Situación actual de la pesca de arrastre en Venezuela (página 2)
Enviado por Giovanni G. Bassetto Fajardo
En la actualidad están registrados un total de 219 barcos de arrastre que operan en el Golfo de Venezuela. La mayoría de las embarcaciones emplean el sistema de redes camaroneras de arrastre lateral. Casi en su totalidad la flota está constituida por barcos con una eslora superior a los 20 metros. En los últimos años ha aumentado el número de embarcaciones que emplean frigoríficos, lo que les permite mayor autonomía.
Esfuerzo de Pesca
Como medida del esfuerzo pesquero se utilizó la unidad número de días de pesca, resultando éste el mejor indicador del esfuerzo de pesca. Se evidencia el esfuerzo pesquero ejercido por la flota de arrastre de occidente (Punto Fijo) entre 1989 y 1990, el Captura de especies sobre la cubierta de una embarcación arrastrera, en alta mar.
Para el año 19871 se reportó, mediante un informe, esta problemática sugiriendo alternativas de manejo como limitación 'del tamaño de la flota, restricción del tiempo de pesca y el número de viajes por barcos o efectuando vedas en el Golfo de Venezuela. Estas alternativas no fueron adoptadas. Actualmente, tomando en cuenta los datos aportados por FONAIAP-Falcón, se han implantado vedas en el Golfo y se ha congelado el número de barcos' lo que ha permitido el establecimiento de 42000 días de pesca como esfuerzo pesquero para el área de estudio.
Sin embargo, hay que dejar constancia de que ese esfuerzo aún es muy alto para la zona. Un aumento en el esfuerzo pesquero, tal vez produzca totales de rendimiento más alto, pero disminuiría las capturas por barco. Como consecuencia, las embarcaciones tenderían a acercarse más a las zonas litorales, infringiendo las leyes y afectando, a su vez, la pesca artesanal. El esfuerzo pesquero supera el conveniente y necesario para obtener los niveles actuales de captura, determinada la limitación de abundancia de los recursos.
Desembarques
La flota que opera en el Golfo de Venezuela es la que mas aporta a los desembarques de camarones a nivel nacional con más del 60% anual. Estos desembarques durante el periodo comprendido entre los años 1979 y 1989 se ha mantenido prácticamente constante. Sin embargo, para el año 1982 sufre un descanso en su producción, un descenso en su producción luego, aumenta para el año 1989 se reporta una producción de camarón de 4546 t/año, lo que representa el 30% de la producción total desembarcada por los barcos arrastreros.
La presencia del camarón e los desembarques anuales no han experimentado cambios sustánciales, tendiendo a estabilizarse de registrarse aumentos considerables en el esfuerzo de pesca puede significar que este recurso se encuentra en declinación por sobreexplotación.
Una política pesquera conservacionista contribuye al mantenimiento de una abundancia deseable de recursos ya la preservación de los mismos. Igualmente, se evita el deterioro de la pesca artesanal, al mantener las unidades de la flota de arrastre sin explotar las zonas cercanas a la costa.
Pesca de arrastre: saqueo de la riqueza marina
Hoy, cuando el tema de la seguridad alimentaria se ha puesto en boga a escala mundial y es materia de preocupación para gobiernos, organizaciones internacionales, entes conservacionistas y el ciudadano común, la cuestión del origen y la preservación de las fuentes de alimentación reviste vital importancia Recientemente, en Venezuela se ha pretendido establecer una polémica a raíz del anuncio gubernamental de prohibir, ahora definitivamente, la pesca de arrastre, a través de una modificación, vía habilitante, de la Ley de Pesca y Acuicultura.
Esta ley, aún no modificada y vigente desde julio de 2003, prohíbe la pesca de arrastre a menos de seis millas náuticas de la costa, cuestión que en su momento generó también una alharaca mediática que vaticinaba la crisis de la pesca industrial y el fin del abastecimiento regular de los productos del mar a la población venezolana.
Proteger al pescador artesanal y al ambiente Además de las importantes consideraciones ambientales, ecológicas y geopolíticas contenidas en la norma, la prohibición de la Ley de 2003 perseguía, especialmente, la protección del pescador artesanal de nuestras costas, afectado severamente por la pesca de arrastre, que destruía sus caladeros habituales y lo dejaba sin sustento. El artículo 21 de dicha Ley señala: "Por el interés estratégico alimentario de la Nación, y a fin de asegurar la sostenibilidad de los recursos pesqueros, se reserva de manera exclusiva a los pescadores artesanales y de subsistencia o sus asociaciones comunitarias, la explotación en los caladeros de pesca de los siguientes recursos hidrobiológicos: 1. Sardina. (Sardinella aurita), 2. Pepitona (arca zebra), 3. Ostra perla (pinctada imbricata) (según lo establecido en las leyes y regulaciones estadales), 4. Otros moluscos sedentarios en sus bancos naturales. (Guacuco, chipichipi, almeja, ostra mangle, otros), 5. Las especies de la fauna acuática en áreas bajo régimen especial, 6. Los camarones y cangrejos distribuidos en bahías, lagunas y humedales costeros, excepto las bahías históricas como el Golfo de Venezuela".
Y en el ordinal 7 del mencionado artículo define como aprovechables por los pescadores artesanales: "Los recursos pesqueros próximos a la línea de costa y hasta una distancia de seis (6) millas náuticas de ancho…" (A partir de ese límite, y hasta que entre en vigencia la modificación de la Ley, se puede ejercer la pesca de arrastre). El anuncio gubernamental El anuncio de la proscripción definitiva de la pesca de arrastre en las aguas territoriales y en la zona económica exclusiva de Venezuela (un área total de 585 mil 408 kilómetros cuadrados) fue hecho por el Ministerio de Agricultura y Tierras, el pasado 2 de Abril, a través de un comunicado. El documento expresa que la medida responde a una solicitud "de los pescadores artesanales, acuicultores rurales, grupos ecologistas y los sectores académicos relacionados con la preservación de los recursos marítimos y fluviales, se corresponde con las tendencias mundiales en esta materia" y estará en vigencia dentro de doce meses, "tiempo necesario para que los empresarios del sector, con el apoyo del Estado, puedan adaptar sus embarcaciones a otras artes de pesca permitidas en la ley". Añade seguidamente: "Es falso que exista una prohibición de la operación de estos barcos en estos momentos. Todas las embarcaciones debidamente permisadas pueden continuar sus operaciones en el marco de las rigurosas regulaciones que establecía la ley anterior".
El abastecimiento no se verá afectado En contraste con lo dicho por directivos de la Federación Nacional de la Industria de la Pesca (Fenapesca), el Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT), expresa que el abastecimiento de productos del mar no se verá afectado por la medida: "queremos garantizarle a todos los consumidores y consumidoras el suministro de pescado fresco, debido a que la actividad de la pesca de arrastre sólo implica el 6% de la pesca nacional y la misma está, fundamentalmente, dirigida al mercado exterior". Fenapesca ha dicho que la pesca de arrastre representa el 70% de la producción nacional.
¿En qué consiste la pesca de arrastre? La pesca de arrastre consiste en el empleo de grandes redes de reducido tramado en forma de embudo aplastado, sumergidas a diferentes profundidades, tiradas por barcos que durante su recorrido recogen enormes cantidades de especies. En sus bocas, las redes poseen grandes marcos de madera o metal, para mantenerlas abiertas. Según técnicos del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), antiguo Fondo Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias (FONAIAP), José Alio y Luis A. Marcano, en el trabajo "La pesca de arrastre en Venezuela: características, problemática e importancia" (Fonaiap Divulga Nº 63), "La pesca de arrastre tiene por objeto explotar aquellas especies que se encuentran en el fondo marino, y a una altura de aproximadamente 3 metros"
La actividad en Venezuela Afirman los técnicos, que este tipo de pesca se practica en Venezuela desde 1950, y se realiza en seis regiones marítimas: 1) Golfo de Venezuela, 2) Golfete de Coro (entre Puerto Cabello y Tucacas); 3) Plataforma Píritu-Unare (Higuerote a Barcelona); 4) Margarita y norte del Estado Sucre, 5) Golfo de Paria y 6) Delta del Orinoco. Informan además que en el país, al igual que el resto del mundo, se emplean dos tipos de redes de arrastre: la "camaronera", de tramado más pequeño con un diámetro de 2,5 Cms entre nudos, y la "escamera", para la captura de peces, de tejido un poco más abierto, de 5 cms entre los nudos, construidas ambas con hilos de nylon de diferente grosor.
Mucho daño y poco rendimiento Los investigadores señalan que uno de los principales problemas de la pesca de arrastre es la casi nula discriminación, por parte de las redes, de las especies no objetivo de la faena. Por ejemplo, la especie objetivo es el camarón, pero la incapacidad de las redes para discriminar permite la admisión de otras muchas que, por su edad y condiciones, no son aprovechables comercialmente, y son regresadas al mar, la mayoría de las veces muertas, afectando gravemente los ecosistemas marinos. "La discriminación por parte de las redes de la especie objetivo (o sea, la capacidad para separar los animales deseados del resto de la fauna marina que entra en la red), es un factor que resulta crucial hoy en día en las operaciones de las embarcaciones de arrastre y quizás en todas las operaciones de pesca a nivel mundial. Por el reducido tamaño de las especies que principalmente se persiguen en esta pesquería (camarones), la abertura de la luz de malla en las redes de arrastre es necesariamente pequeña, resultando así muy poco selectivas hacia las especies de peces y otros organismos que habitan en el fondo del mar". Y agregan que un estudio hecho a final de la década de los noventa, en la región oriental de Venezuela, se estimó que del total recogido por las redes anualmente, tan solo se aprovecha 33%, devolviéndose al mar el 67% restante, hecho que representó en 1999 la cifra de 43 mil toneladas, volumen compuesto, principalmente, por pequeños peces muertos. Estas cifras coinciden con las de investigadores internacionales, que señalan que los "desperdicios" de la pesca de arrastre, llamada pesca incidental en otras latitudes, supera en una proporción de 5 a 1 a lo que se extrae como pesca objetivo. Concluyen en que una actividad pesquera "que desperdicia dos tercios de lo que captura es irresponsablemente poco selectiva".
El daño ecológico Mientras los investigadores venezolanos citados explican que muchas de las especies que se encuentran en el volumen desechado son juveniles de especies con interés comercial, lo cual afecta negativamente el desarrollo de la pesca artesanal, y que muchas especies capturadas y eliminadas están sometidas a regulaciones especiales (caso de las tortugas marinas) o están en progreso de estarlo (tiburones), otras voces en el mundo alertan sobre los peligros a los que está conduciendo esta práctica pesquera.
Futuro sostenible Afortunadamente, la conciencia de gobiernos y pueblos sobre la necesidad de proteger los recursos marinos y preservar su perdurabilidad, es creciente. La decisión del Gobierno venezolano de prohibir definitivamente la pesca de arrastre apunta a preservar para las generaciones presentes y futuras los recursos pesqueros marítimos del país y los delicados ecosistemas marinos donde viven y se reproducen. Una garantía para la seguridad alimentaria de los venezolanos y para el curso de la vida en el planeta.
Autor:
Giovanni Bassetto
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE CIENCIAS BIOMÉDICAS Y TECNOLÓGICAS
TECNOLOGIA CARDIOPULMONAR
Bárbula, Marzo de 2009
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