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Metafísica. Una Introducción a la Ciencia Cósmica

Enviado por miguelangel torres


    1. Estrategia Energética
    2. Herencia Evolutiva (el diseño original)
    3. El Karma
    4. La Naturaleza del Proceso kármico y Algunas de sus Manifestaciones
    5. Organización y Empleo Lógico de la Energía
    6. La Memoria (una herramienta vital)
    7. Generación y Transformación Energética
    8. La transferencia del efecto onírico al estado de vigilia
    9. Las Leyes Silenciosas del Sistema Energético Unificado
    10. Referencias

    Estrategia Energética

    Llamamos Estrategia Energética al conjunto de leyes que operan en el universo, ayudando a mantener el orden y la estabilidad de todo lo que habita en el. El universo opera de forma estratégica, cada evento predispone la creación de otro evento. Sabemos que nada ocurre al azar, aunque no entendamos de inmediato su complejidad, si entendemos que opera de manera sistémica, organizada y estratégica.

    Explicamos estos eventos casi personificando el universo, adjudicándoles virtudes humanas, tratándolo como un dios por su aparente perfección, en otras circunstancias lo admiramos como una gran mente, ¿Pero? ¿Es que a caso no se trata de una gran mente, compuesta por millones y millones de otras mentes? (nosotros). Desde este perspectiva podemos decir entonces, que nosotros dependemos del universo, tanto como el universo depende de nosotros ¿Existe un dios? o ¿Millones y millones de dioses?

    Nuestra energía, tanto la psíquica como la física necesita organizarse y educarse estratégicamente para conseguir armonía con el diseño original.

    Herencia Evolutiva (el diseño original)

    Los seres Humanos poseemos una Herencia Evolutiva almacenada en los genes. Este inmenso archivo alberga los logros determinantes en la lucha por la permanencia de nuestra especie. Ningún ser humano puede escapar de entre los millones de años de evolución. Ser indiferentes ante nuestro casi milagroso destino es atentar contra nuestra propia especie, es desestabilizar lo que el universo ha ido forjando con impecable presicion durante tanto tiempo. Nuestra Herencia Evolutiva es el resultado del esfuerzo de millones de años en la carrera por nuestra propia estabilidad (psíquica, física). Hemos creado en nuestro proceso evolutivo una Estrategia Energética que ha garantizado nuestra permanencia en armonía a través del tiempo.

    Esta herencia, a pesar de ser una cualidad o virtud innata en el ser humano no siempre se manifiesta de forma evidente. Diversas circunstancias sociales pueden suprimir nuestras capacidades heredadas. Hablar sobre una Estrategia Energética heredada no implica el conocimiento automático de la misma. Encontrar nuestra herencia evolutiva conlleva un empleo considerable de tiempo y disciplina, no solo para advertir su presencia, sino también para entender como funciona y como se debe reorganizar estratégicamente para que armonice con nuestro propio karma.

    El Karma

    Nacemos con ciertas predisposiciones o inclinaciones intelectuales y síquicas propias de nuestra Herencia Evolutiva. Esas inclinaciones nos llevan a tomar decisiones que eventualmente se amoldarán a las necesidades existenciales de nuestra personalidad. Cada decisión que tomemos nos conducirá a una experiencia particular que aportará y se ajustará a las necesidades evolutivas de cada cual.

    Esto nos obliga a asumir el control ante las experiencias que nos corresponden experimentar con el fin de evolucionar en armonía con nuestras necesidades o inclinaciones existenciales. Cada quien debe ser capaz de buscar, encontrar y escoger la o las mejores experiencias que garanticen una estrategia evolutiva estable y lógica. De no ser de esta manera correremos el riesgo de enfrentarnos a nosotros mismos con discursos contradictorios y experiencias inestables. Se ha hablado del Karma como una energía reciproca a una acción cometida, pero esta concepción puede estar incompleta o mal interpretada.

    El Karma no es tan solo una devolución energética como respuesta a una determinada acción que condiciona el futuro individual, lo que sucede, es que la propia Herencia Evolutiva no permitirá que el ser humano se quede en la ignorancia de si mismo; una acción incompleta, de alguna manera u otra, tarde o temprano se completará con la única intención de que tomemos control sobre las decisiones en cada experiencia elegida. Este mecanismo de retribución no trata, de ninguna manera, dogmatizar una concepción escatológica, más bien de advertirnos si estamos perdiendo dirección en la secuencia de nuestras experiencias evolutivas.

    La Naturaleza del Proceso karmico y Algunas de sus Manifestaciones

    El Karma es acción. Es tan potente y frágil como cualquier vida. Hemos de enterarnos de alguna manera u otra sobre nuestra dirección. Ahí es donde opera el mecanismo Karmico. Nuestras intenciones existenciales, el desarrollo de la personalidad a través del tiempo, el empleo de energía en actividades que nos definen, poco a poco van formando lo que llamamos karma. Como una alarma que se enciende cuando estamos a punto de equivocarnos, como un guía que nos apunta con el dedo la dirección hacia donde debemos dirigirnos, así se manifiesta las señales del karma. Son advertencias precisas, pero tan sutiles, que son casi transparentes a la percepción, pero están ahí, nos acompañan todo el tiempo.

    Muchas de nuestras tribulaciones, las más complejas, las que nos llevan a tomar decisiones drásticas y a veces desastrosas son el producto de nuestra indiferencia ante las advertencias que comenzaron en algún momento como cosa simple, casi desapercibida, acumulándose con el tiempo, convirtiéndose en verdaderos problemas que seguramente terminarán costándonos la definición de nuestra individualidad, es decir, nuestra vida. La naturaleza del karma siempre opera a favor del individuo con lógica.

    El ser humano por diversas razones desestabiliza su naturaleza con tendencias hedonistas que lo conducen a pensar muchas veces en el propio bienestar. Pero el karma busca siempre el beneficio común. Cierto es que el karma de un individuo puede afectar al de otras personas, incluso puede llegar a interrelacionarse a tal nivel que puede crear una alianza poderosa, pero, por supuesto conservando la individualidad de cada persona.

    No se debe a priori intentar apoderarse del karma de nadie ni asumir responsabilidades externas. Esto causaría la creación de poder y control sobre otra persona, acción que causará inestabilidad energética en proporciones casi inmanejables.

    Organización y Empleo Lógico de la Energía

    Es imperativo cumplir con un deber universal que promueva una conciencia científica en todos los niveles. El karma puede pronosticar a largo plazo ciertas tendencias, pero sin una intervención concienciada y controlada puede fácilmente debilitarse, produciendo una cadena de eventos erráticos.

    Tan frágil puede ser el karma, que una decisión carente de lógica puede costarle la vida intelectual a generaciones enteras. Ejemplo de esto, son las religiones. Estas organizaciones rituales carecen totalmente de un sentido estricto de la lógica. La idea mágico-poética sobre la naturaleza del hombre las han llevado a estrellarse contra un muro de contradicciones tan absurdas, que en su desespero por adaptarse a su tiempo y ganar adeptos incluyen en sus ritos primitivistas conceptos seudo científicos capases de convertirlas en lo que ellas mismas promueven desintegrar.

    El ser humano cae en una trampa voraz y deja en manos de otros el control absoluto de su destino, convirtiéndose en el juguete predilecto de doctrinas especializadas en ataques terroristas contra la evolución. La magnitud de estos eventos ha conducido a la humanidad a cumplir una condena de ignorancia trasmitida de generación en generación.

    La ciencia oficial ha hecho una aportación sólida aunque aun incompleta en el campo de la neurología cognitiva capaz de probar el inmenso poder psíquico-energético que posee el cerebro humano. El impecable diseño organizativo desde donde opera la mente humana es prueba del esfuerzo armonioso y lógico que ha ido evolucionando a través de los siglos. La estructura energética del ser humano ha establecido de forma silenciosa los parámetros karmicos que establecen una conexión continua entre los acontecimientos individuales y la programación progresiva evolutiva en un nivel macro.

    La memoria que se va almacenando en cada evento o acción individual posee una especie de cuerda direccional que conecta con una red donde se entrelazan todas las conexiones individuales creando una programación interactiva organizada. Todo este alambrado funciona como una gran mente en constante reorganización y cada evento se archiva en la memoria de esta gran mente conectada a cada ser humano.

    Debemos entender que el mantenimiento de este mecanismo debe incluir una constante revisión de las acciones ejecutadas para evitar contradicciones en su funcionamiento. Cada acción se convierte en un engrane del mecanismo karmico individual y cada mecanismo individual sumado al gran alambrado crea lo que podríamos llamar un Sistema Energético Unificado que en términos muy generales puede recibir, devolver y almacenar información.

    La optimización programática de este mecanismo depende en gran medida de la comunicación ordenada entre cada sistema a fin de que cada cual sustente al otro creando un ciclo evolutivo en común.

    La Memoria (una herramienta vital)

    La memoria es el almacén que archiva y protege todas las transacciones síquicas en el Sistema Energético Unificado. Allí toda la información recibida se graba dejando una huella de referencia que luego será utilizada en situaciones que requerirán un comienzo estable previo a una experiencia evolutiva nueva.

    Nuestra herencia evolutiva funciona como una memoria que puede ser transferida de generación en generación. La memoria individual, la que se crea en el cerebro humano posee un circuito perceptivo capaz de asociar todo el aprendizaje acumulado en cada salto importante en la evolución humana. La conducta aprendida socialmente puede llegar a alterar la genética individual inhibiendo el potencial inherente del propio cerebro, creando una inestabilidad funcional en el propio programa cerebral y mental.

    Nuestra organización conductual depende en gran medida de lo que recordamos. Cuando experimentamos el mundo a través de los sentidos lo percibimos inicialmente en su estado natural y lo vamos perdiendo conforme vamos creciendo y aprendiendo de aquellos que ya han construido una percepción limitada de la naturaleza humana. Recuperar la optimización de nuestra naturaleza requiere que desintegremos los hábitos primitivistas aprendidos socialmente a modo de irlos reemplazando por conexiones conducentes al Sistema Energético Unificado.

    Gran parte de los problemas de comunicación entre seres humanos y que suscitan en el peor de los escenarios hostiles entre naciones proviene de la creación de enlaces desorganizados entre la memoria individual y la compartida con el Sistema Energético Unificado. El abismo creado entre ambos enlaces puede promover la construcción desesperada de un puente hecho a base de discursos dogmáticos a fin de poder explicar a como de lugar la incertidumbre generada por la desorganización de la memoria.

    El cerebro humano no acepta una memoria incompleta y tiende desde el subconsciente a rellenar espacios faltantes con información que aparenta encajar muy bien con la conveniencia personal. Si no se tiene control sobre el almacenamiento de la información, si no se organiza y no se le adjudica prioridades a los eventos que lo ameritan el propio cerebro completará por cuenta propia la información con discursos que fingirán tener cierto grado de verosimilitud. La persona puede quedar satisfecha con la inclusión de una información que aparenta estar completa quedando vulnerable a generar intuiciones carentes de lógica sin sospecha alguna de lo contrario.

    La memoria es un espacio que requiere un constante monitoreo para evitar ataques de olvido. El olvido puede generar inestabilidad en la realidad percibida provocando desordenes clínicos y en el peor de los casos la exclusión definitiva del propio yo del universo.

    Generación y Transformación Energética

    Desde una perspectiva orgánica el ser humano es un generador y transformador de energía. La coodependencia con su medio ambiente le provee con lo necesario para generar energía que luego será transformada por medio del esfuerzo físico.

    Por otro lado ese mismo proceso, aun que de forma sutil ocurre con nuestra energía psíquica o energía pura. Esta energía es la que ha sido capaz de generar los ambientes idóneos para las grandes transformaciones energéticas determinantes en los saltos evolutivos mas importantes a nivel psíquico.

    La potencia de la energía psíquica puede llegar a alcanzar tal grado de intensidad que puede muy bien llegar a accesar el conocimiento puro albergado en el programa universal e incluso puede crear estados energéticos completamente nuevos llegando a formar escenarios con leyes diferentes a las percibidas por la conciencia convencional.

    Solo un sistema estratégico, disciplinado y científico puede proveer las herramientas necesarias para manipular, controlar, entender y aplicar la energía psíquica. Cuando se trabaja con este tipo de energía debemos entender que gran parte de la configuración original está desconectada casi en su totalidad del Sistema Energético Unificado.

    El esfuerzo consiste en realambrar toda la estructura interna (individual-cerebral) para conectarse al Sistema Energético Unificado, y de esta manera comenzar a entender la naturaleza funcional del programa. Generar energía significa acción. Acción significa karma. Karma significa transformación. Transformación significa evolución. Evolución significa generar energía. (ciclo)

    La transferencia del efecto onírico al estado de vigilia

    (En esta parte del texto hablaremos con el mismo lenguaje condensado utilizado en los temas anteriores y solo haremos mención por el momento sobre su efecto en el estado de vigilia, por ser este una función básica que acomoda con los temas anteriores).

    La ciencia formal ha desentrañado muchos de los misterios ocultos sobre la naturaleza de los sueños. Desde la optimización para el almacenaje de la memoria, hasta la preparación sicológica previo a algún evento importante para el individuo, por mencionar solo algunas.

    Otras prácticas seudo científicas, algunas esotéricas han encontrado en el mundo de los sueños una salida económica generosa con sus interpretaciones vagas y ambiguas. Lo cierto es que el mundo de los sueños tiene tantas funciones como el cerebro lo crea necesario. Por tal razón se le ha hecho tan dificultoso a la ciencia formal adjudicarle una función práctica específica y por la misma razón las creencias esotéricas se han visto obligadas a limitar sus explicaciones al gusto sensacionalista de la masa.

    Hablar sobre el mundo de los sueños es una tarea tan complicada como hablar de neurocirugía o física quántica. Para poder accesar la información contenida en el Sistema Energético Unificado se requiere de un entrenamiento lógico y formal. Si no se cuenta con ese entrenamiento, los sueños pueden fácilmente servir como trampas mensajeras de información altamente contaminada por las creencias sociales y/o populares.

    Puede el individuo no percatarse de tal maniobra y sobre confiar en el contenido informático de los sueños, alejándolo de la meta original. Por otro lado con un entrenamiento previo se puede disponer de los sueños como un instrumento de trabajo para acelerar procesos informáticos y aumentar los niveles de almacenamiento para el recibimiento de nueva información.

    Los sueños pueden llegar a servir como adminículos para ayudar a entender las leyes que operan detrás del Sistema Energético Unificado. Las leyes que intervienen en los sueños pueden discrepar de forma gigantesca comparándolas con l as leyes que definen nuestra percepción habitual sobre el mundo físico.

    Las Leyes Silenciosas del Sistema Energético Unificado

    Newton estableció las leyes de las cuales hemos partido para explicar el mundo físico en donde nos movemos. Tales leyes han promovido el establecimiento de una realidad inmutable. Estas leyes se apoyan en un razonamiento estricto y lógico que prueban la verosimilitud de unos acontecimientos específicos. Estas mismas leyes son la prueba de la existencia de sistemas lógicos que nos afectan en un determinado plano dimensional.

    Hemos aprendido a percibir y a explicar la realidad a partir de estas leyes. Pero, cuando experimentamos eventos físicos y síquicos que desafían la lógica desde donde están construidas estas leyes lo más probable es que se piense en algún desorden perceptivo. La naturaleza del Sistema Energético Unificado lo hace vulnerable a confusiones basadas en explicaciones descritas con las leyes establecidas de la física.

    La situación es que el Sistema Energético Unificado opera con algunas leyes no explicadas aun por la ciencia formal. Si tratamos de explicarnos las experiencias que desafían tales leyes nunca resolveremos su lógica operacional, pues se trata de leyes totalmente diferentes que se mueven en dimensiones también diferentes. Aunque, esto no significa que las leyes de una dimensión no puedan afectar o interactuar con otra.

    Si experimentamos una dimensión desconocida para nuestra percepción habitual, experimentaríamos solo una parte de ella. ¿Por qué? Por que la falta de información acerca de esta nueva dimensión la haría un lugar inhóspito. Inevitablemente trataríamos de experimentarla y explicarla con las leyes que conocemos. Estaríamos parcialmente experimentándola confundiendo nuestra percepción. El Sistema Energético Unificado es indiferente ante nuestros gustos personales. Sus leyes solo aceptan operaciones armónicas, es decir, lógicas, entren o no entren en el templo de la ciencia formal.

    Cada una de estas leyes regula la energía del universo. La influencia reciproca de estas leyes conforman lo que es la Estrategia Energética y la Estrategia Energética a su vez interactúa con el ser humano organizándose en lo que llamamos El Sistema Energético Unificado. Cada ley tiene una función específica que mantiene, organiza y recrea la actividad en todo el sistema.

    Referencias:

    Kandel, Schwartz y Jessell (2001) Principios de Neurociencia

    Cuarta Edición– McGraw-Hill/Interamericana de España,

    S.A.U.

    Trismegisto Hermes El Kibalion, Tres Iniciados, Estudio sobre la

    Filosofía del Antiguo Egipto y Grecia. Editorial Edaf, Madrid

    Tse, Lao Tao Te King (1993) Editorial Edaf, S.A. Jorge Juan, 30.

    Madrid

    Breve Aproximación a los Conceptos Fundamentales de la Naturaleza Humana y el Universo ®

    Miguel Ángel Torres Aponte

    Bachillerato en Artes Plásticas, (concentración) Escultura

    Puerto Rico, 2005