Perspectivas en la atención a las Necesidades Educativas Especiales (página 2)
Enviado por Idalmis D. Serrano Domínguez Serrano
Hacia la búsqueda de un sistema educativo que ofrezca igualdad de oportunidades y mayor equidad, se dirigen las investigaciones de múltiples pedagogos. Es por ello que constituye una premisa actual, la determinación de un modelo que concrete las acciones que permitan lograr mayor efectividad en el proceso de integración socio-educativa de los adolescentes y jóvenes incluidos en la categoría III de los trastornos en la conducta.
Modelos Actuales de Integración Socio-Educativa
En diferentes latitudes se hacen esfuerzos por la integración de estos educandos. Por ejemplo La asociación de Padres Ortzadar en España (2003) lleva a cabo una labor social para aliviar la situación económica y familiar en la cual están inmersos, aún así no se resuelve la problemática existente, sin embargo es un paso de avance en la búsqueda de soluciones.
Miguel A Santos y María del Mar Lorenzo (1996) de la Universidad de Santiago de Compostela, abordan un modelo de intervención pedagógica para el logro de la incorporación social y educativa en jóvenes delincuentes. El modelo se crea con una perspectiva ecológica que centra su atención en el educando. Toman en cuenta además, a la familia, la escuela, la comunidad-vecindad, los agentes sociales y el resto de las instituciones que de una forma u otra tienen incidencia en el proceso educativo. El educando se mueve en dos contextos, uno institucional y otro socializador, existiendo entre ambos una relación directa.
Por contexto institucional se entiende, a aquel donde una institución ejerce, en un determinado momento, influencia sobre el educando, por ejemplo: la familia. Por su parte el contexto socializador es aquel donde confluyen las influencias de las diferentes instituciones que tienen incidencia en el proceso de integración. En ambos contextos se tiene la oportunidad de interactuar y confluir en criterios y en puntos de vistas. La existencia de una relación directa, proporcional y armónica entre estos reviste gran importancia para el logro de la adecuada preparación del educando para el proceso de integración socio-educativa.
Estos autores abogan por la no internalización, es decir darle tratamiento al educando en el propio medio de donde procede. Dirigen su atención a un tipo de modelo que abarque la comunidad donde se mueve el educando, para así poder incidir sobre las causas de la inadaptación, pues conciben al medio como el principal causante de la desviación e inadaptación. También Plantean desde la comunidad efectuar una educación social que lleve un conjunto de animación, acciones socioculturales y la formación laboral, no olvidando el área cognitiva.
Los autores de este modelo coinciden, en que uno de los principales factores que incide en la inadaptación social radica en la coexistencia de diversos elementos en el medio. Somos del criterio que este tiene gran incidencia pero no es el principal responsable del problema. Existen factores de índole social, económico y de políticas estatales que en algunas latitudes asumen el peso fundamental de la responsabilidad.
Al abogar por la no separación del medio en que viven, se impone el análisis sobre el logro de la preparación de todas las instituciones implicadas. A partir de la instrumentación de la propuesta debe aparecer concebida la responsabilidad de una de las instituciones para la capacitación del resto. La determinación de si el educando está preparado psicológica y pedagógicamente para recibir dichas influencias es una acción ineludible.
En la localidad de Abrera, Barcelona, España, surge desde 1997 el programa Skill dirigido a los jóvenes con mayores problemas de adaptación social. El programa se concreta en una actuación integral en el entorno en que viven. Su objetivo es conseguir la reinserción educativa o la inserción laboral de los participantes. En 1998, el 77% de los participantes se insertaron en el mundo educativo y laboral común, por lo cual ellos consideran que el programa contribuye a disminuir los índices de denuncias por actitudes poco cívicas.
En el programa aparece una propuesta para la formación de habilidades sociales y de vida, prácticas de comercio en pequeñas empresas de servicio, tutorías a las empresas que acogen a estos jóvenes en práctica, orientación laboral y profesional y tutorías de familias.
Este programa, ha contribuido a resolver la situación con los jóvenes que manifiestan dificultades para integrarse a la sociedad, lo cual es un ejemplo de la descentralización en la educación. Lo que a nuestro juicio, contribuye a que se liberen los modos de actuación alrededor de la solución a un problema existente, pues con frecuencia las soluciones que se emplean no dan al traste con el problema. La no implicación de todas las instituciones que tienen responsabilidad y la existencia de factores de índole económicos y sociales desfavorables, pueden conllevar al fracaso. Cuando no se decretan leyes que comprometen a la sociedad y al sistema educacional, suelen darse soluciones a medias.
Por su parte Inés Monjas de la Universidad de Valladolid en 2003 realiza estudios alrededor de la integración de los educandos con necesidades educativas especiales. Ella aborda la implementación de la integración en aulas ordinarias de educación infantil, primaria y secundaria. Plantea que esta aún adolece de un sistema de acciones dirigidas al desarrollo de habilidades sociales, las cuales le permitirán a los educandos conducirse mejor en los diferentes ámbitos de la vida social. Para que el proceso de integración se produzca, se necesita trabajar en las habilidades de interacción social, lo que supone enseñar y practicar las conductas interpersonales en el aula y en otros contextos escolares.
Las habilidades sociales son necesarias para que el educando pueda conducirse adecuadamente en cualquier contexto. El personal que labora en las instituciones para la atención a los educandos con trastorno en la conducta, debe estar pedagógica y metodológicamente preparado para potenciar estas habilidades. El adecuado diagnóstico le permite determinar las necesidades que en el orden del desarrollo de habilidades el educando posee.
En Cuba la integración socio-educativa ha sido ampliamente tratada alrededor de los niños, adolescentes y jóvenes que manifiestan necesidades educativas especiales de carácter estable, tales como las de tipo sensorial y cognoscitivo, no así en las de tipo afectiva. Resulta pertinente para una mejor comprensión del problema que se analiza, explicar las particularidades de los educandos con necesidades educativas especiales de tipo afectiva, en este sentido se establecen tres categorías.
Los educandos diagnosticados en la categoría I, son aquellos que manifiestan indisciplinas graves y estas dificultan su aprendizaje. Por su parte, los educandos diagnosticados en la categoría II, muestran conductas disociales, que no llegan a constituir índices significativos de desviación y peligrosidad social, tales como escándalos públicos, malos tratos y lesiones, entre otras conductas poco peligrosas.
Los educandos diagnosticados en la categoría III, son aquellos que manifiestan conductas antisociales con índices significativos de desviación y peligrosidad social, con participación en hechos que la ley tipifica como delito.
Pedagogos cubanos como Rafael Bell y Ramón López Machín (2003) hablan de una perspectiva integracionista a partir de las escuelas de tránsito, como institución especializada. En las escuelas de enseñanza general se efectúa la inserción y seguimiento en etapas predeterminadas del curso escolar, a los casos diagnosticados en las categorías I y II y a través del estudio de la evolución de la conducta y las reevaluaciones se determina si el alumno esta listo para integrarse.
A nuestro juicio, la concepción respecto a la integración en estas categorías esta mejor lograda que en la categoría III, pues se han obtenido logros positivos en cuanto a la adaptación, al medio, a los avances en el aprendizaje y a la modificación en la conducta.
Rafael Bell defiende el criterio de analizar este proceso desde la perspectiva de la integración social hasta la escolar; teniendo en cuenta que; la integración social permite la realización de la igualdad de oportunidades (el ejercicio del derecho a la vida , a la salud, a la educación, al empleo, a crear asociaciones, entre otras); por su parte la integración escolar es la comprobación de la unidad y diversidad del sistema escolar. Aseguramiento de las posibilidades de ingreso, tránsito y continuidad en el sistema escolar. Esta postura es coherente con la realidad y la experiencia de Cuba.
Para los casos diagnosticados en la categoría III, este proceso tiene sus particularidades. El seguimiento a la evolución de la conducta se efectúa bajo el análisis de instituciones del Ministerio de Educación y del Ministerio del Interior. No se cuenta con un modelo que delimite dimensiones e indicadores así como parámetros que midan la eficiencia del proceso de integración. Pese a todas las transformaciones que ha experimentado el sistema educativo para este tipo de educando, así como el perfeccionamiento de los planes de estudio, aún no se logra un eficiente proceso de integración socio-educativa.
A modo de conclusión la autora considera que para el logro de la integración socio-educativa de los educandos con trastornos en la conducta categoría III, resulta vital la reconceptualización de los postulados teóricos hasta ahora concebidos para el tratamiento y preparación para este proceso. Se necesita una estrategia diseñada desde la concepción de la misión institucional que logre formar un educando mejor preparado para la integración, así como la delimitación de dimensiones, indicadores y parámetros que permitan medir la efectividad en la preparación del educando, como elementos constituyentes e imprescindibles a tratar.
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Autor:
Dra C. Idalmis Domínguez Serrano
Profesora asistente, subdirectora de postgrado. Universidad de Ciencias Pedagógicas, Holguín, Cuba.
Lic. Yudith Santos Ordoñez
Universidad de Ciencias Pedagógicas, José de la Luz y Caballero, Profesora Instructor. Universidad de Ciencias Pedagógicas, Holguín, Cuba.
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