Como se inicia la Iglesia Católica Apostólica Romana y como esta estructurada por dentro (página 2)
Enviado por Estefan�a Vega Soria
La Iglesia católica está integrada por aproximadamente 1.800 diócesis y 500 archidiócesis, las cuales, en la actualidad, no son más que sedes más distinguidas sin la jurisdicción especial que mantenían antaño sobre los obispos cercanos.
La iglesia más importante de una diócesis es la catedral, donde el obispo preside la misa y otras ceremonias.
El obispo
Posee el oficio litúrgico más importante de la diócesis. En síntesis, se distingue de un sacerdote en la capacidad de conferir las órdenes sagradas y de otorgar de forma habitual el sacramento de la confirmación.
El obispo también ostenta el más alto poder jurídico: tiene derecho a admitir sacerdotes en su diócesis y a prohibirles el ejercicio dentro de ella; se encarga asimismo de asignar parroquias u otras tareas a los sacerdotes que están a su cargo.
Por lo general, el obispo delega los problemas administrativos en su vicario, su canciller u otros funcionarios. En diócesis muy amplias puede recibir la ayuda de obispos auxiliares.
El clero
El clero secular y regular se encuentra bajo la directa jurisdicción del obispo. No se compone de miembros de órdenes o congregaciones religiosas, sino de los que han sido incorporados de una forma permanente a la diócesis bajo la autoridad del obispo local.
Lo forman los sacerdotes de las parroquias y los que en ellas se encuentran destinados.
Sin embargo, el clero regular se debe ante todo a sus órdenes o congregaciones, que generalmente van más allá de las fronteras de una sola diócesis.
Mientras trabajen en ella deben respetar las decisiones del obispo en las cuestiones públicas referidas al culto, pero disfrutan de una gran libertad en el ejercicio de sus funciones.
Lo mismo puede decirse de las monjas (y también, en su caso, las hermanas) y de los monjes. Desde el Concilio Vaticano II, los laicos, es decir, los miembros de la Iglesia que no pertenecen a ninguna orden religiosa, han asumido un papel cada vez más importante ayudando a los sacerdotes y a los obispos, en especial en temas prácticos e incluso en el ejercicio pastoral, como la catequesis (formación religiosa).
El papa
El rango de mayor autoridad de la Iglesia católica apostólica romana es el papa, cuyas resoluciones son decisivas en cualquier materia.
El papa asigna o traslada de diócesis a los obispos. Aunque éstos ejercen sus poderes gracias a su condición, no pueden hacerlo de una forma legítima sin el permiso del pontífice.
El 15 de septiembre de 1965, Pablo VI instituyó el Sínodo de los Obispos, un cuerpo representativo de obispos y otros cargos que puede ser consultado por el papa sobre asuntos importantes.
El primer sínodo se reunió en la Ciudad del Vaticano en 1967 y desde entonces se ha vuelto a reunir en varias ocasiones.
Arcada y cuenta con una serie de estilizadas columnas sobre las que vuela una cornisa ornamentada con bajorrelieves.
El rango de mayor autoridad de la Iglesia católica apostólica romana es el papa, cuyas resoluciones son decisivas en cualquier materia.
El papa asigna o traslada de diócesis a los obispos. Aunque éstos ejercen sus poderes gracias a su condición, no pueden hacerlo de una forma legítima sin el permiso del pontífice. El 15 de septiembre de 1965, Pablo VI instituyó el Sínodo de los Obispos, un cuerpo representativo de obispos y otros cargos que puede ser consultado por el papa sobre asuntos importantes.
El primer sínodo se reunió en la Ciudad del Vaticano en 1967 y desde entonces se ha vuelto a reunir en varias ocasiones.
Los sínodos no deben confundirse con los concilios ecuménicos, solemnes reuniones de todos los obispos del mundo.
La Iglesia católica sólo ha celebrado 21 concilios de este tipo en toda su larga historia. El último fue el Concilio Vaticano II (1962-1965).
Mientras se reúnen con el papa, los concilios ejercen la autoridad suprema dentro de la Iglesia.
Los cardenales
Los cardenales son los más altos dignatarios de la Iglesia después del papa. Son nombrados por el sumo pontífice y forman el Sacro Colegio Cardenalicio. Al morir el papa eligen a su sucesor en un cónclave.
La mayoría de los cardenales son obispos de diócesis situadas por todo el mundo y otros son jefes de congregaciones sagradas de la administración papal.
El Sacro Colegio Cardenalicio estaba limitado a 70 miembros (6 obispos cardenales, 50 sacerdotes cardenales y 14 diáconos cardenales). En 1991 el número de cardenales era de 163 y la mayoría había sido nombrada por el papa Juan Pablo II.
La curia
Al papa le ayuda en la administración de la Iglesia una compleja burocracia denominada curia. De orígenes remotos, la curia reside en la Ciudad del Vaticano.
Hoy está dirigida por el secretario de Estado, al que informan diferentes oficinas que son actualmente el Consejo para los Asuntos públicos de la Iglesia y otras 10 congregaciones, tres tribunales, tres secretarías y otros despachos.
Iglesias de rito oriental
Casi todos los miembros de la Iglesia católica siguen una disciplina, un ritual y un canon tradicionales que se desarrollaron en los primeros años de la diócesis de Roma.
Éstos pertenecen a las Iglesias de rito oriental o Iglesias uniatas, como la maronita, la caldea, la rutena o la ucraniana.
Algunas de estas Iglesias practican la comunión con vino y pan, el bautizo por inmersión y permiten que el clero contraiga matrimonio.
Concilio Vaticano II El Concilio Vaticano II (1962-1965) cambió el rumbo de la Iglesia católica apostólica romana en muchos sentidos. Durante el transcurso de sus sesiones, el Concilio modernizó algunas creencias, subrayó el reconocimiento de la importancia del movimiento ecuménico y afirmó algunas de las viejas doctrinas católicas, como la de la transubstanciación.
Convocado por el papa Juan XXIII, que murió poco antes de la primera sesión y a quién sucedió Pablo VI, el Concilio produjo numerosos documentos que recogieron los debates.
Aunque la Iglesia católica mantiene algunas doctrinas que la distinguen de otras iglesias cristianas, su característica más acusada es la amplitud y universalidad de su tradición doctrinal.
Aunque pueda parecer que esta universalidad doctrinal carece de coherencia interna, ayuda a legitimar el término "católico" (universal) que la Iglesia se atribuye incluso en cuestiones de doctrina. En principio la Iglesia no excluye ningún enfoque teológico y desde la encíclica Divino afflante spiritu (1943) de Pío XII ha reconocido de forma oficial los métodos modernos de exégesis en la interpretación de la Biblia.
Su participación en el movimiento ecuménico desde el Concilio Vaticano II ha hecho que muchos católicos aprecien el punto de vista doctrinal incluso de los protestantes, que rompieron con la Iglesia en el siglo XVI.
La Biblia
Como las otras iglesias cristianas, la católica tiene en la Biblia el pilar de sus enseñanzas. Este punto nunca ha sido cuestionado y grandes teólogos como santo Tomás de Aquino sostienen que "sólo las Escrituras" son la fuente de la teología.
Acordaron además que las decisiones de la Iglesia, en especial las que toman los concilios ecuménicos, son interpretaciones auténticas de la doctrina cristiana y por tanto vinculante para toda la Iglesia de Cristo.
La tradición
Como reacción a la insistencia protestante durante la Reforma sobre el principio de las Escrituras como única fuente, el Concilio de Trento afirmó en su cuarta sesión que la verdad cristiana se encuentra en los "libros escritos" y en las "tradiciones no escritas".
Hoy se debate sobre su sentido, pero su importancia ha sido reducida al haberse llegado a un acuerdo entre los estudiosos católicos y protestantes: se admite que los libros del Nuevo Testamento son por sí mismos fruto de varias tradiciones o escuelas de la Iglesia primitiva.
La sucesión apostólica
En relación con el concepto teológico de tradición se encuentra la doctrina referente a la sucesión apostólica, es decir, la transmisión sin interrupción de la función religiosa desde los tiempos de Jesús hasta la actualidad.
La doctrina se encuentra ya en las Epístolas a los corintios, pero es atribuida, según la tradición.
El ejemplo más evidente es que el papa es el sucesor de san Pedro, elegido por Jesús como la máxima autoridad de su Iglesia (Mt. 16,16-18). Por tanto, el catolicismo le otorga la misma autoridad y los mismos dones espirituales en la Iglesia de hoy que en las primeras comunidades apostólicas.
Implícita en estas creencias está la idea de que la Iglesia tiene el derecho y el deber de enseñar la doctrina y la moral cristianas de forma autorizada.
La corrección de estas enseñanzas viene asegurada por la presencia continuada del Espíritu Santo en el seno de la Iglesia.
A efectos prácticos, la teología católica atribuye esta autoridad a los obispos, al papa y a los concilios ecuménicos.
En ciertas circunstancias, sus enseñanzas se consideran infalibles; la autoridad de la Iglesia en sus enseñanzas se denomina de modo global como magisterio de la Iglesia desde el siglo XIX.
La Iglesia
Dado el énfasis que la doctrina católica pone en la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia, la teología católica se ha ocupado más de los estudios eclesiásticos que la teología de otros credos cristianos.
Para corregir una concepción demasiado jurídica de la Iglesia, el Concilio Vaticano II denominó misterio a esta presencia y favoreció expresiones como "pueblo de Dios" para describirlo.
Una creencia fundamental de la Iglesia católica a lo largo de todos los tiempos es que el amor y la gracia divina sólo pueden ser transmitidos al mundo a través de la Iglesia.
Los santos
Virgen con el Niño El papel de la Virgen María y de los santos en el cristianismo ha sido a menudo un motivo de controversia en las distintas organizaciones e iglesias cristianas.
Aunque el Nuevo Testamento reconoce la santidad de María y su importancia, su papel en la fe y liturgias cristianas se desarrolló con posterioridad.
La Iglesia católica apostólica romana ha sido a menudo criticada por las distintas religiones protestantes por la importancia dada a María en el calendario eclesiástico (los días de la Anunciación, de la
Purificación y de la Asunción son importantes en el calendario de la Iglesia católica apostólica romana.
Virgen con el Niño, del artista y monje italiano Fra Filippo Lippi, se pintó en 1455.
La Iglesia católica favorece la veneración de los santos y de la Virgen María con más entusiasmo que otras iglesias occidentales.
En 1854, el papa Pío IX proclamó la doctrina de la Inmaculada Concepción de María y en 1950 el papa Pío XII proclamó su
Asunción. Debido a las críticas que recibe la Iglesia católica por dejar que la veneración a los santos oscurezca la adoración debida a Dios, la Iglesia ha intentado limitarla reduciendo el número de santos con días señalados en la liturgia
La misa se celebra a diario en la mayoría de las iglesias y es una parte esencial de los matrimonios, los funerales y otros ritos católicos.
La misa
Missa Pange Lingua de Josquin des Prez Desde la edad media hasta el siglo XVI, la misa era el principal vehículo para que un compositor pudiera demostrar su arte. "Missa Pange Lingua: Sanctus" de Josquin Desprez: Missa Pange Lingua 1986 Harmonia Mundi, Ltd.
La misa se compone de varias partes.
Las más importantes son la liturgia del mundo y la eucaristía, durante la cual se realiza la comunión.
Dentro de esta estructura puede haber muchas variantes en la utilización de la música, la pompa u otros métodos para hacer el servicio más apropiado a cada oportunidad.
Missa de Beata Virgine, de Palestrina Las misas y motetes del compositor italiano del renacimiento Giovanni Pierluigi da Palestrina presentaban una estructura sencilla y un rico equilibrio de voces. Aunque conservadora, la música de Palestrina está considerada como la cumbre de la polifonía del renacimiento."Palestrina: Missa 'De Beata Virgine’
Este potencial para la variación está ilustrado de forma gráfica en la historia de la misa y en las diferencias que existen hoy entre el rito romano y el oriental.
Los cambios más radicales realizados en el rito romano fueron los que instituyó el Concilio Vaticano II en su Sacrosanctum concilium (4 de diciembre de 1963).
La tendencia general de estas modificaciones era la de extirpar las complejidades litúrgicas de la misa que enturbiaban su objetivo y su estructura general. De todas las novedades del Concilio ninguna fue más espectacular que la traducción de la liturgia y de los ritos de la Iglesia del latín original a las lenguas vernáculas modernas.
Sacramentos
La eucaristía es uno de los siete sacramentos, que son los ritos simbólicos más importantes que la Iglesia dispensa a sus miembros.
Los católicos creen en la presencia real de Cristo en la eucaristía a través del pan y el vino convertidos en su cuerpo y su sangre (transubstanciación) y se los anima a recibir la eucaristía en todas las misas a las que asistan.
Los otros sacramentos son el bautismo, la confirmación, la penitencia, las órdenes sagradas, el matrimonio y la extremaunción. La reforma litúrgica del Concilio Vaticano II modificó el sacramento de la penitencia, restándole importancia respecto a la confesión de una detallada lista de pecados para subrayar la naturaleza benefactora del perdón divino obtenido a través del sacramento.
Pese a lo que se cree, el oficiante del sacramento del matrimonio no es el sacerdote, sino cada uno de los contrayentes. Según la teología católica, la unión que este sacramento crea entre dos personas bautizadas no puede ser rota. Sin embargo, existen numerosas condiciones para que una unión sea válida, por lo que a veces es posible que la Iglesia declare, tras estimarlo, que un matrimonio ha sido nulo y sin efecto desde el principio.
La anulación, a veces considerada el equivalente católico del divorcio, se basa en diferentes principios. La Iglesia enseña que el propósito del matrimonio es el amor mutuo y la procreación.
Otras prácticas
Jubileo: recorrido por las siete basílicas Uno de los actos finales de la peregrinación a Roma con motivo de un año jubilar es visitar las siete basílicas que muestra esta ilustración.
Para ello, los peregrinos siguen un recorrido que fue trazado por san Felipe.
Los católicos expresan su fe de muchas maneras además de asistiendo a la misa y recibiendo los sacramentos. Aunque ha desaparecido la insistencia histórica de los obispos acerca de que los niños deben estudiar en centros dirigidos por la Iglesia católica, muchos católicos lo siguen haciendo, por lo que la Iglesia mantiene una importante red de escuelas primarias y secundarias, y financia un gran número de universidades en todo el mundo y un número aún mayor de cátedras de teología.
La Iglesia católica es responsable de forma directa o indirecta de un gran número de publicaciones que comprenden desde periódicos populares hasta estudios muy complejos.
Cuestiones contemporáneas
La Iglesia católica se ha caracterizado en los últimos tiempos por mantener posiciones inflexibles en cuestiones polémicas.
Desde el Concilio
Vaticano II, la Iglesia ha animado a los católicos a trabajar con miembros de otras confesiones para alcanzar fines comunes y para reunir a las diferentes iglesias cristianas. Aunque la Iglesia católica nunca se ha adherido al Consejo Mundial de las Iglesias, mantiene contactos con esta institución.
En reconocimiento a los valores espirituales de otras religiones, las misiones católicas posteriores al Concilio han pasado del proselitismo disciplinario y excluyente a la práctica de un diálogo más respetuoso con esos valores.
En otras cuestiones la Iglesia ha sido más conservadora y no menos inflexible. La prohibición de los métodos artificiales de control de natalidad fue reiterada por el papa Pablo VI en su encíclica Humanae vitae (1968).
Este documento levantó objeciones en círculos teológicos e incluso episcopales, algo insólito para el pontificado moderno. Aunque su importancia aún se debate, es desde luego la afirmación más autorizada al respecto dentro de la Iglesia católica, cuya frontal oposición a las leyes de liberalización del aborto ha provocado respuestas políticas en contra de la voluntaria interrupción del embarazo en algunos países occidentales. Aunque la Iglesia permite que las mujeres administren
la eucaristía y realicen otras funciones en circunstancias extraordinarias, prohíbe que sean ordenadas sacerdotes o diáconos. Para los sacerdotes del rito romano el matrimonio está prohibido de forma taxativa.
Hasta la ruptura con la Iglesia oriental en 1054 y con las Iglesias protestantes en el siglo XVI resulta imposible separar la historia del catolicismo de la historia del cristianismo en general.
Sin embargo, la visión de su historia para la Iglesia está basada en lo que considera su continuidad sin interrupciones desde la Iglesia del Nuevo Testamento y, en consecuencia, acepta la legitimidad de la evolución de su doctrina y de su estructura desde entonces.
Los grandes cambios culturales, teológicos y disciplinarios de la historia cristiana no se estiman por tanto desviaciones de una norma absoluta de la Iglesia apostólica.
La Iglesia primitiva
San Clemente I Clemente I, papa desde aproximadamente el 92 hasta el 101, fue también el primero de los denominados padres Apostólicos.
El primer gran cambio en la historia cristiana fue su expansión desde Palestina hasta el resto del Mediterráneo en las décadas que siguieron a la muerte de Jesús.
En poco tiempo, el cristianismo adquirió el idioma y el vocabulario filosófico del mundo grecorromano para expresar y difundir su mensaje, así como los procedimientos y la organización del Imperio romano. Sin embargo, la característica figura del obispo ya había aparecido a mediados del siglo II.
El reconocimiento de la Iglesia por el emperador Constantino I el Grande en el 313 consolidó esta evolución y proporcionó apoyos a la Iglesia en las grandes polémicas doctrinales de los siglos IV y V que determinaron su ortodoxia. En el siglo V, el papa León I, obispo de Roma, reclamaba y ejercía hasta cierto punto la primacía sobre congregaciones cristianas de otros lugares.
La Iglesia medieval
Gregorio VII y la Querella de las Investiduras La fase más cruenta de la denomina Querella de las Investiduras, que enfrentó al emperador Enrique IV y al papa Gregorio VII, concluyó con el asedio al castillo de Sant'Angelo donde se refugió el Papa (1083) y la conquista de Roma (1084) por las tropas imperiales.
Gregorio VII tuvo que huir y murió en Salerno en 1085.
En esta miniatura del siglo XIII se representaron el ataque del Sacro Imperio al Papa (escena superior) y el fallecimiento de éste (escena inferior).Agenzia LUISA RICCIARINI—MILANO
Adriano IV Adriano IV pasó a la historia como el único inglés que llegó a ser papa de la Iglesia católica.
Inocencio III Durante su pontificado, el papa Inocencio III (1198-1216) desarrolló una actividad inusitada que le convirtió en uno de los más competentes de la edad media.
Uno de sus últimos logros fue la convocatoria del IV Concilio de Letrán (1215). En la imagen aparece tal y como fue representado en un fresco del monasterio benedictino del Santo Speco (Italia).
Bonifacio VIII Durante su pontificado, el papa Bonifacio VIII (1294-1303) defendió con firmeza la suprema autoridad de la Iglesia católica. En la imagen aparece en un fresco de la basílica romana de
San Juan de Letrán que algunos estudiosos atribuyen a Giotto. Agenzia LUISA RICCIARINI—MILANO
La caída del Imperio romano de occidente y la incorporación de los pueblos germánicos a la Iglesia tuvieron un gran impacto en todos los aspectos de la vida religiosa general, incluida una disminución del poder episcopal entre los siglos VII y XI.
Bajo la dirección de un Papado reformado a finales del siglo XI se restauraron los derechos episcopales en medio de la amarga Querella de las Investiduras que los papas sostuvieron frente a varios emperadores.
Como resultado de esto, el Papado emergió como el dirigente reconocido de la Iglesia de occidente El Derecho canónico fue revitalizado y puesto en práctica, enfatizando el papel del pontífice en el gobierno de la Iglesia. Estas transformaciones, sumadas a las
Cruzadas, hicieron que la reconciliación con la Iglesia oriental, después del Gran Cisma de Occidente (1054), fuera más difícil.
El periodo moderno
Calixto III En esta pintura, La Virgen encomendando Siena al papa Calixto III (Pinacoteca Nacional de Siena, Italia), el artista italiano Sano di Pietro representó a dicho pontífice, el cual, durante su papado (1455-1458), intentó recuperar Constantinopla (en poder otomano desde 1453) para la cristiandad.
Pío II Retrato del papa Pío II, realizado por Justo de Gante, que se conserva en la Galería Nacional de Urbino (Italia). Al margen de su actividad como sucesor de san Pedro, Pío II, papa desde 1458 hasta 1464, escribió diversas obras enmarcadas en la corriente humanista de su tiempo.
Alejandro VI Posiblemente, el hecho más significativo del pontificado de Alejandro VI (1492-1503) fue la publicación, en 1493, de las denominadas Bulas Alejandrinas, cuatro documentos por los que concedía a los Reyes Católicos las islas descubiertas y por descubrir que se encontrasen por occidente y que no perteneciesen a ningún príncipe cristiano.
El retrato del Papa que aparece en la imagen, Clemente VII (Museo di Capodimonte, Nápoles), fue realizado en 1526 precisamente por este último, el cual fue nombrado por Clemente VII, en 1531, canciller de Bulas (il piombo).
Por ello, el citado pintor italiano recibió el sobrenombre de Sebastiano del Piombo con el que pasó a la historia.
Pablo III e Ignacio de Loyola Esta pintura, que se encuentra en la iglesia de Jesús (Roma, Italia), representa el momento en que el papa Pablo III recibe a Ignacio de Loyola y admite a la Compañía de Jesús en el seno de la Iglesia católica.
Clemente IX Este retrato, realizado por Baciccio en el siglo XVII y conservado en la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma (Italia), muestra al papa Clemente IX.
Su breve pontificado (1667-1669) estuvo marcado por la denominada "paz clementina", que disminuyó las tensiones existentes entre el Papado y Francia.
Inocencio XI Durante su pontificado, el papa Inocencio XI (1676-1689) intentó hacer frente al galicanismo del rey francés Luis XIV.
Pío VII Busto de Pío VII realizado por el escultor italiano Antonio Canova.
En el transcurso de su pontificado (1800-1823), este papa tuvo que defender la autoridad eclesiástica frente a Napoleón B.
Pío X El pontificado de Pío X (1903-1914) se caracterizó por su conservadurismo y por su oposición a todo tipo de reforma o apertura.
Benedicto XV El papa Benedicto XV (1914-1922) tuvo que dirigir a la Iglesia católica durante los trágicos años de la I Guerra Mundial (1914-1918).
Sus esfuerzos estuvieron encaminados, desde la neutralidad, hacia una solución pacífica del conflicto.
Mensaje de Juan XXIII El 22 de diciembre de 1962, el papa Juan XXIII recapacitó sobre la importancia de las primeras sesiones del Concilio Vaticano II: "La Navidad de este año lleva la marca del concilio ecuménico que, gracias al Señor, ha comenzado tan bien.
Del 11 de octubre al 8 de diciembre, se han vivido dos meses de intensa emoción religiosa en Roma".
La Iglesia católica respondió con la Contrarreforma, reafirmando las tradiciones que se habían implantado con el tiempo y en particular los elementos más atacados, como la teología escolástica, la eficacia de los sacramentos y la primacía del papa.
- En cada iglesia esta el espíritu santo y en cada iglesia hay una relación con Dios pese a lo que creen.
- La iglesia católica tiene sus costumbres pero realmente no lo practican diariamente.
- Respetar nuestra decisión; sí tener comunicación con Dios en la iglesia que escojamos; pese a ello que no nos hace ni inferiores y ni superiores a cualquiera sino creer en Dios nuestro padre.
Estefanía Vega Soria
FUENTE: ATLAS MUNDIAL ENCARTA.
COLEGIO CATOLICO "Santo Domingo de Guzmán"·
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |