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Cumanana y triste: tradición prehispánica Muchik (página 2)


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Pese a que el escenario lambayecano, ha sido motivo de interrelaciones culturales con Waris, Cajamarcas, Moches , Chimos e Incas o quechuas, su identidad cultural ha permanecido invariable a través de dos mil años, conforme apunta Schaedel (1987), conservando su idioma original (muchik y variantes) que han estudiado Zárate y Oviedo, Antonio de la Calancha (1638), Fernando de la Carrera (1644), E.W. Middendorf , Bruning, F. Villarreal (1921), J.Zevallos (19144-46-48), y Schaedel (diccionario inédito: inf.oral); con visión etnográfica pionera, Martínez de Compañón intentó documentar algunas versiones de cantos muchik y quechua como la "Tonada del Chimo" que aún se canta en Incahuasi, Provincia de Ferreñafe, conservando palabras como "ja ya llunch, ja ya lloch", habiéndose constatado su persistencia en Cañaris, población mitmakuna procedente de la región Cañar ecuatoriana; James Vreeland (1987) ha reconstruido el texto muchik de la tonada incahuasina, comparándola con la que recogió Martínez de Compañón hace unos 200 años; no sabemos si el Obispo de la Diócesis de Trujillo desde 1779 a 1788 rescató cumananas y tristes, aún cuando tuvo formación académica musical; en el segundo tomo se constata la transcripción de dieciséis canciones y dos danzas instrumentales, con sus respectivas partituras, convirtiéndose así, en el documento mas antiguo que versa sobre música andina; existe también una tonadilla titulada "El Palomo" procedente de alguna parte de Lambayeque, muy antigua (Quezada Maquiavelo:1988:97); en la primera hay textos también en quechua, combinándose tradiciones culturales diferentes; seguramente, por su condición de religioso, Martínez no se detuvo en documentar estas tradiciones populares, ya que se dan, precisamente, cuando los poetas y cantores están ebrios, cantando con frenesí de pié o "a pié parao" como ellos dicen, para echarse un "desafío", "una pechada", "un contrapunto", "un duelo", que a veces termina en pleito o quizás en abrazos.

Origen funerario del triste y cumanana

Sostengo que los géneros tienen su orígen en los ritos funerarios prehispánicos, con rezagos del rito cumananero hoy en día en los llamados "duelos" , velatorios o sepelios; precisamente encuentro que la tradición de denominar "duelo" al velatorio de un cadáver, parte de la costumbre de cantar llorando de las mujeres o "plañideras" que de una en una prosiguen cantando y evocando el lastimero recuerdo del difunto; el término "duelo" refiere el encuentro o enfrentamiento de dos personas, en este caso; es un desafío tal vez, en donde se hace gala de la rapidez mental y de la creatividad de versos que contienen una secuencia temática iniciada por el primer verso; en Batán Grande observé alguna vez a un deudo cantándole a su familiar difunto, expresando sus virtudes y parte de su vida con musicalización lastimera o triste; los "tristes,"endechos" o "endechas", son referidos ya en las crónicas coloniales; Pedro Cieza de León (1973 (1553):165), al referirse a las costumbres funerarias de los "yungas"dice:…"y cuando los señores morían se juntaban los principales del valle y hacían grandes lloros y muchas de las mujeres se cortaban los cabellos hasta quedar sin ninguno, y con los tambores y flautas salían con sones tristes cantando por aquellas partes por donde el señor solía festejarse mas a menudo, para provocar llorar a los oyentes…llorándolo con grandes gemidos y endechándolo con música dolorosa, diciendo en sus cantares todas las cosas que sucedieron al muerto siendo vivo"; la escena que describe Cieza es muy parecida a la que observé; hay que destacar que los cantos descritos son de carácter funerario y cantados por mujeres, no por hombres; en los "duelos" de difuntos, son efectivamente, ellas las que lloran y cantan, a veces forzadamente como "plañideras" o "lloronas" contratadas, tradición ya extinguida en la región norte de Perú; en el otro lado, en las reuniones festivas, son los hombres quines hacen Cumanana y Tristes; no he escuchado un solo triste o cumananas cantadas por mujeres; Cieza anota también que:"…un indio que va llorando yo todos dicen palabras dolorosas y tristes y así van endechando por las mas partes del pueblo diciendo en sus cantos que el señor pasó y otras cosas a esto tocantes…"; el cronista Antonio de Herrera (1726) dice que: "en San Miguel (de Piura) cuando enterraban a los señores, hacían grandes llantos…y con tambores y flautas tocaban sones tristes y cantaban endechas…"; similarmente a lo escrito por Cieza; el extirpador de idolatrías Joseph Pablo de Arriaga (1920) refiriéndose al rito mortuorio conocido como "Pacaricuy" o "Pacaricuc", denuncia como práctica de hechiceros el rito que consistió en "velar toda la noche cantando endechas en voz lastimosa, unas veces a coro y otras cantando uno y respondiendo todos los demás" (citado por Bolaños (1988:55) ); aquí la figura de la Cumanana es precisa, por lo menos en la forma; Pedro Pizarro documentó que :…"era costumbre entre indios que cada año lloraran las mujeres a sus maridos…y muchas indias cargadas de chicha detrás y6 otras con tambores tañendo y cantando azañas (sic) de sus muertos…"; Arriaga añade también, que sacaban los cuerpos secos de los difuntos, los ponían en la plaza del ayllu y hacían taquis y bailes, "…beben y bailan y cantan y danzan y las mujeres tocan sus tambores…unas cantan y otras responden"; Felipe Guamán Poma de Ayala en su "Crónica y Buen Gobierno" (1969(1613)), refiere la "Uarmi Auca", una danza de la mujer guerrera, en donde los hombres se vestían de mujeres para cantar y danzar, muestra que el baile y el canto era privilegio del género femenino.

Los Yaravíes

El Yaraví, definitivamente, no0 es el Triste que cantan los pueblos muchik de Tumbes, Piura y Lambayeque; generalmente el Triste, es aún llamado "yaraví" aún por sus propios cantores; el yaraví es más ágil y más rítmico y termina siempre en una especie de fuga; es difundido mayormente en la costa y sierra sur, constituyendo, a la par del triste costeño muchik, el símbolo del sentimiento andino. Quezada (ob.cit), al hablar sobre la "rítmica" de dos tonadas recogidas por Martínez de Compañón, afirma que es propia de la "cashua", con "melodías pentafónicas, con progresiones armónicas implícitas semejantes a la de los "yaravíes"; la escala penta fónica fue practicada por diversas culturas prehispánicas, conforme se aprecia en diversos instrumentos musicales arqueológicos.

El yaraví, por razones que desconozco, ha merecido mas atención de los historiadores, etnógrafos y músicos; el mismo Martínez los captó sin denominarlos con nombre propio; compositores "criollos" como Toribio de Campo y Pando por ejemplo, analizaron incluso, el yaraví, como consta en su trabajo crítico del artículo "Rasgo sobre los yaravíes" firmado por un tal "Sicramio"(seudónimo) aparecido en El Mercurio Peruano a fines del siglo pasado, entre 1791 y 1792 (Iturriaga y Estensoro: 1988: 108); conocida es la producción de Mariano Melgar sobre el tema, empleando la forma poética del yaraví quechua que traduce en versos castellanos; incluso, estudiosos de la arqueología andina como Rivero y Tschudi (1851) rescataron algunos yaravíes, constituyendo quizás, los mas tempranos que se han documentado por el año 1841; ha influido en esta documentación el hecho de que Rivero fue arequipeño, aunque como en el caso de Bruning, fue de profesión ingeniero (de minas), llamándonos la atención que a pesar de haber vivido casi cincuenta años en Lambayeque, Bruning no haya captado la importancia del triste y la cumanana aunque estoy seguro que sí las escuchó, a juzgar por su cercana amistad con familias muchik que visitó y fotografió, conforme documenta Schaedel, en donde observamos reuniones con chicha-y tal vez aguardiente- , para mí, elementos infaltables en la práctica de los géneros poético-musicales; compositores como Rebagliati (1924), Duncker Lavalle (1874-1922),etc, mostraron interés por el Yaraví, siendo el Triste, género parecido y confundido con el primero, escasas veces trascrito o documentado, menos estudiado.Sabemos que Bruning pernoctó en Batán Grande y pasó a Motupillo en el año 1887 un 23 de Diciembre pasando hasta Cañaris, viaje que repitió en 1888, y desde aquí- Batán Grande- viaja a Chiclayo y Eten; lo deducimos por el fechado de sus fotografías en la relación publicada por Schaedel; seguramente, la estadía del estudioso alemán, se debió a la amistad que tuviera con don Esteban Montero Zelada, entonces, dueño de las haciendas La Viña de Sancarranco y Batán Grande desde el 12 de abril de 1885, arrendando Batán Grande a don Juan Aurich Cornella por el año 1889; el mismo Bruning que gustaba de reunirse con campesinos, afirma que cuando bebían chicha, sus visitados eran menos tímidos e introvertidos, y estaba convencido de que "mas fácil es entenderse con la gente sin instrucción alguna , que con los seministruidos" (Schaedel: ob.cit:132); y es precisamente aquí, que resulta extraño que ni siquiera con el equivocado término de "Yaraví", haya documentado el Triste y la Cumanana.

Ambiente de cumanana

El 17 de Noviembre de 1975 disfruté de un encuentro cumananero; don José Maeda Montenegro, mi padre (1936-1994) fue anfitrión del evento; convencido de que la originalidad del Triste y la Cumanana, quiso demostrar su tesis al folklorólogo William Thompkins, que llegó a nuestra casa con la finalidad de desarrollar su trabajo de tesis doctoral sobre etnomusicología peruana, especialmente de la costa; luego de brindar con cerveza, mi padre llevó a la comitiva que integraban el instrumentista de "banyo" ferreñafano el "Cholo" Carmona, el cantor de tristes Néstor Casiano Chavesta y otros ferreñafanos, a la vivienda de don Teodoro Ballona Garay, poeta, decimista y cumananero batangrandino; con chicha y aguardiente de caña ("yonque" o "cañazo"), los cantores fueron motivados para que protagonicen un Contrapunto o Cumanana, mientras el canadiense investigador instalaba una grabadora con grandes carretes de cinta magnetofónica y pasaba los gruesos cordones por encima de las vigas de algarrobo sostenidas por "horcones" de la misma madera, en la típica y modesta vivienda muchik; la "Pechada" se inició sin acompañamiento musical- otra característica interesante- a pesar de había guitarra y banyo; de hecho, el Triste sí se puede instrumentar, pero no así, la Cumanana; como fue el caso de Casiano Chavesta, algunos cumananeros cantan algunos versos anónimos, como recurso al no poder contestar el verso espontáneo del orto cantor; Thompkins aseguró a mi padre que lo que escuchó y observó satisfacía su búsqueda sobre los orígenes de la música nor costeña de Perú; una copia de aquella grabación me la proporcionaría en Saña, años después, el folklorista Guillermo Durand Allison, quien la encontró en el archivo del Instituto de Estudios Folklóricos "José María Arguedas" de Lima; en la cinta Thompkins grabó también versiones del "Toro Mata" de autoría anónima cantada por artistas populares de Chincha.En la Cumanana citada, podemos advertir que Ballona por momentos, responde personificando a una mujer, desde el comienzo, hilvanando cuartetas rápidamente y con increíble facilidad, pese a su limitación de no tener instrucción académica formal; Ballona aventajó a Casiano, pues, todos sus versos cantados fueron espontáneos y bien rimados y he aquí el valor del género poético-musical; quizás sea por la rapidez y espontaneidad con que se desarrolla el evento, por el que los investigadores no han podido registrarla a falta de grabadora; la Cumanana no puede ser repetida, como sí lo puede ser el Triste; algunos incautos han intentado presentar cumananeros en los teatros chiclayanos, desnaturalizando la prehistórica tradición muchik; hemos podido registrar algunas versadas de cumananas aisladas, fuera de contexto, recordadas por viejos batangrandinos que fueron testigos de Contrapuntos; a partir del Triste o los "endechos" de las crónicas, los inmigrantes negros y descendientes, han añadido variaciones poniéndole, sobre todo, ritmo musical; así creo, q ue surgió la "Saña" estudiada inicialmente por Mac Lean y Estenos (1948), en donde se aprecian las respuestas en coro, que citaron los tempranos cronistas; el escritor y folklorista lambayecano don José Mejía Baca, afirma que "la Saña se caracteriza porque una sola voz lleva el tono y el coro de negros repite el segundo verso" y "…se canta en grupo de doce personas"(El Comercio 1938; citado por Nicomedes Santa Cruz en su artículo "La Villa de Santiago de Miraflores de Zaña"); y es que la tan repetida y nombrada Villa de Saña, tuvo importante población nativa muchik conocidos como los "Tahuapanes", según comenta el historiador sañero Tello Vilas (1,984); en la base oeste del cerro "Corbacho" aún se puede observar los restos de un edificio de adobe o "tambo" típico de la administración inca provincial (ca.1460 d.C); habían por lo menos entre 800 a 1,000 nativos cuando los españoles llegaron a Saña; Nicomedes Santa Cruz escuchó Tristes y versadas precisamente por el año 1960 en el hogar de don Merardo Caján, "de apellido mochica", como el mismo admite (ob.cit.);deleitándose con los cantos de don Abel Colchado ny – de ascendencia negra- y Caján, que él llama "Socabones", los define como "décimas con música"; creo que lo que escuchó en aquella oportunidad don Nicomedes, fueron Tristes, que como bien apunta el moreno investigador, se pueden cantar a dúo, tal como observó y escuchó en Saña en aquel año 1960:

Hasta cuando seré yo/ el sostén del sufrimiento/ que desde mi tierna infancia/ con pesares me alimento?.Lo que cantó Abel Colchado, llamado "socabón" por Santa Cruz, no era más que un hermoso Triste:

Toma la niña este clavel/ que es de la planta mejor/ que dio la naturaleza/ en los jardines de amor./ Todas las flores saldrán/ muy colmadas de alegría/ con la mejor armonía/ emperatriz te dirán. / Los jilgueros cantarán/ entonando con fervor/ alabando tu esplendor/ entre brillantes estrellas/ porque naciste tan bella/ en los jardines de amor.

Definición de cumanana

La definimos como un lamento cantado entre dos personas, cada una de ellas cantando un cuarteto octosílabo, como respuesta al anterior, los cuartetos o versadas, son consonantados, cantados con música lastimera, debido a su origen en ritos funerarios prehispánicos; los cronistas dan cuenta de que eran cantadas por mujeres, las mismas que recrean los endechas "tristes", cuando asisten a velorios o "duelos" de difuntos; la denominación "duelo" creo que se debe precisamente al contrapunto que frecuentemente se hace en estos ritos al recordar algunos pasajes de la vida del muerto o al rememorar su personalidad en vida; en las reuniones festivas, la Cumanana solo es recreada por hombres, nunca por mujeres, siendo hoy en día un patrimonio de ellos, lo hacen siempre en estado ebrio; es casi imposible escuchar Cumana entre dos cantores sobrios y el escenario es espontáneo; los cantores de Cumananas son generalmente campesinos sin instrucción en centros de educación formal; simplemente apelan a su sapiencia natural, a su filosofía y lenguaje ágil y preciso, exaltando su alegría, tristeza, despechos amorosos, su historia, venganza, etc; su música es monótona desde el primer verso, y es respondido de igual manera; no es acompañado por instrumento musical alguno, lo hacen "a capela"; las cuartetas no deben ser repetidas jamás durante el encuentro; algunos de los versos han sido difundidos por la memoria colectiva popular y los agregan a eventuales Cumananas, desnaturalizando el género; la esencia de la Cumanana es de carácter conflictivo en sus diferentes temáticas.

El Triste

Al hablar del Triste, es inevitable referirnos al muy conocido Triste "La Chongoyapana"-muy confundido como Yaraví- de la autoría de Arturo Schutt y Saco, escrita en Marzo de 1895 en Chongoyape en honor a doña Zoraida Leguía Velarde; el poeta, nacido en Pátapo en 1879 falleció en 1959; se quejó alguna vez de las variaciones que le hacían a su composición (Schutt: "Génesis e inmortalidad de La Chongoyapana"; El Comercio, Abril de 1937, citado por Estrella Mora Risco: 1978); el mismo Schutt dice que la música fue compuesta por el cura Ricardo Moreno Santín, quien hizo arreglos para llevar el triste al pentagrama y a la guitarra; hay que resaltar que este hermoso Triste y otros que hiciera Schutt, nacen de la autoría de un descendiente directo de inglés, quizás absorbido por su vivencia con pobladores rurales de las haciendas Pátapo, Tumán y Chongoyape, en donde residió y trabajó; el historiador Jorge Cevallos Quiñónez asegura que la música de La Chongoyapana, es la misma que se escucha en un Triste titulado "Despedida de Quiñónez" grabado en disco de carbón años antes de la aparición del Triste de Arturo Schutt (Pedro Delgado Rosado: 1984); hemos registrado también "El Pájaro Fatídico" atribuido a Nemecio Cajo, cantor natural de la ex hacienda Mayascón, pero tengo la información de que pertenece a Schutt (Luis A.Takahashi Núñez: inf.personal); los criollos como Ignacio Tello Vásquez, han continuado componiendo Tristes, como por ejemplo "La Jardinera", creada al parecer, antes de La Chongoyapana; Tello compuso su Triste en ambiente ferreñafano, pueblo netamente criollo; el compositor ferreñafano fue baleado en la puerta de su domicilio el 11 de Agosto de 1909 falleciendo siete días después, asesinado por razones políticas; Tello era civilista, partidario del opulento Nicanor Carmona Vílchez, opositor de Casimiro Chumán Velásquez, cura y montonero que lideró la facción Liberal (Policarpio Mina: 1970; al parecer, otro seudónimo de Nixa); la montonera empezaba a gestarse y se manifestó en 1910; se podría deducir equivocadamente que Tello Olavarría, no comulgaba con las reivindicaciones campesinas, profesadas por Chumán quien tenía agudos detractores que desfiguraron su personalidad, tildándolo de "verdugo" y otros adjetivos que eran cantados en Tristes que ,según mi opinión, después fueron transformados en tonderos como "Trescientas Libras de Oro" de la que se conocen varias versiones, a favor y en contra de los montoneros, todas, de autoría anónima; encuentro también discutible su personalidad, al aceptar la alcaldía de Ferreñafe en 1913, tres años después de su movimiento y un año después del fin del primer gobierno de don Augusto B.Leguía Salcedo y Taforo; en 1929 , casi dos décadas después de la montonera, lo encontramos ofreciendo en venta al gobierno de Leguía- al que combatió en 1910- un lote de tres máscaras de oro y otras piezas arqueológicas diversas, "procedentes de Illimo" (informe del Dr Julio C.Tello: Rev."Arqueológicas" n° 1); por supuesto, estos acontecimientos no restan en nada la inmortalidad histórica del líder montonero; es entonces, justificable la posición política de Ignacio Tello. De la documentación de Tristes que hemos realizado, es común encontrar evocaciones a "bandoleros" como el titulado "Tomás Zapata", al parecer, personaje piurano; otro titulado "Pablo Mío" que solía cantarlo en Batán Grande el anciano Juan Soraluz; el cantor y compositor Nemecio Cajo merece nota aparte; natural de "La Rajada", caserío de la hermosa ex hacienda Mayascón, a una hora en automóvil desde el poblado de Batán Grande; los tristes atribuidos a Cajo, lo definen como el autor más pródigo de Tristes; en sus composiciones advertimos la temática amorosa y diversidad en la música; en algunos Tristes como "Las Paredes", "Te vi y te quise",etc, el cantor se da el lujo de varias música de cuarteta a cuarteta; y es que Cajo tocaba guitarra, enriqueciendo así al género, otras veces monótono en la música; la filosofía manifiesta en sus composiciones también es digna de resaltar; sus Tristes son cantados por sus paisanos de Mayascón y La Trapoza, siendo los mas representativos, los primos Víctor Vélez Aurich y Hector Aurich Rentería, nieto e hijo, respectivamente de don Víctor Aurich Lora, hijo de don Juan Aurich Pastor.

Los Tristes batangrandinos, son variados en música, diferenciándose de otros, como la misma La Chongoyapana, La Flor del Café (triste serrano), La Jardinera,etc; en Saña, el historiador Luis Rocca Torres (1985) ha registrado algunos Tristes cantados por David "Cholo" Rodríguez, Juan Leyva y Eduardo "Wale" Colchado; Rocca nos conversa que los documentó durante reuniones de fiesta en Saña, en donde decidió quedarse a vivir, como fiel seguidor de etnógrafos e historiadores que comparten la vida académica con la razón de sus vidas.

TRISTES

"La Chongoyapana" "La Jardinera"

 

 

Autor:

Chongoyape, Marzo de 1895

Hace algún tiempo Porqué cultivas con tanto anhelo

Que te enamoro chongoyapana flores que algún día no han de existir

Pero mi llanto ni mi suspiro porqué las riegas con tanto celo

Tu pecho ablandan cuando olvidadas han de morir

Como las piedras del Racarumi Yo sé que todo cambia en la vida

Es dura tu alma y el mundo está lleno de ingratitud

Para este que te ha venido no siembres flores amada mía

Siguiendo ingrata porque emponzoñas tu juventud

Sé que tus ojos abrasadores Más, si es tu gloria ser jardinera

Miran con ansias no desampares ninguna flor

Al venturoso que te desdeña porque las flores amada mía

Y a quien tú amas son tan hermosas como es tu amor

Pero no importa, yo también tengo De qué me sirve ver las praderas

Quien me idolatre si el tibio suelo con su verdor

Quien por mi pena, por mí suspira si envuelto en luto sufro la pena

Y aún vierte lágrimas de haber perdido mi único amor

Tiene ojos verdes, cabellos rubios Cuando yo paso por tu ventana

Y tez de nácar por la mañana y es tu oración

Y sus sonrisas son las canciones cuando te miro dulce sultana

De mi esperanza siento que late mi corazón

Con que así mira, no me desdeñes Cuando las flores ya no resistan

Niña simpática el tibio abrigo que les dio el sol

Porque aburrido, quizás me ahorque será una prueba tan infalible

De tu ventana que ya no exista quien bien te amó

Y entonces el vulgo diría al verte De que me sirve ver las praderas

Cuando pasaras y olivos verdes aquí crecer

Ahí va la niña de faz de cielo si mi adorada de frente pura

Cuyo amor mata. Seguir con ella no he de poder.

Anónimo

Cantor: Abel Colchado

"Toma niña este clavel / que es de la planta mejor / que dio la naturaleza / en los jardines de amor./ Todas las flores saldrán / muy colmadas de alegría / con la mejor armonía / emperatriz te dirán / Los jilgueros cantarán / entonando con fervor / alabando tu esplendor / entre brillantes estrellas / porque naciste tan bella / en los jardines de amor"

"La Flor del Café"

"Como la flor del café / vacila mi pensamiento / no puedo vivir contento / desde que te conocí/ Hasta cuando viviré / como la piedra rodando/ vacilando, vacilando/ como la flor del café/ Como no he de llorar/ como no he de sufrir/ si me quitan lo que es mío/ me arrancan el corazón".

"Quien tiene a su madre viva"

Cantor: David "Cholo" Rodríguez; ( L. Rocca: 1985)

"Quien tiene a su madre viva/ goza de su hermosura/ nada de trabajos pasa/ mientras su madre le dura/ Acabándose la madre/ fieros le hace la mujer/ una madre por un hijo/ se queda hasta sin comer/ Pobre mi madre querida/ cuantos disgustos le he dado/ en un rincón la he encontrado/ llorando afligida".

Triste

Cantor y autor: Juan Leyva; (L. Rocca: ob.cit)

"Ay, soy pobre, Dios lo ha querido/ y a mis pobrezas me atengo/ soy ave sí que no tengo/ ni paja para mi nido./ Soy como el árbol crecido/ sin roca, sin enramada/ solito y abandonado/ Que vale toda la virtud/ sin la influencia del oro/ llevando al oro decoro/ y al pobre la esclavitud/ Ay, te digo siempre, te digo/ te digo cuando se ofrece/ sea por bien o por mal/ siempre el hombre desmerece".

"Que milagro tan patente"

Cantor: Eduardo Colchado Zambrano (ob.cit.)

"Que milagro tan patente, que milagro tan patente/ que un cuervo lo "aseñaló", lo "aseñaló"/ y el devoto San Antonio/ ese fue el que lo guió, que lo guió/ Ayer en las aguas del río/ donde lo hayaron ahogado, hay ahogado/ a don Manongo Valcárce, a don Manongo Valcarce/ que un cuervo lo "aseñaló", ay lo "aseñaló"/ a las orillas de un río, a las orillas de un río".

"Pájaro fatídico"

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