidencia es aún notable en la zona de interés.

Teniendo en cuenta todo lo antes expresado, se puede decir – de forma puntual – que la presencia de canarios en el territorio parroquial de Jesús del Monte data del entorno de fecha en que señalan algunos historiadores, pero cuando de va a hacer referencia puntual a los asientos parroquiales sobre los matrimonios canarios, hay que definir correctamente de qué Jesús del Monte se está hablando para no cometer el error de vincular estos sucesos con el proceso de surgimiento del poblado de Jesús del Monte que es una cuestión diferente y aún en estudio.

Casualmente gran parte de este territorio parroquial se encuentra descrito – paso a paso – por Esteban Pichardo en su obra "Caminos de la isla de Cuba. Itinerarios", Tomo – III, e incluso describe el "Camino de Paso – Seco"[7], con esa descripción y este fragmento de mapa[8]– aunque no es en el que se sustenta Esteban Pichardo para hacerla, ni el que se correspondía para la época del asiento, solo lo tomo para poder ilustrar mejor el caso – cualquiera persona puede identificar de manera muy fácil el lugar.

Una tendencia generalizada entre los historiadores es la de relacionar a Jesús del Monte solamente con la producción tabacalera pero esta no era la única, aquí tenemos otra cuestión que – también – es necesario estudiar y analizar adecuadamente. José María de la Torre, en su obra "Lo que fuimos y lo que somos o la Habana antigua y Moderna" nos comenta que en la región existían varios ingenios y se cultivaba bastante la caña de azúcar, si analizamos sus planteamientos y comparamos las zonas que él describe, con la de los asientos de matrimonios de canarios anteriormente citados, estos se ubicaban en estas zonas de ingenios y producción de azúcar, lo que nos hace pensar en la posibilidad real de que no fueran vegueros cultivadores de tabaco, aunque históricamente se ha venido erróneamente asumiendo los términos vega y vegueros de una manera parcial, veámos las definiciones de la Real Academia Española de estos términos:

RAE:

  • Vega

1. f. Extensión de tierra baja, llana y fértil generalmente regada por un río.

2. f. Extensión de tierra que se utiliza para el cultivo del tabaco.

  • Veguero:

1. f. De la vega.

2. f. Cigarro puro hecho de una sola hoja de tabaco.

3. f. Persona que trabaja en el cultivo de una vega.

Partiendo de estas definiciones de la RAE podemos comprender que veguero no es solo el que cultiva el tabaco, también es un campesino que tiene o cultiva en una parcela de tierra cualquier tipo de producto agrícola, el término aún se utiliza en algunas zonas geolectales[9]de Cuba para identificar la finca de un campesino, no olvidemos que la variante del español cubano es muy rica y a la vez compleja.

Todo lo anteriormente expresado es válido – sobre todo para la época que analizamos – porque existe la tendencia – falsa – a pensar, cuando se habla de los canarios de Jesús del Monte, que todos se encontraban asentados en la zona próxima a la calzada y la iglesia [A] y que todos se dedicaron al cultivo del tabaco, esto no fue realmente así.

Es cierto que el cultivo del tabaco en Jesús del Monte se señala como una actividad económica de mucha significación, de todos es conocido el trágico suceso de la sublevación de los vegueros de 1723no fue la única pero si la más trágica -, determinados historiadores y algunas fuentes señalan que un alto componente de ellos eran canarios de Jesús del Monte – como territorio integral – y hacen referencia a los ocho vegueros enterrados en el cementerio de la parroquia de Jesús del Monte víctimas del suceso histórico pero, lo curioso de todo resulta ser que, en los asientos de entierro de estos hombres, tampoco dice que alguno de ellos fuera canario, se trata de ocho asientos iguales, estos documentos prueban que fueron enterrados en el lugar pero no que fueran de esa procedencia, le transcribo al lector uno de ellos:

96. Matheo Ravelo:- En la iglesia Auxiliar de Jesús del Monte en veinte y quatro de Febrero de mil setecientos y veinte y tres se le dio sepultura al cuerpo difunto de Matheo Ravelo Adulto, a quién se le administró el Sto. sacramento de la penitencia solamente por haberle ajusticiado incontinenti y para que conste lo firmé = Salvador Hernández de Orta

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Fig. 4: Asientos de entierro de los vegueros en el cementerio de la parroquia de Jesús del Monte.

Es probable que esta sea la primera vez que se muestre – públicamente – una imagen de estos asientos, el "Libro segundo de entierros de españoles de la iglesia auxiliar de Jesús del Monte", correspondiente al intervalo temporal entre 1715 a 1792propiedad de la iglesia – donde aparecen estos asientos y otros correspondiente al período de la toma de la Habana por los ingleses, fue solicitado desde la década del 70 del siglo XX por la oficina del historiador de la ciudad, con el objetivo de ser copiado por constituir un documento de carácter histórico, a pesar de los múltiples esfuerzos, nunca ha sido devuelto a la parroquia y se ignora el paradero del mismo, gracias a Rogelio Bombino Gatell[10]que tuvo la previsión – muy lógica – de hacer copia de estos documentos – antes de que saliera el libro del archivo parroquial -, temiendo que ocurriera lo que a la postre sucedió, hoy podemos contar con ellos, por tanto, muy pocas personas hemos tenido el privilegio de poder leer estos asientos o tener copia de ellos.

Otra cuestión que sí está confirmada es que en el territorio habían ingenios azucareros en múltiples lugares de la zona parroquial, incluso en las inmediaciones de la zona más identificada históricamente como Jesús del Monte [A], para que no existan dudas sobre el asunto, le muestro al lector las siguientes referencias:

Ingenios- En 1595 se estableció un ingenio de fabricar azúcar [el primero de la Habana] en el lugar nombrado los Cangrejos (cerca del puente de Chávez) por Vicente Sta. María. A poco después fundó otro Alonso de Rojas (el menor) en el paraje que decían los Ranchitos (donde está hoy el Tívoli) y se hicieron otros en el Cerro, Jesús del Monte y la Rinconada, (no conocemos bien este punto)…[11]

Quince años [antes de 1598] hacía que en las inmediaciones de la Habana se cultivaba algo extensamente la caña, cuando por el puente de Chávez fundó Vicente Santa-María un ingenio. Pronto se establecieron otros en el Cerro y Jesús del Monte, usándose, en todos, caballos y brazos para impulsar la máquina de moler…[12]

Se producían también frutos menores, legumbres y algún que otro cultivo que hoy pudiera parecer exótico en Cuba, como el chícharo, todo este conjunto de producciones agrícolas eran parte de la vida económica y sustento familiar en Jesús del Monte además de ser mercancía de intercambio y abasto de la Habana.

Por último, según Manuel Hernández González en su trabajo titulado "Los campesinos canarios en el extrarradio habanero":

En el Censo de 1786 de Jesús del Monte los canarios cabeza de familia eran numerosos: 76. La mayoría eran labradores arrendatarios sin bienes […] Sus familias eran numerosas, con una media superior a los 5 miembros. Era una muestra del proceso de urbanización del barrio a finales del siglo XVIII. El carácter de arrendatarios de los campesinos es general […] En Luyanó en […] 1786 el número de cabezas de familia canarios era de 14…[13]

Estos fragmentos de información el autor señala que pertenecen a los fondos del Archivo Nacional de Cuba[14]

Las sublevaciones de los vegueros

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Fig. 5: Ajusticiamiento de los vegueros sublevados.[15]

Este es el momento adecuado para adentrarnos en otro tema relacionado con los canarios y Jesús del Monte que ha sido motivo de tergiversaciones, sobre todo a partir de la última década del siglo XX, me refiero a "La sublevación de los vegueros", veámos estos hechos.

Casi desde el mismo momento en que Rodrigo de Triana gritó ¡Tierra!, y el Almirante Cristóbal Colón la pisó, se comienza a hacer referencia histórica de la existencia del tabaco en Cuba. La aromática hoja fue tomando mayor significación con el paso del tiempo, se fue extendiendo su consumo y cultivo en otros confines, hasta que comenzó a adquirir connotación comercial en el siglo XVI, a partir de aquí se convierte la hoja en una mercancía y Cuba en su productor principal.

En época de Felipe V se implantó el "Estanco del Tabaco" [2], el estado se convirtió en el privilegiado entre los productores y mercaderes. Por Real Decreto del 11 de abril de 1717, el gobierno se hizo cargo de la compra de la producción, este sería quién la vendería posteriormente en el exterior, se le daba el derecho de comprar las cantidades que deseara según las tarifas que él mismo estableciera, en esto consistía el "Estanco del Tabaco", también se creó la Real Factoría en 1711 que era la entidad ejecutora de toda la operación, según Miguel Rodríguez Ferrer[16]la factoría:

Inventó y se apropió el derecho de quemar y pagar por lo que se le antojaba lo que en su concepto era malo, defraudando así los intereses, las esperanzas y el triste fruto del trabajo del labrador; ella, finalmente fue el móvil de trascendentales disgustos y amargos sinsabores

Se hace imposible hablar sobre la historia del tabaco en Cuba, sin hacer referencia a Jesús del Monte, ya me he referido a que en este territorio se fueron estableciendo desde finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, un número indeterminado de cultivadores –o vegueros como especifica una de las acepciones de la RAE – de origen canario, pero sería poco serio y falto de sustento, afirmar que fueran una mayoría – entre el total de los cultivadores – y mucho menos que fueran ellos los que introdujeron el cultivo en la jurisdicción pues el producto se cosechaba en Cuba mucho antes que la llegada de las primeras oleadas de canarios.

Producto del Estanco, los vegueros comenzaron a manifestar desacuerdos y malestar, esta situación dio lugar a los hechos que la historia recoge como la primera "Sublevación de los Vegueros". El 21 de agosto de 1717 los vegueros de la zona de los alrededores de la Habana, obstruyeron los caminos y armados fundamentalmente con útiles de labranza, entre ellos el machete, interrumpieron el tránsito por los caminos existentes, paralizando el comercio, un hecho que llama profundamente la atención es lo que expresa Guillermo Callejas Leal[17]

Por otra parte, más de quinientos vegueros, en actitud de abierta rebeldía, se apoderaron de la iglesia del poblado de Jesús del Monte, en los alrededores de La Habana, y acordaron impedir que continuara la operación de embarque –de tabaco-…

El hecho de que los vegueros escogieran el territorio de Jesús del Monte para realizar sus operaciones tiene sus justificaciones lógicas, independientemente de ser una zona donde vivían y cultivaban el tabaco un número de ellos – teniendo en cuenta las dimensiones de la zona parroquial -, el territorio era estratégico por su elevación, pasaban por el la mayoría de los suministros a la Habana intramuros, se encontraba solo a una legua de la misma, todo esto les proporcionaba una posición estratégica frente a cualquier reacción de las tropas, como es lógico, esto podía inmiscuir al templo en el conflicto porque lo único que debía existir allí en la loma, era la iglesia.

Según relata la historia, los vegueros, posteriormente, ocuparon la ciudad y obligaron a las tropas a mantenerse en sus cuarteles, creándose un vacio de poder, esta situación le costó el cargo al gobernador y terminó con la "suspensión" momentánea de las operaciones del estanco, además de conseguir los vegueros una promesa de gestionar con el Rey la revocación del Real Decreto del Estanco del Tabaco.

Otra cita que concuerda de alguna forma con la anterior nos las brinda Dolores Guerra López[18]

Esto sirvió para que los emisarios dueños de molinos y los traficantes tabacaleros llevaran a conocimiento de los vegueros la necesidad de protestar eligiendo el poblado de Jesús del Monte, como centro de reunión, el 21 de julio de 1717, por ser éste un punto de comunicación con San Miguel del Padrón, Guanabacoa, Santiago de las Vegas y Bejucal, entre las zonas que más se afectaron con la medida

Muchos de estos sitios mencionados por la autora de la cita se encontraban dentro o muy próximos a la zona parroquial de Jesús del Monte que ya he mostrado, por último veamos otra cita sobre los sucesos de la primera sublevación:

El 21 de agosto muchos vegueros procedentes de Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Santiago de las Vegas, Bejucal y otros lugares se concentraron en el poblado de Jesús del Monte armados de machetes, mosquetes, arcabuces y pistolas…[19]

Estas tres citas, aunque no son iguales del todo, refieren los mismos hechos, coinciden en la ubicación del suceso en el poblado de Jesús del Monte y la primera, señala el lugar de la iglesia como protagónico, cuestión importante porque en el amplio marco teórico que ha dado pie a este trabajo, ni en los libros del archivo parroquial aparece referencia alguna, cuestión bastante rara.

En agosto de 1720 se produce la segunda sublevación, nuevamente Jesús del Monte es el lugar escogido por los vegueros, otra vez se vuelve a afirmar que los vegueros se hacen fuerte en la loma de la iglesia[20]esto es lógico que sucediera producto de la elevación del lugar, esta vez cortan el suministros a la ciudad y amenazaron con repetir los actos de 1717. También se plantea que el Gobernador sitió la iglesia de Jesús del Monte, cuestión que obligó al Obispo Gerónimo Valdés a amenazarlo con la excomunión, gracias a la mediación del prelado y del entonces sacerdote Pedro Agustín Morell de Santa Cruz se evitó el derramamiento de sangre, otra vez el templo se ve involucrado en la contienda, por lo menos de manera referencial, según Jacobo de la Pezuela:

Habiendo retardado el visitador de León algunas compras á los vegueros más vecinos á la capital, divulgaron que lo que se proponía aquel funcionario era adquirir las hojas más adelante á menos precio que el designado en la tarifa. Bastó la especie para sublevarlos é inspirarles a la determinación de destruir las sementeras y hacerse á sí mismo más perjuicio que el que podían recelar de los factores. A últimos de junio juntáronse con armas más de mil isleños y vegueros resueltos a repetir los escándalos de agosto de 1717. Pero había ahora mayores fuerzas y era de otro temple que el de Raja el que la gobernaba. Ya se prevenían para desbaratarlos la compañía de caballos y otras dos de jinetes milicianos, cuando ofrecieron á Guazo don José Bayona y el vicario provisor del obispado disipar sin efusión de sangre aquel tumulto. Dos horas de pláticas en Jesús del Monte bastaron en efecto para que se retiraran los labradores a sus casas, ofreciéndoles también Bayona, como premio de su docilidad, que todos los propietarios les perdonarían el pago de sus tributos de aquel año que eran diez pesos por vega[21]

En esta cita se pueden encontrar varias cuestiones importantes relacionadas con los canarios, los vegueros y Jesús del Monte, dice Pezuela que:

juntáronse con armas más de mil isleños y vegueros

Por primera vez se hace referencia a los isleños canarios en el suceso, dice que fueron más de mil, pero no refiere si eran de Jesús del Monte, ni de la zona parroquial, pero además añade que, también habían vegueros – en otra acepción de la RAE, esta vez referente a trabajadores de las vegas –, esto ayuda a refutar la tan manida expresión – al referirse a los hechos que estamos narrando por algunos historiadores – que hasta titulan sus trabajos con términos como "La sublevación de los vegueros canarios de Jesús del Monte", ni todos eran canarios, ni todos eran de Jesús del Monte.

En febrero de 1723 se produce la tercera y última de las sublevaciones de los vegueros, esta es la más conocida por todos, fundamentalmente por su fatídico final, nuevamente Jesús del Monte y la zona de su iglesia se ven envueltos en el hecho, es por eso que Miguel Rodríguez Ferres cita:

pues como dice el Sr. Sagra, <<la loma de Jesús del Monte recordará siempre á los habitantes aquel país las ejecuciones practicadas con infelices cosecheros, tiranizados en lo que debiera ser libre ejercicio su industria>>>…[22]

Jacobo de la Pezuela relata el hecho que terminó en desgracia de la siguiente manera:

á principios de febrero de 1723 se armó un nuevo tumulto entre los labradores. Los de San Miguel, Guanabacoa y Jesús del Monte, resueltos a desechar toda proposición de compra á un precio que no fuese cuando menos superior al que estaba señalado en las tarifas de León, se reunieron en número de 500 armados y montados todos, y destruyeron el día 18 de aquel mes las labranzas de los vegueros de Santiago y Bejucal que se avenían á admitir las condiciones del visitador. Deseando Guazo anonadar esta sedición de un solo golpe y antes de que tomara mayor vuelo, á las nueve de la noche del 20 despacho á castigarla á la compañía de caballos mandada por don Ignacio Barrutia. Encontróselos este oficial junto a Santiago al amanecer del 21; y siendo recibido á mosquetazos cuando se adelantaba casi solo a intimarles la sumisión, cerró sobre ellos hiriendo y matando á algunos y cogiéndolos 12 á quienes mandó Guazo[23]que ahorcaran aquel mismo día[24]de los árboles de Jesús del Monte; ejemplar duro pero que aquietó para siempre á los vegueros…[25]

Esta cita de Jacobo de la Pezuela es interesante, en ella se llama a los sublevados "labradores", término que estimo es correcto pero luego es evidente que hiperbolizó el hecho cuando dice:

se reunieron en número de 500 armados y montados todos

Este es un asunto que nunca a estado claro, existen muchas diferencias entre lo planteado por los diferentes autores que han escrito sobre el tema, hay que tener presente que Pezuela era un militar español que también le podía haber interesado hacer notar la envergadura del hecho y la importancia de la victoria de las tropas españolas.

Desgraciadamente así terminaron los sucesos de "La sublevación de los vegueros" y esos fueron los vínculos que tuvieron Jesús del Monte y los canarios con los hechos, no fueron todos los participantes vegueros canarios ni mucho menos todos de Jesús del Monte, como algunos quieren hacer ver. Muchos años después, a inicios de la década del 30 del siglo XX, el entonces significativo párroco de la iglesia de Jesús del Monte, José Rodríguez Pérez, encontró en los archivos de la parroquia, en el Libro 2 de entierros de españoles, los registros de entierro en el cementerio de la iglesia de Jesús del Monte de ocho de los vegueros ejecutados durante los hechos de 1723[26]

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Fig. 6: Placa recordatoria de los vegueros enterrados en el cementerio de la iglesia de Jesús del Monte, único tributo que existió en el lugar que perpetuaba la memoria del hecho, (fue sustraída por algún delincuente en el año 2013).

Los ocho vegueros sepultados en el cementerio de Jesús del Monte fueron:

  • 1) Mateo Ravelo.

  • 2) Blas Martín.

  • 3) Melchor Martí.

  • 4) Melchor Martín (hijo)

  • 5) Juan de Quesada.

  • 6) José Camino.

  • 7) Pedro González.

  • 8) Eusebio Pérez.

Todo lo anteriormente expresado es válido – sobre todo para la época que analizamos – porque existe la tendencia – falsa – a pensar, cuando se habla de los canarios de Jesús del Monte, que todos se encontraban asentados en la zona próxima a la calzada y la iglesia [A] y que todos se dedicaron al cultivo del tabaco, esto no fue realmente así.

Es cierto que el cultivo del tabaco en Jesús del Monte se señala como una actividad económica de mucha significación, de todos es conocido el trágico suceso de la sublevación de los vegueros de 1723no fue la única pero si la más trágica -, determinados historiadores y algunas fuentes señalan que un alto componente de ellos eran canarios de Jesús del Monte – como territorio integral – y hacen referencia a los ocho vegueros enterrados en el cementerio de la parroquia de Jesús del Monte víctimas del suceso histórico pero, lo curioso de todo resulta ser que, en los asientos de entierro de estos hombres tampoco dice que alguno de ellos fuera canario, se trata de ocho asientos iguales, estos documentos prueban que fueron enterrados en el lugar pero no que fueran de esa procedencia, le transcribo al lector uno de ellos:

96. Matheo Ravelo:- En la iglesia Auxiliar de Jesús del Monte en veinte y quatro de Febrero de mil setecientos y veinte y tres se le dio sepultura al cuerpo difunto de Matheo Ravelo Adulto, a quién se le administró el Sto. sacramento de la penitencia solamente por haberle ajusticiado incontinenti y para que conste lo firmé = Salvador Hernández de Orta

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Fig. 7: Asientos de entierro de los vegueros en el cementerio de la parroquia de Jesús del Monte.

Es probable que esta sea la primera vez que se muestre – públicamente – una imagen de estos asientos, el "Libro segundo de entierros de españoles de la iglesia auxiliar de Jesús del Monte", correspondiente al intervalo temporal entre 1715 a 1792propiedad de la iglesia – donde aparecen estos asientos y otros correspondiente al período de la toma de la Habana por los ingleses, fue solicitado desde la década del 70 del siglo XX por la oficina del historiador de la ciudad, con el objetivo de ser copiado por constituir un documento de carácter histórico, a pesar de los múltiples esfuerzos, nunca ha sido devuelto a la parroquia y se ignora el paradero del mismo, gracias a Rogelio Bombino Gatell[27]que tuvo la previsión de hacer copia de estos documentos, temiendo que ocurriera lo que a la postre sucedió, hoy podemos contar con ellos, por tanto, muy pocas personas hemos tenido el privilegio de poder leer estos asientos.

Los canarios en el siglo XIX

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Fig. 8: "Emigrantes españoles esperando el barco para América". Óleo [anónimo] de la época.

Una cuestión si está bien clara sobre los inmigrantes canarios del siglo XIX en Cuba, desde las primeras décadas, las principales fuerzas económicas y políticas del país pujaron por la introducción en la isla de fuerza de trabajo procedente de esa región – y de otras -, solo tenían que ser blancos, católicos y de países amigos de España, esta cuestión fue autorizada por la Corona con la Real cédula de población blanca, este se convertiría en un segundo empujón – legal – respecto a la inmigración canaria para la isla y para Jesús del Monteaunque en mi opinión, de una forma u otra, en mayor o menor cuantía, siempre estuvieron entrando canarios y peninsulares al país-.

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Fig. 9: Real cédula conocida como de población blanca.

Como si el periodo de 1815 a 1819 tuviese el destino providencial de echar en Cuba los elementos de su futura prosperidad, el augusto padre de nuestra Reina hizo expedir en 1817 la real célula llamada de población blanca…[28]

Lo que planteaba la Real cédula desde los primeros párrafos era lo siguiente:

El Rey

Gobernador Capitán General de la isla de Cuba, el Intendente de Egército [29]y Real Hacienda de ella. En carta de diez y siete y diez y ocho de Enero de este año recomendasteis, como de mucha necesidad para la felicidad y conservación de esa mi estimada isla, una representación que acompañasteis del Ayuntamiento, Consulado y Sociedad Económica de la Havana, en la que haciendo una sucinta relación de la extensión de la isla, número y calidad de sus habitantes, estado de su agricultura y del de su fuerza física, demuestran que se halla deplorada é indefensa una de las más importantes posesiones de mi Real Corona, y yermos unos campos que cultivados, pueden producir los mejores frutos deseados por las demás naciones: manifiestan que después de haber mediado detenidamente sobre asunto de tanta importancia, no han encontrado otros medios capaces de conciliar y satisfacer tan diversas exigencias sino el aumento de la población blanca con españoles de la península ó de las islas Canarias, y á falta de estos con europeos católicos de las potencias amigas:…[30]

A continuación se enumeran un total de 29 artículos donde se disponen las regulaciones que regirán para las personas que desearan y cumplieran las condiciones necesarias para emigrar a Cuba como colonos[31]le mostraré al lector algunos de estos artículos, solo los que en mi modesta opinión ofrecían mejores incentivos para que los individuos se motivaran a venir la isla, estos son los siguientes:

  • Artículo 1ro- Todos los extranjeros de potencias y naciones amigas mías que pretendan establecerse, ó que lo estén ya en la isla de Cuba, deberán hacer constar por los medios correspondientes al Gobierno de ella que profesan la Religión Católica Romana, y sin esta indispensable circunstancia no se les permitirá domiciliarse allí; pero á mis vasallos de estos dominios y los de india no se les ha de obligar á esta justificación, respecto de que en ellos no puede recaer duda sobre este punto.

  • Artículo 3ro- Pasados los cinco primeros años del establecimiento de los colonos extranjeros en la isla, y obligándose entonces á permanecer perpetuamente en ella, se les concederán todos los derechos y privilegios de naturalización, igualmente que á los hijos que hayan llevado, ó les hubieren nacido en la misma isla, para que sean admitidos de consiguiente en los empleos honoríficos de república y de la milicia, según los talentos de cada uno.

  • Artículo 4to- En ningún tiempo se impondrá la menor capitación ó tributo personal sobre los colonos blancos, y solo los satisfarán por sus esclavos negros y pardos, á razón de un peso anual por cada uno, después de diez años de hallarse establecidos en la isla, sin que jamás se aumente la cuota de este impuesto.

  • Artículo 5to- Durante los cinco primeros años tendrán libertad los colonos españoles y extranjeros de volverse á sus patrias ó antiguas residencias; y en este caso se les permitirá sacar de la isla los caudales y bienes que hubiesen llevado á ella, sin pagar derechos algunos de extracción; pero de los que hubieren aumentado en el referido tiempo han de contribuir diez porciento.

  • Partes: 1, 2
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