Desafíos agroecológicos de la agricultura a pequeña escala (página 2)
Enviado por Narciso Aguilera Marín
Dada las referencias que se ofrecieron del mencionado territorio, sobresalían las buenas condiciones edafoclimáticas de la mayoría de sus suelos para una amplia producción agropecuaria, y la gran necesidad que demandaban los agricultores de asistencia técnica y capacitación. La primera tarea que se emprendió fue llevar a cabo un diagnóstico rural rápido del territorio. Para esto se emplearon algunas herramientas como son:
Informantes claves Recorrido observacional Identificación de líneas de tendencias Fotografía histórica participativa Documentos informativos
Fig. 1 Flujograma de acciones desarrolladas durante el periodo de junio del2007 a mayo del 2008 en el Municipio Baralt
2.1.1 Resultados de la identificación y diagnóstico del Municipio El Municipio Baralt se ubica en la parte sur de la Sub región Costa Oriental del Lago de Maracaibo en el Estado Zulia. Posee una población aproximada de 68 mil habitantes, de la cual cerca de un 75% habita en áreas urbanas y un 25% en rurales. La densidad poblacional está sobre los 23,7 habitantes/km².
Algunas condiciones que favorecen la producción agropecuaria:
£S Buena ubicación para los procesos de comercialización y mercadeo de productos e insumos.
£S Temperaturas y régimen hídrico que permite la producción de diversos renglones agrícolas durante todo el año.
£S Suelos con buenas propiedades físicas y químicas, a pesar de caracterizarse por discretos porcentajes de materia orgánica.
£S Amplia red hidrográfica con abundantes recursos hídricos superficiales y subterráneos, de reconocida calidad y cantidad, aptos para el riego.
£S Vocación agrícola y aceptable disposición de los actores para participar en el Proyecto.
Otros elementos importantes sobre las condiciones climáticas de Baralt Se caracteriza por ser semi-seco con moderada deficiencia de agua por más de cuatro meses al año. El promedio es de 28.0ºC, la máxima es de 34.4ºC y se registra en el mes de marzo, mientras la mínima es de 22.0ºC en el mes de agosto. El régimen de precipitaciones es vimodal, con dos ciclos lluviosos bien definidos: uno que se extiende de abril a junio con lluvias abundantes, de irregular distribución; otro que abarca de septiembre hasta nov iembre con lluvias mejor distribuidas. La precipitación promedio es de 1 983 mm/año.
La evaporación se comporta con un promedio anual de 1 958 mm/año. El valor máximo medio mensual corresponde a marzo con 188 mm, y el valor más bajo se obtiene en noviembre con 133 mm. Por su parte, la humedad relativa media se considera moderadamente alta con un valor promedio de 78%; la máxima se registra en el mes de octubre con 83% y la mínima en marzo con 73%.
Algo imprescindible para la agricultura es disponer de suficientes recursos hídricos, y aquí se tiene a la planicie aluvial del Rio Motatán, la cual cuenta con abundantes de dichos recursos, tanto superficiales como subterráneos. En cuanto a los superficiales, el Motatán representa la mayor reserva y presenta, el sub-sistema de los antiguos brazos y afluentes del Río Motatán: Caño Alabarico, Río Carrillo y Barúa. También se encuentran los ríos: Las Palmas, La Pedregosa, El Gallo, Pajuil, Santa Rosa, San Juan y San Juaquín; los cuales constituyen el subsistema de los Ríos del Piedemonte Andino.
Distribución geográfica de los sitios de acompañamiento De las cinco parroquias del Municipio, las que mejor condición presentan para la explotación agrícola son: Marcelino Briseño, General Urdaneta y Libertadores. Sin embargo; no era posible abarcar las tres parroquias desde el comienzo.
Principales rezagos identificados de la revolución verde
I. Práctica del monocultivo.
II. Uso indiscriminado de agrotóxicos, acentuándose el daño por ser empleados en momentos fenológicos inadecuados, como por ejemplo: en plena cosecha o cercanos a la misma. Debido a dichas prácticas se generan otras situaciones como:
a) Potenciales afectaciones a la salud de los consumidores.
b) Daños a los agricultores por la carencia o uso inadecuado de medios de protección.
c) Contaminación al suelo y a los recursos hídricos.
d) Incremento del costo de producción de los diferentes rubros agrícolas.
e) Pérdida de la cultura del control mecánico de las malezas.
f) Adaptación de las plagas y malezas a los agrotóxicos, de manera que cada vez tienen que aplicarlos con mayor frecuencia y usar formulaciones más agresivas.
III. Pérdida de la cultura de intercambio de materiales de propagación entre los agricultores.
IV. Pérdida de las ancestrales prácticas de autoconsumo y el arraigo a la dependencia del mercado extracomunitario.
Competencia desigual de la industria petrolera vs. agricultura Existe en el Municipio Baralt una tendencia a que una buena parte de los agricultores se mantengan esperanzados en ser contratados por la industria petrolera por algún tiempo –aunque sea breve- mientras sus áreas agrícolas están parcial o totalmente improductivas; con frecuencia disponiendo hasta de pozos con agua de adecuadas características para ser usada en la agricultura. Dicha industria ha provocado considerables afectaciones en los anillos agrícolas cercanos a los pozos e instalaciones petroleras. Como valor agregado, gracias a los llamativos salarios que ofrece esta industria al personal contratado, en buena medida procedente de las comunidades agrícolas, provoca un colapso de recursos humanos del campo, esperanzados en ser absorbidos en algún momento por las contratistas petroleras.
Pudiese formularse la pregunta: ¿qué relación guarda la industria petrolera con la visión agroecológica en este territorio o en cualquier otro de similar comportamiento? Para contestarla, hay que partir de que el hombre o los recursos humanos que se encargan de sacarle provecho a la tierra, son los encargados de influir favorable o desfavorablemente en los agroecosistemas. El hombre es un componente más de los mismos, pero con la particularidad que sobre sus hombros pesa la gran responsabilidad de los cambios ecológicos globales y locales que acontecen e impactan negativamente sobre el medio ambiente en diferentes dimensiones.
Adicionalmente, la contaminación a los recursos naturales de este territorio asciende a valores muy altos; pues al ya mencionado uso indiscriminado de agrotóxicos se suma la que provoca la industria petrolera. En medio de un contexto poco favorable para el desarrollo agrícola y rural, por las causas expuestas, con dificultad los agricultores consiguen fuerza de trabajo adicional para laborar en el campo. Sin embargo, el territorio no escapa al alto precio de los alimentos, y se necesita buscar formulas o modelos que actúen urgentes hacia producciones agrícolas más limpias y sostenibles. Es por ello, que la agricultura a pequeña escala se enfoca como una de estas alternativas, que ya no se puede observar como una opción, sino como una necesidad, y casi una obligación de los agricultores, de manera que puedan contribuir a su autoconsumo y autodesarrollo; pues también es capaz de fortalecer las finanzas familiares. La sumatoria de agricultores o comunitarios capaces de adoptar esta práctica, puede generar un beneficio exponencial orientado al desarrollo económico y social de las comunidades, que no es otra cosa que el añorado desarrollo rural endógeno que desean y merecen sus habitantes.
2.2 Estrategias y Resultados
2.2.1 Filosofía usada para romper esquemas rígidos originados de la agricultura tradicional En 1987 la FAO trata aceleradamente de dar a conocer concepciones de modelos agrícolas que pudiesen contrarrestar el ritmo arrollador en contra de los recursos naturales por parte de la Revolución Verde (RV). Detrás de una superproducción se escondía la destrucción de aguas, suelos, biodiversidad y culturas autóctonas y ancestrales. A partir de la mencionada fecha, salió a la palestra la Agricultura Sostenible como un nuevo modelo. Sin embargo, los tentáculos de la RV han sido tan abarcadores, que han transcurrido más de 20 años y aún persiste su estrategia para capturar a productores de todo tipo de categorías. El monocultivo y la aplicación desmesurada de agrotóxicos son actos normales en nuestros campesinos del campo venezolano (Fig. 2a, 2b, 2c).
Fig. 2a Plantación de lima persa en Sector Monte Libre de Parroquia
Marcelino Briceño
Solo en la Parroquia General Urdaneta, y básicamente entre unos tres sectores se concentran 1 400 há de guayaba. Dichos productores sólo se lamentan de practicar el monocultivo cuando los precios del mercado caen drásticamente, y los intermediarios declinan los pagos hasta BsF 5.00 la cesta.
La guayaba, como las musáceas, yuca, auyama y maíz, constituyen los cultivos más representados en las parroquias donde se llevó a cabo el trabajo; los mismos son bombardeados a diario por agrotóxicos para el control de plagas, enfermedades y malezas (Fig. 3). El control mecánico de malezas es prácticamente nulo, al igual que el empleo de otras alternativas para la sanidad vegetal.
Fig. 2b Desechos de envases de agrotóxicos
Fig. 2c Principales herbecidas que se aplican en plenas áreas productivas
Fig. 3 Aplicación aérea de agrotóxico al cultivo del plátano. Está posterior al cítrico.
Sector Monte Libre de Parroquia Marcelino Briceño
En medio de tales circunstancias, el técnico extensionista o aquellos que han participado en procesos de desarrollo rural bajo principios agroecológicos en Venezuela, se han podido percatar de los desafíos y retos que hay que enfrentar para poder introducir este nuevo modelo en la actividad campesina. Sin embargo, cuando los facilitadores de procesos de desarrollos rurales están dotados de las herramientas adecuadas y las usan oportunamente, pueden lograrse empoderamientos significativos. No es lógico esperar que se adopten varios principios de la agroecología y se implanten de una sola vez. Esto es un proceso gradual, que poco a poco va invadiendo patios, parcelas, escuelas y fincas de diversos tamaños. Pero justamente este efecto expansivo se alcanza, en la medida que los productores notan que sus costos de producción disminuyen y sus rendimientos se hacen más notables, sin comprometer su salud, ni la de los demás consumidores (Fig. 4).
Fig. 4 Cilantro producido orgánicamente en Escuela Técnica Agropecuaria.
Sector Concesión 7. Parroquia General Urdaneta
Si en algunos patios o parcelas se inicia con un solo cantero, para producir algunas hortalizas, no podemos pensar en que la agricultura a pequeña escala se reduce a eso simplemente (Fig. 5a, 5b). Al contrario, justamente ese cantero es el foco multiplicador de prácticas agroecológicas. Por lo general, el productor se anima y multiplica la cantidad de canteros, hasta convertir su patio o su parcela en un pequeño huerto intensivo. A su vez, los vecinos y campesinos de la zona se percatan de los resultados productivos del mencionado campesino, y tratan de replicar dichos resultados. Sin embargo, los mayores efectos que se alcanzan, es que en ese huerto o en esos simples canteros se aplican abonos orgánicos, se explota intensivamente el área productiva, se emplean elementos del manejo integrado de plagas, se asocian los cultivos, acciona toda la familia con roles específicos, se obtienen producciones limpias, se obtienen alimentos inocuos para la familia y los demás consumidores, y mejoran las finanzas familiares.
Fig. 5a Cantero de la Familia Suárez, lo usan para producir cilantro y semillero de otras hortalizas.
Fig. 5b Multiples canteros con cilantro y acelga. Escuela Técnica Agropecuaria. Sector El Tigre. Parroquia Sector Concesión 7. Parroquia General Marcelino Briceño. Se muestra el rol de los Urdaneta niños de la familia
A inicios de la intervención del Proyecto en el Municipio Baralt, se planteaba las pocas posibilidades de que las hortalizas fueran renglones que se pudiesen explotar económicamente en este territorio. Bajo esos conceptos, se comenzó a trabajar con tres productores, hasta extenderse hasta 10 unidades productivas en la actualidad. De esta manera, la monoproducción ha ido inclinándose hacia la diversificación (Fig. 6), y la carga contaminante (Fig. 7) ha disminuido notablemente en las áreas donde se brinda asistencia técnica y capacitación.
Fig. 6 Avance promedio en la diversificación de especies vegetales en las unidades productivas y el papel de las hortalizas en la misma
Normalmente las áreas se mantenían con dos cultivos: yuca-musáceas, auyama- musáceas, maíz-auyama, musáceas-maíz. Actualmente, es normal encontrarse como promedio en los predios donde interviene el Proyecto varias hortalizas, según la época del año, como son: ají, pimiento, tomate, cilantro, cebolla larga, acelga, remolacha y eventualmente otras por el momento.
Fig. 7 Comportamiento de la aplicación de agrotóxicos y de abonos orgánicos en las unidades productivas
Todas son evidencias de los desafíos que se han enfrentado con la aplicación de instrumentos o herramientas acertadas. El echo de haberse incrementado la diversificación de las especies de importancia económica en las unidades productivas, y de reducirse significativamente la aplicación de agrotóxicos, en la medida que se hace habitual el uso de abonos orgánicos -como se muestra en la Fig. 7-, marca la tendencia de adopción de prácticas agroecológicas como principios de la agricultura pequeña escala. Por el momento, el estiércol de bovinos descompuesto, es el abono orgánico que más se utiliza. Otros son el compost y el humus líquido originado de la lombricultura (Fig. 8). La tendencia dentro de poco tiempo será que las frecuencias de aplicaciones foliares de humus líquido se incrementen, también los volúmenes de compost. Hay una razón muy clara del por qué la bosta de vaca es la más utilizada: se debe a que los productores no tenían cultura de preparar compostajes y de cultivar lombrices. Sin embargo, con los distintos talleres de capacitación que han recibido, junto a la asistencia técnica, se han percatado que el uso de estos abonos, les ha permitido obtener mayores resultados productivos y económicos.
Fig. 8 Porcentajes estimados de los abonos orgánicos: estiércol vacuno, compostaje y humus líquido, utilizados en las unidades productivas donde actúa el Proyecto de Agricultura Sustentable a Pequeña Escala en el Municipio Baralt
Durante la primera etapa de trabajo, generalmente el humus líquido comenzó a ser adquirido en las tiendas expendedoras de productos para la agricultura, por un precio entre BsF 8.00 a 12.00. De esta manera, fueron reduciéndose las compras de urea y formulaciones completas de fertilizantes minerales, como es la popularmente utilizada: 15-15-15. Al mismo tiempo, la adecuada nutrición de las plantas y el lecho que le proporcionan los abonos orgánicos, les ha garantizado mayor nutrición y tolerancia al ataque de plagas y enfermedades. Es por ello, que han reducido la compra de productos químicos tan usuales como: Lannate, Difos, Karate, Relevo, Corsario y Pyrinex, entre otros. Existen algunos, que si se les recomienda a los productores que lo mantengan, para atacar algunas enfermedades fungosas en condiciones de semilleros y de manera general en el huerto. Estos son: oxicloruro de cobre, Manzate y cal agrícola. Estos últimos combinados con aplicaciones de humus líquido. En estos momentos, se está introduciendo la aplicación de extracto de las hojas del árbol del Nim (Azadirachta indica) a manera de biopaguicida, para el control de lepidópteros y de otros insectos, ácaros y agentes causales de enfermedades fungosas. Existe una amplia disponibilidad de esta planta en todo el municipio Baralt, lo que facilita su empleo.
En cuanto a la aplicación de abonos orgánicos hay que tomar en consideración dos aspectos: 1) los volúmenes, y 2) la frecuencia. No ha sido posible estimar con claridad o buscar, por el momento, un coeficiente que permita ofrecer una visión cercana a la realidad de cómo pueden comportarse ambas variables. Una de las razones fundamentales es que las causas que definen su empleo son multifactoriales. Tienen un peso muy importante las características del suelo, el tipo de cultivo y la disponibilidad del abono orgánico. De todos modos, el perfeccionismo no es el propósito del presente trabajo, pues esto puede corresponder a una etapa más avanzada del proceso de desarrollo rural sostenible. En la actualidad, el impacto más importante –en cualquier medida- es haber logrado penetrar el aparentemente insustituible escudo agrotóxico de la agricultura tradicional. Y el carácter de sostenibilidad lo manifiesta el empoderamiento de los productores que van adoptando las prácticas agroecológicas como una manera habitual de hacer sus labores culturales.
2.2.2 ¿Cómo actúa la capacitación bajo la filosofía de penetrar la agricultura tradicional? Normalmente la capacitación es tratada al inicio de trabajos con estos enfoques; sin embargo, se parte de la consideración que la capacitación, como el diagnóstico, no deben constituir etapas iniciales dentro de un proceso de desarrollo rural (PDR) sostenible, como erróneamente se ha pensado. Al contrario, sí deben ser una secuencia de actividades: sistemáticas, puntuales y pertinentes, que comiencen con la concepción de la propia idea del PDR, pero que van a estar activados, para actualizar y retroalimentar al PDR, incluso hasta después de la intervención del donante o de la asistencia técnica externa. Para ese momento, los líderes y promotores locales de las comunidades, o de las familias que han sido beneficiadas, también deben haberse empoderado de las herramientas prácticas necesarias para no perder el hilo de la sostenibilidad de sus actividades rurales.
Sin embargo, sí es necesario e imprescindible plantear que la capacitación es piedra angular para que los principios agroecológicos puedan ir desplazando los tentáculos de la Revolución Verde, aún persistentes. Es poco probable lograr éxitos en los PDR sin el empleo de herramientas participativas adecuadas para la educación de adultos, espacios de reflexión y sensibilización. Los elementos que se han ofrecido anteriormente, todos han estado sustentados bajo la concepción de una capacitación definida de esta manera (Fig. 9a, 9b, 9c, 9d, 9e).
Fig. 9a Taller de reflexión y sensibilización mediante el uso de herramientas participativas.
El escenario ha sido un aula con todas las comodidades e insumos necesarios
Fig. 9b Capacitación debajo de un árbol al lado del Fig. 9c Taller de huertos intensivos y abonos huerto. Sector San Roque. Parroquia orgánicos. Fundo Lomas de Medellín. General Urdaneta Sector El Paragua. Parroquia General
Urdaneta
Fig. 9d Demostración de métodos. Sector Fig. 9e Producto final de un Taller de Huertos
El Paragua. Parroquia General Urdaneta intensivos y organopónicos. Los Beneficiarios lo ponen a punto para la Siembra. Sector El Tigre. Parroquia Marcelino Briseño
Es estratégico que los elementos teóricos tratados en las capacitaciones, posteriormente se lleven a las demostraciones de métodos o clases prácticas (Fig.
10a, 10b). Ese es el momento en que los productores alcanzarán el nivel de habilidades necesarias para aplicar en sus predios lo aprendido. Debe agregarse, que el técnico facilitador de PDR debe estar dotado de suficientes habilidades y herramientas para adaptar sus estrategias de capacitación a cada escenario, pues cada uno es distinto de otro. Unas veces se cuenta con aula y diversos insumos, otras veces hay que emplear el tronco de un árbol y su sombra, o bajo el intenso sol del Estado Zulia. Lo importante es hacer que los grupos metas se apropien de los conocimientos, los cuales son construidos de manera colectiva entre los beneficiarios y los técnicos; pues se parte de la plataforma empírica que ya se tiene en las comunidades, e incluso académica cuando participan miembros de instituciones que tributan a la agricultura. Lo que si debe quedar claro es que los mejores resultados se han logrado cuando se crea un clima en las capacitaciones de absoluta retroalimentación y se le da un valor horizontal a los saberes de todos, para construir colectivamente el conocimiento que será aplicado posteriormente por los participantes en sus predios.
Fig. 10a Demostración de método: uso del rotocultor en la preparación pequeñas extensiones de terreno para el establecimiento de huerto intensivo.
Fig.10b Demostración de método: determinación de humedad óptima en la lombricultura. Escuela Técnica Agropecuaria. Sector Concesión 7. Parroquia General Urdaneta Sector San Roque. Parroquia General
Urdaneta
Normalmente, una buena parte de todas las personas capacitadas (Tabla 1) no responden activamente a la invitación que los nuevos conocimientos y habilidades les hacen, para que sean aplicados en sus áreas agrícolas. Es normal que así ocurra, pero lo que sí es muy importante, es que al menos un segmento reducido de los participantes logre hacer llegar la innovación hasta sus unidades productivas. Estos serán entes multiplicadores, y se espera que en un breve plazo de tiempo, espontáneamente se sumen otros beneficiarios a la aplicación de los principios agroecológicos como efecto de la visualización antes mencionada.
Tabla 1. Cantidad de beneficiarios de diferentes grupos metas capacitados durante un año de intervención del Proyecto en el Municipio Baralt
Otro principio que se involucró dentro de las capacitaciones llevadas a cabo fue el ya conocido método: "aprendiendo-haciendo". Además, las demostraciones de que en cada sitio, existe la posibilidad de aprovechar al máximo los recursos locales que se disponen, y tener que depender lo mínimo de los insumos externos. Por ejemplo: cercas, semillas, materia orgánica, techos para las trojas o cobertizos, agua, guarderas, etc.
2.2.3 Economía familiar definiendo modelo de producción El discurso del autoconsumo y de la importancia de las hortalizas para la salud de la familia, es más comprendido, cuando se refuerza con números reales de productores que han llegado a comercializar muchas de las especies cultivadas bajo la concepción de una agricultura orgánica y sostenible. La Fig. 11 muestra un caso que puede ilustrar el anterior planteamiento. Se trata de la Escuela Técnica Agropecuaria ubicada en el Sector Concesión 7 de la Parroquia General Urdaneta. Dicho plantel no disponía donde hacer prácticas de campo con sus estudiantes. Con la intervención del Proyecto se definió un área donde actualmente se siembran hortalizas y se desarrolla la lombricultura; los cuales han sido espacios ideales para el desarrollo de las clases prácticas. Recientemente han comenzado a cosechar sus primeras producciones: una parte de las mismas las ha comercializado -a precios solidarios- entre sus docentes, estudiantes y en la comunidad. Se hará referencia al caso del cilantro, una especie hortícola muy demandada en todo el Estado Zulia y probablemente en el país.
Del cantero que se observa en la Fig. 11 se obtuv ieron BsF 140.00, el cual se cosechó y comercializó en apenas tres horas. De dos canteros como ese, con una dimensión de 6 m de longitud y 1.20 m de ancho, el total obtenido fue de BsF 250.00. Ese propio dinero, les ha servido para comprar más cerca, lo cual va a permitir ampliar el área de los canteros y la cantidad de ellos. Los profesores de dicha Escuela se han estimulado notablemente con tales resultados, y los comunitarios que compraron dicho cilantro, plantean que sabe mejor que el que se vende en el mercado y por solo BsF 1.00 recibieron más cantidad que el que se le ofrece en dicho mercado. Pero también se han percatado que la producción orgánica de estas hortalizas les permite obtener alimentos más sabrosos, inocuos para su salud, y capaces de generar ingresos que contribuyen a sanear las finanzas familiares. Este es sólo un análisis de caso, de los muchos que se pudieran dar a conocer, y que son muestra de que los modelos impuestos por la Revolución Verde sí pueden irse desplazando poco a poco por una nueva agricultura sustentada en principios agroecológicos, que al mismo tiempo es más humana y está acorde con la naturaleza y el futuro de las generaciones presentes y venideras.
Fig. 11 Cosecha y venta de cilantro. Escuela Técnica Agropecuaria. Sector Concesión 7.
Parroquia General Urdaneta. En la cosecha el cilantro fue arrancado, ya se le dieron las Observaciones de que es preferible le hagan dos o tres cortes y así aumentarán los rendimientos por superficie y por pie de planta
I. El incremento de especies de hortalizas y del uso de abonos orgánicos en las unidades productivas acompañadas, son indicadores que visualizan a la agricultura ecológica como una nueva concepción productiva en el Municipio Baralt.
II. La capacitación bien enfocada y pertinente hacia los grupos metas es la plataforma sobre la que se apoya la sostenibilidad de los procesos de desarrollo rural.
III. Bajo las condiciones del Municipio Baralt es posible establecer PDR sostenibles que permitan incrementar la calidad de vida de las familias e instituciones docentes; al tiempo que lleguen hasta nuevos espacios aún invadidos por rezagos de la Revolución Verde.
Evaluar las tendencias de los impactos económicos, sociales y medio ambientales que la aplicación de la agricultura a pequeña escala pueda generar en el Municipio Baralt, y que se convierta en una buena propuesta de paradigma para otros espacios productivos del Estado y el Territorio Nacional.
5 Bibliografía Consultada
Aguilera, N. (2006). Procesos de cambio de una comunidad marginada hacia el desarrollo rural sostenible: Peralejo como estudio de caso. EcoDesarrollo. Monografías.com, 12 pp.
Altieri, M.A. and M.K. Anderson. 1986. An Ecological Basis for the development of Alternative Agricultural Systems for Small Farmers in the Third World. J. Aletrnative Agric. 1:30-38.
Altieri, M. (1999). Agroecología: Bases científicas para una agricultura sustentable.
Universidad de Berkeley. California. USA.
Rodríguez, R. & Monica Hesse (2000). Al andar se hace camino: Guía metodológica para desencadenar procesos autogestionarios alrededor de experiencias agroecológicas. Ed.: Kimpres Ltda. Colombia. 213 pp.
Desafíos agroecológicos de la agricultura a pequeña escala en el Municipio Baralt del Estado Zulia Asesores Internacionales. Fundación CIARA. Convenio Cuba-Venezuela. Ave. Principal S/N. Diagonal al Banco Mercantil. Parroquia Pueblo Nuevo. Sector La Florida. Municipio Baralt. Estado Zulia.
Autor:
MSc. Narciso Aguilera Marín.
Email: narcisoam[arroba]yahoo.es
Emiliano García Matamoros.
Email: g.emiliano44[arroba]yahoo.es
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