- Introducción
- La desertización
- Extensión de la desertización en el mundo
- La desertificación
- Diferencia entre Desertización y Desertificación
- Conclusión
Introducción
En la actualidad, uno de los problemas, en el ámbito global, más importantes y preocupantes es la desertización. Este problema está aumentando cada vez más día a día.
Para comenzar con el tema y poder entenderlo se debe tener un concepto general del suelo, que es precisamente donde se produce este fenómeno. El suelo es la parte superficial de la corteza terrestre cuyo espesor es variable. Convencionalmente se considera suelo hasta la profundidad en que es posible la vida de las raíces. Está constituido por elementos minerales y orgánicos.
Se llama desertización a la transformación de tierras usadas para cultivos o pastos en tierras desérticas o casi desérticas, con una disminución de la productividad del 10% o más. La desertización es moderada cuando la pérdida de productividad está entre el 10% y el 25%. Es severa si la pérdida está entre el 25% y el 50% y muy severa si es mayor.
El proceso de desertización se observa en muchos lugares del mundo y es una amenaza seria para el ambiente y para el rendimiento agrícola en algunas zonas. Cuando está provocado por la actividad humana se le suele llamar desertificación.
Desertización natural
La mayor parte de la desertización es natural en las zonas que bordean a los desiertos. En épocas de sequía estos lugares se deshidratan, pierden vegetación y buena parte de su suelo es arrastrado por el viento y otros agentes erosivos. Sin embargo, este fenómeno natural se ve agravado por actividades humanas que debilitan el suelo y lo hacen más propenso a la erosión.
Actividades humanas que aceleran la desertización
Entre las acciones humanas que debilitan el suelo y aceleran la desertización están:
Sobrepastoreo: Es el intento de mantener excesivas cabezas de ganado en un territorio, con el resultado de que la vegetación es arrancada y pisada por los herbívoros y no se puede reponer. El suelo desnudo es muchos más fácilmente erosionado. Es la principal causa humana de desertización en el mundo.
Mal uso del suelo y del agua: El riego con agua con sales en lugares secos y cálidos termina salinizando el suelo y esto impide el crecimiento de la vegetación. Algunas técnicas de cultivo asimismo facilitan la erosión del suelo.
Tala de árboles y minería a cielo abierto: Cuando se quita la cubierta vegetal y no se repone la pérdida de suelo es mucho más fácil.
Compactación del suelo: El uso de maquinaria pesada o la acción del agua en suelos desnudados de vegetación (procesos de laterización) producen un suelo endurecido y compacto que dificulta el crecimiento de las plantas y favorece la desertización.
Extensión de la desertización en el mundo
No es fácil determinar qué superficies se encuentran sometidas a desertización provocada por el hombre. En muchos casos es un proceso natural que sigue las oscilaciones climáticas; en unas épocas los desiertos crecen y en otras retroceden, dependiendo de la evolución del clima.
Según algunas estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente una extensión similar a la de toda América (unos 33 millones de kilómetros cuadrados) se encuentran en riesgo de desertización.
Erosión del suelo en España
Una gran parte del territorio español sufre problemas de erosión más o menos graves. Más de 1000 millones de toneladas de suelo de la península son movidas cada año por los fenómenos erosivos y en diversas ocasiones ha aparecido en informes de las Naciones Unidas que España es el país europeo con más extensión de zonas con riesgo de desertificación.
Según estudios hechos por organismos oficiales, unos 13 millones de hectáreas, es decir, el 26% de los suelos españoles, sufren erosión grave, con pérdidas de suelo superiores a 100 mts al año por hectárea. En estas zonas se observan abundantes cárcavas y barrancos. Además otros 14 millones de hectáreas sufren erosión notable con pérdidas de entre 50 y 100 mts de suelo al año por hectárea. En total suponen que el 53% del territorio sufre pérdida del suelo que hay que calificar de importante a alarmante.
Este fenómeno se da especialmente en la zona mediterránea, en donde Almería, Murcia y Granada, por orden de gravedad tienen más de la mitad de su superficie con fenómenos alarmantes de erosión.
Causas de la erosión
El gran responsable, aunque no el único, de la extendida erosión en los suelos españoles es el clima. La España seca, árida o semiárida, recibe pocas precipitaciones al año, pero cuando cae la lluvia lo hace, frecuentemente, de forma torrencial, habitualmente en otoño, con una fuerza capaz de erosionar fácilmente los terrenos. La falta de agua provoca, también, que la vegetación sea escasa y que aporte poca materia orgánica al suelo y le proporcione una débil protección.
Junto a la escasez de vegetación otras características de estas zonas es el ser frecuentemente montañosas, con laderas de fuertes pendientes, formadas por rocas relativamente blandas. Todo este conjunto de factores facilita que las aguas corran con fuerza arrastrando con facilidad el suelo y formando cárcavas y barrancos.
La intervención humana ha agravado el problema. Las talas excesivas, los incendios, el pastoreo abusivo, las prácticas agrícolas inadecuadas y la construcción descuidada de pistas, carreteras y otras obras públicas aumentan la facilidad de erosión del suelo. Desnudan el terreno y originan focos en los que se inicia el arrastre de materiales. Un sistema de las características climáticas del que estamos comentando se mantiene en un delicado equilibrio que se puede alterar de forma importante y con gran facilidad, con cualquier actuación poco estudiada. Se calcula que el 73% de la remoción de suelo se produce en los cultivos de secano (viñedo, almendro, olivar, cereal, girasol, etc.)
Las zonas más afectadas del planeta
En el mundo hay más de cien países con condiciones de aridez y semiaridez. África es el continente más dañado por la desertización; le siguen Asia, América Latina y el Caribe. También el sur de Europa y España.
En el continente africano más de la mitad de las tierras fértiles han dejado paso al desierto, que avanza cada vez más deprisa. El desierto del Sáhara, el más extenso del mundo, con 4.000 kilómetros de este a oeste, y con unos 1.800 de norte a sur, avanza hacia el sur. Ocupa ya cuatro quintas partes de Mauritania, el noroeste de Mali, más de la mitad del Chad y de Sudán, Níger, Alto Volta, Gambia y Cabo Verde. Las áreas más dañadas se extienden además por el oeste, como Angola, Bostwana (desierto de Kalahari), República Sudafricana y Madagascar.
Asia tiene unas 1.700 millones de hectáreas de tierra árida, semiárida y subhúmeda que van desde la costa mediterránea a las costas del Pacífico. Las zonas degradadas incluyen desiertos crecientes en China, India, Irán, Mongolia y Pakistán; las dunas de arena de Siria, las montañas erosionadas de Nepal y la deforestación y sobrepastoreo de las regiones montañosas de Laos. En cuanto al número de personas afectadas por la desertización y la sequía, Asia ocupa el primer puesto del planeta.
En América Latina, los desiertos ocupan una franja que va desde la costa del Pacífico peruano al Atlántico, atravesando Argentina en diagonal, lo que hace que este país cuente con las mayores extensiones de desierto de toda la región. Pese a los bosques tropicales húmedos, la desertificación afecta a más de 300 millones de hectáreas en Latinoamérica y el Caribe (unas 250 millones en América del Sur y el resto en América Central y México).
En el continente europeo, el llamado grupo del Mediterráneo Norte, que integran España, Portugal, Italia, Turquía y Grecia, compone una de las cuatro zonas determinadas por la convención de Naciones Unidas como afectadas por la desertización.
Este fenómeno es provocado por la actividad humana. La desertificación es un proceso de degradación ecológica en el que el suelo fértil y productivo pierde total o parcialmente el potencial de producción. Esto sucede como resultado de la destrucción de su cubierta vegetal, de la erosión del suelo y de la falta de agua; con frecuencia el ser humano favorece e incrementa este proceso como consecuencia de actividades como el cultivo y el pastoreo excesivos o la deforestación.2Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 35 % de la superficie de los continentes puede considerarse como áreas desérticas.3Dentro de estos territorios sobreviven millones de personas en condiciones de persistente sequía y escasez de alimentos. Entre muchas cosas se considera que la expansión de estos desiertos se debe a acciones humanas.
Evolución
La desertificación puede ser causa o efecto del proceso de aridización. Originalmente esto pasa en las zonas que son fértiles, donde se practica la agricultura secuencial. El aumento de la población obliga a una explotación intensiva del terreno hasta que se produzca su agotamiento. La segunda etapa comienza cuando el suelo deja de ser fértil y se encuentra despojada de su cubierta vegetal, el agua y el viento lo erosionan más rápido hasta llegar a la roca.
En la mayor parte de las zonas de cultivo el suelo se erosiona mucho más deprisa de lo que demora en formarse. Podrían necesitarse décadas o siglos para que el paisaje volviera a cubrirse de verde.
Zonas con desertificación
Madagascar: es el país más erosionado del mundo. El 93 % del bosque tropical y el 66 % de su selva lluviosa han sido talados6
África: en países muy poblados y con pocos recursos, como los de la franja subsahariana, se observa un incremento de las zonas desérticas. Naciones que durante siglos habían sostenido sociedades prósperas, se encuentran ahora en el límite de la subsistencia.
España: es el país de la Unión Europea con un máximo índice de desertificación.
Italia: es el país de la Unión Europea con un menor índice de desertificación.[cita requerida]
Argentina: la Patagonia argentina, región sur de su vasto territorio, se halla muy afectada por este fenómeno en su parte central y en menor medida en su parte costera, debido al sobrepastoreo, el aprovechamiento incorrecto de los recursos hídricos y lacustres, y del espacio empleado para la agricultura, así como también influye la explotación petrolera8
Túnez: más de la mitad del país está cubierto por tierras desérticas, con el Sáhara al sur, que avanzan hacia el norte.
Naciones Unidas
En 1977 se celebró en Nairobi, Kenia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación.
En 1994 la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de lucha contra la desertificación y la sequía.
En 1996 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación constituyendo el primer y único marco legalmente vinculante a escala internacional que ha sido creado para hacer frente al problema de la desertificación. La Convención se fundamenta en los principios de participación, colaboración y descentralización, y ha sido suscrito por 192 países.
Atenuación de este proceso
A lo largo de los años se han estudiado diversos métodos para recuperar terrenos desertizados, muchas veces con éxito.4Un método que ha tenido mucha aceptación es la reforestación progresiva de las zonas afectadas. Realizando un estudio dentro de cada caso, se van introduciendo especies de plantas que soporten los niveles de sequía en la zona, aumentando los niveles de humedad y progresivamente introduciendo nuevas especies ganando terreno sobre las zonas afectadas. Existe un caso práctico que se ha llevado a cabo en la década de 1930, con éxito en Villa Gesell, una pequeña ciudad del litoral de Argentina.[cita requerida]
En Israel, el científico León Brenig presentó el proyecto Geshem (lluvia en hebreo), con el que pretende crear lluvia artificial.10 La lluvia artificial se basa en la denominada isla de calor, definida como región de una determinada superficie con una temperatura significativamente superior a la de sus alrededores, aproximadamente unos 6 °C por encima de esta, en la cual se atrapa el vapor de agua contenido en la atmósfera hasta una altura superior a 1 km, donde empieza a condensarse para, a continuación, provocar precipitaciones.
Este método ha creado cierta expectativa en el mundo científico, y va a ser probado por primera vez en Israel en el desierto del Néguev, a 150 km de la costa, una vez se disponga del material necesario para evitar la contaminación, y sea lo suficientemente barato para que su aplicación sea rentable. El proceso de investigación se puede prolongar hasta cinco años y no tendrá consecuencias negativas para el ambiente por lo que lograría resolver los problemas de flora y fauna que los trasvases y la desalinización provocan. Otros países como España siguen muy de cerca el desarrollo de este proyecto.
Diferencia entre Desertización y Desertificación
LA DESERTIFICACION: Es un proceso de degradación ecológica en el que el suelo fértil y productivo pierde total o parcialmente el potencial de producción. Esto sucede como resultado de la destrucción de su cubierta vegetal, de la erosión del suelo y de la falta de agua; con frecuencia el ser humano favorece e incrementa este proceso como consecuencia de actividades como el cultivo y el pastoreo excesivos o la deforestación. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 35% de la superficie de los continentes puede considerarse como áreas desérticas. Dentro de estos territorios sobreviven millones de personas en condiciones de persistente sequía y escasez de alimentos. Entre muchas cosas se considera que la expansión de estos desiertos se debe a acciones humanas.
LA DESERTIZACION: es el proceso evolutivo natural de una región hacia unas condiciones morfológicas, climáticas y ambientales conocidas como desierto. Los factores que causan la desertización son de diversa índole; factores astronómicos (como los ciclos de Milankovic), geomorfológicos (orogenia, distribución de las masas continentales) y dinámicos (relacionados con la actividad geológica y biológica de la Tierra). La desertización es un fenómeno que se produce sin la intervención humana, a diferencia de la desertificación.1 Uno de los ejemplos más recientes de desertización es el desierto del Sahara: hace unos miles de años era una sábana con su fauna y flora características (hipopótamos, elefantes, jirafas, etc.), como lo demuestran las pinturas rupestres de Tassili n'Ajjer, en las que se retratan a grupos cazadores persiguiendo la abundante fauna. La aridificación del clima lo transformó en el desierto que es en la actualidad.
La desertización es la degradación persistente de los ecosistemas, de las zonas secas y afectadas al medio de vida de millones de personas. En el año 2000, las tierras secas suponían un 41% de la superficie terrestre del planeta y albergaban a un tercio de la población humana. Buena parte de las tierras secas se encuentran ya degradadas, y la desertización en curso es una amenaza que se cierne sobre las poblaciones más pobres y las perspectivas de reducción de la pobreza. Por todo ello, la desertización es en la actualidad uno de los mayores desafíos medioambientales. Se ha convertido en un serio obstáculo a la hora de satisfacer las necesidades básicas del hombre en las tierras secas y provoca además una pérdida de bienestar humano.
DEDICATORIA
Este trabajo va dedicado a mis padres por haberme apoyado en estos años de mis estudios superiores y a mis profesores que se empeñan en enseñarnos para poder ser buenos profesionales.
Autor:
Leiva León, Jhon
PROFESOR: Sanz Signori, Luis Eduardo
UNIDAD DIDÁCTICA:
Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible
"Año de la Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de Educación"
Instituto de Educación Superior Tecnológico
Público "ARGENTINA"