- Resumen
- Antecedentes de la sanidad militar en Cuba
- Disposiciones Generales
- Médicos villaclareños en las gestas por nuestra independencia
- Los galenos quemadenses en la guerra de 1895
- Dtr. Tomás Fernández del Hoyo
- El Dr. Tomás Hernández y Rodríguez
- Conclusiones
La siguiente ponencia recoge la participación de los médicos nacidos en Quemado o no en el Ejército Libertador como personal en la sanidad militar. Estos llenaron páginas de gloria en la Historia Médica del proceso independentista cubano sobre todo en la contienda de 1895 y en la etapa de ocupación norteamericana de la isla. Los nombres de los Dres. Luis Delgado, Tomás Fernández del Hoyo y Tomás Hernández y Rodríguez simbolizan la gloria de la sanidad militar en el proceso de independencia territorial del siglo XIX.
Palabras claves: Sanidad militar, médicos mambises, servicio sanitario movible e inamovible
Quemadenses military doctors in the War of 1895
Abstrac
The following presentation includes the participation of physicians born in Quemado or Not in the Liberation Army as military health personnel. They filled pages of glory in the medical history of the Cuban independence process especially in the war of 1895 and at the stage of American occupation of the island. The names of Drs. Luis Delgado, Tomas Fernandez del Hoyo and Tomas Hernandez and Rodriguez symbolize the glory of the military health in the process of territorial independence of the nineteenth century.
Keywords: Military health, medical mambises movable and immovable toilet
Antecedentes de la sanidad militar en Cuba
La Sanidad Militar del ejército en toda guerra reviste un valor extraordinario ya que a través de su organización le permite garantizar y dar atención requerida a la salud de las tropas tanto en los campamentos, en los frentes de combate y a la población civil circunscrita en el área de operaciones.
El Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, fue, sin lugar a dudas, el precursor del cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario en las guerras de la independencia y en lo particular, el Cuerpo de Sanidad Militar Mambisa que a través de sus miembros aplicaron los principios humanitarios de una manera realmente extraordinaria para el contexto histórico existente entonces
En Cuba desde la guerra de 1868 se tuvo en cuenta la organización de la sanidad militar para enfrentar los embates de enfermedades, heridas y todo tipo de lesiones en los soldados del mambizado cubano e incluso prestaron servicios a los prisioneros de guerra, así como a la población civil en las zonas de operaciones militares. Sin embargo en la Guerra de 1895 la organización de la sanidad militar fue elevada a un plano superior cuando se elaboró el Reglamento de la Sanidad Militar del Ejército Libertador una vez aprobada la constitución de la república en armas en Jimaguayú en septiembre del 95 con una serie de articulados en los que se destacan los siguientes:¹
CAPITULO I
Objeto y Organización
Artículo 1ro. El Instituto de Sanidad Militar tiene por objeto:
1ro. Calificar la aptitud física de los individuos que ingresen en el Ejército declarando las exenciones que los inutilizan para el servicio.
2do. Prevenir y hacer ejecutar las medidas higiénicas necesarias para asegurar el buen estado de salud de las tropas.
3ro. Tratar a los enfermos y heridos en los campamentos, en las marchas, en el campo de batalla y donde quiera que hubiera necesidad de los servicios sanitarios.
6to. Creación de ambulancias, hospitales movibles e inamovibles.
El servicio movible comprende aquel que está encargado al personal del Instituto que está incorporado a los campamentos, que va en las marchas y asisten a los combates.
El servicio inamovible ó fijo destinado á los Hospitales fijos, farmacias, á los laboratorios de vacunación ó á comisiones especiales.
En la prestación de los servicios sanitarios en el ejército Libertador jugaron un papel importantes un grupo de galenos cubanos los cuales muchos cayeron en los campos de batallas como soldados, otros victimas de enfermedades pero siempre la disposición y compromiso de la ética médica estuvo presente en cada uno de ellos.
A modo de rendirle homenaje mencionaremos el nombre de algunos de estos insignes patriotas: El Dr. Incháustegui que por antigüedad de Coronel de la Guerra de los Díez Años fue nombrado como jefe del Cuerpo de Sanidad Militar del 95, pero su avanzada edad y la enfermedad que le consumía no permitieron al ilustre compañero realizar trabajo alguno, la muerte lo sorprendió a fines del mismo mes de septiembre del propio año. (1895),
Otros destacados fueron los Dres. Santiago García Cañizares, Joaquín Castillo Duany, Fermín Valdés Domínguez, Rafael Argilagos, Félix Figueredo quien fungiese como médico en la escolta de Maceo en la contienda del 95 y Eugenio Sánchez Agramonte , este último redactor de "Memoria del Cuerpo de Sanidad Militar del Ejército Libertador "quien había alcanzado los grados de General de Brigada en la guerra de 1895.
En este trabajo se presenta a un reducido número de médicos de Quemado de Güines (uno nativo y dos que residieron en el territorio) los que se incorporaron y prestaron sus servicios en los campos de batalla durante y después de la contienda del 95 tanto en los servicios movibles como en los inamovibles o de campamentos.
Médicos villaclareños en las gestas por nuestra independencia
Los médicos villaclareños firmaron páginas de heroísmo y combatividad en los campos de batalla en las dos guerras por la independencia de Cuba en el siglo XIX. Entre ellos podemos señalar al Dr. Antonio Lorda que se incorpora a la acción armada de 1868 recién iniciada en San Sangil, Manicaragua el día 6 de febrero de 1869, ocupando responsabilidades en lo militar y en la salud una vez constituida la junta revolucionaria.
En la Guerra necesaria merece reconocimiento el médico habanero Juan Bruno Zayas devenido villareño quien inicia las acciones armadas en abril de 1895 en la zona de Vega Alta, zona de Vueltas, municipio de Camajuani; destacándose por sus dotes militares durante la invasión a occidente bajo el mando del Lugar Teniente General Antonio Maceo, alcanzando los grados de General de Brigada, siendo uno de los más jóvenes en alcanzar este grado en el mambizado cubano.
Los galenos quemadenses en la guerra de 1895
La incorporación de los galenos quemadenses a las luchas por la independencia se hace sentir durante las acciones de la Guerra de 1895, pues en la del 68 la zona prácticamente no sufrió los embates de la contienda bélica.
Los siguientes testimonios sobre las labores de sanidad militar durante y después de la Guerra de 1895 se afirma que en el campamento mambí situado en Loma Bonita, el coronel Rafael Socorro instaló un hospital de sangre donde se practicaban servicios sanitarios de enfermería, al disponer de un hospital de campaña.
La carta que José Luís Robau López, General de la Brigada Sagua, envió al inspector general del Ejercito Libertador; el villaclareño José Braulio Alemán testifica lo planteado en la que refiere "…tengo una compañía de infantería en Loma Bonita la cual por ser punto estratégico custodia el hospital donde están los heridos "²
En las memorias "se recoge el siguiente testimonio donde se señala que en el mes de abril de 1896 estuvo otra relevante figura en la Jurisdicción, Juan Bruno Zayas " Al amanecer del 14 acampan en Olallita, momentáneamente para seguir a las 8 de la mañana al Ingenio Santa Coloma, donde visitan en Loma Bonita, Malpaéz, al General José Lacret que se está curando allí en la prefectura que sirve de apoyo a las fuerzas de Sagua "³
Durante esa época queda esclarecido que, Luís Delgado Núñez, el mayor de los seis hijos de los dueños del ingenio "La Emilia", perteneciente al partido judicial de Quemado de Güines Don Luís Delgado Hernández y Doña Emilia Núñez Rodríguez, que había nacido el 25 de agosto de 1867; fue un patriota mambí quemadense que luchó durante la guerra de independencia de 1895, que además era médico de profesión y se destacó en el campamento de Loma Bonita, donde además de atender a enfermos y heridos de las fuerzas mambisas en campaña, tenía un espacio para la atención del campesinado de la comarca.
En la publicación periódica de Andrés de Piña y Varona, "El Anunciador de Quemado de Güines", aparece un fragmento en que se refiere a dos hijos de esta tierra que se hicieron médicos, siendo uno de ellos precisamente el patriota, Luís Delgado Núñez.
Facsímil del recorte del Periódico El Anunciador de Quemado de Güines .1908 Localizado en Recuento Histórico Iconográfico de Quemado de Güines. Autor. Enrique J Morlote
Otro médico Don Tomás Fernández del Hoyo aunque no es nativo de Quemado, al graduarse en España se instala en Cifuentes, en Sagua la Grande, y por último en la hacienda Güines, sitio originario del término Quemado de Güines, donde comienza el ejercicio de su profesión, situando además una farmacia, en la que su esposa realiza la labor de enfermera empírica.
Posteriormente, se trasladan a la cabecera municipal reabriendo su consultorio, en el que eran atendidos los heridos de la guerra de 1895, fundamentalmente los patriotas cubanos. En esa etapa resalta la función como enfermera su esposa, conocida como "Juanita la Vizcaína", que logró fama profesional por encima de la de su esposo que a pesar de ser española, era considerada más patriota que su esposo cubano.
Durante la guerra en 1895, existen menciones sobre el médico Dr. Tomás Fernández del Hoyo, que además de mostrar inquietudes y cooperar con la causa libertadora, afirman que estuvo al servicio del Ejército Libertador en la clandestinidad, asistiendo a curar mambises enfermos y heridos en la manigua. Esta colaboración con insurrectos mambises motivó que fuera detenido y deportado a Chafarinas a mediados de 1897.
Terminada la guerra de independencia, se produce la primera intervención norteamericana en Cuba (1898-1902). El Dtr. Tomás Fernández del Hoyo queda en libertad y regresa inmediatamente a Quemado de Güines por conducto del alcalde de transición durante la etapa de ocupación norteamericana Don Antonio López Durán, donde se le asigna el cargo de Jefe de Sanidad, con la principal labor del saneamiento de Carahatas, contando con el apoyo del comercio y la industria del territorio, por ser este el lugar con mayor riesgo epidémico dada la concentración de cadáveres insepultos en las áreas del embarcadero y de la playa.
El teniente coronel del Ejército libertador Avelino Sangenís, quien había liberado el poblado de Carahatas, primero en el Partido de Quemado, después de hacer su entrada triunfal en el municipio el 31 de diciembre de 1898 le había enviado una carta al Dr. Fernández del Hoyo en la que le solicitaba sus servicios como médico en la atención de los pobres del poblado de Carahatas y además, en la misiva aboga para que él haga esa petición a otros practicantes de la profesión, en el texto se señala:
Dr. Tomás Fernández del Hoyo.
Quemado de Güines.
Muy Sr. mío y distinguido compatriota, el humanitario fin de atender, en cuanto esté de nuestra parte, al socorro y alivio de las grandes necesidades de los pobres en este poblado, le obliga a Ud., como patriota reconocido, en su calidad de médico, se tome la molestia de dirigir una visita semanal a los pobres de este poblado, para en cuanto podrá escoger un día de la semana le sea más conveniente.
Suplico a Ud. que a la vez haga esta misma petición en mi nombre, a los médicos de estas cercanías. Hay aquí un botiquín del cual, para obra tan elevada podrá hacerse de uso.
Teniendo en cuenta que de estos poblados, éste ha sido el que primero han ocupado las fuerzas cubanas, no dudo en un momento, que se tomaría Ud. el mayor interés en el caso que se trate.
Sin otro particular, que anticiparle las gracias, mi respeto su affmo.
S S 2 B S
El Tte. Coronel
S S S A Sangenís
Carahatas, Dic. 1ro de 1898 P G L² El Dr. Tomás Hernández y Rodríguez
El otro médico, que no fue nativo de Quemado de Güines pero que prestó sus servicios en el territorio fue el Dr. Tomás Hernández y Rodríguez, natural de la villa de Orotava en la isla de Tenerife, Islas Canarias; (España) que ejerció su profesión en el poblado de Carahatas y que fue miembro del Ejército Libertador bajo las órdenes del sagüero; el General de Brigada José Luís Robau López, donde obtuvo el grado de capitán.
Según testimonios este galeno fue sometido a un proceso de deportación a Chafarinas, (en África) como persona acusada por desafección a España. Este proceso quedó invalidado por influencias a su favor, ejercidas por el Conde Moré ante el propio Valeriano Weyler. La influencia del Conde Moré (José Eugenio Moré de Labastida) se debió a que este era un hacendado propietario del Ingenio San Isidro, de almacenes y otros recursos en La Habana, fundador del ferrocarril en Sagua la Grande en 1858; así como presidente del Partido Unión Constitucional en los que se agrupaban los cubanos simpatizantes con la corona, es decir los buenos españoles.
Testimonio que recoge la presencia del Dr. Hernández Rodríguez en el Partido de Quemado de Güines donde además de sus actividades como miembro del Ejercito Mambí fue un excelente científico que investigó la enfermedad de la tuberculosis y el germen que lo produce en la zona de Carahatas tal como aparece en el facsímile. Ver además Anexo 1
Facsímile de un fragmento de la página 58 del libro "Relación que el aire atmosférico tiene con la Tuberculosis" del Dr. Hernández Rodríguez, donde hace referencia a su estancia en Carahatas.
Nuestros médicos mambises llenaron páginas y páginas de gloria en la Historia Médica del proceso independentista cubano tanto en la Guerra de los Diez Años como en la gesta que la continuó en 1895.
En Quemado de Güines consolidaron una tradición profesional de sublime patriotismo, de absoluto desinterés material y de un humanismo y de una heroicidad sin par, durante y después de concluida la contienda bélica del 95.
Los nombres de los Dres. Luis Delgado, Tomás Fernández del Hoyo y Tomás Hernández y Rodríguez simbolizan la gloria de la sanidad militar en el proceso de independencia cubana del siglo XIX.
Autor:
MSc. Mario E Dorta Polier
Profesor Auxiliar.
Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas
CUM QUEMADO DE GÜINES