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El Consenso de Washington


  1. Introducción
  2. Economía formal y pensamiento crítico
  3. Conclusión
  4. Bibliografía

Introducción

Para formar una mínima noción del modelo de desarrollo a nivel nacional e internacional se puede tomar como punto de referencia dos investigaciones bastante rigurosas, a saber: la primera hace alusión a los superávits y déficits comerciales de tipo formal que expone la teoría macroeconomía de Gregory Mankiw, la segunda corresponde al análisis profundo que realiza Andrés Felipe Mora en su texto el consenso de Washington prescripción política, aspectos históricos, teóricos y críticos.

Pregunta problemática

¿La prescripción política sustentada en un modelo ideológico que, condicionado históricamente, y en función de intereses, incertidumbres, posturas ideológicas y relaciones de poder, se adapta periódicamente, defendiendo al mercado como mejor mecanismo regulador de la vida social, permite comprender el por qué la economía defiende las desigualdades en materia de ingresos para conservar las clases sociales, países desarrollados y subdesarrollados?

Economía formal y pensamiento crítico

La economía formal de Mankiw señala que en el ámbito financiero existen dos constantes universales que permiten identificar el estado real de las empresas a nivel contable y de rentabilidad monetaria, a saber:

La primera constante es el superávit, es decir, cuando las ganancias o ingresos sobrepasan los gastos, costos de producción, inversiones, pagos de nómina, etc. Lo que indica que la condición de la empresa es favorable porque existen excedentes financieros o sobrantes en dinero. La segunda es el déficit, esta no representa un escenario positivo, pues los gastos e inversiones son mayores a las ganancias, es decir: las pérdidas son altas y generan incertidumbre. Por ejemplo, de modo formal se expresa así:

XN = EX – IM = Y – (C + I + G)

Superávit comercial: producción > gasto y exportaciones > importaciones Tamaño del superávit comercial = XN

Déficit comercial: gasto > producción e importaciones > exportaciones Tamaño del déficit comercial = – XN (Mankiw. 2007. Diapositiva 7)

Luego el autor señala de forma gráfica las exportaciones netas en Estados Unidos desde 1950 a 2006, se usa XN rojo para el porcentaje en miles de millones, y XN azul para medir el crecimiento o la baja del producto interno bruto (PIB). Por ende, se analiza que desde el año 1980 la economía del país comienza a descender financieramente, generando con ello un déficit comercial bastante grande. Por lo tanto, parece contradictorio que la superpotencia de los Estados Unidos hubiera perdido posicionamiento en la economía mundial, aun cuando diseño proyectos expansivos para dominar y subyugar a los mercados del mundo, como se verá más adelante.

Por otra parte, Estados Unidos contaba con el Dólar como una de las monedas con mayores valores comerciales, pero aproximadamente desde el año 1957 comenzó a lidiar con el acenso gradual del Euro en la oferta y la demanda en el mercado de tipo de cambio. Dado que: "(S I) es la oferta de euros para invertir en el exterior, en la demanda los extranjeros necesitan euros para comprar las exportaciones netas europeas". (Mankiw. 2007. Diapositiva 37)

Como se puede observar, la prescripción social y política de los Estados Unidos sustentada en un modelo económico ideológico que condicionaba la historia del mundo en función de sus propios intereses, encontró resistencia por parte de otras naciones como fue el caso de la Unión Europea, Rusia, Japón y China, que empujaron a la superpotencia a caer en la incertidumbre y la lucha por el poder. Por ello, Los Estados Unidos y las superpotencias colocaron sus ojos en lugares como Latinoamérica y el África, entre otros, para lograr conservar el modelo de las clases sociales y el subdesarrollo.

Por ejemplo:

Las dificultades para sostener el desarrollo inspirado en el modelo de industrialización por sustitución de importaciones se vieron agravadas por el enorme sobreendeudamiento que enfrentaban los países latinoamericanos.

(Mora, 2010, p. 10)

Evidentemente los países en vía de desarrollo se vieron obligados a importar diversas materias primas, modelos técnicos y tecnológicos para lograr competir a nivel internacional en los grandes mercados. Por otra parte, las deudas se incrementaron por el liberalismo económico que consistió en limitar el control de los gobiernos en los precios comerciales, privatizar la salud, educación, y todo aquello que fuera responsabilidad de los Estados. En ese orden de ideas, se puede afirmar que los Estados Unidos impulsaron políticas fiscales en el ámbito nacional e internacional, para favorecer un modelo productivo que impulsara su crecimiento económico, sin interesarles las consecuencias de los países más vulnerables. A saber:

Los resultados ofrecidos por la implementación de las orientaciones del Consenso de Washington son francamente desalentadores. El pobre crecimiento económico, la mayor vulnerabilidad de las economías, el aumento de la inequidad, la pobreza y el desempleo, el deterioro del medio ambiente y el empobrecimiento mutuo al que conlleva el modelo. (Mora, 2010, p. 17)

Claro está, el Consenso de Washington fue presentado como el gran diseño que permitiría mejorar la calidad del capital humano, la eficiencia del mercado financiero, la honestidad legal y reglamentaria para favorecer a los países en vía de desarrollo, el incremento de garantías y derechos constitucionales para los pueblos, y el fortalecimiento fiscal para los países que aceptaran las condiciones del consenso, entre otras tantas falacias que creyeron y aceptaron diversos países en el mundo, que no alcanzaron lo prometido.

Porque como era de esperarse los países dependientes y en vía de desarrollo, no contaban con marcos institucionales y economías sólidas para implementar las múltiples reformas que se estipularon para enfrentar las múltiples crisis económicas que afectaban al mundo. Por ejemplo:

La mayoría de los países en desarrollo y, en especial los países de América Latina, decidieron abrir su economía al comercio, las inversiones y los flujos de capital sin un marco institucional adecuado. Al no contar con instituciones adecuadas, los potenciales beneficios de la globalización en términos de mayor crecimiento y tasas de inversión pueden concentrarse demasiado, de modo que pueden agravar las inequidades y tensiones sociales en lugar de mitigarlas.

(Mora, 2010, p. 26,27)

Es decir, estos países creyeron en la apertura económica y dejaron entrar grandes monopolios financieros a jugar en sus sistemas monetarios como es el caso de las bolsas de valores y la especulación, al considerar que el proceso de globalización sería una ventana al desarrollo, pero no sucedió así, porque los imperios financieros aparte de esto, empujaron hacia la quiebra a las empresas nacionales que no lograron competir contra los precios y las ofertas extranjeras. Por ello, los pobres se hicieron más pobres y los ricos más ricos.

Conclusión

La economía puede servir para impulsar el desarrollo social y la prosperidad, como tambien para aumentar las desigualdades sociales.

Bibliografía

Gregory Mankiw. (2007). Macroeconomía – La economía abierta. Cap 5. Sexta edición. Universidad de Harvard. Estados Unidos.

Andrés Felipe Mora. (2010). El Consenso de Washington como prescripción política. Aspectos históricos, teóricos y críticos. Revista espacio crítico. Bogotá, Colombia.

 

 

 

Autor:

Chaparro Triana

Estudiante

Edita: Universidad Autónoma e Independiente de México Asesor especialista: José Orlando Melo Naranjo

Enviado por:

José Orlando Melo Naranjo