A nombre de generar más fuentes de empleo los gobiernos locales en cada país, cambian sus legislaciones laborales para eliminar derechos y prestaciones que son molestas para los inversionistas, sin importar que los trabajos que se están creando provoquen malestar en los trabajadores por los bajos salarios, inseguridad e inestabilidad laboral.
Lo que es más importante para los gobernantes es "favorecer al mercado" y como muchos trabajadores no forman parte del mercado sus demandas son ignoradas. En este proceso de deterioro de las condiciones de trabajo los sindicatos independientes y democráticos son un verdadero estorbo para "el mercado".
En el caso de los sindicatos oficiales controlados por líderes corruptos (como lo es el caso de Petróleos mexicanos y Comisión Federal de Electricidad en México), sus dirigentes sindicales se encargan de apoyar todas las medidas que el Dios Mercado dictamine aún inclusive si la petición de los inversionistas privados va en el sentido de que desaparezcan los sindicatos.
Es por ello que los gobiernos locales entregan los recursos naturales y la soberanía al capital privado nacional y extranjero a través de las reformas a sus constituciones como lo es el vergonzoso caso de México.
En estas reformas eliminan a las empresas paraestatales con el consecuente despido de trabajadores y ofrecen los servicios que estas brindaban a la iniciativa privada que convierten en mercancías, los servicios considerados como parte de los derechos humanos de la población es decir, los servicios de salud, de educación, etc.
El culto al mercado que hoy vemos por parte de nuestros gobernantes, políticos, hombres de negocios y medios masivos de comunicación tiene como trasfondo el enriquecimiento de unos cuantos, el empobrecimiento de millones de personas, la entrega de los recursos naturales y la soberanía de los países al capital privado nacional y extranjero.
En base a lo anteriormente visto, podemos ver que el mercado no es la panacea de todos los males, sino todo lo contrario, es la fuente de los mismos. La premisa fundamental del mercado "no es nada personal, son sólo negocios", aumenta la desigualdad social, la injusticia social, la antidemocracia.
El Dios Mercado controla nuestras vidas personales y sociales, ha tomado el control sobre nuestra forma de pensar por medio de la publicidad y los medios masivos de difusión ya que nos indican cómo pensar, qué decir, qué sentir, etc.
Han tomado el control de nuestra economía personal al determinar el monto de nuestros salarios y prestaciones en complicidad con nuestras autoridades que de una manera cada vez más descarada exhiben sus actos de corrupción con un discurso demagógico cada vez más alejado de la realidad, al mismo tiempo que nos inducen al consumo de productos y servicios, que muchas veces en realidad no necesitamos. Nos crean necesidades y manipulan nuestros deseos para que nos convirtamos en el hommo consumens denunciado por Erich Fromm en su libro Sobre la desobediencia y otros ensayos. http://ebiblioteca.org/?/ver/49203
El Dios Mercado ha tomado el control de nuestros recursos naturales, de la política y economía de nuestros países al fomentar y consolidar la corrupción en los más altos niveles de gobierno para favorecer su conquista de nuevos mercados y eliminar todo tipo de obstáculos que puedan impedir su gula por la plusvalía.
El Dios Mercado nos ha quitado todo rasgo de humanidad cuando nos hace indiferentes al sufrimiento ajeno, cuando somos incapaces de solidarizarnos con el excluido, con el marginado, con el explotado y nos refugiamos en nuestro individualismo.
El Dios Mercado nos ha creado una sociopatología al convertirnos en personas incapaces de sentir empatía por los demás y preocuparnos dentro de nuestro egoísmo, solo por lo que "nos afecta directamente".
El Dios Mercado, es un Dios omnipresente, se encuentra en todos lados, en la privacidad de nuestros hogares, en el ambiente de trabajo, en las vías públicas, pero sobre todo está dentro de nuestras cabezas. Nos penetra una y otra vez por medio de nuestros teléfonos personales, por medio de la televisión, por medio de la radio, por medio de las redes sociales, no hay lugar en este mundo en el cual el Dios Mercado no esté presente.
¿Qué podemos hacer para disminuir este impacto negativo del Dios mercado en nuestras vidas?
¿Cómo podremos defender nuestros derechos como consumidores frente al Dios mercado si este controla a los que nos gobiernan en los tres niveles debido a la corrupción existente en nuestro medio?
En las actuales condiciones parecería que luchar contra el Dios Mercado es como involucrarnos en una causa perdida, en la que la derrota y la sumisión al mercado es lo más seguro.
Pero si cambiamos estas condiciones mediante un cambio de actitud en la cual pensemos que como consumidores somos mayoría y que las grandes empresas sin consumidores no son nada, podemos ver un rayo de esperanza para que la humanidad regrese al camino del humanismo y deje de estar presa del consumismo.
Siempre he estado convencido de que para lograr el cambio social, una condición sine qua non es lograr primero el cambio individual. Es decir, el primer paso para cambiar esta sociedad está en lograr cambios de actitudes, de valores y de comportamiento en el nivel individual.
http://www.monografias.com/trabajos99/revolucion-consciencias/revolucion-consciencias
http://www.monografias.com/trabajos99/revolucion-consciencias-parte-dos/revolucion-consciencias-parte-dos
/trabajos99/revolucion-consciencias-parte-final/revolucion-consciencias-parte-final
Estos cambios no se limitan a modificar hábitos y formas de consumo, lo cual es necesario hacer pero es realmente insuficiente porque lo que tenemos que cambiar es al sistema social injusto, excluyente, antidemocrático y represor sobre el cual está asentado el Dios Mercado.
Se requiere un cambio de ideología, pasar de una ideología consumista al desarrollo de una ideología de clase que nos ubique en el contexto de la lucha de clases y nos alimente el espíritu revolucionario necesario para dar la batalla en la transformación de esta sociedad por otra en la cual quepan todos los mundos, todas las realidades, todas las ideologías sin exclusión ni marginación alguna.
En el inter de este tránsito de una ideología consumista por una ideología libertaria, sí es importante tomar consciencia de los motivos que nos impulsan en nuestro comportamiento como consumidores, para evitar seguir siendo manipulados por la publicidad y medios masivos de difusión. De esta manera podremos también mejorar nuestra economía al dirigir nuestros hábitos de compra en forma inteligente.
La necesidad de adoptar una postura de combatividad, rebeldía y desobediencia se encuentra en la extinción de democracia en nuestra sociedad contemporánea, en la cual vemos con preocupación muestras más frecuentes de totalitarismo por parte de quienes nos gobiernan. /trabajos101/sociedad-contemporanea-transito-del-autoritarismo-al-totalitarismo/sociedad-contemporanea-transito-del-autoritarismo-al-totalitarismo
En este cambio de percepción individual debemos ubicarnos como seres sociales que pertenecemos a diferentes grupos simultáneamente, muchos de los cuales no pueden cumplir con sus tareas (educativas, laborales, de integración social, etc.), por la ausencia de recursos debido a la corrupción existente.
La toma de consciencia de la naturaleza injusta y desigual del Dios Mercado ya que contribuye a la desigualdad social haciendo más ricos a unos cuantos y más pobres a millones de seres humanos, nos permitirá superar el individualismo, el conformismo, la sumisión y la indiferencia social que hoy se observa en buena parte de la población. /trabajos101/sociopatologia-sociedad-contemporanea/sociopatologia-sociedad-contemporanea
Lo que está en juego no es cualquier cosa, lo que está en riesgo es la sobrevivencia de la humanidad, el sistema social en el que nos encontramos está en una crisis sin precedentes en la que la obsesión enfermiza por las ganancias por parte del Dios Mercado y el énfasis en el consumo excesivo están acabando con los recursos naturales de nuestro planeta y el camino al que nos conduce el Dios mercado es hacia la destrucción de toda forma de vida. /trabajos101/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social
La toma de consciencia de nuestra naturaleza como seres sociales va enlazada al incremento de nuestra participación en cada uno de los grupos sociales a los que pertenecemos, pero sobre todo en la creación de nuevos grupos sociales alternativos en los que se encuentre coincidencia de metas en cuanto a la necesidad de combatir al Dios Mercado.
En este cambio de ideología consumista por un consumo responsable es necesario tomar consciencia de nuestros derechos como consumidores.
El Dios Mercado existe porque nosotros lo alimentamos cuando consumimos, cuando vamos a las grandes tiendas a consumir y olvidamos al micro y pequeño comercio que tenemos en nuestras ciudades. Si dejamos de consumir por un tiempo en las empresas transnacionales éstas empezarán a debilitarse ya que no tendrán el mismo nivel de ganancias.
La toma de consciencia de un consumo responsable, va de la mano con el incremento de conocimiento de nuestros derechos como consumidores para crear organizaciones defensa de los derechos de los consumidores ya que las autoridades encargadas de esta tarea se han entregado en cuerpo y alma al Dios Mercado, que nos permitan realizar acciones colectivas que reduzcan el margen de maniobra, manipulación y ganancias de determinadas empresas.
Pero en vista de que el Dios Mercado controla cada acto de nuestras vidas, la lucha contra el mismo no debe limitarse al ámbito del consumo. La construcción de un mundo mejor implica luchar también en contra de aquellas empresas que saquean recursos naturales de nuestros países y sólo dejan tras de sí, destrucción del medio ambiente, contaminación y enfermedades.
Tal es el caso de las compañías mineras y empresas como Monsanto que contaminan los lugares en donde están establecidos.
El incremento de la participación social debe incluir la intervención en el ámbito de la economía y de la política para luchar en contra de la corrupción e impunidad de nuestros gobernantes que se han aliado al Dios Mercado en la explotación y saqueo de nuestros recursos naturales y la explotación de los trabajadores.
La clase trabajadora al ver que no hay alternativas de superación en el contexto de la economía de libre mercado sino todo lo contrario, debe organizarse y discutir al interior de sus sindicatos la necesidad de construir frentes de lucha con otras organizaciones de trabajadores para crear un frente nacional de unidad de los trabajadores que les permitan enfrentar las constantes agresiones a sus derechos laborales y a su economía familiar y capacidad adquisitiva.
Los trabajadores organizados en sindicatos controlados por líderes corruptos deberán rebasar a los mismos y retomar el control y dirección de sus organizaciones sindicales por sí mismos.
El Dios Mercado controla en estos momentos nuestro entorno social, laboral, educativo y familiar, pero no ha llegado al control total de nuestra forma de pensar, sentir y actuar, por lo que la llama de la esperanza en un mundo mejor todavía flamea, depende de cada uno de nosotros que esta flama crezca, se esparza y difunda en nuestro interior y en quienes nos rodean.
La recuperación de nuestra dignidad como seres humanos, la esperanza por una vida mejor para nosotros mismos y para nuestros hijos, la certeza de que tenemos la razón y cambiar a esta sociedad es lo correcto antes de que nos siga destruyendo y la confianza de que el cambio social aún es posible, de que podemos construir un mundo mejor, deben ser las fuentes de inspiración y fortaleza para empezar este cambio social
Para finalizar este escrito, les dejo el link del discurso que el Presidente de Uruguay (éste si es un verdadero presidente) José Mújica presentó en la 68va. Asamblea General de las Naciones Unidas, el 24 de septiembre de 2,013.
http://www.lacoperacha.org.mx/documentos/discurso-mujica-asamblea-onu-2013.pdf
Muchas gracias por su atención
Autor:
Oscar Yescas Domínguez
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