S.O.S ya llegó la globalización capitalista salvad trabajadores (página 2)

Causa y efecto son debilitamiento de la estructura sindical mundial y de las luchas obreras, el curso ulterior que han asumido las políticas re estructuradoras del capital se concentra en tres dimensiones: tendencias muy fuertes a la rebaja de los salarios; aumento de la explotación y súper explotación en todas sus facetas y extensión de la precarización del trabajo como un fiel reflejo de la imposición de la flexibilidad laboral.

En este contexto las relaciones de trabajo en la globalización se presenta bastante compleja y un presente y futuro paupérrimo. Dentro de mi enfoque marxista, las relaciones de trabajo se presentan totalmente desfavorables para los trabajadores, marcada por un incremento de la explotación y un fuerte retroceso de sus organismos sindicales.

Uno de los aspectos más graves de la situación es la transformación experimentada en la subjetividad de los trabajadores, Los trabajadores ya no son la alternativa global a la organización social actual. Esto no quiere decir que la clase obrera haya dejado de existir, ni tampoco de que carezca de importancia social y política. Si no que ha cambiado el papel que cumplía, ha sufrido un retroceso social y político decisivo que ha desactivado la potencialidad subversiva que parecía encarnar

La flexibilización de la unidad fabril, la desconcentración de la producción, la abrumadora desreglamentación de los derechos del trabajo, la clase que vive del trabajo se ha metamorfoseado. Como si ya no bastaran estas transformaciones, la crisis afectó también directamente a la subjetividad del trabajo, su conciencia de clase, afectando a sus organismos de representación, de los cuales los sindicatos y los partidos son expresión.

Se puede entender la situación de los movimientos laborales como un proceso de desagregación, el cual supone un conjunto de fenómenos tales como la disminución de la afiliación sindical en diferentes partes del mundo; el repliegue de las figuras solidarias, la división del sindicalismo; el auge del individualismo.

La globalización en relación con el mundo de los trabajadores, es que tiende a ver al trabajador siempre como víctima material para construir el nuevo mundo y nada más. Se ve al capital como activo móvil progresista en relación con la globalización, y al trabajo y al trabajador como pasivo, estacionario y básicamente conservador en sus actitudes.

Para generar empleo en tales condiciones no basta con propiciar la innovación tecnológica en uno u otro sector industrial. Son precisas seguramente al menos tres cosas más: reparto del trabajo, reparto de la riqueza y reparto de la propiedad.

Afortunadamente los efectos de la globalización y del modelo neoliberal han despertado un rechazo en amplios sectores de la población mundial, que se ha manifestado de manera rotunda en los procesos denominados como la rebelión de los globalizados con manifestaciones de rechazo en prácticamente todo el mundo.

La realidad es que, desde mediados de los años 90, los trabajadores a nivel mundial han comenzado un contraataque: huelgas generales en partes de Europa, América Latina, Canadá, Sudáfrica, entre otros. La desorientación de los años 80 quedó atrás, y el proceso de recomposición de muchos movimientos obreros es notable los sindicatos asumen nuevas funciones como representantes de la clase obrera.

Se notara que hasta este punto se ha tocado casi en su totalidad solo los efectos de la globalización en el trabajador, No siendo este mi objetivo principal en este ensayo mas al contrario es demostrar que la clase trabajadora debe reunificarse ,organizarse y…….., detalles que a continuación desglosare.

Ante tales hechos:

En los últimos años cientos de miles de trabajadores han sido víctimas de la incapacidad, decadencia, falta de unidad o estupidez de los dirigentes del sindicalismo, en sus niveles nacional e internacional, ante la ofensiva de las organizaciones empresariales y, sobre todo, de las empresas multinacionales y de los gobiernos a su servicio, amparadas por las políticas reaccionarias de la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

A esta situación hay que añadir la amenaza de deslocalización empresarial, utilizada como chantaje contra sindicatos y trabajadores, que dificulta el ejercicio de los derechos sindicales, de afiliación, negociación colectiva, condiciones de trabajo y de protección del medio ambiente.

La unidad sindical a escala mundial resulta imprescindible para garantizar una representación más eficaz de los derechos e intereses de los trabajadores y trabajadoras en la economía mundial, Se debe asumir una lucha contra la pobreza, la explotación, la opresión y las desigualdades, así como garantizar las condiciones del cumplimiento de los derechos humanos y promover una representación eficaz de los trabajadores en el mundo entero.

Los trabajadores, la lucha sindical diaria debería tener una expresión superior, empezando a aparecer como parte de la oposición a la globalización capitalista. Y a la vez, dicha lucha debería también tener expresiones concretas y claras, en forma de reivindicaciones tales como reparto del trabajo y la riqueza, abolición de la deuda externa, libre e irrestricto movimiento de las personas a igual trabajo, igual salario.

Dentro de este contexto nosotros los trabajadores hemos de ocupar un papel muy importante, no sólo porque es trabando el mecanismo de generación de plusvalía como se puede paralizar el capitalismo, sino también porque un nuevo mundo deberá tener sus fundamentos.

Para avanzar en ese camino, lo fundamental es tener presente que, el enorme dominio que el capital ha logrado sobre todas las facetas de la vida humana, nos conduce a la barbarie y además que dicho predominio no es natural ni siquiera tiene su base sobre un poder propio y absoluto, sino en nuestra debilidad actual; más exactamente en nuestra confusión y sentimiento de impotencia. Así como la humanidad se liberó en su día de la esclavitud o de la servidumbre feudal a través de procesos revolucionarios de la misma forma podrá llegar a liberarse del dominio del capital. Que esto suceda o no dependerá de la capacidad de los oprimidos y no de la imbatibilidad del capital o del destino.

Para concluir la globalización se plantea como un cambio que se plasma en un retroceso en las condiciones de trabajo y de vida plasmadas tanto en términos económicos como de condiciones de trabajo global, así como en cuanto a la protección social, unido no sólo al aumento de la desocupación, sino también a la precariedad laboral, en un proceso de individualización y precarización de las relaciones laborales.

En este transfondo lucido sigamos con el nuevo paradigma tras el cambio social cultural económico por una Bolivia digna libre y soberana.

Autor:

Marco Antonio Zarate Sánchez

Profesión:

Medico con la especialidad de salud pública

Lic. en Arquitectura

Abogado

Estudiante de 4to año de Sociología de la universidad de San francisco Xavier de Chuquisaca Bolivia.