Descargar

Terapia floral de Bach: el carrusel de las ilusiones


  1. Son tantas? que se atropellan
  2. Las falsas energías

No hay peor ciego que quien no quiere ver.

Anónimo.

edu.red

Hija bastarda de la homeopatía de Hahnemann, la terapia de Bach es aún más disparatada que su progenitora. Bastarda, porque va más allá de la homeopatía y mezcla sus supuestas proposiciones científicas con conceptos místicos o esotéricos, ajenos por completo a la ciencia. No obstante, es común que quienes la practican aleguen estar introduciendo algo "novedoso", para inmediatamente acusar a sus críticos de los males que en realidad ellos padecen.

En el libro "Salud Ecológica", una verdadera enciclopedia del surrealismo médico oscurantista, que ni siquiera menciona el método científico o los ensayos clínicos, se intenta justificar la gran cantidad de criterios absurdos que allí aparecen con el párrafo inicial siguiente: "Calificamos como posiciones extremas aquellas que creen tener la verdad absoluta, y rechazan lo que piensan y saben otros. Estas posiciones se acompañan, casi siempre, de soberbia y arrogancia, y, en última instancia, de ignorancia."[1] Esta declaración viene a ser algo así como que el bandido denuncie como ladrón al policía honesto antes de comenzar a robar.

En la sección del libro dedicada a Bach los autores, ambos diplomados en Terapia Floral, explican que éste basó sus ideas en la homeopatía, pero fue mas allá al asociar "exitosamente" la personalidad de los pacientes al tipo de bacterias intestinales que los aquejaban, preparando nosodes –preparados muy diluidos de bacterias patógenas- que administraba a sus pacientes para tratar de buscar la eliminación de toxinas bacterianas. ¿…? Dicho sea de paso, los autores llaman falsamente "vacunas" a tales preparados diluidos, que no son tales. Finalmente, Bach desechó todo lo que se pudiera parecer a un ensayo clínico, al considerar que las características mentales y emocionales del paciente bastaban para encontrar el remedio adecuado para su enfermedad.

Mas adelante, en la misma sección aparece: "si la personalidad no acepta los dictados del alma inmortal, ocurre un conflicto que nos lleva al desequilibrio emocional y, este, a un desequilibrio energético que provoca la enfermedad", de donde se establece claramente que los autores comparten la idea de que hay una relación directa entre el "alma" y la enfermedad, amén de cierto "desequilibrio energético" que nadie sabe lo que significa. Obviamente, al llegar a este punto ya el lector no sabe si esta leyendo un libro que pretende ser científico o un tratado de teología. El resto de la sección es un recetario de cómo preparar remedios florales, sin una sola cita de revistas científicas arbitradas o alguna explicación racional, acorde a los principios de la medicina moderna, sobre los posibles mecanismos de acción de las esencias florales.

Al consultar la fuente original en el libro Health Thyself de Edward Bach (1931) aparece el siguiente párrafo: "No se requiere ciencia alguna, ni conocimientos previos… sin ciencia, sin teorías, pues todo en la naturaleza es simple. Este sistema de curación… se nos ha revelado divinamente".

A confesión de parte, relevo de pruebas. ¿Hace falta más?

Fue Dios quien informó a Bach cuales eran las flores adecuadas para curar tales y cuales enfermedades. No crea el lector por un instante que es sólo un lenguaje figurado; Bach decía que le bastaba con probar el pétalo de una flor para conocer cuales eran sus propiedades curativas. De aquí que quienes practican la terapia floral aplican algo que supuestamente proviene de Dios, sin alguna otra evidencia terrenal, aunque nunca se lo informan a sus pacientes.

¿Y la ética de tal procedimiento? Como dicen en mi barrio: la ética era verde… y se la comieron los chivos.

¿Pero –pensará el lector- es que en tantos años nadie se ha tomado el trabajo de realizar ensayos clínicos, para comprobar si la terapia efectivamente funciona o no? Pues sí, a pesar de las propuestas disparatadas de la terapia floral, se han llevado a cabo ensayos clínicos rigurosos de acuerdo a los criterios más actualizados, sin un solo resultado positivo.[2],,

Cuba fue el primer país –y el único, hasta donde el autor conoce- en oficializar la tal terapia a principios de 1999. Los primeros cursos fueron impartidos por "expertos"[1]argentinos, y la formación inicial incluyó el Primer Diplomado de Terapia Floral, del que se graduaron 104 profesionales.[3] A partir de ahí, el desborde de la pseudociencia floral fue vertiginoso. Hoy en día son miles los que se dedican a esta "terapia", con desprecio manifiesto hacia los colegas de su mismo entorno que se dedican a estudiar seriamente las propiedades curativas de flores y plantas, según los criterios farmacológicos universalmente establecidos por la ciencia.[4]

¿Principios activos? ¿Toxicidad? ¿Concentraciones efectivas y dañinas? Ni idea. ¿Dosis? ¿Contraindicaciones? Tampoco. No hay análisis ni experimentos de laboratorio; la terapia floral… ¡es divina!

Como "no se requiere ciencia alguna", lo lógico es que debieran aplicarla especialistas en cuestiones celestiales tales como pastores, sacerdotes o babalawos, y no médicos o psicólogos, como ocurre en la actualidad. (A no ser por algún que otro intruso "naturista" que, sin ser médico, igual se dedica a "sanar" a las personas). Tanto la Psicología como las Ciencias Médicas y las Farmacéuticas son ciencias muy respetables; es deplorable que se permita su contaminación con estas paparruchas pseudocientíficas. Sin mencionar el posible daño a los pacientes.

Son tantas… que se atropellan

Parodiando la canción: las ilusiones florales son tantas, que se atropellan.

Es posible encontrar reportes en revistas especializadas que ensalzan las diversas "virtudes" de la terapia floral. Por ejemplo, si Ud. desea tocar mejor el violín, no lo dude: ¡ingiera su correspondiente esencia floral! Según los autores: "La doble carga docente que afrontan los estudiantes, particularmente los de violín y viola, provoca diferentes manifestaciones sintomáticas que, de no ser tratadas a tiempo, pueden ocasionar enfermedades. Y eso justifica el uso de las sustancias florales." [5]

Ninguno de esos reportes hace referencia a ensayos clínicos a la doble ciega o al efecto placebo. Incluso los que se pudieran catalogar como de cierta validez científica, sólo mencionan referencias de textos generales o del mismo círculo floral-terapéutico.[6],, Tampoco aparece en las citas un solo ensayo clínico similar a los que se describen en las referencias enumeradas más arriba [2-4]. Lo anterior pudiera tener cierta justificación si fuera difícil acceder a la información básica sobre ensayos clínicos; sin embargo el CENCEC, dependencia cubana para la coordinación de estos ensayos, existe desde 1991, mucho antes que se oficializara la terapia floral. Actualmente el CENCEC también posee un registro público de ensayos clínicos accesible en la WEB. La información general sobre el tema aparece en diversos sitios, y en muchos países existen reglamentos detallados al respecto. [7]

Ante estas evidencias, quien suscribe sólo puede preguntarse como tales cosas son posibles en un país donde no existe el ejercicio privado de la medicina y todos los asuntos médicos dependen de un único Ministerio de Salud Pública.

Pero quizás la demostración más palmaria de que la terapia floral es sólo un conjunto de creencias ajenas a la ciencia, es que algunos entusiastas no dudan en asociarla a la astrología o al misticismo hindú, como si fueran argumentos científicos válidos. Según un artículo de 2008 publicado en www.ahora.cu, a continuación de la pasmosa afirmación de que "en la medicina vibracional todo es posible" aparece escrito: "En dependencia del signo zodiacal donde se encuentra la Luna corresponde un error básico que se puede corregir con una flor específica".[8]

En octubre del mismo año, el sitio WEB de Radio Guamá reportó un premio otorgado en el V Encuentro Provincial de la Mujer Creadora. La ponencia se titulaba Terapia Floral para obtener longevidad y calidad. La persona galardonada declaró al periodista de la emisora: "…no hay nada de magia en la terapia floral… Su uso tópico estimula los chacras del cuerpo, es decir, los puntos de mayor energía lográndose así una mayor armonía y un mejor funcionamiento de éste".[9] Pero según la mística hindú, los imaginarios chacras son en realidad puntos mágicos asociados a los colores, donde se concentran diferentes energías inexistentes, ubicados en diferentes lugares del cuerpo y supuestamente asociados a diversos órganos. Obviamente, hubo en esa premiación gran confusión acerca de que es ciencia y qué no lo es, tanto en la persona premiada como entre los miembros del tribunal.[2]

edu.red

Según el artículo "Con la esencia de las flores", inicialmente fue necesario importar grandes cantidades de flores de Bach provenientes de climas templados, pues la vegetación no es la misma en todas las latitudes y la revelación divina fue específica para las flores del entorno de Bach. (¡No faltaba más!) Sin embargo, parece ser que ya apareció en los trópicos caribeños alguien capaz de "hablar con Dios" pues desde hace algún tiempo se "trabaja" en la determinación de los efectos de las flores nativas para conformar un Sistema Floral Propio [5].

Aparte del intercambio con la divinidad, ¿incluirán también esos "trabajos" el realizar los estudios farmacológicos y ensayos clínicos "tal como Dios –mejor dicho, la Ciencia- manda"? ¿O seguirán los floriterapeutas, y quienes les dan cobijo, viviendo de ilusiones y negándose por todos los medios a morir desengañados?

…………………………….

Anexo 1

Las falsas energías

edu.red

Mística hindú: los 7 principales chacras y sus colores.

En muchas ocasiones se trata de justificar la aplicación de alguna pseudoterapia ilusoria con el empleo de algún concepto tan ilusorio como lo que se intenta justificar. Tal es el caso cuando se usa el término "energía" de manera confusa, muchas veces asociado a otras palabras, como "energía vital" y "bioenergía".

El término "energía", sin otro calificativo adicional que especifique el tipo o clase a que se refiere, carece de sentido en las ciencias naturales, pues no da idea de cómo medirla. Veamos esto en detalle.

La energía tiene una acepción en la ciencia y otra en lo popular. Decimos "me quedé sin energías" para indicar que estamos agotados, pero no es posible hacer ciencia con un concepto tan vago. Algo similar pasa con el concepto intuitivo de "fuerza" y el definido rigurosamente en mecánica. En la ciencia y la tecnología la energía es una magnitud física y necesariamente posee valores numéricos.[10] Esto significa que se puede medir usando los instrumentos adecuados, o calcular su valor mediante una expresión analítica o fórmula matemática existente. Ejemplos son la energía cinética, potencial gravitatoria, potencial elástica, electrostática, magnetostática, electromagnética, térmica, las diferentes energías de enlace químico y la célebre energía en reposo de Einstein, Eo = mc2.

El conocido principio "la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma" -una manera de expresar la 1ra Ley de la Termodinámicano es un concepto filosófico como suponen algunos; es el resultado de múltiples experimentos cuantitativos.

Los principales resultados experimentales sobre la energía de los últimos 300 años son:

1. Imposibilidad de crear un móvil perpetuo de primera especie; (algo que fuera capaz de entregar energía mecánica sin consumir otro tipo de energía, 1775).

2. Determinación del equivalente mecánico del calor (Joule, 1840).

3. Conservación de la energía (Mayer, 1842).

No obstante, no es menos cierto que el término energía en las ciencias y la tecnología posee cierta dualidad, porque también se puede utilizar para indicar donde están contenidas o almacenadas determinadas energías, sin que exista una fórmula matemática específica para ello. Por ejemplo, es posible hablar de energía nuclear, eólica o solar, entre otras. Sin embargo, estos términos siempre se refieren a alguna de las energías descritas anteriormente, es decir, la energía eólica se refiere a la energía cinética del viento, la solar a la energía de la radiación electromagnética que la compone y la nuclear a los enlaces de las diferentes partículas que integran el núcleo atómico. –Todas ellas medibles-. Luego, también es posible registrar sus valores numéricos, o compararlas entre sí o con otras energías.

La energía vital, muy mencionada en diversas pseudoterapias, simplemente no existe. No hay ninguna magnitud definida con ese nombre. Tiende a confundirse con la capacidad vital, que sí es una magnitud muy bien conocida empleada en medicina; existen instrumentos para medir la capacidad vital de un paciente a partir de los volúmenes de aire que respira.[11]

Bioenergía y bioenergética.

Estos son otros de los términos preferidos para tratar de justificar terapias pseudocientíficas. Usualmente se intenta asociar la bioenergía a algo asociado sólo a lo vivo, mientras que la bioenergética, según esta falsa acepción, es la "ciencia" que estudia la bioenergía. [12]

La bioenergía es la energía renovable proveniente de materiales derivados de fuentes biológicas (etanol de caña o maíz, almidones, etc.). En su más estricto sentido es un sinónimo de biocombustibles; combustibles derivados de fuentes renovables. El petróleo, la hulla y el gas natural no son renovables; una vez gastados, no se pueden recuperar. La bioenergía se mide perfectamente, e incluso los valores energéticos de los alimentos son bien conocidos desde hace muchos años a partir de mediciones calorimétricas: Hidratos de carbono ~ 17 kJ/g; Proteínas ~ 17.5 kJ/g: Grasas ~ 39 kJ/g.[3] El contenido bioenergético de una sustancia es independiente de los conceptos "vida" y "muerte".

edu.red

Revistas científicas dedicadas a la bioenergía

edu.red

Revistas dedicadas a la bioenergética

Por otra parte, la bioenergética NO ES la ciencia que estudia la bioenergía; sino el estudio de las reacciones químicas que proporcionan energía mecánica muscular y calor a nivel celular. El intercambio energético se mide a partir del consumo de oxígeno por las células (tema de bioquímica, no de medicina o psicología).

Sin embargo, algunos psicólogos y otros especialistas acostumbran utilizar el término "análisis bionergético" para designar "algo" no definido claramente, supuestamente asociado sólo a la vida, sin cifras, no medible, y que nadie ha demostrado que siquiera exista. Aún más, se refieren a ese "algo" como si fuera capaz de influir en la conducta humana e, incluso, afirman poder controlarlo.

Se atribuye la tergiversación al médico y psicoterapeuta Alexander Lowen (1910-2008, EE.UU.) quien escribió varios libros desligados del consenso universal que ya existía sobre la energía desde hacía 100 años o más. Por casi 20 años Lowen había sido alumno de Wilhem Reich, quien propuso la existencia de la también ilusoria energía "Orgone", sancionada por fraudulenta en los tribunales norteamericanos. Reich murió en prisión en 1957, condenado por fraude. En la prisión se le diagnosticó "Paranoia manifestada en delirios de grandeza y persecución…" (sic). [13]

 

 

Autor:

Arnaldo González Arias

 

[1] Referencias Salud Ecol?gica, Jorge ?vila Gueth?n y Pedro Fonte Gonz?lez, 2004 Editorial de Ciencias M?dicas, La Habana, 2004.

[2] Bach-flower remedies in test anxiety: a double-blind, placebo-controlled, randomized trial with partial crossover. Wallach H, Rilling C, Engelke U., Efficacy of J Anxiety Disord. Jul-Aug (2001) 15(4):359-66.

[1] ?Expertos? y no m?dicos o licenciados: da a que pensar.

[3] Bach flower remedies used for attention deficit hyperactivity disorder in children ? a prospective double blind controlled study. Pintov S, Hochman M, Livne A, Heyman E, Lahat E, European Journal of Paediatric Neurology 9, (6) (2005) p. 395-398

[4] Flower remedies: a systematic review of the clinical evidence, Ernst E., Wiener Klinische Wochenschrift 114 (23-24), December 30 (2002) p. 963-966.

[5] ?Con la esencia de las flores? , Magaly Lahera, http://www.nnc.cubaweb.cu/clasificados/ciencia/ciencia10.htm

[6] ?Fitomed?; Lic. Manuel Cu? Brugueras, http://www.sld.cu/fitomed/index.htm

[7] Terapia floral para estudiantes de viol?n, Campos Villalobo Mar?a, Martines Mart?nez Gladys, Boizan Clark Ma. de los A., Irigoyen Bereger Carmen, Av. Med. Cuba; 11(38)20-22, abr. 2004.

[8] Terapia floral y climaterio femenin, Lic. B?rbara Padilla Docal, Luz Mar?a Jay Mengana, Elena Noris Garc?a1 y Dr.C. Alberto Juan Dorta Contreras, Rev Cubana Plant Med 2006;11(3-4)

[9] Terapia floral: una alternativa de tratamiento para la mujer de edad mediana, Margeris Yanes Calder?n e Ismary Alfonso Orta, Rev Cubana Med Gen Integr 2005;21(1-2)

[2] Ver anexo

[10] Aplicaci?n de la terapia floral de Bach en ni?os con retardo del desarrollo ps?quico, Mar?a Elena Francia Reyes, Onelia Sandoval L?pez, Yolanda Hern?ndez Mart?nez, Orqu?dea Su?rez Llano e Irma Arias Hern?ndez, Rev Cubana Med Gen Integr 2003;19(4):

[11] Las fases del desarrollo de un nuevo medicamento, Dr. Jos? Agust?n Arguedas Quesada, Actualizaci?n M?dica Peri?dica, No. 68, enero 2007, www.ampmd.com

[12] Nueva normativa para ensayos cl?nicos farmacol?gicos; http://farmaysalud.blogspot.com/2010/11/b.html

[3] kilojoule/gramo

[13] Reglamento de ensayos cl?nicos, http://www.ins.gob.pe/registroec/reglamentoEnsayosclinicos.asp?fpt=1