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Generación Google: Jóvenes que utilizan Internet como principal herramienta de información (página 2)


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Y en la medida en que el software de diseño editorial se convierte en la norma, muchas veces es casi imposible diferenciar entre material formalmente publicado y las auto publicaciones.

Una encuesta llevada a cabo por OCLC en el 2007 [18], en la cuál a estudiantes universitarios y miembros del público en general se les hizo la siguiente pregunta:

¿Qué tan dispuesto estaría usted a participar en cada una de las siguientes actividades en una red social o un sitio comunitario si estos fueran generados por su biblioteca?

Los números corresponden a los que respondieron que estarían interesadísimos o muy interesados en hacerlo; las respuestas del público en general están entre paréntesis.

  • Trabajo creativo auto publicado:   7% – (6%)

  • Compartir ideas con otros respecto los servicios de la biblioteca: 10% – (7%)

  • Compartir sus fotografías y videos:  7% – (6%)

  • Participar en grupos de discusión en línea:  7% – (6%)

  • Conocer a otros con intereses similares: 6% – (7%)

  • Describir sus propias colecciones: 12% – (6%)

  • Ver las colecciones personales de otros: 12% – (6%)

Datos estos que indican que la mayoría de los estudiantes universitarios no están interesados. Claro que apenas estamos comenzando, pero los resultados de estas encuestas no ofrecen mucha seguridad de que hasta ahora, el software social contribuya al fortalecimiento de relaciones con los usuarios en un ambiente cada vez más carente de intermediación.

¿Generación Google: ¿Mito o realidad?

"Los niños son tan diferentes ahora". Apuesto que todos los adultos han dicho esta frase refiriéndose a las personas jóvenes de su tiempo, pero realmente los muchachos de ahora son diferentes de los de cualquier otra época. [19]

Muchas de las aseveraciones hechas en los medios populares respecto a la Generación Google no resisten la prueba de la evidencia [20]. A continuación trataremos de valorar esas aseveraciones con base en la poca evidencia existente.

Son más competentes en el uso de las TIC**Nuestro veredicto: pensamos que esto por lo general es cierto, pero los usuarios mayores los están alcanzando rápidamente. Sin embargo, la mayoría de las personas jóvenes tienden a usar aplicaciones mucho más simples y un menor número de funcionalidades o servicios de lo que muchos imaginan.

Tienen expectativas muy altas respecto de las TIC** Nuestro veredicto: Posiblemente cierto; pues vivimos en una cultura Web global dominada por un puñado de marcas comerciales unificadoras. Nuevamente, estas expectativas son relativas, todos nosotros somos ahora consumidores de información.

Privilegian los sistemas interactivos y se están alejando de del consumo pasivo de información**Nuestro veredicto: Cierto en buena medida, como puede deducirse de los patrones de consumo de medios de los jóvenes: medios pasivos como televisión y periódicos están declinado.

Definitivamente se han volcado hacia las formas de comunicación digital: digitando textos en lugar de hablar* Nuestro veredicto: Abierto; es muy difícil considerar la mensajería instantánea (messaging) como tendencia fundamental, su popularidad actual está ciertamente influenciada por su relativo bajo costo si se lo compara con la voz.

Son multitarea en todas las áreas de sus vidas* Nuestro veredicto: Abierto; no existe al respecto evidencia sólida. Sin embargo, es posible que al estar expuestos desde edades tempranas a medios en línea, pueda haber ayudado a desarrollar buenas habilidades paralelas de procesamiento. La gran pregunta es si las habilidades secuenciales de procesamiento, necesarias para la lectura corriente, se han desarrollado de manera similar.

Se han acostumbrado a divertirse y esperan seguirlo haciendo de la experiencia de aprendizaje formal en la universidad* Nuestro veredicto: Abierto; los medios informativos deben ser interesantes o no se usarán: este argumento es crucial. Estamos un poco preocupados por el interés actual en utilizar las tecnologías de los juegos para mejorar el aprendizaje y la experiencia de los estudiantes en bibliotecas. Hace 20 o 30 años, cuando los productores de noticieros introdujeron en ellos técnicas de producción características de los "shows", las investigaciones mostraron que estas aumentaban el "interés" pero dificultaban la absorción de la información.

Prefieren la información visual a la textual* Nuestro veredicto: Un sí con reservas pues el texto todavía es importante. A medida que las TIC avanzan y los costos bajan, esperamos comenzar a ver enlaces de video que reemplazan el texto en el contexto de las redes sociales. Sin embargo, para las interfaces de las bibliotecas, hay evidencia de que la multimedia rápidamente pierde su atractivo, lo que muestra que es novedad de corto plazo.

Tienen tolerancia cero a la demora para satisfacer sus necesidades de información que deben atenderse de inmediato* Nuestro veredicto: No. Creemos que esta es una aseveración de nuestro tiempo que no está apoyada por evidencia sólida. Todo lo que podemos hacer aquí es repetir lo obvio: que los grupos con más edad tienen recuerdos que anteceden las experiencias digitales mediáticas: la generación joven no los tienen.

Creen que sus pares son más confiables como fuentes de información que las figuras con autoridadNuestro veredicto: Neutro, creemos que esto es un mito. La investigación en el contexto específico sobre los recursos de información que prefieren y valoran los jóvenes de los grados escolares medios (bachillerato), muestran que los docentes, familiares y libros de texto se valoran consistentemente por encima de Internet. Consideramos que esta aseveración tiene más que ver con la subcultura de las redes sociales y la tendencia natural de los adolescentes a la rebeldía. Su aplicación específica al entorno educativo y a las bibliotecas es bastante cuestionable. 

Necesitan sentirse constantemente conectados a la Web* Nuestro veredicto: No creemos que este sea un rasgo característico de la generación Google. Una investigación reciente de Ofcom [21] muestra que las personas mayores de 65 años se conectan cuatro horas más a la semana que las personas entre los 18 y los 24 años. Sospechamos que factores personales específicos, personalidad y antecedentes tienen mayor peso que la generación a la que pertenecen.

Son la generación "cortar y pegar" Nuestro veredicto: Creemos que esto es cierto; existe considerable evidencia anecdótica al respecto y el plagio es un problema serio.

Aprenden a manejar el computador por ensayo y error Nuestro veredicto: Esto es todo un mito. La creencia popular de que los adolescentes de la generación Google vuelan con los nuevos dispositivos o aparatos mientras sus padres están aún leyendo el manual es totalmente lo opuesto a la realidad, como lo confirmaron los resultados de una encuesta llevada a cabo por Ofcom [21].

Prefieren la información en forma de segmentos fácilmente digeribles, al texto completo Nuestro veredicto: Esto un mito. Los estudios profundos de CIBER sobre los logs muestran que desde pregraduados hasta docentes, muestran una tendencia fuerte al comportamiento superficial, horizontal y rápido en las bibliotecas digitales.

El poder de la navegación y la vista rápida parecen ser la norma para todos.

La popularidad de los resúmenes entre los investigadores mayores nos da la razón. La sociedad se está enmudeciendo.

Son buscadores expertosNuestro veredicto: Esto es un mito peligroso. La alfabetización y la Competencia para Manejar Información (CMI) no van de la mano. Una mirada cuidadosa a la literatura de los últimos 25 años no encuentra evidencia de mejoría o deterioro en las habilidades con información de los jóvenes.

Piensan que todo, no solo está en la Web, sino que es gratuito* Nuestro veredicto: Abierto. Con un enfoque anecdótico esto parece cierto para una gran minoría de jóvenes, pero nadie parece haber construido una pregunta de investigación al respecto e investigado el tema con mayor profundidad. La anterior era por cierto una visión prevalente en la etapa temprana de evolución de Internet, de hecho su principal diferenciador.

Volteando la pregunta, existe mucha evidencia de que los jóvenes no son concientes del contenido que patrocinado por las bibliotecas, o al menos, son renuentes a utilizarlo. Este es problema de las bibliotecas, no de los jóvenes.

No respetan la propiedad intelectual Nuestro veredicto: Esto parece ser solo parcialmente cierto. Hallazgos de la encuesta realizada por Ofcom [21], revelan que tanto adultos como niños en edades entre 12  y 15 años, tienen un nivel de conciencia y comprensión muy altas de los principios básicos de la propiedad intelectual. Sin embargo, los jóvenes creen que las reglamentaciones que cobijan los derechos de autor son injustas y desleales. A ese respecto, se está abriendo una gran brecha por edad. La implicación tanto para las bibliotecas como para la industria de la información de un colapso del respeto por los derechos de autor, es potencialmente muy serio.

Desconocen los formatosNuestro veredicto: Esto puede ser verdad para algunos usuarios, jóvenes y mayores. No hemos encontrado ningún análisis cuidadoso de esta pregunta, cosa curiosa dada su importancia para las bibliotecas y los editores. Sospechamos que este ya no es un tópico significativo: el contenido en el ciberespacio ya no depende el formato.

¿Qué sabemos realmente sobre la generación Google?

En sentido literal, todos somos hoy en día generación Google: los datos demográficos de consumo tanto de Internet como de medios, horadan rápidamente esa presunta diferencia generacional. La evidencia indica que cada vez más personas, de todos los grupos de edad, usan Internet y tecnologías de la Web 2.0 para una variedad de propósitos. Los jóvenes, no solo los de la generación Google sino también los de la generación Y (una más adelante), pudieron ser los primeros usuarios pero en la actualidad las personad de más edad los están alcanzando rápidamente… son los llamados navegadores plateados. En muchos casos la etiqueta de generación Google es cada vez más incorrecta según lo indican los hallazgos de investigaciones recientes y parece inadecuada, hasta para la cohorte de jóvenes que pretende estereotipar.

Virtualmente, el 100% de los estudiantes usan el Procesador de Texto e Internet para sus trabajos de clase. Pero la percepción de competencia sólida se diluye cuando se revelan los porcentajes para otras aplicaciones, tales como el desarrollo de Presentaciones (65%); Hojas de Cálculo (63%); Gráficas (49%) o creación de páginas Web (25%) [26].

Nuestra conclusión general es que mucho de lo escrito sobre ese tema en este reporte sobrestima el impacto de las TIC en los jóvenes y demerita el efecto de estas en las generaciones mayores. El tema requiere mucho mayor balance.

¿Dónde están las  brechas en las habilidades?

Mucho se ha dicho recientemente sobre la aparente experticia de los niños en el uso de recursos digitales unido a las aseveraciones de que los jóvenes usan Internet de maneras más creativas y que se están volviendo más competentes en su uso que sus maestros; que de todas maneras tienden a ser más efectivos en su uso de las TIC que sus padres o maestros y que en pocas palabras son "sabios en TIC". Esta es la percepción popular general que se tiene sobre los jóvenes y sobre las TIC. Pero no hay evidencia seria en la literatura de que los jóvenes sean investigadores expertos, ni de que sus habilidades de búsqueda hayan mejorado con el tiempo [27].

Estudios que anteceden el uso extensivo de Internet entre el público general, reportan que los jóvenes investigadores  con frecuencia exhiben dificultad en seleccionar los términos de búsqueda apropiados y la investigación en el uso de Internet, consistentemente ha encontrado dificultades similares. Un tema recurrente durante el período de búsqueda en fuentes digitales, es la prevalencia entre los jóvenes de buscar utilizando frases completas; por ejemplo ¿Cuáles son los tres crímenes más frecuentes en California?. Podríamos inclinarnos a atribuir esta actividad al aumento en la accesibilidad a Internet. En la Web, por supuesto, se pueden hacer búsquedas impunemente usando lenguaje natural. Esto lleva a una conclusión lógica al sitio "Ask.com", que ánima a sus usuarios a que entren esas frases cómo términos de búsqueda.

Un tema persistente en la literatura de Competencia en Manejo de Información (CMI), sostiene que necesitamos un mapa mental bien desarrollado para poder usar efectivamente las herramientas de búsqueda en Internet [28]. Necesitamos no solamente una comprensión amplia de cómo funcionan los sistemas de recuperación de información y cómo se representa en las bases de datos bibliográficas o de textos completos, sino además algún conocimiento de la naturaleza del espacio informativo y de qué manera se escribe en este; la gramática y la estructura de las frases contribuye a las búsquedas efectivas.

Investigaciones con el uso de Internet muestran que la velocidad con la que los jóvenes buscan en la Web  indica que se dedica muy poco tiempo en evaluar la información tanto en su pertinencia, precisión y autoridad y se ha observado a los niños imprimir y usar páginas de Internet a las que solo les han dado una mirada superficial. También han observado los investigadores que los jóvenes, consistentemente, le dan poca importancia al tema de la idoneidad del autor. Un estudio mostró que muchos adolescentes pensaban que si la página estaba indexada en Yahoo tenía que provenir de un buen autor y en consecuencia no se cuestionaban al respecto. Otros estudios también han encontrado poca atención en confirmar la veracidad de la información encontrada.

El hallazgo más significativo de nuestro estudio fue que aunque los docentes entrevistados eran Competentes en manejo de Información (CMI), sus habilidades con ese alfabetismo y sus actitudes al respecto no se estaban transfiriendo a sus discípulos. [29]

Dos mensajes poderosos emergen de las últimas investigaciones: Cuando se comparan, en relación con sus habilidades en alfabetismo en información (CMI), los cuartiles más alto y más bajo obtenidos por los estudiantes, se evidencia que el cuartil superior reporta una mayor exposición a habilidades básicas de uso de bibliotecas por parte de sus padres, en la biblioteca escolar, el aula o bibliotecas públicas durante sus primeros años de vida. Parece que en los Estados Unidos se estuviera abriendo una nueva brecha, en la que los mejores estudiantes obtienen el premio de las notas más altas. En la parte más baja del espectro de las habilidades en información, la investigación encuentra que cuando se interviene en edad universitaria esta ya es muy tarde, esos estudiantes ya han desarrollado un comportamiento para enfrentar esta situación que está muy arraigado, aprendieron a "arreglárselas" con Google. 

Los hallazgos de estos estudios plantean preguntas sobre la habilidad de las Instituciones Educativas e Instituciones de nivel superior para ayudar a la generación Google a desarrollar las habilidades de búsqueda, al nivel adecuado para que cumplan con las demandas de la educación superior y de la investigación.  

¿Cuál será el panorama en el año 2017?

Profesores e investigadores se beneficiarán enormemente de la digitalización de libros; los estudiantes preferirán el modo de búsqueda de Google al de las bibliotecas, cuyos recursos son más sofisticados pero requieren más tiempo. Los investigadores del futuro no sólo esperan encontrar referencias, sino la posibilidad de descargar documentos completos.

Para adaptarse a este nuevo entorno, algunos bibliotecarios han comenzado a adoptar fórmulas de la Web 2.0, como enriquecer sus catálogos con críticas y valoraciones, o participar en redes sociales como MySpace o Facebook. Sin embargo, el informe advierte que hay una gran diferencia entre estar donde los usuarios están y en ser útiles donde quiera que los usuarios estén.

Muchas de las investigaciones sobre el comportamiento de los usuarios de la Web que se están realizando en poblaciones de personas nacidas posteriormente al año 1993 -los llamados digital nativas o, también, generación Google- están poniendo de manifiesto un tipo de relación con la información que tiene profundas repercusiones sobre la manera en que creamos, almacenamos, catalogamos, publicamos y hacemos circular la información. También, sobre los criterios que los lectores y usuarios utilizan para determinar la autoridad de un texto, su relevancia, su adecuación a sus necesidades y su veracidad. Los descubrimientos que por ahora se han realizado no son, exactamente, tranquilizadores: aún cuando solamos utilizar como sinónimo el acceso generalizado a las tecnologías de la información con el de competencia informacional, no son en absoluto lo mismo. La democratización en el acceso no ha llevado, según se apunta en libros como The University Of. Google, Information in the (post) information age, a un incremento parejo del conocimiento de las fuentes y de su jerarquía diferencial, del lenguaje de las búsquedas y de la complejidad de su sintaxis, de la capacidad para evaluar su credibilidad y pertinencia. Al contrario: parece que, cuanto más familiaridad se tiene con el nuevo medio digital, más se carece de las competencias básicas de gestión de la información.

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La investigación sobre los logs (las conexiones) en el uso de determinados sitios que ofrecen información contrastada, arrojan una visión también algo desasosegante: es muy escaso el tiempo que se permanece en un sitio, a penas unos minutos, nunca suficientes para visualizar el contenido completo de una página, menos de un articulo concebido para el formato arcaico de la revista en papel, y el usuario tiende siempre a tender puentes horizontales entre páginas persiguiendo las sugerencias caóticas que los enlaces le proponen. La lectura como ejercicio de procesamiento sucesivo es un arquetipo en extinción.La generación Google tiene dificultades para utilizar en sus búsquedas otro lenguaje que no sea el natural, pretende obtener respuestas inmediatas a las preguntas que plantea, posee una idea muy precaria de la cartografía y funcionamiento de la Web, menos aún de los arcanos que gobiernan el funcionamiento de los buscadores, y solamente utiliza interfaces que sean absolutamente simples en su concepción y presentación de resultados, de forma que, como en un círculo virtuoso, encuentran en los buscadores comerciales (en Google, particularmente), la satisfacción plena a su bulimia informativa.

A estas innegables carencias -me atrevo a llamarlas así, lejos de la complacencia de observarlas, tan sólo, como nuevos e incuestionables hábitos-  solamente se puede responder -como han destacado algunos trabajos de campo desde una alfabetización informacional muy temprana, integrada en los planes de estudios primarios, porque cualquier estrategia formativa que aplace esa enseñanza hasta la formación superior o universitaria, no será ya capaz de erradicar hábitos profundamente incorporados.

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Es incuestionable que todos estos cambios tendrán una repercusión sin precedentes sobre las bibliotecas -que pierden, o pueden llegar a perder, su clásico papel de intermediadoras entre el conocimiento y los usuarios, regidas por un principio de ordenación de las materias ajeno a la inevitable mixtura de las fuentes en la red-, sobre los editores -que no serán ya quienes decidan, únicamente, qué y cómo debe publicarse algo- y sobre los distribuidores en un sentido amplio, porque los nuevos soportes flexibles, como las pantallas OLED, harán posible que la distribución digital se haga realidad. Informes como el elaborado por la Biblioteca Británica, ponen de manifiesto todos estos asuntos.

¿Opiniones de algunos clientes de Google con respeto a los que se están dando?

Estoy totalmente de acuerdo. Urge una asignatura que enseñe a los jóvenes a distinguir y valorar las fuentes de la información. Yo creo que con una asignatura en secundaria sería suficiente, pero urge hacerlo porque sino habrá un par de generaciones que se quedarán en la brecha que podemos llamar "infocrónica". No estoy del todo de acuerdo con tu pesimismo en relación al tipo de lectura horizontal que hacen. No creo que tenga nada de malo buscar respuestas inmediatas.

Al fin y al cabo, cada vez existen más distracciones, más aficiones, y otras lecturas que atender. Lo importante, creo yo, es dejar cierto espacio al descubrimiento casual, a la "serendiapia". Y yo creo que los hipertextos dejan espacio a este tipo de descubrimientos.

 

 

 

 

Autor:

Jorge Luis Huaraca Díaz

Partes: 1, 2
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