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Estrategias para la motivación del estudio de la química en estudiantes del bachillerato

Enviado por gabriel rodriguez


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. La química de la vida cotidiana
  4. Características de la química de la vida cotidiana
  5. Referencias bibliográficas

Resumen

El estudio de la química en el bachillerato ha supuesto un alto nivel de dificultad, debido, entre otros factores, a las estrategias tradicionalmente repetitivas y memorísticas que han utilizado y siguen utilizando los docentes en esta asignatura. Esta situación repercute indudablemente en la prosecución a nivel universitario del estudio de esta ciencia, con sus correspondientes consecuencias para el desarrollo científico del país. Ante esta problemática, ha surgido, aunque de manera poco promulgada, la utilización de la conexión de los fenómenos de la vida cotidiana y el estudio de la química, como una alternativa para el fomento del estudio de esta ciencia, además la utilización de prácticas de laboratorio para llamar la atención de los estudiantes. Desde esta visión en este artículo se exponen de manera sucinta las características de lo que se puede llamar "química de la vida cotidiana" y los aspectos cognitivos relacionados al proceso de aprendizaje de la misma.

Palabras Claves: Estrategias, motivación, estudiantes, química, bachillerato.

Introducción

La Educación debe ser considerada una tarea a desarrollar a lo largo de la vida de las personas, lo cual supone que el proceso educativo no consiste en la simple transmisión y adquisición de conocimientos, sino más bien una actividad a través de la cual se proporcione a cada persona, un cúmulo de experiencias que contribuyan a la formación de ciudadanos aptos, capaces de incorporarse al campo laboral y participar activamente en la sociedad.

Por otro lado, todas las Ciencias, entre ellas Química, tienen la capacidad de transformar la Naturaleza y esto constituye una de las claves del progreso humano puesto que nos proporciona el bienestar necesario para vivir cómodamente y cubrir nuestras necesidades. Sin embargo, debido al grado de abstracción de los contenidos de la Química uno de los problemas, que se encuentran en la educación actualmente, es la falta de interés de los alumnos por el aprendizaje de la misma.

Según Vilches (1997); sostiene que al conversar con jóvenes acerca del estudio de la Química se nota un rechazo general hacia el tema. Evidencia de lo mencionado anteriormente, son los comentarios expresados por los estudiantes, en donde la mayoría de ellos considera que el aprendizaje de la Química es difícil y aburrido, además de requerir de constante aprendizaje memorístico. Igualmente, afirman que no comprenden claramente los conceptos ni la aplicabilidad de los mismos, haciendo que pierdan el interés por dicha materia.

Correa (2005); "dice que los estudiantes pierden el interés en él estudia de la química, cuando se deja de relacionar esta con situaciones de la vida diaria, ya que el aprendizaje se logra cuando relacionamos un concepto con actividad ya conocida previamente".

Históricamente se ha evidenciado una gran apatía en los estudiantes de bachillerato hacia el estudio de la química, esto puede observarse en el bajo rendimiento generalizado en esta asignatura, la escasa participación en los eventos científicos y hasta el manifiesto rechazo hacia la misma.

Según Ferreira (1997); Uno de los resultados de rendimiento que ha sido objeto de estudio en contextos educacionales es el que se obtiene en química, puesto que el mismo revela niveles persistentemente bajos. La consideración de que los contenidos impartidos en química de bachillerato están muy alejados de la realidad provoca una desconexión de los estudiantes a su estudio, pues la asumen como inútil en su accionar diario. En este sentido, Machado (2006); sugiere que parte del rechazo que muchas veces la asignatura provoca en los alumnos parte de que la misma se dicta desde un gran nivel de abstracción teórica, que comienza con el mundo submicroscópico de la química, es decir, aquel que no puede llegarse a observar de manera directa.

Entre las principales causas de la desconexión de los estudiantes se encuentra el uso de estrategias de enseñanza donde se utiliza mayormente el método expositivo y repetitivo tal como lo afirma

Lacueva (2000); hay evidencia de que muchos estudiantes, luego de años de escolaridad, siguen sosteniendo en diversos campos, ideas contrarias al pensar científico, lo que manifiesta el fracaso de muchos métodos educativos, basados en la repetición simple de nociones y en la resolución mecánica de problemas.

Específicamente en el área de química, Pozzobon (2003); "puntualiza que la enseñanza de la nomenclatura química se imparte en forma deficiente, pasiva, con estrategias tradicionales, ocasionando dificultades en la comprensión del contenido".

Por otra parte, Díaz (1998); afirma que los estudiantes de bachillerato demandan, para la mayor comprensión de los contenidos, que utilicen en las clases un mayor número de ejemplos actuales y de la vida, además de actividades en equipo y visitas a algún lugar donde se presente el tema "en vivo", como en las industrias.

La química es una ciencia natural básica que se introduce en la educación formal en el 3er año de bachillerato; históricamente su estudio ha supuesto para la mayoría de las personas una gran dificultad, lo cual está inserto en la cultura familiar, influyendo sobre las nuevas generaciones; así, el estudiante que se inicia en el 3er año se enfrenta a la nueva situación planteada envuelto en un contexto que lo bombardea con proposiciones negativas sobre la materia. Esta situación se acentúa cuando el docente utiliza estrategias pasivas en la enseñanza de la química, lo que le confirma al estudiante las ideas que le han sido inculcadas. Así el reto del docente es derrumbar esos muros, que dificultan el acceso al aprendizaje, a través de estrategias que utilicen el conocimiento previo de los estudiantes, lo cual es altamente factible, ya que la química forma parte de todos los procesos que efectúa el ser humano y de todas las cosas que conforman el mundo.

Todas estas dificultades de los estudiantes para acceder a un aprendizaje significativo de la química en el bachillerato conllevan a un gran número de consecuencias, que no solo lo afectan como individuo, sino que afectan el desarrollo de la sociedad en todos sus ámbitos. Esta problemática, que se produce en los primeros momentos del estudio de la química de manera formal, repercute primeramente en el bajo número de estudiantes que aspira cursar estudios a nivel superior en esta área, por la poca vocación que se genera, por el desconocimiento de la misma y la concepción de alta dificultad de su estudio. Debido a que la química está presente en todas partes y en todas las actividades humanas, la vida cotidiana encierra muchos temas y ejemplos de interés que podrían ser utilizados en los procesos de enseñanza y aprendizaje de esta materia para tratar de motivar al estudio de la química y tratar de disminuir las dificultades que se presentan en los diversos niveles educativos.

La química de la vida cotidiana

La química de la vida cotidiana se refiere al estudio de los fenómenos cotidianos desde el punto de vista químico como una alternativa didáctica para relacionar las representaciones químicas a situaciones comunes que viven los estudiantes, de manera que se pueda facilitar la comprensión científica y el aprendizaje en esta área. Existe una multitud de fenómenos cotidianos que pueden estudiarse desde el punto de vista químico. Así, la incorporación al aula de los procesos químicos cotidianos conllevaría a un mejoramiento de la materia a enseñar por parte del docente, al promover una renovación de las actividades y métodos de enseñanza y generar en los estudiantes un interés y una actitud más activa hacia la química, para buscar explicaciones al mundo que los rodea.

En este sentido, Torres (2003); afirma que los fenómenos químicos que ocurren a nuestro alrededor tienen un alto valor educativo si se hace un buen uso de la incorporación de cuestiones y fenómenos cercanos y atractivos para los estudiantes, en función del nivel de exigencia y de desarrollo cognitivo de los alumnos.

Para Machado (2006); es necesario que los docentes puedan articular la vida cotidiana con el mundo submicroscópico de la química, a fin de que el conocimiento transmitido sea necesario, comprensible y útil; de otra manera, aquello que los alumnos no pueden comprender terminarán aprendiéndolo de memoria a fin de aprobar la asignatura.

De esta forma, si los estudiantes logran conectar los fenómenos de la vida cotidiana con el estudio formal de la química podrán hacer uso de su experiencia para hacer significativo su aprendizaje, al no ver la química como una ciencia cuyo estudio está separado de las actividades que comúnmente realizan. El justo reconocimiento de la química cotidiana como eje central del estudio de la química requiere organizar el currículo en función de los fenómenos que suceden a nuestro alrededor. Esta orientación en la elaboración del currículo lleva a la conexión entre la ciencia escolar y la ciencia de la calle.

Características de la química de la vida cotidiana

Parte de fenómenos observables. Machado (2006); "afirma Que es muy difícil comenzar a hablarles a los chicos sobre un electrón o un átomo porque no van a poder verlo". Lo que si puede observarse es si un líquido burbujea, desprende gases o cambia de color, y es entonces cuando a partir de esas manifestaciones podemos darnos cuenta de que algo está sucediendo con los átomos.

Utiliza ejemplos y analogías de la vida cotidiana.

Cañón (2003); explica que la química es una ciencia necesaria para comprender muchos aspectos de la época contemporánea, a los que frecuentemente se alude en los medios de comunicación, como las pilas alcalinas, el pH, la corrosión y la batería del automóvil. El ámbito de la química es complejo, es el fundamento de cuestiones tan amplias como fármacos, plásticos, fertilizantes, insecticidas, cosméticos, conservantes, Entre otros.

La química cotidiana se vale entonces del estudio de los fenómenos que acontecen comúnmente en la vida, para adentrar con mayor facilidad al estudiante en el mundo microscópico de los átomos. Para seleccionar los fenómenos cotidianos necesarios para cada contenido es necesario contar con un abundante banco de referencias cotidianas. Los libros de textos proporcionan escasos fenómenos. Los medios de difusión científica (congresos, revistas, la web, entre otras) suelen ser una fuente habitual de selección de actividades. Estas vías se ven enriquecidas si ampliamos la búsqueda a través de "trucos domésticos" que aparecen en numerosas revistas.

Posibilita la abstracción desde el aspecto macroscópico hasta el microscópico. Si bien es cierto que el aprendizaje de la química requiere un cierto nivel de abstracción, ya que sus representaciones están codificadas de una forma determinada, no es menos cierto que es más factible hacer la abstracción requerida cuando se logra la percepción directa de los fenómenos y se asocian a situaciones o materiales que se manejan comúnmente, en forma cotidiana, donde se utilicen los conocimientos previos para la aprehensión del conocimiento nuevo, en lo que se ha denominado por algunos como "aprendizaje significativo".

Martiano y Diez (2003) afirman que el aprendizaje significativo se da cuando las tareas están relacionadas de forma congruente y el sujeto aprende debido a que como agente constructor de su conocimiento, relaciona los conceptos que va a aprender y le da sentido a partir de la estructura conceptual que ya posee. De esta forma se parte de los fenómenos macroscópicos que pueden percibirse, que de hecho se perciben de forma cotidiana, para introducir al estudiante en los aspectos microscópicos que no se pueden observar.

Promueve actividades innovadoras de aprendizaje.

Cañón (2003); afirma que la introducción de actividades innovadoras debe ser el comienzo para aumentar poco a poco la exigencia de mejorar el currículo de química, de ir pensando paulatinamente de pequeños cambios en el aula a un diseño fundamentado y concienzudo del mismo, transformando las innovaciones en el aula hacia una investigación desde el aula. Las actividades innovadoras en química cotidiana suelen girar en torno a varios de interés como son: el hogar, la limpieza, la cocina, la belleza (cosmética), o las actividades profesionales.

Los estudiantes mostraron interés en participar en las actividades propuestas por el grupo, manifestaron sentirse a gusto y comentaron que querían seguir haciendo actividades dinámicas como las que desarrollaban en ese momento. Al respecto Flores (1999); "afirma que, la motivación es la disposición que tiene una persona en realizar una actividad cualquiera" y en relación con el aprendizaje, Gagné (1975); "establece que es necesario un individuo motivado para que se produzca el aprendizaje puesto que la motivación constituye la fuerza que impulsa al alumno hacia dicho aprendizaje". Aquí se destaca la necesidad que tienen los alumnos de participar en actividades diferentes a las que el profesor realiza en su actividad docente.

En este sentido, García (2000); comenta que las clases tradicionales, donde predomina la exposición y el dictado, el estudiante se dedica a escuchar, escribir y memorizar, a hacer ejercicios de forma mecánica y aplicar fórmulas, resultan poco atractivas por lo que los alumnos no se sienten motivados a aprenderlas.

Según lo señalaron por los estudiantes, con esta actividad se estaban "dando cuenta" como se podían combinar, de forma práctica, los elementos para formar compuestos y de qué manera realmente lo hacían. Las reflexiones anteriores, de tipo metacognitivo, indican que los estudiantes son capaces de conocer y autorregular sus propios procesos mentales lo cual es requerido para un aprendizaje adecuado.

Referencias bibliográficas

Caamaño, A. (2003). Química cotidiana a través de la química de Salters. Jornadas didácticas de la química y la vida cotidiana. Madrid, España. Disponible: http://www.etsii.upm.es/diquimq/vidacotidiana.inicio.htm. (Consulta: 2016, enero 28).

Cañón, G. (2003) Didáctica de la química y la vida cotidiana. Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. Madrid, España. Disponible: http://www.etsii.upm.es/diquima/vidacotidiana/libro.htm. (Consulta: 2016, enero 28).

Díaz, F. (1998). Estrategias Docentes para un Aprendizaje significativo.

México: Mc Graw Hill. México. (Consulta: 2016, enero 28).

Ferreira, C. (1997) Una metodología para la enseñanza de la resolución de problemas de química dirigida a alumnos de noveno grado de educación básica. Universidad Pedagógica Experimental de Maracay. (Consulta: 2016, enero 28).

Flores, C. T. (1999). Motivación, una alternativa para el éxito. Universidad

Pedagógica Experimental Libertador. Caracas: FEDUPEL (Consulta: 2016, enero 28).

Gagné, R. (1975). Principios básicos del aprendizaje para la instrucción.

México. (Consulta: 2016, enero 28).

García, J. J., (2000). La solución de situaciones problemáticas: Estrategia didáctica para la enseñanza de la química. Enseñanza de las Ciencias. Revista de Investigación y Experiencias Didácticas, 18(1), 113-125. (Consulta: 2016, enero 28).

Lacueva, A. (2000). Ciencia y tecnología en la escuela. Madrid, España:

Laboratorio Educativo. (Consulta: 2016, enero 28).

Machado, M. (2006). Didáctica de la enseñanza de química. XIII reunión de educadores de Química. Universidad Nacional del Rosario. Rosario, Argentina. Disponible: www.fbioyf.unr.edu.ar. (Consulta: 2016, enero 28).

 

 

 

Autor:

Gabriel E Rodriguez M

edu.red edu.red

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

MICRO MISIÓN SIMÓN RODRÍGUEZ

CENTRO DE FORMACIÓN L.N.B. ELIAS ARAQUE MULLER

SANTA BÁRBARA ESTADO BARINAS

SANTA BÁRBARA, ENERO DEL 2016