El papel de los bancos en la formación de los monopolios
Enviado por Laura E. Macias ,Heidy Medina ,Tatiana Moreno
- Introducción
- Desarrollo
- ¿Cómo se realiza esta presión?
- ¿Cómo se relacionan el Banco Mundial y el FMI?
- Conclusiones
- Bibliografía
Un banco es una institución financiera que se encarga de administrar y prestar dinero. La banca, o el sistema bancario, es el conjunto de entidades o instituciones que, dentro de una economía determinada, prestan el servicio de banco. Los bancos actúan como intermediarios. Su negocio es comerciar con dinero como si fuera cualquier otro tipo de bien o de mercancía. El primer banco moderno fue fundado en Génova, Italia en el año 1406, su nombre era Banco di San Giorgio.
Dentro de las operaciones bancarias podemos encontrar la siguiente clasificación:
Pasivas, caracterizadas por la captación, que son aquellas operaciones por las que el banco recibe o recolecta dinero de las personas, las cuales a su vez se materializan a través de los depósitos. (Cuentas corrientes, Cuenta de ahorro o libreta de ahorros, Depósito a plazo fijo)
Activas, estas se caracterizan por la colocación, que permite poner dinero en circulación en la economía; es decir, los bancos generan nuevo dinero del dinero o los recursos que obtienen a través de la captación y, con éstos, otorgan créditos a las personas, empresas u organizaciones que los soliciten. Por dar estos préstamos el banco cobra, dependiendo del tipo de préstamo, una cantidad de dinero que se llama intereses (intereses de colocación).
En la actualidad, el cambio en las necesidades de las empresas, familias e instituciones, ha reconducido la actividad bancaria orientándola a los servicios, que se convierten en su principal fuente de ingresos por la reducción de margen de intermediación, reducción más acusada cuanto más maduro es el sistema financiero de un país y cuanto más bajos son los tipos de interés. Los medios de pago (tarjetas, cheques, transferencias), garantizar el buen fin del comercio internacional entre las partes, asegurando la solvencia en importación–exportación, intermediación en mercados financieros y operaciones con grandes empresas e instituciones públicas, marcan el enfoque de la banca como empresas de servicios financieros universales. Mención aparte merecen las importantes participaciones empresariales de la gran banca, otra gran fuente de negocio y poder para estas instituciones, llegando a formar poderosos grupos multinacionales con intereses en las más diversas áreas.
Los bancos pueden ser clasificados:
Según el origen del capital:
Bancos públicos: El capital es aportado por el estado.
Bancos privados: El capital es aportado por accionistas particulares.
Bancos mixtos: Su capital se forma con aportes privados y oficiales.
Según el tipo de operación:
Bancos corrientes: Son los mayoristas comunes con que opera el publico en general. Sus operaciones habituales incluyen depósitos en cuenta. etc., caja de ahorro, préstamos, cobros y pagos.
Bancos especializados: Tienen una finalidad crediticia especifica.
Bancos de emisión: Actualmente se preservan como bancos oficiales.
Bancos Centrales: Son las casas bancarias de categoría superior que autorizan el funcionamiento de entidades crediticias, las supervisan y controlan.
Bancos de segundo piso: son aquellos que canalizan recursos financieros al mercado a través de otras instituciones financieras que actúan como intermediarios. Se utilizan fundamentalmente para canalizar recursos hacia sectores productivos.
Independiente de los tipos de bancos, éstos permiten que el dinero circule en la economía, que el dinero que algunas personas u organizaciones tengan disponible pueda pasar a otras que no lo tienen y que lo solicitan. De esta forma facilita las actividades de estas personas y organizaciones y mejora el desempeño de la economía en general. De lo anterior se colige la importancia de la banca en la historia económica de la humanidad.
A la par que con el desarrollo industrial, así como con la centralización y concentración de la producción y el capital da origen a los monopolios se hace indispensable que grandes bancos financien estas grandes empresas. La demanda de los monopolios en cuanto a la inversión de capitales era casi imposible de ser satisfecha por un solo banco, de ahí que se impulsó también una concentración y centralización, pero esta vez en la circulación bancaria, por medio del crecimiento del capital propio, a través de la acumulación de parte de las ganancias. Fue de esa manera que pudieron responder a las necesidades de los monopolios., mediante el otorgamiento de grandes créditos y a largo plazo.
El aumento de la demanda de crédito por parte de la industria, originó una lucha competitiva en el capital bancario. Los más débiles eran desplazados por los más fuertes o eran absorbidos por estos. Todo ello condujo a la concentración del capital de préstamo en un número reducido de grandes bancos, lo cual se erigió en base del surgimiento de los monopolios bancarios.
Los bancos entonces cambian su papel. Antes de que ocurriera el fenómeno descrito, los bancos servían de intermediarios en las operaciones de pago. Recibían depósitos de capital monetario inactivo, a ingresos de otras clases sociales en forma de dinero, convirtiéndolo en capital monetario activo, contribuyendo a reducir el mínimo el capital necesario para la circulación del capital social, creando estímulos que facilitan la circulación monetaria a través de billetes de banco, letras de cambio, pagarés, etcétera.
Este papel contribuyó a la concentración y centralización del capital monopolista industrial, pero además, por el poder que adquieren estos monopolios bancarios, estos quedan en condiciones de controlar y conocer, la producción exacta de las grandes industrias que financian, ejerciendo poder sobre ellas. Comienza existir entonces una dependencia entre el capital bancario y el industrial, dando lugar incluso, a relaciones de copropiedad entre uno y otro monopolio, y originándose el capital financiero.
No obstante al papel que juegan los bancos en la formación de los monopolios capitalistas, y que se ha descrito muy brevemente, juegan, en nuestra opinión, un papel más importante aún, en su mantención y enriquecimiento posterior.
Sucede que otra de las formas en que contribuyen los bancos con los monopolios, es a través de la presión que ejercen en todos los países del mundo para aplicar las políticas neoliberales, las cuales posibilitarían la absorción de los países subdesarrollados por los desarrollados.
A través de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Como manifestación del financiamiento externo para el desarrollo, el AOD tiene como uno de sus orígenes históricos, los acontecimientos vinculados con la desnacionalización de muchas naciones asiáticas y africanas al término de la Segunda guerra Mundial.
Lo que principalmente estimuló ese interés hacia el financiamiento externo respecto a los países subdesarrollados, fueron, entre otros factores, el interés manifiesto de las antiguas metrópolis, de preservar, a pesar de los acontecimientos, sus ventajas económicas, así como el ejemplo que significaba para el mundo , las nuevas relaciones establecidas por el campo socialista .
Estos mismos factores, además, determinaron la cantidad, los destinatarios, así coma las finalidades de las inversiones. Así quedó establecido entonces, fundamentalmente tras el desarrollo del neoliberalismo en la década de 1980, y la desintegración del campo socialista, que aquellos que recibirían la asistencia serían los que "se ayudaban a sí mismos"; a partir de una enérgica liberización, confianza en las leyes del mercado, que eran, supuestamente, sólidas políticas macroeconómicas o lo que es lo mismo, aceptación de las recetas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Otra de las formas de contribución que desarrollan los bancos, es a través de la Inversión Extranjera Directa (IED) la cual además de transferir capital, de lo cual estarían de encargados los bancos, igual hace posible que se transfiera tecnología y capacidad gerencial de un país a otro .
El banco también permite que se desarrollen actividades de fusiones y adquisiciones, además ha incrementado las posibilidades de que estas ocurran, tal es así, que en los países desarrollados, en la década de 1990, estas actividades aumentaron casi cinco veces de lo normal, otorgándole a los monopolios, de 13,9 miles de millones de fusiones y adquisiciones en el 1991, 107,9 miles de millones en 1997.
El volumen de estas IDE a nivel internacional, ha ido constantemente en aumento y han servido para fusionar empresas, no para aumentar la producción, sino para lograr una mayor concentración del capital sobre una base internacional. De esa manera, en un gran número de sectores económicos, un puñado de empresas multinacionales controla la mayor parte de la producción. Es a lo anterior a lo que se le llama oligopolio.
El banco garantiza el enriquecimiento de los grandes monopolios, a través del endeudamiento del tercer mundo respecto a ellos. Por esa razón, históricamente, de manera más específica entre 1968 y 1981, los montantes prestados anualmente por el Banco Mundial, progresaron constantemente., pasando de 2,7 millones de dólares en 1968, a 8,7 en 1978 y a 12 en 1981. De manera más específica, estamos hablando de la deuda externa, en la cual toman partido los bancos, proporcionándole a sus monopolios industriales, una fuente segura de enriquecimiento.
Cuando hacemos referencia a la deuda externa debemos tener en cuenta que una de los principales factores del endeudamiento es el Banco Mundial. Esta institución, nacida de los acuerdos de Bretton Woods de 1944 (como el FMI), aumentó considerablemente sus préstamos a los países del Tercer Mundo a partir de 1968, bajo la presidencia de Robert McNamara, ex secretario de Defensa durante la guerra de Vietnam. De 1969 a 1973, el Banco Mundial acordó más préstamos que en todo el período 1945-1968. Incitó a los países del Sur a endeudarse masivamente a fin de financiar la modernización de sus aparatos para la exportación y conectarlos más estrechamente al mercado mundial.
En cuanto a su composición, se aprecia que es notablemente diferente a la del FMI a pesar de que ambas instituciones persiguen casi los mismos objetivos. Tras la conformación del Banco Mundial, otros cuatro organismos vieron la luz después, que formarían lo que se llamó el Grupo Banco Mundial: en 1956 la Sociedad Financiera Internacional (SFI) para la financiación del sector privado de los PED; en 1960 la Asociación Internacional para el Desarrollo (AID) para los préstamos a los países más pobres; en 1966 el Centro Internacional de Resolución de Conflictos Relativos a las Inversiones (CIRCRI) para gestionar los conflictos de intereses; en 1988 la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (AMGI) para favorecer las inversiones en los PED.
La expresión Banco Mundial engloba el BIRD y la AID. En el 2002 empleaba una suma de 8500 personas en Washington y unas 2500 en un centenar de oficinas en todo el mundo. Entre 1945 y 2001, el Banco Mundial ha prestado en total unos 360 000 millones de dólares a diferentes países clientes.
Como en el FMI, cada uno de los países miembros del BIRD nombra un gobernador que lo representa. El Consejo de gobernadores se reúne una vez por año (otoño septentrional) y fija las grandes orientaciones. La gestión cotidiana del Banco Mundial es asumida por el Consejo de Administración, compuesto de 24 miembros y constituido según las mismas reglas que en el FMI. Los 16 grupos de países, que difieren ligeramente de los del FMI, pueden elegir un representante de una nacionalidad distinta que en el FMI. Hay que destacar que Francia y el Reino Unido han logrado la proeza de nombrar al mismo representante en el Consejo de Administración del FMI y en el del Banco Mundial, lo que es una muestra de la proximidad y la complementariedad de estas instituciones.
El Consejo de Administración elige un Presidente cada cinco años. La regla, tácita y totalmente antidemocrática, establece que éste cargo está reservado a un estadounidense, elegido por los Estados Unidos. El Consejo de Administración no hace más que ratificar su elección. Desde 1995 el Presidente del Banco Mundial es James Wolfensohn. Ex director del sector banco de negocios de Salomon Brothers en Nueva York, éste australiano de origen tuvo que adoptar la nacionalidad estadounidense para ser nombrado en ese cargo estratégico,
El potencial de democratización de las instituciones mundiales sigue siendo considerable, Se han presentado numerosas propuestas para suprimir unas prácticas manifiestamente antidemocráticas, tales como el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la forma de selección de los directivos del FMI y del Banco Mundial.
Otros achacan la dispersión del Banco Mundial a la voluntad de su principal accionista [Estados Unidos], que, teniendo en cuenta la reducción de su programa de ayuda bilateral, considera a la institución como un instrumento particularmente útil para ejercer su influencia sobre los países en desarrollo. Constituye de este modo una fuente de financiación que se ha de ofrecer a sus amigos y rehusar a sus enemigos.
Tanto en el Banco Mundial como en el FMI, los PED representan una fracción ínfima y la Triada se queda con la parte del león, disponiendo así de los medios para imponer sistemáticamente sus puntos de vista. Las disparidades son igualmente tan netas como en el FMI.
Mientras que el FMI presta fondos salidos de sus propios recursos, que provienen de los países accionistas, el Banco Mundial se procura los fondos necesarios para estos préstamos en los mercados financieros. En efecto, la solidez del Banco Mundial, garantizada por los países ricos, que son sus principales accionistas, le permite conseguir estos fondos a una tasa ventajosa. El BIRD los presta a continuación a los países miembros, que los reintegran en un período comprendido entre 15 y 20 años.
Su posición privilegiada para recurrir a los mercados para proveerse de fondos, le permite al Banco Mundial reservar un margen para su funcionamiento administrativo e incluso obtener beneficios: alrededor de 1500 millones de dólares por año.
El Banco Mundial no se priva de «aconsejar» a los países sometidos a la terapia del FMI sobre la mejor manera de reducir el déficit presupuestario, de movilizar el ahorro interno, de incitar a los inversores extranjeros a instalarse en el país, de liberalizar los intercambios y los precios. En fin, el Banco Mundial participa financieramente en los PAE acordando a los países que siguen esta política de préstamos de ajuste estructural cada vez más importantes, sobre todo desde 1998.
En correlación con esta institución actúa el FMI (Fondo Monetario Internacional), que al igual que el Banco Mundial fue creado en Bretton Woods (Estados Unidos), por iniciativa de 45 países, para estabilizar el sistema financiero internacional. En el año 2002, sus miembros eran 184 países, siendo Timor Oriental el último en adherirse (mayo de 2.002). Cada uno de estos países nombra un gobernador que lo representa, en general el ministro de Finanzas o el gobernador del Banco Central. Componen el Consejo de gobernadores, instancia suprema del FMI, que se reúne una vez por año (otoño septentrional). Este Consejo es el que toma las decisiones importantes, como la admisión de nuevos países o la elaboración del presupuesto.
Las cotizaciones de los Estados permiten el FMI constituir reservas que serán prestadas a los países en déficit temporal. Estos préstamos están condicionados a la firma de un acuerdo que prescribe las medidas que el país debe tomar para recibir el dinero esperado: son los famosos planes de ajuste estructural. Este dinero se pone a disposición por tramos, después de verificar que las medidas exigidas se han puesto en marcha.
Por regla general, un país en dificultades puede solicitar un préstamo al FMI anualmente hasta el 100 % de su cuota, y en total hasta el 300 % de la misma, salvo procedimiento de urgencia. El préstamo es a corto plazo y el país debe reembolsarlo al FMI cuando su situación financiera se restablezca. Cuanto mayor es la cuota, más se puede tomar en préstamo…
La tasa de interés de los DEG permite calcular la tasa de interés de las financiaciones que el FMI otorga a los países miembros. En agosto del 2002, el FMI prestaba a los países en dificultades a un interés del 2,94 %. Al mismo tiempo, remuneraba a los países ricos por las sumas que le prestaban a una tasa del 2,10 %. La diferencia permite al FMI financiar su funcionamiento interno.
Las misiones del FMI están cuidadosamente definidas en sus estatutos
Promover la cooperación monetaria internacional por medio de una institución permanente que ofrezca un mecanismo de consulta y de colaboración en lo que respecta a los problemas monetarios internacionales;
Facilitar la expansión y el crecimiento armonioso del comercio internacional y contribuir así a la instauración y al mantenimiento de niveles elevados de empleo y de ingreso real y al desarrollo de los recursos productivos de todos los Estados miembros, objetivos principales de la política económica;
Promover la estabilidad de los tipos de cambios, mantener entre los Estados miembros regímenes cambiarios ordenados y evitar la competencia depredadora de los cambios;
Ayudar a establecer un sistema multilateral de pagos de las transacciones corrientes entre los Estados miembros y a eliminar las restricciones cambiarias que traben el desarrollo del comercio mundial:
Dar confianza a los Estados miembros poniendo los recursos generales del Fondo temporalmente a su disposición mediante garantías adecuadas, proporcionándoles así la posibilidad de corregir los desequilibrios de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas perjudiciales a la prosperidad nacional o internacional;
Conforme a lo precedente, abreviar la duración y reducir la amplitud de los desequilibrios de las balanzas de pagos de los Estados miembros.»
En la práctica, la política del FMI contradice sus estatutos. Contrariando el punto II, el FMI no favorece el pleno empleo, tanto en los países más industrializados como en los PED. El FMI, bajo la influencia del Tesoro estadounidense y con el apoyo de los otros países más industrializados, tomó la iniciativa de llegar a ser un actor principal, tanto en el plano económico como en el político, que determina la política de los países endeudados. Para ello no vacila en extralimitarse claramente en sus derechos.
Supervisión, ayuda financiera y asistencia técnica constituyen los tres ámbitos de intervención del FMI. Pero es fácil darse cuenta de que el balance raya en el fracaso. Las consultas anuales con los países miembros y las recomendaciones de sus expertos no permitieron al FMI prever y evitar las grandes crisis de estos últimos años. Según algunos detractores, las políticas dictadas por el FMI las agravaron.
Reaccionando ante la crisis de la deuda, los países ricos confiaron al FMI y al Banco Mundial la misión de imponer un disciplina financiera estricta a los países endeudados. Ésta se aplica por medio de dos herramientas importantes: los proyectos y los programas de ajuste estructural (PAE).
Los proyectos, gestionados por el Banco Mundial, consisten en préstamos acordados para un objetivo preciso, como la construcción de infraestructuras. En teoría, esto debe servir para reducir el abismo que separa los PED de los países más industrializados. Pero en la práctica, lejos de favorecer el desarrollo de la industria en los PED, los proyectos seleccionados son aquellos que los integran en el mercado mundial y que sirven los intereses de las multinacionales del Norte.
En cuanto a los PAE, su objetivo principal según el discurso oficial, es restablecer los equilibrios financieros de los Estados en dificultades. El restablecimiento de estos equilibrios constituye para las instituciones financieras internacionales una prioridad absoluta. Para conseguirlo, el FMI y el Banco Mundial imponen la apertura de la economía a fin de atraer capitales. Para los países del Sur que aplican los PAE, el objetivo es que exporten más y gasten menos.
Estos planes de ajuste estructural del FMI y del Banco Mundial, impuestos a muchos países endeudados, son también conocidos con el nombre de «consenso de Washington». Privilegiando el aspecto estadístico sobre el aspecto humano, tuvieron y tienen aún, unas consecuencias terribles para la población y las economías del Sur, como vamos a ver. Los pueblos sufren el martirio desde hace 20 años, la pobreza se generaliza con rapidez y los criterios macroeconómicos privilegiados por el FMI y el Banco Mundial no permiten de ningún modo mejorar el bienestar de la población más pobre. Desde el punto de vista del desarrollo humano, es el fracaso total de estas dos instituciones, limitadas y demasiado seguras de sí mismas, cuyos representantes, por lo demás bien remunerados, habrán visto pobres, sin duda, pero en la televisión.
La guerra tecnológica moderna está concebida para suprimir todo contacto físico: las bombas son arrojadas a 15.000 metros de altura para que el piloto no "lamente" lo que hace. La gestión moderna de la economía, es lo mismo. Desde lo alto de un hotel de lujo, se impone sin piedad unas políticas que uno pensaría dos veces si conociera a los seres humanos a los que se va a destrozar la vida.
Este fracaso no resulta en absoluto de la mala suerte o de la incomprensión sino de la aplicación deliberada de la política neoliberal. Uno puede entonces preguntarse por qué se preconiza unas medidas aparentemente ilógicas y catastróficas para los pueblos desprotegidos. En realidad, el ajuste estructural adquiere sentido cuando se comprende que el FMI busca ante todo favorecer los mercados financieros.
La ideología simplista del libre mercado ha corrido un velo. Lo que realmente ha pasado detrás es la ejecución del nuevo mandato. El cambio de mandato y de objetivo, aunque discreto, no tiene nada de complicado. El FMI ha dejado de servir los intereses de la economía mundial para servir los de las finanzas mundiales. La liberalización de los mercados financieros no ha contribuido, quizás, a la estabilidad económica mundial, pero aunque parezca imposible ha abierto inmensos mercados nuevos a Wall Street. (…) Si se analiza el FMI como si su objetivo fuese servir los intereses de la comunidad financiera, se encuentra sentido a unos actos que, de otro modo, parecerían contradictorios e intelectualmente incoherentes.
Los bancos han sido el elemento, estructural, podemos llamarle, fundamental, para la formación posterior de los monopolios, y para su desarrollo ulterior.
Grandes empresas necesitan grandes bancos.
Tras la formación de los monopolios bancarios, como necesidad para que estos pudieran financiar grandes proyectos, y al formarse tal compenetración entre un monopolio bancario y su correspondiente monopolio industrial, hasta el punto en que su fusión da lugar al capital financiero, el primero (monopolio bancario) hace todo lo posible para mantener y enriquecer los monopolios mediante mecanismos diversos.
Son los bancos causantes directos, a través de los mecanismos anteriores, de la deuda externa, que asfixia a los países subdesarrollados, hoy más que nunca.
Las instituciones mundiales siguen caracterizándose por prácticas manifiestamente antidemocráticas, las cuales se agudizan cada vez más.
Estados Unidos, teniendo en cuenta la reducción de su programa de ayuda bilateral, considera al Banco Mundial como un instrumento particularmente útil para ejercer su influencia sobre los países en desarrollo.
Tanto en el Banco Mundial como en el FMI, los PED representan una fracción ínfima y la Triada se queda con la parte del león, disponiendo así de los medios para imponer sistemáticamente sus puntos de vista. Las disparidades son igualmente tan netas como en el FMI.
Economía Mundial. Los últimos 20 años, Editorial de las Ciencias Sociales, La Habana
Vega Vega, Juan: La deuda externa. Delito de la mesura internacional, Editorial de las Ciencias Sociales, La Habana
Relación Económica Internacional, Editorial Progreso Moscú (traducción)
Toussaint, Eric: La bolsa o la deuda: las finanzas contra los pueblos, Editorial de Nomos, Bogotá, Colombia.
Mollet, Damien y Toussaint, Eric: 50 Preguntas y 50 Respuestas sobre la deuda, el FMI y el Banco Mundial, Editorial de las Ciencias Sociales.
Wikipedia
Autor:
Laura Elena Macias del Pino
Heidy Medina Sierra
Tatiana Moreno Carvajal