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Desde la Lubianka (página 2)


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Las doctrinas militares soviéticas

«El Proceso de Tukhachevsky despertó el máximo interés entre los militares, soviéticos y de otras naciones como Polonia; no sólo porque los nombres de Yakir, Yegorov, Dubovy, Primakov, y sobre todo Tukhachevsky, se conservaban en la memoria desde la Guerra Ruso-Polaca de 1919-1920, sino porque era en absoluto evidente que en su caso también, como en los procesos contra la "vieja guardia bolchevique", la verdadera finalidad no era enteramente liquidar a unos pretendidos "agentes fascistas". Tanto los polacos como los soviéticos siguieron con interés el desarrollo de las doctrinas militares, tanto en Polonia como en la Unión Soviética. Las revistas militares polacas daban preferencia a las reseñas sobre artículos publicados en las revistas militares soviéticas, los traducían y reproducían en muchos casos, y se publicaban en Polonia muchas traducciones de libros soviéticos de temas militares. Los bolcheviques también prestaban gran atención a la literatura militar de origen polaco. Yo tenía la impresión de que en algunos períodos, la literatura militar polaca inspiraba el máximo interés entre los expertos y observadores soviéticos. Y había podido observarse el comienzo de una discusión sumamente viva en los dominios de la doctrina y la teórica, una discusión que llevó a la postre a un implacable conflicto en la URSS. La doctrina militar soviética se basaba en el concepto leninista de la revolución ofensiva permanente, pero, lo mismo que entre Trotsky y Stalin, el choque subsiguiente sólo se relacionaba con la táctica de esta ofensiva; el conflicto entre los estudiosos militares profesionales soviéticos no se refería a los problemas de la guerra como tal, sino a su forma. La cuestión esencial no variaba: el Ejército Rojo debía ser la vanguardia de la revolución mundial, lo que según algunos se identificaba, no sin cierta ingenuidad, con el llamado imperialismo moscovita, de tradición secular muy anterior a los Soviets.»

«Tal definición provenía nada menos que de Trotsky, pero también la adoptó su rival y sucesor en el cargo de Comisario del Pueblo para la Defensa Nacional, Mikhail Frunze, quien murió en un hospital en circunstancias de lo más sospechoso, después de ejercer el ministerio de la guerra soviético a las órdenes de Stalin. La puesta en práctica de tales principios ofensivos dio origen a grandes diferencias de opinión. En el período 1924-1929 las opiniones se nuclearon en torno a dos escuelas, que representaban partidos enfrentados, uno liderado por el general Svechin y otro por el mariscal Tukhachevsky. La Escuela de Svechin defendía los principios de la antigua doctrina militar nacional rusa, que se remontaba al mariscal Suvórov, de la época napoleónica; defendía que Rusia debía evitar una "guerra de choque" y centrarse en la "guerra de desgaste", la cual en su opinión daría a Rusia ventajas mucho mayores que cualquier otro tipo de guerra, y dejaría completamente exhausto a cualquier enemigo que la agrediese, permitiendo lanzar en el último momento una ofensiva que terminase con él. El temperamento impaciente y agresivo de Tukhachevsky se avenía mal a planteamientos dilatorios como aquél. Como Trotsky, que llevado de su carácter impaciente, creó la doctrina de la "revolución permanente", Tukhachevsky se sentía impelido de un modo muy similar a emprendar la doctrina de los "grandes movimientos de masas" y la de los "martillazos aniquiladores", basadas en concepciones de ofrensiva, rapidez y concentración de potencia de fuego. Tukhachevsky, que había mandado a los guardias rojos que aplastaron la rebelión de los marinos de la Base Naval de Kronstadt en la primavera de 1921, antes de ser promovido a general, progresaba hacia su bastón de mariscal con una perseverancia y una brillantez semejantes a las de Napoleón un siglo antes. Con la misma inhumanidad con la que lo destrozaron más tarde, derribó a Svechin y puso fin a la carrera militar de sus seguidores. Prisionero de guerra de los alemanes en 1918, era el partidario más ferviente de alcanzar un acuerdo militar con la Alemania de Weimar, lo que en su momento se llamó "el Rapallo militar".»

«Era un entusiasta adepto de las teorías alemanas de la "guerra relámpago"; mientras Tukhachevsky ejercía los más altos puestos en las fuerzas armadas soviéticas, puso a disposición de los alemanes centros de experimentación e instrucción secretos en territorio soviético, y equipos de ingenieros alemanes y rusos colaboraron en el desarrollo de tanques y aviones de combate; incluso varias plantas soviéticas produjeron directamente armamento secreto para ser ensayado por el Reichswehr. [14] Con sus amplias concepciones y su indiscutible genio militar, consiguió la aquiescencia del propio Stalin, quien en pleno año de 1936 no dudaba en hacer la siguiente declaración en público: "Ningún puerco capitalista meterá el hocico en nuestro país; y combatiremos a nuestros enemigos cuando se acerquen a nuestras fronteras", sin darse cuenta de que con tales palabras estaba revelando, para cualquier mente militar mínimamente al tanto, de que la URSS no era la defensora de la paz que decía ser, sino que albergaba secretos deseos de un marcado carácter militar y ofensivo. Mientras estuve en las cárceles de los Soviets, y después de salir de ellas, tuve ocasión de ver muchas veces, en oficinas públicas soviéticas, carteles en los que un enorme hocico de cerdo era golpeado por culatas de fusil en una zona próxima a Varsovia. ¿No era natural sacar de semejante "descuido" visual las conclusiones necesarias para preparar planes encaminados a la defensa nacional de países como Polonia? Muchos años habían de pasar antes de que Stalin y el PCUS se dieran cuenta de que sus planes "defensivos" de organización estatal de la producción industrial no estaban de acuerdo con este dinamismo ofensivo, encarnado en la doctrina ofensiva de Tukhachevsky, exactamente coherente, en el plano militar, con la teoría política de la revolución permanente de Trotsky. Tal doctrina era causa de que las tropas soviéticas estuvieran dispuestas a la manera de una concentración operativa en los Distritos Militares más al oeste y más al este de su territorio, ya desarrollada en tiempo de paz, y de que se adelantaran a esos distritos más extremos (y menos defendibles, pero más útiles a un plan ofensivo) las principales bases de abastecimiento militar antes de 1941.»

«En pocos procesos y acusaciones contra personas supuestamente culpables de haber estado en relación con Trotsky ha habido tanta sustancia como en la inculpación contra Tukhachevsky. Después de "liquidarlo", junto a sus lugartenientes, subordinados y seguidores —muy numerosos, por cierto— se produjo una rápida vuelta a los postulados de la Escuela de Svechin. Dos nuevos mariscales, Shaposhnikov y Timoshenko, pusieron sobre el tapete los principios de defensa en profundidad de origen nacional, heredados de las antiguas ideas de Suvórov en materia militar, consistentes en sacrificar tantos hombres y tanto territorio como fuera necesario con tal de no dejarse vencer: "todo para el zar y el país". En tiempos de los zares aún cabía Dios en esta máxima, pero el nuevo zar rojo, Stalin, se había autoproclamado nuevo "dios" totalitario de la Rusia soviética, y solía proclamar poco antes de 1941, como en otro tiempo el Rey Sol de Francia (Luis XIV), "la revolución soy yo".» [15]

Notas

[1] W. Anders, Sin capítulo final. Barcelona, Malabar, 2008 (1ª ed. polaca: 1948), p. 36.

[2] W. Anders (dir.), El crimen de Katyn a la luz de los documentos. Barcelona, Mundo Libre, 1952, p. 42.

[3] U.S.P.D. Unabhängige Sozialistische Partei Deutschlands, esto es, Partido Socialista Independiente de Alemania. Liderado por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, lanzó sangrientas revueltas armadas en noviembre de 1918 en grandes urbes del norte de Alemania, como Kiel, Bremen, Hamburgo y Berlín. En los combates callejeros que generaron los intentos del USPD por dar un golpe de estado salieron victoriosos los llamados Freikorps o "cuerpos francos", bandas armadas formadas por soldados y oficiales veteranos de la primera guerra mundial, de tendencia derechista en su mayor parte, y ultraderechista en algunos casos. Estas bandas, cooperando con la policía alemana y el ejército republicano alemán, provisionalmente dividido en cuerpos regionales durante el invierno de 1918, aplastaron a los golpistas del USPD y otras fuerzas de extrema izquierda, con las que éstos habían fundado el llamado "Spartakusbund" o "Unión de Espartaco" —nombre acuñado para la reunión de fuerzas de extrema izquierda por sus reminiscencias antiesclavistas—, de ahí que fueran conocidos como "Spartakisten", "espartaquistas". Las bandas del U.S.P.D. y sus aliados habían surgido entre fracciones ideologizadas y radicalizadas de veteranos alemanes de la primera guerra mundial, como las de los "Freikorps", pero representaban un sector minoritario entre las fuerzas alemanas derrotadas; el pueblo alemán, en general, apoyo a los "Freikorps" y a la cadena de mando militar y policial, sobre todo en el campo; la extrema izquierda sólo tenía arraigo popular en las grandes ciudades industriales, y en éstas, entre fracciones reducidas y radicalizadas del movimiento obrero marxista. Eso explica en parte el fracaso progresivo de todos los intentos de golpe de estado de extrema izquierda que hubo en Alemania en el invierno de 1918. En aquellos meses, muchos comunistas, dentro y fuera de Rusia —donde tronaba la guerra civil entre "rojos" y "blancos"—, creían llegada la hora de la revolución proletaria mundial —europea al menos— y se lanzaron a la calle con gran brutalidad y sadismo, asesinando a cientos de personas, oponentes políticos más supuestos que reales, religiosos y gentes de clase alta por el mero hecho de serlo. Probablemente su exceso de violento fanatismo les restó popularidad y las masas no los apoyaron, viendo en el ejército y la policía a los garantes de la paz social. De hecho, ni el USPD primero, ni el KPD después, lograron superar a su gran rival común, el SPD, ni constituirse en la opción política mayoritaria de las clases obreras en los grandes centros industriales de Alemania. El SPD de Friedrich Ebert fue el que formó gobierno para forzar el final de la primera guerra mundial, al no reconocer los aliados al káiser, que hubo de abdicar para poder alcanzarse el armisticio del 11 de noviembre de 1918.

[4] K.P.D. "Kommunistische Partei Deutschlands", "Partido Comunista de Alemania". Junto con otros muchos partidos comunistas nacionales, vio la luz con la III Internacional (Comunista) en 1919 y recogió a los restos diezmados del USPD y otras fracciones radicales de la izquierda socialista alemana. Participó en una segunda "primavera revolucionaria" entre 1919 y 1921, que afectó más a Austria y Hungría que a Alemania, donde el fracaso del USPD y sus socios habían puesto las cosas muy difíciles a posteriores intentos de golpe de estado armado de corte revolucionario obrerista. El KPD tuvo estrechas ramificaciones en toda Europa central y desde muy pronto estuvo vinculado a la URSS y al Komintern, donde tenía un gran peso, siempre bajo la tutela soviética. En la década de 1930 estuvo a punto de desbancar a los nazis de Hitler, pero nunca llegó a tener el masivo apoyo popular de éstos, por la tendencia mayoritaria de la sociedad alemana a preferir la jerarquía y el orden basando en la autoridad que el caos que produce toda revolución social.

[5] W. Anders, Hitler's defeat in Russia. New York, Funk & Wagnalls, 1947, p. 47.

[6] W. Anders, Sin capítulo final. Barcelona, Malabar, 2008, pp. 62-63.

[7] W. Anders, op. cit., pp. 38-39.

[8] Ibidem, p. 79.

[9] Ibid., p. 102.

[10] Ibid., p. 141.

[11] "María negra", coche celular con las ventanas cegadas, en el que los detenidos que van en su interior no pueden ver ni distinguir la luz exterior.

[12] W. Anders, Sin capítulo final, p. 154.

[13] Ibid., p. 42.

[14] El Reichswehr (n.) [trad. lit. Defensa Imperial] fue el conjunto de las fuerzas armadas alemanas que el Tratado de Versalles consintió en autorizar a Alemania para su defensa nacional en 1919. Limitado a una plantilla orgánica de 100.000 hombres, fomentó la excelencia académica, científica y técnica, y supo recoger y asumir todas las lecciones de la primera guerra mundial; Hitler crearía sobre él su propio modelo de fuerzas armadas, la Wehrmacht, [trad. lit. Poder Defensivo] que se revelaría en todo su potencial, paradójicamente ofensivo, a partir de 1939.

[15] W. Anders, Sin capítulo final, pp. 49-51.

Bibliografía

Wladyslaw Anders, Sin capítulo final. Barcelona, Malabar, 2008 (1ª ed. polaca: 1948).

Wladyslaw Anders (dir.), El crimen de Katyn a la luz de los documentos. Prólogo del General Wladyslaw Anders. Barcelona, Mundo Libre, 1952.

Wladyslaw Anders, Hitler's defeat in Russia. New York, Funk & Wagnalls, 1947.

 

 

Autor:

Jorge Benavent

 

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